DURANTE LOS últimos dos años, el estado Aragua ha ocupado el primer lugar de muertes por hechos violentos en Venezuela, con una tasa de 155 defunciones por cada cien mil habitantes para el año 2017 y de 168 defunciones por cada cien mil habitantes para 2018.
A cinco meses de su creación, el OVV Aragua ha detectado, a partir del monitoreo de prensa, que entre octubre de 2018 y febrero de 2019 en la entidad se han registrado 452 víctimas de homicidio, de las cuales, previo a su deceso, 129 recibieron asistencia médica, pero, lamentablemente, ninguna logró sobrevivir.
Este hecho obliga a plantearse varias interrogantes: en primer lugar, en relación con la letalidad de las lesiones infringidas por los victimarios, bien sea delincuentes o policías: ¿Será que todas esas lesiones fueron hechas con la intención de causar la muerte? En segundo lugar, respecto a la capacidad resolutiva de los servicios de emergencia de la red pública hospitalaria y ambulatoria de la región: ¿Cómo es posible que ni siquiera un solo caso de herido de bala haya podido salvarse?
Por otra parte, y particularmente en alusión al mes de febrero 2019, se pudo observar que de un total de 76 sucesos publicados por la prensa se registraron 108 delitos, en el marco de los cuales se contabilizaron 103 víctimas de homicidios, siendo éste el delito más grave ocurrido en 100% de los sucesos recolectados.
Casi todas las víctimas (99%) eran hombres y 41% con edades comprendidas entre 17 y 60 años. Se pudo observar, además, que 80% de los homicidios ocurrieron en días de semana y 58% en horario diurno. El 67% ocurrieron en la calle; 41% en la misma zona de su residencia.
Respecto al tipo de violencia, la más común fue la delincuencial, con 71% de frecuencia, seguida de la violencia policial, con 18,4%. Un 3,9% de los casos fueron producto de la violencia intrafamiliar.
El móvil del 50% de los homicidios fue la resistencia a la autoridad, 21% por ajuste de cuentas, 13% el robo, 5,3% la riña y 5,3% la venganza respectivamente, seguida por los sicariatos con 2,6%.
Los municipios donde ocurrieron el 75% de los homicidios fueron, en primer lugar, Girardot (Maracay, 28,9%), en segundo lugar, José Félix Ribas (La Victoria, 18,4%), seguido por Santiago Mariño (Turmero) y Zamora (Villa de Cura) ambos con 7,9 %, respectivamente.
