Un país "sifrino" por Gustavo Linares Benzo para El Universal - Runrun
Un país «sifrino» por Gustavo Linares Benzo para El Universal

Lo irreversible de verdad es que cada vez más pobres no son chavistas

El asombroso resultado electoral, virtual empate entre Capriles y Maduro, sin abstención, es producto del más espectacular quiebre del discurso de Hugo Chávez y de su sociología. Si las primerísimas palabras de Maduro luego del anuncio de las rectoras son verdad, que la burguesía y su candidato (sic) habían sido derrotados, resulta que Venezuela es el país emergente con más clase media del mundo, un país con más potentados que Arabia Saudita y con una composición social semejante a Munich. Obviamente, tal maravilla no es cierta. ¿O sí?

Grosso modo, las clases A y B en Venezuela representan el 20% de la población, digamos que todo ese porcentaje es la clase media. El sector C, clase media baja, pobreza moderada, es el 38%; el segmento D es el resto, 42%, los más pobres. Asumiendo que la clase media es toda burguesa, escuálida en los términos despectivos que puso de moda Chávez, falta 30% de la población para llegar al voto de la extrema derecha que según el pajarito pío es la oposición. Entonces, al menos la mitad de los pobres del país votaron por Capriles. Aquí viene el descalabro mayor de este gobierno de «mientras tanto»: esa mitad son clase media porque a eso aspiran, y la clase media jamás podrá aceptar el discurso chavista.

La tendencia más fuerte en América Latina, como acaba de reafirmar entre miles un extenso estudio del Banco Mundial, es el ascenso vertiginoso de la clase media debido a la década ganada 2000-2010: baja inflación, aumento de las exportaciones, políticas redistributivas ligadas a la educación (el modelo Cardoso copiado por el mercader Lula). Todos estos estudios afirman que esa tendencia es obviamente una realidad económica, pero también un fenómeno cultural, que llega mucho más lejos que las clases A, B y C. El aumento impresionante de la educación y salud privadas en todo el continente, galáctico en Venezuela, es la prueba más clara, una realidad para ese sector, pero la primera aspiración, el objetivo primordial de los esfuerzos familiares de muchos de los más pobres.

Valores familiares, otro carácter básico de esa clase media que ya es culturalmente la mitad de Venezuela. Más exactamente, el apoderamiento de la mujer y la cooperación del marido en el cuidado y manutención de los hijos. No un cariño por los hijos al estilo «día del padre», sino familias con dos ingresos mensuales, dos personas para llevar a los hijos a la escuela, más posibilidades para la mujer trabajadora. A nadie escapa que son las mujeres de esa clase media, tanto económica como cultural, las más beligerantes opositoras.

El pasado 7 de abril se produjo una confusa situación en Ciudad Caribia, con una persona fallecida y la destrucción por una poblada de varias patrullas y el módulo de la Policía Nacional. «Aquí la mayoría de la gente es de Federico Quiroz (… ), Blandín y más recientemente trajeron gente de Guarenas, pero hay un grupito de gente que son los que ‘molestan’ a toda hora y la gente está harta, pero les tiene miedo» dijo una vecina. Esa es la típica idiosincrasia de la clase media, convivencia pacífica, tranquilidad, seguridad. Que esa sea la mayoría en la primera ciudad socialista, fundada entre bombos y platillos por el mismísimo Hugo Chávez, no sorprende a la luz del resultado electoral. Hasta los efectos de las políticas chavistas conspiran contra el voto del gobierno.

A medida que pasan los días, más parece que Capriles ganó. El Ministerio del Poder Popular para las Elecciones (CNE) se encuentra en grave tesitura. Lo irreversible de verdad es que cada vez más pobres no son chavistas.

glinares@cjlegal.net

Fuente: http://www.eluniversal.com/opinion/130417/un-pais-sifrino

Gustavo Linares Benzo, es Abogado Cum Laude de la Universidad Católica Andrés Bello. Ha sido asesor del Gobierno Nacional y de varios estados y municipios, del BCV, del Museo Bellas Artes del Banco Mundial y del PNUD. Fue Director de lo Contencioso – Administrativo de la Procuraduría General de la República. Es abogado corporativo y consultor de diversas empresas nacionales e internacionales.