Venezuela en su escenario “Armagedón”: Ni reina pepeada ni pago de deudas por Alexander Guerrero
Venezuela en su escenario “Armagedón”:  Ni reina pepeada ni pago de deudas por Alexander Guerrero

Armagedón

 

Los símbolos, gana el bien, pierde el mal, pero queda una idea por siglos que no gana nadie, todos pierden. Maduro le da una curiosa interpretación, convocó a una Guerra con el argumento que el sector privado quería los restos de la revolución, pero la historia, rica en revoluciones, muestra que esos procesos terminan dejando todo en ruina, que dura décadas, así, la Guerra de los Castro, de los Kim, de Stalin, de Lol Pot, de Chávez-Maduro no será distinta, al final –que luce cerca- ya vemos la magnitud de la ruina.

Venezuela es el país de mayor empobrecimiento en toda América Latina en quince años;  70% de su poblaciónArmagedónAG1 vive en salario mínimo –vital- y este no pasa de 30-45 dólares/mes; un vasto sector de clase media reducida hoy a 18% de la población trata de vivir con cuatro a cinco salarios mínimo. Un profesional hace 16 años tenía ingreso de 12 salarios mínimos, hoy su ingreso es apenas 2.8 salarios mínimos. Otro sector lo hace descapitalizando sus ahorros utiliza el dólar paralelo para desacelerar su empobrecimiento. Sectores de la población más humilde se encuentra en el umbral del hambre, el empobrecimiento es absoluto, las noticias llegan hasta la ONU, y afuera, vecinos y otros se preocupan de las condiciones de precariedad que vive más del 60% de la población, hay temores de emergencia humanitaria.

Así están las cosas, es la Guerra de Maduro. El Armagedón, en cualquiera de sus versiones, cristiana primitiva, o antigua, o contemporánea y agnóstica, es el fin, y el gobierno aparentemente en autos de ellos está apertrechado para reprimir, militares, armo a colectivos armados  y fuerzas irregulares también armadas mejor que la soldadesca.

 

Raspando olla para pagar deuda durante dos anos

A mitad del año 2015, la economía postrada en estado de extrema gravedad, las finanzas públicas en rojo –sin esperanza de mejorar- han puesto al país al borde de un default, a juzgar por los certificados de riesgo y probabilidad de default que marcan entre 55 y 66%. El sentimiento en el mercado de capitales dibuja a un gobierno raspando olla, quemando activos, restringiendo importación de alimentos y medicina para estirar la arruga.

La necesidades de financiamiento para importaciones, deudas, PDVSA y República, otras obligaciones financieras y no financieras que requieren petrodólares “oficiales”  no tendrían financiamiento dada la precariedad en disponibilidad de la liquidez internacional, con reservas internacionales en pelo, con un BCV vendiendo las joyas de la corona –oro-  y en agregado por una renta petrolera –libre de polvo y paja en obligaciones con socios, contratistas y proveedores, registrando un flujo de caja negativo, por tercer año consecutivo. Recordemos que el flujo de caja negativo se generó cuando PDVSA y la República perdieron el crédito internacional a principios del 2012.

 

Entre la corrupción y la irresponsabilidad

Esa astringente condición financiera, hija del derroche, corrupción, malas inversiones, insostenible crecimiento del Estado, estatización de empresas, deudas comerciales petroleras para bypasear a PDVSA y alimentar al fisco,  se extenderá y agudizará por el resto del año, y por la década o por el tiempo mientras no cambien las condiciones políticas y el país se pueda dedicar a revertir el desastre fiscal creado en estos 15 años. La insolvencia fiscal nos acompañara por largo plazo, las fuerzas políticas de la oposición,  no parecieran darse cuenta del desastre y el empobrecimiento, es este estado donde van llegando los venezolanos que cada vez les es más difícil sostener sus familias. Venezuela ha entrado en estado de ingobernabilidad el empobrecimiento nos arrastrara a la cola de nuestros vecinos. El Estado fallido –africanizado como Mali, Sudan, Senegal, Sierra Leona,- y un gobierno forajido, el dilema de hace dos años: de reina pepeada o deuda, no existe, hoy ninguna de las dos.

ArmagedónAG2  El gobierno y PDVSA estiran la arruga     irresponsablemente, mientras   los mercados internacionales miden la probabilidad de default que las finanzas públicas –y PDVSA- proyectan. Todo ello en un marco de violencia política, protestas y precariedad socioeconómica creada por una hiperinflación, escasez, desempleo, severa contracción económica, que en conjunto crearon un entorno de ingobernabilidad, económica y política, factores extraños, lavado de dinero, presencia orgánica del narcotráfico dentro del Estado, la corrupción, la improvisación y el deslave de los fondos públicos han agravado en extremos problemas que podrían haber sido puestos en via de solución, pero Maduro y su gobierno se dedicaron a controlar el poder al costo que fuera, pues allí está el costo, un crecimiento de la pobreza niveles nunca vistos superando el 50%.

Esos problemas económicos de corto plazo mencionados, los generan una severa restricción política creada por un gobierno que hoy no tiene alternativa que acentuar una represión de la protesta y a la actividad económica, el costo es inmediato y viene por extremo control sobre los ciudadanos para evadir lo que constituye la única salida; a saber,  enfrentar el problema económico y financiero con una solución política que marque un cambio de rumbo, reformas económicas e institucionales y ajustes en precios requeridos para reestablecer la confianza en la moneda y/o dolarizar formalmente y crear un marco de gobernabilidad económica, hoy inexistente, para iniciar la recuperación, en lo que será un largo proceso de curación de la enfermedad del socialismo, estatismo y populismo, pero condicionado a la que la oposición se exorcice sus versiones de socialismo. Tan culpable es Papandreu como Tsipras, ambos socialistas, el último comunista, la misma cosa en Grecia cuya población se ha empobrecido análogamente a la venezolana.

 

Remate de activos petroleros de PDVSA

La ingobernabilidad generada muestra el caos financiero, así, la percepción internacional es que PDVSA remata activos; ya ocurrió con el remate del 50% de la deuda de 4250 MM $ de República Dominicana con PDVSA por 1995 MM $, de la venta de la refinería en Chalmette (USA) y otros activos petroleros probablemente les libere unos 150 mil barriles de petróleo para negociarlos con China a cambio de garantías  financieras para bonos o prestamos, con precios descontados por el riesgo PDVSA, así se paguen hoy o mañana. También cuentan los intentos fallidos para la venta de CITGO, sin embargo el gobierno busca clientes en Brasil hay interés, oiremos en el futuro cercano.

La caída de la producción, el crecimiento inusitado de los costos de producción de petróleo, los precios del petróleo y descuentos otorgados por intereses políticos y crematísticos de funcionarios del gobierno y PDVSA a China, Cuba y otros, mas los pasivos de PDVSA han convertido la renta del petróleo –la que “sobra”- en un flujo de renta negativo, lo cual en el mismo lance que afecta la contribución fiscal petrolera, impacta negativamente en el mercado con severos racionamiento de divisas, por ello se observan los espasmos en los precios del dólar alternativo, la única alternativa para el ciudadano para cubrir la hiperinflación, escasez, entre otros.

 

 

Racionamiento de dólares y escasez de alimentos

¿Con cuánto dispone el gobierno (y PDVSA) para honrar sus pasivos? Remates adicionales de activos –deudas de Petrocaribe con PDVSA- ya no son posibles, el ingreso por ese rubro es ninguno. De allí que el racionamiento de dólares se hace extremo, generando una curiosa aritmética en estos estos ArmagedónAG3largos meses, dado que el rol de “mono de la baraja” para ajuste el flujo de liquidez internacional –mercado cambiario- lo hacen las importaciones, de allí el crecimiento de la escasez a niveles que superan el 50%.  Así llegamos juntando hiperinflación y escasez en compuesto marcados de una hiperinflación y escasez en índice de “miseria hiperinflacionaria”.

 

El racionamiento de dólares para importaciones –el mono de la baraja-  es administrado por la Corporación Estatal para Importaciones y CENCOEX, dado que ellos centralizan las importaciones del Estado y las del sector privado que asiste a CENCOEX y las que hace con sus propios dólares;  además de aquel sujeto a regulación tributaria, al nacionalizarse.  Un volumen considerable de importaciones se realiza  a través de transacciones en el mercado paralelo, las cuales el gobierno no puede restringir, por lo que el horizonte inflacionario se despeja y al gobierno no le queda otra que sincerarse consigo mismo, él es el causante de la hiperinflación.

 

 

¿Y qué pasara en la 2da mitad de 2015?

Todo esto configura un escenario más astringente para la segunda mitad del 2015, lo cual derivamos de un curioso fenómeno; las necesidades de financiamiento para cubrir un nivel de importaciones que sostenga el actual nivel de escasez, superan los volúmenes disponibles de divisas destinadas para las importaciones, para las cuales el Ministro de Finanzas anunció en Febrero un monto de 11.750 MM $,( un 35% menos que la contribución petrolera en impuestos regalías y dividendos de PDVSA al fisco) un  muy escaso volumen de divisas a administrar en CENCOEX para buscar un equilibro entre el volumen de petrodólares disponible y la demanda por importaciones, publicas, y privadas, fenómeno que ha convertido a las importaciones en la única variable –de ajuste- que se pueden mover arriba y abajo para acomodar la disponibilidad de divisas para cubrir obligaciones financieras y no financieras del Estado.

Las importaciones proyectadas hacia fin de año, llegaran a los sumo a 15.000 a 17.000 MM $, lo cual es una señal de la intensa caída de la actividad económica, que estimamos en (-11%) en para fin de año. Por cierto que ese anuncio del Ministro de Finanzas pasaría por debajo de la mesa de la opinión pública, porque la meta mensaje de esa declaración del Ministro era elemental: no hay caja en PDVSA, así de simple. Porque no hay, para eso habría que contratar el FBI y el Scotalnd Yard.

 

Controles y más controles: el garrote vil en la nuca del ciudadano

En la calle la hiperinflación, la escasez de divisas y la contracción de la economía, no son fenómenos que transmitan señales de una eliminación de los controles de cambio y de precios; por el contrario, y desde el mismo día que fue electo Maduro Presidente, en el 2013, se acentuaron los controles, cambio y precios, que le permite al gobierno –en el mediano plazo- el control político y social de los ciudadanos, viaje o no viaje, produzca o no produzca, importe o no importe, respire o no respire, un mayor costo de oportunidad para los ciudadanos por tener que vivir en un medio salvaje, violento, económicamente asfixiante y astringente mercado de liquidez internacional (cambiario).

La única alternativa para salvar unos bolívares, viajar, estudiar, es el dólar paralelo, que desde que Maduro gobierna ha incrementado su precio en 13 veces, si lo prefiere una devaluación de 1300%. ¿Se imagina el grado de empobrecimiento que el gobierno ha logrado con la tena de la hiperinflación y el precio del dólar? En otras palabras, el ajuste (en la demanda) lo hace la gente restringiendo, reduciendo importaciones, mientras el gobierno imprime dinero para financiar masivamente el déficit fiscal hiperinflacionando la economía,  con una liquidez que hoy pasa de los 2.5 billones de Bs, dibujando la clásica hipérbole hiperinflacionaria, a la fecha de 255% estimada sobre el índice de la paridad de poder de compra con un dólar libre a precio –creciente- 450 Bs  y un dólar ficticio SIMADI a 200 Bs, una hiperinflación que de acuerdo con la data “oficial”, que no existe a la fecha, de 110% .

 

Hiperinflación: una salida para el gobierno

Lo interesante de la hiperinflación y la expansión monetaria es su característica hiperbólica que muestran sus variaciones exponenciales, la cual en mi estimaciones  recoge el hecho que de los 18500 MM $ concebido en el Presupuesto 2015 como contribución fiscal petrolera se reduce a cero. Por  ello PDVSA y el Tesoro  sobre ambas cabezas, el BCV imprime dinero que “le presta” a PDVSA para sustituir los bolívares que dejarían hipotéticamente de entrar los 18500 MM $ que PDVSA supuestamente pagaría por impuestos, regalías y dividendos.

Todo ese escenario reflejando un flujo de la renta petrolera negativa, dice que PDVSA solo estaría produciendo por exportaciones –liquidas unos 26-28.000 MM $ limpios de polvo y paja,  una vez descontado lo de sus socios, y el pago de deuda así como la reestructuración de los pasivos no financieros cosa que lleva a cabo PDVSA desde hace meses, unos por las buenas y otros por las malas. Pero este cuadre de cuentas implica que el escenario se cumple, y que el gobierno extremó la contracción de las importaciones (y con ellas mayor escasez y hambre). La situación es altamente de insolvencia e iliquidez, y raspando la olla en el 1er semestre no son buenos augurios. Por ello y hasta ahora el mercado de capitales sigue colocando a Venezuela con un nivel de riesgo, probabilidad de default superior a Grecia y a Argentina, Ecuador y hasta la de Ucrania.

 

Armagedón: un escenario con carga política explosiva

No vamos mal, vamos peor, en el escenario ARMAGEDÓN, que es el nombre que le he puesto, porque la probabilidad de default adquiere hoy más condicionantes políticos que financieros y/o económicos. Conocemos que estos últimos, el financiero y el económico tienen solución, lo que no tiene solución son las restricciones políticas como las construidas por 16 años envueltas en controles de cambio, precios, derechos de propiedad inexistentes, confiscación, militarización de la producción y distribución, cerco de empresas privadas, violencia política, inseguridad generalizada, ingobernabilidad económica,  y un gobierno que ha agudizado enormemente sus relaciones internacionales, aislado del crédito externo, y bajo el monitoreo de organismos internacionales por temor a emergencia humanitaria, hambre, y derechos humanos.

 

Default o no default

ArmagedónAG4 ¿Habrá o no default? Explicaba en una nota hace meses con este título “Default o no Default: un falso dilema”, ese no era el tema de fondo, por una razón sencilla, y que todos sabemos, por lo general y es una regla y en teoría de juegos se sabe que los dilemas no tienen solución -óptima, es decir, pagar o no pagar no se hace porque se acaben los reales, en todo caso, pero si el gobierno paga, no habrá importaciones, y es allí donde los políticos calculan su costo de oportunidad, así pagar y no pagar es una decisión política asumida bajo ese cálculo, o un evento al cual se le puede extraer ganancias políticas, como ocurrió en Argentina en el 2000 cuando el Congreso en plano, ordeno el default de la deuda argentina, muchos ganaron, el hombre de a pie, perdió, y como ocurre hoy con los griegos, donde la corrupción demoledora acabó con las finanzas creando la versión contemporánea de la Tragedia Griega de una crisis que requiere que los griegos comprenden su sacrificio. Mientras tanto tendremos elecciones, con Maduro rogando a Dios que se produzca un sofocón que le permita sobrevivir,  hasta por lo menos el revocatorio. De cualquier manera, y es la realidad política.

 

@AlexGuerreroE