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77 presos fugados en los primeros 50 días de cuarentena

Un informe de Una Ventana a la Libertad revela que en ese lapso se produjo una masacre en Portuguesa y 9 huelgas de hambre

En el informe de la ONG Una Ventana a la Libertad sobre los primeros 50 días de cuarenta se desprende un fragmento que dice “si algunas personas sostienen que la cuarentena encerrados en sus hogares es como tener casa por cárcel, es porque no tienen idea de cómo son las condiciones en las que se encuentran los detenidos”.

De acuerdo al documento de UVL, durante la cuarentena que comenzó el pasado 13 de marzo se han fugado 77 reos, de los cuales 53 murieron en el proceso de recaptura, 11 fueron aprehendidos nuevamente y 26 funcionarios están siendo investigados por supuesta complicidad.

El documento fue elaborado entre el 14 de marzo y el 4 de mayo tomando como referencia experiencias en 15 estados de Venezuela.

También se registraron 9 huelgas de hambre, donde participaron mil detenidos.

Cinco presos murieron, dos de ellos por tuberculosis, tres resultaron heridos en riñas y al menos 16 torturados o maltratados.

Durante el tiempo de la cuarentena se identificaron 37 casos de tuberculosis y diez de desnutrición.

“No podemos obviar que existen en esos centros penitenciarios un foco muy importante de enfermedades como amibiasis, VIH, tuberculosis lo que facilita que el coronavirus sea un foco de mayor infección”, dijo Sarita Montiel, miembro del Observatorio Penal de Mérida.

Para finales de 2019 se reportaron 224 enfermos de tuberculosis y 22 muertos y 494 de escabiosis. 

En los penales se han reportado solo cuatro jornadas de desinfección según la investigación de UVL.

“La mugre sigue afuera. Con el calabozo de los tuberculosos ni se metieron, los cerros de basura de la parte de atrás ni se los llevaron. Echaron agua, jabón y cloro y se fueron. Seguimos con el mismo problema de las cloacas y de basura”, dijo una reclusa del Centro de Arresto y Detenciones Preventivas de Cabimas.

El hacinamiento y la falta de agua potable son los principales aliados del coronavirus.

Hacinamiento por doquier

En 183 centros de detención preventiva, el hacinamiento es considerado el principal riesgo de salud. La cuarentena consiguió a 1.887 detenidos en calabozos con un cupo para 275, 1.872 eran hombres, 4 adolescentes y 11 mujeres. 

En la Zona 7 de Petare, centro de detención preventiva de la Policía Nacional Bolivariana, hay 1.000 detenidos en un espacio para 300. Según la ley, los detenidos allí deben permanecer 48 horas y pasan entre 3 y 5 años.

La primera medida en las cárceles frente a la pandemia fue suspender las visitas, lo que incrementó la crisis alimentaria, elevar los niveles de desnutrición y provocó protestas. 

La visitas se suspendieron el 20 de marzo, 7 días después de decretado el estado de alarma en Venezuela. La medida fue adoptada en seis estados del país, afectando a 29 centros de detención preventiva o calabozos. 

Durante la cuarentena se presentó el caso de un funcionario que está siendo procesado por embarazar a una reclusa en el Eje contra Homicidios del Cicpc de los Valles del Tuy. Familiares de la detenida formularon la denuncia. La fiscalía adelanta las investigaciones.

El informe también revela que la escasez de gasolina afecta a los familiares de los privados de libertad.

No se estableció una política carcelaria frente a pandemia del Covid-19. Las charlas de orientación e información sobre lo que realmente es la pandemia del Covid-19 sólo se han realizado en dos oportunidades, una de ellas en el estado Mérida antes del 30 de abril y una en Nueva Esparta en mayo.

Para el 30 de abril solo se había practicado pruebas a los reclusos en los estados Miranda y Vargas y posteriormente se incorporó Nueva Esparta, donde la Covid-19 ha tenido un brote significativo. 

En cuanto a la dotación de tapabocas y antibacterial para visitantes solo se dio en Caracas una vez.

De acuerdo al informe, el uso de antibacterial,  tapabocas y guantes para los visitantes han sido implementadas únicamente en un centro de detención preventiva en Caracas. 

En el interior, tres calabozos reportan que funcionarios hacen uso de los tapabocas como prevención, dos en el estado Falcón y uno en el estado Zulia. 

Por otro lado, 404 reclusos han sido liberados con medidas de beneficio, entre ellos 29 mujeres y 375 hombres. Analistas critican la medida por no tener garantías de que la selección de los reclusos haya sido realizada de manera objetiva.

Masacre en Portuguesa

El pasado viernes 1 de mayo, en el día 47 de la cuarentena nacional, se registró una protesta de reclusos en el Centro Penitenciario de los Llanos en Portuguesa, por supuesta falta de alimentos e irregularidades en el pase de comida al recinto. 

El saldo de la protesta fue una masacre de 47 reclusos asesinados y 75 heridos.

“Desde que no hay visitas por la cuarentena estamos pasando hambre porque el pase de paquete no es igual. El viernes los guardias comenzaron con un aplique con la paquetería y un grupo de presos comenzó a protestar; a formar lío porque los guardias dejaban pasar un paquete y el otro se lo quedaban ellos. Las mujeres afueras estaban haciendo cola desde las 10 de la mañana para ingresar la comida y eran la 12:30 del mediodía y habían pasado muy poca y fue ahí cuando comenzó el alboroto”, dijo un testigo que declaró en calidad anonimato a UVL.

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Un informe de Una Ventana a la Libertad revela que en ese lapso se produjo una masacre en Portuguesa y 9 huelgas de hambre

En el informe de la ONG Una Ventana a la Libertad sobre los primeros 50 días de cuarenta se desprende un fragmento que dice “si algunas personas sostienen que la cuarentena encerrados en sus hogares es como tener casa por cárcel, es porque no tienen idea de cómo son las condiciones en las que se encuentran los detenidos”.

De acuerdo al documento de UVL, durante la cuarentena que comenzó el pasado 13 de marzo se han fugado 77 reos, de los cuales 53 murieron en el proceso de recaptura, 11 fueron aprehendidos nuevamente y 26 funcionarios están siendo investigados por supuesta complicidad.

El documento fue elaborado entre el 14 de marzo y el 4 de mayo tomando como referencia experiencias en 15 estados de Venezuela.

También se registraron 9 huelgas de hambre, donde participaron mil detenidos.

Cinco presos murieron, dos de ellos por tuberculosis, tres resultaron heridos en riñas y al menos 16 torturados o maltratados.

Durante el tiempo de la cuarentena se identificaron 37 casos de tuberculosis y diez de desnutrición.

“No podemos obviar que existen en esos centros penitenciarios un foco muy importante de enfermedades como amibiasis, VIH, tuberculosis lo que facilita que el coronavirus sea un foco de mayor infección”, dijo Sarita Montiel, miembro del Observatorio Penal de Mérida.

Para finales de 2019 se reportaron 224 enfermos de tuberculosis y 22 muertos y 494 de escabiosis. 

En los penales se han reportado solo cuatro jornadas de desinfección según la investigación de UVL.

“La mugre sigue afuera. Con el calabozo de los tuberculosos ni se metieron, los cerros de basura de la parte de atrás ni se los llevaron. Echaron agua, jabón y cloro y se fueron. Seguimos con el mismo problema de las cloacas y de basura”, dijo una reclusa del Centro de Arresto y Detenciones Preventivas de Cabimas.

El hacinamiento y la falta de agua potable son los principales aliados del coronavirus.

Hacinamiento por doquier

En 183 centros de detención preventiva, el hacinamiento es considerado el principal riesgo de salud. La cuarentena consiguió a 1.887 detenidos en calabozos con un cupo para 275, 1.872 eran hombres, 4 adolescentes y 11 mujeres. 

En la Zona 7 de Petare, centro de detención preventiva de la Policía Nacional Bolivariana, hay 1.000 detenidos en un espacio para 300. Según la ley, los detenidos allí deben permanecer 48 horas y pasan entre 3 y 5 años.

La primera medida en las cárceles frente a la pandemia fue suspender las visitas, lo que incrementó la crisis alimentaria, elevar los niveles de desnutrición y provocó protestas. 

La visitas se suspendieron el 20 de marzo, 7 días después de decretado el estado de alarma en Venezuela. La medida fue adoptada en seis estados del país, afectando a 29 centros de detención preventiva o calabozos. 

Durante la cuarentena se presentó el caso de un funcionario que está siendo procesado por embarazar a una reclusa en el Eje contra Homicidios del Cicpc de los Valles del Tuy. Familiares de la detenida formularon la denuncia. La fiscalía adelanta las investigaciones.

El informe también revela que la escasez de gasolina afecta a los familiares de los privados de libertad.

No se estableció una política carcelaria frente a pandemia del Covid-19. Las charlas de orientación e información sobre lo que realmente es la pandemia del Covid-19 sólo se han realizado en dos oportunidades, una de ellas en el estado Mérida antes del 30 de abril y una en Nueva Esparta en mayo.

Para el 30 de abril solo se había practicado pruebas a los reclusos en los estados Miranda y Vargas y posteriormente se incorporó Nueva Esparta, donde la Covid-19 ha tenido un brote significativo. 

En cuanto a la dotación de tapabocas y antibacterial para visitantes solo se dio en Caracas una vez.

De acuerdo al informe, el uso de antibacterial,  tapabocas y guantes para los visitantes han sido implementadas únicamente en un centro de detención preventiva en Caracas. 

En el interior, tres calabozos reportan que funcionarios hacen uso de los tapabocas como prevención, dos en el estado Falcón y uno en el estado Zulia. 

Por otro lado, 404 reclusos han sido liberados con medidas de beneficio, entre ellos 29 mujeres y 375 hombres. Analistas critican la medida por no tener garantías de que la selección de los reclusos haya sido realizada de manera objetiva.

Masacre en Portuguesa

El pasado viernes 1 de mayo, en el día 47 de la cuarentena nacional, se registró una protesta de reclusos en el Centro Penitenciario de los Llanos en Portuguesa, por supuesta falta de alimentos e irregularidades en el pase de comida al recinto. 

El saldo de la protesta fue una masacre de 47 reclusos asesinados y 75 heridos.

“Desde que no hay visitas por la cuarentena estamos pasando hambre porque el pase de paquete no es igual. El viernes los guardias comenzaron con un aplique con la paquetería y un grupo de presos comenzó a protestar; a formar lío porque los guardias dejaban pasar un paquete y el otro se lo quedaban ellos. Las mujeres afueras estaban haciendo cola desde las 10 de la mañana para ingresar la comida y eran la 12:30 del mediodía y habían pasado muy poca y fue ahí cuando comenzó el alboroto”, dijo un testigo que declaró en calidad anonimato a UVL.

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