Para qué fabricar si puedo comerciar por Henkel García - Runrun
Para qué fabricar si puedo comerciar por Henkel García

Aunque nos cueste darnos cuenta hay varios tópicos en los que tanto gobierno como la oposición coinciden. Uno de ellos es la aceptación del pésimo desempeño de la manufactura en Venezuela. Claro, la diferencia yace en las posibles soluciones que aporta cada bando ante este problema.

La característica de ser un país netamente petrolero obliga a que haya un fuerte sesgo hacia el comercio en la dinámica económica venezolana, pero este mal se ha profundizado en los últimos años, específicamente en la era post-paro petrolero. Si analizamos el comportamiento acumulado del sector manufactura medido a través de su PIB anualizado per cápita, observamos que este importante sector se contrajo 3,9% durante el período 1999-2012, hecho que además de preocupar, deja en evidencia fallas relevantes en la forma de llevar nuestra economía.

Para 1999, el sector manufactura representaba el 17% del PIB y según las últimas cifras que tenemos de BCV, ese peso había caído hasta 14,1%, es decir casi 3 puntos porcentuales por debajo del inicio de la actual gestión de gobierno. Uno de los sectores que ha ganado parte del terreno cedido por Manufactura ha sido Comercio. En 1999 representaba 8,1% del PIB y para el 2do trimestre de 2012 ese peso se había incrementado hasta 9,7%. El PIB anualizado per cápita del sector Comercio y servicios de reparación ha crecido alrededor de 39,2% de forma acumulada durante el período 1999-2012. Estos datos dejan claro que el venezolano está prefiriendo comerciar (muchas veces productos importados) a fabricar dentro del país.

Muchas son las razones que pueden explicar este fenómeno. Yo se lo atribuyo a dos principalmente: uno, el alto riesgo jurídico que tenemos en el país y dos, una moneda sobrevaluada que hace a los productos importados mucho más baratos que el producto nacional. Ese paso de hundir capital para instalar nuevas fábricas o ampliar las existentes, se hace cada vez más difícil; el miedo a las expropiaciones está allí siempre presente en las decisiones del empresario, para quien resulta mucho más fácil y menos riesgoso comerciar. Por otro lado, así se animen a fabricar a lo interno, después se le hace muy difícil competir con los productos del exterior los cuales entran al país con un tipo de cambio de importación extremadamente barato. Acá también el incentivo es a comerciar productos importados en vez de fabricarlos.

El gobierno está al tanto de este pobre desempeño y es muy probable que inicie algún tipo de estímulo para el próximo 2013, el cual será importante pero nunca del tamaño que se realizó con el sector construcción. En lo personal no creo que los resultados de esas políticas se traduzcan en un crecimiento robusto del sector manufacturero ¿Por qué? Sencillamente ninguna de esas políticas estará dirigida a atacar las dos razones que expuse unas líneas atrás. Seguiremos teniendo un riesgo jurídico alto y también una moneda sobrevaluada así haya ajuste en el tipo de cambio.

Mucho habrá que cambiar para poder ver a la manufactura creciendo al ritmo que la necesitamos…

 

Henkel García

Analista e Instructor en Finanzas.

Presidente de Visión de Inversión

Director de @Econometrica IE C.A.

Maestría Administración, mención en Finanzas UNIMET

Twitter: @HenkelGarcia