Familiares de José Antonio Tovar Colina confirmaron que el cadáver del criminal fue trasladado a El Junquito para su cremación. Un funcionario les notificó a los parientes de «El Picure» que deben cumplir la orden presidencial en las próximas horas. En dos días a los allegados de uno de los 40 hombres más buscados por el Cicpc y uno de los delincuentes solicitados por Interpol, les pusieron dos condiciones para llevarse el cuerpo del criminal de la morgue de Bello Monte
FINALIZÓ LA MILITARIZACIÓN EN LA MORGUE DE BELLO MONTE. El cadáver de José Antonio Tovar Colina «El Picure» ya no está en esa dependencia. Familiares del criminal confirmaron que el cuerpo fue trasladado a El Junquito, por orden del presidente Nicolás Maduro. «Nos entregaron el acta de defunción y nos acaban de llamar por teléfono para que subamos a El Junquito, pues por orden presidencial deben cremarlo hoy. Eso no puede ser así. Lo van a cremar sin autorización», manifestó una prima del delincuente.
Previamente la mujer declaró que en la medicatura forense les advirtieron desde el miércoles a las 3:00 pm que había dos condiciones para trasladar el cuerpo: que lo cremaran o que la madre de Tovar Colina lo retirara, pero su tía advirtió que la madre de «El Picure» no ha viajado desde Guárico a Caracas, pues le dio un ACV cuando se enteró de la muerte de su hijo
Más temprano, a la 1:00 pm de este jueves, en las adyacencias de la morgue de Bello Monte continuaba la «tensa calma» poco antes de que el cadáver de «El Picure», uno de los hombres más buscados por el Cicpc, e incluso Interpol, cumpliera 48 horas en la medicatura forense. Los dos accesos a la medicatura forense continuaban bloqueados por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana y, desde este jueves, también por efectivos de la Policía Nacional. Los efectivos, con armas largas en mano, eran explícitos: «no hay paso», les decían a los conductores y les daban la orden de retroceder.
Entre la multitud de personas que estaban apostadas en aceras, vehículos y bancos ubicados a escasos metros de la morgue de Bello Monte, estaba sentada Grismar Colina, tía de «El Picure», junto con una de sus primas, que no aparenta tener más de 25 años de edad. Las familiares de uno de los criminales más temidos son accesibles y aceptan responderle a la prensa sobre algunos aspectos de la vida personal de José Antonio Tovar Colina, de 27 años de edad. Cuando las mujeres viajaron en autobús desde Guárico hasta Caracas para retirar el cadáver del delincuente, no tenían intenciones de declararle a la prensa, pero la impotencia que tienen por las trabas que les han puesto en la medicatura forense para hacer los trámites, las han impulsado a hablar.
«No entiendo cuál era el rodeo de traerlo a Caracas si José Antonio pertenecía a la población de El Sombrero y debe ser enterrado allí. Están manejando el caso como si se tratara del gran capo. Aquí nos han informado que las investigaciones pueden demorar hasta 15 días. Desde que llegamos el miércoles a las 3:00 pm no nos han permitido ver en cuerpo de él, no nos han entregado su planilla de ingreso, ni nos han dado los resultados de la autopsia y nos pusieron dos condiciones para retirar el cadáver. La primera es que venga su madre y la segunda es que sea cremado, de hecho, nos dijeron que si aceptamos, el Estado puede asumir sus gastos. Pero la mamá no quiere eso, queremos velarlo y enterrarlo en su comunidad. Por otro lado, su madre sufrió un ACV cuando se enteró que lo mataron», manifiestó la tía de «El Picure», Grismar Colina.
La tía y la prima de «El Picure», que estaba solicitado por homicidio, robo, extorsión, secuestro y tráfico de drogas, son mujeres humildes. Su hablar y apariencia lo denotan. No piden justicia, ni tampoco que se diga otra versión del delincuente. Ambas están y siempre estuvieron consientes de los pasos en los que estuvo José Antonio Tovar Colina. «Él andaba en malos pasos. Hay que decir la verdad, pero el profesor de deportes y su sobrino, y la otra persona que murieron ese martes en la tarde eran inocentes, personas sanas», dijo la tía del delincuente.
Las familiares de «El Picure» confirmaron que fueron nueve las personas que murieron en los distintos procedimientos que hicieron funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana y del Cicpc para dar con Tovar Colina, incluyendo a Yordi, uno de los miembros de la megabanda que éste lideraba. También precisaron que el criminal murió en el interior de una vivienda abandonada que utilizaba para resguardarse, ubicada en el sector Juan Ángel Bravo de la población de El Sombrero, del estado Guárico. «Él vivía en su mundo. Siempre tenía que estar escondido y nunca nos decía en qué parte estaba», precisó su prima.
«Se hacía respetar»
En la población de El Sombrero, según contó su tía, «El Picure» se hacía respetar. No permitía que nadie robara o que ningún vecino se comportara mal con su madre o familiares: «Él se supo ganar el respeto de la comunidad. A las personas que robaban las ponía en su sitio. De hecho, en el día del niño les daba regalos a los niños y a la casa llegaban para solicitar ayuda hasta para personas enfermas. Como a él le gustaba el deporte, ayudó a la gente para hacer mangas de coleo, promocionar las peleas de gallos y regaló varios balones deportivos. Desde 2011, que el gobierno realizaba operativos para dar con él, siempre supo cómo escapárseles (risas), pero él era obstinado. Sabía que tarde o temprano lo iban a matar. A lo mejor se obstinó y se entregó».
La prima de «El Picure» admite que su familiar llegó a estar armado, pero pone en duda que las granadas y armas que supuestamente los funcionarios incautaron en el procedimiento sean se él: «Eso es mentira que esas armas eran de mi primo. Si las hubiese tenido, más de un funcionario hubiese muerto. Aquí deben entregarnos el cadáver, como pasa con todos los muertos que traen a la morgue. Esto no es algo que nosotros elegimos. No estamos orgullosos, pero es nuestro familiar y lo vamos a apoyar».
La tía del temido «El Picure», en medio de su catarsis, contó que desde hace tres años apróximadamente, el gobierno ha tomado represalias con la población de El sombrero, porque es un territorio que era controlado por su familiar: «En El Sombrero se compra bachaqueado. Un kilo de arroz cuesta 1.000 bolívares. El gobierno no nos manda comida para allá y nos limita hasta con el agua. Estamos aterrados de lo que pueda pasar. Queremos verlo por última vez y llevarnos su cuerpo para velarlo y enterrarlo con su gente. Si quieren, que vayan los policías a ver cómo lo enterramos. Así pasó en el entierro de Junior, el hermano paterno de José que fue asesinado el sábado en otro operativo».
José Antonio Tovar Colina dejó huérfanos a tres hijos de dos, tres y cuatro años de edad. Todos son de distintas madres. Los familiares de «El Picure» contaron que el criminal nació el 12 de marzo de 1989, que le gustaba la salsa del cantante Maelo Ruiz y el reggaeton. Sus allegados también revelaron por qué le dicen así: «A él le decían Picurito porque en el pueblo le dicen Picure a su padre, pero con los años la gente le empezó a decir Picure».
