Tres cientos kilómetros al norte de Philadelphia en la parte noreste del estado de Pensilvania existe Towanda un pueblucho muy poco conocido que hace menos de dos años estaba en un lento proceso de decaimiento, como afligido por una enfermedad terminal, del cual sus habitantes trataban desesperadamente de huir por falta de trabajo, oportunidades e interés.

Su población, que llegó alcanzar las 5.000 personas en los primeros decenios del siglo pasado cuando prosperaban tres industrias manufactureras, fue gradualmente bajando con el crecimiento de las ciudades más importantes del estado que construyeron industrias más modernas y ofrecían una mejor calidad de vida, tanto que en el 2010 contaba con escasos 3,000 aburridos habitantes de un pueblo que mas y mas se parecía al significado de su nombre indio que es cementerio.

Pero eso cambió repentinamente hace unos veinte meses cuando dos empresas petroleras descubrieron que Towanda estaba sentada encima de unos de los yacimientos gasíferos más grandes de los Estados Unidos conocido como Marcellus Shale que forma parte del sector noreste del llamado » Circulo de Fuego,» la inmensa formación subterránea que además de Pensilvania abarca los estados de Michigan, Illinois y North Dakota en el norte, Wyoming, Colorado y New México en el oeste y Texas, Oklahoma, Arkansas y Luisiana en el sur.

La «cenicienta» de Towanda se llama Chris Sutton que se volvió millonario de la noche a la mañana cuando el año pasado vendió a la empresa Talisman Energy su terreno de 154 acres (62 hectáreas) en las afueras del pueblo por el precio de $ 900,000 mas el derecho del 20% de las ganancias de toda futura extracción.

Los letreros de Towanda promoviendo venta de casas, carros, muebles y de gente en busca de trabajo hoy en día han sido reemplazados de repente por carteles de personas y empresas solicitando espacio para oficinas, casas, viviendas y, sobretodo, personal.

El viejo hotel de Towanda de 28 habitaciones está siendo remodelado y ampliado para sumar 50 habitaciones. Dos cadenas nacionales están construyendo hoteles para un total de 220 habitaciones. Compañías de construcción de Philadelphia y de Trenton, New Jersey, han empezado complejos habitacionales para hospedar más de 1.500 familias y el pueblo ahora cuenta con unos veinticinco restaurantes comparado a los 6 de hace dos años.

Hasta unos 300 antiguos habitantes han vuelto a Towanda, primero para evidenciar su increíble cambio y luego para volver a vivir y formar parte del renacimiento del «cementerio,» que por supuesto es ahora mucho menos lúgubre.

Este cuento que parece de fabula recuerda al del de Spindletop en las afueras de la ciudad de Beaumont, en el sector sureste del estado de Texas y de un campesino de nombre Patillo Higgins que permitió que una compañía de geólogos perforaran una colina de su terreno y el 10 de enero de 1901 descubrieran petróleo por primera vez en la historia de los Estados Unidos.

A parte de la gran fortuna que cayó encima de Higgins, tal como él mismo lo cuenta » no del cielo sino del infierno,» a lo largo de más de 50 años Texas se mantuvo como la región petrolera más prolífica del mundo y a Estados Unidos el país de mayor producción petrolera del planeta hasta los años 1970.

Towanda y el » Circulo de Fuego,» que se encuentra bajo las capas de esquisto Norteamericanas ha hecho revivir la memoria de los días de de bonanza petrolera de antaño indicando que Estados Unidos muy probablemente volverá a dominar el mercado mundial energético dentro de ;pocos años.

El camino para Towanda y sus petroleros y las empresas que explotan el gas y petróleo de esquisto a lo largo de Estado Unidos no es completamente libre de obstáculos. La explotación de hidrocarburos de esquisto está siendo cuestionada porque el proceso de perforación horizontal por sistema hidráulico conocido como fracking en algunos casos ha causado infiltraciones que afectan cursos de agua subterráneos destinados a uso potable.

Sin embargo no cabe duda que debido a la importancia que representa esta nueva fuente energética las empresas explotadoras seguirán perfeccionando sistemas que evitarán las infiltraciones y que centros de perforación como Towanda y los Estados Unidos en general saldrán beneficiados.

 Por Tony  Bianchi