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Timoteo Zambrano

Alejandro Armas Dic 03, 2021 | Actualizado hace 1 mes
El absurdo afán de sumar
Por esos lares del espectro de todo lo ajeno al PSUV se han cruzado demasiadas líneas… Rojas, por supuesto, lo cual pone en entredicho la tesis de que el éxito opositor consiste en sumar organizaciones

 

@AAAD25

Trabajar con política venezolana no es fácil. Para el activista opositor, siempre es peligroso. Para los que no hacemos política sino que la estudiamos, es deprimente. Periodistas y politólogos (tengo el gusto o desgracia de ser ambas cosas) no podemos abstraernos de la política nacional y pensar en todo menos ella, como hace el grueso de la población venezolana ante la debacle congelada. Así que, en resguardo de mi sanidad mental, desde hace un par de años he adoptado una especie de filosofía que pudiera llamar “pesimismo activo”. Consiste en asumir que en el corto y mediano plazo el chavismo seguirá gobernando y la dirigencia opositora seguirá yendo de error a error.

Paso todo el día observando el acontecer político, pero sin hacerme ilusiones que al frustrarse terminen en amargura. Solo así encuentro el ánimo para seguir dedicándome a esto e insistir en lo que modestamente creo acertado. Y claro, disfrutar dentro de mis posibilidades de los gozos naturales y culturales que este devastado país aún ofrece ayuda mucho.

Viendo las secuelas de las elecciones regionales y municipales, me alegro de haberme, por decirlo coloquialmente, pasado este switch. Las lecturas de la situación por el liderazgo opositor no son muy distintas a las que la llevaron a su estancamiento de los últimos años. De nuevo, una tendencia a subestimar aquello de lo que es capaz el régimen, confianza ingenua en acuerdos producidos en diálogos en los que el chavismo nunca estuvo dispuesto a hacer concesiones importantes, y una falta tremenda de preparación ante eventuales exabruptos.

Para muestra Freddy Superlano, el ganador de la contienda por la gobernación de Barinas que sin embargo no será gobernador. Aunque Superlano llamó a protestar contra la anulación de su victoria, también adelantó que la MUD “le daría una redoblona” al PSUV en las elecciones repetidas, lo cual es un tácito reconocimiento de que su victoria ya está irreversiblemente desechada. Un poco complicado eso de invitar nuevamente a votar si no fuiste capaz de defender el voto en primer lugar.

Pero hay una de estas interpretaciones postelectorales en la que quiero detenerme, por considerarla particularmente nociva. A saber, la que sostiene que estos comicios no fueron otro fiasco para la oposición debido a que la inmensa mayoría de los ciudadanos se abstuvo, sino a que “la oposición fue dividida”. En el artículo de la semana pasada sostuve por qué, a mi juicio, este argumento no es más que un vano intento de omitir el hecho de que pocos venezolanos ven en el voto, sin una estrategia de movilización en torno suyo, un instrumento para lograr el cambio político.

Negación postelectoral

Negación postelectoral

Ahora discutiré una de sus consecuencias. A saber, el llamado de algunos dirigentes y (llamémoslos así) comentaristas interesados en la política a unificar a la oposición para obtener un mejor resultado en futuros comicios.

El gran problema con este planteamiento gira en torno al concepto de “oposición”. Para los emisores de la propuesta, pareciera que el término alude a todo aquel que no sea parte del Gran Polo Patriótico, la coalición encabezada por el PSUV. Esto muy a pesar de que hay evidencia de sobra de que varias organizaciones en ese espectro en efecto se identifican como “oposición” pero no se oponen realmente al chavismo. Compiten con él en elecciones, cómo no. Pero no lo desafían. No se le resisten. Ni siquiera cuando atenta arbitrariamente contra sus intereses.

Veamos por ejemplo a Fuerza Vecinal. Hasta su mismísimo nombre es una declaración de acatamiento a la norma tácita de la política venezolana que, desde 2017, dicta que todo gobernador o alcalde debe dedicarse exclusivamente a desempeñar funciones administrativas (las que Miraflores no le quite, entiéndase) en su respectiva jurisdicción y bajo ninguna circunstancia puede promover el activismo disidente. En caso contrario, correrá el riesgo de tener la misma suerte que la generación anterior de mandatarios estatales y locales, que en buena medida terminó inhabilitada, presa o exiliada.

A pesar de todo esto, uno pudiera argumentar que se puede tender puentes con Fuerza Vecinal si sus líderes asumen posturas más desafiantes. Mucho más complicado sería hacerlo con la Alianza Democrática, que amalgama a los partidos de Henri Falcón, Timoteo Zambrano y Claudio Fermín, entre otros, con aquellas organizaciones que fueron intervenidas el año pasado por el Tribunal Supremo de Justicia.

No puede ser que haya que explicar esto, pero es una insensatez mayúscula tenderle la mano a personas que se apoderaron de partidos recurriendo a un ente externo que de paso es controlado por el chavismo, y que después los encauzaron por el ya aludido camino de ser “oposición” sin hacer oposición, rompiendo así con la trayectoria previa de dichos partidos. Eso por no hablar de los vínculos de estos señores con Alex Saab.

Y si alguien dice que lo pasado en el pasado se quedó y que hay que hacer borrón y cuenta nueva, que vea nada más las últimas acciones de Adolfo Superlano, uno de los exdiputados asociados con Saab según reveló el portal periodístico Armando Info. Fue él quien acudió al TSJ para exigir que se anule el conteo de votos que dio como ganador a otro Superlano, Freddy, en las elecciones por la Gobernación de Barinas. Otro triunfo arrebatado a la disidencia, con la participación de alguien cuyo partido (MIN-Unidad) es parte de la Alianza Democrática.

Ahora bien, alguien también pudiera argumentar que aunque pactar con Adolfo Superlano y similares es inviable, sí se puede con miembros de la Alianza Democrática “más potables”, como Falcón y Zambrano. Pero aun así es necesario preguntarse, ¿se puede confiar en quienes se aliaron con José Brito, Luis Parra, etc. aun a sabiendas de su naturaleza?

A eso hay que agregar que lo que pudiéramos llamar “falconismo” también ha abrazado el ser “oposición” sin hacer oposición.

Y lo han hecho a una escala mucho más visible que la de Fuerza Vecinal, debido a sus aspiraciones más amplias (estar en la Asamblea Nacional electa en 2020, por ejemplo). Parte de ello es repetir como mantra que la “oposición” se debe restringir al diálogo y al voto, y descalificar cualquier alternativa de resistencia cívica prácticamente con los mismos términos que usa el chavismo.

En conclusión, me parece que por esos lares del espectro de todo lo ajeno al PSUV se han cruzado demasiadas líneas… Rojas, por supuesto, lo cual pone en severo entredicho la tesis de que el éxito opositor consiste en sumar a la mayor cantidad posible de organizaciones. Pero una cosa son las organizaciones y otras son los ciudadanos comunes que las siguen. Las elecciones del 21 de noviembre mostraron que, por una razón u otra, en varios casos, la gente prefirió votar por miembros de la Alianza Democrática que por miembros de la MUD. Si la oposición real quiere volver a contar con apoyo masivo para hacer movilizaciones que presionen efectivamente por un cambio, tendrá que convencer a esos electores. Sea comicial su estrategia o no.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Timoteo Zambrano quiere negociar dos megaelecciones
El parlamentario no explicó en detalle de qué manera podrían convocarse estos comicios

Timoteo Zambrano, diputado de la cuestionada Asamblea Nacional de Nicolás Maduro, manifestó querer negociar con el chavismo unas «megaelecciones» en los próximos cuatro años.

El parlamentario explicó que la primera de estas «megaelecciones»,se realizaría en diciembre de 2021. Allí serían electos, según Zambrano, gobernadores, alcaldes, concejales y diputados regionales.

En una entrevista que ofreció a Ernesto Villegas, expresó: «Luego tendríamos un horizonte de tres años», según el parlamentario, para la siguiente «megaelección» de 2024, donde, según, se podría definir un nuevo Presidente de la República.

«Tendríamos que hacer una reforma en la Ley para juntar esas elecciones y diseñar el software para una megaelección», afirmó sin ahondar en mayores explicaciones sobre dicho procedimiento.

Zambrano señaló que el país necesita una iniciativa política para superar el conflicto con la Comunidad Internacional y la misma debe ser aprobada por la AN.

Asimismo, aseguró que el gobierno de los Estados Unidos (EEUU) castró el diálogo y entrometió su geopolítica en Venezuela por «incoherencia» de líderes de oposición

«Las sanciones imperiales han provocado que Venezuela tenga una complejidad económica que no puede resolver solo el gobierno, tenemos que involucrarnos todos para resolver el problema de la crisis económica del país», expresó.

Sobre la Exxon Mobil

Según Zambrano, Exxon Mobil pagó 15 millones de dólares al gobierno de Guyana para comprar el juicio de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) contra Venezuela.

Al respecto, señaló que existe un peligro global con las supuestas acciones injerencistas del presidente saliente de EEUU, Donald Trump, y la Exxon Mobil.

“Exxon le compró el juicio a los guyaneses quienes entregaron su soberanía y se convirtieron en voceros de Exxon Mobil y demandaron a Venezuela en la CIJ», dijo.

Con información de TalCual

Timoteo Zambrano también afirmó ser reelecto como diputado
Zambrano explicó que tenían una alianza con Movimiento Ecológico , pero que no aparecía reflejada en la boleta debido a lo tardío en que se hizo la modificación ante el CNE

Timoteo Zambrano, diputado de la Asamblea Nacional y fundador de Cambiemos, aseguró que resultó reelecto en las elecciones parlamentarias del pasado domingo, 6 de diciembre.

Según el diputado, alcanzó la elección al conseguir los votos necesarios para entrar por lista nacional.

Tras ser consultado sobre si logró los votos junto a Luis Augusto Romero (Avanzada Progresista) y Bernabé Gutiérrez (Acción Democrática), dijo: «Nosotros entramos, entramos los tres».

Según el diputado, le faltaban el 0,14% de los votos para ser electo como parlamentario por lista nacional, debido a la sumatoria de los votos que todavía no habían sido transmitidos desde los estados al Consejo Nacional Electoral (CNE).

Asimismo, afirmó que hubo retrasos en la transmisión de la data debido a problemas de electricidad, y que se concretó el martes 8 en la tarde con Zulia, Miranda, parte de Lara, Anzoátegui, Sucre y Delta Amacuro. «No fue solo con nosotros, fue en la lista y circuitos regionales», señaló.

Por otra parte, explicó que tienen una alianza con Movimiento Ecológico en 13 estados, pero que no aparecía reflejada en la boleta debido a lo tardío en que se hizo la modificación ante el organismo electoral.

«El Movimiento Ecológico, cuando hizo las modificaciones, se realizaron el 6 de noviembre, pero no aparecieron reflejadas», afirmó Zambrano a los medios.

Como consecuencia de lo anterior,  dijo que el lunes 7 tuvieron un problema en Aragua porque no se quería adjudicar a la Alianza Democrática la modificación hecha.

«Se resolvió. Nosotros tuvimos problemas por el sistema del CNE pero fueron solventados en su momento todas las adhesiones y modificaciones», añadió.

Con información de TalCual

Runrunes de Bocaranda: MEDIO – A LA CARRERA

Timoteo Zambrano, el llamado «Alacrán Mayor». Foto base en Poderopedia. Comp. Runrunes

  LA CARRERA

Este dato me lo pasa un candidato a diputado que se quedó guindando y no salió y que ahora, indignado por lo que llama “el engaño rojo”, me escribe: “Comenzó la «hora loca» en el CNE de Indira. Los Rodríguez van en auxilio de Timoteo Zambrano, a ruego de Rodríguez Zapatero y en pago a sus servicios prestados.

El verdadero cuento de la trampa es como sigue: la alianza de su minipartido «Cambiemos» con «Avanzada Progresista», de Henry Falcón, apenas sumó votos para un solo diputado principal (Luis Augusto Romero), quedando por fuera Timoteo (2do en la lista). La solución para dar «cobertura legal» a un puesto de principal para el apodado «Alacrán Mayor» fue incluir, postevento electoral, la tarjeta del partido Ecológico y sumar los votos suficientes a cambio de seguir operando a trastienda para el régimen.

 EL CHAPARRÓN

Una rápida consulta hecha por los miembros de uno de los partidos de la otrora sólida coalición gubernamental, hoy con amplia discrepancia ante el tema de las libertades en el CNE y los medios controlados, da cuenta de que la malhadada frase referida al voto y la comida fue una provocación innecesaria ante las dificultades que ya pasan los que reciben las cajas CLAP, que cada vez vienen con peor contenido.

Le echan la culpa a ella de la mayor parte de las reacciones que impulsaron la no presentación en los centros electorales. La procesión por dentro se hace cada vez más pública. Las protestas diarias a nivel nacional van en aumento. Son una señal de inconformidad que no se apaga con represión.

 AHORA SE FILTRA

Recordemos que en esta columna del pasado 3 de noviembre les comenté de la reunión secreta entre Jorge Rodríguez y Richard Grenell, un exfuncionario de la administración estadounidense y muy cercano a Trump y su yerno Jared Kuchner.

Entre uno de los temas tratados ante la expectativa de que Donald Trump repitiera en la presidencia -aparte de pedir el levantamiento de algunas sanciones- estaba la oferta de mejorar las relaciones, ceder en algunos puntos donde se ha vulnerado de muerte a la democracia y tratar de recuperar los activos de Citgo. A pesar de Grenell haber informado a la Casa Blanca y al Departamento de Estado nada se supo después. ¿Quizás la filtración de la noticia del encuentro o falta de interés por parte del gobierno de Trump?…

Diputados excluidos de Cambiemos conforman una nueva fracción parlamentaria 

En la Asamblea Nacional ha nacido una nueva fracción parlamentaria con el nombre Independientes por la Renovación y el Cambio.

Lo conformarán los diputados José Antonio España (Delta Amacuro), Adolfo Superlano (Barinas) y José Gregorio Aparicio (Monagas), esto después de que en menos de dos semanas el partido Cambiemos decidiera excluirlos de sus filas.

España explicó en los jardines del Palacio Federal Legislativo que esta nueva fracción se concentrará en defender la Constitución, las leyes y la Asamblea Nacional, «que es el punto de encuentro de diálogo de todos los venezolanos».

Además aseguró que no acompañarán ni votarán por algo que no esté dentro de la Constitución.

La semana pasada, el diputado España refirió que su salida del partido se debió a diferencias políticas, entre ellas que era muy crítico con la junta directiva del Parlamento, al mando del presidente Juan Guaidó.

Igualmente el diputado Adolfo Superlano agregó que existían diferencias con el líder del partido, Timoteo Zambrano. 

“Cuando un partido se transforma en una franquicia de quien la dirige, entonces empiezan a notarse las diferencias”, manifestó Superlano en una entrevista en Globovisión.

La ética y la moral en juego

En los últimos comunicados de Cambiemos, se señala que la decisión de la exclusión de estos tres diputados se debe a «faltas graves en contra de los principios éticos y morales que rigen a nuestra organización».

Aunque el partido no ha dado más detalles o presentado pruebas oficiales sobre lo que esto significa, el diputado José Guerra dejó entrever en uno de sus tuits, que la expulsión de España y Superlano del partido tendría relación con su denuncia sobre un supuesto operativo de «maletín verde» para comprar diputados y así quitarle a la oposición la mayoría calificada. 

El parlamentario José Gregorio Aparicio, aseguró en declaraciones a Runrun.es, que su salida de la tolda política también se deben a diferencias políticas. 

«Lo que le recomiendo a Timoteo Zambrano y a la directiva nacional de Cambiemos, es que procedan y llevan a las últimas instancias e introduzcan las pruebas en los organismos competentes y se dejen de hablar tonterías», agregó Aparicio.

Señaló que no tiene nada malo que decir sobre Zambrano o el partido político en el que militó hasta el martes, pero reiteró que si tienen alguna evidencia sobre falta de ética o moral deben presentarlas. 

Sobre si seguirá participando en la mesa de diálogo con el gobierno de Nicolás Maduro, el diputado informó que eso será un punto de discusión en la nueva fracción, pues también tiene diferencias sobre el manejo del proceso de negociación.

La hora de los partidos minoritarios en la AN
A lo largo de los cuatro años de este periodo legislativo se han formado tres nuevas organizaciones políticas dentro del Parlamento
Diputados de estas organizaciones también han sido víctimas de la persecución por parte del TSJ y se encuentran en clandestinidad, embajadas o en el exilio

@saracosco

El 16 de septiembre el régimen de Nicolás Maduro anunció junto a cuatro partidos minoritarios de oposición un nuevo proceso de diálogo y firmaron un acuerdo en el que se establecieron algunos puntos para buscar una salida a la crisis.

Soluciones, MAS, Cambiemos y Avanzada Progresista fueron los partidos que asistieron al encuentro en la Casa Amarilla -sede de la Cancillería- para dar la información que tomó por sorpresa al país y a los dirigentes de los partidos más grandes de la oposición -el conocido G4: Acción Democrática, Voluntad Popular, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo- al igual que al presidente encargado de Venezuela y de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó.

Pero solo dos de estos cuatro partidos tienen representantes dentro del Parlamento: Cambiemos con seis diputados y Avanzada Progresista con uno.

Estos dos grupos forman parte de los llamados “partidos minoritarios” que, junto a La Causa R, Cuentas Claras, Proyecto Venezuela, Vente, ABP, MPV, Camina y Convergencia, tendrán el derecho de elegir el presidente de la Asamblea Nacional del próximo periodo parlamentario que se inicia el 5 de enero de 2020.

Sin embargo, La Causa R, Proyecto Venezuela y Encuentro Ciudadano- que agrupan a 8 diputados- decidieron darle el apoyo a Guaidó para que continúe en el cargo si no logra el objetivo del cese de la usurpación antes del 5 de enero de 2020. Cambiemos, Avanzada Progresista, ABP, Convergencia y Vente todavía lo piensan, lo que trae división dentro de estas toldas políticas.

El diputado Omar González (Vente-Anzoátegui) aseguró el 11 de septiembre en el Palacio Federal Legislativo, que hacer un pronunciamiento sobre dar apoyo o no a Guaidó para la presidencia el año que viene es extemporáneo y, además, “evidencia desconfianza en su promesa de acabar con la usurpación”.

Caso similar ocurre con el partido Avanzada Progresista del excandidato presidencial Henri Falcón, quien todavía parece tener aspiraciones de competir por la jefatura del Estado. Según declaraciones del coordinador del partido,  Luis Augusto Romero a Runrun.es, es un tema que será discutido próximamente en la Dirección General. 

Más fraccionados

En una base de datos hecha por Runrun.es se revela que cuando la oposición ganó las elecciones parlamentarias existían 10 partidos minoritarios – con un total de 20 diputados- pero a lo largo de estos cuatro años la bancada unitaria ha tenido sus diferencias lo que ha provocado que se formen más organizaciones políticas.

Actualmente existen 12 partidos minoritarios y la suma de diputados en estas organizaciones asciende a 23. Aquí se cuentan 4 parlamentarios que no pertenecen a algún partido político y son independientes – que no existía en 2015.

Actualmente existen 12 partidos minoritarios y la suma de diputados en estas organizaciones asciende a 23

 

El más reciente es el diputado Julio César Reyes, quien formaba parte de las filas de Avanzada Progresista. Luego del anuncio del nuevo diálogo con el régimen de Maduro, decidió formalizar su retiro del partido y aseguró que ese proceso no tiene el respaldo de la mayoría del país. “Como diputados de la Asamblea Nacional rechazamos esta acción desesperada que busca minar nuestra unidad y dar legitimidad a quien no la tiene”, dijo.

Al día siguiente de este anuncio, en la sede del Palacio Federal Legislativo, informó a los medios de comunicación que dentro del partido se deben hacer reflexiones y que ya desde hace un mes aproximadamente estaba alejado de la organización. Tanto, que lo habían excluido del grupo de chat de Whatsapp de la Dirección Nacional. 

Este tipo de situaciones se había empezado a ver desde finales de 2017 cuando Vente, ABP y Convergencia decidieron formar una nueva fracción llamada 16 de Julio – separándose de la Unidad.

No fueron los únicos, porque en 2018 un grupo de 9 diputados de Un Nuevo Tiempo – entre ellos Timoteo Zambrano (Zulia), que forma parte del nuevo diálogo con Maduro- rompieron con ese partido y se fueron a la tolda de Leocenis García, Prociudadanos.

Esta unión duró poco y actualmente esa fracción no existe dentro de la Asamblea Nacional. En mayo de ese mismo año Timoteo Zambrano junto a Maribel Guédez, Adolfo Superlano, José Gregorio Aparicio y Melva Paredes se fueron a Cambiemos.

En diciembre de 2018 la diputada Delsa Solórzano (Encuentro Ciudadano-Miranda) también dejó el partido zuliano UNT y formó su propio partido llamado Encuentro Ciudadano, junto al suplente Luis Loaiza (Encuentro Ciudadano-Mérida). Aunque ahora, junto a los diputados Carlos Berrizbeitia (Proyecto Venezuela-Carabobo), Simón Calzadilla (MPV-Aragua), Williams Gil (Cuentas Claras-Carabobo), Franklyn Duarte (Copei-Táchira), formalizaron una nueva fracción llamada Concertación por Venezuela.

Minorías perseguidas

Entre todas estas fracciones, las nuevas y las más antiguas, la cantidad de diputados suman 23. Pero algunos han tenido que retirarse de la Asamblea Nacional por la persecución del Tribunal Supremo de Justicia. Acusados de participar en un supuesto golpe de Estado el pasado 30 de abril, cuando se produjo un alzamiento militar en Caracas. 

El diputado Simón Calzadilla del MPV se encuentra actualmente en la clandestinidad. Esto provoca que dentro de los diputados principales, su partido no tenga más representantes. En esta tolda solo queda el suplente José Rafael Hernández, por el estado Bolívar.

Igualmente, La Causa R ha visto bajas entre sus representantes parlamentarios. Mariela Magallanes (Aragua) y Américo De Grazia (Bolívar) se encuentran refugiados en embajadas. Sin embargo, el suplente de Magallanes, Arnoldo Benítez, es también parte de ese partido, por lo que en estos momentos cuentan con 2 diputados dentro de la AN.

El partido ABP tiene como principal a Richard Blanco que salió del país por la frontera con Cúcuta en junio de este año y así su partido se queda con solo tres suplentes, aunque uno de ellos, Edwin Luzardo (Zulia), ha asumido como principal después de que Timoteo Zambrano empezara a faltar a las sesiones desde marzo de 2017.

Caso similar ocurre con el diputado Juan Pablo García (Vente-Monagas) que también ha sido blanco de las sentencias del TSJ y se encuentra en clandestinidad. Su suplente es también del mismo partido por lo que la representación dentro de la Asamblea Nacional queda igual con 2 parlamentarios. 

Llegar a un acuerdo

Aunque un grupo de diputados de estos partidos políticos ya decidió darle apoyo a Juan Guaidó para que continúe como presidente del Parlamento, queda por decidir si apoyarán el resto de la Junta Directiva o si tendrá que haber cambios conforme al acuerdo de gobernabilidad de la AN, que fue aprobado en 2015.

Delsa Solórzano dio a entender en una rueda de prensa en el Parlamento, hace dos semanas, que apoyarán a Guaidó pero que el resto de la directiva debe cambiar. Los demás partidos aseguraron siguen en debate sobre el tema.

Al no cumplirse el mantra de Guaidó que nació en enero de este año -Cese de usurpación, gobierno de transición y elecciones libres-, los partidos minoritarios se han acercado al chavismo cuando llega su momento protagónico dentro de la AN. 

Si los partidos Vente,  Avanzada Progresista y Cambiemos – que aún no han dado respuesta al tema- decidieran no apoyar a Guaidó para que siga al frente de la Junta Directiva de la AN, no influiría en las votaciones porque solo suman en total 9 diputados. 

Gobierno y partidos minoritarios instalarán ocho mesas de trabajo para abordar acuerdos

EL MINISTRO DE COMUNICACIÓN e Información, Jorge Rodríguez, anunció este lunes 23 de septiembre que serán instaladas ocho mesas de trabajo a propósito de los acuerdos firmados con partidos minoritarios de oposición.

Se espera que las mesas, cuya fecha de instalación se anunciará en los próximos días, tengan resultados en un lapso no mayor a 20 días. Las primeras que se instalarán son: la de conformación del Consejo Nacional Electoral, de partidos políticos y de programa de intercambio por petróleo.

En cuanto a la de presos políticos, el diputado Timoteo Zambrano, representante del partido Cambiemos, sostuvo que se consignó una lista de al menos 60 privados de libertad por motivos políticos.

Las mesas de trabajo que se instalarán son las siguientes:

1.- Mesa para la discusión del Poder Electoral, garantías electorales y representación proporcionada.

2.- Mesa de la Comisión de la Verdad.

3.- Mesa técnica complementaria para la Soberanía e Integridad Territorial.

4.- Mesa económica e intercambio de petróleo por alimentos, medicamentos e insumos básicos.

También puede leer: Grupo de Lima renueva su apoyo a Juan Guaidó y reitera su preocupación por la crisis venezolana

5.- Mesa de equilibrio institucional y derechos políticos que trabajará la convivencia de los poderes públicos.

6.- Mesa del derecho social, en la que se trabajarán los servicios públicos, salud, educación, agua, electricidad y el tema de la migración.

7.- Mesa de partidos políticos.

8.- Mesa de movimientos sociales.

*Con información de El Pitazo y Unión Radio

Alejandro Armas Sep 21, 2019 | Actualizado hace 3 semanas
Salami de Budapest en Caracas

BASTÓ Y SOBRÓ QUE JUAN GUAIDÓ diera por agotada y clausurada la mesa de negociación auspiciada por Noruega para que el régimen chavista convocara a un grupo de políticos a la antigua residencia presidencial que da a la Plaza Bolívar, para firmar un acuerdo por el que las partes se comprometen a un supuesto diálogo. El tufo a “Plan B” no lo disimuló ni el mejor desodorante (porque, claro, los jerarcas del régimen sí tienen acceso a este producto higiénico, a menudo vedado para las masas bien sea por la escasez o por la inflación). De esa forma aspira el chavismo a desacreditar la presión internacional que se cierne sobre sus nada atléticos (ni “atlásticos”) hombros y estimular las ya amargas divisiones en la oposición.

No es nada que deba sorprendernos de la cúpula roja. La atención más bien se la llevaron los copartícipes del pacto, los señores Timoteo Zambrano, Claudio Fermín, Felipe Mujica y Luis Augusto Romero (en representación del partido de Henri Falcón). Ardió la Troya caribeña con acusaciones de traición y colaboracionismo. No me sumé, ni me sumaré por ahora, al coro airado. No me consta que estos sujetos, y las organizaciones políticas que representan, estén actuando motivados por ofertas materiales hechas por el régimen. Ni siquiera sé si a cambio de sus autógrafos les prometieron una cuota de poder (el chavismo siempre ha sido notablemente mezquino hasta con aliados como el Partido Comunista de Venezuela). Tampoco descarto que, aunque sea una posición ruidosamente absurda, crean que esta es la mejor forma de avanzar hacia la recuperación de Venezuela. El tiempo irá aclarando esos pormenores, aunque no hay que extrañarse si vemos cosas peores, como reza el pasaje popular del libro de Ezequiel.

Una posible explicación de las fuerzas macabras que operan detrás de esta jugada política puede ser ilustrada con un bien alimenticio que usted verá en cualquier charcutería (bueno, quizá no en las de Venezuela). A saber, un salami. “Táctica salami” es el nombre que se le da a una modalidad del viejo truco “divide et impera”. Se atribuye la expresión al líder comunista húngaro Mátyás Rákosi. Estamos hablando de las secuelas de la Segunda Guerra Mundial, cuando los fieles de Marx estaban consolidando sus respectivas dictaduras en Europa del Este. Pese al apoyo absoluto del tío Stalin desde Moscú, estos fueron procesos que no se llevaron a cabo de la noche a la mañana. Acabar con la oposición y establecer regímenes de partido único tomó tiempo.

En la tierra de los magiares, Rákosi hizo uso de una herramienta retórica que sonará familiar a los venezolanos. Empezó a acusar sistemáticamente a sus detractores de ser fascistas. Un señalamiento sensible para un país ocupado poco antes por nazis. Por temor a ser percibida como muy radical, la disidencia marginó a su ala más derechista. Pero Rákosi no paró. Luego la oposición hizo lo mismo con su grupo más cercano al centro y, finalmente, con los militantes de la izquierda no comunista. En palabras del propio Rákosi, los rebanó como un salami. Al final solo quedó una dizque oposición incapaz de disentir efectivamente. Así, los comunistas se adueñaron del poder absoluto y establecieron una de esas mal llamadas “repúblicas populares”.

El chavismo entiende perfectamente que una oposición fraccionada es más débil, sobre todo si, además de no coincidir en nada, los sectores se hacen la guerra entre ellos. Sus maniobras para fomentar el disenso no son pocas y ahora pudieran haberse leído el manual del camarada Rákosi. Después de todo, en lo que va de año han hecho guiños reiterados a las organizaciones políticas que no son parte de su coalición pero tampoco se sumaron a la estrategia encabezada por Juan Guaidó. Quienes sí lo hicieron, en la verborrea chavista, son unos facinerosos tan desesperados por obtener el poder, que se lanzaron a una aventura demencial. De esa gente, insisten en Miraflores, el país no puede esperar nada, pues su intento de epopeya no tiene otro destino que el fracaso. En cambio, agregan, los opositores que no respaldaron el dislate son personas sensatas que entienden que el poder lo tienen las autoridades chocantes pero legítimas y que si va a haber un cambio será de acuerdo con sus reglas. Este ha sido el mensaje desde enero.

No es ningún secreto que la euforia que siguió al acto apoteósico en Chacao ha sido en buena medida desplazada por la decepción y la angustia ante el hecho de que el régimen sigue en pie, mientras la calamidad socioeconómica muerde. Así que probablemente los señores Falcón, Fermín y demás pensaron que en efecto es una tontería radical lo que Guaidó está haciendo. De ser ese el caso, pudo resultarles tentador presentarse como los que sí ponen soluciones (que no opciones) sobre la mesa, aunque para ello tuvieran que pactar con el régimen.

Pero estas “soluciones” son un espejismo. Cambiar las autoridades del Consejo Nacional Electoral a mi juicio no devolverá al ciudadano común la confianza en el sistema. Pueden sacar a Tibisay Lucena y poner a quien quieran como árbitro. Muy pocos serán lo que crean que cualquier selección en la que participe un chavismo que no ha dado absolutamente ninguna señal de estar dispuesto a dejar el poder evitará los abusos y trampas de los procesos comiciales anteriores. Es más, ya una vocera del régimen, Gladys Requena, dijo que solo reemplazarán a los rectores con período vencido. Por sentencia del Tribunal Supremo de Justicia emitida en 2016, el número de rectores con plazo vencido es cero, como advirtió el periodista Eugenio Martínez. Es decir, si el chavismo no modifica su propia narrativa, no habrá ningún cambio.

En cuanto al planteamiento de establecer un programa de intercambio de petróleo por alimentos, otro punto en el pacto con el régimen, me remito a las impresiones del economista Francisco Rodríguez, quien ha hecho propuestas similares. Rodríguez señaló que esta iniciativa no es viable sin el visto bueno de Guaidó y del Gobierno norteamericano. Añadió que en las actuales circunstancias, la comida obtenida por esa vía caería en las mecanismos de distribución del chavismo, claramente politizados. Sería como otro CLAP.

Vemos entonces que, aunque hayan actuado sin intereses oscuros, es poco o nada lo que los cosignatarios del acuerdo con el régimen conseguirán. En cambio, pienso que es mucho lo que pierden por haberse dejado rebanar como una salchicha curada. Desde 2017 he hecho exhortos constantes a que todos los sectores de la oposición se unan en torno a una estrategia compartida con miras al cambio político que tanto urge. Eso incluye al sector que gira en torno a María Corina Machado y Antonio Ledezma, aquel que sigue más o menos amalgamado como Mesa de la Unidad Democrática o Frente Amplio y, por último, a los que firmaron el acuerdo en la Casa Amarilla. Pues bien, sea cual sea su intención, al haberse integrado a un sabotaje contra los esfuerzos del grueso de la oposición y el plan con mayores posibilidades de éxito, cruzaron una línea (no podía ser de otro color) roja. A partir de ahora, aunque se retracten, quedarían descalificados para volver a los esfuerzos mancomunados de democratización de Venezuela, puesto que no hay razón para concederles confianza. Triste final para una vida política. Si sus decisiones fueron desinteresadas, les deseo lo mejor en otro ámbito, caballeros.

 

@AAAD25