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CLAVES | 10 compromisos de Petro a trabajar en su mandato de cuatro años

«Prometo a Dios y prometo al pueblo cumplir fielmente la Constitución y las leyes de Colombia», dijo Gustavo Petro de 62 años este domingo 7 de agosto al juramentar ante el presidente del Congreso colombiano, Roy Barreras.

Tras asumir como presidente de Colombia, y acompañado por la espada de Bolívar para dar su primer discurso, desglosó los 10 puntos sobre los que trabajará en su mandato de cuatro años.

Estos compromisos tienen como columna vertebral la paz, la mujer, el diálogo «con todos», lucha contra la corrupción y la protección a la vida.

Se trata de un decálogo que enunció durante su discurso de investidura y que versa de los siguientes puntos:

La paz

El jefe de Estado se comprometió a trabajar para «conseguir la paz verdadera y definitiva», con lo que se comprometió a cumplir el acuerdo de paz. «No podemos fallarle a la sociedad colombiana. Los muertos se lo merecen. Los vivos lo necesitan. La vida debe ser la base de la paz», aseguró.

El cuidado

Prometió cuidar de la vejez y de la niñez, de la discapacidad y de «las que la historia o la sociedad ha marginado». «Haremos una política de cuidados para que nadie se quede atrás», dijo y «una política sensible al sufrimiento y dolor ajeno, con herramientas y soluciones para crear igualdad».

Igualdad de género

«Gobernaré con y para las mujeres de Colombia», subrayó el nuevo presidente que se comprometió -de nuevo- a crear un Ministerio de Igualdad que encabezará la vicepresidenta Francia Márquez. «Queremos igualdad real y seguridad para que las colombianas puedan caminar tranquilas y no temer por sus vidas», enfatizó.

Diálogo sin excepciones

«Dialogaré con todos y todas, sin excepciones ni exclusiones», alegó Petro, que tendrá «un gobierno de puertas abiertas para todo aquel que quiera dialogar sobre los problemas de Colombia». Desde que fue elegido ha enfatizado en la idea de un gran acuerdo nacional.

Escucha

Igualmente se comprometió a escuchar a todos los colombianos. «No se gobierna a distancia, alejado del pueblo y desconectado de sus realidades. Todo lo contrario: se gobierna escuchando», alegó, y prometió «mecanismos y dinámicas para que todo colombiano se sienta escuchado en este Gobierno».

Contra la violencia

«Defenderé a los colombianos y colombianas de las violencias y trabajaré para que las familias se sientan seguras y tranquilas», señaló el nuevo presidente, que habló de «una estrategia integral de seguridad», que vaya desde la prevención a la «persecución de las estructuras criminales y la modernización de las fuerzas de seguridad».

Lucha contra la corrupción

Abogó por «mano firme y sin miramientos» a la corrupción. «Vamos a recuperar lo que se robaron, vigilar para que no se vuelva a hacer y transformar el sistema para desincentivar este tipo de prácticas», apuntaló.

Medioambiente

«Protegeré nuestro suelo y subsuelo, nuestros mares y ríos, nuestro aire y cielo», aseguró Petro, quien habla de la defensa férrea del medioambiente en casi todos sus alocuciones. Así prometió «enfrentar la deforestación descontrolada de nuestros bosques e impulsar el desarrollo de energías renovables».

Impulso al desarrollo

Industria nacional, economía popular y campo colombiano como pilares del desarrollo y «acompañar y apoyar a todo aquel se esfuerza por Colombia». «Nuestra invitación es a producir, a trabajar, a ser conscientes de que solo seremos una sociedad rica si trabajamos», alegó.

Cumplir la Constitución

Y, por último, remarcó otra de las frases que más ha dicho: que cumplirá la Constitución, aunque mencionó que se necesitan «mejores leyes, nuevas leyes al servicio de las grandes mayorías y garantizar su cumplimiento».

Petro se juramenta como presidente de Colombia y lo primero que hace es pedir la espada de Bolívar

El izquierdista Gustavo Petro juró este domingo como presidente de Colombia para un período de cuatro años, cargo al que llegó para suceder a Iván Duque, ante una multitud que lo ovacionó en la Plaza de Bolívar de Bogotá.

«Prometo a Dios y prometo al pueblo cumplir fielmente la Constitución y las leyes de Colombia», dijo Petro de 62 años al juramentar ante el presidente del Congreso, Roy Barreras.

En su discurso, Barreras, señaló: «Vinimos a sanar las heridas y para sanarlas hay que conocerlas, hay que recordarlas, y venimos de allá».

El mandatario fue investido por la senadora María José Pizarro, hija de Carlos Pizarro, quien fue compañero de Petro en la guerrilla del M-19 y cayó asesinado en 1990 cuando era candidato presidencial y la intención de voto le daba un 60 %.

La congresista, entre lágrimas, le puso la banda presidencial al nuevo mandatario y le dio un abrazo en medio de la ovación de los asistentes.

Tras ser investido, Barreras le puso en la solapa una «paloma de la paz», que simboliza una de las principales acciones que ha asegurado tratará de llevar a cabo durante su Gobierno: la de conseguir la «paz total» en Colombia.

Con la espada de Bolívar

Como primer acto de su Gobierno, Gustavo Petro ordenó que la espada del Libertador Simón Bolívar, un símbolo de su lucha guerrillera y luego política, fuera llevada a la tarima donde se llevaba a cabo la ceremonia de investidura.

«Como presidente de Colombia solicito a la Casa Militar traer la espada de Bolívar, una orden del mandato popular de este mandatario», afirmó Petro poco después de jurar el cargo y recibir la banda presidencial.

Una media hora después, el presidente del Senado, Roy Barreras, ordenó un inusual receso de diez minutos en la ceremonia de investidura para dar tiempo a que la Casa Militar de la Presidencia llevase la espada a la tarima, antes del discurso de Petro.

El robo de la espada de Bolívar fue el primer acto de la guerrilla Movimiento 19 de Abril (M-19), que la sustrajo el 17 de enero de 1974 de la Quinta de Bolívar, una casa museo en el centro de Bogotá donde estaba en exhibición.

La pieza fue devuelta por el M-19 al Gobierno colombiano con ocasión de su desmovilización tras firmar un acuerdo de paz en 1990, durante el Gobierno del entonces presidente Virgilio Barco, y desde ese momento permanece en la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo.

Cadetes ingresan con la espada de Bolívar en una urna a la ceremonia de investidura del presidente de Colombia, Gustavo Petro, en la Plaza Bolívar de Bogotá.

Para Petro, que en su juventud militó en el M-19, la espada tiene un gran valor simbólico, y por eso quería que estuviera en su acto de investidura, junto con la escultura de la paloma de la paz, creada por el maestro Fernando Botero para la firma del acuerdo de paz con las FARC, en 2016, pero el Gobierno de su ahora antecesor, Iván Duque, no se lo permitió.

Sin embargo, tras la orden presidencial de Petro, y después de un rato de espera, cuatro soldados vestidos con el uniforme de la época de la Independencia, llegaron a la Plaza de Bolívar llevando la espada en una urna de cristal que depositaron sobre una mesa en la tarima principal.

«Esta espada tiene tanta historia que hoy sumará una más, de por qué se demoró en llegar a esta plaza«, dijo Petro al recibir ese símbolo histórico, antes de iniciar su discurso.

Según dijo esta mañana a Efe la coordinadora de comunicaciones del acto de investidura, Marisol Rojas, el Gobierno de Duque exigió pólizas, que se cumplieron, pero «ayer (sábado) a última hora al finalizar la tarde, el presidente Duque dio la orden de que la espada de Bolívar no sale», decisión que Petro no tardó en revertir nada más jurar como jefe de Estado. 

Mandatarios invitados

Nicolás Maduro no fue invitado a la toma de posesión de Petro, puesto que el acto fue organizado por el gobierno saliente de Iván Duque. Duque se enfrentó a Maduro hasta el fin de su mandato y, en enero de 2019, reconoció al presidente de la Asamblea Nacional (AN) de 2015, Juan Guaidó, como presidente encargado de Venezuela.

En febrero de ese año, Maduro rompió relaciones con Colombia, las cuales se espera sean reanudadas próximamente.

El Rey de España, Felipe VI, asistió a la investidura de Gustavo Petro, acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, y por el Jefe de la Casa de SM el Rey, Jaime Alfonsín.

La asistencia a la investidura de Petro «reafirma la voluntad de España de continuar reforzando los sólidos vínculos de amistad que unen a las dos naciones, acompañados de unos valores compartidos que redundan en beneficio de nuestros ciudadanos», señaló el Ministerio de Asuntos Exteriores de España en un comunicado.

También estuvieron en la juramentación de Petro los presidentes de Honduras, Xiomara Castro; Argentina, Alberto Fernández; Paraguay, Mario Abdo Benítez; Ecuador, Guillermo Lasso; Costa Rica, Rodrigo Chaves; Chile, Gabriel Boric; Bolivia, Luis Arce y República Dominicana, Luis Abinader.

Con información de EFE

Guillermo Lasso invitará a Juan Guaidó a su toma de posesión
Lasso obtuvo la victoria en las presidenciales de Ecuador el domingo, 11 de abril

El presidente electo de Ecuador, Guillermo Lasso, anunció que invitará a Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela, a su toma de posesión.

“Yo invitaré a Juan Guaidó. Buscaré apoyar a los regímenes democráticos del mundo”, dijo en su primera rueda de prensa con medios internacionales.

En el evento, los periodistas le preguntaron a Lasso sobre la inserción laboral de los venezolanos en el territorio ecuatoriano.

Además, Lasso afirmó aseguró que no invitará a Nicolás Maduro a su toma de posesión, ya que Ecuador reconoce a Guaidó como presidente legítimo de Venezuela.

Por otra parte, el presidente electo de ecuador ratificó su posición sobre Venezuela, al respaldar además a los venezolanos por la recuperación de la democracia.

“Los venezolanos tienen todo nuestro respaldo para recuperar la democracia y nuestro compromiso de aliviar la crisis humanitaria que enfrentan en el mundo“, dijo.

 

Lasso obtuvo la victoria en las presidenciales de Ecuador el domingo, 11 de abril. Guaidó, tras conocer la noticia, felicitó al mandatario por resultar ganador y le ratificó su apoyo.

«Es vital la unión de quienes queremos libertad y democracia para la región, amenazada por dictaduras como la de Maduro», expresó Guaidó el domingo.

Con información de CCN

Profesores de la UCV van a paro el #10Ene y #11Ene en rechazo a toma de posesión

LA ASOCIACIÓN DE PROFESORES UNIVERSITARIOS DE la Universidad Central de Venezuela (UCV) ratificó en un comunicado el 8 de enero su desconocimiento a las elecciones del pasado 20 de mayo de 2018, por lo que respalda la solicitud que se realizó al gobernante Nicolás Maduro a que se abstenga de juramentarse en un segundo periodo presidencial.

En la misiva, la Apucv denunció que en Venezuela existe un reiterado desconocimiento de la Constitución, así como el deterioro creciente de las condiciones de vida y trabajo de todos los ciudadanos.

Destacó que los mecanismos para gestionar cambios en el Ejecutivo, como lo fue el referendo revocatorio y la realización de una elección al final del periodo, fueron “impedidos” a través de “diversos subterfugios, complicidades institucionales y en abierta violación a la Constitución”, según refiere una nota de prensa.

También alertó sobre la condición actual del profesorado, que a su juicio está deteriorada debido a que los derechos laborales desaparecieron y la contratación colectiva fue “desconocida” por el actual Gobierno.

En ese sentido, manifestó que es necesario luchar para restablecer el derecho de los docentes, pero a su juicio “solo será posible si entendemos que toda conquista social es un hecho político y no solo una conquista laboral-reivindicativa”.

Acordó entonces respaldar a la Asamblea Nacional, exhortar a todas las instituciones de la sociedad civil a fijar posición en torno a la juramentación del 10 de enero.

Junto a esto, a Reconocer el pronunciamiento de las Cátedras de Derecho Constitucional de la UCV al denunciar que el 10 de enero del 2019 el despotismo apunta a la disolución de la República, así como también el pronunciamiento de las academias.

Convocaron a un paro de actividades los días 10 y 11 de enero como expresión de rechazo a la dictadura y por el rescate de la democracia y los derechos constitucionales.

 

Embajador de Francia no asistirá a la toma de posesión de Maduro

ROMAIN NADAL, EMBAJADOR DE FRANCIA en Venezuela, informó que no asistirá a la toma de posesión del presidente Nicolás Maduro, pautada para el 10 de enero.

El diplomático francés ofreció esas declaraciones a los medios antes de ingresar al hemiciclo de sesiones del Palacio Federal Legislativo para presenciar la instalación de la nueva junta directiva de la Asamblea Nacional (AN).

Nadal aseguró que dicha decisión se trata “una posición conjunta de la Unión Europea (UE)”.

 

 

Los ilegítimos de siempre, por Brian Fincheltub

 

A LAS DICTADURAS POCO O NADA les importa la legitimidad y la legalidad. Esos son conceptos  importantes en una democracia, donde el respeto estricto de la norma y de lo que piensa la población, acompañan cada decisión del gobierno. En las dictaduras eso no es precisamente lo que cuenta, estos regímenes se imponen a sus pueblos por la fuerza y el terror. En ellos la ley no se aplica a la camarilla que secuestra el poder sino al que se rebela. Una ley que se confunde muchas veces con la voluntad personal del caudillo al mando.

Hay muchas voces que consideran el próximo 10 de enero como el “punto de quiebre” en la crisis venezolana. Es la opinión sobre todo de gobiernos extranjeros, para ellos la juramentación del dictador para un nuevo periodo de seis años equivaldría a la instauración de un “gobierno de facto”. Me parece positivo que la comunidad internacional quiera percibir esta fecha de esa manera, pero desde mi punto de vista es una calificación que llega un poco tarde, en Venezuela hace mucho que se ha instaurado un régimen de facto, que no solo tiene años imponiéndose con plomo, silencio y muerte, sino que nunca ha gozado de verdadera legitimidad, solo hay que recordar las sombras que rodearon la accidentada “elección” de 2013.

Si la comunidad internacional piensa dar un paso adelante llamando finalmente las cosas por su nombre, propicia sería también la oportunidad para que se emprendieran acciones comunes. La región debe demostrarle al mundo que no está dispuesta aceptar en pleno 2019 que una mafia se apodere de un país entero y mate a su pueblo de hambre sin que haya ninguna consecuencia. El tiempo de los comunicados ya pasó, la respuesta colectiva frente a un régimen que no solo es una amenaza para los venezolanos, sino para el mundo, no debe esperar. Ya hay gobiernos que han adelantado que el rompimiento de relaciones diplomáticas sería un primer paso, quienes sufren esperan que la presión se dirija, como ya lo han hecho otros países, a quienes reprimen, censuran y asesinan. Que se sientan tan presos y aislados como se sienten millones de venezolanos.

Si bien el 10 de enero no cambiará las cosas de la noche a la mañana, debe convertirse también a lo interno en una fecha simbólica para que se reunifiquen fuerzas, se redefinan objetivos y se adapten los mecanismos de lucha a esta nueva etapa. Siendo la Asamblea Nacional la única institución reconocida internacionalmente, su rol será fundamental para orientar a la gente. A estas alturas del partido, lo que más necesita recuperar nuestro parlamento es su coherencia, nadie pide imposible y si definimos esto como dictadura no podemos esperar que las decisiones aprobadas por los diputados se cumplan, pero estas decisiones deben trazar líneas claras a seguir y que sin duda el mundo evaluará con atención, solo es necesario coherencia y muy importante, lo que esperamos todos: firmeza.

 

@Brianfincheltub

Fincheltubbrian@gmail.com

José Toro Hardy Ene 03, 2019 | Actualizado hace 5 años
Legitimidad, por José Toro Hardy

 

LA DEMOCRACIA, POR DEFINICIÓN, es el imperio de las leyes en contraste con la imposición de los hombres. Para que haya democracia, tiene que existir un gobierno legítimo elegido por el pueblo, tiene que haber separación y equilibrio entre los poderes, tiene que haber respeto a la Constitución y a los DDHH.

El 10 de enero terminan de caer las máscaras y desaparece cualquier vestigio de legitimidad.

La legitimidad de un gobierno debe ser de dos tipos: de origen y de desempeño. Sólo el Poder Legislativo, electo mediante el voto directo del pueblo, dispone hoy de legitimidad de origen, aunque el régimen le ha arrebatado sus facultades. También el TSJ designado por la AN cuenta con plena legitimidad.

La legitimidad de origen no puede ser el resultado de unas elecciones convocadas al margen de la Constitución y en las cuales se impuso el punto de vista sostenido por Stalin, “Qué importa quien vote. Lo que importa es quien cuenta los votos”.

En cuanto a la legitimidad de desempeño la situación es aún peor. El irrespeto constante a la Constitución es la prueba. La separación y el equilibrio de los poderes, condición indispensable de esta forma de legitimidad ya no existe.

“Dictadura” -según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española- es un “régimen político que, por la fuerza o violencia, concentra todo el poder en una persona o en un grupo u organización y reprime los derechos humanos y las libertades individuales”.

Wikipedia complementa la definición al agregarle que la Dictadura “se caracteriza por la ausencia de división de poderes…”

«Le pouvoir arrête le pouvoir» sostenía Montesquieu (1689-1775). «El poder frena el poder». Vale aquí preguntarse, ¿están el Poder Judicial, el Poder  Electoral o el Ciudadano frenando al Poder Ejecutivo o simplemente actúan en connivencia para mantener un régimen a todas luces ilegítimo?

En igual sentido se pronunciaba John Locke (1632-1704)  filósofo inglés del Siglo de las Luces que sostenía que los poderes no debían ser dirigidos por las mismas personas, pues se requería un equilibrio que favoreciese el bien común. Si los gobernantes incumplían el pacto con los ciudadanos, estos tenían el derecho de echarlos.

Coincidía con  James Madison (1751-1836), padre de la Constitución de EEUU, quien al igual que los más ilustres defensores de la libertad, advertía:»La acumulación de todos los poderes, en las mismas manos … puede considerarse con toda exactitud, como la definición misma de la tiranía». Los padres fundadores de los EEUU, conscientes de los riesgos planteados, diseñaron en su Constitución un mecanismo de “checks and balances” para evitar que una rama de los Poderes dominase a las demás.

Los anteriores son los fundamentos en los que se basa la Democracia. Fueron recogidos en la Carta Democrática Interamericana, cuyo artículo 3 dice:

«Son elementos esenciales de la democracia representativa, entre otros, el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales; el acceso al poder y su ejercicio con sujeción al Estado de derecho; la celebración de elecciones periódicas, libres, justas y basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo … y la separación e independencia de los poderes públicos».

Mal podría hablarse en Venezuela de «derechos humanos y libertades fundamentales», cuando el mundo entero reclama la libertad de unos 300 presos políticos y cuando las torturas y otras barbaridades han sido abundantemente documentadas ante la OEA y denunciadas ante la Corte Penal Internacional por varios Estados signatarios del Estatuto de Roma, entre los cuales se cuentan Colombia, Argentina, Chile, Paraguay, Costa Rica y Perú, denuncia a la cual se sumaron países como Canadá y Francia.

En estos momentos decisivos de nuestra historia, a la comunidad internacional le corresponderá un papel fundamental en lo que habrá de ocurrir en Venezuela.

El país comienza el año 2019 en medio de una brutal crisis económica, con la mayor hiperinflación del mundo, una caída del PIB sin precedentes, un aparato productivo y una industria petrolera destruidos, sin recursos para pagar su deuda externa, una escasez de alimentos y de medicinas a nivel de crisis humanitaria, con más de 3 millones de sus ciudadanos que han migrado para buscar en otras tierras lo que la suya propia le negó y para colmo de males en manos de un gobierno que ya no cuenta con legitimidad.

 

@josetorohardy

Una Brasilia militarizada espera por la investidura de Bolsonaro

UNOS 12.000 EFECTIVOS de organismos de seguridad, que incluyen a cuerpos de Policía y de las tres Fuerzas Armadas, fueron movilizados hoy en Brasilia para garantizar la seguridad durante la investidura de Jair Bolsonaro como presidente.

El despliegue de policías y soldados, que incluye el refuerzo de blindados y helicópteros, con cazabombarderos listos para despegar frente a cualquier amenaza, militarizó por completo la zona central de Brasilia, donde se concentrarán todos los actos relativos a la toma de posesión del líder de la ultraderecha.