El contrabando en la frontera entre ambos países se ha incrementado como consecuencia de la inestabilidad económica venezolana
Aproximadamente once toneladas de pescado y de carne de contrabando procedentes de Venezuela fueron incautadas por la Policía Fiscal y Aduanera de Colombia en el departamento de Norte de Santander, en la zona fronteriza entre ambos países.
La institución informó que, en una primera operación, las autoridades incautaron 8.365 kilos de pescado tipo cachama y bagre, valorados en cerca de 32.000 dólares, en dos camiones.
Uno de los vehículos fue interceptado en la carretera que va de El Zulia a Cúcuta, la capital departamental, donde se incautaron unos 5.100 kilos de pescado escondidos en pequeñas cantidades de bolsas plásticas y bajo una capa de cartón en el que había cauchos de repuesto para esconder la mercancía.
El otro camión fue detectado en el municipio de Villa del Rosario, fronterizo con el país vecino, con 2.974 kilos de cachama y 294 kilos de bagre.
“En ambos casos la mercancía no se encontraba amparada en documentos aduaneros que permitieran su acceso y no contaban con la cadena de frío necesaria para su conversación”, según un comunicado de la Policía.
En otros dos operativos, las autoridades incautaron cerca de tres toneladas de carne de pollo y res en canal en los municipios de Puerto Santander y Villa del Rosario.
En el primero, 2.071 kilos de carne de pollo valorados en 10.000 dólares fueron hallados en un almacén comercial, mientras que en un camino de tierra que comunica los dos países fueron incautados 893 kilos de carne de res en un vehículo valorados en 5.000 dólares.
Los cinco implicados en todos los operativos fueron detenidos por la Policía. El contrabando en la frontera entre ambos países se ha incrementado como consecuencia de la inestabilidad económica venezolana, donde la escasez alimentaria llega a 29 % y resulta difícil encontrar productos básicos.
La alternativa para los ciudadanos venezolanos que puedan desplazarse es Cúcuta, donde los productos de su país son revendidos por grupos ilegales que obtienen un importante margen de beneficio, ya que pueden comprarlos subsidiados en Venezuela.
