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Esa insoportable hipocresía, por Carolina Jaimes Branger

 

Aunque es redundante hablar de la hipocresía de la mayoría de los comunistas, es pertinente. Porque indigna que usen y abusen de la ignorancia y sobre todo, de las esperanzas de los pueblos, para acceder al poder. Y es que no ha habido excepción en que una vez allí, den rienda suelta a sus complejos y con insospechable crueldad se convierten en lo que más odiaron, en lo que más enfrentaron, por lo que tanto lucharon.

Un comunista no debería tener lujos. El lujo es anatema para ellos, o al menos debería serlo. Un comunista no debería tener propiedades, porque en el comunismo no existe la propiedad privada. Es muy fácil que “lo tuyo es mío, y lo mío, es mío”, como suele suceder. Un comunista debería predicar con el ejemplo, no ser el anti ejemplo de lo se predica. Yo conocí y tuve amistad con Domingo Alberto Rangel. Aunque nos separaba un abismo ideológico, nos unía la admiración mutua y el respeto por la consecuencia entre pensamiento y acción. Domingo Alberto Rangel fue un hombre de una línea recta, algo de lo que muy pocos pueden jactarse en este país. Me dicen lo mismo de los hermanos Machado, a quienes nunca conocí.

El dinero es algo que no se puede ocultar. Dicen que es como la tos, el humo, o en una comparación más halagüeña, como el amor. Y los nuevos ricos son fanfarrones. Les encanta dar muestras de su poder económico. Y la peor fanfarronería es la de los nuevos ricos ladrones. Que alguien haya hecho fortuna honestamente es bueno y deseable. Que se vuelva estrafalario es su derecho. Pero que un ladronazo  -y encima comunista- se vuelva jactancioso, ostentoso y presumido, es insoportable. ¡Qué hipocresía! ¡Qué falta de coherencia con el discurso!

Hemos conocido los caprichos de los nuevos millonarios (en moneda dura, por supuesto). Historias tan rocambolescas que dan ganas de vomitar. Como la del magnate hoy preso que se encaprichó en comprar todo un edificio y ofreció pagar el doble, el triple y quizás hasta más del valor de los apartamentos de sus vecinos para quedárselo. El mismo magnate que tenía ínfulas de cantante de salsa y contrataba a los mejores músicos del género para cantar él en sus fiestas, fiestas donde corría el champagne francés como si fuera refresco. De las excentricidades de los hijos de esos millonarios en el exterior. De los saraos y los escándalos. De las propiedades gigantescas, los caballos purasangre, los automóviles deportivos, los aviones… en fin, las vidas de los ricos y famosos de unos ilustres ladrones.

¿Cómo no sentir ira, desazón, contrariedad, cólera, desagrado o hastío contra estos delincuentes cuando uno ve cada día más personas hurgando las bolsas de basura en cualquier parte; cuando uno sabe de niños que ya no van a la escuela porque están tan débiles que no pueden caminar, mucho menos estudiar; cuando uno se entera de los muertos por inanición o por falta de medicamentos? ¿Dónde está la piedad de aquellos que la exigían de los demás cuando no eran gobierno?

A los venezolanos nos piden que hagamos más sacrificios. “Por Chávez y por la revolución”. ¿Por qué tenemos que hacer sacrificios por el gran destructor del país y por su movimiento que sólo ha traído miseria, hambre y desolación? Si pudiéramos recuperar lo que se han robado, el país saldría a flote en menos de tres meses. Pero no, los comunistas ricos quieren vivir como los demás comunistas del mundo: disfrutando de las mieles del poder y del dinero a costa de los padecimientos de los pueblos que subyugan.

Ojalá que los venezolanos hayamos aprendido la lección. Que esto que nos pasa no suceda nunca más…

@cjaimesb

#EstoNoEsNormal  Truman y la boloñesa

@franzambranor

 

La alarma no sonó. Por más que la presioné varias veces para desactivarla, el bendito bombillo rojo del suiche del carro nunca se encendió. En plena calle, frente a la Clínica La Floresta, en Chacao, a las 11 de la mañana de un miércoles cualquiera, el carro de la familia estaba desguarnecido. Halé la manilla del copiloto y abrió. Lo primero que se me vino a la mente fue la batería. Esa que había costado tanto conseguir, esa por la que esperamos dos semanas, esa por la que tuvimos que pagar el triple de su costo para no ir a hacer una cola de días en la Duncan, esa misma, todavía estaba allí. Respiré. Ahora el desasosiego se trasladaba a la retaguardia del vehículo: el caucho de repuesto. Ese que robaron una vez que ingresaron al edificio, también en pleno día, aprovechando un desperfecto de la puerta mecánica del estacionamiento; ese que hubo que comprar con todo y rin, ese que significó un préstamo considerable a un familiar; ese mismo, gracias a Dios, también estaba.

La inspección ahora era dentro del carro. Mi morral, el que me acompañó durante toda la pasantía por la universidad, compañero de mil batallas, aliado de pernoctas y viajes, no estaba. Allí lo que tenía era el almuerzo de ese día y el libro “El pasajero de Truman” de Francisco Suniaga. No fue el teléfono celular, no fue un neumático. Esta vez me hurtaron la comida: una pasta boloñesa que nunca probé. Un vulgar ladrón gastronómico y literario, que probablemente degustó el manjar cocinado con devoción por mi esposa e ignoró la historia del escritor margariteño sobre el político venezolano Diógenes Escalante que se volvió loco en plena campaña electoral para ser presidente de Venezuela. Ese vándalo me dejó hambriento estomacal e intelectualmente. No conforme con la rabia e impotencia de haber sido despojado de mi JanSport con fondo de cuero, el “cuidador” del sector se me acercó con ímpetu de pedirme dinero por “haberle echado un ojo al carro”.

Llegó el tiempo de la ciudadanía, por Antonio José Monagas

 

Antonio José Monagas

Muchas veces, las realidades tienden a confundir al hombre en su visual de vida. No sólo por las complicaciones que a su alrededor se desencadenan. También, por la precariedad emocional que subsume cuando se abstrae de las mismas. Sobre todo, cuando por esta razón se distancia de condiciones que fundamentan valores como la identidad, la pertinencia y la pertenencia. Es, precisamente, cuando se suscitan problemas relacionados con situaciones que provocan un ruptura entre lo que se dice y lo que se hace. O entre lo que se piensa y lo que se dice. Ello, pudiera ser consecuencia de cierta incongruencia entre lo que puede pensarse y lo que quiere hacerse. O quizás, un problema de actuación consciente. O de comprensión del entorno. O de concentración o de decisiones. Actuaciones éstas capaces de derivar en frustraciones o contradicciones manifiestas.

O tal vez la causa de tan serio problema, obedezca a consideraciones de otra índole. Aunque cabe que buena parte de dichas dificultades y que además terminan animando algún conflicto, sea provocado por la “enantiosemia”. Esto da cuenta de palabras que pueden significar una cosa y la contraria. Es decir, de distinta acepción. O que ostentan un tipo de polisemia en la que una palabra tiene dos sentidos opuestos. Por ejemplo, palabras como “sancionar” pues significa aprobar tanto como castigar. O “pedir disculpas” por cuanto expresa pedir que alguien se disculpe, al igual que disculparse uno mismo al ofrecerlas.

Sin embargo, así como existen palabras que tienen un poder extraordinario, capaces de infundir miedo, incluso antes de ser pronunciadas, igualmente hay situaciones que inducen un temor terrible al imaginarlas siendo vividas. El caso es que ante realidades que asoman dudas, resulta difícil hallar un equilibrio aceptable entre necesidades que lucen inminentes, y las que provienen de alguna apreciación o valoración del entorno.

Y es, justamente, el problema que detenta el ejercicio de la política cuando las realidades no exhiben plenamente sus características. Y así sucede, porque no termina de entenderse que todo ello es producto de lo que la incertidumbre induce y determina. Esto lleva a dar cuenta que quien actúa apegado al proceder político, se hace muy sensible a las críticas. Y es lo que dificulta reconocer al otro. Y que hace que no siempre sea posible, adelantarse al movimiento del otro.

Precisamente, es el problema que se plantea al momento de encarar la ciudadanía. Pero no la ciudadanía vista como una singularidad, un convencionalismo o una entelequia retórica. Sí, entendida como la manifestación de actitudes dirigidas a afianzar el ámbito de relaciones necesarias con el fin de establecer condiciones capaces de asegurar la unidad sobre la cual se deparan los valores políticos y morales a partir de los cuales se cimienta el desarrollo social, económico y político. Pero sobre todo, humano.

Cuando la ciudadanía se comprende de esta manera, holística, íntegra e integralmente, las contrariedades asentidas a consecuencia de diatribas impulsadas por el ejercicio político de asuntos que comprometen la dirección de una sociedad, tanto como por el embrollo que se establece de la conjugación entre ironías y paradojas, vinculación ésta que actúa como cómplice de toda crisis que desestabilice toda una estructura de gobierno, se habrá llegado al punto del cual parte el recorrido que conduce al estrado que da lugar a lo que define el llamado “Estado de Derecho y de Justicia”. Es decir, un Estado democrático cuya concepción descansa sobre el denominado Estado de Bienestar. Un Estado que al mismo tiempo garantice libertades y derechos pero dentro de una sociedad de bienestar. Mejo dicho, dentro de lo que puede concebirse como “Estado de Ciudadanía”.

Allanar esta ruta, es condición sine qua non para apostar a la solución o reducción de problemas que proceden de procesos epilépticos basados o derivados de lo que constituye un Estado de Necesidad. O lo que es igual a señalarlo como condición ipso facto que puede motivar a una sociedad a transitar hacia sendas, cuyas paradas se caracterizan por situaciones configuradas en torno a valores que exhorten el respeto, el trabajo y la solidaridad. De ahí que todos los actores deben adentrarse en el manejo de cuadros conceptuales y prácticos que hagan entender que concluyó el tiempo para apostar a impertinencias y argumentaciones políticas extemporáneas. Más, luego de reconocer que se alcanzó el valor de máxima resistencia. Y es porque en medio de todo lo afirmado, llegó el tiempo de la Ciudadanía.

Henrique Capriles aseguró que la MUD cerró su ciclo

 

El exgobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski, considera importante en estos momentos buscar salidas a la crisis económica y política del país, y “hay que poner el acento en los problemas de la mayoría de los venezolanos. La idea no es quedarnos en el diagnóstico sino avanzar”.

Este domingo, durante un entrevista en Televen, el también dirigente de Primero Justicia (PJ) expresó que “mis esfuerzos van dirigidos a que la oposición pueda articularse sin posiciones intransigentes, sin protagonismo absurdos extemporáneo y buscarle al país una solución democrática”.

A su juicio, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) cerró su ciclo: “La MUD fue una plataforma electoral, no tuvo la capacidad de tener una conducción política en el tiempo y no habiendo elecciones, entró en una crisis”.

Asimismo, Capriles se refirió al tema económico e indicó que “el país va caminando hacia una implosión porque el tema económico es insostenible. Ahora le quitan cinco ceros a la moneda, una persona va a ganar 52 bolívares, en el tipo de cambio paralelo equivale a un dólar y pico ¿Quien puede vivir con eso?”.

El exgobernador dejó claro que “no veo futuro si no hay una articulación de todas las fuerzas políticas de la oposición, desde Henri Falcón hasta el otro extremo que es la señora María Corina Machado”.

 

*Lea la nota completa en El Pitazo

Un cero a la izquierda, por Brian Fincheltub

 

Año 2007, el fallecido presidente anunciaba una reconversión monetaria que vendría a eliminar tres ceros a nuestra moneda nacional, que con nuevo diseño y denominación pasaría a llamarse “bolívar fuerte”. Ese año la inflación cerraba a 20% y el dólar paralelo a un promedio de cuatro mil bolívares de los viejos, entiéndase 4 bolívares fuertes. La propaganda oficial prometía una Venezuela “potencia”, con gente saliendo de los supermercados con las bolsas llenas al grito de “aquí si hay fuerza”. Los nuevos y coloridos billetes comenzaron a inundar las calles a partir de 2008, con lapas y otros animalitos que adornaban su imprenta. El desastre ya había comenzado pero sería tapado con una lluvia de dólares provenientes de los exorbitantes precios del petróleo y la ilusión de una nueva Venezolana saudita que tendría su expresión más representativa en el auge del cadivismo, de los viajes y los electrodomésticos subsidiados. 

Diez años después nos damos cuenta que no éramos Arabia sino Zimbabue, nuestro país lleva años recogiendo los frutos del llamado “legado” y padeciendo cada ”medida económica” de sus herederos, que por dogmatismo o cobardía no han tomado una sola decisión que se traduzca en resultados positivos para nuestra nación. Los dogmáticos dirán que reformar es traicionar, por eso aunque citen frases de Albert Einstein donde este decía que no se podían esperar resultados diferentes si siempre se hacía lo mismo, la verdad es que desde el 2013 lo único que han hecho es repetir la receta de fracaso que nos sumergió en la más profunda miseria y ruina de nuestra historia.

Eliminar cinco, ocho, doce ceros al bolívar no solucionará nada, como no lo hizo en 2008, todo lo contrario, para pesar de millones de venezolanos, profundizará el estado de catástrofe económica que impera actualmente. El pronóstico de una inflación de 1.000.000% tiene pocos precedentes en la historia mundial,  pero donde ocurrió hubo que hacer reformas significativas, aquí lo que vemos es la reproducción del mal una y otra vez, como si no sintieran esta tierra como suya, como si no sintieran un mínimo de dolor por su gente, como si su misión fuese solo destruir sin dejar nada en pie. 

Nadie habla de recuperar la producción nacional, de eliminar los controles que han estrangulado la economía, nadie habla de asistir a quienes pagan con sus vidas la crisis humanitaria. Lo único que sabemos es que anclarán el bolívar a una moneda que no existe, que a su vez está anclada a unas reservas que no pueden ser transadas no solo por que la constitución lo impide, sino también su propia incapacidad. Es la Venezuela del surrealismo mágico, nada pasa y todo puede pasar.

 

@Brianfincheltub

Fincheltubbrian@gmail.com

Otros 11 detenidos por saqueos en Barcelona

 

El robo colectivo al galpón de la empresa Alimentos Tamayo, ubicado en la calle principal de la Zona Industrial de Barcelona, inició a 11 de la noche del jueves, según celadores de comercios cercanos. Relataron que, aunque llegaron oficiales de un cuerpo policial que no identificaron, la acción fue detenida por efectivos militares que llegaron pasadas las tres de la madrugada.

Los trabajadores, que pidieron reservar su identidad, aseguran que durante esas cuatro horas el grupo de personas que superaban las 50 cargaron con mucha mercancía depositada en el depósito.

Aseguran que al percatarse del hecho llamaron a teléfonos de emergencia, pero tardaron en responder.

Por lo ocurrido, el general de brigada Ramón Rondón Mata, jefe del Comando de Zona N° 52 de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), informó que diez efectivos militares lograron frenar el robo y detener a 11 personas. Con este procedimiento, suman 23 las personas detenidas por participar en saqueos.

La autoridad militar apuntó que se logró recuperar parte de los alimentos que se encontraban sustrayendo del galpón, al que ingresaron abriendo un boquete en la pared que abrieron los implicados.

Los detenidos fueron identificados como Eduar Alfonso Arcila, José Carrión, Sergio Javier Caicaguare, Víctor Manuel Arcila, Edison Yunson Uzcátegui, Gabriel Rafael Morales, Ernices Orlein Aguilera, Isabella Josefina Calzadilla, Yusmeri Josefina Contreras y Marleni Coromoto Marcano. Entre los capturados hay un menor de edad, que por disposiciones legales se omite su nombre.

+Datos.

Este es el tercer robo que ejecutan con el mismo modus operandi en Barcelona, capital del municipio Simón Bolívar.

El primero ocurrió entre la una y dos de la madrugada del lunes 23 de julio, en la avenida Fuerzas Armadas. Tal y como reportó El Vistazo, un grupo indeterminado de personas quedó grabado en cámaras de seguridad, atacando las rejas del establecimiento Abastos Aquí, logrando cargar con parte de la mercancía exhibida en una vitrina al no poder ingresar. Por ese caso no hubo detenidos.

En menos de 24 horas, el mini abasto Punto’s Market del Centro Comercial Altamira, ubicado en las inmediaciones de la avenida Costanera, fue asaltado en horas de la madrugada del martes 24 de julio por otro grupo de personas.

Autoridades informaron que eran entre 80 y 100 los que atacaron el establecimiento, pero solo lograron detener a 12, entre los que destacan dos mujeres y cuatro adolescentes de 15 años. Presumen que son bandas conformadas por habitantes de los sectores Valles del Neverí, Fernández Padilla, Caño Salao, Maurica y Otto Padrón.

Hace poco más de un año, el 22 de mayo del año 2017 unos 38 locales del Centro Comercial Camino Real, adyacente al conocido Puente de Hierro, fueron saqueados y destrozados en su totalidad en medio de una ola de robos ocurridos en los municipios Bolívar y Sotillo.

Murió líder del ELN al volver de escondite en Venezuela

 

El Ministerio de la Defensa de Colombia informó este 27 de julio que uno de los líderes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) identificado con los alias de “Samuelito” o “Samuel” fue abatido durante un operativo realizado en el departamento de Bolívar, luego de haber regresado de su supuesto escondite en Venezuela.

De acuerdo a una información publicada en la cuenta Twitter de la institución castrense, alias “Samuelito” llevaba 30 años en la lucha armada y fue “neutralizado” en el municipio San Pablo en una operación conjunta de los comandos especiales de las Fuerzas Militares en coordinación con la Policía de Colombia, se agregó en la información.

Según Caracol Radio, Jacob David Acuña -nombre real de “Samuelito”- era delegado del frente Darío Ramírez Castro del ELN, mientras que el diario El Tiempo le atribuye al considerado “la mano derecha de ‘Gabino”, quien es el máximo líder del grupo insurgente, la realización de varios atentados contra las fuerzas de seguridad y la población civil en los departamentos Bolívar, Antioquia y Norte de Santander.

En esas regiones es señalado por los homicidios de cinco militares y seis policías; el asesinato del excandidato a la alcaldía de San Pablo, Bolívar, así como es responsable de la muerte de dos párrocos en Convención, Norte de Santander. De igual forma, dirigió el secuestro de un avión de Avianca en 1998, que cubría la ruta entre Bucaramanga y Bogotá, con 41 pasajeros.

Sobre alias ‘Samuel’ o ‘Samuelito’, como también se le conocía, pesaba una orden de captura por los delitos de homicidio en persona protegida y rebelión, además era solicitado por la fiscalía 99 especializada contra las violaciones a los Derechos Humanos de Cúcuta.

El comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, general Alberto Mejía, aseguró en febrero de 2018 que los máximos líderes del ELN están en Venezuela, por lo que no pueden lanzar operativos contra ellos y deben golpear a cabecillas “de segunda o tercera fila”.

ESPECIAL | Misión Vivienda: plataforma de exclusión en Caracas

Inclusión, igualdad, hogares dignos. Fueron las promesas que acompañaron el lanzamiento de la Gran Misión Vivienda Venezuela en 2011, un programa social destinado a cubrir las carencias habitacionales de los más necesitados. Pero a 7 años de su creación, el proyecto que fue bandera de los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro ha logrado lo contrario a sus objetivos iniciales. Aislamiento urbano, filtraciones, hacinamiento, inseguridad, insuficiencia de centros de salud y educación,  falta de transporte, vialidad y servicios de recolección de desechos son los padecimientos de buena parte de los habitantes de sus característicos edificios en Caracas. Así lo pudo comprobar Runrunes tras un recorrido por 21 urbanismos en la capital, equivalentes a 39% del total de apartamentos construidos en el Área Metropolitana de Caracas. Mediante un instrumento de evaluación, se verificó que la Misión Vivienda no reúnen las condiciones de un hábitat adecuado. Tramo a tramo, las casas de interés social del chavismo cimentan la segregación urbana.

Invitamos a recorrer el fallido resultado de este programa social del chavismo en este especial de Runrunes