Pdvsa supera más de cuatro veces el índice de accidentalidad internacional
Pdvsa supera más de cuatro veces el índice de accidentalidad internacional

Amuay

 

Tres años después de la explosión de la refinería de Amuay, uno de los accidentes más grave en la industria petrolera nacional, las denuncias sobre la falta de mantenimiento en Pdvsa persisten. Ingenieros que estuvieron vinculados a la empresa y dirigentes sindicales que trabajan en el sector afirmaron que el riesgo en las instalaciones ha aumentado y aún quedan deudas con los afectados.

“No hay duda de que la refinería se ha seguido deteriorando. Los procedimientos operacionales y de mantenimiento han sido abandonados por completo. Eso ha hecho que Pdvsa tenga niveles muy elevados de siniestralidad”, dijo Javier Larrañaga, coordinador de la investigación que sobre el caso hizo el Centro de Orientación de Energía.

Antes de 2003 Pdvsa tenía un nivel de accidentalidad similar al de otras petroleras latinoamericanas como Pemex de México o Ecopetrol de Colombia, pero con los años fue empeorando. Añadió que cuando el accidente de Amuay la siniestralidad fue seis veces mayor que la de las demás petroleras y ahora está cuatro veces por encima de los estándares.

El gobierno ha insistido en que fue un sabotaje lo que ocasionó la explosión,  ocurrida el 25 de agosto de 2012 en la madrugada, cuando una fuga de gas en el bloque 23 de la refinería causó la muerte de más de 40 personas, otras 200 resultaron heridas y 1.691 viviendas quedaron dañadas.

Larrañaga e Iván Freites, secretario general del sindicato de trabajadores petroleros del estado Falcón, reiteraron que se debió a fallas operacionales. “Veníamos denunciando numerosos problemas de inseguridad como accidentes, fugas, explosiones, fallas en los equipos, incendios y derrames, pero no nos escucharon”, recordó Freites.

Los años han pasado y no se han recuperado los niveles de producción. El Complejo Refinador Paraguaná –que agrupa la refinería de Amuay y Cardón– procesaba antes del incendio entre 550.000 y 600.000 barriles diarios de hidrocarburos, de manera que la planta catalítica que elabora gasolina y olefinas para aumentar el octanaje del combustible producía 108.000 barriles por día. Ahora se procesan 270.000 barriles diarios y la planta catalítica 70.000, situación que ha incidido  en el mercado interno, explicó.

Refirió que los 14 tanques dañados en el incendio –de 150.000 barriles de capacidad cada uno– no han sido sustituidos lo que limita la capacidad de almacenamiento de crudo y derivados en Amuay. El flexicoquer, planta que procesa crudo extrapesado, a raíz de la tragedia ha tenido más de 30 paradas intempestivas (no programadas) y no termina de arrancar pese a los intentos de Pdvsa entre septiembre de 2014 y mayo pasado.

La producción de gas para bombonas está paralizada, lo que genera escasez de este combustible demandado por los habitantes de las zonas populares de la región, indicó Freites.

 

*Puede leer el trabajo completo de El Nacional AQUÍ