Monitor de Víctimas - Runrun

MONITOR DE VICTIMAS

Denuncian sexto asesinato en el año de paciente de la Misión Negra Hipólita

Lliavilleth Saavedra Maraima reconoció el cadáver de su hermano, Cruz Manuel García Maraima, en la morgue de Bello Monte, en Caracas, a través de fotografías. Las que vio mostraban su rostro con un golpe en la frente, otro en la nariz. No tenía dientes. «Estaba acostado, así», contó la mujer mientras ponía sus brazos frente a su cara y encogía su torso en posición fetal. «Yo me imagino que quedó así, porque estaba protegiéndose de los golpes». Al hombre, de 60 años, lo mataron en la Comunidad Terapéutica Socialista (CTS) Livia Gouverneur, de la parroquia San Bernardino, en el centro norte de Caracas, una de las dependencias de la Misión Negra Hipólita que atiende a personas en situación de calle.

«Él no vivía en la calle; él tenía su casa en Catia», afirmó la hermana de la víctima. Sin embargo, no era la primera vez que García Maraima había estado en uno de los centros de rehabilitación de la Misión Negra Hipólita. Sus parientes lo habían llevado, porque su adicción a las drogas empeoró desde que murió su madre, hace cinco años. Se había tornado violento. Al poco tiempo de estar allí, se fugó.

La última vez que sus familiares lo vieron fue a finales de febrero pasado. La primera semana de abril, un amigo de García Maraima le dijo a una integrante del Consejo Comunal de Catia que a él se lo había llevado la Misión Negra Hipólita, en marzo. Fue ella quien avisó a sus parientes. Los vecinos también aseguraron que llevaban semanas sin saber de él.

Los hermanos de García Maraima comenzaron la búsqueda por distintos centros de la Misión gubernamental, dentro y fuera de Caracas. Les dijeron que estaba en la sede de Guarenas y, luego, que lo habían trasladado a la de Petare, pero en ninguna lo consiguieron. Finalmente, el martes 9 de abril, acudieron a la morgue de Bello Monte y así dieron con su paradero. El cadáver provenía de la sede de San Bernardino y llegó allí el 13 de marzo.

Los funcionarios responsables del centro dijeron que la víctima había convulsionado y, luego, sufrido un infarto. Pero la autopsia arrojó otra causa de muerte. En el acta de defunción se lee «traumatismo torácico abdominal cerrado». Su hermana afirmó que lo asesinaron a golpes. En la morgue le dijeron que no era la primera vez que sucedía un homicidio en una de las sedes de Negra Hipólita.

Sexta víctima

García Maraima es la sexta persona asesinada en un centro de esta Misión en Caracas durante 2024. De acuerdo con datos de Monitor de Víctimas, solo en marzo ocurrió el homicidio de otras tres personas. El 7 de marzo, murió Óscar Javier Yépez Gil, de 54 años, en el Hospital Vargas de Caracas. Sus familiares se lo llevaron del centro Negra Hipólita del municipio Sucre y lo internaron allí porque tenía contusiones y apenas podía caminar. En el centro de salud sufrió un edema cerebral y una hemorragia interna debido a un traumatismo torácico cerrado.

Fuentes policiales reportaron el 1º de marzo que, en ese mismo centro, murieron Franklin José Elisandre Navarro, de 51 años de edad, y Vidalino González, de 55, por contusiones en sus cuerpos.

En febrero, los familiares de Elvis David Campo denunciaron que le habían dado una golpiza con un tubo en el centro del municipio Sucre, días antes de que muriera en su casa. El 16 de enero, Pedro José Martínez Armas, de 60 años, murió cuando otro paciente lo golpeó con sus muletas.

En 2018, Monitor de Víctimas recogió los testimonios de los familiares de Freddy Orlando Durán Gómez, de 28 años, quienes denunciaron que había muerto por los golpes que recibió en la sede de la Misión Negra Hipólita en San Bernardino, la misma donde mataron a García Maraima. Para ese momento, aseguraron que estaba en estado de inanición.

@loremelendez

 
Trabajador de aseo urbano asesinó a puñaladas a un compañero en Cabimas

Miguel Alberto Toyo Isea, de 48 años de edad y trabajador del Instituto Municipal de Aseo Urbano de Cabimas (Imauca), fue asesinado a puñaladas por su compañero de trabajo identificado como Luis Reyes, de 62 años. El hecho ocurrió en el municipio Cabimas, en el estado Zulia, el 4 de marzo de 2024.

La víctima recibió varias puñaladas con un machete en la región abdominal, en medio de una discusión. Esto ocurrió cuando, cerca de las 8:30 am, el grupo realizaba la ruta en un camión de recolección de basura, por la calle El Lote, en el Casco Central de Cabimas, en la Costa Oriental del Lago. 

Una familiar comentó en la morgue de Cabimas a medios locales y al equipo de Monitor de Víctimas, que desconocían las razones que desencadenaron la pelea. Aunque después, según la minuta de la Policía del Zulia, precisaron que Toyo tenía una relación amorosa con la expareja del homicida. 

Reyes fue detenido en horas de la tarde en su casa de Cabimas, y fue privado de libertad por el Ministerio Público, por el delito de homicidio intencional con motivos fútiles. 

La expareja de Reyes, quien lamentó el hecho, también trabajaba en la cuadrilla del aseo urbano, conocida como salserines. Compañeros estaban sorprendidos por la noticia. 

La víctima residía en el barrio Unión, de la parroquia San Benito de Cabimas y, desde hace al menos siete años, trabajaba en una cuadrilla de Imauca, empresa encargada de la limpieza y recolección de basura en Cabimas. 

Otro hecho en marzo 

El 1º de marzo también se reportó el asesinato de Federico Carrillo, de 79 años de edad, quien murió después de recibir varias puñaladas, cuando se resistió al robo de su moto dentro de su vivienda en el sector San Pedro del municipio Baralt. 

El Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) detuvo a un hombre, de 37 años, por la muerte del septuagenario dentro de su casa. El director del organismo, Douglas Rico, precisó que el homicida abordó a la víctima para robarle su moto, quien se negó a entregarla. 

El victimario quedó a la orden del Ministerio Público por el delito de homicidio y, según el Sistema de Investigación e Información Policial (Siipol), tenía dos solicitudes por abuso sexual y robo agravado. 

En lo que va de 2024, según las estadísticas de Monitor de Víctimas, se reportó la muerte de 14 personas en el Zulia, con distintos móviles y hechos ocurridos en los 21 municipios.

Cinco muertes violentas se registraron en Lara en marzo

Cinco personas murieron de forma violenta en el mes de marzo de 2024, en el estado Lara, región ubicada al centroccidente del país. Según las cifras recabadas por el equipo de Monitor de Víctimas, los asesinatos corresponden a cuatro hombres y a una mujer. 

Los crímenes fueron cometidos, tres en el municipio Iribarren, uno  en Torres y uno en Crespo. Se trata de tres homicidios, un femicidio y un supuesto enfrentamiento con cuerpos de seguridad del Estado. 

El primer hecho fue registrado el 3 de marzo al Norte de Barquisimeto. La víctima, identificada como Richard David Bermúdez López, de 19 años, estaba ingiriendo bebidas alcohólicas en compañía de unos amigos, cuando surgió una discusión con dos hermanos, quienes lo hirieron con un cuchillo. El joven fue trasladado a un centro de salud para que le prestaran los primeros auxilios, pero murió. 

Los autores de este crimen fueron identificados, sin embargo, están prófugos de la justicia. La madre de los hermanos fue detenida por una comisión del Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC), porque según detallaron los uniformados, ella habría facilitado el arma con la que mataron al joven y, además, ayudó a sus hijos a escapar. 

Sospechoso enfrentamiento

El segundo homicidio ocurrió el 11 de marzo de 2024, en el caserío El Pegón, del municipio Torres. Allí, Juan Víctor Guaidó Oropeza, de 30 años de edad, murió en manos de una comisión de la División Contra la Delincuencia Organizada (DCDO), de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), antigua FAES, en un presunto enfrentamiento. 

Los funcionarios del DCDO informaron que se trataba de uno de los delincuentes más buscados de la región e, incluso, indicaron que era de la banda “el Guli” y “Junior”, pero al contrastar la información, este hombre no estaba en el radar de ningún cuerpo de seguridad, ni tampoco figura en las listas de los más buscados. Las bandas señaladas por el DCDO, fueron desmanteladas hace más de cuatro años y no operaban en el municipio donde se dieron los hechos. 

La familia de la víctima no pudo ser contactada por el equipo de Monitor de Víctimas, para verificar que realmente se tratara de un enfrentamiento, como lo aseguraron los funcionarios que actuaron en dicho procedimiento.

El 19 de marzo, a las 2 de la tarde, aparecieron dos hombres en una motocicleta en el barrio Las Clavellinas, ubicado al noreste de la ciudad. Uno de ellos desenfundó un arma de fuego y, sin decir palabra alguna, apuntó a Kelwis Eduardo Sánchez Camacaro, de 39 años de edad, y le disparó en repetidas oportunidades. 

El hombre quedó tendido en plena calle, y los motorizados escaparon. Hasta la fecha, no existe ningún detenido por este caso. 

Muerto en Viernes Santo

En pleno Viernes Santo, a las 7 de la noche, una situación similar se registró en el caserío La Quinta, del municipio Crespo, pero en esta ocasión, la persona que resultó ser la víctima era la que andaba en una motocicleta. 

Se trataba de Nick Brayan Colmenárez Sánchez, de 22 años, quien estaba en compañía de un joven y se toparon con unos hombres, uno de ellos armado, quien le disparó en la cabeza y le causó la muerte.

Hasta ahora, familiares del joven desconocen cómo fueron los hechos en sí, porque el principal testigo y joven que acompañaba a Nick en el momento que se registró su crimen, también escapó del sitio y hasta ahora no ha sido localizado. 

Funcionarios del Eje de Homicidios se trasladaron el sábado 30 de marzo hasta el sitio del suceso, y aunque apenas comenzaron las investigaciones del caso, hasta ahora manejan como móvil un ajuste de cuentas.

Primer femicidio 

Juana Eneida Salas de Mujica, de 48 años, fue asesinada a golpes y el responsable fue su pareja. Ella se convirtió en la víctima del primer femicidio perpetrado en Lara. Según las cifras de Monitor de Víctimas, durante el año 2023, se registraron seis femicidios en la región. 

Este nuevo femicidio fue el 14 de marzo. El hecho ocurrió en la vivienda de la víctima, ubicada en el barrio La Peña, de la parroquia Unión de Barquisimeto. 

Se pudo conocer que ambos estaban compartiendo, y una discusión terminó en agresiones y golpes que le causaron la muerte a la dama. 

La mujer fue localizada en su casa con vida; fue trasladada a la emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda de Barquisimeto, pero a las horas, murió por una fractura en el cráneo. 

Su agresor fue detenido por el CICPC e identificado como José Leonidas Medina, de 43 años.

Murió un hombre que había sido herido en una riña en San Josecito

Jefferson Adrián Fuentes Jaimes, de 31 años de edad, resultó herido durante una riña la tarde del sábado 16 de marzo de 2024, en la comunidad de San Josecito, municipio Torbes, estado Táchira.

La víctima estaba compartiendo con algunos amigos, esa tarde, cuando se acercó Wilfer Adrián Páez Sanabria, de 34 años de edad, a solicitarle un dinero, “30 mil pesos colombianos», equivalente a $8.

Esta situación originó una discusión entre ambos, que se fue tornando acalorada. Luego de unos minutos, las palabras pasaron a golpes, momento en el cual Wilder Páez, sacó un arma blanca, tipo cuchillo, y le infligió una herida en el abdomen a Jefferson Fuentes.

En el lugar, estaban familiares de la víctima, quienes lo trasladaron al Hospital Central de San Cristóbal.

Dos días después, el lunes, 18 de marzo de 2024, producto a la gravedad de la lesión, fue declarado muerto por los médicos.

El hombre que le causó la herida mortal fue detenido por el Cuerpo de Investigaciones, Científica, Penales y Criminalísticas -CICPC-, y quedó a la orden del Ministerio Público.

@ingmaryrodrigu1

El trágico recuerdo de la Masacre de Tumeremo se cierne nuevamente sobre la población del municipio minero de Sifontes, al sur del estado Bolívar, en donde un grupo de familiares denunció este lunes la desaparición de más de una decena de trabajadores de la minería, señalando como posible causa de esta situación un enfrentamiento armado por el control de la mina El Candado.

La explotación en el yacimiento de oro, ubicado en la vía al sector El Bochinche del municipio Sifontes, ha generado de acuerdo con testigos del lugar una pugna violenta entre integrantes de la banda de Jhosue Zurita, alías el Coporo, y sujetos identificados como la guerrilla colombiana- Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), Ejercito Bolivariano de Venezuela, Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), y del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) intentaron ingresar la tarde de este lunes al lugar descrito por los familiares, pero la vía es de difícil acceso lo cual ha demorado la incursión.

Las pesquisas se activaron este martes en dos etapas: una parte del recorrido en vehículos rústicos y la otra en motos debido a las dificultades de acceso. Mientras tanto, un helicóptero del Ejército ocupado entre otros por el Mayor General (M/G) Jesús Mantilla Oliveros, jefe de la Región Estratégica de Defensa Integral Guayana (REDI Guayana), sobrevuela el área de la mina.

El Ministerio Público designó a la Fiscalía 5ta a cargo de la Dra.Yennifer Durán para llevar la investigación del caso.

El diputado de la Asamblea Nacional por el estado Bolívar, Américo De Grazia, difundió una lista con los nombres de seis personas heridas y otras 16 que se encontrarían desaparecidas en lo que calificó como «La Masacre de Bochinche», sin embargo, las autoridades mantienen total cerrojo con respecto a los detalles de la operación y del caso.

Según lo manifestado por los habitantes de Tumeremo, el domingo 14 de octubre en la tarde hubo un enfrentamiento entre integrantes de la banda de Jhosue Zurita, alías el Coporo y sujetos identificados como la guerrilla colombiana- Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Otras versiones ratifican el hecho de la confrontación pero entre bandas locales por el control de la mina, sin confirmar la presencia de una célula de la guerrilla colombiana.

Un hecho confirmado fue el ingreso de seis personas heridas de bala al hospital Dr. José Gregorio Hernández de Tumeremo, lo cual activó las alarmas en el pueblo y la preocupación de las familias no se hizo esperar. Los heridos procedían de la mina El Candado, vía hacía sector El Bochinche y afirmaron que en el sitio habían quedado más personas.

Las familias se organizaron y se reunieron en el sector La Teja-entrada que conduce hacía la mina-, a la espera de que comisiones ingresaran a la zona para constatar la situación.

El horror de la violencia minera

La explotación del oro ilegal como vía de la sobrevivencia económica al sur del estado Bolívar, en un clima hostil controlado por bandas armadas y una actuación cómplice de los cuerpos militares, ha derivado en capítulos de horror como la Masacre de Tumeremo, en marzo de 2016, y otras tantas que han conmocionado al país.

En agosto de este año, la confrontación armada por un yacimiento de oro en la población de Maripa dejó seis fallecidos, entre ellos, el líder de una comunidad indígena.

Los conflictos alrededor de las zonas auríferas aumentaron a raíz del decreto del Arco Minero del Orinoco, que no solo ha dejado una devastación ambiental en la región sino también masacres como esta.

La caída de los precios petroleros en 2014, el fracaso en las políticas económicas (entre ellas, el motor minero) y la conflictividad política se han traducido en una nueva apuesta de Miraflores: la explotación minera como auxilio financiero. En esta región, el mercurio y la sangre se mezclan. Así como la violencia, la anarquía y la impunidad. La plataforma digital InfoAmazonia investigó el alcance social, político, económico y ecológico del Arco Minero del Orinoco en un reportaje titulado Explorando el Arco Minero.

@PableOstos

Infografía | Las masacres que manchan el rostro de la democracia en Venezuela

La violencia policial no se detuvo en 2023 y regresó el “ajuste de cuentas” como móvil frecuente

Las dinámicas y formas de violencia cambian constantemente en Venezuela, y estas particularidades son muy visibles en las regiones. Monitor de Víctimas recoge los datos de homicidios en cinco estados del país, cada año para llevar el pulso e intentar caracterizar la violencia homicida en el país. En 2023, continuó el descenso de los homicidios, pero la reducción fue mínima en varias de las entidades. 

Destaca la participación de policías y militares en la mayoría de los casos registrados en Zulia, Caracas y Lara. También se ha reportado un incremento en el móvil de ajuste de cuenta o venganza.

En Caracas hubo una leve baja en los homicidios, pero aumentaron los casos por ajuste de cuentas

La familia de Luis Manuel Romero Alemán, de 22 años, no lo reconoció cuando le mostraron las fotos de su cadáver. Los 21 balazos que le dieron en el rostro lo desfiguraron por completo. De acuerdo con el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), miembros de la banda Los Chicorrios lo asesinaron en el barrio 5 de Julio, de Petare, en el municipio Sucre del estado Miranda, cuando lo confundieron con un joven de la banda de Wilexys. Todo fue por una venganza.

Los ajustes de cuenta o venganzas fueron el móvil de homicidios que más aumentó en Caracas entre 2022 –cuando hubo 50 muertes por esta razón– y 2023 –cuando ocurrieron 70–, de acuerdo con las cifras recabadas por Monitor de Víctimas. Ese incremento es de 40% en solo un año.

Los asesinatos por ajustes de cuentas representan 23% del universo total de los homicidios registrados por MDV, en 2023, y que alcanzaron los 304, 9 menos que en 2022. Sólo en marzo de 2023, se documentaron 10 homicidios por esta razón.

La mayoría de las víctimas fueron hombres. Sólo una mujer: Ana Victoria Rubio, de 42 años, fue asesinada por su hermana, mientras dormía con sus dos hijos. María Gregoria Rubio la golpeó con una escardilla y con una chícora en la cabeza y, luego, incendió la casa en donde estaban. La victimaria se vengó así de su hermana, tras enterarse de que su pareja le había sido infiel con ella.

 

Ese repunte no significa que los ajustes de cuenta o venganzas hayan desplazado al móvil de homicidios más común en el Área Metropolitana de Caracas, desde 2018: la letalidad policial, que en 2023 representó 31,5% del total de los asesinatos. En total, 96 personas murieron a manos de los cuerpos de seguridad del Estado, 2 casos más que en 2022. 

Los victimarios en 69 homicidios de letalidad policial fueron funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB). En otros tres, se denunció que los asesinos eran miembros de grupos de élite derivados de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la PNB, el cuerpo de seguridad que la otrora Alta Comisionada de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, exigió eliminar en 2019, por la cantidad de ejecuciones extrajudiciales por las que estaba señalado.

Uno de esos casos es el de Carlos Alberto Perdomo Machado, un joven de 18 años que el 28 de marzo de 2023 fue asesinado por funcionarios de la Brigada Motorizada de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), luego de una persecución cerca de su casa, en la parte alta del barrio Guaicaipuro de Petare.

De acuerdo con el relato de familiares, el joven había sido detenido en 2022 por esa misma brigada durante una redada. En aquel entonces, era menor de edad, y mes y medio después de arrestarlo, lo liberaron porque no encontraron razones para imputar.

 

Menos muertes por riñas y robos 

Las muertes por riña o pelea iniciada en el sitio registraron un descenso de 21%. Hubo 26 durante el 2023, 7 menos que en 2022. 

Las armas de fuego predominan entre las empleadas por los victimarios en 14 de 26 casos; y en riñas, las armas blancas, la fuerza física y el estrangulamiento se usaron en los otros 11.

El caso de Lermis Antonio Guevara Correa, de 47 años, es una muestra del empleo de este tipo de armas. A él lo asesinaron el 13 de marzo de 2023, en el boulevard de la parroquia La Vega, en el municipio Libertador del Distrito Capital, luego de sostener una discusión tras un juego de dominó. Se presume que un hombre lo agredió y lanzó al piso, donde sufrió una fractura craneoencefálica que le costó la vida.

En 2023, los asesinatos por robo también disminuyeron. Hubo 25, según datos recabados por MDV, lo que representó 8,2% del total de los homicidios cometidos durante el año. La cifra es menor a las 39 que se registraron en 2022.

Aunque el número ha descendido, no deja de afectar a la población más vulnerable en sectores populares.

Tal es el caso de Leninyer David Molina Medina, de 16 años, adolescente a quien asesinaron en la vía a El Junquito, en el Barrio Niño Jesús, en abril de 2023,para robarle el carro de su madre. Recibió un disparo en el cuello y otros 4 en piernas y brazos. Se presume que los victimarios eran miembros de una banda de la zona.

Bajan homicidios, pero no feminicidios

En 2023, de las 21 mujeres que mataron a lo largo del año, 11 fueron asesinadas por razones de género, apenas 2 menos que en 2022. En 6 de estos feminicidios, los victimarios fueron sus propias parejas o exparejas. Tres de las mujeres tenían signos de violencia sexual.

Uno de estos feminicidios fue el de Fabiola Teresita Parra Mogollón, de 37 años, a quien su expareja, el funcionario de la Policía del estado La Guaira, Henry Briceño, le disparó  el lunes 31 de julio de 2023, en el estacionamiento de su antigua residencia, en la urbanización Guaicay, en el municipio Baruta del estado Miranda. Hasta allí había ido Parra Mogollón a buscar ropa en compañía de su hermana y su hijo de 18 años.

Dos días antes del hecho, la víctima había denunciado a Briceño ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), porque éste la amenazaba. Le había comentado a un allegado que ella temía por su vida. El uniformado se suicidó luego de cometer el crimen. 

Durante 2023, hubo 7 personas que murieron durante enfrentamientos entre bandas armadas. Otras 5 fueron impactadas por balas perdidas o cayeron en medio de fuego cruzado. Cuatro policías murieron en servicio. Los datos recabados por Monitor de Víctimas apuntan a que el único linchamiento de 2023, en Caracas, ocurrió en abril, en la urbanización Simón Rodríguez de Ciudad Tiuna, parroquia Coche del municipio Libertador del Distrito Capital. Allí, un grupo de personas le roció gasolina a un hombre para quemarlo, luego de señalarlo por el robo de unas herramientas.

Hay 57 casos en los que no se logró determinar la causa de la muerte.

Las cifras rojas de Petare

A pesar de que en el municipio Libertador del Distrito Capital ocurrió la mayor cantidad de homicidios durante 2023 –155 en total–, la parroquia Petare del municipio Sucre, en el estado Miranda, fue la que más acumuló casos en toda el Área Metropolitana de Caracas: 90 muertes durante 2023, que representan 29% de los sucedidos en la capital venezolana.

 

Los homicidios en Petare son mucho mayores que en cualquier otra parroquia de la ciudad. La segunda jurisdicción en la que mataron a más personas fue El Valle (Distrito Capital), con 26; seguida de Filas de Mariche (Miranda), con 23; Sucre (Distrito Capital), con 21; y San Juan (Distrito Capital), con 17.

Las armas de fuego continúan como las más usadas por los victimarios. A balazos, mataron a 227 personas. De estas, 21 provenían de armas largas. 

Los 304 homicidios sucedidos en 2023 dejaron, por lo menos, 181 huérfanos menores de edad en el año.

 

Asesinatos cometidos por cuerpos de seguridad aumentaron 233% en Lara 

Durante el año 2023, se registraron 76 asesinatos en el estado Lara, según datos recabados por Monitor de Víctimas. Del total de víctimas, hay 72 civiles, 2 policías y 2 militares. 

Marzo fue el mes con más muertes violentas, con 10; seguido de agosto, con 9; y febrero, abril y mayo, que cerraron con 8 muertes cada mes. Del total de víctimas, hay 70 hombres y 6 mujeres. El año 2022, cerró con 65 muertes, 9 menos que en 2023.

La violencia 2023

 

Iribarren, el municipio capital, se posicionó como el más violento, con 52 asesinatos, lo que representa 68% del total; seguido de Palavecino y Jimenez, con 6. Cuatro parroquias de Iribarren  -Ana Soto, Unión, El Cují y Tamaca- concentran la mitad de las muertes violentas de 2023: 38 víctimas. En Ana Soto, anteriormente conocida como Juan de Villegas y la parroquia más poblada de la entidad, ocurrieron 19 de los asesinatos. 

El móvil con mayor número de víctimas es el de riña o pelea iniciada en el sitio, con un saldo de 21; seguido de ajuste de cuentas, con 16.

Funcionarios de seguridad del Estado figuran como los victimarios en 21 asesinatos: 12 muertes por presunta resistencia a la autoridad, 7 ejecuciones, así como una muerte por bala pérdida y un caso por determinar.

La violencia 2023

 

La Policía Nacional Bolivariana (PNB) perpetró 10 de estas muertes violentas; las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), 4; el Cuerpo de Investigaciones Cientìficas, Penales y Criminalísticas (CICPC), 4; la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), 3; y el Ejército, 1. Este indicador aumentó 233% en comparación con el número de crímenes cometidos por funcionarios de seguridad del Estado, el año anterior. En 2022, hubo 9 casos.

En 50 de los asesinatos registrados durante 2023, se utilizaron armas de fuego y esto equivale al 65,78% de las muertes. En 16 casos, las víctimas murieron por heridas de arma blanca, y en otros 6, por impacto de objetos contundentes. Se desconocen las armas utilizadas en 2 homicidios. En otros 2 casos, usaron armas de combustión y fuerza física.

En 28 homicidios, los autores de los crímenes eran conocidos, familiares, cónyuges o vecinos de las víctimas. Esta cifra representa 36,84% del total de muertes contabilizadas por Monitor de Víctimas en la región larense, de enero a diciembre de 2023. 

La violencia 2023

 

Entre las víctimas, hay un recién nacido, 2 adolescentes de 15 y 16 años de edad y un joven de 19 años. 45 víctimas –39 hombres y 4 mujeres– tenían entre 21 y 40 años de edad. 17 de las víctimas –13 hombres y 2 mujeres– tenían entre 41 y 60 años de edad.

Tres de las víctimas, todos hombres, tenían entre 61 y 80 años de edad. Una víctima, mujer, tenía 86 años de edad. 

Se desconocen las edades de 6 de las víctimas. Los móviles en 5 de estos casos fueron resistencia a la autoridad (4) y ejecución (1).

 

Femicidios-suicidios

Monitor de Víctimas contabilizó 6 asesinatos de mujeres, y de estos, cuatro son femicidios. En dos de estos casos los victimarios se suicidaron; en otro, el presunto asesino fue detenido, y en otro más, el agresor que, supuestamente, era pareja de la víctima, aún no ha sido identificado por las autoridades.

En los otros dos casos, se trató de un robo y su asesino aún está prófugo de la justicia. Asimismo, hubo un matricidio en contra de una octogenaria, y su autor fue detenido.

Bárbara Naybeth Leal Rodríguez, de 34 años de edad, fue asesinada por su expareja y padre de sus niñas, Manuel Gómez, el 1º de noviembre de 2023, en Barquisimeto. La joven había emigrado a Chile y sus tres hijas quedaron al cuidado de Gómez. A finales del año, decidió regresar a Venezuela para buscar a las niñas debido a que Manuel la había amenazado con que las iba a asesinar si ella no volvía al país.

Los vecinos de Bárbara relataron que una vez que llegó a Venezuela, fue al Ministerio Público (MP) para denunciar la situación y, con oficio en mano, la enviaron a un centro policial de la PNB, para que solicitara acompañamiento y así sacar a las niñas de la vivienda de su pareja. Según testigos, la joven fue, por lo menos, a tres comandos y no obtuvo acompañamiento alguno. En el último, le dieron un número telefónico para que llamara “por si algo sucedía”.

Ante la respuesta negativa de los funcionarios de seguridad, Bárbara fue a buscar a sus hijas sin la policía. La vivienda donde ocurrieron los hechos está a menos de 400 metros de cuatro módulos de la PNB, del CICPC y de una fiscalía municipal.

Habitantes del sector relataron que la tarde del 1º de noviembre escucharon una discusión y gritos en la casa de Manuel. Luego, llegó una comisión de la PNB. inmediatamente, sonaron dos disparos.

Las autoridades determinaron que Manuel Gómez había encerrado a sus hijas en una habitación. Con una escopeta, asesinó a su esposa y, posteriormente, se quitó la vida con una pistola.

Funcionarios asesinados

Johnny José Lores González, detective agregado del Cicpc e instructor de tiro, es uno de los cuatro funcionarios de seguridad del Estado asesinados en Lara en febrero de 2023, el martes de Carnaval. Johnny fue atacado a golpes con una patineta en la avenida Los Abogados con Morán, de Barquisimeto. Dos hombres le propinaron una golpiza, tras una discusión que se originó a sólo metros del Círculo Militar. 

Dos días después del suceso, la tarde del jueves 23 de febrero, fue aprehendido uno de los homicidas: Luis David Cordero, de 29 años.

El 13 de junio, Moisés David Travieso, funcionario del Ejército Bolivariano, fue asesinado durante una práctica de tiros en el Polígono de Barquisimeto, ubicado en la Intercomunal Barquisimeto-Duaca. 

El joven recibió un impacto de bala, presuntamente, por su compañero, cuando hacía la práctica. Sin embargo, este caso no ha sido esclarecido y no hay responsables tras las rejas.

Parroquias más violentas

En 4 de las 58 parroquias de Lara, todas de Iribarren, se registraron la mitad de las muertes violentas de 2023. Las cinco parroquias con más asesinatos están en la zona metropolitana del estado.

Ana Soto (municipio Iribarren): 19

Unión  (municipio Iribarren): 7

El Cují  (municipio Iribarren): 6

Tamaca (municipio Iribarren): 6

José Gregorio Bastidas (municipio Palavecino): 5

En Sucre la venganza o ajuste de cuentas fue el móvil con más casos

En el estado Sucre, se registraron 100 homicidios durante el año 2023, de acuerdo con el balance realizado por el equipo de Monitor de Víctimas en las morgues de Cumaná y Carúpano, respectivamente.

En el registro, se evidencian 13 muertes violentas menos que en 2022, cuando ocurrieron 123 homicidios.

El mes más violento fue agosto, con 19 víctimas; seguido de marzo, con 17; febrero y junio, con 10 cada uno; noviembre con 9, septiembre con 8; abril con 7; julio con 6; octubre con 5; diciembre con 4; mayo con 2 y enero con 3 víctimas.

 

La violencia 2023

 

 

Los municipios con mayor registro de víctimas fueron Sucre (Cumaná) con 32; Cajigal (Yaguaraparo) con 13; Bermúdez (Carúpano) con 12; Arismendi (Río Caribe) con 8; Montes (Cumanacoa) con 7; Ribero (Cariaco); con 6; Andrés Eloy Blanco (Casanay) 4, Libertador (Tunapuy), con 1, y 10 no determinados.

La venganza se mantiene como el móvil con mayor registro de muertes violentas, con 30 víctimas. Los homicidios por peleas o riñas fueron 11, el enfrentamiento entre bandas tuvo un registro de 10 víctimas, 9 muertes fueron por sicariato, 7 por robo, mientras que los casos por violencia de género fueron 3 y el linchamiento dejó una víctima.

Igualmente, destacan 14 víctimas por resistencia a la autoridad. 10 menos que el año pasado, cuando ocurrieron 24 víctimas bajo este móvil. Mientras que 2 funcionarios pertenecientes a los cuerpos de seguridad del Estado murieron en servicio y 9 fueron los homicidios cuyas causas quedaron por determinar o en averiguación. 

Asimismo, 89 de las víctimas pertenecían al sexo masculino, 10 eran femeninas y una identificada como transgenero -de acuerdo con la información recogida por el equipo de investigación-.

Casos emblemáticos 

Entre los casos más impactantes de 2023 en el estado Sucre, se encuentra el registrado el 21 de febrero en el municipio Arismendi,  cuando cuatro personas fueron asesinadas y tres quedaron  heridas, tras un  ataque de un grupo armado, en un centro hípico ubicado en El Morro.

Las víctimas que quedaron tendidas en el sitio fueron: Alexander Manuel Guilarte Rivero (25), quien falleció por un impacto de bala en el cuello; Enrique Caraballo (36), quien recibió disparos en la región del tórax; Jesús Guillermo Jáuregui (75), quien recibió un balazo en la fosa lumbar izquierda y  Carmen Elena Fermín Fermín (57), quien falleció por impacto de proyectil con orificio de entrada sin salida en región temporal.

Mientras que sobre las muertes por intervención policial el jueves 16 de marzo de 2023, efectivos adscritos a la Tercera Compañía de Bohordal, del Destacamento 532 y del Destacamento Rural 53-2 de Río de Agua, reportaron una intervención legal del Grupo Estructurado de Delincuencia Organizada (GEDO) de “Zacarías”, en una zona boscosa entre los sectores de Río Grande y La Horqueta, en el municipio Cajigal, donde ocurrió el homicidio de “el yaguare”, integrante del referido grupo armado.

En el hecho resultó herido por arma de fuego el capitán (GN) Joiner Chaustre Sánchez, comandante de la Tercera Compañía de Bohordal, quien recibió heridas de bala en el brazo izquierdo y superficialmente en el glúteo derecho.

 

 

 

En agosto, se produjeron 22 muertes violentas en toda la entidad. Solo en la zona de Carúpano – Paria ocurrieron 12 homicidios, y siete en la última semana del mes.

El martes 29 de agosto, se registraron diferentes dobles homicidios en los municipios Bermúdez y Arismendi, respectivamente. Uno de estos ocurrió cuando dos hombres fueron acribillados a tiros en el sector El Lirio de Carúpano.

Según las versiones de testigos del populoso sector, ubicado al sur del municipio Bermúdez, las víctimas fueron identificadas como José Gregorio Jiménez Salazar (44 años), alias “Goyito”, y Carlos Alfonso Rivas Rivas (38), quienes recibieron varios disparos por parte de desconocidos que se desplazaban en una motocicleta.

El mismo día, en horas de la noche, se supo del hallazgo de dos cuerpos en una zona apartada del caserío Santa Isabel, ubicada a escasos kilómetros de Río Caribe, en el municipio Arismendi. Uno pertenecía a una adolescente y otro a un hombre adulto.

Los cuerpos correspondían a María José Villarroel Suárez, de 17 años, y Gabriel Alexander Velásquez Hernández, de 22 años, a quien apodaban “el Diablo”. Ellos habitaban en los alrededores de la referida zona. Los cadáveres fueron hallados en el sector Quebrada de Forio, con varias heridas de arma blanca y de fuego.

Triple homicidio

El año pasado, en el municipio Cajigal, persistió la incidencia de asesinatos, y el 26 de noviembre, destacó el triple homicidio de los ciudadanos Frayeczon Gabriel Álvarez Brito (27), alias “el Cabezón”; Julián José Subero Prado (33), conocido como “el Peluca” y Wuiquerson Alexander Subero Fermín, llamado “el Wuiquer” por habitantes de Yaguaraparo. Las víctimas, supuestamente, eran integrantes del Grupo Estructurado de Delincuencia Organizada (Gedo) Zacarías.

A los cadáveres se le encontraron múltiples disparos de arma de fuego, cortadas profundas con arma blanca (machete), además de que fueron cercenadas sus cabezas. Al parecer, estas mortales lesiones fueron producto de una riña por el control de la zona entre bandas rivales, en la zona boscosa de Río Grande de Los Marines, cerca de Yaguaraparo, municipio Cajigal.

Por esta razón, las autoridades suponen que fue asesinado, con los otros dos acompañantes, por problemas para controlar el sector. Sus cuerpos quedaron tendidos en plena vía pública de la zona agrícola.

Morgue de Cumaná

En el registro de casos ocurridos en el estado Sucre, también están los homicidios de José Gregorio Arreciart (28) y Douglas Ernesto Serrano, quienes fueron asesinados por hombres que intentaron ingresar a una celebración de cumpleaños.  El hecho ocurrió el 27 de agosto, en el barrio Los Molinos de la parroquia Altagracia de Cumaná, estado Sucre.

Violencia de género

Entre los casos de violencia de género, se encuentran el de Juan Carlos Gutiérrez Hernández, de 50 años, ocurrido el 2 de junio, cuando la víctima transitaba junto a su pareja por el sector La Matica de El Peñón, en Cumaná (Sucre). Sostuvieron una discusión, que se tornó violenta, y ella optó por golpear a Gutiérrez con una silla de plástico rota, que le ocasionó la muerte de inmediato. La victimaria huyó, pero fue capturada por las autoridades y el caso pasó a la Fiscalía Segunda del Ministerio Público.

En otro hecho, ocurrió el femicidio de Roxana del Valle Gutiérrez Gutiérrez, de 20 años, localizada dentro de una bolsa negra y en avanzado estado de descomposición, en las adyacencias del estadio Roberto Carreño de Chacopata, municipio Cruz Salmerón Acosta del estado Sucre; su pareja, Dannie David Centeno Marcano de 20 años, confesó que la había matado el 12 de septiembre y su cuerpo fue encontrado cuatro días después.

También se registró el homicidio de Ibis Luisana Fabelo Hernández, de 15 años, cuyo cuerpo fue localizado, el pasado 10 de noviembre, en unos matorrales, en el sector El Manguito de Santa Fe, parroquia Raúl Leoni, del municipio Sucre.

El cadáver de la adolescente presentaba fractura del temporal derecho. Los cuerpos de seguridad no han esclarecido el caso.

En otro caso que conmocionó a la opinión pública sucrense, ocurrió en la comunidad Campo Ajuro. Una adolescente de 13 años fue violada y asesinada presuntamente por sus tíos, quienes fueron detenidos el 14 de junio.

La adolescente falleció el lunes 5 de junio, según los médicos de guardia, por un paro cardiorespiratorio. Pero la madre de la menor fue advertida, por otra profesional de la salud, de que la niña había sido víctima de abuso sexual de forma reiterada, y le recomendó practicarle la autopsia.

El acta de defunción que les entregaron en el hospital de Cumaná explica que la joven murió como consecuencia de una neumonía necrotizante, síndrome de niño maltratado, traumatismo torácico cerrado y craneoencefálico.

Otro caso fue el homicidio de Gregorio Antonio Guerra, 47 años, conocido como «la Pelele», ocurrido el 23 de abril, luego de una fiesta en el barrio Las Palomas de Cumaná. En el lugar, se presentaron varias discusiones y la víctima salió a buscar a su hermano, pero su cuerpo fue localizado, en la madrugada, con golpes en la cabeza y varias heridas punzopenetrantes. Autoridades investigan el caso bajo el móvil de presunta venganza. 

El extraño caso de los homicidios que ocurren en Táchira, pero se registran en Colombia

Un total de 34 homicidios fueron perpetrados en Táchira a lo largo del año 2023, de acuerdo con la base de datos que recopiló Monitor de Víctimas en la región fronteriza, donde el municipio limítrofe, Pedro María Ureña, fue el que más muertes violentas registró, con 8 asesinatos. El municipio San Cristóbal ocupó el segundo lugar con mayor número de casos de asesinatos, con 6 muertes, en total. 

La cifra de homicidios del año 2023 indica que hubo una reducción de 50.72 % en los casos de homicidios, en comparación con el año 2022. Pese a la reducción, varios hechos de sangre conmocionaron a los tachirenses. 

El menor número de homicidios en Táchira podría deberse a la alta migración de personas de esta zona, a la apertura formal de la frontera, así como al control que ejercen grupos guerrilleros en varios municipios de la entidad, en los cuales imponen sus reglas y ejercen un control que ha sido en cierto modo efectivo y respetado, concluyó el Observatorio Venezolano de Violencia – Capítulo Táchira, en su más reciente informe. 

Vale mencionar que los datos recopilados se basan en los cadáveres que son ingresados a las morgues del Táchira, situadas en el Hospital Central de San Cristóbal y el Cementerio Municipal de la ciudad, así como algunas muertas que los medios de comunicación colombianos reportan que ocurrieron del lado venezolano en algunas trochas entre Colombia y Venezuela. 

Uno de los hechos que causó conmoción en el año 2023 ocurrió el 10 de febrero, , precisamente, en el municipio Pedro María Ureña, en donde a plena luz del día, un adolescente de 14 años de edad, identificado como Luis Manuel Díaz Escorcia, fue asesinado frente a una carnicería, cuando el muchacho estaba en el establecimiento comercial donde laboraba. 

Una de las versiones que se manejó, en el momento, fue que el joven estaba parado al frente del local comercial, donde trabajaba, cuando fue abordado por dos sujetos que se le acercaron a pie y le dispararon, para luego huir, indicaron fuentes locales. Este suceso ocurrió durante una ola de amenazas y ataques con granadas a los comerciantes y habitantes de este pueblo fronterizo, ejecutado por la banda paramilitar La Línea, que se adjudicó los hechos, posteriormente. 

De las 34 víctimas, 29, fueron de sexo masculino y 5 de sexo femenino, con edades comprendidas entre 14 y 75 años.  En cuanto a los móviles de los crímenes, se obtuvo que 9 casos quedaron por determinar; 8 se debieron a venganza o ajuste de cuentas; 7 fueron ocasionados por motivos de robo; 5 personas murieron en riñas o peleas iniciadas en el sitio; 3 personas fueron ejecutadas; 1 caso fue motivado por violencia de género y 1 asesinato por sicariato. 

La mujer que fue víctima de violencia de género, el 30 de junio de 2023, fue identificada como Rosa Isabel Toca Jaimes, quien fue asesinada por su pareja Elfido Antonio López Trigos, de 42 años. El victimario terminó quitándose la vida tres días después. Este terrible suceso ocurrió en el sector Pabellón de la parroquia Bramón, municipio Junín del estado Táchira.

El cuerpo de la mujer, quien era de nacionalidad colombiana, fue hallado el sábado por uno de sus hijos en una platanera, presentando en su cuerpo heridas por arma blanca. Además, el femicida dejó un escrito en el que confesaba que había asesinado a su pareja tras sostener una discusión.

Presuntas ejecuciones extrajudiciales 

Cabe destacar que tras la recopilación de datos se detectó que de las 34 personas asesinadas, cuatro murieron en manos de los cuerpos de seguridad del estado. En un caso con tres personas muertas estuvo involucrada la Policía Nacional Bolivariana, a través de la Brigada de Respuesta Inmediata (BRI). El otro asesinato fue cometido por un funcionario del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.

Entre las víctimas a manos de funcionarios del estado estuvieron: Maikel Andrei Acuña Gómez, de 24 años; Frank Yoider Acuña Guerrero, de 23 años, y Gilbert Alberto Rodríguez Vargas, de 25 años de edad, quienes fallecieron el  sábado 13 de mayo de 2023, en el sector Aguas Calientes de Ureña, frontera con Colombia. Las autoridades informaron que habían muerto en un enfrentamiento con una comisión de la Unidad Antiterrorista de la Policía Nacional Bolivariana.

Los jóvenes Acuña, de nacionalidad venezolana, eran primos y, según sus allegados, fueron secuestrados por un presunto grupo guerrillero, el pasado 8 de mayo, cuando jugaban en una cancha de la localidad. La tercera víctima, Gilbert Alberto Rodríguez Vargas, era colombiana. Pero los relatos de sus familiares indican que ellos no eran paramilitares ni miembros de ninguna organización delictiva.

 

En otros tres hechos se documentó que los perpetradores de las muertes fueron miembros de la guerrilla. En un caso, se reportó a un grupo paramilitar como los responsables, y en 10 hechos, los victimarios fueron civiles.

El tipo de arma más utilizada para cometer los crímenes fue el arma de fuego corta, tipo de armamento que fue usado en 14 hechos. Mientras que 9 asesinatos fueron cometidos con arma blanca, 4 con objetos contundentes, 2 con granadas y 4 con armas no determinadas. 

En el caso de Táchira, la reducción de los homicidios, aunque parezca contradictoria, está asociada a la pax mafiosa impuestas por los grupos armados establecidos en ese estado fronterizo, y a una treta que consiste en dejar del lado colombiano los cadáveres de personas presuntamente asesinadas del lado venezolano.   

252 homicidios sumó Zulia: GNB y Cicpc los principales responsables

Resistencia a la autoridad, sicariatos y ejecuciones extrajudiciales fueron los tres principales móviles de los homicidios que ocurrieron en Zulia, en 2023, y que contabilizó el equipo de Monitor de Víctimas en el estado. En total, hubo 252 homicidios.

De este número, 103 casos ocurrieron por resistencia a la autoridad, según se conoció en el registro que se llevó a cabo durante el año pasado. De estas muertes, 25 fueron a manos de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana; 22 por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas; 16 por el Cuerpo de Policía del estado Zulia; 16 por la Policía Municipal de San Francisco; 9 por funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana; 7 por el Servicio de Investigación Penal del Estado Zulia; 2 por la Dirección de Inteligencia Regional; 2 por la Policía municipal de Lagunillas, y los funcionarios de las policías municipales de Cabimas, Baralt, Urdaneta y Rosario son responsables, cada uno, de 1 homicidio.

Los sicariatos están en segundo lugar en el número de víctimas que, el año pasado, llegó a 46. En el municipio Miranda, en la Costa Oriental del Lago, hubo el mayor número de personas asesinadas por este móvil, que sumó 19.

 

El caso más emblemático fue el que ocurrió el pasado 26 de diciembre de 2023, cuando hubo un atentado en contra del alcalde oficialista, Jorge Nava, que dejó dos personas asesinadas y unos 17 heridos; entre ellos, la máxima autoridad local y el secretario de Servicios Públicos, Juan Carlos Vilchez.

Alfredo Molleda, un albañil de 55 años, quien residía en el sector Guaru Guaru de la parroquia Faría, del municipio Miranda del estado Zulia, fue la tercera víctima del ataque armado contra el alcalde.

Con respecto a los sicariatos, en Maracaibo hubo 7, en el municipio Baralt hubo 5, en Santa Rita otros 5; en los municipios La Cañada de Urdaneta y San Francisco, hubo 3 casos, respectivamente; en el municipio Colón, 2; en Jesús Enrique Lossada, 1, y en Machiques de Perijá, 1.

 

La violencia 2023

 

Con respecto a las ejecuciones extrajudiciales, hubo 25 durante los 12 meses del año 2023. Funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana fueron los responsables de 9; la Policía regional del estado Zulia de 6; la policía municipal de San Francisco de 3; la Policía Nacional Bolivariana de 3; el Cicpc de 2; el Servicio de Investigación Penal de 1 y el Servicio de Investigación de Zulia de 1.

Violencia de género, robos y ajuste de cuentas

Los otros móviles de homicidios en el estado Zulia durante el año 2023 fueron los asesinatos por robo, que el año pasado fueron 23, las muertes por riñas, de las que se registraron 15; los ajustes de cuenta o venganza, 14; homicidios por violencia de género, 13, y abuso y maltrato infantil 6; entre otros.

Uno de los casos que causó más conmoción fue el de Eudimar Parra, de 33 años, quien fue asesinada a puñaladas por su pareja Elizaul Antonio Cegueri Noguera, de 43 años, dentro de su casa, en el municipio Baralt, en el estado Zulia. El femicida después se suicidó al lanzarse, en la vía pública, contra un vehículo en marcha que lo arrolló. Los hechos ocurrieron el 9 de marzo de 2023.

Carlos Luis Delfín Silva, de 22 años de edad, fue asesinado de una puñalada por su pareja, Yetsabeth del Carmen Galbán Guerrero, de 21 años, quien fingió un accidente con un cuchillo en el municipio Lagunillas, en el estado Zulia. El crimen ocurrió el 24 de junio de 2023.

Con respecto a los casos de maltrato infantil, se reseñó el de una madre que ahogó a sus hijas de 2 y 3 años en una pipa de agua que mantenía en su casa, ubicada en el sector 12 de Octubre, del municipio Cabimas, en la Costa Oriental del Lago. El hecho sucedió el miércoles, 20 de diciembre. La mujer fue identificada como Roselin Banett Sandrea Jiménez, de 38 años, quien confesó el crimen.

Sicariatos de regreso

Estos son los casos que más destacaron el año pasado y en el que están involucradas bandas criminales.

El 18 de febrero se reportó un doble atentado, de forma casi simultánea, contra la carnicería Tu Finca Express y el supermercado Samba Latino, que causaron ocho heridos y dos muertos en el municipio Maracaibo.

La violencia 2023

 

Los organismos de seguridad señalaron a las bandas del “Yiyi” y del “Caracas”, lideradas por Guillermo Rafael Boscán Bravo y José Antonio Márquez Morales, respectivamente, de ser las responsables de los atentados. 

El primer fallecido fue Luis Castilla, empleado de la carnicería, en la que otras tres personas también fueron heridas de bala, el 18 de febrero.

El 5 de enero, una banda delictiva que opera en Barranquitas, municipio La Villa del Rosario de Perijá, asesinó a tiros a tres pescadores que estaban a bordo de una lancha en el Lago de Maracaibo, estado Zulia. El suceso se registró el jueves 5 de enero.

Las víctimas quedaron identificadas como Reibis Navas y los hermanos Carlos Alberto Nuñez Vásquez, de 54 años, y Alcides de Jesús Núñez Vásquez, de 52 años. Los cuerpos de los dos últimos fueron localizados en la zona conocida como Planchada Soldó en las orillas del lago, según fuentes policiales consultadas por El Pitazo.

El 11 de enero, un hombre armado asesinó al chofer de un autobús de transporte público en el municipio San Francisco, estado Zulia. La víctima recibió dos disparos en la cabeza y fue identificada como Atilio José Torres Moreno, de 47 años de edad.

El homicidio se registró en el barrio Negro Primero en el kilómetro 5 de San Francisco, en la vía que conduce al municipio La Cañada de Urdaneta. Testigos aseguraron que el homicidio fue ordenado por “el Yiyi”, quien extorsionaba a la línea de transporte.

El 19 de marzo, sicarios asesinaron a balazos, a una joven pareja en el municipio San Francisco del estado Zulia. Las autoridades policiales investigan si el crimen está relacionado con mafias dedicadas a la extorsión.

El Cicpc aseguró que el autor intelectual del crimen es Wilmer Antonio Matos Atencio, de 63 años, quien está prófugo y presenta notificación roja de Interpol por homicidio, extorsión y asociación para delinquir. En este hecho también señalaron que está involucrada la banda del “Yiyi».

Y el 29 de julio, dos sicarios asesinaron a un productor agropecuario dentro de su casa en el sector Las Casitas, en el kilómetro 48 del municipio La Cañada de Urdaneta, estado Zulia. Los delincuentes grabaron el momento en el que dispararon contra el productor, quien se encontraba sentado en el garaje de su vivienda. “Es JL”, gritó el hombre mientras grababa con un celular el asesinato.

 

La violencia 2023

La violencia 2023

 

Lorena Meléndez, Liz Gascón, Karina Peraza, Anggy Polanco, Mayber Márquez, Yesenia García, Sheyla Urdaneta, Nataly Ángulo, Adriana Materano y Ronna Rísquez

Hombre mató a su madre y luego se suicidó en el Centro Médico Docente La Trinidad

Un hombre le quitó la vida a su madre y luego él se produjo una herida de proyectil por arma de fuego que, también, le causó la muerte, la mañana del martes 19 de marzo de 2023, dentro de las instalaciones del Centro Médico Docente La Trinidad, situado al este de Caracas.

Fidelina Ramírez Monsalve, de 78 años, estaba hospitalizada desde hace 10 días, debido a que presentaba cáncer en fase terminal, así lo contaron conocidos de la familia. Ella había presentado una metástasis, en la que las células cancerosas se habían expandido a distintas partes del cuerpo.

Su hijo Jesús Lobo Ramírez, de 49 años, la acompañaba en el recinto médico. En el hospital se conoció que, días antes, integrantes del personal de salud lo vieron “agitado”, pero pensaron que era por la condición de gravedad que presentaba su madre.

Ambos estaban muy unidos. “Su mamá era todo para él”, contó un conocido, quien prefirió no identificarse.

Jesús Lobo había conversado en días anteriores con los médicos tratantes de Fidelina Ramírez.

Presuntamente, él habría cometido el hecho debido a la condición delicada en la que se encontraba su madre; sin embargo, las investigaciones por este caso están en desarrollo por parte de funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).

Los investigadores acudieron al centro médico para realizar las experticias en el sitio del suceso, dentro de una de las habitaciones del hospital.

Se conoció de forma extraoficial que Lobo Ramírez prestaba servicios de seguridad y que, además, fue funcionario policial.

El acto de velatorio de la madre e hijo fue realizado en la funeraria Los Robles, en la avenida Andrés Bello de Caracas. Sus familiares se manifestaron desconsolados por la pérdida de sus seres queridos.

Lysaura Fuentes

Supuestos colectivos mataron a vendedor de chucherías en la avenida Libertador

Miembros de la comunidad que rodea la sede de la Compañía Anónima Nacional de Teléfonos Venezolanos (CANTV), en la avenida Libertador de Caracas, parroquia El Recreo del municipio Libertador del Distrito Capital, le aseguraron a los familiares de Yorman José Azócar Jiménez, de 34 años de edad, que sus victimarios habían sido los integrantes de un colectivo progobierno que funciona en la zona. Le dieron un tiro en la cabeza.

El asesinato ocurrió la madrugada del viernes 8 de marzo de 2024. Los parientes se enteraron cuando, a las 5:00 am, los llamaron funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) para informarles que el cadáver había sido encontrado frente al edificio de CANTV, muy cerca de la antigua sede de la escuela de danza El Ditirambo, hoy tomada por el colectivo.

«Ellos (los colectivos) lo habían amenazado. Decían que estaba robando, pero eso es mentira. Él solamente vendía chucherías», afirmó un familiar que prefirió resguardar su identidad.

Azócar Jiménez vendía chupetas y otras golosinas en varias estaciones del Metro del centro de Caracas. También solía recorrer a pie el tramo entre Los Caobos y Plaza Venezuela. Los testigos del hecho afirmaron que, aquella noche, todo se generó por una discusión. La víctima no había regresado a su casa porque había discutido con su pareja.

Este es el primer homicidio cometido por presuntos colectivos que ocurre en 2024, en Caracas. En 2023, se registraron cinco, de acuerdo con datos de Monitor de Víctimas, en las parroquias San Juan, Antímano, Coche, 23 de Enero y El Paraíso.

avenida Libertador