El uso de armas químicas por parte del régimen de Bashar al-Asad en contra de los rebeldes sirios, pareciera que está dejando sin muchas opciones al Presidente norteamericano Barack Obama. El punto álgido con respecto a este espinoso tema, se encuentra atado a la advertencia que el líder estadounidense realizó al sátrapa sirio en cuanto a que estaría traspasando “una línea roja” en el caso de atreverse a emplear dichas armas en contra de sus adversarios.
Cuando todo parece indicar que el gobierno sirio ha efectivamente hecho uso de armas químicas contra la insurgencia armada así como en contra de la población civil, al Presidente norteamericano no debería quedarle otra opción sino, como mínimo, lanzar un ataque militar para neutralizar algunos objetivos estratégicos para Damasco. Los diplomáticos en Washington, esperan por una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que autorice el uso de la fuerza, no obstante, realmente, vistas las declaraciones de Moscú y Beijing, son muy pocas las probabilidades que tal cosa suceda. Tampoco es de esperar que se declare una zona de exclusión aérea como en el reciente caso de Libia, ya que todos conocemos, y en especial rusos y chinos, como esto terminó.
Así las cosas, se vislumbra que Obama y sus principales socios de la OTAN se verán obligados a repetir la actuación que realizaron en contra de las fuerzas yugoslavas que martirizaban a los albaneses de Kosovo en el año de 1999. En ese caso, el Presidente Bill Clinton, también demócrata, vio su paciencia desbordada por el ya fallecido carnicero serbio Slobodan Milosevic y aun sin la autorización del Consejo de Seguridad, sostuvo junto con la OTAN un ataque militar aéreo por más de setenta días para demoler a las fuerzas yugoslavas y lograr su capitulación y retiro del ahora nuevo país. El grave problema radica en que a la fecha aún tropas de la OTAN permanecen en Kosovo, si bien, ahora, con la autorización de las Naciones Unidas.
La otra opción de Obama, escudándose en la falta de una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para efectuar un ataque militar, consiste en dejar pasar por debajo de la mesa las acciones criminales del gobierno sirio, lo cual sería un duro golpe en la lucha contra los regímenes violadores de los derechos humanos, así como la pérdida en la credibilidad de la táctica de disuasión de los Estados Unidos, aspecto que desde el punto de vista de los asuntos militares y/o de política de defensa no es un tema menor.
Centro Latinoamericano de Estudios de Seguridad.
Universidad “Simón Bolívar”
