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Nacional

A dos meses del cierre de la frontera gremios piden reactivar la economía

La Nación
Hace 9 años

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Al cumplirse este lunes -19 de octubre-  dos  meses del cierre de la frontera  colombo-venezolana, ordenado por el presidente Maduro, el impacto económico  y social que está causando esta medida gubernamental alarma a los diferentes sectores productivos del eje San Antonio – Ureña, los cuales aseguran que la situación ya es insostenible.

Como respuesta a la emboscada que sufrieron la tarde del  miércoles 19 de agosto, en San Antonio del Táchira, tres militares venezolanos y un civil que cumplían labores de inteligencia contra el contrabando, por parte de paramilitares colombianos, se ordenó ese mismo día en la noche cerrar  el paso por los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, las 24 horas del día. Desde agosto de 2014 ya se venía restringiendo el tránsito binacional entre las 10 p.m. y las 5 a.m., como medida  gubernamental  de  ataque al contrabando.
Con el cierre de frontera vino también la declaratoria del estado de excepción, inicialmente en seis municipios fronterizos del Táchira, luego se amplió a otros cuatro de la entidad y  sucesivamente a otras regiones limítrofes de Venezuela y Colombia.
Entre 70 y 75 por ciento cayó actividad económica

 

A raíz del bloqueo del paso por los puentes Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander y Unión, que  comunican a Táchira con el departamento Norte de Santander, se paralizó la actividad formal e informal que se daba por estos cruces de frontera. Con el transcurrir de los días, el Gobierno venezolano  permitió el paso escolar, médico, de viajeros con pasaporte sellado, trabajadores y empresarios debidamente identificados.

A raíz de las medidas gubernamentales, las operaciones de importación, exportación, tránsito aduanero de mercancías y de carbón, hasta la fecha se mantienen suspendidas, al igual que el comercio interfronterizo que tradicionalmente ha existido en el eje colombo-venezolano. Los gremios empresariales de San Antonio y Ureña estiman que, como consecuencia de las medidas  de control aplicadas, la actividad económica a nivel del comercio, la industria y los prestadores de servicios ha disminuido entre 70 y 75 por ciento.

La presidenta de la Cámara de Comercio de San Antonio, Isabel Castillo, afirmó que 70 por ciento del comercio de la zona cerró sus  puertas y no sabe si volverá a abrir. El cese de la actividad  comercial se puede percibir  al recorrer las calles de San Antonio del Táchira, donde se observan comercios cerrados y soledad en general, agregó.  En el sector de la industria, igualmente se ha registrado cierre de  empresas y las que están trabajando lo hacen “a media máquina”, por los problemas de escasez de mano de obra calificada y materia prima.

Desocupados 2.500 empleados en el sector aduanero
A la caída de las ventas en el comercio, el estancamiento de la actividad industrial por falta de insumos y mano de obra, se suma la paralización del sector de auxiliares de la administración aduanera, representado por unas 150 empresas de agencias de aduana, almacenadoras y transportistas de carga, que ocupan directamente a unos 2.500 trabajadores y que  ahora no tienen nada qué hacer, según han indicado voceros del sector.

A este renglón también se agregan unos 300 volqueteros que hacían el acarreo de carbón colombiano entre Cúcuta y Ureña, así como un número similar de gandoleros que llevan el mineral  desde la frontera venezolana hasta los puertos de La Ceiba y Maracaibo, que en este momento están desocupados. Adicionalmente están afectados los servicios de hoteles, posadas, restaurantes, talleres y otras personas que, de manera directa o indirecta, dependen laboralmente de ese movimiento comercial.

 

“La estocada final”
El presidente de la Cámara de Industria de Ureña, Isidoro Teres, expresó que el cierre de la frontera “ha sido la estocada final para muchas empresas que estaban tratando de sostenerse, de aguantar,, pero con el cierre hermético y la suspensión total y absoluta  de operaciones, se terminó de destruir  todo un entramado eficiente de empresas que durante muchos años había funcionado”.

Afirma que la actividad económica en la zona ha disminuido 75 por ciento. “Podemos asegurar que estamos en este momento operando en 25  por ciento, tanto  el ejercicio comercial como industrial,  que son los dos sectores más representativos del eje fronterizo”. Destacó que la actividad comercial  disminuye, tanto por el hecho de que los colombianos no pueden venir a realizar compras, como porque los venezolanos del interior no pueden pasar a Cúcuta, ya que aprovechaban su paso para adquirir productos y demandar servicios en San Antonio, Ureña y Cúcuta.

Dentro del sector de los auxiliares de la administración aduanero, señaló que ninguna empresa puede subsistir trabajando a pérdida, al definir la situación por la cual están atravesando las agencias de aduana, almacenadoras y de transporte de carga, las cuales no trabajan desde hace dos meses porque no hay operaciones de importación, exportación y de tránsito aduanero.

En el aspecto social, Teres también indicó que al cerrar la frontera se está afectando el talante  binacional, la calidad de vida, las relaciones familiares, labores y escolares, así estén permitiendo el paso a estudiantes y trabajadores que viven en un lado y desarrollan actividades en otro.

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