#MonitorDeVíctimas |“Mi hijo le pidió que no me matara y le disparó a él” - Runrun
#MonitorDeVíctimas |“Mi hijo le pidió que no me matara y le disparó a él”
Abelardo Negrín Flores, de 47 años, recibió tres disparos en el barrio el Campito de Petare, la mañana del domingo 19 de mayo. Un hombre que salía de una fiesta le disparó. Es el segundo hijo que Simona Flores pierde a manos de la violencia

 

SIMONA FLORES AGUARDABA POR EL TRASLADO FUNERARIO para su hijo la mañana de este miércoles. Sentada en un muro de la medicatura forense lloraba y contaba que a su hijo, Abelardo Negrín Flores, lo habían matado frente a ella.

La mañana del domingo 19 de mayo la enfermera jubilada se preparaba para ir a misa cuando Abelardo le pidió 500 bolívares para comprar un cigarro. Por ser un paciente psiquiátrico —sufría de esquizofrenia—, Simona no lo dejaba salir mucho de la casa, ubicada en el barrio el Campito de Petare, pero él insistió en que iría rápido.

En ese instante, frente a su vivienda pasó un grupo que había salido de una fiesta y un hombre disparó al aire. “No me asusté porque vi que disparó al aire, pero enseguida pensé en mi muchacho que estaba abajo y ahí mismo salí de la casa, dejé todo abierto”.

En el camino se encontró a Abelardo, de 47 años, quien subía con la cabeza llena de sangre. Le habían dado un cachazo y también golpeado. Lo abrazó y le pidió que entraran a la casa rápido. Pero el hombre armado los seguía, los alcanzó y apuntó en la cabeza a Simona.

“En ese momento él se puso muy nervioso y le decía: no me mates a mi pure. Mi hijo le pidió que no me matara y le disparó a él”, contó entre lágrimas.

Abelardo recibió tres impactos de bala, dos en el abdomen y uno que le fracturó el brazo. “Asustado entró a la casa, se lanzó en el mueble, se quitó la ropa y luego se lanzó en la cama; llenó todo de sangre. Yo gritaba pidiendo ayuda y todos los vecinos salieron a ver qué pasaba”.

En el camión de un vecino lo trasladaron hasta el hospital Domingo Luciani de El Llanito, donde los médicos de la Emergencia les indicaron que no había insumos para recibirlo y debían trasladarlo hasta el hospital Ana Francisca Pérez de León.

“Me lo lanzaron como un perro. Murió ahí, porque no hubo tiempo de trasladarlo”, dijo.

Abelardo no trabajaba. Desde su adolescencia estuvo en hospitales psiquiátricos en Sebucán y La Florida. Debido a la crisis económica tuvieron que sacarlo. Por este mismo motivo no recibía su medicación, tampoco tenían dinero para costear todo el tratamiento.

Es el segundo hijo que Simona pierde a manos de la violencia en Petare. El primero fue hace más de 10 años. Javier, de 32 años, recibió un disparo al resistirse al robo de su vehículo.

Fuentes policiales indicaron que el hombre que disparó vive en la zona y es conocido como el Black. Presuntamente se encontraba en una fiesta y en ese lugar hirió de un cachazo a otra persona. Trascendió que este hombre le disparó a su hermana en la cara, anteriormente.