La reciente introducción de acompañantes criollos, como yuca frita y arepitas, tiene un trasfondo que viene ligado al otorgamiento de divisas, más que a una identificación con el país mercado.

Desde mediados de año, representantes del gremio empresarial reclaman la no liquidación de divisas vía Cencoex, lo que ha ocasionado retrasos en los pagos a los proveedores y desbalances contables. Las utilidades globales de las multinacionales perdieron muchísimo dinero y McDonalds, por ejemplo, fue la más afectada en la caída a nivel porcentual: 52%.

En su momento atribuyeron las causas a los retrasos excesivos en la liquidación y al establecimiento de tasas de cambio distintas sin criterios específicos, al punto que Arcos Dorados –empresa que tiene la licencia de Mc Donald-s en Venezuela- anunció que a partir de junio realizaría sus operaciones contables a la tasa de Sicad 2, luego de tener dificultades para acceder a los otros dos mecanismos: Cencoex y Sicad 1.

“Pasado un año aún no se ha pagado, y además Nicolás Maduro dice que solo reconoce 30% de la deuda, lo demás está en el limbo contable para las empresas”, explica Víctor Maldonado, presidente de la Cámara de Comercio de Caracas.

La mayoría de los insumos de McDonalds son importados, incluyendo los alimentos. Ante la dificultad en el abastecimiento de estos, McDonalds optó por contar con proveedores nacionales para sus menúes. En el caso de las papitas fue una decisión forzada que se notó en la calidad, textura, imagen y sabor del producto, según relata la gerente de sucursal entrevista por El Carabobeño. Los proveedores nacionales de papas tampoco han podido cumplir en cuanto a las metas que Mc Donalds requiere a diario.

Aunado a esto, se podría pensar que la huelga de trabajadores portuarios en la costa Este de EEUU y que afectó a Mc Donald´s Japón tendría algo que ver con el problema, pero lo cierto es que ya existía un problema con la liquidación de Cadivi/Cencoex y que para Venezuela no llega ningún producto que salga de puertos de la costa Este, pues la ruta natural es toda la costa Pacífica.

Entretanto, otras cadenas de alimentos también deben lidiar con las consecuencias del desabastecimiento producto de la no liquidación a proveedores en el extranjero: Burger King ha tenido que recurrir a comprar refrescos en botellas de 2 litros y servirlos manualmente al cliente en vez de ofrecer su tradicional servicio de refill ilimitado desde la máquina expendedora de refresco e incluso paralizar parcialmente operaciones en sus locales, ante la falta de elementos esenciales en la elaboración sus productos, como la lechuga y el tomate. Por su parte, Bonsai Sushi ha tenido que racionar en ocasiones la venta de su menú basado en rolles ante el bajo inventario en sus tiendas de arroz especial para sushi.