“Yo amo a Fidel Castro” por Tomas Horacio Hernández - Runrun
“Yo amo a Fidel Castro” por Tomas Horacio Hernández

Por estas 5 palabras el manager venezolano del equipo Marlins de Miami fue suspendido por 5 partidos. Sus palabras fueron pronunciadas en una entrevista para la revista Time en la cual también añadió lo siguiente: “Yo respeto a Fidel Castro. ¿Sabes por qué? Mucha gente ha tratado de matar a Fidel Castro durante los últimos 60 años, pero ese hijo de… todavía está ahí’’. Este suceso, considerado como un escándalo deportivo por muchos medios de comunicación, ha desatado un gran debate en la prensa internacional.

En lo personal, considero pertinente destacar 2 aristas importantes del hecho; la arista económica y la arista política.

Para analizar el escándalo enteramente es necesario conocer la postura de todas las partes involucradas.  El Equipo de los Marlins además de la sanción emitió un comunicado que decía lo siguiente: “Estamos conscientes del artículo. No hay nada que respetar acerca de Fidel Castro. Es un brutal dictador que ha causado un dolor inimaginable por más de 50 años. Vivimos en una comunidad llena de víctimas de esa dictadura y la gente en Cuba sigue sufriendo en la actualidad’’. Por otra parte, el comisionado de Major League Baseball, Bud Selig, declaró que la MLB apoya la decisión de los Marlins de suspender al manager venezolano. Agregó además que el béisbol es una institución social con una gran   responsabilidad social y que los comentarios de Guillén fueron ofensivos para la comunidad de Miami.

Resulta particularmente curioso, irónico y hasta descarado escuchar las declaraciones de Bud Selig.  Este señor se sentó al lado de Fidel Castro cuando los Orioles de Baltimore jugaron partidos de exhibición en 1999 ante la selección nacional de Cuba. Aplaudió, se tomó fotos y hasta sonrió al lado del cubano. Años más tarde el propio Selig promocionó la participación de Cuba en el Clásico Mundial. Ahora bien, con las recientes declaraciones de Selig podemos concluir una cosa: o la MLB no tenía responsabilidad social en 1999 o es que con los años al comisionado se le olvidan sus palabras.

El equipo de los Marlins ha centrado su defensa en el contenido político de las declaraciones de Guillén y en el sufrimiento durante décadas por la comunidad cubana. Si bien es cierto que el venezolano como empleado del equipo debe respetar los lineamientos comunicacionales y éticos del equipo, la sanción a Guillén como empleado debe justificarse por su verdadera causa, es decir, que la llamen por su nombre y apellido. Las declaraciones de Guillén perjudican económicamente al equipo. Punto. La inversión multimillonaria en el nuevo estadio no puede ponerse en riesgo por tener al mando del equipo a un polémico boca suelta. Eso tiene un sentido absoluto. Si la sanción estuviese fundamentada públicamente de esa manera este caso tuviese otra óptica. Sin embargo, el equipo ha disfrazado sus verdaderos intereses, los comerciales, en argumentos sociales y emocionales, por eso considero su argumentación y defensa vacía e hipócrita.

Pero la arista política es sin duda la más polémica del escándalo. La primera enmienda de la Constitución de los Estados Unidos protege los derechos a la libertad de religión y a la libertad de expresión sin interferencia del gobierno. Siendo los Estados Unidos una de las democracias más grandes del mundo, o al menos eso dicen sus voceros, Ozzie Guillén y/o cualquier persona está en pleno derecho de decir lo que quiera, cuando quiera y donde quiera. Un país democrático  y en consecuencias sus instituciones no pueden jugar con las libertades según su conveniencia. El comentario de Guillén, el cual no comparto, no puede ni debe ser castigado por la ubicación geográfica del equipo. Contextualizar la libertad de expresión es absurdo. Lo más grave de coquetear con la intolerancia es que da pie para el desarrollo de fuertes radicalismos. Guillén, quien se disculpó por su comentario, como ciudadano americano está en pleno derecho de ejercer su libertad de expresión al igual que lo están los manifestantes cubanos que se pronunciaron en su contra. Lo que sí es incorrecto es pretender defender una libertad coartando otra, tal como lo hace el quipo de los Marlins.

Como venezolano rechazo la injerencia que Castro tiene en mi país. Como ciudadano del mundo repudio los asesinatos y el sufrimiento que este señor ha liderado en la isla. Pero, parafraseando a Voltaire, les digo que aunque no estoy de acuerdo con lo que dijo Guillén, defenderé su derecho a expresarlo.

Así que rodilla en tierra con tu lengua polémica Ozzie.

 

@TomasHHR