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Voluntad Popular

EFE Ene 14, 2019 | Actualizado hace 5 años
Unión Europea expresa solidaridad con Juan Guaidó

LA ALTAL REPRESENTANTE DE LA UNIÓN EUROPEA para la Política Exterior, Federica Mogherini, manifestó hoy su “solidaridad” con el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela (AN, Parlamento), Juan Guaidó, por su breve detención temporal de este domingo.

“La UE mantiene su solidaridad con el presidente de la Asamblea Nacional, la institución del país elegida democráticamente”, comentó en un comunicado una portavoz de Mogherini.

Confió en “que las autoridades relevantes garanticen sus derechos civiles, libertad e integridad física, así como la de todos los miembros de la Asamblea Nacional en línea con su mandato constitucional de inmunidad”.

La jefa de la diplomacia de la UE destacó que dos periodistas también fueron arrestados temporalmente.

“Las autoridades deben garantizar el total respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales, incluyendo la libertad de prensa y de los medios de comunicación”, subrayó.

La breve detención que sufrió Guaidó enrareció aún más el clima político en el país caribeño, cuyos poderes Legislativo -el único que controla la oposición- y Ejecutivo se desconocen mutuamente.

Guaidó, de la formación Voluntad Popular (VP), del líder encarcelado Leopoldo López, fue interceptado por agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en la autopista que conecta Caracas con el costero estado de Vargas, adonde se dirigía para liderar un cabildo abierto, y retenido por espacio de media hora.

Su detención se conoció a través de las redes sociales, cuando se divulgó un vídeo en el que se aprecia a varios agentes tomar el control del vehículo que lo trasladaba.

De su libertad se supo cuando el propio Guaidó envió un mensaje telefónico a sus colaboradores y compañeros de partido, que de igual forma fue replicado en las redes sociales.

La UE lamentó la investidura el 10 de enero de Nicolás Maduro para un segundo mandato como presidente de Venezuela, después de hacer “caso omiso” al llamamiento para la celebración de unas elecciones democráticas, y opinó que ello aleja una solución constitucional negociada.

 

El próximo presidente de la Asamblea Nacional, por Armando Armas

MAÑANA SE INICIA UN NUEVO PERÍODO LEGISLATIVO y, siendo consecuentes con el acuerdo de gobernabilidad suscrito entre los partidos de oposición con representación parlamentaria, se designará una nueva directiva. En esta oportunidad, la presidencia de la Asamblea Nacional le corresponde a un diputado de Voluntad Popular.

Eso representa, sin duda, una oportunidad para generar un punto de inflexión en el devenir deplorable que ha tenido, hasta ahora, el curso reciente de la política de nuestro país.
Hay quienes dicen que lo único que hay que hacer es nombrar un gobierno que llene el vacío producto de la ilegitimidad del régimen de facto de Maduro. Quienes así piensan arguyen, básicamente, que “es lo que dice la Constitución”, pero son los mismos que dicen -y coincido con ellos- que no hay Estado de derecho. Ergo, sin las condiciones objetivas que implica esa decisión, la certeza de que tenga real repercusión es contradictoria. El idealismo puede ser peligroso cuando raya en la ingenuidad, y perversamente oportunista si es la justificación para una una promesa que se sabe no se puede cumplir.
Soy de la opinión de que se debe comenzar dando muestras que, por más pequeñas que parezcan, tienen un gran simbolismo en cuanto a la ruta de quiebre a emprender. Estas comienzan por cambiar el reglamento interno y de debate y derogar leyes infames -especialmente las del Poder Popular- para así dar señales de claras de nuestra intención de desmontar el entramado institucional de dominación.
También se debe nombrar un nuevo CNE, completar los magistrados que dejaron sus vacantes por subordinarse a la fraudulenta Asamblea Constituyente, asumir la representación del Estado y, consecuentemente, emitir comunicados a los organismos multilaterales para el cese de funciones de las representaciones diplomáticas de la dictadura (sobre todo en La Haya, la OEA y las Naciones Unidas). Estas son, en parte, cosas que sí pueden ir construyendo un momentum político y generando una expectativa real de alternativa de poder.
La legitimidad de la AN radica en la confianza depositada por los más de 14 millones de personas que votaron en diciembre de 2015, la participación electoral más alta de la historia contemporánea y en la que la oposición obtuvo más de 7,7 millones de esos votos. Esta participación fue incluso más alta que en cualquiera de las elecciones en las que participó Chávez. Pero no podemos olvidar que la contundencia y eventual repercusión -nacional e internacional- de las decisiones del órgano están sujetas al consenso de las facciones que lo conforman.
A mayor consenso institucional, mayor respaldo internacional. Estoy convencido de que podemos encontrar una fórmula que cumpla con las expectativas de las diferentes corrientes de pensamiento que confluyen en la AN.
El camino es el desafío  
El próximo presidente de la Asamblea Nacional, por jerarquía y trayectoria, debería ser Freddy Guevara. Compañero de luchas incansables. Sin embargo, desde el partido hemos decidido que sea Juan Guaidó, quien también tiene la trayectoria, el mérito, el talento y la gallardía necesarios para asumir el desafío. Lo conozco bien y doy fe de ello.
En un año que promete ser crucial para definir el destino de nuestro país, el liderazgo político recaerá en un hombre que representa a toda una generación de políticos emergentes. Una generación que ha sido forjada al calor de una lucha sin igual. Una generación arrullada con cantos de protesta y amamantada con gas lacrimógeno. Una generación que entiende el poder como la herramienta más idónea para la transformación de la sociedad, y no como la llave a un botín al cual saquear. Una generación que ha padecido la cárcel y el exilio; que ha sangrado, sudado y llorado por la tierra que nos vio nacer.
Una generación que fue la punta de lanza para algo que parecía imposible: ganarle electoral y políticamente al “Comandante” el Referéndum Constitucional en 2007, en su pico de popularidad y con el barril de petróleo por encima de 100 dólares.
La fuerza y entereza de estos años de lucha es lo que ha moldeado nuestras convicciones y es por eso por lo que en el parlamento nacional hay quienes, desde el principio, tenemos muy claro para qué fuimos electos en el 2015. No fue para hacer leyes que sabíamos que no se iban a ejecutar ni acuerdos de cámara meramente declarativos, ni debates carentes de interés e impacto por la falta de medios de comunicación masivos independientes.
La situación trágica de supervivencia que padecemos la mayoría de los venezolanos no entiende de leguleyismos, ni excusas.
No fuimos electos para la cohabitación, sino para el DESAFÍO y eventual SUSTITUCIÓN de un régimen criminal que se apalanca en la cesión inaceptable de nuestra soberanía -a cubanos, chinos y rusos-, y cuyo objetivo es la permanencia en el poder cueste lo que les cueste.
El desafío es el germen de la libertad. Si la política es de desafío, Juan Gerardo hermano, cuentas conmigo.
VP confirma que propondrá a Juan Guaidó a la presidencia de la AN
EL PARTIDO VOLUNTAD POPULAR CONFIRMÓ este jueves, 20 de diciembre, que el diputado Juan Guaidó se convertirá en el líder del Poder Legislativo a partir del próximo 2019.
«A partir de enero y con la misma energía y compromiso que le caracterizan, Juan Guaidó asumirá la Presidencia de la Asamblea Nacional como herramienta para enfrentar a un dictador deslegitimado ante el país y el mundo. Somos enfáticos en este punto: La Asamblea Nacional no reconoce a Nicolás Maduro como Presidente, es un usurpador y haremos todo lo que esté en nuestras manos para propiciar su salida del poder de forma urgente», reza el comunicado de la tolda naranja.
La organización recordó que el nuevo cargo de Guaidó es parte del acuerdo alcanzado en 2015 entre los partidos de oposición sobre las juntas directivas de cada período legislativo.
«Esto es un mensaje al país y a la dictadura, que intentó extorsionar y amenazar a nuestros diputados y hoy los mismos decidieron honrar el compromiso asumido con Venezuela para que nuestra Asamblea Nacional sea el motor del necesario cambio político», apunta la nota.
«Desde Voluntad Popular entendemos que el único norte que debe movernos institucional, nacional e internacionalmente, es la urgente salida de Nicolás Maduro del poder. En ese sentido, asumimos la Presidencia de la Asamblea Nacional como eje articulador de la estrategia unitaria contra un régimen que ha llevado a Venezuela al peor momento de su historia política, económica y social», continúa.
El comunicado subraya que Guaidó es parte de la llamada “Generación 2007” de la que formaron parte Yon Goicoechea, Freddy Guevara, Stalin González, Juan Andrés Mejía, Miguel Pizarro, Daniel Ceballos entre otros miembros de la fracción.
«Juan asumió el reto de luchar en Vargas, estado históricamente afecto al gobierno, y alcanzó una victoria que parecía imposible para asegurar la histórica mayoría alcanzada por los factores democráticos en 2015», recalca la nota y recuerda que dentro de la AN el parlamentario impulsó la Ley de Amnistía mientras fue vicepresidente de la Comisión de Política Interior y presidió la Comisión de Contraloría.
Abstención amenaza elección del aliado más cercano al ciudadano

@franzambranor

 

El concejal es el funcionario público más cercano al ciudadano común. Es el encargado de promover el desarrollo del municipio en distintas áreas y entre sus funciones están las de fiscalizar la labor del alcalde, emitir ordenanzas que rigen la entidad, nombrar al Contralor Municipal y aprobar el presupuesto municipal.

Este domingo 9 de diciembre se llevarán a cabo los comicios para seleccionar 2459 concejales para 335 municipios, 1704 se escogerán de forma nominal, 686 por lista y 69 serán representantes de la comunidades indígenas.

De acuerdo al artículo 93 de la Ley Orgánica del Poder Público Municipal, quien desee optar por este tipo de responsabilidad debe tener más de 21 años, ser venezolano de nacimiento o naturalizado y haber residido en el municipio al menos por tres años antes de la elección. El cargo de concejal en Venezuela dura cuatro años y puede someterse a reelección.

Pasando por encima del CNE y de la Asamblea Nacional, en marzo de este año la asamblea nacional constituyente a través de un decreto adelantó las elecciones presidenciales para el 20 de mayo e igualmente propuso las de concejos legislativos y municipales, pero solo se hicieron estas dos primeras porque el CNE alegó razones técnicas.

Para el ex secretario ejecutivo de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, el concejal es el mejor aliado o adversario de la principal autoridad municipal. “La Cámara Municipal puede ayudar a un alcalde o estorbar su trabajo, incluso puede destituirlo”.

“El concejal es el agente de cambio más cercano al ciudadano, es quien desde la Cámara Municipal gestiona todas aquellas políticas públicas que van a incidir de manera directa en la calidad de vida de los vecinos”, dijo Gorka Carnevali, aspirante a la Cámara Municipal de El Hatillo por el movimiento Acción Ciudadana en Positivo.

Aveledo sostuvo que una elección acertada de concejales es fundamental para ejercer algún tipo de contraloría municipal. “Cada ciudadano debe evaluar su entorno y tomar responsablemente su decisión. ¿Hay en su municipio a quién vale la pena ayudar? Si es así, no le niegue esa ayuda. ¿Le parece que su alcalde debe responder ante un Concejo que lo controle? Pues actúe en consecuencia. Hay partidos ilegalizados y posibles candidatos injustamente inhabilitados o perseguidos, pero también criterios locales a tener en cuenta. Así que piénselo bien primero. No se deje llevar por el prejuicio o la comodidad”, dijo.

Irregularidades por doquier

A juicio del Observatorio Electoral Venezolano, estos comicios suceden en el marco de varias irregularidades. En primer lugar se convocan a destiempo con un año de retraso lo cual viola la norma constitucional (la elección anterior se produjo el 8 de diciembre de 2013 y correspondía en diciembre de 2017), se llevan a cabo separadas de la escogencia de alcaldes por capricho de la anc y con una reducida oferta electoral luego de la inhabilitación de partidos políticos como la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Primero Justicia (PJ), Voluntad Popular (VP), Acción Democrática (AD), Un Nuevo Tiempo (UNT), La Causa R y Alianza al Bravo Pueblo (ABP).

Asimismo, el OEV denunció que el CNE dejó por fuera del Registro Electoral Permanente a 2 millones de nuevos votantes y bajó la oferta de mesas en los centros de votación con respecto a las presidenciales de mayo de este año y los comicios para elegir diputados de la Asamblea Nacional en 2015. En esta ocasión instalarán 28783 mesas en 14382 centros, 5300 mesas menos que en las presidenciales y aproximadamente 12 mil menos que en las parlamentarias de hace tres años.

“Estas elecciones se separaron de las de alcaldes y se perdió la inercia que se genera escogiendo a las autoridades del mismo municipio. La gente siente que su voto no tiene valor”, dijo Carlos Medina, director del Observatorio Electoral Venezolano. “El mismo CNE sabe que la convocatoria será floja, por eso reduce el número de mesas”, agregó.

La ausencia de partidos tradicionales con estructura y militancias amplias hacen cuesta arriba la defensa del sufragio una vez cerrados los centros electorales. Ante eso el candidato a concejal en el municipio El Hatillo, Gorka Carnevali, aseguró que poseen una estrategia. “El mismo ejercicio que hicimos en la consulta del 16 de julio de 2017. Nos acompañó el vecino que no milita en partidos políticos y así vimos que 7 millones de venezolanos se presentaron en los centros de votación sin CNE ni Plan República”.

Se avecina participación baja

Un informe del OEV revela que apenas tres elecciones de concejos municipales se han llevado a cabo en los últimos 18 años: el 3 de diciembre de 2000 (junto a Juntas Parroquiales), el 7 de agosto de 2005 (también junto a Juntas Parroquiales) y el 8 de diciembre de 2013 (junto a alcaldes). Todas se han caracterizado por elevados índices de abstención, aunque han venido en descenso. En 2000 hubo 76,2%, en 2005 se registró 69,18% y en 2013 se ubicó en 41,08%.

La inhabilitación de partidos políticos de oposición, el cambio arbitrario de circunscripciones, la injerencia de la asamblea nacional constituyente en materia electoral, el desequilibrio entre los rectores del CNE, la diáspora, la escasa promoción que han tenido los comicios, los puntos rojos cercanos a los centros electorales y hasta el reciente episodio de la designación vía Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia de Jessica Bello, candidata simpatizante del chavismo en las elecciones de la FCU de la Universidad de Carabobo, pudiesen ahuyentar a los votantes este domingo 9 de diciembre.

“La imparcialidad del CNE está en entredicho y no hace nada por siquiera fingirla. Sabiendo eso, en una elección local hay otros factores a considerar y creo que lo responsables es ponderarlos”, dijo Ramón Guillermo Aveledo.

De acuerdo a una encuesta de Meganalisis, 82,4% de los consultados afirma que no votará en la consulta, 68,3% desconoce que habrá elecciones el domingo, 79.8% no milita en partido alguno, 11,3% apoya al Psuv y 5,4% a la MUD. Por su parte, Datanálisis arrojó que apenas 14,6% de los encuestados se mostró dispuesto a ejercer su derecho.

“Al no participar partidos con militantes y representación en el parlamento la abstención va a ser elevada. A esto le agregas el desánimo que tiene la gente por ver a un CNE parcializado”, indicó Carlos Medina del Observatorio Electoral Venezolano.

“Históricamente las elecciones con más participación son las de presidente de la República, seguidas de las de la Asamblea Nacional, gobernadores, alcaldes y por último concejales. No esperamos porcentajes de participación elevados, pero nuestra esperanza es que la gente entienda que desde la Cámara Municipal debemos elevar nuestra voz para generar el cambio”, dijo Gorka Carnevali, candidato a concejal y coordinador de Caracas Ciudad Plural.

A juicio de Carlos Medina, la premura en la convocatoria de elecciones es una especie de estrategia del gobierno para aprovechar la desmovilización y el descontento del votante opositor. “La elección de gobernadores se convocó con 38 días de antelación, las elecciones presidenciales con 80 días, ni hablar de las de la asamblea nacional constituyente. Son lapsos muy cortos, en el resto de los países de Latinoamérica se convocan de 9 a 18 meses antes”.

Medina indicó que luego de las elecciones parlamentarias de 2015, donde la oposición obtuvo la mayoría de los curules en la Asamblea Nacional, el gobierno ha buscado la manera de sembrar apatía e incredulidad entre los electores que percibían al voto como una herramienta de cambio.

“Ya para las elecciones de gobernadores se sentía eso y los niveles de abstención así lo demostraron. Por supuesto que los partidos de oposición tuvieron fallas a la hora de defender el voto, pero las irregularidades como la inhabilitación arbitraria de candidatos, cierre de algunos centros, cambio de circunscripciones e instalación de puntos rojos cerca de instituciones donde se sufragaba, contribuyeron a que la gente no acudiera a ejercer su derecho y algunos que si lo hicieron se decepcionaran y pasaran al bando de la abstención”.

Medina dijo que ni ganando una elección, el candidato opositor posee garantía de que se respetará la voluntad del pueblo. “Como sucedió en el estado Zulia que Juan Pablo Guanipa ganó la gobernación y fue destituido porque no quiso juramentarse ante la anc o los gobernadores que son electos e inmediatamente les nombran a un Protector…esto también resquebraja la confianza en el voto”.

Los que no renuncian

Para dirigentes como María Corina Machado, de Vente Venezuela, participar en las elecciones de este 9 de diciembre es darle la espalda a las verdaderas preocupaciones del país. Henry Ramos Allup de Acción Democrática sostiene que no hay condiciones idóneas para participar, Juan Pablo Guanipa de Primero Justicia calificó el evento como una farsa y Juan Andrés Mejía de Voluntad Popular indicó que hacer elecciones en Venezuela no significa que haya democracia.

Sin embargo, hay políticos de oposición que apuestan por defender los espacios y no desaprovechar la oportunidad de votar pese a la parcialidad del órgano electoral.

Los alcaldes de Chacao (Gustavo Duque), Baruta (Darwin González), El Hatillo (Elías Sayegh) y Los Salias (Josy Fernández) aceptaron el respaldo a sus candidatos a concejales de partidos emergentes como La Fuerza del Cambio, Por Amor a los Pueblos (PAP) y el Movimiento Ecológico. “Estamos yendo con tres tarjetas prácticamente nuevas. Respetamos a los partidos que quieran participar y a los que no. Hay que defender a nuestros municipios. Esta es una elección donde los vecinos tienen la batuta”, dijo el alcalde de Chacao, Gustavo Duque, en una entrevista de televisión.

Además de estas tres opciones que tiene el votante contrario al chavismo, también aparecerán en el tarjetón electoral los partidos: Avanzada Progresista, del ex candidato a la presidencia Henri Falcón, MAS, Copei, Soluciones, Cambiemos, Acción Ciudadana en Positivo, El Cambio y Lápiz Procomunidad.

“Los alcaldes de oposición están en una posición difícil. No tienen soporte de sus toldas naturales y es natural que busquen el apoyo de sus vecinos. Se les hace muy cuesta arriba convencer a los votantes porque carecen de la maquinaria de los partidos tradicionales”, dijo Carlos Medina del Observatorio Electoral Venezolano.

Según Gorka Carnevali, en el municipio El Hatillo están prestos para defender sus votos. “Vamos a estar en cada uno de los 18 centros del municipio hasta que se impriman y transmitan todas las actas. Estaremos donde se haga la verificación ciudadana por sorteo. Nos trasladaremos a la Junta Municipal de El Hatillo que funciona en el liceo Juan de Escalona. Esto no es algo que compete solo a los candidatos, involucra a todos los vecinos, hay que vigilar el voto y darle garantía al elector de que el voto que depositó en la urna se totalizó de manera adecuada”.

Cuando la rectora principal del CNE, Tibisay Lucena, salga en la noche del 9 de diciembre a leer los resultados, Carnevali espera celebrar, algo que probablemente no harán en otros municipios donde el chavismo sacará el jugo a su maquinaria electoral y a la vaticinada abstención del simpatizante opositor.

AN discute sobre juramentación de Maduro el 10 de enero de 2019

El Bloque Constitucional advirtió que el 10 de enero de 2019 inicia un nuevo período constitucional en el que «no habrá persona electa para tomar posesión del cargo de presidente de Venezuela».

«El próximo 10 de enero de 2019, oportunidad en que se inicia un nuevo período constitucional la nación no dispone de una persona electa para tomar posesión de tal cargo, ya que hasta la presente fecha no se han realizado las elecciones para presidente de la República en los términos establecidos en la Constitución de la República», informó un comunicado del Bloque Constitucional.

La bancada de Voluntad Popular al igual que la de Primero Justicia en la Asamblea Nacional, declaró inconstitucional la pretensión de Maduro de juramentarse en enero del próximo año y solicitó a la comunidad internacional aumentar la presión para lograr una transición en el país.

El jefe de la fracción parlamentaria de la Unidad Democrática en la AN, diputado Juan Guaidó, presentó un acuerdo con el objetivo de propiciar una solución política a la crisis nacional, fortaleciendo la solidaridad del pueblo venezolano con el resto de los países.

Guaidó indicó que el acuerdo propone mantener la presión sobre el gobierno, pide la liberación de los presos políticos y el restablecimiento del Estado de Derecho.

“Son 33 protestas diarias del pueblo exigiendo soluciones. Con este acuerdo pretendemos conseguir la salida a esta tragedia. Además, proponemos mantener la presión sobre un régimen que no le responde los reclamos al pueblo. Pedimos también la liberación inmediata de los presos políticos y el restablecimiento del Estado de Derecho”, dijo el parlamentario.

En nombre de la fracción parlamentaria de Primero Justicia, el diputado Alfonso Marquina respaldó la iniciativa y llamó a la unión nacional para reconquistar la democracia en el país. “A pesar de las diferencias, nos une Venezuela, la democracia y la necesidad de una salida política pacífica y democrática. Tenemos que lograr que la Asamblea Nacional recupere sus competencias y se acabe esa farsa».  El parlamentario aseguró que la ANC se ha convertido en un instrumento para «seguir subvirtiendo el orden constitucional que está quebrado en el país”.

Por su parte, los diputados José Luis Pirela y Américo de Grazia, salvaron sus votos en nombre de las fracciones 16 de julio y La Causa R, respectivamente.

El poder legislativo convoco a los venezolanos a defender la constitución para lograr el cambio político

La palabra y los números le dan a VP la presidencia del Parlamento

Las principales fuerzas de la oposición dicen que cumplirán con el «acuerdo de gobernabilidad de la AN», pese a las diferencias que terminaron por fracturar a la MUD

Pedro Pablo Peñaloza

POR LA PALABRA Y POR LOS NÚMEROS. A pesar de las diferencias que atraviesan a la oposición, las principales agrupaciones que componen la Asamblea Nacional afirman que honrarán su compromiso y votarán para que Voluntad Popular (VP) presida la Cámara a partir del 5 de enero de 2019.

Tras la disolución de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), el Parlamento se ha convertido en el último reducto unitario. Aunque no disimulan sus discrepancias de fondo, voceros de Acción Democrática (AD), Primero Justicia (PJ) y Un Nuevo Tiempo (UNT) confirmaron a Runrun.es que respetarán el «pacto de gobernabilidad» de la AN y confiarán al partido de Leopoldo López las riendas del Legislativo.

El primer año correspondió a AD con Henry Ramos Allup. Luego ascendió PJ con Julio Borges. Y ahora está UNT con Omar Barboza. En 2019 le toca el turno a VP, que estaría evaluando tres nombres para el cargo: Juan Guaidó, actual jefe de bancada de la Unidad, y los presidentes de las comisiones de Contraloría, Freddy Superlano, y Política Exterior, Francisco Sucre. Guaidó correría con algo de ventaja, pero la última palabra la tendrá López.

La fractura de la oposición, que terminó sepultando a la MUD, azuzó los rumores sobre un posible desconocimiento del «pacto de gobernabilidad». Sin embargo, un representante de UNT aclara que el pacto está blindado por dos razones: 1) la palabra empeñada y 2) el quórum que se requiere para el funcionamiento de la Cámara.

«Todas las decisiones pasan por el consenso del G4 (PJ, AD, UNT y VP). Si llegaran a pelearse entre ellos, ninguno por separado alcanzaría el número de 84 diputados que se necesita para sacar adelante una propuesta distinta», explica el diputado. Los grupos minoritarios de Henri Falcón, María Corina Machado, Timoteo Zambrano y hasta Leocenis García pueden generar ruido, pero no tienen la fuerza suficiente para sacudir el tablero legislativo.

El nuevo rumbo

Más allá del reparto de cuotas, el debate central se refiere al tono que adoptará la AN bajo la conducción de VP. Diputados reprochan a López su acercamiento a las posiciones de Machado y Antonio Ledezma (de la llamada «fracción 16 de julio»), a los que acusan de pretender «implosionar» la Cámara. VP responde que pese a no compartir sus enfoques, respaldó en su momento a Barboza y al segundo vicepresidente de la AN, Julio César Reyes, ficha de Falcón.

«Frente a un régimen que no respeta reglas de juego ni un mínimo de convivencia, lo peor que podríamos hacer es no respetar el acuerdo de gobernabilidad parlamentaria. Estoy seguro de que por el mejor interés del país y por la convivencia y unión de todos los sectores, el acuerdo de gobernabilidad parlamentaria se respetará», aseveró Guaidó.

Otro menos optimista -o más consciente de la diversidad de la plenaria- apunta que «nada de raro tendría que el próximo 5 de enero se presenten dentro de la bancada de la oposición dos planchas». La alternativa minoritaria que pudiera hacer esto solo se presentaría para manifestar su crítica a VP.

En todo caso, ese 5 de enero de 2019 aún está muy lejos. Tiempo suficiente para atenuar las fricciones y encontrar a una figura que promueva la cohesión de la mayoría. Claro, siempre y cuando la AN siga existiendo el año que viene.

Nelson Eduardo Bocaranda Oct 12, 2018 | Actualizado hace 6 años
Ostracismo del siglo XXI
@randompiece

EL OSTRACISMO ES, EN la Antigua Grecia, el destierro a que se condenaba a los ciudadanos que se consideraban sospechosos o peligrosos para la soberanía popular.

La palabra griega ὀστρακισμός (ostrakismós) significa exactamente «destierro por ostracismo» y viene de la palabra ostrakòn que significa concha o cáscara, pues el nombre del desterrado era escrito en un pedazo de tinaja de barro.

No es la primera vez que el régimen de Nicolás Maduro emplea esta técnica, lo mismo hicieron con Gabriel San Miguel de Voluntad Popular, quien salió gracias a la intervención del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero. En su momento la acción fue calificada como un “exilio forzado” por otros miembros de Voluntad Popular en septiembre de 2016.

Luego ocurrió lo mismo con Francisco Márquez, quien también contaba con doble ciudadanía en este caso estadounidense, el mismo fue excarcelado el 20 de octubre de 2016 e inmediatamente trasladado a Maiquetía para abordar un avión a los Estados Unidos.

Márquez fue detenido junto a Gabriel San Miguel cuando se trasladaban por vía terrestre al estado de Portuguesa para ayudar con la logística en la etapa de validación de las firmas en apoyo de la celebración de un referendo para revocar al presidente, Nicolás Maduro. Por llevar dinero en efectivo se les aplicaron leyes de financiamiento al terrorismo y blanqueo de capitales. Portaban el equivalente a 2.000 dólares al cambio de la fecha.

Igualmente Vilca Fernández fue enviado a Perú, luego de permanecer 2 años y 4 meses por los supuestos delitosde instigación al odio y divulgación de información falsa.

Lorent Saleh sería el más reciente caso de ostracismo perpetrado por el regimen venezolano.

Cuatro grupos y dos tesis sacuden la unidad de la oposición venezolana

@pppenaloza

De aquella Mesa de la Unidad Democrática (MUD) solo quedaron cuatro patas. La conclusión se desprende del análisis que ofrece un diputado sobre las corrientes opositoras.

En un extremo se ubicaría Soy Venezuela de María Corina Machado y Antonio Ledezma, quienes apoyan la “intervención humanitaria” y afirman que la salida está en la “fuerza”. En el otro está la Concertación de Henry Falcón, dispuesto siempre a dialogar y a participar en cualquier elección sin importar las condiciones.

En el medio –entre la línea insurreccional y el sufragio- estarían Primero Justicia (PJ), Voluntad Popular (VP) y La Causa R (LCR), que desde noviembre del año pasado intentan crear una especie de bloque bajo la consigna “Venezuela está primero”. Y el cuarto grupo lo conformarían Acción Democrática (AD), Un Nuevo Tiempo (UNT) y Henrique Capriles Radonski, más inclinados hacia el voto y la negociación.

La decisión de AD de retirarse de la MUD, hirió de muerte a la coalición que hace menos de tres años conquistó la victoria electoral más importante en la historia de la oposición al régimen chavista. “En este momento no hay una instancia unitaria de partidos”, admite el portavoz de una de las organizaciones minoritarias de la alianza.

Los líderes sí han seguido conversando. Con la excepción de Machado y Ledezma, continuarían los intercambios entre Henry Ramos Allup, Capriles Radonski, Manuel Rosales, Falcón, Tomás Guanipa, Leopoldo López y Julio Borges, estos últimos dos vía Skype. Tratan de “recomponer la unidad”, dicen, pero hasta la fecha no han anunciado al país el resultado de sus esfuerzos.

El único espacio donde coinciden los antiguos jefes de la MUD –sin Machado ni Falcón- es el Frente Amplio Venezuela Libre, plataforma que trasciende a la oposición política tradicional para sumar a la lucha por el cambio a las organizaciones de la sociedad civil y representantes del chavismo disidente.

Las diferencias también se registran en el seno de los partidos. Luis Florido acaba de renunciar a VP, donde llegó a ocupar cargos directivos y tuvo la responsabilidad de presidir la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional e intervenir en la fracasada negociación de República Dominicana con el gobierno. Por su parte, Capriles ha ratificado que milita en PJ, aunque mantiene su independencia y marca distancia con respecto a algunas de las iniciativas defendidas por Borges y sus correligionarios.

Dos caminos

Al margen de las agendas particulares y la desconfianza que agriaría la relación entre los principales líderes opositores, la división en el debate público parece marcada por dos tesis: quienes respaldan la salida de “fuerza” y abogan por la “intervención humanitaria”, y aquellos que apuestan por revivir la ruta electoral.

“Los debates fértiles en política son los que tratan asuntos bajo nuestro imperio y control. Me entristece ver al talento político venezolano entrampado en un debate sobre alternativas que ninguno tiene bajo su dominio, ni siquiera, incluso, bajo su influencia”, lamenta Óscar Vallés, jefe del departamento de Estudios Políticos de la Universidad Metropolitana (Unimet).

Vallés destaca: “El solo hecho de que se solicite, mediante discursos y proclamas en los escenarios internacionales, una intervención militar en el país por razones humanitarias, no incidirá un ápice en los centros de decisión para que eso se produzca. Asímismo, el solo hecho de afirmar, mediante notas de prensa y mensajes de Twitter, que aquí la salida es electoral y que ‘hay que seguir luchando por ella’, tampoco hará que se produzca porque no es verdad que ‘están luchando’ porque así sea, y temo que ni siquiera creen en esa salida”.

“Creo que ambas posiciones, la de la intervención y la electoral, están fuera de foco. La primera, porque hasta alguien como Iván Duque (presidente de Colombia), de cuya orientación política no se puede dudar, ha dicho claramente las razones por las que una intervención armada no es viable ni deseable”, expone Luis Gómez Calcaño, sociólogo del Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes) de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

Con respecto al voto, Gómez Calcaño plantea: “Veo muy difícil creer en un proceso electoral organizado por el régimen en el que valga la pena participar. Si, por ejemplo, lanzaran un referendo aprobatorio de la nueva Constitución, ¿se van a atrever a convocar a una elección universal, cuando ya tienen el recurso de la elección corporativizada, con la que ‘eligieron’, precisamente, a la Asamblea Nacional Constituyente?”.

El académico de la UCV estima que eventualmente se podría llamar a participar en la consulta sobre la Carta Magna, “pero no creyendo que se pueda ganar, sino como un medio de agitación y para denunciar el fraude. Pero sea que se participe o no, debe ser una actitud unida y unitaria, no como el desastre propiciado por Falcón” en el proceso del 20 de mayo.

¿El reencuentro?

¿Será posible que se concrete la reunificación de la oposición? “Aunque tiene todo en contra, me preocupa más si una unificación, bajo las actuales condiciones, será políticamente eficiente. Creo que estamos viviendo un tiempo donde mejor es que consideremos un nuevo tablero opositor bajo mensajes, organizaciones y liderazgos descentralizados”, responde Vallés.

El profesor de la Unimet espera que la dirigencia “recapacite a tiempo para que evalúen opciones aún en nuestras manos”, mientras sugiere “a los venezolanos de buena voluntad, indistintamente de sus concepciones políticas, morales y religiosas, a unirse en sus barriadas y caseríos alrededor de sus capacidades y posibilidades”.

“Ha llegado la hora de no seguir esperando ‘el ejemplo que Caracas dio’. Quizás esa es la única posibilidad que aún abrigo de una unidad eficiente. Que sean las provincias unidas entre sí quienes den el ejemplo, marquen la pauta y dirijan la lucha. Posiblemente no uno, sino muchos líderes providenciales emerjan entre sus filas y logren, nuevamente, inspirar al país a emprender una lucha unitaria por la vida, la libertad y la democracia”, puntualiza Vallés.

Gómez Calcaño opina que “ni los partidos ni sus líderes resistirían el empuje de un outsider que todavía no ha surgido”. A su juicio, el escenario de hoy es similar al que se presentó a finales del siglo pasado, cuando de la nada irrumpió la figura del difunto comandante Hugo Chávez.

“Los partidos y grupos de la oposición política, o lo poco que queda de ellos, se unirán cuando una fuerza superior les obligue a hacerlo. Esta fuerza puede ser un nuevo caudillo, o un movimiento autónomo que logre emocionar de nuevo a la gente. Ellos, por sí mismos, han tenido muchas oportunidades de unirse y las han desperdiciado”, finaliza.