Las Medidas de Capriles, y algo más por Francisco J. Quevedo
Las Medidas de Capriles, y algo más por Francisco J. Quevedo

HCR6

 

Entre críticas puntuales y aisladas, Henrique Capriles es el primer actor nacional que presenta propuestas integrales que si bien son perfectibles, abarcan un amplio espectro de atención a la profunda crisis que sufrimos, la más grave de la historia reciente, según citan analistas nacionales e internacionales.

Las propuestas de Capriles se resumen en seis líneas:

 

1.     Recuperación del ingreso de los trabajadores, un ajuste del salario lineal de 50% como punto inicial ante la emergencia.

2.     Creación de un fondo de útiles escolares para la educación por US$ 250 millones, beneficiando a 9 millones de estudiantes.

3.     Detener la impresión de los billetes de baja denominación.

4.     Devolución inmediata de todas las empresas expropiadas para iniciar de nuevo su producción, ya que están paralizadas.

5.     Reactivarlas, motivando a los trabajadores de esas 293 empresas expropiadas y 14 conglomerados de producción para reactivar la producción nacional.

6.     Revisión inmediata de todos los convenios y descuentos petroleros, para frenar el regalo de nuestro patrimonio.

 

Las medidas apuntan más al público que al Estado, a recuperar el abatido presupuesto familiar más que a regularizar el frenesí revolucionario. Por consiguiente, no mencionan algunas que podríamos sumar para completar diez, todo lo cual evidentemente dependería, primero, de que alguien sepa de lo que está hablando y no esté cegado por la ideología, la demagogia y el oportunismo, segundo, de que se cuente con una mayoría parlamentaria dispuesta a reversar la debacle y/o, tercero, de que se logre un gran acuerdo nacional para salir de la crisis. Sumémosle lo siguiente:

 

7.     Sincerar el adefesio cambiario, ajustando las paridades oficiales y liberando la oferta con un cambio más razonable en Simadi. Sujeto a estudio, propondríamos eliminar el 6,30 y 12,80 por tasas más realistas, quizás entre 35 – 50 y 100 – 140, dejando deslizar el tercer nivel con la libre oferta y demanda del mercado.

8.     Nivelar el Presupuesto Fiscal, primeramente sincerando ingresos con el precio del petróleo y los egresos con las necesidades reales de gasto e inversión. Esa discrecionalidad política que brinda el calcularlo con un petróleo a US$ 60, aunque esta vez casi la pegan, debe erradicarse porque el presupuesto debe ser económico, no electorero.

9.     Nombrar nuevos poderes independientes y moralmente solventes, incluyendo el Contralor, el Fiscal, Defensor del Pueblo, TSJ CNE que permitan primeramente una lucha férrea contra la corrupción y el mesianismo hegemónico. Esto debe extenderse al Banco Central de Venezuela y al INE, de modo que los venezolanos volvamos a conocer la gravedad de la crisis. Más vale estar en el suelo que estar colgando sin saber cuán profunda es la caída. Igual sucede con el Alto Mando Militar. No podemos seguir con poderes subordinados a un hombre o una corriente política sino a la Constitución.

10.  Crear un Consejo Nacional para la Seguridad Ciudadana que libere a los cuerpos de seguridad, fiscalías y tribunales de las corruptelas que reciclan a los criminales a la calle, cesando esta infame alianza con el crimen que nos tiene presos en casa, si no muertos. 

 

Lo primero que hay que corregir, como ya asoma Rodrigo Cabezas, es el esquema cambiario venezolano, una mamarrachada revolucionaria que está entre las tres primeras causas de la crisis. ¿Un pan que cueste Bs. 115, cuánto vale en dólares, US$ 18, ó serán 18 ctvos.? Al cambio que usa el Presidente Maduro para calcular “el salario mínimo más alto de América Latina”, a 6,30, ese pan es inaccesible, y al paralelo, es un regalo. La verdad verdadera es que no vale ni lo uno, ni lo otro. Los venezolanos sufrimos por culpa de una mentira palpable, una realidad ficticia que aún siéndolo, la pagamos, y la pagamos cara, aunque no sea cierta.

El presupuesto fiscal es tanto una caja negra como una caja chica. En general, las cuentas del Estado y las estadísticas son una mentira o una verdad que no se dice. Y pensar que a CAP lo atacaron por el Sierra Nevada y lo defenestraron por la partida secreta, mientras que esta revolución ha construido casas en varadero y plantas eléctricas en Bolivia, y ha repartido auxilios y descuentos a trocha y mocha sin que haya presos ni destituidos. Esto debe sincerarse y someterse a mayor vigilancia, en vez de conchupancia. El problema es que Venezuela perdió la independencia de los poderes. Sin ella, no hay control que valga.

Por último, el país no puede prosperar para enriquecer a las bandas criminales que actúan con una impunidad grosera. El empresariado no puede vivir acorralado ni en el exilio. La inseguridad personal es la principal causa de la fuga de talentos que drena nuestra economía de su herramienta más útil.

Como dijo Henrique Capriles, aquí están las propuestas. Las toman o las dejan…

                      

@qppasociados