La cifra es incuestionable. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), entre enero y mayo de este año, las importaciones de productos de origen animal y vegetal alcanzaron los $2.936 millones, lo que supone un aumento de 76,7%, respecto a los $1.661 millones que adquirió la República en el mismo lapso del año pasado; ello pese a que las importaciones totales del país se contrajeron casi 20% en ese período.

La subida, de acuerdo con analistas del sector, es la prueba fehaciente de que el Estado ha enfrentado una seria crisis de abastecimiento causada por la caída de la producción nacional, lo cual ha impulsado las compras internacionales de estos y otros rubros.

Esta tesis se ve corroborada cuando se toma en cuenta que los productos de origen animal y vegetal adquiridos fuera del país elevaron su participación en el mix de las importaciones nacionales en más de 100%, toda vez que si para los cinco primeros meses del año 2013 representaron 8,85% del total de las compras internacionales, entre los meses de enero y mayo de este año pasaron a representar 19,54%, un alza interanual de más de 120% de acuerdo con los datos oficiales registrados.

Pero a esa cantidad debe sumarse lo correspondiente a las compras para la industria alimentaria, que en los primeros cinco meses de 2013 alcanzaron $1.414 millones, un alza si se quiere moderada de apenas 21,2% respecto a los $1.166 millones destinados a este sector en el mismo lapso de 2013.

Esto significa que las compras totales de alimentos en los cinco primeros meses del año suman $4.350 millones, cifra que representa 28,95% de las adquisiciones totales de productos venezolanos en el exterior.

Con tal dato, este sector a la cabeza de las importaciones realizadas en el lapso analizado, apenas por encima de las importaciones de materiales eléctricos, que con $3.766 millones capta 25% de lo erogado por la nación para cancelar sus compras externas en el período antes mencionado.

Importaciones no frenan escasez

No obstante, el alza de las importaciones alimenticias no ha servido para frenar la escasez de productos. De hecho, según los últimos datos del Banco Central de Venezuela (BCV), este indicador alcanzó en abril un pico de 30%, el nivel más alto de este índice en los últimos cinco años.

Tampoco ha servido para frenar la inflación en alimentos, que de acuerdo con los datos del BCV acumularon entre enero y mayo de este año (último dato emitido por el organismo) un alza de 29,6%, frente al mismo período de 2013, mientras que el aumento interanual se ubica por encima de 60%.

Ante la falta de cifras oficiales, las emanadas de organismo privados son la única aproximación a la realidad actual. Y no son nada positivas, pues afirman que el salto es mucho más elevado.

De acuerdo con el estudio que, mes a mes, realiza el Centro de Documentación y Análisis Social (Cendas) de la Federación Venezolana de Maestros, entre enero y julio 2014 la canasta alimentaria ha experimentado un alza de 52%; mientras que entre julio de 2013 y julio de este año el salto de precios es de 96,1%.

Ello significa que para adquirir los nutrientes necesarios para alimentar una familia típica se debe disponer de Bs. 12.689, según los datos del Cendas.

El estudio también revela que 17 de los 58 productos que conforman la canasta alimentaria familiar presentaron en julio fallas de abastecimiento, lo que significa que la escasez se mantiene en niveles similares a los reportados en abril por el Banco Central de Venezuela: 29,6%.