“No hay manera de que este gobierno perdure, por lo que mejor es dejarlos a solas en su socialismo radical, que no lo conducirá a otra cosa que a la impaciencia de las masas, y de Washington…”
Seguimos en un intenso proceso de decantación. Son muchos frentes. Demasiadas circunstancias que no se pueden poner a salvo en un país hecho pedazos. No es tanto la rapidez de los acontecimientos como la torpeza y la violencia con la cual Chávez y sus fanáticos saquean la historia. Un proceso histérico, corrupto y resentido, embutido en un mélange ideológico, islámico-radical, criminal y militarista, que cegó su destino y decretó el fin inevitable de su era. Hoy ni la santísima trinidad del colectivismo utópico, igualitario y parejero, Ignacio Ramonet, Heinz Dieterich o Noam Chomsky, se tragan esa farsa. Y llegó Tillerson…
AMOR CON HAMBRE NO DURA. PERO…
No hay manera que este gobierno sobreviva el poder. Al decir de Gallegos, “la maldad es temporal”. Algunos abatidos y deprimidos (con razón), le atribuyen al régimen el padrinazgo de una suerte de “Rasputín antillano de inteligencia superior”, que se habría leído mejor que cualquier opositor, los pasajes de El Príncipe de Maquiavelo, Mi Lucha de Hitler (Mein Kampf), El malestar en la cultura de Freud, (1930), El miedo a la libertad de Fromm (1941) o El hombre unidimensional de Marcuse, (1964)…El tema es al revés. Lo que no ha leído el régimen de estas obras, es que “Los hombres se conducen principalmente por dos impulsos: o por amor o por miedo; y que La mejor fortaleza que un príncipe puede poseer es el afecto de su gente” [Maquiavelo]. El miedo y la contención de las masas tienen sus fronteras: el hambre y el odio. Si el poder sólo descansa en lo último, lo primero se desborda y lo desplaza, recibiendo su cosecha: resentimiento, envidia y repugnancia.
Pero cuidado. El régimen también ha sabido sembrar miedo, dependencia y culpa por encima de otras emociones constructivas y desatando todos los demonios, gracias a los hacedores de ansiedades confusionales vía twitter. Esto es lo que llama J.L. Tizón en su obra La psicología del poder, “la organización relacional perversa”. Un terror catastrófico que inocula a la oposición, donde actores que dicen llamarse disidentes minan cómo termitas la unidad, dividiendo a rabiar. Hemos sido destrozados, sí, por la maldición infinita del socialismo del siglo XXI. Pero también por una perversa elección: la cizaña y el matojo por encima de la prudencia y la racionalidad. Así quedaron trasladadas las culpas en los hombros de los “colaboracionistas, traidores y cobardes” de la oposición, etiquetas que con mucha ligereza “los confusionales de las redes sociales», histéricamente lanzan sobre Lilian, Leopoldo, Borges o Ramos. Y dejaron de ser héroes…
A partir de los reforzadores de terrores esquizoparanoides, nutrientes de incertidumbre y quiebre grupal, contemplamos la sociedad como si fuese un individuo … Maduro, Rodríguez o Diosdado, resumen la ontopatología anti-ética del Venezolano, mientras destacados opositores representan la complicidad de aquellos. Obra de los “Rasputines” en cerrada alianza con los twitteros confusionales, que destilan contubernio … El twittero confusional-por cierto-se dice puro, trigo limpio, y para nada es parte de la basura que denuncian, a diferencia de aquellos que a lo menos se confiesan “de armas tomar”. Lo que indigna es que desde aquel seguro y hermético templo de espoleas, el twittero confusional juzga y sentencia lo que precisamente no hace: engrasarse y sudar la frente por la libertad.
UN DIALOGO SIN SENTIDO…
Es verdad. El diálogo ha muerto. Tanto satanizado por un peronismo mainstream; por un populismo mediático embriagado de instantaneidad emocional sobre una opinión pública confundida y frustrada, como por la ilegalización de PJ, el ajusticiamiento de Pérez y el episodio de Gramcko, que vienen a ser las gotas que derramaron la leche. Una dinámica donde el único que ríe cínicamente es Rodríguez, su hermana y Roy Chaderton. Un diálogo hostil, extorsionador, maniqueo, que no resuelve el dilema más elemental: conversar y solucionar. En este sentido la oposición no tiene más que buscar en RD, salvo alborotar el mainstream, fragilizar el apoyo internacional, propiciar el éxodo y perder su último trozo de credibilidad…Ha llegado el momento que la oposición se marche a la calle a ayudar a la gente, ha reconectarse con sus dirigidos y con el pueblo. Decía al inicio, no hay manera de que este gobierno perdure, por lo que mejor es dejarlos a solas en su socialismo radical, islámico e ineficaz, mismo que no lo conducirá a otra cosa que a la impaciencia de las masas, y de Washington…
SE FUE SHANNON Y LLEGO TILLERSON
Thomas Shannon después de más de tres décadas en el Departamento de Estado, sólo fracasó en dos cosas: Cuba y Venezuela. A la primera le dieron todo sin nada a cambio y a la segunda, una inmerecida e ingrata paciencia. Tillerson-con los balancines encendidos en el Esequibo, con Rusia y China hasta las narices y con la revivida doctrina Monroe, apunta a Venezuela de otro modo. En este contexto, elecciones no son agenda y el diálogo será más propicio a lo interno de la oposición, para reconciliar posiciones. Como sentenció Maquiavelo: “Ninguna empresa tiene más probabilidades de triunfar que una oculta del enemigo hasta que esté madura para ser ejecutada” En eso anda Tillerrson…
@ovierablanco
