FMI integra al yuan chino en la corte de las grandes monedas
FMI integra al yuan chino en la corte de las grandes monedas

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El yuan chino hace su entrada en la liga de las grandes divisas de referencia, junto al dólar y el euro, sellando una importante victoria de las autoridades de Pekín en su brega por el reconocimiento en la escena económica mundial.

A partir de este sábado, la divisa china formará parte oficialmente de la unidad contable del Fondo Monetario Internacional (FMI), denominada «derechos especiales de giro» (DEG), junto a las divisas estadounidense y europea, la libra británica y el yen japonés.

Concretamente, el cambio no debería convulsionar el mercado cambiario mundial, donde el billete verde sigue siendo por lejos el más usado (41% de las transacciones mundiales) delante del euro (30,8%) o la libra (8,7%), según la firma financiera Swift.

El renminbi, otro nombre de la divisa china, debería sin embargo beneficiarse con la continuación de su naciente internacionalización y podrá en adelante aterrizar en el tesoro de los países que disponen de asistencia financiera del FMI.

Pero el significado simbólico de la decisión es mucho más importante.

 

Potencia económica

Desde hace varios años, Pekín busca consolidar su posición como segunda potencia económica mundial y no ha ahorrado esfuerzos para hacer del yuan una moneda de reserva internacional en el marco de una apertura gradual de su mercado.

De modo que las autoridades chinas apelaron al FMI para que admitiera al renminbi en la canasta de divisas de la institución multilateral.

Luego de un profundo examen, el órgano de dirección del Fondo, que representa a sus 189 Estados miembro, dio su luz verde en noviembre de 2015 afirmando que el yuan cumplía dos grandes requisitos: estar masivamente presente en las transacciones internacionales y ser «libremente utilizable».

La institución se dio casi un año de plazo, hasta este sábado, para garantizar una transición tranquila. La última modificación de su canasta de divisas data de 2000, cuando el euro remplazó al franco y al marco alemán.