La ONU y la crisis siria por Omar Hernández - Runrun
Sendai Zea Feb 11, 2012 | Actualizado hace 12 años

Luego de varios debates, negociaciones a puerta cerrada, y maratones diplomáticos incluso a nivel de las capitales, se produjo finalmente la votación en el Consejo de Seguridad de la ONU sobre Siria.

Sobre la mesa, un proyecto de resolución contundente pero adecuado a las circunstancias. Un borrador largamente discutido que pretendía sentar las bases para la solución definitiva de lo que ya es un conflicto en toda regla. La idea, era apoyar la iniciativa árabe, unánimemente respaldada por la comunidad internacional.

Pero intereses comerciales y geopolíticos privaron, y Rusia y China volvieron a ser piedra de tranca y a obstaculizar la acción del Consejo -y en el interim minar su credibilidad-, mediante el siempre polémico veto. Las críticas llovieron desde todos los costados al punto que Moscú tildó la reacción de «histeria».

Quizás para salvar su imagen, casi en simultáneo el canciller ruso Lavrov fue hasta Damasco y el gobierno chino recibió a los opositores sirios en Beijing.

De la reunión ruso-siria se destaca la promesa hecha por al Assad a su principal proveedor de armas, de acelerar el proceso de reforma constitucional y detener la violencia «venga de dónde venga». Promesa silenciada con el acoso de los tanques sobre las ciudades de Homs y Aleppo.

Lo cierto es que el régimen sirio acrecienta su arremetida contra la población civil. Lo cierto es que cada vez el Ejército Libre de Siria gana más adeptos. Lo cierto es que el número de muertos crece exponencialmente. Y lo cierto, es que el aislamiento de Siria es cada vez más evidente (un país cerró su Embajada -EEUU- y otros 20 –árabes y europeos- suspendieron de facto sus vínculos diplomáticos).

La pregunta que subyace es qué hacer, en particular, en el ámbito de la ONU. El panorama luce sombrío pero aún el organismo internacional está llamado a jugar un rol, siempre que la voluntad política de sus miembros lo permita.

Es claro que la propia ONU ha deslegitimado al régimen. La Secretaría General no duda ya en hablar de los crímenes que se suceden en Siria y la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos exige contundencia a la par de abrir procesos penales en La Haya.

Dos caminos son viables. Uno, seguir insistiendo en el Consejo de Seguridad para lograr respaldar a la misión árabe e incluir la participación de la ONU. Naturalmente, ello puede toparse con el muro de contención ruso-chino pero hasta cuándo ambos países soportarán la presión y sostendrán al Assad, siendo cómplices de sus crímenes? Pues está por verse. En todo caso, el llamado a la transición lo ha hecho el mismo Embajador ruso ante la ONU.

Otro camino, es emplear el mecanismo político de la Asamblea General pues aunque sus resoluciones no sean vinculantes, su peso en la opinión pública internacional no ha de ser desestimado. De hecho, está previsto que este Lunes dicho órgano se reúna en Nueva York para debatir sobre Siria.

Mientras el multilateralismo discute y los intereses colidan entre sí, el pueblo sirio espera que el mundo no los abandone.

@omarhUN