Siete víctimas del tiroteo en mina de Tumeremo tienen un solo tiro en la cabeza
Después de tres días, las autoridades pudieron contabilizar a siete víctimas de la masacre que ocasionó un enfrentamiento armado en una mina de Tumeremo, estado Bolívar. Este miércoles 17 de octubre fueron identificadas seis de ellas. Todos los cuerpos tienen una sola herida de bala en la cabeza. publica el portal web Efecto Cocuyo.
Así lo informó el periodista local German Dam en su cuenta de Twitter. “Trascendió que las siete víctimas presentan un único disparo en la cabeza; herida efectuada con un arma de bajo calibre“, indicó.
De acuerdo con el reporte de otra periodista local, Pableysa Ostos, entre los fallecidos por el tiroteo se encuentra Adela Suriman, de 24 años. Su cuerpo fue entregado a sus familiares en la tarde de este miércoles.
#Bolívar #17Oct 1/2
6:24 pm | Comisiones mixtas retornaron de la mina Los Candados; trajeron consigo a trabajadores-mineros y cocineras-de las minas cercanas,una de ellas de Corre-gente (desalojadas). Fueron trasladados en helicóptero,motos y convoy de la GNB. pic.twitter.com/whFwRopBNS— Pableysa Ostos (@PableOstos) 17 de octubre de 2018
El resto de las víctimas de la masacre identificadas son: Abigail Colmenares (25), Edixon Contreras (23), Jean Carlos Gutiérrez (24), José Luis Awin (30) y César Martínez (22). Falta saber la identidad de un cadáver más.
“Según sus familiares, los muchachos eran motorizados que trabajaban ingresando mineros y mercancía hacia la mina Corre Gente. También recalcaron que no fue un enfrentamiento, sino una emboscada de la guerrilla hacia la población minera”, indicó el periodista Germán Dam.
1. #17Oct El único cuerpo entregado por las autoridades fue el de Adela Suriman, de 24 años. Sus familiares sacaron el feretro del Fuerte Tarabay a eso de las 6:00 pm y hoy mismo será enterrada.#Tumeremo#Bolívar#Venezuela pic.twitter.com/hIm1WyKC3m
— Germán Dam (@GEDV86) 17 de octubre de 2018
2. Ya entrada la tarde fue reconocido el cuerpo de José Luis Awin (30), convirtiéndose en la sexta víctima del #14Oct plenamente identificada.
Sólo resta el de un joven de rasgos indígenas que tiene el tatuaje de un escorpión en el brazo izquierdo.#Tumeremo#Bolívar#Venezuela pic.twitter.com/JJuWPbnOIL— Germán Dam (@GEDV86) 17 de octubre de 2018
3. Gracias al apoyo del Ejército y de la comunidad, estan regresando a Tumeremo casi 300 hombres y mujeres que se refugiaban en la mina Corre Gente después de los hechos del #14Oct. Temían ser atacados por la guerrilla si salían sin protección.#Tumeremo#Bolívar#Venezuela pic.twitter.com/xo9vlSEZfr
— Germán Dam (@GEDV86) 17 de octubre de 2018
4. Trascendió que las 7 víctimas presentan un único disparo en la cabeza; herida efectuada con un arma de bajo calibre.
“Fueron emboscados, sometidos y posteriormente ejecutados”, aseguran sus allegados.#Tumeremo#Bolívar#Venezuela pic.twitter.com/pgzoBAj0lO— Germán Dam (@GEDV86) 17 de octubre de 2018
El domingo 14 de octubre en la tarde hubo un enfrentamiento entre integrantes de la banda de Jhosue Zurita, alías El Coporo y hombres identificados como la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Esto ocurrió en la mina Corre Gente, ubicada en Tumeremo del municipio Sifontes.
En principio se había informado que el lugar del hecho se llamaba El Candado. Pero los lugareños aseguraron que así llaman a la zona solo porque es una encrucijada para llegar a la mina Corre Gente. No es un yacimiento de oro.
Historial del conflicto
Monitor de Víctimas informó que la explotación ilegal de oro como vía de la sobrevivencia económica al sur del estado Bolívar, en un clima hostil controlado por bandas armadas y una actuación cómplice de los cuerpos militares, ha derivado en capítulos de horror como la Masacre de Tumeremo, en marzo de 2016, y otras tantas que han conmocionado al país.
En agosto de este año, la confrontación armada por un yacimiento de oro en la población de Maripa dejó seis fallecidos, entre ellos el líder de una comunidad indígena.
Los conflictos alrededor de las zonas auríferas aumentaron a raíz del decreto del Arco Minero del Orinoco, que no solo ha dejado una devastación ambiental en la región sino también masacres como esta.
La caída de los precios petroleros en 2014, el fracaso en las políticas económicas (entre ellas, el motor minero) y la conflictividad política se han traducido en una nueva apuesta de Miraflores: la explotación minera como auxilio financiero. En esta región, el mercurio y la sangre se mezclan.