Desde 1991, cuando ganó la presidencia de la Liga de Fútbol Profesional, Laureano González ha estado vinculado a cargos directivos. Previamente el funcionario había estado ligado al balompié menor en el estado Bolívar y dirigió la Asociación de esa entidad. Lento pero seguro comenzó a escalar hasta convertirse en la mano derecha de Rafael Esquivel, presidente de la Federación Venezolana de Fútbol desde 1986 hasta 2015, cuando fue apresado por autoridades internacionales a raíz del caso FIFA Gate.
A partir de la aprehensión de Esquivel en Europa y posterior encarcelamiento en Nueva York, González asumió las riendas interinas de la FVF y este martes fue ratificado luego de una elección donde ganó por una aplastante mayoría con el 96% de los votos, humillando a sus contendores, el comentarista deportivo Tony Carrasco (Movimiento Gran Federación Venezolana de Fútbol) y Antonio Cabrujas (Liga Nacional del Fútbol Menor).
Para entender la longevidad de González al frente del ente federativo, deshojaremos estas claves:
1.- El ratificado presidente de la FVF posee el apoyo casi mayoritario de asociaciones, clubes profesionales, colectivos de balompié, ligas de fútbol menor, árbitros y entrenadores, además del espaldarazo del propio Instituto Nacional de Deportes, cuyo presidente Pedro Infante estaba en la misma plancha.
2.- Voces antagónicas a González denunciaron irregularidades durante el proceso electoral. La plancha de Carrasco dijo que a los votantes se los habían llevado a «pasear» fuera de su hotel en Maturín, donde se efectuaron los comicios, mientras que el grupo de Cabrujas formuló «los sacaron de shopping».
3.- El movimiento Somos Vinotinto, presidido por el ex técnico de la selección venezolana de fútbol, se retiró de la carrera a la presidencia de la FVF por presuntas irregularidades, entre ellas la supuesta escogencia de representantes de asociaciones de una manera no convencional. Páez denunció que los clubes no fueron legitimados en sus registros para ejercer su derecho al voto.
4.- Páez igualmente manifestó que organismos como el IND, el Ministerio del Deporte y el Tribunal Supremo de Justicia se hicieron de la vista de la gorda ante las denuncias, por lo que considera que el resto de los dirigentes no alineados con González están en indefensión y abandono legal institucional.
5.- A González no solo le salpicó el FIFA Gate, también a mediados de los noventa estuvo a un tris de ir a la cárcel por el caso del Club Sport Marítimo Venezuela. González excluyó al entonces equipo más popular venezolano del hexagonal final, alegando que el aforo del estadio en Guatire era insuficiente. El Marítimo, el equipo de la colonia portuguesa en Venezuela, perdió la sede en el Olímpico de la UCV a raíz de la crisis financiera que originó la intervención del Banco Latino, entonces se vio obligado a pescar un hogar transitorio en las afueras de Caracas. Al final la Liga, presidida por González, reemplazó al Marítimo en el hexagonal final por el UD Lara, además de suspender a los directivos, bajarle de categoría y meterle una onerosa multa en divisas. La gerencia del club portugués introdujo un amparo, pero esto no prosperó. A raíz de esto González se consolidó en la Liga y posteriormente en la Federación.
