El retorno de Ledezma a Brasil, por Milos Alcalay - Runrun

 

Antonio Ledezma -en su periplo por el Mundo- viaja a Brasil el 27 de abril de 2018.  No es la primera vez que el dirigente opositor venezolano y destacado vocero internacional de Soy Venezuela, ha privilegiado las relaciones con nuestro hermano Brasil, cumpliendo con su testimonio presencial aquella máxima que pronunció hace varias décadas el diplomático norteamericano Henry Kissinger cuando afirmó  que “ donde se incline Brasil, se inclinará el resto de America Latina”.

Uno de los temas que Ledezma ha defendido en sus múltiples viajes con tenacidad, es la defensa del proceso de integración bilateral, regional y hemisférico, consagrado tanto en la Constitución del 61 como en la vigente. Se trata de consolidar la visión de Simon Bolívar cuando afirmó  “Para nosotros la Patria es America”

Pero ciertamente, no se refería a la America de Lula, Dilma, Kirschner, Lugo, Evo, Ortega, Rafael Correa, Ollanta Humala, y mucho menos, a la continuación de la dictadura de Nicolas Maduro y del colapso del fracasado “Socialismo del Siglo XXI”, quienes dirigidos por Fidel Castro quisieron imponer en el poder a “democracias totalitarias” financiadas en buena parte por la generosa PDVSA a través del ALBA, que hoy está en el ocaso, mientras se consolida el abanico de democracias tal como lo demuestra el Grupo de Lima.

En sus viajes anteriores a Brasil como Alcalde Metropolitano y figura política reconocida, defendió  la tesis de que el Estado Venezolano debía formar parte de MERCOSUR (al igual que debería formar parte de la OEA, de UNASUR, de la Carta Democrática Interamericana, y en fin, de los procesos de integración). Pero en su lúcido y firme mensaje dejó claro que una cosa es el Estado Venezolano, y otra cosa muy distinta es la presencia desestabilizadora del Gobierno Bolivariano actual como miembro de MERCOSUR , y que si bien el Estado debería ser parte integrante de MERCOSUR, el Gobierno Bolivariano debería ser excluido exigiendo la aplicación de la cláusula democrática consagrada en el Protocolo de Ushuaia. En las Actas de la Comision de Política Exterior del Senado y en las entrevistas que publicaron en ese momento O Estado, la Folha y otros medios, se recoge la firme y valiente presentación que hizo de la dictadura en Venezuela.

Lamentablemente en ese entonces surgieron muchas críticas (inclusive de sectores opositores venezolanos) que interpretaron mal sus planteamientos. Pero esa intervención, fue la que permitió, que una vez democratizado Brasil con Temer, Argentina con Macri, Paraguay con Cartes, y el mismo Uruguay, pudieran aplicar la propuesta de Ledezma, y llevar a cabo la expulsión del régimen de Maduro de un organismo subregional regido por el principio rector de la Democracia.

Hoy Ledezma puede volver al Brasil con la frente muy alta para repetir su mensaje y defender la tesis de que cuando retornemos a tener un Estado de Derecho, regido por los principios rectores de la democracia, la Libertad y la plena vigencia de los derechos humanos, politicos, económicos, sociales y civiles, Venezuela regrese con brío a formar parte de  la integración subregional del Sur, en sintonía  con los otros procesos de integración de America Latina, lo que nos ayudará a reconstruir un país destruido por la ineficacia, la corrupción y la tentación totalitaria.

 

@milosalcalay