Henkel García, autor en Runrun

¿Hay un corralito en Venezuela?, por Henkel García Uzcátegui

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Muchas personas tienen dificultades para retirar efectivo en Venezuela. Los bancos fijan límites máximos de cobro de cheques por taquilla, así como existe un tope diario en los cajeros automáticos, para aquellos que tienen efectivo, claro está.

No son pocas la personas que se preguntan en voz alta (redes sociales) si hay un corralito en Venezuela, supongo que hacen un paralelismo con el caso argentino de comienzos de siglo.

Pero no, los mencionados límites no son los propios de un corralito, ya que, a pesar de tener un máximo diario para el efectivo, se pueden transferir montos importantes en línea. Las medidas se limitan al efectivo.

Los que leen deben recordar lo sucedido en diciembre. En una crisis de billetes algo más aguda que la que vivimos, el gobierno decidió invalidar el de Bs.100 generando caos en varias ciudades. Sobre eso escribí meses atrás. Y sí, lo que vivimos hoy guarda relación con lo vivido a finales de 2016.

Voy a compartir una serie de gráficas que muestran el incremento de dos variables claves: Monedas y billetes en circulación (manos del público + efectivo en bancos) y liquidez monetaria. Ambas fueron llevadas a índices, y parten de un mismo momento. La idea es analizar la variación acumulada desde distintos puntos de partida.

Acá la variación desde comienzos de 2015. Es decir, muestra el incremento de monedas y billetes, y liquidez monetaria de 2 años y 7 meses.

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02/01/2015 = 100

Un punto clave para recordar. No todo el sistema monetario se maneja en efectivo, de hecho, la mayor parte, entre 80% y 90% se encuentra en forma electrónica. Dicho esto, es claro que estas dos variables deben comportarse de manera muy parecida para no generar problemas en el sistema de efectivo. En Venezuela esto no es así. La liquidez monetaria crece mucho más rápido que el efectivo en circulación. A finales de 2016 hubo un rezago importante, por ello se gestó la crisis previa al “billetazo”. A comienzos de año se nota el esfuerzo por corregir la brecha, pero hoy vuelve a ocurrir un rezago considerable con los mismos síntomas.

De hecho, en toda la primera mitad del año el crecimiento de monedas y billetes superó al de la liquidez, condición necesaria para cerrar la brecha o descalce mencionado, pero en las últimas semanas la aceleración de la liquidez y la incapacidad del BCV-Gobierno para seguirle el paso, ha llevado a que ambas variables crezcan a un ritmo ya casi idéntico, lo que por supuesto imposibilita cerrar la distorsión con la que se comenzó el año.

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30/12/2016 = 100

Acá la gráfica de los últimos dos meses, en la que se evidencia como la liquidez monetaria se acelera, mientras monedas y billetes no puede llevarle el ritmo.

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26/05/2017 = 100

El gobierno tomó de manera muy tardía la decisión de ampliar el cono monetario y ordenar su fabricación. 7 meses después abundan las noticias de aviones repletos de billetes, pero la realidad es que su contenido no ha podido seguirle el ritmo a la aceleración monetaria actual. La relación pareciera ser sencilla. Mayor masa monetaria implica mayores depósitos y eleva la potencial demanda de efectivo, y lo que espera la gente es que pueda ir al banco a retirarlo.

Quedan muchas interrogantes:

¿El BCV-Gobierno está al tanto de la situación?

¿Cuántos nuevos vuelos con billetes están en camino?

¿Seguirá la aceleración de la masa monetaria?

El tiempo, como siempre, las contestará.

Por último, creo sensato aclarar que estos problemas no tienen nada que ver con la salud del sistema bancario, o que los bancos se quieran quedar con nuestro dinero. El BCV es el organismo responsable de proveer el efectivo que requiere el sistema, nadie más.

@HenkelGarcia

Analista e Instructor en Finanzas.

Presidente de Visión de Inversión

Director de @Econometrica IE C.A.

Maestría Administración, mención en Finanzas UNIMET

La solución que necesitamos, por Henkel García Uzcátegui

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Hoy Venezuela vive una situación grave, compleja, triste, preocupante, de alta incertidumbre. Y estos son algunos calificativos, a Ud. puede agregar otros tantos para describir lo que vivimos. Lo que queda claro es que necesitamos una solución a la crisis y al conflicto. Escribo esto como ejercicio de pensamiento en voz alta sobre las posibles soluciones que se manejan.

La primera a analizar es la propuesta del gobierno de una Constituyente. Valdría la pena explorar a profundidad esta alternativa, pero sabemos que la resolución del conflicto político-social no es uno de los objetivos que hoy busca el gobierno, sino perpetuarse en el poder o como ellos dicen “hacer irreversible la Revolución”. Además no nos sirve porque el llamado es inconstitucional, representa la continuación de un golpe de Estado, busca sub-representar a una mayoría clara en el país, y, según parece, no tiene el mínimo piso político dentro de buena parte del chavismo. Por último, de llegarse a dar, no representaría mayor cambio o mejora en la vida cotidiana del ciudadano, de hecho, traerá todo lo contrario, un deterioro aún más profundo de la miseria de millones.

La segunda solución que alguna vez se manejó, pero que ahora es rechazada ampliamente es la realización de elecciones regionales. Esto, según los que la apoyan, cambiaría el mapa político del país y obligaría a ceder al gobierno central. Sin embargo, son muchos los puntos en contra. Con un CNE y un TSJ totalmente abyectos al ejecutivo nacional, esas elecciones podrían ser fraudulentas y seguramente el gobierno buscaría alguna alternativa para quitar funciones a los gobernadores de oposición que resulten electos. Así como pasó con la Alcaldía Metropolitana o el mismo estado Miranda que tiene una institución alterna como Corpomiranda. Una victoria abrumadora de la oposición tampoco tendría que dar por sentado un cambio significativo en lo económico.

La tercera alternativa sería la realización de unas elecciones generales. Esta se acerca más a lo que considero una salida óptima. Esta vía significaría el desplazamiento del chavismo del poder tanto central como estadal. Pero se me vienen a la cabeza muchas dudas: ¿Cuáles serían las condiciones de esas elecciones? ¿Estarían en libertad todos los presos políticos para poder participar? ¿Se harían los cambios institucionales previamente? ¿En cuánto tiempo se realizarían? ¿Cómo y quién abordaría la agravada crisis económica en el interín? ¿El gobierno elegido tendría el suficiente piso político para llevar adelante los cambios necesarios? El éxito de esta vía dependerá de las respuestas de estas incógnitas y de otras acá no mencionadas.

La cuarta opción, una transición chavista. Un grupo dentro del chavismo gana suficiente fuerza como para desplazar a Maduro, los Flores, los Rodríguez, El Aissami, etc. Obligarían a la renuncia del Maduro, pero previamente este designaría un vicepresidente elegido por el grupo disidente. Todo esto sin mayor contribución o reconocimiento de la oposición. Esta posibilidad podría garantizar al chavismo llegar a 2018, siempre y cuando puedan estabilizar la economía y llegar a acuerdos mínimos con la oposición. Esta vía es de baja probabilidad, porque es difícil que un grupo dentro del gobierno consiga hacer la presión necesaria para desplazar al chavismo atornillado en el poder. Para lograrlo, pienso, debe contar con una participación activa de la oposición, y esto nos llevaría a la última alternativa que considerará.

Una transición pactada. Esto abriría las puertas a un gobierno de transición acordado entre múltiples sectores de la sociedad, incluyendo al chavismo disidente (sin cargos por delitos de corrupción, narcotráfico y/o violación de los DDHH), partidos políticos de oposición, los sindicatos, la Iglesia, la academia, los empresarios, los estudiantes, y hasta las mismas organizaciones comunales que hayan podido realizar actividades no clientelares. Los que ejercen hoy el poder serían expulsados, pero habría acuerdos para garantizar un mínimo de condiciones para aquellos sin imputación de delitos graves en su contra. Ese gobierno de transición debe estabilizar el país económica y socialmente, realizar los cambios institucionales para garantizar los derechos de los venezolanos con especial énfasis en el TSJ, el poder judicial, el CNE y en el BCV, realizar cambios en el marco político como la reelección y el período presidencial, así como otros grandes cambios que deberíamos darnos. La idea es crear un mínimo de condiciones para ir a unas elecciones generales en 2018 y que dentro de ese mismo proceso ocurra un gran pacto multisectorial que nos garantice armonía social durante las próximas décadas.

La oposición debe trabajar de forma urgente y ardua para sentar las bases de ese pacto. Hay muchas organizaciones discutiendo sobre ideas, pero no existe un ente articulador entre estas. Es hora de trabajar en esos acuerdos mínimos porque el tiempo apremia. No todos los que protestan lo hacen exclusivamente por motivos políticos, muchos de ellos lo hacen porque les urge salir de la miseria que hoy viven, tantos ellos como sus familias. Todo cambio político debe venir de la mano con la posibilidad de tener, en el corto plazo, un cambio en lo institucional y sobre todo, en lo económico.

 

@HenkelGarcia

Analista e Instructor en Finanzas.

Presidente de Visión de Inversión

Director de @Econometrica IE C.A.

Maestría Administración, mención en Finanzas UNIMET

El billete de Bs.100, símbolo de la incapacidad, por Henkel García

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Domingo, 11 de diciembre de 2016. Época decembrina triste para los venezolanos. Una economía en pleno desplome, productos escasos, inflación cercana al 700% ya lo hacían con el peor diciembre en más de un siglo. Parecía que era imposible estar peor, pero no. Sí fue posible.

Ese día lo recuerdo claramente. Era la reunión de fin de año del trabajo de mi esposa. Mientras nos preparábamos oía al fondo a Nicolás Maduro. Hablaba sobre unas mafias en Cúcuta que acumulaban billetes de Bs. 100 y que por esa razón decidía sacar de circulación el billete de Bs.100. Incrédulo, y mientras mi esposa me apuraba para llegar a tiempo a la reunión, empecé a esbozar las terribles consecuencias que dicha medida podría tener. Lo que se nos venía no pintaba nada bien.

Desde octubre de 2016 realizaba un seguimiento minucioso a la cantidad de efectivo. De hecho, en un informe entregado a nuestros clientes, los alertamos de la posible escasez de efectivo que podría ocurrir a final de año. En un informe publicado el 27 de octubre concluíamos:

“En el pasado hablamos de la preocupante caída de la liquidez monetaria real. En esta ocasión lo hacemos con el componente monedas y billetes, cuyo descenso es aún más pronunciado que el de la misma liquidez. Esto ha llevado a que el peso de dicho componente sea ahora menor, al pasar de un promedio de 10% de toda la liquidez a un 7,9% en las últimas semanas y con tendencia clara a seguir disminuyendo.”

El gobierno no pudo mantener el ritmo de impresión de billetes respecto a la inflación, pero tampoco frente a la liquidez monetaria. La escasez de efectivo antecedió por meses la crisis de 2016, y en buena parte del año las molestias eran comunes al momento de sacar plata de los cajeros automáticos o para cobrar cheques por taquilla. Unos días antes de la medida de invalidar los billetes, los mismos pensionados tenían límites de retiro de sus respectivas cuentas bancarias. Una medida como la planteaba agravaría dicha escasez, más aún cuando se sabía que cerca del 77% del efectivo en circulación provenía de los billetes Bs.100, prácticamente todos los pagos se hacían a través de ese billete.

Para describir mejor el contexto hay que agregar que esa medida sería devastadora para todos aquellos que trabajasen en la economía informal o dependieran del efectivo como forma de ingreso. Dada la imposibilidad de introducir la nueva familia de billetes en apenas tres días, el caos estaba garantizado.

Desde el 12 de diciembre comenzaron a verse largas colas en los bancos para depositar los billetes, la actividad económica tuvo un duro golpe porque los comercios y otras empresas dejaron de recibir, en el mejor mes de ventas del año, dichos billetes. El desespero de las personas que temían por su fuente de ingreso y por la pérdida de poder de compra de los billetes acumulados, empezó a escalar en modo de pánico. El Estado Bolívar fue el de mayor conmoción. Saqueos, múltiples hechos de violencia y asesinatos fue el triste saldo dejado por la medida. El caos se extendió de tal forma que el gobernador Rangel Gómez trató de apaciguar a la población desesperada al anunciar que los comerciantes podían recibir los billetes de 100 bolívares e iban a garantizar que llegasen al BCV, desconociendo abiertamente una medida del gobierno central.

Todo apuntaba a que el jueves 15 de diciembre, en medio de un momento de lucidez y sensatez, el gobierno echaría para atrás la medida y Nicolás Maduro no lo hizo, sino todo lo contrario, más bien acortó el tiempo de recepción de billetes por parte del BCV.

Finalmente, el sábado 17 de diciembre, después del caos, el pánico, la desesperación de muchos, el ejecutivo decide prorrogar la vida del billete de Bs.100.

Pero cabe la pregunta ¿Qué motivó una medida que luce como completamente desquiciada? La respuesta no es tan rebuscada: incapacidad. No en ese momento, sino una pasada y prolongada en el tiempo.

Después de mentirles a los venezolanos acerca de mafias que acumulaban billetes, y aviones retrasados por instancias imperiales, Maduro dejó entrever algunas verdades. Para mí una clave está en la siguiente frase: Teníamos en bóveda (del BCV) billetes de 100 solo para tres días.

 

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Fuente: Econométrica con datos de BCV.

 

Dada la escasez de efectivo el público en general no lo depositaba de vuelta, sino que lo dejaba en casa o en sus carteras. No tenía sentido llevarlo de vuelta al banco porque volver a conseguirlo era una tarea muy difícil. Lo escaso se volvió aún más escaso. En esa dinámica los bancos se estaban quedando sin efectivo (ver en el gráfico el nivel unos días antes del anuncio de la medida) y el Banco Central no tenía capacidad de enviar remesas de efectivo. El escenario que enfrentaba el gobierno era que los pensionados, o cualquier persona, fuesen a una entidad bancaria a sacar efectivo, y esta no tuviese nada que entregar. El caos en ese escenario también hubiese sido dantesco y además prolongado en el tiempo hasta que los nuevos billetes llegaran. El gobierno también sabía que los billetes arribarían unos meses después porque no se mandaron a hacer (no se sabe bien por qué razón) a tiempo. Entonces no les quedaba otra sino simular una invalidación del billete de mayor circulación para que la gente se asustara y los llevase de vuelta al sistema bancario. Con ello compraban algo de tiempo hasta que los billetes llegaran de manera lenta y progresiva como ha ocurrido hasta ahora.

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Fuente: Econométrica con datos de BCV.

Todavía falta para tener normalidad en la tenencia de efectivo por parte del público. La relación con respecto a la liquidez monetaria todavía está en 7,5% y notaremos alguna mejora cuanto esta llegue hasta 10%. El gobierno ya anunció la séptima prórroga, esta vez por dos meses, por lo que el billete de Bs.100 tendrá validez hasta el 20 de julio de 2017. Pero como deben intuir, es muy probable que, a pesar de la llegada de los nuevos billetes, la vida del polémico billete se extienda un poco más.

El origen de la crisis de efectivo no estuvo en lo acontecido en diciembre de 2016. Se debe a la incapacidad del ejecutivo y del Banco Central al no emitir nuevos billetes de manera progresiva años atrás. La crisis resultante de esa incapacidad les explotó literalmente en la cara, con consecuencias desastrosas para el ciudadano venezolano.  

 

@HenkelGarcia

Analista e Instructor en Finanzas.

Presidente de Visión de Inversión

Director de @Econometrica IE C.A.

Maestría Administración, mención en Finanzas UNIMET

Jul 19, 2016 | Actualizado hace 7 años
Clase media, los nuevos pobres por Henkel García

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Durante estos últimos días he tratado de indagar cómo sobrevive la clase media venezolana, sin ocultar o desconocer que las demás clases también están presenciando un deterioro significativo de su calidad de vida. Dada la descomunal contracción del poder de compra del salario, resulta evidente que la clase media ha utilizado herramientas heterodoxas para poder sobrevivir y no cambiar demasiado su estilo de vida, pero la agonía ha sido larga y ya muchas familias que antes vivían como clase media, hoy les toca sobrevivir como pobres.

Para investigar un poco más sobre los patrones de comportamiento de las personas, me apoyé en las encuestas de Twitter. Cabe aclarar que éstas no son estadísticamente rigurosas, que tienen sesgos, que no representan fielmente a la población total, pero en este caso puede ser una buena forma de averiguar cómo vive buena parte de la población. Además, el sesgo que puede tener los usuarios de Twitter hace que la muestra se asemeje a la realidad del objetivo de este artículo, la clase media.

La primera cifra que entristece es la de ingresos. Cerca del 70% de los encuestados tiene un salario inferior a Bs.120.000. Esta realidad conlleva otra recogida en la serie de consultas mencionada: Un 68% de las personas que llenaron la encuesta gastan más de 75% de su ingreso para compras de alimentos, cuidado personal y artículos de limpieza, otro 20% gasta entre 51% y 75% en esos rubros (Enlace a la encuesta). Ese patrón de consumo se asemeja más al de una familia pobre que a una clase media. Como los precios de los productos básicos van de una forma mucho más acelerada que el salario, es sensato pensar que la clase media está financiando muchos de sus gastos tanto básicos como los no tan básicos. En línea con esta idea encontramos que cerca de la mitad de las personas tiene problemas para pagar la cuota mínima de sus tarjetas de crédito. Además, también se puede intuir que financiamiento conseguido con plástico es muy pequeño para el tamaño de la brecha, 68% de las personas tiene un límite inferior a Bs.150.000.

No sólo es crédito lo que está ayudando a cierto sector de la clase media a sobrellevar la crisis. También son sus ahorros. Un concepto que hoy tiene mucho peso en el gasto de este estrato, es el seguro del vehículo. Casi un 60% de los encuestados dice haber vendido $ para poder asegurar su vehículo. Hay una cifra que alarma más. 71% de las personas no pudo asegurar su carro este año.

La clase media vio cómo su calidad de vida fue devastada. A diario me toca oír múltiples casos de personas desesperanzadas, desesperadas por no poder pagar rubros básicos. Hoy queman sus ahorros, se endeudan lo más que pueden, se exponen a perder sus vehículos, comen mal para que la alimentación de sus hijos sea la mejor posible. Son sin duda los nuevos pobres, muchos de ellos con años de estudio y de desarrollo profesional, que no logran entender tanta divergencia entre su salario y su esfuerzo.

El trabajo que heredaremos será tremendo. Tendremos que corregir años y años de políticas erradas y empobrecedoras. Pero con el pasar de los años veremos como las diferentes clases sociales empezarán a recuperarse, y si hacemos las cosas bien, tomaremos el sendero de crecimiento estable y duradero que tienen muchos otros países.

@HenkelGarcia

Analista e Instructor en Finanzas.

Presidente de Visión de Inversión

Director de @Econometrica IE C.A.

Maestría Administración, mención en Finanzas UNIMET

La Academia de Ciencias Económicas y la sabiduría popular por Henkel García

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Habla, habla y habla y no hace un co#$. No quiere dejar trabajar a nadie … Hay que invertir en el pueblo, no hay que importar, hay que invertir aquí, hay que dejar trabajar a la empresa privada

Chamo de Guarenas

https://twitter.com/Gbastidas/status/732670918993051648/video/1

Estamos de manos atadas. Están cerrando todas las empresas y quieren expropiar las pocas que quedan. ¿Dónde están las empresas que se ha apoderado el gobierno de ellas? ¿Dónde está Fama de América, dónde está Aceites Diana, dónde está la empresa Los Andes?

Todas esas fábricas las ha agarrado el gobierno y dónde están. ¿Dónde están los productos de Mercal, los productos de Pdval? ¿Qué vende Bicentenario hoy en día? Nada.

Señora en una de las tantas colas que se forman a diario

https://twitter.com/RevocaloYA/status/734833199445069824

La posibilidad de reactivar la economía venezolana depende del restablecimiento de la confianza de parte de empresarios, trabajadores, consumidores e inversionistas. El clima de confianza requerido para aprovechar las potencialidades del desarrollo nacional requiere de la observación absoluta del Estado de Derecho que establece nuestra Constitución, con sus derechos económicos, civiles y humanos, y sus garantías jurídicas. Debe entenderse que la economía funciona a base de incentivos. Los responsables de la política económica no deben continuar invocando supuestas guerras para endilgarle la culpa a otros de las carencias que hoy agobian a millones de venezolanos. Es necesario salir al encuentro de soluciones, como las aquí presentadas, que permitan superar las penurias que angustian hoy a la población, y rescatar las perspectivas de creciente prosperidad y bienestar futuro.

Carta Abierta a la Nación

La Academia Nacional de Ciencias Económicas (ANCE)

http://www.analitica.com/economia/ance-crisis-economica-no-se-debe-a-una-fatalidad-y-se-supera-tomando-medidas/

La gravedad de la situación ha hecho que haya prácticamente un consenso entre los economistas sobre las causas que originaron la actual y grave crisis económica, y también sobre las medidas necesarias para salir de ella. La claridad de ese conocimiento económico ya alcanza hasta muchos ciudadanos venezolanos que, a pesar de no haber estudiado economía y finanzas, la realidad venezolana les ha dado un magister en teorías económicas erradas. Es por ello que no sorprende oír declaraciones como las que están en la introducción a estas líneas.

El venezolano clama por soluciones en el corto plazo. Ha visto cómo su calidad de vida se ha deteriorado como nunca en la historia. Hoy su salario compra menos de la mitad de lo que compraba en 2007, y eso es respecto a las cosas que consigue. Muchos de los productos que se conseguían con facilidad hace 9 años, hoy desaparecieron de los anaqueles o deben hacer horas y horas de cola para poder conseguirlos. Ese ciudadano ya no cree en el cuento de la Guerra Económica, y cuestiona abiertamente el por qué se ataca a la empresa privada, y también por qué los establecimientos del gobierno funcionan peor que los privados. A todos los habitantes de este país nos tocó padecer el rotundo fracaso del Socialismo del Siglo XXI.

Lo que viene no es para nada mejor. Las próximas semanas serán, quizás, las peores de todas nuestras vidas. En medio de la crisis tremenda en la oferta de bienes y servicios, el gobierno ha decidido recortar en más de 50% las importaciones respecto a las de 2015, año que fue bastante pobre en materia de abastecimiento. Ese recorte, hecho además dentro de un sistema cambiario ineficiente y corrupto, no sólo afectará la oferta de bienes de consumo final, sino que agravará aún más los cuellos de botella de producción y de distribución. Todo esto en una economía que prácticamente no cuenta con el colchón que ofrecen los inventarios cuando el flujo de insumos presenta algún problema.

La Academia da su visión técnica sobre cómo salir de la crisis actual. Primero, insta al gobierno a controlar la inflación, y advierte que las alzas salariales en vez de beneficiar al trabajador, están terminando por desatar una peligrosa espiral de incrementos de precios que podría terminar en una dolorosa hiperinflación. Prudentemente llama a concentrarse en el déficit público para el abatir el alza desmedida de los precios. Segundo, aboga por la unificación del tipo de cambio, como elemento fundamental para destrabar la economía. Tercero, responsablemente asume que necesitamos financiamiento internacional. Y cuarto, clama por liberar la iniciativa empresarial, que pasa por desmontar toda la maraña de controles creada en los últimos años, incluyendo la Ley Orgánica de Precios Justos. Por supuesto que estoy de acuerdo con todas las medidas planteadas, sólo agregaría que nos urge también realizar estos cambios junto con una apertura petrolera y la privatización de un conjunto de industrias cuya actividad es más de naturaleza del sector privado que del público.

Para dar paso a la reforma económica planteada es necesario un cambio político. Es allí donde está la principal traba. La estructura económica actual tiene sus ganadores, así pierdan millones de hogares venezolanos. Esos “ganadores” no quieren desmontar dicha estructura. Ese cambio político deberá ser luchado, forjado, presionado. Debe ser constitucional, y debe ser electoral. Esa resolución debe guardar los tiempos acordes con las necesidades de la gente, no con las de los políticos en el gobierno. La angustia, la zozobra y el caos apremian. Un escenario económico de bienestar, de crecimiento, de libertades económicas es posible, pero será posterior a un gran esfuerzo político y social que debemos hacer en el corto plazo. En esa lucha estamos muchos. El chamo de Guarenas, la señora de la cola, la Academia de Ciencias Económicas, está el empresario que lucha por mantener su empresa a flote, están los trabajadores de las empresas acosadas, están los estudiantes y está también Ud. que lee estas líneas. No nos subestimemos.

@HenkelGarcia

Analista e Instructor en Finanzas.

Presidente de Visión de Inversión

Director de @Econometrica IE C.A.

Maestría Administración, mención en Finanzas UNIMET

Mar 09, 2016 | Actualizado hace 7 años
Gracias chavismo por Henkel García

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El chavismo ha significado para la sociedad venezolana nuevas formas de subjetividad política. No se trató sólo de la aparición de una nueva interpretación política, sino que también, y como resultado de la polarización política que el chavismo utilizó como estrategia de adhesión y lealtad, dio origen a su opuesto, la de los no chavistas o incluso la de los anti-chavistas

Luis Pedro España

¿Algún día sabremos lo que fue el chavismo?

De toda experiencia, sea ésta placentera o no, sea ésta beneficiosa o no, quedan lecciones. De cada hecho o evento quedan enseñanzas. El chavismo como fenómeno me ha dado muchas en diferentes ámbitos. Me ha enseñado muchísimo en lo social, en términos de gobernanza, en lo económico, con respecto a las relaciones con el Estado y hasta en lo institucional. Hoy no puedo ser mezquino y debo agradecerles sin pena alguna.

Gracias chavismo por reforzar mi conciencia sobre lo social. Si algo dejaron en evidencia fue las enormes carencias que el Estado tenía con sus ciudadanos. Claro, ustedes cabalgaron sobre esas carencias para imponer su sistema político hegemónico y la gente esperanzada e ingenua creyó en su movimiento. Fallaron estrepitosamente en aliviar esas carencias. Y no sólo fue eso, sino que escudados por la reivindicación social hicieron que un grupo de venezolanos fuese cada vez más dependiente del Estado, los convirtieron en meros clientes electorales. Al menos nos quedó clara la importancia de que la gente sea tomada en cuenta.

Gracias chavismo por hacerme investigar sobre la importancia de la gobernanza en la conducción de un país. Tanto yo, como otros muchos venezolanos nos dimos cuenta de lo fundamental que es tener un gobierno eficiente, honesto, transparente e íntegro que intervenga en la vida de los ciudadanos teniendo al bienestar de éste como principal objetivo.

Gracias chavismo por dejar una huella perdurable sobre cómo no se debe llevar la economía. Gracias por exacerbar los errores del pasado, por coquetear con el comunismo y por ser el epítome del populismo en Venezuela. Ustedes buscaron aplicar su hegemonía y se enriquecieron imponiéndonos un sistema basado en la planificación central y los controles. Ustedes partían y repartían con total discrecionalidad para beneficio propio, para amasar poder, para someter a millones de venezolanos. Esto ya nos pasó en el pasado, ustedes lo llevaron a un nivel sin precedentes y también magnificaron las distorsiones económicas y el empobrecimiento de los hogares. Sabían que limitando las libertades económicas y la propiedad privada podían hacer serviles y dependientes a los miembros de una sociedad.

Gracias también por obligarnos a cuestionar la relación Estado-Ciudadano-Petróleo. Hoy muchos venezolanos se preguntan qué tiene de beneficioso que un grupo en el poder maneje las riquezas del Estado. Hoy los ciudadanos se preguntan por qué no puede invertir en las principales riquezas del país, mientras sí lo pueden hacer inversionistas de otros países. A muchos les persigue la inquietud de saber si la estatización del petróleo fue el punto de inflexión que nos trajo décadas de estancamiento económico y social.

Finalmente, gracias chavismo por destacar la importancia de tener instituciones inclusivas e independientes. En medio de su proyecto arrasaron con lo poco de institucionalidad que quedaba en el país. Hasta sus últimos momentos manejan las instituciones para mantenerse en el poder, cuando la mayoría del país clama por cambios profundos en ellas. Los ciudadanos estamos convencidos de la lucha que debemos dar por lograr instituciones que verdaderamente estén al servicio de la gente, y no del grupo que le toca gobernar. Hoy sabemos que esas instituciones inclusivas van a crear los incentivos y las oportunidades para que las personas sean libres y productivas, así, de esta manera cada uno de nosotros podrá estar en plena capacidad de aportar para lograr prosperidad individual y grupal.

Gracias chavismo por haber fracasado categóricamente. Sí, su fracaso es mío, es nuestro, pero también lo son las importantes enseñanzas y lecciones que dejaron.

 

@HenkelGarcia

Analista e Instructor en Finanzas.

Presidente de Visión de Inversión

Director de @Econometrica IE C.A.

Maestría Administración, mención en Finanzas UNIMET

 

Es hora de argumentar, es hora de debatir por Henkel García

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En los últimos años Venezuela perdió muchos de sus espacios para la discusión. No argumentamos, no debatimos. Somos individuos en trincheras de pensamiento, rodeados de personas que piensan de manera similar. A los que tienen ideas distintas a las nuestras los tratamos como parias, como enemigos de nuestro bando. La polarización se encargó de eliminar cualquier espacio para ese ir y venir de argumentos sólidos y propios. Nos limitamos a que cada bando y sub-bando lance descalificaciones de un lado a otro. Las críticas son vistas como ataques, y las ideas distintas son recibidas como una afrenta a la unidad de pensamiento. Las ideas básicas y esencialmente antagónicas son las que se imponen, mientras un sistema de dominación sigue avanzando.

Hace unos meses tuve la dicha de llegar a esta conversación titulada “The Argumentative Theory”. Las ideas allí plasmadas son de una robustez y claridad tal, que de inmediato alinearon otras ideas que solían pulular desordenadamente en mi cabeza. El desarrollo de la conversación involucra dos conceptos que me apasionan: argumentos y sesgos.

Decirles que los seres humanos estamos capacitados para razonar no agrega mucho, pero sí podría aportarles algo si les digo que nuestra capacidad para razonar no fue concebida para perseguir la verdad en primer lugar, sino para ganar argumentos. Sí, estamos diseñados para argumentar, estamos diseñados para enfrascarnos en discusiones las cuales queremos ganar afanosamente.

“Cuando tratas de convencer a alguien, no buscas argumentos para sustentar la otra posición, buscas argumentos para sustentar la tuya”. Esto es algo natural y humano que debemos aceptar. Esta dinámica tiene sentido cuando reconocemos la existencia del “sesgo de confirmación”. Este sesgo es el que lleva a filtrar y validar información que vaya acorde con tu posición, con tus ideas. La pregunta que seguro se hacen: ¿es esto bueno o malo?

La respuesta es depende. El sesgo de confirmación tiene utilidad y beneficios positivos siempre y cuando tengamos una contraparte para debatir argumentos. De ese intercambio de ideas podremos ir mejorando las fallas de nuestros argumentos y expondremos las fallas de los argumentos de los demás. No sustituiremos nuestras ideas por las de nuestro “contrincante”, las de cada quien evolucionarán y serán propias pero mejoradas. Esta dinámica enriquecedora a base de retroalimentación, no se dará si no tenemos a otra persona con posición e ideas diferentes a las nuestras.

En medio la profunda crisis que vive el país es nuestra responsabilidad propiciar espacios para la discusión. Debemos crear el ambiente adecuado para intercambiar ideas y argumentos entre todos los venezolanos. Debemos aceptar que lucharemos por tener la razón, que expondremos nuestras ideas para que sean rebatidas, las expondremos para que los demás encuentren sus fallas. Eso nos permitirá que el cúmulo de ideas sea cada vez mejor. Debatiremos sobre temas mucho más útiles y complejos a los actuales. De la discusión y el debate ganaremos todos. Expongamos todos nuestros pensamientos, no seamos susceptibles a las críticas y argumentemos de la manera más respetuosa que podamos. Con ello Venezuela sólo podrá ganar.

 

 

Henkel García

Analista e Instructor en Finanzas.

Presidente de Visión de Inversión

Director de @Econometrica IE C.A.

Maestría Administración, mención en Finanzas UNIMET

@HenkelGarcia

 

 

 

 

 

El precio del petróleo cae en un mal momento por Henkel García

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La caída de los precios del petróleo encendió las luces de alarma en distintas instancias. La gravedad del hecho no sólo se limita a la dependencia que tenemos de éste en lo que a ingresos de divisas se refiere, sino en las circunstancias que hoy tiene la economía venezolana.

No hace falta análisis complejos para darse cuenta de lo determinante que puede ser la caída del precio del petróleo en nuestra cotidianidad. Hoy Venezuela tiene una dependencia significativa de las importaciones para satisfacer buena parte de las necesidades, y este escenario plantea un recorte importante en estas, las cuales ya venían cayendo abruptamente, sobre todo las importaciones privadas. Para poner las cosas un poco más agrias, ese recorte se dará en un momento en el que los inventarios se han ido reduciendo drásticamente en los últimos meses.

La caída también nos llega con unas reservas internacionales bajas, en especial las operativas, por lo que saca del juego la posibilidad de recurrir a ellas para aliviar los efectos de precios de petróleo más bajos. Por otro lado, tampoco contamos con la barajita de nuevo endeudamiento, ya que muy pocos estarán dispuestos de asumir el riesgo de prestarnos con el comportamiento del mercado petrolero y con la inestabilidad macroeconómica actual. Todo lo contrario, el mismo endeudamiento pasado hoy nos juega en contra debido a que se nos viene una pesada carga de cancelación de deuda e intereses que podría rondar los $13.000 a $17.000 millones anuales.

Venezuela no ahorró durante los booms de precios petroleros de 2003 a 2014, instrumentos como el Fondo de Estabilización Macroeconómica fueron desechados, pensó que contaríamos con precios altos y crecientes de manera recurrente, además elevó su nivelo de endeudamiento en medio de esos booms (según BCV la deuda externa pasó de $27.000 millones a $105.000 millones de 2005-2013). Venezuela creyó que podía satisfacer las necesidades de sus ciudadanos vía importaciones y no a través de la producción nacional, y con ello en mente poco le importó al gobierno tratar a los empresarios prácticamente como criminales.

Hoy más que nunca tenemos un grave problema de oferta de bienes y servicios. Eso no llegó solo, fue producto de años de errores en el desarrollo de políticas económicas, que solo eran temporalmente escondidos por altos precios del petróleo y endeudamiento. Lo que estamos viviendo es el caro precio que pagamos por esos errores.

Ya son más las voces que reclaman un cambio contundente de rumbo. Pero éste debe comenzar por estabilizar al país desde el punto de vista macroeconómico, más aún cuando los precios del petróleo caen. Para lograr ese paso esencial se debe cambiar drásticamente la manera restrictiva de llevar la economía, pasa también por ver nuevas caras y nuevas ideas en el gabinete. El tiempo corre y apremia, mientras más rápido enderecemos, menores serán las consecuencias de los ajustes que debemos tomar.

 

Henkel García

Analista e Instructor en Finanzas.

Presidente de Visión de Inversión

Director de @Econometrica IE C.A.

Maestría Administración, mención en Finanzas UNIMET

@HenkelGarcia