La familia homoparental es un sueño que no se puede cumplir en Venezuela
Angelo Vivas y Kevin Fernández son dos jóvenes venezolanos que emigraron a Argentina en 2018. Allá pudieron contraer matrimonio y cumplir el sueño de ser padres bajo la gestación subrogada, algo que hubiera sido imposible lograr en Venezuela
En Venezuela las leyes no protegen a la familia homoparental. No está aprobado el matrimonio igualitario y mucho menos la adopción entre parejas LGBTIQ+. Además de eso, otros derechos como las políticas habitacionales, el derecho a la propiedad privada en común y pensiones compartidas son totalmente inalcanzables para estas familias.
En el año 2016, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ) declaró con lugar la acción de amparo ejercida por la ciudadana Migdely Miranda Rondón. Esta decisión establecía que los hijos que nazcan entre parejas del mismo sexo por reproducción asistida gozaban de los derechos constitucionales que protegen a la familia.
También, en esa sentencia se interpreta el artículo 75 de la Constitución, en el que se establece que la jefatura de las familias pueden ejercerlas las familias homoparentales, y por ende, el Estado debe brindar protección sin distinción.
Sin embargo, el camino de la familia homoparental por poder otorgar ambos apellidos a sus hijos o que estos sean reconocidos legalmente como hijos de ambos padres o madres no ha sido el esperado a lo largo de los años. Algunos han optado por hacerlo fuera de Venezuela ante la imposibilidad de lograrlo en su tierra natal.
La pareja homosexual es invisible ante la ley
En Venezuela las leyes no protegen a la familia homoparental. No está aprobado el matrimonio…
Cumplir el sueño de formar una familia fuera de Venezuela
Angelo Vivas y Kevin Fernández son pareja desde el año 2012. Se conocieron en una academia de baile en Caracas y ambos comenzaron a trabajar con diversos artistas nacionales. Más tarde, en 2016, Angelo comenzó a estudiar para ser estilista y juntos montaron su primer salón de belleza en Caracas, donde lograron atender a varias celebridades.
Ya en 2018, ambos decidieron emigrar para buscar mejor calidad de vida. Se fueron a Argentina, país que según Angelo, les abrió las puertas “como una casa”. Llegaron allá en noviembre de ese año. Llegaron hasta esa nación suramericana porque habían escuchado que es un país donde las leyes para las personas LGBTIQ+ estaban mucho más avanzadas que en Venezuela.
Se radicaron en Buenos Aires, donde poco a poco fueron legalizando su estatus siendo migrantes y, con mucho esfuerzo, lograron posicionar su propio negocio en el barrio Palermo Hollywood, uno de los más costosos de la ciudad. Trabajaron incansablemente, tanto así que en 2019 fueron parte del staff del Miss Argentina 2019, donde trabajaron con Osmel Sousa.
En 2021, después de investigar y asesorarse, contraen matrimonio civil en Argentina, algo que en Venezuela no hubiera sido posible. Querían celebrar su unión en París, Francia, pero para aquel momento no se pudo. Ya en 2022, con la idea de ser padres, estando casados legalmente y con un negocio a toda marcha, comenzaron a informarse sobre la adopción, ya que querían formar una familia.
“En Argentina, aunque los derechos están aprobados, el tema adopción puede tardar hasta siete años. En febrero de 2022 tuvimos una propuesta que al principio no le prestamos atención porque no pensamos se pudiera llevar a cabo. Una chica que ya conocíamos se ofreció a donarnos óvulos para poder hacer embriones”, contó Angelo Vivas en entrevista con Runrun.es.
Ese año pudieron tener los óvulos. Al principio, preguntaron a tres personas si podían gestar a su bebé, pero manifestaron no ser capaces. Ellos lo entendieron. Pero luego le preguntaron a Genisis Jaimes, tía de Angelo, si podía llevar los óvulos de otra persona y su respuesta fue: “Yo los amo mucho y quiero que vivan la experiencia de ser padres, se lo merecen”.
Así pues, emprendieron el camino para poder tener a su hijo. La encargada de la parte de fertilización fue la doctora Belén García en el Instituto de Ginecología y Fertilidad (IFER) en Buenos Aires. También tuvieron asesoría legal a cargo de la doctora Florencia Daud y psicológica por parte de Lorena Lasserre.
La donante de óvulos tuvo su tratamiento a la perfección para septiembre de 2022 y, cinco días después de tener los embriones, se realizó el procedimiento de fecundación in vitro con Genisis Jaimes. Desde noviembre de ese año comenzó a crecer el bebé en el vientre de Genisis, cuatro meses después supieron que sería un varón, lo que siempre soñaron Angelo y Kevin.
El bebé nació el 23 de mayo de 2023, en el Sanatorio de los Arcos en Buenos Aires, y lo llamaron Stefano Gabriel. Angelo Vivas y Kevin Fernández se convirtieron en los primeros migrantes venezolanos en tener un bebé mediante la gestación subrogada en Argentina.
Ambos cumplieron un sueño. Recibieron la partida de nacimiento de Stefano Gabriel a los tres meses de su llegada al mundo y el DNI al mes. Tramitaron el pasaporte del bebé y estuvo listo en solo 15 días.
A los cinco meses de su nacimiento, Stefano Gabriel fue seleccionado como la imagen oficial de una cadena de ropa importante en Argentina y actualmente está en todo el país como modelo. En febrero del 2024, salió la campaña y ahora está como imagen oficial.
“Nuestras vidas cambiaron totalmente, pues vinimos a un país buscando calidad de vida y en realidad conseguimos algo más grande: con mucho sacrificio y trabajo pudimos formar una familia sólida”, cuenta Angelo.
El 29 de abril de 2024, Angelo, de 27 años; y Kevin, de 30; salieron de Argentina para radicarse en Barcelona, España. Lograron también cumplir su sueño de viajar a París junto a su bebé para celebrar su primer año.
“Aunque nos encantaría la idea de, en algún momento, volver a nuestro país, siempre lo descartamos por el hecho de que las leyes están muy atrás. Y siento que no hay visibilidad para una pareja como nosotros. El día que el país acepte y en la comunidad existan los derechos de formar una familia, ese día seguramente volveríamos. No sé si a vivir. Pero desde que salimos ya van seis años que no vamos”, reflexionó Angelo Vivas al contar su experiencia.
Una lucha que no se detiene
El Observatorio Venezolano de Violencias LGBTIQ+ advierte que el Estado venezolano “incumple con los tratados y recomendaciones internacionales de derechos humanos al no atender las exigencias” de esta población.
Asimismo, la organización alerta que la discriminación, el estigma y la violencia limitan a las personas LGBTIQ+ de vivir una vida plena, “traduciéndose en un menor nivel educativo, menor atención a la salud, la vivienda y el trabajo”.
Pese a ese panorama de discriminación y violencia, las personas LGBTIQ+ “continúan alzando su voz contra la violencia y el prejuicio, sin perder la esperanza que en algún momento sus exigencias históricas sean escuchadas” y que, al igual que en otros países de la región, finalmente sea real el matrimonio igualitario, la adopción en la familia homoparental y transfilial, una ley de identidad de género, así como otras políticas públicas e iniciativas sociales y legislativas orientadas a mejorar sus vidas.
Poco avance de la región para la familia homoparental
La adopción en una familia homoparental está permitida en Costa Rica, Brasil, Colombia, Uruguay y Argentina. En el caso de México, aunque la suprema corte decretó que las parejas de homosexuales tienen derecho a la vida familiar, 10 estados aún no reconocen el matrimonio igualitario y por tanto les es casi imposible adoptar como pareja.
De acuerdo con la Fundación Friedrich Naumann para la Libertad, la legalidad “no implica que no exista discriminación en el proceso, lo cual complica todavía más el procedimiento”. Añade la organización que a menudo esto se ve empeorado por el hecho de que el proceso está pensado para parejas heterosexuales; pues en México, por ejemplo, los formatos de adopción han pedido a parejas el nombre de “padre” y “madre”.
Una de las alternativas que han surgido para las parejas homosexuales en países como Chile, México y Guyana es la adopción como “soltero” por parte de uno de los miembros de la pareja; sin embargo, “esto no brinda todos los derechos que a las familias heteroparentales”.
@Andrea_GP21