Protestas 2017- Multimedia archivos - Página 2 de 3 - Runrun

Protestas 2017- Multimedia

INFOGRAFÍA Y VIDEO | A Neomar Lander lo habría matado una bomba disparada por la PNB
“Una cosa es lo que digan allá afuera, y otra cosa es lo que hacemos aquí”, afirmó un experto del Cicpc, y seguidamente aseguró que el adolescente de 17 años de edad fue impactado por una bomba que emanaba calor, disparada a poca distancia por un funcionario policial
A casi tres semanas del asesinato del joven manifestante, patólogos, bomberos, funcionarios del Cicpc, expertos de la extinta PTJ y abogados analizan para Runrun.es las causas de la muerte. Descartan la versión oficial y esperan el resultado de la investigación realizada por el Ministerio Público

 

Infografía: Juan Carlos Hernández

Edición del video: Abrahan Moncada

NEOMAR LANDER SALIÓ EL MIÉRCOLES 7 DE JUNIO a protestar contra el Gobierno de Nicolás Maduro con la esperanza de conseguir un mejor país. Viajó desde Guarenas a Caracas para marchar junto a su madre, su usual compañera en esta clase de eventos, y se reunió con el grupo de manifestantes con los que entabló amistad los últimos meses. Sin embargo, ese día Lander dejó a su mamá en Las Mercedes y partió a la avenida Libertador, en Chacao, con otros manifestantes. Lo siguiente que su madre supo fue que había muerto.

La marcha convocada por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para ese miércoles salía desde 15 puntos de Caracas. Ese día protestas en varios puntos de la ciudad fueron reprimidas. La movilización opositora que se dirigía al Consejo Nacional Electoral alcanzó la avenida Libertador cuando fue su turno de ser reprimida.

Lander se encontraba en Las Mercedes protestando en compañía de su madre y el grupo de manifestantes de la “La Resistencia”. Después de las 3:00 pm, el joven se fue con varias personas a la avenida Libertador de Chacao. Allí, él y los “escuderos” hacían frente a funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).

Infografía Muerte Neomar actual

A través de los videos captados desde un edificio y los relatos de algunos testigos se pudo conocer que Lander se ubicó, junto a otros manifestantes, en la calle que da acceso a la avenida Libertador por Chacao, en dirección este-oeste desde la avenida Francisco de Miranda. A pocos metros se encontraba un contingente de oficiales de la PNB en la parte alta, muy cerca del Centro Comercial Lido.

En uno de los videos se observa cuando el adolescente de 17 años de edad se separa del grupo y se va adentrando por la rampa hacia una especie de túnel que conduce a la Libertador. Allí se vé cuando lanza un fuego artificial que explota en el aire cerca de los funcionarios. El joven da vuelta en dirección este, para regresar con sus compañeros, pero en ese momento se escucha una detonación. Se puede ver a un funcionario de la PNB salir de formación, y queda oculto tras un árbol apuntando con su escopeta modelo M79 -desde la parte alta de la avenida Francisco de Miranda- hacia Neomar Lander, sin respetar la indicación de accionar su arma en un ángulo de 45 grados.

A los dos segundos se escucha una detonación, se observa un destello, se ve humo de lacrimógenas y luego aparece el cuerpo de Lander tendido en el asfalto boca abajo. Al fondo, tras una cortina de humo y a unos 10 metros del  joven, se observa una silueta que se mueve. Ese sería el funcionario que disparó en forma horizontal y de frente contra el joven una bomba que emana fuego, que impactó en el lado derecho del tórax de Neomar Lander causándole la muerte y quemaduras.

Al escuchar la segunda detonación, el grupo de espectadores que grababa lo que ocurría desde un edificio aledaño gritó: “lo mataron, lo mataron…”. Seguidamente, la cámara enfocó el cuerpo del joven tirado boca abajo en la calle, y luego fue recogido por dos de sus compañeros de “La Resistencia” que buscaron atención médica. Miembros de la Cruz Verde intentaron reanimarlo, ya que no tenía signos vitales y fue llevado a la Clínica Ávila, donde confirmaron su fallecimiento.

Video: Clips El Nacional y Cortesía

 

Lander participaba en las protestas desde abril, a pesar de vivir en Guarenas. Él se trasladaba a la ciudad cuando había protestas convocadas por la oposición, donde periodistas y fotógrafos lo inmortalizaron en imágenes con el rostro cubierto y pancartas con los colores de Venezuela. El joven de 17 años de acuerdo a allegados hacía un curso de bartender.

La protesta continuó luego de la muerte de Neomar. La represión también. El lugar donde dio su último respiro fue escenario de enfrentamientos. La azotea de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura, ubicada en Chacao, fue tomada por hombres que disparaban contra los manifestantes, impidiendo incluso el acceso de la policía judicial y los medios de comunicación al sitio donde había muerto Neomar Lander, lo que impidió resguardar de inmediato el lugar donde cayó herido.

La polémica sobre qué y quién mató a Neomar Lander también continuó. Inmediatamente después de que el joven murió, funcionarios y dirigentes del oficialismo comenzaron a rea el supuesto fallecimiento del adolescente a consecuencia de la explosión de un mortero, que habría tenido en su poder.

Lo que vieron los patólogos

Las versiones oficiales sobre la muerte de Lander presuntamente con un explosivo de fabricación artesanal comenzaron a circular desde antes de que se tuviera el resultado de la autopsia del joven, sin pruebas, ni elementos que confirmaran esta información.

Mientras, los expertos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y del Ministerio Público se disputaban el derecho a realizar los exámenes forenses al cadáver en la Morgue de Bello Monte. Finalmente el cuerpo del joven habría sido evaluado por expertos de ambas instituciones, aunque la responsabilidad de presentar el resultado del examen quedó en manos del Cicpc.

“Nunca había visto una herida así”, aseguró asombrado un patólogo muy experimentado que presenció el procedimiento y que pidió no revelar su identidad. Descartó de plano que hubiera sido un mortero el objeto que causó la herida y la muerte de Neomar Lander. “Si hubiese sido un mortero el daño sería mucho mayor, hubiera comprometido o destrozado dedos, manos y hasta el cuello”.

Agregó que el cadáver presentaba “tatuajes de pólvora en la parte interna de los brazos, herida necrosada en el tórax producto de quemadura y aunque la herida era un poco irregular, no se compara con la que hubiera producido el estallido de un explosivo (como un mortero). No toco la cara”. Lander también tenía pequeñas quemaduras en parte de la pierna derecha, por lo que se presume que se agachó o dobló la pierna para protegerse al ver venir el proyectil.

En entrevistas concedidas a distintos medios de comunicación, Antonieta de Dominicis, vicepresidenta de la Sociedad Venezolana de Medicina Forense y ex jefa de Anatomía Patológica de la División de Medicina Legal del Cicpc, ofreció su opinión con base a la herida que presentaba Neomar Lander. “La fractura de los arcos costales puede haber producido perforación a nivel del pulmón derecho, el cual va a sangrar y pudo haber producido un hematórax…”, dijo a Efecto Cocuyo.

Otras patólogas que pudieron revisar el cadáver coinciden en que la lesión que presentaba Lander no pudo ser ocasionada por un mortero, y aunque no se atrevieron a asegurar que se tratara de una bomba lacrimógena, no dudaron en afirmar que el joven fue impactado por un objeto contundente.

Expertos en homicidios y balística responden sin dudar

Funcionarios expertos en homicidios y balística del Cicpc también fueron consultados por RunRun.es. Aunque pidieron no revelar su identidad, no titubearon al referirse al homicidio: “Lo mató el impacto de un objeto contundente o proyectil disparado a corta distancia por uno de los policías. Para mí fue una bomba lacrimógena, de eso no tengo dudas. Y digo proyectil, porque el término define a un objeto que se proyecta o se lanza con fuerza con un arma de fuego”, aseguró uno de los especialistas. Otro de sus colegas coincide en que se trató de un objeto contundente disparado por un funcionario policial, pero considera la posibilidad de que pudiera tratarse de una bomba aturdidora.

Ambos descartan completamente la versión oficial de la muerte por explosión de un mortero y sobre esa teoría defendieron el trabajo criminalístico y científico que hacen los investigadores dentro del Cicpc: “Una cosa es lo que digan allá afuera, y otra cosa es lo que hacemos aquí. A ese muchacho lo mató el impacto de una bomba”, confirmó y continuó con la explicación técnica del hecho.

El comisario Luis Godoy, quien fue jefe de la División contra Homicidios de la antigua Policía Técnica Judicial, con más de 20 años de experiencia, aseguró con base en los videos y testimonios que existe 90% de probabilidad de que una bomba lacrimógena fuese la causante de la muerte del menor de edad.

El comisario planteó que la fuerza con que salió disparada la bomba lacrimógena perforó el pecho de Lander, justo en el momento en que se accionó el artefacto para que saliera el gas lacrimógeno contenido. Por el aspecto de la lesión no se trataría de una explosión, sino de una lesión presumiblemente ocurrida por una llamarada que parece provenir desde dentro de la piel, posiblemente ocasionada por la deflagración de la pólvora de la lacrimógena, señaló Godoy.

Coincide con el análisis de Cristian Fuentes, quien fue bombero por más de 5 años y es experto en seguridad. “Lo que creo que ocurrió fue el impacto directo con una bomba y la deflagración (quema de la pólvora) se generó directamente sobre la piel. Es como si tuvieras un chorro de fuego, algo similar a un volcán, que lo prendes y salen fuegos artificiales hacia arriba. Agarra ese volcán y pégatelo al cuerpo, te va a generar una quemadura desde adentro hacia afuera. Algo así fue lo que le sucedió al muchacho. ¿Qué le pegó? no sé. Pudo ser una bomba de aturdimiento, de esas que llaman flashbang, que ocasiona un impacto de sonido fuerte y genera gran cantidad de luz por una quema exagerada de la cantidad de pólvora y los elementos químicos que tiene. Y esto le impactó justo en el pecho”.

El comisario Mario Del Giudice también formó parte de la extinta PTJ, ha escrito varios libros de criminalística y es experto en armamento y balística, explicó que dependiendo de la evidencia que se colectó y que quedó en el lugar del hecho se puede precisar cuál fue el proyectil que mató a Neomar Lander. Pero para eso es necesario un manejo adecuado de las evidencias.

“En este caso fue una bomba lacrimógena, posiblemente trifásica, con una función muy distinta, con una mecha que tiene pólvora, eso se llama deflagración y va echando candela. Como esa bomba no se hizo para ser disparada a corta distancia, no explotó, impactó. Y en la medida que fue deflagrando la pólvora iba echando humo, pero no completamente”, explicó el comisario, que también es profesor de postgrado.

Godoy recalcó que en la lesión de Lander, observada a través de una fotografía difundida por redes sociales, se nota una marca oscura de forma semicircular que pudiese ser el cartucho de pólvora que penetró en el pecho del joven. Una captura de los objetos encontrados en la escena del suceso muestran una bomba lacrimógena con sangre seca en su interior.

“El tuvo la mala suerte de que a parte del impacto fuerte que le pudo haber ocasionado la muerte, la bomba deflagró exactamente al momento del contacto en el pecho”, dijo el comisario Luis Godoy, quien destacó que otro elemento a considerar al evaluar la lesión era la contextura física de Lander, quien era bastante delgado.

Las bombas lacrimógenas, cuyo cartucho mide 40mm de diámetro, son disparadas desde una escopeta modelo M79 con una velocidad entre 70 y 80 metros por segundo, alcanzando distancias entre 350 y 450 metros. Godoy explica que la pólvora de la bomba empieza a quemarse apenas deja el cañón, y en segundos puede alcanzar altas temperaturas capaces de dejar quemaduras. “Esa es la quemadura que existe en el pecho”.

NeomarLander

“Las quemaduras por fuegos artificiales no se presentan de esa manera”

Cristian Fuentes atendió centenares de casos de personas con lesiones ocasionadas por fuegos artificiales, como morteros, en su carrera como bombero. Luego de revisar imágenes de la herida sufrida por Neomar Lander explicó: “Las quemaduras con fuegos artificiales no se presentan de esa manera. En primer lugar, porque de una detonación cerca del cuerpo siempre va a generar una explosión y esa explosión va a tener un levantamiento de la piel, y un desprendimiento de la piel de manera rasgada. Además de avulsión de los miembros, en el caso de la mano, es decir se te arrancan o desprenden los dedos por la fuerza de la detonación”.

El comisario Godoy, ex jefe de homicidios de la PTJ, coincide en que si la lesión hubiera sido ocasionada por la explosión de un mortero, Lander presentaría mutilaciones en las manos y perforaciones mayores en el tórax y el rostro. Destacó igualmente que en el video no se observa ningún tipo de humo blanco cerca del cuerpo de Lander, el que habría quedado producto de la detonación del presunto explosivo.

Añadió que la lesión de Lander presenta bordes definidos y su figura es circular, en lugar de poseer los bordes indefinidos y forma irregular como sucede con las heridas producidas por explosiones de artefactos caseros o morteros.

Mientras que Del Giudice precisó que la magnitud de la herida presentada por Lander está relacionada con corta distancia a que fue disparado el proyectil.  “Si hubiese sido un mortero ahí hubiera quedado solo la correa y el pantalón”, dice exagerando un poco, para dar una idea gráfica de la magnitud del daño que puede causar un explosivo de ese tipo.

El ex bombero explicó la razón de algunas de las lesiones tenía Lander: “Las quemaduras en el brazo son heridas de defensa; él trató de poner el brazo para esquivar el trancazo y una posible esquirla del plástico de la bomba le pudo haber cercenado parte del dedo meñique”. Fuentes insistió en que si la víctima hubiese tenido un mortero se hubiese quedado sin mano y sin pecho.

Similar al caso Pernalete

El comisario Luis Godoy comparó el caso de Neomar Lander con el de Juan Pablo Pernalete, el joven que fue asesinado durante una protesta el 26 de abril por el impacto de una bomba lacrimógena disparada horizontalmente y a quemarropa por un funcionario de la GNB. “Es exactamente lo mismo que pasó con Pernalete. A ambos les fue disparada una bomba lacrimógena de manera horizontal por un funcionario de seguridad del Estado. Sin embargo, la bomba que impactó a Pernalete no explotó, y solo fue una contusión que partió la vértebra y esta perforó el pulmón”, afirmó.

“El pronunciamiento del Ministerio Publico debería ser igualito al del caso de Juan Pernalete”, asegura también el comisario Del Giudice, y advierte que las pruebas que se deben realizar en estos casos no son solo el protocolo de autopsia. Además debe haber inspecciones en el sito del hecho y se deben hacer experticias fisicoquímicas y biológicas, entre otras para determinar con certeza lo ocurrido.

Los consultados concluyen que Neomar Lander no fue víctima de una muerte accidental. “Si lo mató una bomba disparada por un PNB eso fue un homicidio calificado, por motivos innobles, pues el funcionario sabía que una bomba disparada a corta distancia y en forma directa se convierte en un objeto letal”, explicó el abogado Joel García, especializado en Derechos Humanos. En este caso la responsabilidad por el homicidio del adolescente recae sobre el funcionario que disparó, pero también sobre toda la cadena de mando de la PNB, incluyendo al director de este cuerpo de seguridad.

Padre de Juan Pernalete: “Mi hijo es mi héroe porque es un ejemplo a seguir”

José Pernalete y Elvira Llovera perdieron a su hijo el 26 de abril, cuando Juan Pablo fue asesinado por un Guardia Nacional Bolivariano.
Hoy pasan el día del padre sin el único hijo que tuvieron, e intentan limpiar su nombre de los adjetivos de “terrorista” y “criminal” que voceros del oficialismo han usado para descalificar a los jóvenes como Juan Pablo, que piensan diferente y solo quieren un mejor país.

@mpaolams

Video: Abrahan Moncada | @Monkda92

JOSÉ PERNALETE ACOMODABA CUIDADOSAMENTE, en el sofá y la mesa de la salita de entrevistas, los uniformes, trofeos, medallas, fotos, reconocimientos y otros recuerdos que conserva de su hijo Juan Pablo Pernalete Llovera, asesinado el 26 de abril cuando manifestaba contra el gobierno de Nicolás Maduro. Mientras colocaba cada objeto, preguntaba con insistencia: «Esto lo hace un terrorista?, Esto lo hace un terrorista, ha?».

Todo lo fue sacando poco a poco de bolsas y carpetas con organizadores de plástico transparente: Las franelillas del equipo de baloncesto del Colegio María Santísima, donde Juan Pablo estudió hasta bachillerato; el uniforme del quinteto de la Universidad Metropolitana, donde cursaba Contaduría; las cartas de reconocimiento que recibió de los organizadores del Modelo de Naciones Unidas y la NBA; las fotos de su graduación; los vídeos de los perros que rescató; las medallas de las competencias que ganó; las tarjetas que le regalaba a su mamá y las reflexiones que escribía en hojas blancas y pegaba en el closet de su cuarto.

Medallas Juan Pernalete

«Lo asesinaron por expresarse, por querer un mejor país. Miren todo lo que hizo mi hijo con tan solo 20 años. Qué más habría hecho si lo hubieran dejado vivir?», dijo el padre del estudiante asesinado con una bomba lacrimógena disparada por un GNB. Intentaba en vano contener el llanto, sin detenerse en su misión de mostrar con orgullo cada pieza de su tesoro familiar. Nunca se sentó, recorría sin parar la pequeña habitación, revisaba entre los papeles y consolaba a su esposa Elvira Llovera, que lo acompaña en la tarea de dar a conocer quién era Juan Pablo Pernalete, su único hijo.

Para José Pernalete, su hijo es un héroe. “Tal vez el héroe de muchos, porque es un ejemplo a seguir”. Por esa razón, él y su esposa se han dado a la tarea de mostrar la historia de su hijo, mostrar pequeños retazos de lo que hizo en sus 20 años de vida, y de su personalidad.

Elvira Llovera reconoce que temía cada vez que Juan Pablo dejaba la casa para participar en las manifestaciones opositoras. “¿Cómo podía decirle que no, si él luchaba por los ideales en los que creía?. A veces me pregunto, ¿y si no hubiera ido ese día? Pero sé que hoy estaría todavía luchando en las calles por querer un mejor país”.

“Por eso su papá y yo vamos a seguir luchando por él, y tenemos que dar a conocer su historia para que vean a qué muchacho y a que familia destruyeron”.

Familia Juan Pernalete

Gran jugador de básquetbol, protector de los animales, defensor de los necesitados, estudiante de altas notas, participante de modelos de naciones unidas. Son algunos de los rasgos con que los Pernalete Llovera recuerdan a su hijo y por los cuales personas dentro y fuera de Venezuela también lo recuerdan.

Desde niño, participó en incontables partidos de basquetbol de la Liga Nacional Estudiantil y representó al país a nivel internacional cuando jugó con el equipo venezolano en la Eurobasket. Su gran habilidad con el balón le ganó puestos en todos los equipos de las instituciones donde estudió, tanto a nivel primario y secundario como universitario, cuando estudió un semestre en la Universidad Central de Venezuela (UCV) y luego en la Universidad Metropolitana (Unimet) que lo becó por su excelente desempeño en el deporte. Sus padres conservan todas las camisetas que usó en sus juegos.

Unas semanas atrás, uno de los sueños del fanático del baloncesto llegó a hacerse realidad cuando la NBA (Asociación Nacional de Basquetbol de Estados Unidos) conoció la historia del joven y le envió una carta dando las condolencias a los padres.

NBA Juan Pernalete

Otra carta les llegó a los padres de parte de Eduardo Abrams, secretario General del Modelo de Naciones Unidas del Colegio María Santísima, donde Juan Pablo estudió. “Hasta este día aún reconozco que él le salvó la vida a MASMUN. No exagero cuando digo que cayó como un ángel ante nosotros”, escribió Abrams sobre su antiguo compañero.

En la Universidad Metropolitana el joven cursaba la carrera de contaduría para seguir los pasos de su madre.

Frente a una decena de trofeos, un centenar de medallas y reconocimientos, José Pernalete admitió que él junto a su esposa continuarán luchando para que los sueños de su único hijo se cumplan. “Nos tocó esto y no se lo deseamos a nadie. Pero tenemos que salir adelante”.

A pesar de su aflicción, la importancia de la protesta no ha disminuido para ellos. Al contrario, creen que cada uno de los jóvenes que salen a las calles a protestar por la libertad y el bienestar son unos valientes. “Ellos llevan una responsabilidad tan grande por el país, por todos nosotros”, dijo Llovera.

Los demás jóvenes que han perdido la vida durante las protestas de los últimos dos meses y medio han estado en sus pensamientos y oraciones. “Todos esos muchachos tienen una historia que contar, una historia bonita, que no son historias de delincuentes. Son héroes”.

“Mi hijo dejo muchas cosas buenas por hacer”

Los ideales de Juan Pablo quedaron plasmados en cartas y escritos que pegaba en su armario, papeles a los que sus padres ahora se aferran para mantener vivo su recuerdo.

Escrito Juan Pernalete

Uno de los escritos que Juan Pernalete mantenía en su armario

Una de sus últimas cartas, escrita en el 2014, fue dedicada a su madre. “Hay palabras que nunca salen de mis labios por creer que no son necesarias, pero hoy madre quiero decirte muchas cosas con la esperanza de que no sea tarde, decirte que te amo, gracias por darme la vida y luchar por mi”.

La amabilidad de su hijo no desvanece de la memoria de sus padres, quienes adoptaron una niña con cáncer hace años y recuerdan que, cuando su hermana adoptiva necesitó una costosa operación para batallar con su enfermedad, Juan Pablo vendió el carro que le habían regalado para ayudar con los gastos, por los cuales aún mantienen deudas.

Elvira y José quedaron con seis perros –Canelo, Tequila, Dulcita, Cossette, Napoleón y Abril – y un gato –Richard Parker–, todos rescatados por Juan, quien llegó a tomar cursos de primeros auxilios para animales. A los perros que no pudo mantener en su casa, los bañaba y curaba para encontrarles otro hogar en donde fueran bien cuidados.

Carta Juan Pernalete

Carta de deseos de navidad que Juan Pernalete escribió en 2008

Los Pernalete Llovera recordaron, con lágrimas en los ojos y el atisbo de una sonrisa en el rostro, las reuniones que hacía su hijo con sus amigos en su casa, en las cuales siempre era el centro de atención. Como el día en que pidió permiso para hacer una pequeña fiesta de fin de año escolar en su casa, pero terminaron asistiendo más de 80 personas, relata José Pernalete, a quien le tocó repartir los pasapalos en esa ocasión. «Nos sobran historias que contar», dijeron.

Una hora después de haber iniciado la entrevista aún había álbumes de infancia por mirar, fotos del bebé Juan Pablo, la tarjeta de vacunación, un pañal y el primer monito que utilizó, que su madre guarda en una cajita de regalo. Dos cuadros que su amigo, Oscar Olivares, hizo de él tras su muerte también estaban allí.

José y Elvira Pernalete detallaron con ejemplos los valores y la responsabilidad que le habían inculcado a su hijo. Leyeron el contrato familiar que habían suscrito con Juan para regular el usos del celular y recalcaron que el muchacho de 20 años era muy religioso. «Iba a misa todos los domingos. El decía que quería estar cerca de Dios».

Los crímenes de los represores siguen sin castigo
La Guardia Nacional Bolivariana, la Policía Nacional Bolivariana y los cuerpos policiales de 5 estados se han visto involucrados en 22% de las muertes ocurridas en medio de las protestas
La GNB es el cuerpo de seguridad que acumula la mayor cantidad de asesinatos
47,3% de los casos que involucran a las fuerzas del Estado permanecen sin ningún imputado

 

@loremelendez

LOS TESTIGOS DICEN QUE MERVINS GUITIAN quedó paralizado en medio de las balas y las botellas. Eran más de las 9:00 pm cuando bajaba por la calle principal del barrio 5 de Julio, en Petare Norte, donde se encontró con una escena inesperada. Efectivos de la Guardia Nacional se habían atrincherado en la entrada de la barriada y, desde allí, disparaban al grupo de jóvenes que le respondía con piedras y recipientes de vidrio. “Vente pa’ acá, convive. Vente pa’ acá”, le gritaron varios de los manifestantes desde el paredón en donde se escondían. Pero Mervins, quien tenía un leve retraso mental y sufría ataques de epilepsia con frecuencia, no respondió y cayó segundos después, cuando la bala de un fusil le llegó al abdomen y horas después le cobró la vida. Pese a que los señalamientos contra los uniformados aparecieron inmediatamente después de su muerte, aún no hay ningún señalado por el caso del muchacho de 25 años que era obrero de la Alcaldía de Sucre.

“No quiero ver un guardia más cometiendo una atrocidad en la calle”, advirtió este martes 6 de junio el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, 24 horas después de una jornada en donde las cámaras de periodistas y manifestantes captaron numerosos momentos en los que los efectivos robaban, acosaban y agredían a periodistas, diputados y a los asistentes al “plantón” que la oposición venezolana convocó el lunes en diversos puntos de Caracas.

Pero el regaño llegó tarde. Las manos de decenas de funcionarios represores en todo el país, como los que accionaron sus armas contra Mervins, ya están llenas de sangre. Porque Mervins no es la única víctima mortal de las fuerzas del Estado que espera por justicia. En medio de las protestas que comenzaron el pasado 1 de abril, 19 personas (22,6% de las 84 que han fallecido, de acuerdo con cifras de Runrun.es) han perdido la vida por la acción desmedida de policías y militares que comandan la represión. Hay 9 casos (47,3% de los 19) que, pese a las denuncias, se mantienen sin imputados y otros dos en los que se libraron órdenes de captura contra funcionarios que permanecen prófugos.

Entre esas muertes sin acusados está la de Juan Pernalete, quien cayó en Altamira, municipio Chacao del estado Miranda, luego de que una bomba lacrimógena disparada de frente y a pocos metros por un efectivo de la GNB, le pegara en el pecho, le rompiera el esternón y le perforara los pulmones. También la de Armando Cañizález y Miguel Castillo, asesinados en Las Mercedes, municipio Baruta de Miranda, con municiones metálicas que presuntamente fueron disparadas por las escopetas de las fuerzas del Estado. Y la de Hecder Lugo, quien murió por un balazo que un Guardia Nacional supuestamente le disparó a quemarropa en el sector Los Tulipanes, en San Diego, estado Carabobo.

Tales actuaciones han despertado no solo el rechazo de la opinión pública, sino también de la Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, quien dirigió unas palabras a los uniformados tras revelar y fustigar que la GNB había disparado la bomba directamente contra Pernalete.

«Yo quiero señalar, a quienes ejercen funciones policiales de orden público, que disparar bombas lacrimógenas con escopetas a las personas, directo al cuerpo, está prohibido, no solamente por las propias instrucciones que están aquí (dijo mientras levantaba una lacrimógena) sino por los estándares nacionales e internacionales (…) Preocupa mucho que tengamos más de 500 lesionados por derechos fundamentales. Eso significa que más de la mitad de las personas que han sido lesionadas han sido producto de la acción de los cuerpos de seguridad del estado por el uso de la fuerza».

Varios heridos de gravedad se han convertido en casos conocidos. En Carora, Hender Martínez, un joven militante de del partido Un Nuevo Tiempo, perdió el ojo derecho debido a los perdigonazos que lo alcanzaron. Pedro Yammine fue arrollado por una tanqueta en Altamira, municipio Chacao del Área Metropolitana de Caracas, un ataque que le dejó siete costillas y ambos omóplatos fracturados, además de aire fuera de sus pulmones. A otros, como a Alejandro Guinand, el impacto de las bombas lacrimógenas le rompió la cabeza cuando cruzaba el Guaire para huir de los ataques de los cuerpos de seguridad. Al periodista Román Camacho, el golpe de una bomba le rompió la pierna derecha mientras cubría una manifestación. 

heridos_gnb090617

Ellos, los represores

Quienes reprimen, y quienes han sido señalados por los asesinatos de los manifestantes, son hombres jóvenes. Sus edades oscilan entre los 31 y 41 años de edad, mientras que sus rangos son bajos: casi todos los guardias implicados son sargentos y solo uno es capitán, y esta tendencia suele repetirse en los policías involucrados en los crímenes. Para Rocío San Miguel, esta caracterización se debe a que los destacamentos de la Guardia Nacional delegan a su tropa profesional las funciones de orden público y sus miembros suelen estar a mitad de su carrera. Un Policía Nacional consultado por Runrun.es, agrega que este cuerpo envía a la calle a los oficiales y a los oficiales agregados, es decir, también a los de menor nivel.

Un papel importante es el que juega la preparación de los oficiales para el control del orden público. El PNB, perteneciente a la división de Mediación y Negociación, explica que en el pasado, quienes se dedicaban a estas labores debían hacer un curso de 9 meses para especializarse en el tema. Ese lapso se redujo ahora a solo un trimestre. La declaración coincide con una afirmación de San Miguel, quien reveló que en los últimos años se ha registrado en las Fuerzas Armadas “una graduación masiva de tropa profesional en cursos de muy poca duración”. El entrenamiento en las técnicas del empleo del uso de la fuerza y la adaptación a la vida militar se hacen vía exprés.

“La otra variantes es que la doctrina de empleo ha quedado completamente distorsionada cuando permites la existencia de la resolución 8610. Mientras perviva el uso de la fuerza letal para el control de las manifestaciones públicas, va a seguir ocurriendo esto”, indica la experta.

Pero San Miguel advierte que la responsabilidad de las muertes ocurridas durante las protestas no solo recae sobre los que están al frente de estas movilizaciones. “El represor no es solo el que ejecuta la orden o quien reprime disparando el gatillo. Es quien da la orden, es el que imparte la doctrina, es quien toma la dirección política del control de las manifestaciones”, asegura. inforepresores_080617

GNB impune

La Guardia Nacional es el cuerpo de seguridad que acumula responsable del mayor número de muertes en las protestas de los últimos 60 días. En 9 casos se les ha señalado, pero apenas en uno hay imputados: los sargentos segundos Yelfrin Junior Carmona Milán José Gregorio Rodríguez Peña Brayan Edgardo Lemus Vivas fueron detenidos por el asesinato de Manuel Felipe Castellanos, ocurrido en mayo en Tucapé, estado Táchira.

En Lara hay dos casos en los que se libraron órdenes de aprehensión, pero aún no ha sido capturado ningún funcionario. Sucedió con Gruseny Antonio Canelón, a quien le dispararon a quemarropa dos perdigones plásticos en el tórax en abril pasado, proyectiles que suelen utilizarse en el control de las manifestaciones, pero que resultan letales cuando despide su carga a corta distancia. En su muerte hay 14 GNB involucrados. También pasó con Eyker Daniel Rojas, a quien le dieron un balazo en el rostro en la calle 61 de Barquisimeto. Por este hecho, se solicitó el arresto de otros cuatro guardias. Hasta ahora, ninguno se ha puesto a las órdenes de la justicia y, según el abogado del Foro Penal en esa entidad, Pedro Troconis, la Fuerza Armada no ha dado información sobre sus paraderos.

A los efectivos también se les ha implicado en las muertes de Guitian, Pernalete y Lugo, ya mencionadas, y en las de Diego Arellano, en Miranda; Adrián José Duque, en Zulia; y Manuel Sosa, en Lara. En la mayoría de los sucesos, utilizaron sus armas de reglamento, ya sean las escopetas con bocacha con las que lanzaron las lacrimógenas, o las carabinas con las que dispararon perdigones. La letalidad de las mismas se hizo patente cuando las usaron de manera indebida: cuando apuntaron de frente a los marchistas con las bombas, accionaron a quemarropa sus armas o las “aliñaron” con municiones prohibidas, como bolas metálicas y metras.

“Los términos de la represión en Venezuela, los desanclajes de los parámetros legales en la actuación debida, en el cumplimiento de la ley, vienen estimulados fundamentalmente por el discurso de odio, por los niveles de participación política que hay dentro de las instituciones policiales como dentro de las militares”, apunta Rocío San Miguel, presidente de la ONG Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, y agrega que no existe ningún tipo de sanción moral ni política que evite que ocurran los excesos.

La experta advierte que dentro de estos mismos cuerpos se han creado mecanismos que incentivan la lealtad por medio de recompensas que destrozan los parámetros de principios y los códigos de honor.

“Eso viene dándose de muy diversas maneras. A veces aquellos individuos que son leales a la revolución son premiados con formas de corrupción y destacan de una manera descollante con respecto a otros, que se quedan rezagados. Eso funciona como combustible para volverse represor”, asevera. “La actuación de la Guardia Nacional en las protestas ha sido desmedida e injustificada. Más que controlar el orden, lo que busca es atemorizar a la población. Aquí no cabe la palabra represión porque no la debería haber. En su lugar, lo que se debe trabajar es la prevención, porque las fuerzas del orden público deben preservar la integridad física de los manifestantes. La protesta es un derecho que tienen”, afirma Luis Alberto Buttó, director del Centro Latinoamericano de Estudios de Seguridad de la Universidad Simón Bolívar y experto en temas militares.

Excesos regionales

Contrario a lo que sucede con la Guardia Nacional, en los casos en los que se han visto implicados funcionarios de las policías estadales sí se han reportado imputados e, incluso, acusados. Las investigaciones del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, así como la acción del Ministerio Público, han sido mucho más efectivas y la impunidad se registra en 28% de las muertes. Los cuerpos señalados por cometer estos excesos son los de Carabobo, Zulia, Táchira y Bolívar, todos gobernados por autoridades chavistas.  

Dos uniformados de Carabobo serán llevados a juicio por el asesinato de Daniel Queliz, en Valencia; mientras que otro oficial de esa misma fuerza fue detenido por el caso de Christian Ochoa, ocurrido en la capital de la entidad.

Un agente de la Policía del Táchira también fue arrestado por la muerte de Diego Hernández en Capacho Nuevo. Cinco oficiales de la Policía del Estado Bolívar, junto a un miembro de la Milicia Bolivariana, fueron implicados en el homicidio de Augusto Pugas, ocurrido dentro del campus de la Universidad de Oriente, en Ciudad Bolívar. A un funcionario de la Policía de Anzoátegui lo detuvieron por el deceso de César Pereira, en Lechería.

De los 7 casos que involucran a policías estadales, hay dos que permanecen sin ninguna detención. Uno de estos es el de Luis Eloy Pacheco, quien según testigos y familiares recibió un disparo en el mentón durante una protesta en el municipio Carlos Arvelo de Carabobo, por parte de un funcionario de esa entidad. Lo mismo sucede con Miguel Medina, quien supuestamente cayó a manos de un Polizulia durante una manifestación en La Pomona, en Maracaibo. Ninguna de estas dos muertes fue incluida en el balance que el Ministerio Público ha hecho sobre los caídos en las marchas.

Protestas 2017: En 88,1 % de las muertes no hay imputados
La mayoría de los muertos, 73 (96 %), son civiles. Los otros 3 son funcionarios de los cuerpos de seguridad del Estado: 1 efectivo de la Guardia Nacional y 2 Policarabobo
Llama la atención que la justicia ha actuado de manera más expedita en los casos de los uniformados caídos. En 2 de esas 3 muertes, 66,6 %, ya tiene imputados
La efectividad no ha sido la misma en los casos de los civiles: apenas 7 de los 73 tienen personas señaladas por el crimen. 90,4 % permanece sin un presunto victimario identificado
El registro también apunta que 47 de las muertes (es decir, 61,8% de los casos) han sido causadas por balas. Otras 5 personas (6,5% del total) han sido asesinados por perdigones o metras
La población joven es la más vulnerable a los ataques represivos: 48 de las 76 víctimas (63,1 %) eran menores de 30 años

 

@loremelendez

LAS CIFRAS RECOGIDAS POR RUNRUN.ES, desde el 1 de abril hasta el 23 de mayo de 2017, indican que 76 venezolanos han caído en el contexto de las manifestaciones y protestas en contra del gobierno de Nicolás Maduro. El número es superior al del Ministerio Público que, hasta ahora confirmó que abrió investigaciones por la muerte 57.

La diferencia entre ambas cifras radica en que Runrun.es está contabilizando todas las víctimas que han caído en los sitios que son escenarios de protestas o saqueos, y que se encuentran tomados o bajo el control de cuerpos de seguridad del Estado. En estos casos, la forma de muerte ha sido verificada y levantada en las distintas morgues con testimonios de familiares y allegados a los fallecidos, quienes aseguran que murieron en el marco de hechos relacionados con las manifestaciones.

En este grupo están cinco personas que murieron electrocutados en los disturbios de El Valle del pasado 20 de abril: Manuel Pérez, Natalie Martínez, José Ramón Gutiérrez, Ángel Lugo Salas y Estefany Tapias; Carlos Eduardo Aranguren Salcedo, quien recibió dos disparos en medios de la revuelta del 2 de mayo en Puente Baloa, Petare; cinco casos registrados durante los saqueos en Carabobo, ocurridos entre el 2 y 4 de mayo: Daniel Gamboa, Jesús Asdrúbal Sarmiento, Luis Eloy Pacheco Carlos Mora, un menor de edad y un hombre no identificado; Miguel Medina, asesinado en el sector La Pomona de Maracaibo, en Zulia; tres hombres presuntamente ajusticiados durante los saqueos de Santa Eulalia, en Miranda: Freddy Jerson Ramírez Calderón, Reinaldo Márquez Rada y una persona sin identificar; un menor de edad que cayó en medio de protestas en Capacho Nuevo, en Táchira; John Alberto Quintero, en Barinas; e Ynigo Jesús Leiva, en El Valle, Caracas.

infografiacaidos_2452017

VIDEO PNB  golpeó con escudo y cascos al diputado Rafael Guzmán

diputadoagredido

 

Al menos 10 funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) agredieron con escudos, cascos y golpes al diputado de la Asamblea Nacional Rafael Guzmán, quien también fue víctima de la represión policial en Chacaíto, Caracas, durante la manifestación opositora de este sábado.

Un video publicado por Caraota Digital muestra cómo el parlamentario intenta evitar que los funcionarios se lleven a un menor de edad durante la protesta convocada por la Mesa de la Unidad Democrática.

«Te estás llevando a un menor de edad. Yo soy diputado de la Asamblea Nacional», expresó el parlamentario luego de que lo golpearan e intentaran «calmarlo».

 

[Videos] Tres miradas sobre el asesinato de Juan Pernalete

Por Grisha Susej Vera para El Pitazo

LA CAUSA DE MUERTE DE JUAN PABLO PERNALETE, joven asesinado en una manifestación en Altamira el 26 de abril, es aún desconocida. Un video de los últimos minutos de la vida de Pernalete, un informe preliminar de la autopsia, la declaración de amigos, vecinos y comerciantes de la zona, de un periodista y el acta de defunción es lo que se tiene hasta el momento. Los amigos que estaban con él dijeron a la prensa ese 26 de abril que el estudiante de la Universidad Metropolitana fue asesinado por el impacto de una bomba lacrimógena.

Debido a la opacidad que existe sobre la causa de muerte de Pernalete, El Pitazo conversó con los habitantes de la zona, los trabajadores de los comercios cercanos al lugar de los hechos, con Marco Morín, el reportero gráfico que publicó el video de los últimos instantes de vida de Pernalete, y con Juan Carlos Solórzano, fotógrafo profesional, quien realizó un análisis cuadro a cuadro del video publicado por Morín.

Medios estatales, tomando en cuenta el video de Morín y el informe preliminar de la autopsia, presentaron un análisis del asesinato de Pernalete. A la interpretación de estos medios se le sumó las declaraciones de algunos dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv). Diosdado Cabello, diputado a la Asamblea Nacional por el estado Monagas, sin prueba alguna, dijo en su programa Con el Mazo Dando, del día 26 de abril, que la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) no estaba en Altamira cuando asesinaron a Pernalete. Declaraciones de vecinos de la zona y de Marco Morín que presenció los hechos lo contradicen, pues aseguran la presencia de la GNB en Altamira y el bombardeo de gases lacrimógenos.

Asimismo, el día 28 de abril en su primera página el diario de circulación nacional Últimas Noticias publicó, que de manera preliminar la autopsia realizada por la Unidad Criminalística del Ministerio Público, reveló que Pernalete pudo haber sido asesinado con un arma de perno. Ese mismo día, en el programa La leyes del pueblo, conducido por María Alejandra Díaz y teniendo como invitado a Ricardo González, conductor del programa Zurda Conducta, presentaron un análisis del video de los últimos minutos de vida de Pernalete y señalaron que el joven fue abandonado, que todo es una táctica de la oposición para convocar a más personas y que el video evidencia que allí no había combate.

Lee también: INFOGRAFÍA Fuentes policiales aseguran que a Juan Pernalete lo habría matado el impacto de una lacrimógena

Sobre este mismo video, otro sobre cómo se encontraba la zona y los hallazgos preliminares de la autopsia, se fundamenta un reportaje de Larissa Costa publicado en la página web de Alba Ciudad 96.3 FM el 30 de abril. En el texto se plantean aspectos como: que no habían guaridas en el lugar, que el humo que se observa es de la barricada e induce a la hipótesis de que los rescatistas de Pernalete, según el video, pudieron asesinarlo en ese momento con un arma de perno.

Por su parte, Ernesto Villegas, ministro de Comunicación e Información, se pronunció el 29 de abril para indicar que Pernalete posiblemente fue asesinado por una pistola de perno cautivo y no por una bomba lacrimógena. Asimismo llamó la atención de la manera tan “ligera” en la que los medios internacionales han informado que el joven murió producto del impacto de una bomba lacrimógena.

Vecinos y comerciantes de la zona

En la segunda cuadra de la entrada a la urbanización Altamira, desde el distribuidor del mismo nombre, se encuentran negocios y residencias. Desde allí, al menos la cámara de Italcambio y tres celulares particulares grabaron los hechos del 26 de abril. Quedaron las imágenes de la represión y los últimos minutos de vida de Juan Pernalete. El Pitazo habló con cuatro habitantes y nueve comerciantes la mañana del 4 de abril, de los cuales se omiten sus nombres por seguridad.

En uno de los edificios por donde pasó Pernalete, de acuerdo con el video de sus últimos instantes de vida, al menos tres habitantes habitantes grabaron la represión de ese día aunque no así el impacto ni la atención que recibió el joven minutos antes de su muerte. “Yo todas las tardes grabó lo que aquí sucede. Mis amigas dicen que parezco una periodista”, comenta una de las residentes. Sin embargo, aclara que aunque se encontraba en su casa en esos momentos se enteró de la muerte de Pernalete por sus amigas, aquellas a las que ella siempre informa. “No grabé nada en ese momento porque estaban lanzando tantas bombas que el humo me afectaba, me picaba toda la cara, tuve que cerrar las ventanas y echarme agua porque no aguantaba la picazón”. La residente, y tres vecinos más que se encontraban con ella, aseguran que en ese momento en esa cuadra lanzaban bombas.

Dos trabajadoras del hotel La Floresta, separado de la cafetería solo por un negocio de chinos, repiten la misma historia. Hubo bombardeo de gases lacrimógenos en esa cuadra a la hora del asesinato de Juan. Ellas comentaron que no grabaron porque ya no se encontraban allí, pero que una de sus compañeras tuvo que auxiliar a varios muchachos que se estaban asfixiando por los gases. Cuentan que tuvieron que meterse en un callejón que se encuentra entre la cafetería y los chinos.

Sobre los efectos de los gases que describen los habitantes, Alberto Fernández químico que ha hecho estudios sobre las bombas lacrimógenas, explica que solo las sustancias de esos gases causan picazón y asfixia. Afirma que la quema de cauchos y la basura con gasolina, usados comúnmente en las barricadas, ocasionan mucho humo, pero no causan esos efectos, no generan picazón en la piel. Descarta así la hipótesis de que el humo en la zona correspondía a la quema de desperdicios para formar barricadas.

Otros dos comercios ubicados al lado de las residencias aseguraron no tener cámaras y no haber estado allí a la hora de los hechos. Sin embargo, la trabajadora de uno de los negocio al final de la conversación, como a modo de confesión, contó que allí había estado el Ministerio Público y se llevó todos los videos. Los habitantes del edificio de al lado aseguran que esa trabajadora estuvo allí y que ella grabó todo y también reafirman la versión de la mujer: el Ministerio Público pasó por allí buscando pruebas. “Ellos estuvieron dos días plantados acá”, advierte uno de los vecinos mientras señala la entrada del edificio.

Un trabajador de Italcambio, ubicado entre el edificio y la cafetería, comentó que la cámara sí grabó, pero que solo los de la sede principal tienen acceso y pueden permitir ver la grabación. Pero sin terminar la explicación advirtió: “Igual ya por allá pasó el Ministerio Público”.

Los trabajadores de la farmacia de la esquina de la cuadra y de una panadería de la cuadra anterior afirman que las cámaras no grabaron nada, pues solo tienen alcance hasta la entrada de los negocios. Contaron que ellos no grabaron ni vieron nada, porque no se encontraban allí, cerraron los comercios temprano para resguardarse ellos y los bienes del local. Como todos los anteriores, los trabajadores de estos negocios, también dijeron que el Ministerio Público ya pasó por el establecimiento.

Lo que vio y grabó Marco Morín

Marco Morín, corresponsal de Actualidad Radio, quien grabó y publicó un día después el video de los últimos instantes de vida de Juan Pernalete, llegó ese día a las 2:40 pm al distribuidor Altamira. Desde allí observó a unos pocos guardias, “como unos 20”, calcula nueve días después. Subió por la avenida del Ávila, con otras motos y carros y se ubicó en la estación de gasolina de la zona, al lado de la Torre Británica. Desde allí observó que el grueso de los guardias se encontraba al otro lado de la Torre Británica, en la avenida Sur de Altamira. En ese momento ve como comienzan los guardias, que estaban al principio de la avenida del Ávila, a subir y empieza el bombardeo de los gases lacrimógenos por dos lados, tanto de los pocos guardias que se acercaron como también por parte del resto que estaban en la avenida Sur de Altamira.

Las bombas eran lanzadas hacia la barricada, que se encontraba en el primer semáforo de la avenida del Ávila. Morín contó que se fue a resguardar hacia la Floresta, por la calle donde está ubicada la estación de gasolina a las 2:55 pm. También narró que el bombardeo dispersó a los jóvenes que se encontraban manifestando en la zona. Pasado aproximadamente un minuto, Morín subió otra vez a la avenida del Ávila y grabó los últimos instantes de vida de Juan Pernalete.

No publicó en ese momento el video, pues pensó que era solo un asfixiado más. Al terminar la grabación comenta que se regresó hacia las cercanías de la estación de gasolina, donde estaba la barricada y tomó otro video de cómo se encontraba la zona a las 3:00 pm de la tarde, luego de terminar el bombardeo. En su reporte aclara que los guardias se encontraban cerca de la zona.

El video que grabó Morín a las 3:00 pm fue uno de los usados por Larissa Costa para demostrar que en el momento que fallece Pernalete no había GNB en la zona.

Morín cuenta que luego de enterarse de la muerte de Pernalete se dio cuenta de que no había grabado a un asfixiado más. Verificó que se trataba de él por una foto publicada donde salía Pernalete horas antes, donde tenía la misma vestimenta del muchacho que él había grabado. También, confirmó que se trataba de él con una de sus tías, que es su alumna en la Escuela de Comercio Exterior de la Universidad Alejandro Humboldt. Luego de eso publicó el video en Instagram el 27 de abril.

Análisis del video “los últimos instantes de vida de Juan Pernalete”

El Pitazo realizó un análisis cuadro a cuadro del video presentado por el oficialismo. La observación lleva a determinar que no se ve un arma de perno y que por el tamaño (aproximadamente 30 cm) es imposible que una mano la oculte. Cuando el joven de franela anaranjada entra en escena no lleva nada en las manos, cuando sujeta a Pernalete tampoco y en el momento en que le pasa algo a su compañero, el de franela azul, tampoco logra distinguirse una arma de perno.

Asimismo, el análisis determinó que solo pasan dos segundos desde que el joven de franela anaranjada entra en escena hasta que abraza a Pernalete. Tiempo muy reducido para que haya sacado un arma sin que la cámara lo grabara.

Tras estas tres miradas sobre el caso Pernalete, surgen preguntas que deben ser respondidas por las autoridades:

Desde hace siete días el Ministerio Público tiene todas las pruebas audiovisuales y ya han interrogado a todos los amigos de Pernalete que estaban en Altamira en ese momento.

¿Cuándo el ministerio Público se pronunciará?

¿Cuándo informarán sobre el resultado definitivo de la autopsia?

¿Qué grabó la cámara de Italcambio?

¿Qué pasa con la versión de los habitantes de la zona?

¿Quién mató a Juan Pernalete?

INFOGRAFÍA Fuentes policiales aseguran que a Juan Pernalete lo habría matado el impacto de una lacrimógena
El miércoles 26 de abril ingresó a la emergencia de Salud Chacao un joven sin signos vitales, proveniente de las protestas que se realizaban en Altamira. Era Juan Pablo Pernalete Llovera. La autopsia dice que murió de un paro cardíaco cuando un golpe fracturó su esternón, sus costillas y estas perforaron su pulmón. Testigos y fuentes policiales aseguran, de forma extraoficial, que fue impactado por una bomba lacrimógena en el pecho, mientras que expertos forenses afirman que la evaluación física del cuerpo y la marca dejada por el objeto son la clave para identificar qué lo golpeó.
La Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, confirmó el miércoles 24 de mayo que Juan Pernalete fue asesinado por el impacto de una bomba lacrimógena lanzada por un funcionario de la Guardia Nacional Bolivariana.

 

Paola Martínez | @mpaolams

Sabrina D’Amore | @Sabridamore

EL 26 DE ABRIL, LA OPOSICIÓN convocó a una movilización a la que asistió Juan Pablo Pernalete Llovera, un estudiante universitario de 20 años. Él solía ponerse al frente de las marchas y ayudar a los heridos ante la represión de los cuerpos de seguridad del Estado, comentan sus amigos. Sin embargo, ese día la represión fue más fuerte de lo normal, lo que preocupó a sus allegados, quienes le pidieron que se fuera de Altamira, donde se encontraba. “No te preocupes, no me va a pasar nada”, fue su respuesta. Horas después, Juan Pablo cayó lesionado producto de esa represión y no volvió a levantarse.

Los manifestantes que estaban en las inmediaciones de la Torre Británica -en Altamira Sur- cerca de las 2:40 pm aseguran que un efectivo de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) disparó una bomba lacrimógena a un metro de distancia de Pernalete. El impacto fracturó su esternón, le perforó los pulmones y luego le produjo un paro cardíaco. “Chamo, busca a alguien, que me duele”, le dijo a uno de los jóvenes que lo acompañaban cuando fue herido.

Luego de eso empezó a perder sus fuerzas, hasta quedar inconsciente. En Salud Chacao, a donde lo llevaron para proveerle atención médica, intentaron reanimarlo por 35 minutos, sin éxito alguno.

Video exclusivo, imágenes fuertes: los últimos instantes de vida de Juan Pernalete #Caracas #Venezuela #protesta #prensa #Altamira #26D

Una publicación compartida de Marcos G. Morin Aguirre (@mmorin_informa) el

De acuerdo a fuentes de RunRun.es se pudo conocer que los médicos forenses que realizaron la autopsia al cuerpo del joven concluyeron que el impacto de un objeto contundente le partió el esternón y la costilla, perforando el pulmón del joven, como indica el informe de autopsia que publicamos para contribuir con la transparencia de este hecho, en vista de algunas publicaciones orientadas a distorsionar los hechos:

acta 1 acta 3

Los compañeros que se encontraban con él ese día en el lugar de la protesta coinciden en que el “objeto” no era otra cosa que una bomba lacrimógena. Una de las tantas disparadas por la GNB para dispersar la manifestación. Con la particularidad de que, como viene ocurriendo -y se ve en las fotos a continuación-, esta arma de uso prohibido para control de orden público fue disparada de forma horizontal y directo al cuerpo de Juan Pernalete:

image3 image2

Fuentes policiales vinculadas a la investigación revelaron, de forma extraoficial, que el objeto contundente que impactó a Pernalete en el pecho fue una bomba lacrimógena, lanzada de frente (en forma horizontal) a menos de 10 metros de distancia. El proyectil, que debía desprenderse en tres partes, habría llegado completo al cuerpo del joven estudiante.

El comisario Luis Godoy, ex jefe de la División contra Homicidios del Cicpc, explicó que un funcionario que sale a controlar el orden público «sabe que lleva un arma y que esa arma dispara un proyectil. Sabe además que esto puede ser letal. Si presumimos que este funcionario tiene el entrenamiento adecuado para el manejo de esta arma, entonces podemos concluir que cuando la usa de forma irregular está cometiendo un delito, en este caso un homicidio intencional».

 

infopernalete

 

El médico que recibió a Pernalete en Salud Chacao, quien no quiso que su nombre fuese revelado, argumenta que la marca que dejó el golpe en el tórax anterior izquierdo del joven no permite identificar con exactitud qué lo ocasionó. Expertos forenses aseguran que la evaluación física del cadáver, con énfasis en el tatuaje dejado por el objeto que golpeó al joven de 20 años, es lo que permitirá confirmar si fue el impacto de una bomba lacrimógena lo que ocasionó su muerte.

Sin embargo, otro de los galenos del centro asistencial asegura que, en el contexto en el que ocurre el hecho, es casi obvio que fue una bomba lacrimógena lo que impactó a Juan Pablo Pernalete la tarde del 26 de abril. «Desde la parte médica no es comprobable, ya que solo se puede describir lo que se observa en el cuerpo del paciente. Determinar qué lo ocasionó es tarea del forense, luego de que se realice la autopsia», indicó el médico.

De haber sido en efecto una bomba lacrimógena, por la marca circular que dejó el impacto en el pecho del joven, podría inferirse que fue una similar a la que se muestra en esta imagen: Cartucho lacrimógeno CAVIM, utilizada con frecuencia durante las protestas opositoras:

Bomba-lacrimógena-Cavim

 

Ricardo Perafán, paramédico de la Cruz Verde y amigo de Pernalete, declaró entre lágrimas a los medios que ese día su equipo atendió a otras dos personas heridas por impacto de bomba lacrimógena. Asimismo, otro miembro de la Cruz Verde aseguró que antes de ser trasladado a Salud Chacao, paramédicos de Salud Baruta trataron de auxiliar al estudiante de la Unimet en el sitio del incidente, luego de que sus compañeros lo sacaran del centro de la protesta tras ser herido.

Lea también: [Videos] Tres miradas sobre el asesinato de Juan Pernalete
Decenas de denuncias han llegado a las redes sociales sobre personas heridas por el golpe de las bombas mientras los cuerpos de seguridad reprimen. A Román Camacho, periodista de La Patilla, una bomba le fracturó la tibia de su pierna izquierda, y asegura que fue disparada directamente contra él; y otro periodista pero del diario de El Nacional, fue herido con una lacrimógena en la cabeza. Otro caso es el del manifestante Andrés Guinand, quien sufrió una fractura de cráneo abierta producto del golpe de una bomba en la cabeza. El joven relató que los funcionarios le dispararon la bomba directamente a él cuando intentaba cruzar el río Guaire para escapar de la represión. También, durante la movilización del 1 de mayo, el diputado opositor José Manuel Olivares fue golpeado con una lacrimógena en la cabeza.

El amigo invencible

Juan Pablo era el típico joven que nunca se rendía, recordaron sus amigos con lágrimas en los ojos durante el funeral llevado a cabo en la capilla I del Cementerio del Este. Aproximadamente 300 personas se encontraban allí para homenajear al estudiante de contaduría de la Universidad Metropolitana (Unimet).

Funeral Juan Pablo Pernalete

Una mesa inundada de trofeos y medallas dejaba ver las proezas y victorias del joven, quien era uno de los mejores jugadores de básquet del equipo universitario al que pertenecía, asegura uno de sus amigos más cercanos. De hecho, Juan Pablo tenía una beca por excelencia deportiva. Pero sus habilidades físicas no opacaban su inteligencia: era estudiante de buenas notas, le gustaba participar en modelos de Naciones Unidas y además había debutado en el mundo de las redes sociales como youtuber.

Su interés por el bienestar de los demás iba más allá, pues era reconocido por tener varios perros, gatos, e incluso tortugas. También pertenecía al grupo de los estudiantes que cuidaba y alimentaba a los perros callejeros que su universidad había adoptado, declara un compañero que en una ocasión lo acompañó a alimentarlos un fin de semana.

Todos lo recuerdan como el optimista del grupo, quien alentaba a los demás a superarse, y como el guardián y consejero de quienes lo necesitaran, como su hermana menor quien padece de cáncer. Otra razón que impulsaba a Juan Pablo Pernalete a luchar en las calles por un cambio. “Siempre pensamos que era invencible”, repetían sus amigos.

La increíble versión oficial sobre el homicidio

El diario oficialista Últimas Noticias publicó una versión de la muerte del estudiante que no ha sido confirmada por ninguna autoridad. De acuerdo al diario, Pernalete no habría sido asesinado con una bomba lacrimógena disparada por un GNB, sino con una pistola de perno, la cual solo posee aproximadamente el 2% de la población, pues son difíciles de adquirir.

Incluso el mismo día del homicidio, apenas unas horas después del hecho, ya el diputado del Psuv Diosdado Cabello, en su programa Con el Mazo Dando, daba por cierta la versión, considerada como descabellada por algunos expertos.

“El gobierno busca contaminar la investigación. Con la publicación de la supuesta autopsia y las fotos buscan desvirtuar la investigación, darle una connotación política con fines propagandísticos. Ojalá que los funcionarios del MP, quienes son los responsables de la acción penal, no se presten a una vagabundería como sesgar la investigación”, sostiene el abogado Joel García, miembro de la ONG Fundeci.

La responsabilidad de esclarecer e informar la verdad sobre el asesinato de Juan Pernalete está en manos del Ministerio Público. Fuentes extraoficiales de ese despacho han filtrado a periodistas de la fuente de sucesos la versión de que aún no está confirmado cuál fue el objeto que golpeó al joven. Descartan que se trate de una pistola de perno.

tweets

Línea de tiempo: los iconos de un mes de protestas
Una mujer que se para frente a una tanqueta. Un joven que le escupe a un soldado luego de que este lo abofetea. Un hombre que se desnuda para exigir el cese de la represión. Las protestas venezolanas recientes han quedado marcadas por acciones individuales o colectivas que reclaman ante la injusticia

 

@loremelendez

VALIENTE. GUERRERO. HÉROE. EJEMPLO. Esos son algunos de los adjetivos que, a través de las redes sociales, se han atribuido una serie de venezolanos quienes, durante las protestas que comenzaron en abril, decidieron emprender sus propias cruzadas para reclamar y defender sus derechos como ciudadanos.

En ese grupo hay una monja, una mujer canosa, una consultora especializada en innovación, un joven rebelde, un universitario, una brigada de socorristas voluntarios. Sus rostros son desconocidos, pero sus acciones  –captadas en fotografías y videos– se han hecho virales debido a la carga simbólica que poseen. De ahí a que se hayan convertido en portadas de diarios o protagonistas de historias que ilustran cómo las fuerzas del Estado reprimen a los manifestantes a fin de disolver cada foco de protesta.