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Reclutadores crean cerco (des) informativo sobre visas de trabajo para EEUU
El desconocimiento de los trámites y procesos lleva a las personas a depositar su confianza y sus ahorros en presuntos asesores de recursos humanos para conseguir una visa H2

 

Abril Mulato y Daniela Mendoza

 

Ciudad de México y Monterrey. Obtener una oportunidad laboral en los Estados Unidos requiere de la intermediación de agencias reclutadoras, negocios que operan sin regulación clara en México, y que, en ocasiones, desinforman sobre los requisitos para acceder a un permiso de trabajo.

El desconocimiento de los trámites y procesos lleva a las personas a depositar su confianza y sus ahorros en presuntos asesores de recursos humanos para conseguir una visa H2.

Un empleador en Estados Unidos debe tener una «certificación laboral temporal»; con ella, deriva a las agencias privadas la búsqueda de trabajadores y todos los trámites necesarios para el procesamiento de las visas. Este monopolio deja a las personas en una situación vulnerable a la desinformación, el engaño y el fraude.

La encuesta digital realizada especialmente para esta investigación entre 210 personas migrantes evidenció que 26% de quienes contestaron recibieron desinformación, y las ofertas falsas de trabajo están en en el primer lugar de las que con mayor frecuencia reciben.

“Nosotros, en la necesidad de viajar, supuestamente una empresa haría el trámite para una visa de trabajo temporal, pero lo único que pasó fue que me robaron mi dinero”, explica uno de los encuestados.

Jocelyn Reyes, Directora de Promoción, Educación y Desarrollo de Liderazgo del Centro de los Derechos del Migrante (CDM), señala que en los últimos años se han creado condiciones favorables para la expansión de la industria de reclutamiento laboral; sin embargo, el sistema apenas está regulado.

Normalmente, los reclutadores omiten decir a las personas migrantes que los permisos no salen a su nombre y que para obtenerlos se debe gestionar una entrevista con el personal de Servicios de Ciudadanía y Migración de Estados Unidos y validar los datos de la persona que aplica a la vacante para luego aprobar o no su visa.

El CDM ha documentado numerosos casos que se dieron a partir de publicaciones en redes sociales. En agosto de 2016, un trabajador contactó a una agencia de reclutamiento que le pidió 5 mil pesos y que fuera a Monterrey para obtener una visa de trabajo en el Consulado de Estados Unidos. Su visa y la de docenas de personas que se conectaron por el mismo anunciante fueron rechazadas. Nadie pudo volver a contactar con la agencia.

Esta información es coincidente con la señalada por el Departamento de Prevención de Fraudes del Consulado de los Estados Unidos en Monterrey, donde se procesa la mayor cantidad de visas H-2A en el mundo. Las alertas sobre fraudes en visas de trabajo se han incrementado un 12% anual en los últimos 4 años, a raíz del uso de WhatsApp para recibir y dar información.

Entre las desinformaciones más comunes destacan las falsas compañías que no tienen autorización para llevar trabajadores temporales, así como ofrecer empleos con temporalidades más altas a las permitidas por la visa H2, que es de sólo 10 meses. 

En cuanto a los cobros indebidos por trámite, identifican el llamado “pago de juego”, en el cual prometen conseguir la visa, si las personas les dan un porcentaje de su sueldo durante el tiempo que dure el trabajo, esto puede ir de los 2 a los 3 mil dólares.

Otro cobro adicional es aquel en el que prometen conseguir la visa H2, pero una vez en suelo estadounidense, en lugar de llevarles al campo de trabajo, les permitirían ir a buscar otra opción por su cuenta o a reunirse con familiares o amigos.

De acuerdo con el CDM, en las ofertas que se publican en redes se pueden encontrar señales de fraude: La primera es cuando una persona ofrece una visa de trabajo y solicita documentos de identidad personal como acta de nacimiento, pruebas de covid, cartas de recomendación, comprobante de domicilio.

Un establecimiento anuncia sus  servicios de trámites y documentación a extranjeros en Tapachula, Chiapas, México. Foto: Mónica González

La segunda, cuando pide que se hagan depósitos a su cuenta personal, pues el derecho a visa se deposita sólo en las cuentas oficiales.

Por su parte, el Departamento de Prevención de Fraudes de la Embajada de EEUU en México, destaca como alertas de desinformación cuando un reclutador cambia su historia de manera constante (sobre los trámites, documentos y el tiempo que tardará el trámite) y no conoce los detalles del lugar donde se trabajará, el nombre de la compañía o el salario que se les pagará.

Las personas que buscan una oportunidad de empleo en los Estados Unidos, tienen ya algunas herramientas cercanas y confiables.

Cuando haya duda de la veracidad de una oferta, se puede consultar la página de Seasonal Jobs del Departamento de trabajo en la que se pueden encontrar el registro de las certificaciones.

También existe el Portal migrante, una bolsa de trabajo creada por el CDM en 2021 para personas que buscan visas H2.  

La web ofrece información de ofertas o de certificaciones de Seasonal Jobs para que se puedan ver descripción, datos de contacto del reclutador, el correo y el teléfono de los empleadores, etcétera.

El portal llamado Contratados.org cuenta con una sección de reseñas en donde las propias personas trabajadoras han compartido su experiencia sobre empleadores y reclutadores. 

Adicionalmente, en la Embajada de EEUU en la Ciudad de México y en los consulados de Monterrey y Guadalajara  existen líneas de WhatsApp a la que se pueden contactar para corroborar la veracidad de una oferta.

Este reportaje se realizó con el apoyo del programa «Disarming disinformation» del International Center for Journalists (ICFJ), un esfuerzo global de tres años con financiación principal del Scripps Howard Fund.

“No sé cuánto es mi sueldo”: La perla que soltó el ministro de Trabajo en una entrevista
Luego de las declaraciones del ministro del Trabajo, las reacciones en Twitter no se hicieron esperar

 

Este martes, 6 de diciembre, el ministro de Trabajo, Francisco Torrealba afirmó que no sabe cuánto es su sueldo por el cargo que desempeña. 

«Ahora mismo no sé cuánto es mi sueldo, yo cobro por trabajador del Metro de Caracas, pero los ministros deben estar por el orden Bs. 700 mensuales, no sé si hay distintos sueldos para los ministros», dijo Torrealba en entrevista concedida a Globovisión.  

Al ser cuestionado si el dinero percibido le alcanzaba para cubrir sus necesidades, Francisco Torrealba respondió que los ministros tienen un nivel de consideración para sus gastos. 

«Tienen un vehículo asignado, tienen cubiertos sus gastos de alimentación… Yo te repito, aquí nadie está del todo contento, pero todo el mundo sabe que lo que se está haciendo es para mejorar nuestra situación», aseguró. 

Reacciones en redes sociales

Luego de las declaraciones del ministro del Trabajo, las reacciones en Twitter no se hicieron esperar. 

Ricardo Ríos, usuario de Twitter, señaló que el desconocimiento del ministro «puede prestarse para múltiples conjeturas».

Otro usuario señaló que «es grave» que un ministro no sepa cuánto gana.

Por su parte, el activista político, Eduardo Battistini consideró que no se le puede creer a Francisco Torrealba cuando afirma que desconoce cuánto gana.

Otras usuarios calificaron las declaraciones de Francisco Torrealba como «hipócritas» y lo invitaron a presentar una declaración de sus bienes. 

Cabe recordar que el salario mínimo para un trabajador en Venezuela se ubica actualmente en 130 bolívares, que al cambio, según la tasa del Banco Central de Venezuela, son aproximadamente 11 dólares. 

Según cifras del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), el costo de la canasta alimentaria se ubicó en US $366 (Bs. 4095,95) para el mes de noviembre.

El OVF indicó también que la remuneración promedio en el Área Metropolitana de Caracas se sitúa en de US $120 mensuales para el sector privado, mientras que en el sector público alcanza los $11 al mes.

Espacio Público y el SNTP denuncian limitaciones al trabajo de los periodistas este #21Nov
Otra de las denuncias que registra Espacio Público es que los efectivos del Plan República amenazaron a la periodista de VPI TV, Andreína Ramos, con quitarle sus equipos

 

La Asociación Civil Espacio Público denunció este domingo que la labor de varios periodistas en la cobertura de las elecciones regionales ha estado limitada por parte de los efectivos del Plan República y los coordinadores de los centros electorales.

A través de su cuenta en Twitter, Espacio Público ha registrado varios hechos que muestran cómo se cercena la libertad de expresión y el derecho a la información. 

«La periodista @lorebornacelly informa que testigos del Partido Socialista Unido de Venezuela fotografiaron a varios periodistas que cubrían la votación del alcalde Gustavo Delgado este #21Nov», se lee en un tuit. 

Otra de las denuncias que registra Espacio Público y también el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) es que los efectivos del Plan República amenazaron a la periodista de VPI TV, Andreína Ramos, con quitarle sus equipos. 

En el estado Lara, un sujeto fotografió al periodista de La Patilla, José Luis González, mientras hacía reportes sobre la situación del centro electoral Gladys Briceño Méndez en Cabudare. 

A la periodista María París le negaron la entrada al centro de votación U.E. Gran Mariscal de Ayacucho en el municipio Campo Elías, estado Mérida.

Por otra parte, la coordinadora del centro de votación Federico Carmona le indicó a los periodistas de Promar TV SomosLatina, El Impulso, El Informador, La Prensa, Crónica Uno, VPI TV, El Pitazo, Televen y TV Noticias que debían estar a 50 metros del centro electoral. 

 

Armando Martini Pietri Mar 11, 2021 | Actualizado hace 4 semanas
¡En la vida hay que aplicarse!

@ArmandoMartini

 Se escuchó en múltiples oportunidades de ciudadanos honorables, de heterogéneas disciplinas y profesiones tanto en lo público como privado, siempre pendientes del ejemplo que sembraban, que “en la vida hay que aplicarse”. Poner en práctica el conocimiento para obtener determinado efecto. Eso de “aplicarse” puede agregarse a muchas actitudes, pero es invariable el esfuerzo personal y una forma de actuar con mística. Se tiene un empleo, pero considerar que la presencia y el ejercicio de responsabilidades básicas sean suficientes, es un error.

Cumplir con lo esencial se recompensa con un salario acordado, y más de una vez los sueldos se determinan de acuerdo al tipo de preparación y conocimiento que haya obtenido para realizar el trabajo encomendado.

Ni un modesto “pico y pala” debería limitarse a echar pico y palear; porque siempre puede hacerlo mejor, más rápido, limpio y completo. Un trabajador en una fábrica gana su jornal quizás solo apretando tornillos, pero si no aprieta alguno bien podría causar daño.

La grandeza de los pueblos como los japoneses y alemanes ha sido el compromiso de trabajadores, técnicos o gerentes con la faena que les toca realizar. Y también viene del espíritu de equipo y del deber con sus compañeros de labores y con el producto resultante. De allí viene el orgullo de proclamar “yo participé en su elaboración”; es decir, ser parte del resultado… su calidad y utilidad se deben a mí. Es un hecho histórico cómo los ingenieros y trabajadores nipones impusieron los vehículos Honda y Toyota en el mayor mercado y productor mundial de automóviles, porque el recurso humano en Detroit se preocupaba más de sus exigencias laborales y menos por la calidad de lo que fabricaban.

Es el sentido de aplicarse. Poner no solo el conocimiento y oficio, sino la dedicación y el compromiso con todo aquello que le toca a uno hacer. Puede ser un automóvil, una pared de ladrillos o la educación de los hijos.

Familia y trabajo

La familia es la fábrica de grandeza, base de la dignidad, esplendor y señorío de un país, de un pueblo. Y el compromiso entre padres e hijos es el alimento y mezcla insustituible para engrandecer la familia y, con la familia, la patria.

No importa que cumplamos horario, suframos la frustración de sueldos que no alcancen, ni la insatisfacción por regímenes y cuyos funcionarios están pendientes en beneficiarse ellos mismos antes que cumplirles a los ciudadanos, para cuyo servicio han sido contratados. Ser funcionario no es algo tan simple como tener un pedacito de poder, ser opositor no es tan sencillo como hablar en contra del régimen de turno como forma de llamar la atención, conseguir popularidad y votos.

En la cotidianidad, los seres humanos realizan juicios, comentarios y opiniones sobre la realidad social, cuyos fundamentos no van más allá del sentido común. Por lo general, las causas y consecuencias terminan tan mezcladas que no es posible desentrañar lo que es especulación del razonamiento lógico.

El embustero e inquisidor, dispuesto a defender la mentira, no tiene escrúpulo, ni conflicto espiritual. Y hará lo imposible para obstaculizar la búsqueda y el encuentro con la verdad. Así como existen indagadores de la veracidad, también los hay de la mentira, que se caracterizan por refutar ideas, pensamientos y todo lo que atente contra su paradigma. Acepta como verdad lo que coincide con su programación mental, sin permitir cambios.

Así como el amor logra vínculos, el miedo nos esclaviza. La aplicación de cumplir con afán y eficiencia los deberes del cargo, desde el ministro hasta el barrendero, hace la diferencia entre un gran país y una nación mediocre.

Tener la conciencia de que cada producto que pasa por las manos del trabajador es importante para los usuarios trae la satisfacción, el orgullo de ser y de cumplir; esas claves de la grandeza del ciudadano y la nación.

¡Todo es más complicado de lo que parece, pero más simple de lo que se cree! 

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Ni estudian, ni trabajan: Venezuela no es lugar para jóvenes
Son más mujeres que hombres los que no trabajan ni estudian, según una investigación de Encovi analizada por la consultora Anova
 Los «ninis» son una consecuencia perversa de  la crisis económica, política y social, según la psicóloga Yorelis Acosta

 

Desde que Mariángel cumplió los 21 años solo se dedica a las labores del hogar. Su día, por lo general, inicia a las 10 de la mañana. Mientras desayuna arepa con queso, ve televisión. Dos horas después se prepara para hacer el almuerzo y, si es de ir al mercado a hacer alguna compra lo hace sin apuro. Después de la segunda comida del día, reposa viendo la serie colombiana “Sin tetas sí hay paraíso”, que la mantiene entretenida durante al menos dos horas. 

Cuando finaliza el capítulo, Mariángel se entrega a los oficios del hogar, lava los platos, la ropa, limpia el patio, la cocina y se encarga de mantener todo ordenado. Su día termina a las nueve de la noche y, junto con su mamá -quien tampoco trabaja por padecer fuertes dolores lumbares-, se preparan para cenar algo ligero, ver más novelas y descansar. 

Tanto Mariángel como su madre sobreviven en la Venezuela hiperinflacionaria gracias a sus dos hermanos menores que están trabajando en Chile desde el año 2017 y les envían dinero para que puedan alimentarse. 

El desinterés de los jóvenes venezolanos en incorporarse al sistema educativo y al campo laboral es un fenómeno que, aunque no es nuevo, distintos organismos como el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) durante 2009-2013, y la Encuesta de Condiciones de Vida (ENCOVI) desde 2015-2018, han publicado informes que afirman que la tendencia de los «ninis» ha aumentado con la crisis política, económica y social por la que atraviesa Venezuela. 

Según cifras del INE y Encovi, la Consultora Anova pudo determinar que en Venezuela hay aproximadamente 1.761.295 jóvenes “nini”, es decir, aquellos que están en edad productiva (15 a 24 años) y que no estudian ni trabajan. Una tasa mayor a la de toda la región (48,5%) que incluso supera a la de México (25%) en 2018.  

Mariángel Urdaneta tiene 25 años, vive con su madre en Petare, municipio Sucre, estado Miranda. Actualmente no estudia ni trabaja. Después de graduarse de bachiller trabajó en varios locales de comida rápida y en tiendas de ropa y calzado. Para ella, la idea de comenzar una carrera universitaria nunca estuvo en sus planes: a duras penas terminó el liceo porque su madre no tenía dinero.

A juicio de Trino Márquez, sociólogo y profesor en la Universidad Central de Venezuela (UCV),  la situación con los jóvenes venezolanos que ni estudian ni trabajan es un reflejo de varios factores económicos que están en curso. 

Márquez explicó que debido a la crisis económica el sistema educativo en Venezuela está atravesando por uno de sus peores momentos, muchos profesores han tenido que emigrar y la calidad en la educación es muy baja. Con respecto al campo laboral, el sociólogo afirmó que hay muy pocos empleos y que los pocos que hay son muy mal remunerados, lo que ha contribuido significativamente en que el deseo de superación de los jóvenes haya mermado. 

“Las expectativas en la época democrática era estudiar, graduarse, conseguir un buen empleo, comprar casa, carro, viajar y formar una familia, con la llegada de la crisis todo ha cambiado, la expectativas de los jóvenes se han quebrado. El joven de ahora no considera que un trabajo le vaya a dar para comprar una casa o viajar”, dijo el profesor. 

La población venezolana que está entre los 15 y los 24 años son los más vulnerables, pues es en esa etapa donde se toman decisiones cruciales que determinarán el futuro de todo individuo y si no realizan las inversiones en capital humano o se hacen de manera inadecuada, las consecuencias se enfrentarán a las desventajas que implican enfrentarse a un mercado laboral competitivo.

Para Yorelis Acosta, psicólogo clínico y social y coordinadora del área sociopolítica del Cendes (UCV), los «ninis» son uno de los efectos perversos de la crisis. “Los jóvenes han dejado de asistir a las universidades por los altos costos de las matrículas en el caso de las privadas y las malas condiciones de las públicas, también prefieren dedicarse a otras actividades que no sea percibir un salario mínimo”, dijo.  

 

Venezuela sigue perdiendo el bono demográfico

Desde hace más de una década Venezuela atraviesa por un bono demográfico, un fenómeno que ocurre una sola vez en la historia de la nación. Se trata de un proceso de transición demográfica, donde la pirámide poblacional va mutando, se reducen la cantidad de menores de 15 años y el índice de natalidad, así como las personas de la tercera edad, mientras el grupo más productivo de la población y menos dependiente del Estado es el mayor. 

La educación es clave para sacarle provecho al bono demográfico, pues es la única manera de que los jóvenes sean en la adultez personas capacitadas y productivas, pero la Encuesta de Juventud elaborada por la UCAB (2013), casi 1 millón de jóvenes entre 15 y 19 años no asisten a la escuela formal y 50% de dejan de estudiar a los 17,4 años.

Cristian Reyes tiene 23 años. Vive en el estado Sucre y actualmente no estudia ni trabaja. Logró llegar al segundo semestre de Publicidad y Mercadeo, pero no pudo continuar la su carrera porque los costos de la universidad incrementaron considerablemente y a su mamá se le hacía imposible seguir pagando sus estudios. Cristian no tiene planes de irse del país, mientras pasan los días está considerando dedicarse a algún oficio que le genere más ingresos, como hacer un curso de panadería. 

El estudio de Anova afirmó que entre 2010 y 2016 la proporción de jóvenes entre 15 y 24 años que estaba fuera del sistema educativo se mantuvo relativamente estable alrededor de un promedio de 45,1% de la población. Sin embargo, luego de 2016, la tasa de jóvenes que reportó no estar estudiando comenzó a incrementarse desproporcionadamente hasta llegar a 54,7% en 2018, situación que perfectamente podría atribuirse a la crisis económica. 

Pero el mismo análisis demostró que no hubo un incremento en la proporción de jóvenes de esa edad que se estuvieran empleados o buscando trabajo, lo que se traduce en que a partir del año 2015 y hasta 2018 la proporción “nini” aumentó en un 48,5%. 

 

Más mujeres «nini»

Yulimar Quijada tiene 22 años, tres hijos y uno que viene en camino. Desde que Quijada salió del liceo sus planes de estudiar educación en la universidad se vieron rotos por la llegada de su primer hijo. Desde entonces, se dedica exclusivamente a la crianza y al cuidado sus hijos. 

Yulimar confiesa que la crisis los ha golpeado, pero que gracias al trabajo de su esposo, la ayuda de familiares y lo poco que el gobierno les da han podido sobrevivir. Asegura que con sus tres hijos de cuatro, tres y dos años, se le hace complicado salir a trabajar porque no tiene a quien encargarle el cuidado de los pequeños. Afirma que cuando salga de su cuarto embarazo buscará la manera de hacer algo que le permita obtener un ingreso. 

El caso de Yulimar está lejos de ser aislado. En otros hallazgos de Anova, se evidenció que en Venezuela la proporción de jóvenes mujeres «nini» en 2018 fue de 39,2%, muy por encima del promedio regional de 27%, según cifras del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). 

El estudio de la consultora revela que la proporción de mujeres que no están insertas ni en el sistema educativo ni el mercado laboral supera en 80 % a la fracción de hombres (22,8 %) lo que indica que este fenómeno en Venezuela está altamente feminizado. 

Trino Márquez asegura que cuando una persona en edad productiva no se capacita y no se profesionaliza en un área traerá como consecuencia frustraciones porque las bases que debieron forjarse para asegurar un futuro están socavadas. “Si las generaciones jóvenes no están interesadas en construir y progresar, a futuro tendremos un país más empobrecido de lo que ya está”, aseguró el sociólogo. 

Venezolanos lideran lista de refugiados con permiso de trabajo en Brasil

LOS VENEZOLANOS ENCABEZARON en 2018 las estadísticas de refugiados que obtuvieron permiso para trabajar en Brasil, según datos presentados este miércoles por el Ministerio de Justicia.

El estudio señala que de los 36.384 permisos de trabajo formal expedidos por las autoridades brasileñas a refugiados o solicitantes de ese amparo durante el año pasado, 68,4 % fue para venezolanos que han llegado huyendo de la crisis política, social y económica que enfrenta su país.

«Solo en los primeros meses de 2019, el movimiento de venezolanos ha sido superior a todo 2018, lo cual indica que el mercado formal de trabajo los está absorbiendo e integrando», dijo la presidenta del Consejo Nacional de Migración, María Hilda Marsiaj.

Aunque los venezolanos fueron los que más permisos de trabajo obtuvieron, aquellos que realmente consiguieron un empleo formal fueron 7.181, un número muy menor al de ciudadanos de Haití, que con 27.246 contratados encabezaron ese apartado.

En segundo lugar en la estadística relativa a 2018 aparecen los haitianos (19 %) y los cubanos (4,8), de acuerdo con el reporte, que fue presentado en una rueda de prensa por autoridades del Ministerio de Justicia.

El estudio refleja solamente los datos relativos a 2018, pero el número de venezolanos con trabajo formal en Brasil pudiera ser mayor ahora.

Cómo regañar a un millennial en el trabajo, por Reuben Morales

¿Ninguna técnica probada hasta ahora le funciona, verdad? ¿Si les corrige se ofenden? ¿Usted siempre es el equivocado? ¡Tranquilo! En el Centro de Investigaciones de la Universidad de la Vida, hemos desarrollado dos modelos para que usted sepa cómo regañar a un millennial en ambientes laborales. El primero de ellos es el Progresista y el otro, el Facista. Si desea meter en cintura a estos especímenes para mantener el negocio vivo, copie los siguientes patrones al pie de la letra y todo saldrá bien.

MODELO PROGRESISTA PARA REGAÑAR A UN MILLENNIAL EN EL TRABAJO:

Evite enviarle una nota de voz larga por whatsapp. Cuando superan la barrera del minuto, ya ellos olfatean que es un regaño. Tampoco hable con éste en la oficina. Mejor cítelo en un café que esté de moda y compre las bebidas primero. Luego diríjanse a una mesa que esté al lado de un enchufe. Así éste podrá conectar sus dispositivos electrónicos y evitar estresarse. Dicho esto, entonces comience a hablar en un tono muy sumiso y conciliador:

“Antes que nada quiero darte las gracias por haber sacado tiempo de tu apretada agenda para venir. Si quieres revisar el teléfono mientras te estoy hablando, dale tranquilo… o tranquila… o tranquile… como tú te sientas. Yo te respeto. Si acaso te incomoda que te hable, también podemos seguir sentados frente a frente, pero hablamos por WhatsApp. Como te sea cómodo, pues. Yo te acepto como eres. Sabes que me encanta tu trabajo. De tantas personas que he visto en redes, tú eres el más duro. Tu capacidad de pescar tendencias es admirable. Además que nunca te había dicho que gracias a los seguidores que tienes en Instagram, nuestras ventas aumentaron muchísimo.

“Sin embargo, a veces lamento que no vendamos más. Y eso no pasa porque estés haciendo mal tu trabajo, para nada. Tú sabes que ahorita estamos en Mercurio Retrógrado y eso es un fenómeno que incluso afectaba hasta al mismo Steve Jobs en su mejor momento. Pero hay un pequeño tema del que te quiero hablar… bueno, pequeñito… una bobadita, pues. ¡Ojo! No te lo vayas a tomar a mal. Es más, si quieres otra bebida, pedimos más. ¿O prefieres comer? Lo que tú digas. Aquí la estrella eres tú. Bueno, si no, seguimos…

“El asunto es que últimamente (y esto lo digo sin ánimos de ofenderte) no has entregado las cosas bajo los lineamientos que pedimos. ¡Ya va!… ¡ya va!… No digas nada todavía. No es lo que estás pensando. Es para decirte que los equivocados hemos sido nosotros, no tú. Y precisamente por eso es que me estoy reuniendo contigo.

“Es para preguntarte qué cambios sientes deberíamos hacer. Lo que tú digas, créeme lo aplicaremos en toda la organización para reestructurar nuestras 50 sucursales mundiales con sus 5.000 empleados. Queremos hacer las capacitaciones ya mismo. De hecho estaba pensando que nos recomendaras cuáles son los tutoriales de YouTube más idóneos para entrenarnos en el próximo cambio de cultura de la empresa.

“Aunque bueno, tú también lo evalúas. Si tú ves que todos estos cambios de fondo pueden llevarse meses y dinero, quizás sea más práctico que entonces tú hagas pequeños ajustes en tu trabajo. Como tú lo veas. Mi prioridad es que tú estés bien. No quiero que te sientas incómodo. Es más, de hecho pensé que ahora puedes trabajar desde casa, porque tienes razón. Necesitas descansar más. Seguro desde allá aumentarán las ventas, pues estarás en tu zona de confort”.

MODELO FACISTA PARA REGAÑAR A UN MILLENNIAL EN EL TRABAJO:

“¡Me cansé! ¡Te lo he dicho cuarenta veces y sigues cometiendo los mismos errores! ¡Si vuelve a pasar, te despido!”

Ahí le dejamos los dos modelos más probados para regañar a un millennial en el trabajo. La verdad, al final no importa si usted escoge uno o el otro. El resultado siempre será el mismo. Ninguno de los dos le funcionará, ellos saldrán ofendidos y usted seguirá siendo el equivocado.

@ReubenMoralesYa

Venezolanos indocumentados podrán trabajar legalmente en Colombia

LA MINISTRA DEL TRABAJO EN COLOMBIA, Alicia Arango, informó que los venezolanos indocumentados podrán trabajar en ese país de manera legal.

En este sentido, agregó que también podrán recibir prestaciones, por lo que pretenden ingresar a los venezolanos que quieran trabajar en el Registro Único de Trabajadores Extranjeros en Colombia (Rutec).

“Es un tema de solidaridad; cuando nosotros necesitamos de los venezolanos, ellos estuvieron allí”, dijo Arango en declaraciones a El Espectador.
La ministra colombiana explicó que a pesar de darle prioridad de empleo a los colombianos, la medida permitirá que los venezolanos puedan trabajar en áreas que se necesitan, como por ejemplo, la agricultura.
“Cada vez que la gente joven viene del campo hay menos recolectores de café y cosechas. Eso es un trabajo en el que ellos podrían ayudarnos”, dijo.
El presidente colombiano, Iván Duque, dijo recientemente que la política migratoria hacia los venezolanos es «de brazos abiertos» y que quiere hacer una «normalización migratoria seria» y «prestar asistencia humanitaria», apunta que la situación representa «una presión fiscal para Colombia».