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Terror

Estado de terror y desobediencia civil, por Carlos Nieto Palma

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Es claro que en Venezuela estamos viviendo en un estado de terror, las actuaciones de la dictadura para reprimir, perseguir y en muchos casos asesinar, a todos los que aquí vivimos y pensamos diferente, cada día se incrementan más. Las actuaciones irracionales de las fuerzas opresoras del régimen ya suman más de 90 muertos en 84 días de protestas, en su mayoría jóvenes, incluidos 15 adolescentes entre ellos.

El respeto a los derechos humanos establecidos en nuestra Constitución Nacional son violados permanentemente por aquellos que deberían garantizar su respeto y ejercicio, estamos ante un régimen de terror, donde solo bastaría ver el ejemplo de lo sucedido recientemente en las Residencias Paraíso, ubicadas en la urbanización del mismo nombre y conocidas como “Los Verdes”, que es solo uno de los muchos ejemplos de cómo actúa el régimen para causar temor a la población civil, acciones que no pueden definirse de otra forma que como terrorismo de Estado.

La académica cubana Marlene Azor Hernández señala: “Los Estados poseen el monopolio de la fuerza para poder cumplir sus fines, pero deben usar ese derecho racionalmente y de acuerdo con las leyes. Cuando el Estado a través de sus gobernantes reprime a la población, la hostiga, la persigue, de modo sistemático, para poder llegar a dominarla a través del temor, evitando cualquier acto de resistencia a la opresión, esa manera de actuar recibe el nombre de terrorismo de Estado, que es un abuso de su poder coactivo, donde los civiles son secuestrados, torturados o asesinados, sin juicio previo, o sin las garantías del debido proceso”.

Esto que tan acertadamente define la Dra. Azor Hernández, lo vivimos en Venezuela diariamente, una dictadura que cada día pretende afianzarse más en el poder y para eso se vale de cualquier cosa, independientemente de su legalidad o no, con esta premisa, ataca, destruye, oprime, sanciona, encarcela a todo aquel que se interponga en sus planes de perpetuidad.

La fiscal general de la nación, Luisa Ortega Díaz, ha sido muy clara en definir a Venezuela como un Estado de terror; en reciente entrevista con el reconocido periodista Nelson Bocaranda en un programa radial fue enfática al hacer estos señalamientos: “Venezuela corre el mayor peligro de su historia republicana actualmente. El peligro de perder los derechos fundamentales (…) Si estuviéramos en un Estado de Derecho habría seguridad jurídica, pero acá está desmantelado. Estamos más bien en un Estado de terror (…) No hay justicia. Hay una justicia para aquellos que representan una amenaza para el oficialismo (…) Yo creo que se cierne sobre el país un oscuro panorama de destrucción del Estado”.

Estas declaraciones de la fiscal general nos dan una claridad del panorama que estamos viviendo en Venezuela y de las consecuencias que esto nos está trayendo a los venezolanos, que al no ser escuchados no nos queda otra alternativa que revelarnos y desconocer al régimen que nos oprime, declararnos en desobediencia civil.

El artículo 350 de nuestra Constitución Nacional establece: “El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos”. La desobediencia civil es un derecho que nos da nuestra carta magna y los venezolanos hemos decidido ejercerla.

La Mesa de la Unidad Democrática de la voz del presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, en compañía de los más prominentes líderes de la oposición venezolana ya fijó una hoja de ruta en un extenso documento que podríamos resumirlo de la siguiente manera: 1. Declaramos el desconocimiento del régimen basados en el Art. 350 de la Constitución. 2. Asumimos el compromiso de nombrar nuevos poderes públicos y conquistar un nuevo gobierno, facultados por el artículo 333 de la Constitución. 3. Declaramos el inicio de la fase decisiva de la lucha, lo que implica: a) iniciar el plan de desconocimiento activo del fraude constituyente; b) mantener la calle para continuar el debilitamiento de la dictadura y c) organizarnos desde ya para realizar la protesta nacional permanente indefinida.

Los venezolanos nos declaramos en desobediencia civil y seguiremos en la calle de manera pacífica y sin armas hasta que logremos la salida del régimen. A lo largo de la historia hemos visto cómo las dictaduras simulan fortaleza hasta el final de sus días, pero igualmente hemos visto cómo el pueblo unido logra siempre derrotarlas. Hacia eso vamos, a derrotar la dictadura y el retorno de la democracia en Venezuela.

 

@cnietopalma

El Nacional 

Referéndum contra la GNB, por Marianella Salazar

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Estamos a milímetros de convertirnos abiertamente en un régimen dictatorial, que de manera oficial se consumará en pocos días al instalarse la fraudulenta asamblea nacional constituyente.

En las últimas semanas, el régimen de Nicolás Maduro, a través de sus cuerpos represivos ha dejado todas sus costuras a la vista al perpetrar los peores crímenes de lesa humanidad. El horrendo crimen del adolescente Fabián Urbina, de apenas 17 años de edad, durante la convocatoria opositora del lunes, a manos de la sangrienta Guardia Nacional Bolivariana, llena otra vez de luto a la nación.

Es posible que este horrendo asesinato haya sido planificado por una mente malévola en las más altas jerarquías del poder, de esas que piensan que cualquier sangre derramada es justificable para mantener el proyecto de destrucción nacional.

Las muertes durante las jornadas de protestas que comenzaron el 1° de abril pretenden atemorizar al pueblo, que se ha declarado en desobediencia civil y está decidido a no abandonar las calles hasta lograr un cambio de gobierno, mientras que gran parte de la sociedad es presa del terror desplegado por la Guardia Nacional Bolivariana, la Policía Nacional Bolivariana, los escuadrones paramilitares conocidos como “colectivos” y los funcionarios armados hasta los dientes que se encargan con extrema crueldad de los allanamientos.

La cabeza vergonzosa de esos especímenes cabalga sobre los generales Vladimir Padrino López, Néstor Reverol y Benavides Torres, convertidos en peones de uno de los más serviles espectáculos jamás conocidos por los venezolanos.

A su manera, el régimen, para sobrevivirse a sí mismo, está centralizando el terror y la impunidad. Una represalia masiva como la ejecutada en los edificios multifamiliares Los Verdes, en El Paraíso, donde habitan más de 5.000 personas, a las que pretenden exponer como conspiradoras y subversivas, pone al descubierto un poder supremamente inmoral, lanzado al ruedo de la represión desaforada y que es capaz de todo tipo de vejámenes a la dignidad humana, de cometer las peores vilezas –incluso contra los animales–, de arrasar y destrozar los bienes y la propiedad de indefensos ciudadanos, que para defenderse solo cuentan con la certidumbre de su sufrimiento.

Un reclamo social.

Una vez que salgamos del narco-gobierno presidido por Nicolás Maduro habrá que analizar muy bien el destino que tendrá ese contaminado componente de la Guardia Nacional Bolivariana, integrado en gran parte por narcotraficantes, secuestradores, criminales y delincuentes de la peor ralea. El gobierno necesita a sus fanáticos e incondicionales, símbolos vivos de la violencia.

Después de la extinción política del “madurismo” hay que plantear entonces la misión que debe cumplir la GNB y cómo la va a cumplir; también de toda la Fuerza Armada Nacional, para adecuarla a los nuevos tiempos en los cuales no será concebible una conducta tan aberrante como la que viene arrastrando, para que tenga verdadera legitimidad de desempeño.

Una vez que la sociedad civil pueda redefinir la verdadera función que debe asumir la FANB, a través –incluso– de un referéndum consultivo, se irá desalojando todo ese odio estimulado por el resentimiento chavista en las líneas de pensamiento de muchos uniformados. La reestructuración a fondo del componente militar es una batalla trascendente que los civiles tenemos que comenzar porque es hoy un reclamo social.

@AliasMalula

El Nacional

El Gran Planificador, por Víctor Maldonado

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A Fiodor Dostoyevski

 

La última vez que lo vieron fue en aquellos oscuros años de la Santa Inquisición. La fecha exacta se ha perdido. Pero vino a ver la cara de aquel mal llamado protector de la fe. Los medios para la salvación se habían convertido en fines en si mismos. La iglesia se había trastocado en una maquinaria terrible donde se molía cualquier forma diferente de apreciar a Dios. La verdad se había transformado en un argumento de poder a favor de quienes lo ejercían. Se habían olvidado que Él había puesto el énfasis en el amor. De eso no quedaba nada. La bula Ad extirpanda, promulgada por el papa Inocencio IV el 15 de mayo de 1252, había legalizado la tortura contra “los heréticos, que eran ladrones y asesinos de almas, y que no debían ser tratados mejor que si fuesen literalmente ladrones y asesinos». Todo su mensaje había sido olvidado. Vino, experimentó esa dura sensación de sentirse defraudado, y se fue en silencio, esperando tiempos mejores. El fuste torcido de la humanidad nunca da tregua.

Ha vuelto. Ahora está de nuevo entre nosotros. Otra forma de terror se ha enseñoreado entre los hombres. El mal no descansa en su constante mutación. Sin embargo, sigue siendo el mismo, y usando las mismas armas para reducir en el hombre el libre albedrío. La tentación originaria fue demarcada en esas cuatro palabras que perturbó todo el plan divino. La serpiente azuzó el pecado y se atrevió a susurrar una oferta irresistible: “Y seréis como dioses”. El mal siempre ha querido suplantar los designios de Dios, convertirse en su falso heraldo, apropiarse de las ansias de los hombres, expoliar su libertad. ¿Se puede administrar la vida de la gente? ¿Ese es el plan de Dios? ¿Acaso Dios nos concedió la libertad para que otro viniera a confiscarla, ofreciendo otra mana, otra tierra prometida, otro paraíso? ¿No es acaso la misma Inquisición de hace ocho siglos? ¿No termina sufriendo el hombre indefensión ante las brutales embestidas del poder?

Su paso por las calles de las ciudades pasó inadvertido. Pudo ver cómo la gente sufría hambre, enfermedad y desolación. Se sorprendió de esa fatal indiferencia con la que todo se dejaba transcurrir sin que hubiera una señal de conmiseración. También pudo contemplar el odio y la violencia ejercida con furor primitivo. Tan rápido que pasa la muerte a ser la esencia de lo que antes estaba vivo. Un balazo, un puñal, y todo comienza a dejar de ser, en medio de un silencio que transpira miedo e incapacidad. El mal tiene esa falta de color, ese negro que desafía cualquier haz de luz. En su caminar pudo ver con dolor como operaba la muerte insensata y sintió cómo cientos de miles de vidas habían sido truncadas en una orgía de odio infernal. Apreció en toda su malignidad ese poder ejercido sin los dones de Dios. Él solo había venido a calibrar la esencia del mal contemporáneo. No estaba dado que interviniera. Esta vez no habría ninguna resurrección. Ninguna señal diferente a la experiencia misma. Ningún otro mensaje que el que ya había sido dado desde el principio de los tiempos. Pero “si no se convierten, afilará la espada, tensará el arco, y apuntará”.

También se expuso a la institución de la mentira. La propaganda de la irrealidad que se impone a la gente hasta llegar a poner en duda lo que en verdad estaba ocurriendo. La misma vieja tentación de la serpiente originaria, ahora trastocada en vivencia fútil y promesa irrealizable. Todo el presente se condicionaba a un futuro que se confiscaba hoy. El tirano se asomaba y ofrecía un “paraíso que vendrá alguna vez, mientras tanto, mientras llega, les toca a ustedes la esclavitud y el arduo trabajo de volver a construir las pirámides de la inutilidad”. Con asombro pudo analizar cómo en el transcurso de la servidumbre eran miles los ardides intentados para mantener a la gente apaciguada. Un carnet, “el de la patria nueva”, es entregado como una constancia del adeudo, sabiendo que es estéril intentar conseguirle otro significado que un registro más que se suma a otros anteriores, una señal de la persecución moderna, el viejo tatuaje de los campos de concentración, pero sin dejar marca ni comprobación. No hay peor pecado que esta manipulación constante. Debajo de la mentira yace aplastado el plan originario, la libertad y las capacidades del ser humano para proveerse dignidad, y entre todos, justicia. Todo parece haberse consumado.

En algún momento, una ráfaga de gracia lo hizo ver diferente, aun en medio de una multitud que, enfurecida clamaba a Dios con las mismas palabras que alguna vez lo hicieron los que se consideraban pueblo elegido. “Extravía Señor el camino de los malvados, y acompáñanos en la recuperación del camino de la justicia”. Pedid, y se os dará, recordó que fue una de sus promesas cuando como uno más recorría la tierra. Una patrulla se lo llevó sin que Él prestara resistencia alguna. En el largo y accidentado trayecto pudo ver mil caras y millones de resentimientos. Pudo rozar el rencor por el tiempo perdido. Se percató de la vergüenza de aquel que se entregó a la idolatría ideológica. Sintió el pavor de aquellos que preferirían no pelear. Sintió el tufo de la traición del que se entrega. Pudo entrever las caras de Judas y el brillo sanguinolento de las treinta monedas. Sintió el sabor de la confusión. Pudo tantear la maquinaria asesina que transformaba a sus objetivos en una masa sin cara, sabiendo, no obstante, que estaban a punto de clausurar vidas, sueños, afectos y posibilidades. Entendió, con terror, que el hombre se estaba vaciando rápidamente de amor, y que ese espacio estaba siendo ocupado por la oscuridad más absoluta. “Señor, cuántos son mis adversarios. Cuantos se levantan contra mí, disfrazados de ángeles de luz. Predican el amor, pero practican el odio. Dicen que están al servicio de la gente, pero la verdad es que los tienen a todos en la más abyecta condición de servidumbre”. ¡Han confiscado el nombre de Dios!

Una habitación lúgubre fue el lugar del encuentro. El Gran Planificador estaba allí, sentado, tratando de adivinar los porqués. Un largo silencio hizo la antesala, mientras las dos miradas combatían en un intento fallido para comprender. “Mal momento para tu venida” atinó a decir el burócrata devenido en Dictador Supremo. “Si quisieras a los hombres, si estuvieras pendiente de tu rebaño, no los expondrías a la caída de los precios del petróleo y a la guerra económica emprendida desde el egoísmo de los que más tienen. Dejaste de enviarnos tus dones, y ahora solo puedo repartir promesas que, tal vez, nunca podré honrar. Tú, que todo lo puedes, estás conspirando contra una ley científica y universal: Ellos están condenados a ser igualados por la fuerza de los hechos, y nosotros, una minoría esclarecida, tenemos la obligación de llevarlos a la tierra prometida, donde no hay diferencias, donde la igualdad es el signo de los que son libres. Tú hiciste agreste el camino, Tú los quisiste libres, y ellos no quieren serlo. Ellos cambian su libertad por un mendrugo de pan, hacen trueque con el espectáculo. Se han acostumbrado a esta orgía distributiva, digna heredera del becerro de oro que trastocaba tus austeras noches en el desierto por episodios de desenfreno que podían durar semanas. Tú no entiendes nada. El dios que ellos quieren es el que da sin exigir otra cosa que sumisión y silencio. Esa es su felicidad, y yo soy su proveedor. Por eso Tú estás allí, esposado y condenado a morir en uno de mis más oscuros calabozos, mientras que yo sigo al frente, repartiendo lo que tengo en inventario, cuando hay pan, doy pan, y si no, doy palo. La gente me teme, y eso es mucho más estable que tu frágil mandamiento del amor unilateral. Si me temen, puedo incluso obligarlos a que me amen”.

El Gran Planificador se sentía más cómodo. Este también era un monólogo impuesto violentamente por la fuerza ejercida con pureza criminal. Se sintió animado, y continuó. “No hay poder que se me iguale. Incluso los que se sienten preferidos por la fortuna se levantan y proclaman delante de todos que se sienten agradecidos, y que felicitan esta ecuación perfecta donde Yo accedo a las demandas de los privados y el pueblo. Las tres P, le dicen. Todos fundidos y confundidos en una misma pasión arrebatadora, el dislate rentístico, el saqueo de los recursos, sin importar que el telón de fondo sea el duro palo que aplaca, el hambre que aquieta, la violencia que silencia, la extorsión que apacigua, la mentira que confunde, el caos que enreda. Allí se les acaban las oraciones y los buenos deseos, y comienzan a salivar para conseguir estar más cerca de mí, su nueva y real deidad. Yo si hago milagros. Rescató al mediocre, empoderó al criminal, patrocino la mentira, invierto en la impostura, y desalmo al país hasta dejarlo presa de su propia oscuridad. Tú sabes que soy tu anticipación destruccionista, soy el mal organizado para garantizar ese vacío que Tú inauguraste con el agua cuando inundaste al mundo, o con el fuego cuando decidiste acabar con Sodoma y Gomorra. Yo soy tu argumento más eficaz”.

El silencio era la única respuesta. Y una mirada penetrante que traspasaba la coraza de mentiras para llegar a la esencia. Pensaba, y su pensamiento se esparcía con la luminosidad de una centella por todo el cuarto. “Al final el hombre optará por su libertad. Al final superará la confusión. Al final optará por la verdad. Al final rescatará su dignidad, porque las instituciones del mal no son sostenibles. Yo en el aprieto, doy holgura. Repudio el mal, lucho contra la mentira y detesto a los malhechores, sanguinarios y embusteros. Yo venzo a los sepulcros abiertos que halagan con la lengua y destruyen con sus manos. Yo soy reconstrucción. Tú eres la perdición donde al final estás condenado a perderte. Yo soy la bondad y tú solo eres la fuerza. Yo soy la razón y tú solo eres el sinsentido. Yo soy la libertad como don, y tú un carcelero”.

No le estaba dado al Gran Planificador comprender la esencia de su error. Miraba con desparpajo mientras imaginaba una muerte sin cruz para aquel que tenía al frente. Uno más, vencido por el argumento más preclaro, porque el que tiene la fuerza impone sus condiciones. “Volviste en mala época. Te cuadraste mal de nuevo”, atinó a decir con soberbia desbordada. Pero el otro callaba. Se cruzaban las miradas y el silencio era un grito ensordecedor. “¿Por qué se gloria el malvado de su ambición y el codicioso se felicita con su insolencia, si al final toda codicia termina siendo el polvo en el que te convertirás? Todos están sometidos al escrutinio, algún día rendirás cuentas y saldrás fallo. Serás contado, pesado, dividido, y puesto fin a tu época. Serás vencido porque has querido ser como dios, siendo como eres un insignificante arrebato de maldad”. Todo eso pareció haberse dicho, pero solo dijo “No entiendes nada”.

“No entiendes la portentosa capacidad de los que deciden luchar por su libertad. No atinas a comprender que, llegado el momento, lo que parecía desecho pasa a ser piedra angular, la debilidad se transforma en fuerza, el desánimo en determinación, y la complacencia pasa a ser exigencia de cambio. Demasiados siglos son testigos de la única cosa que está fuera de tu capacidad de dominio, una verdad que no ha sido quebrantada, tan simple como que el mal nunca se impone definitivamente. Y ese también será tu destino. Los que ahora sometes, cautivarán a sus cautivadores y dominarán a sus opresores. Y la gente, poco a poco, restaurará las bases de su libertad, la única arma que pueden blandir contra su propio pecado”.

Una chispa iluminó toda la sala y mostró que ya no había nadie más que un pobre poderoso solitario condenado a descontar los días. Él se había ido, no estaba previsto que muriera de nuevo, eso ya había ocurrido. Algunos dicen que lo vieron en medio de las nubes de gas represor, sereno y firme, del lado de los que apresuraban el paso para abrir las puertas de la libertad.

@vjmc

¿Cuáles son las consecuencia del uso de máscaras de calavera en las OLHP?

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Según testimonios, en la última Operación de Liberación Humanitaria del Pueblo (OLHP) realizada en la parroquia El Valle a principios de marzo, los policías estaban máscaras de calaveras y gritan “enfrentamiento” sin siquiera haber visto al joven manipular un arma.

Los medios de comunicación y las redes sociales hicieron su parte en la difusión de esos sucesos y por más de 8 horas se vieron las fotografías de los funcionarios enmascarados y fuertemente armados que llevaban varios detenidos.

El artículo 66 de la Ley Orgánica del Servicio de Policía señala la obligación que tienen los cuerpos de seguridad de estar identificados en el ejercicio de sus funciones, esto está también desarrollado en la Resolución de nombre “Normas Relativas a la Dotación y Equipamiento Básico y Especializado de los Cuerpos de Policía en sus Diversos Ámbitos Políticos Territoriales” en su artículo 7 que detalla cómo debe ser el uniforme, destacando en ambas normas que los funcionarios deben estar plenamente identificados.

En este sentido, Amnistía Internacional realizó un análisis de esta práctica y ha tomado la palabra en nombre de su activismo mundial y ha manifestado que «Venezuela tiene la segunda tasa de homicidios en el ámbito mundial, pero las medidas que se están tomando para combatir el crimen han abierto una brecha en cuanto a las obligaciones que tiene el país en sus compromisos con los derechos humanos y su respeto.»

Consecuencias del terror

En el análisis, la organización asegura que las máscaras según declaraciones de algunos funcionarios son utilizadas para proteger al efectivo de seguridad de los delincuentes quienes podrían continuar engrosando la larga lista de víctimas de la violencia, pero para los expertos en temas de derechos humanos llegar a una comunidad usando este tipo de implementos en operativos policiales además de causar terror podrían garantizar impunidad a quienes actúen deliberadamente.

En cuanto a los efectos psicológicos que pudo causar el uso de estás raras máscaras, la psicóloga de la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz, Diana González, refirió que el impacto generado en la colectividad ante lo ocurrido fue el claro mensaje que emitieron estos funcionarios.

“El uso de las máscaras por la Dirección de Contra Inteligencia Militar de las Fuerzas Armadas, en las OLP en su nueva fase humanista dejó un claro mensaje, ya que evidentemente frente a esa imagen que fue difundida en medios de comunicación y redes sociales de alguna manera desde el punto de vista psicológico se podría decir que se vio una imagen un tanto burlesca sobre la actuación en sí de la policía y de los funcionarios militares que participaron en estos operativos y no solo el  tono de burla es frente a lo que puede ser la violencia o el modo de proceder y las consecuencias que eso puede generar en las personas que fueron detenidas, a las que les allanaron sus casas o lamentablemente a los familiares de quienes fueron asesinados, sino que en línea general este tipo de procedimiento combina angustia, amenaza latente y mucho terror”.

Para la experta en el tema de abuso policial y militar la estrategia de las máscaras fue generar psicoterror, “el psicoterror tiene que ver con eso, con el uso de simbología, el uso de ciertos tipos de lenguaje que quieran dejar un mensaje en la población o en el grupo al que se pretende atacar. Allí el mensaje no solo es para las bandas delictivas, que se supone que en estos operativos se quieren combatir, sino a la comunidad entera quienes pueden de alguna una forma sentir que existe la participación de los propios vecinos, de la gente en el barrio que finalmente se puede convertir en los llamados “sapos” o en los informantes tanto para las bandas delictivas como para el propio Estado, en este caso para los aparatos de los cuerpos de seguridad a quienes no solo se les puede aportar información sino también al momento que tengan que estar en la calle, de hacer presencia en estos espacio de la comunidad”.

Diana González afirma que para la psicología la presencia de esta simbología lo que quiere es dar es un meta mensaje que no es otro que el de la muerte, para que así la gente asocie de alguna manera la presencia de la fuerza de seguridad con una actuación violenta que puede ocasionar muerte y consecuencias, “este tipo de mensaje lo que va creando finalmente es una conducta o actitud sumisa o pasiva, porque las personas cuando vean en su barrio la presencia de estos sujetos fuertemente armados, vestidos de una determinada manera, ocultando su identidad con el uso de estas mascaras lo que te dice la lógica es que debes quedarte en la sumisión, pasividad y obediencia frente a lo que imponga el grupo de la fuerza de seguridad”.

Finalmente, la psicóloga indicó que todos estos hechos que involucró a funcionarios enmascarados lo que lleva a pensar es que la gente no entiende o entenderá la posibilidad de que la policía sea una policía de proximidad, cercana a la comunidad con una actuación preventiva sino que finalmente se va afianzando el terror en las comunidades populares, en el barrio, en los sectores donde vive gente en situación de exclusión y de mayor vulnerabilidad.

“Se impone la lógica del policía es el enemigo, porque el policía ve a la comunidad como el enemigo y las comunidades populares son atacadas de esta manera porque es allí donde está el delincuente, donde está el narcotráfico, las mafias, donde está incluso la delincuencia organizada y entonces la forma de entender de la propia comunidad es que en esa lógica de guerra quien impone el poder frente a eso debe adoptar una posición de sumisión, de dejar ser dominado y controlado”.

Cultura del miedo como política de seguridad

Amnistía Internacional detalla que en un estudio de la organización Grupo Acción Comunitaria de Chile que tiene por nombre Psicología de la amenaza política y el miedo realizado en el contexto de la dictadura de Chile en el mandato de Augusto Pinochet arrojó en las investigaciones que la existencia de una amenaza política permanente produjo una respuesta de miedo crónico. El concepto de miedo crónico constituye en sí una contradicción ya que el miedo como la angustia son respuestas específicas ante una amenaza interna o externa percibida por el sujeto, el miedo crónico deja de ser una reacción específica a situaciones concretas y se transforma prácticamente en un estado permanente en la vida cotidiana, no solo de los afectados directamente por la represión, si no de cualquiera que pueda percibirse amenazado.

En la investigación desarrollan lo que es el miedo crónico como emoción y que en los casos frecuentes esa emoción sólo te alerta frente a determinada situaciones o situaciones concretas, pero cuando hay actuaciones dirigidas a causar impacto colectivo el miedo crónico se convierte en una forma y en una reacción permanente frente a cualquier tipo de situación de la vida cotidiana, suceda o no, simplemente si el grupo que recibe ese mensaje lo considera como una amenaza.

Existen alternativas verdaderamente eficaces

La organización termina el análisis explicando que las llamadas OLP han sido denunciadas por organizaciones civiles y casos individuales de la comisión de detenciones arbitrarias, tortura y otros tratos crueles inhumanos o degradantes, así como las desapariciones forzadas y ejecuciones cometidas por funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, todos estos son crímenes de derecho internacional y violaciones graves a los derechos humanos. Amnistía Internacional considera que la aplicación de las OLP debe cesar de inmediato y que deben ser desarrollados planes de seguridad ciudadana integrales, respetuosos de los derechos humanos, con una amplia y plural participación de la sociedad civil, así como con el asesoramiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y de la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

 

*Con información de Amnistía Internacional

 

La simbología del terror por Luis DE LION

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Lo que Francia celebra cada 14 de julio se ubica en las antípodas del pensamiento y del ideario del Estado Islámico. Es principalmente por ello que, el ataque en la ciudad de Niza, que causó la muerte a 84 personas, tiene una mórbida simbología para cualquier movimiento yihadista.

Poco importa el perfil del conductor del camión, lo importante es la estrategia global de propaganda de los grupos apocalípticos como Daesh.

Si bien lo ocurrido, el jueves pasado, en el paseo de los ingleses en plena riviera francesa, técnicamente es considerado como un atentado, falta aún por establecer con precisión para quién trabajaba el autor del atentado, que más niños, ha matado en la larga historia de atentados que se han producido en territorio galo.

El terrorista, ciertamente prefirió actuar en su propia ciudad de residencia, pero en ese hecho también hay una fuerte carga simbólica. En el mundo árabe, esencialmente sólo son conocidas dos ciudades francesas, París y Niza. Con ello queda garantizada una rotunda repercusión en la opinión árabe.

Al momento de escribir éste artículo, ningún grupo se había oficialmente reivindicado el segundo más grave atentado en la historia de Francia. Pero es que la ambivalencia en la vindicación forma parte de la estrategia del terror.

Por último, el drama de Niza, se inscribe aún más dentro de la estrategia global del Estado Islámico. Siguiendo al pie de la letra las consignas del califato hechas públicas en septiembre 2014 y cuyo vocero insistía en asesinar a los infieles franceses y para ello decía que solo basta contar con Alá y cometer el crimen de cualquier manera. El mensaje subyacente a los soldados es cometan atentados, como sea y donde sea, que nosotros siempre estaremos contentos.

De esa manera, el Estado Islámico, llevó a cabo su transición hacia el terrorismo internacional. Oponerse al enemigo lejano como estrategia, y todos los medios para alcanzarlo como táctica. Un accionar que los expertos catalogan como el yihadismo de tercera generación.

En la práctica ello convierte a cualquier ejecutor en terrorista. Poco importa si se trata de un desequilibrado mental. Técnicamente nadie discute que sea un atentado, del momento que sea un musulmán el que lo comete, el autor es calificado de terrorista.

¿Palabras que infunden terror? por Antonio José Monagas

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No siempre las realidades pueden interpretarse según sus apariencias. Aunque es sabido que las apariencias engañan, no todas son lo que su exterioridad permite inferir a primera vista. Al menos, hasta tanto un nombre o una palabra le endilgue el sentido que merecen. Es decir, la existencia de todo cuanto gira alrededor del ser humano en aras de su crecimiento, desarrollo, madurez y ocaso, adquiere razón, contenido, explicación y justificación, toda vez que su existencia se corresponde con un nombre o una palabra que dignifique su esencia y trascendencia. Su prestigio y fuerza es, precisamente, función de todo ello. O sea que nada escapa de la palabra, pues su significación es expresión de la denominación que califica todo aquello que exalta la vida del hombre en lo político, social y económico. Pero también, en lo cultural, emocional y espiritual.

 

El ejercicio de la política, se presta mucho para desvirtuar el significado de las ideas. Y por tanto, de las palabras. Justamente, es lo que alimenta al populismo debido a que su praxis se apoya en discursos para los cuales los compromisos, en tanto palabras sueltas y aventuradas, apenas alcanzan a verse y sentirse como tétricas aspirantes a una dignidad que sólo una concepción clara y precisa es capaz de situarla ante el firme camino hacia el logro esperado. De ahí que el populista se aprovecha de su torpeza al convertir la palabra en cualidad política para así jugar a la mediocridad con quienes, por cándidos, desinformados o ignorantes, se atraviesan en su raudo tránsito. Tránsito o ruta ésta, en donde hace de exterminador de esperanzas y usurpador de sueños.

 

La iracunda bulla de parlamentarios del oficialismo en las sesiones de la Asamblea Nacional, convocadas con propósitos institucionales, dada su condición de poder público con la autonomía que la Constitución le endosa en tanto que es uno de los principios que caracterizan al Estado de Derecho, es reveladora de problemas asociados a estas razones. Problemas que además dan cuenta del escabroso miedo que estos padecen al verse en la antesala de sus últimos escarceos legislativos.

 

Desde luego, ese temor o pavor que los tiene y mantiene aturdidos y casi impedidos de concatenar ideas que les permita estructurar una defensa políticamente hilvanada de los proyectos que, aunque torcidos, propugnaron en su momento, desenfocó por entero su visual de las realidades. Ahora, pretenden hacer parlamentarismo a gritos, al peor estilo chicharronero, de modo chabacano, a desdén de elementales normas de convivencia ciudadana y avenencia político-legislativa, al margen de valores que exalten respeto, tolerancia y educación moral y cívica, entre otros males no menos cuestionados que dejan pésimamente parado al país ante el resto del mundo.

 

El presidencialismo acostumbró a los representantes del partido de gobierno, a actuar con la alevosía y premeditación propia de cualquier pandillero cuando, por sentirse guapo y apoyado, amenazan a cualquiera valiéndose del carácter grosero, bravucón y soberbio que los caracteriza.

 

La causa que dio lugar a la primera discusión del proyecto de Ley de Amnistía y de Reconciliación Nacional, presentado por la bancada parlamentaria de la Unidad Democrática, fue ocasión para que los diputados del oficialismo volvieran a dar cuenta del talante marginal que es propio de quienes se valen del poder gubernamental para trastocar leyes. Incluso, la Constitución Nacional. Por todo lo que sus actitudes reflejan, pareciera que estos diputados, tanto como el resto de funcionarios en todo el país, se rigen por una normativa que desmerece de los principios y valores sobre los cuales se fundamenta el civismo, la convivencia ciudadana, la moralidad y la ética pública. De hecho, la malcriadez que demuestran cuando se consiguen con realidades que no se alinean con su altanería y petulancia, los enceguece y ensordece de cara a las verdades, necesidades y reclamos que la población o el país en general les hace.

 

El miedo que estos personajes viven al sentir que su final se acerca, los ha idiotizado tanto que reaccionan fuera del ámbito de racionalidad y de inteligencia, así como en contraposición con sentimientos y esperanzas de democracia y de libertades. O como dijera el presidente del Parlamento, Henry Ramos Allup, “(…) no podrán seguir sosteniéndose de espaldas a la realidad nacional ni que nos metan presos, ni que nos amenacen con fusiles, ni que nos atropellen (…)”. Quizás en ellos se desataron otros miedos. No sólo a la justicia que, en su momento, sabrá actuar contra decisiones que han mancillado la dignidad del venezolano, tanto como la seguridad y el desarrollo de la nación.

 

También a la palabra libre, por cuyo miedo, se han dedicado a gritar sandeces y estupideces sin posibilidad de articular razones por las cuales podrían haberse valido para alejarse de las debilidades que los oprime y los tiene asfixiados políticamente. Creían que insultando al adversario, justificaban su arremetida de torpeza e indecencia. Lejos de tal presunción, cada insulto que profieren se devuelve en su contra. Esta conducta hace que el país y el mundo entero adviertan que su revolución es simplemente el centro de gravedad del resentimiento que acompaña cada una de las ejecutorias asumidas durante el tiempo que va de siglo XXI. Tanto fue el miedo reflejado ese momento en la Asamblea Nacional, que el sonido que emana de la palabra “Amnistía” o de “Reconciliación”, y que entraña conceptos tan sublimes como vida, justicia, libertad y democracia, fueron para sus oídos expresiones incomprendidas dada su magnitud semántica en el contexto de la  dialéctica democrática. O acaso son para ellos ¿palabras que infunden terror?

 

@ajmonagas

Jul 21, 2015 | Actualizado hace 9 años
¿Cómo se llama la película? por Alejandro Moreno

Linchamiento

 

Mañana de domingo. Un barrio con nombre de pájaro cantor. Tres malandros se meten en una casa que ya tenían señalada porque en ella había algunos aparatos y bienes por ellos apetecidos. Uno solo está armado. Someten a la familia. Dos mujeres son violadas por los que están desarmados mientras el otro amenaza con el hierro. Nadie puede impedirlo. Seleccionan con calma los enseres que se van a llevar. Llegaron sin carro para cargar los objetos porque saben que en la calle, frente a la casa siempre está estacionada una camioneta. Son de la zona. Vigilan de vez en cuando para que no vaya a interferir el dueño del vehículo. Cuando éste aparece, lo dominan, lo meten en la casa y se lo expropian. Empiezan a cargar. Demasiado tráfago para una sola pistola. En un descuido, uno de los hombres de la familia que siempre ha estado pilas, se abalanza sobre el empistolado y le quita el arma. Desarmado el malandro, el resto de los habitantes se le van encima y lo inmovilizan. Los otros dos huyen. Alguien de la comunidad ha visto y comienza a tocar una cacerola. El sonido se multiplica porque es la señal en la que los pobladores han convenido. Corre la gente y llega al sitio. Las víctimas cuentan a sus convecinos lo que ha sucedido. Comienza el linchamiento, cosa ya previamente acordada para cuando haya un atraco o un crimen y el delincuente sea dominado. Se ejecuta en forma sistemática, con orden, por pasos bien definidos, con parsimonia, fruición y regodeo. Primero, las mujeres violadas descargan sobre el malandro fuertes bastonazos teniendo cuidado de no producirle la muerte. Siguen los demás propinando golpes que causen heridas, pero no mortales. La idea compartida por todos es hacerle sufrir. Él, que a tantos ha hecho daño, tiene que padecer dolores y sufrimientos aún mayores. Para aumentar sus padecimientos, lo arrastran por la calle. Cuando todavía está en capacidad de sentir, lo rocían con gasolina y le prenden fuego.

No es una película de terror; es una realidad pavorosa, de espanto y crueldad que solo llega a su fin con la muerte más atroz.

En la comunidad de al lado ya están reuniéndose y planificando lo mismo para el atracador conocido que se engríe de robar impunemente y meterse con las mujeres.

El ejemplo cunde. La violencia se alimenta a sí misma, crece, engorda, invade espacios, inunda de mal cada día a toda la sociedad carente de autoridad que sancione y proteja.

Aunque parece una salvajada, y lo es, en lo más hondo se trata de un problema político; sin cambio total de régimen, no saldremos de él.

El Nacional 

ciporama@gmail.com

Las cinco noticias más importantes a esta hora

Maduroo

 

Presidente Maduro califica de criminal campaña de rumores sobre supuestos secuestros de niños en Venezuela (+Video)

El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, afirmó la noche de este martes que es falsa y criminal la campaña psicológica desarrollada por la ultraderecha nacional para crear zozobra en la población sobre supuestos casos de secuestro de niños, para extraerle sus órganos.

 

Durante su programa  “En Contacto con Maduro” advirtió a los organismos de seguridad y al pueblo que se mantengan alertas, pues afirmó que se trata de estrategias que se han ensayado en otros países.

 

“Yo ordené una investigación, es absolutamente falso, es absolutamente criminal la campaña de que están secuestrando niños para obtener órganos, es criminal y la denuncio”, sentenció el jefe de Estado.(Correo del Orinoco)

 

Venezuela aplicará leyes contra promotores de campañas de terror

En entrevista exclusiva para Telesur, el presidente de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones de Venezuela (Conatel), William Castillo, afirmó que ante la nueva campaña de guerra psicológica dirigida por J.J. Rendón, el Gobierno responderá con la aplicación de la leyes y el Código penal.

 

Castillo señaló que esta operación es un sabotaje contra la campaña emprendida en el país suramericano “Obama Deroga el Decreto Ya” para desviar la atención de problemas como el decreto de Estados Unidos que considera a Venezuela como una amenaza a su seguridad nacional.

 

“Los rumores que se han dado son un delito penal y hay un código penal en Venezuela que refiere sobre la difusión de hechos falsos”, indicó Castillo.(Correo del Orinoco)

 

Oficializada la designación de Carlos Osorio como nuevo ministro de Alimentación

La designación de Carlos Osorio Zambrano como nuevo ministro del Poder Popular para la Alimentación, anunciada por el presidente venezolano Nicolás Maduro, quedó oficializada con la publicación del decreto N° 40.627, de fecha 24 de marzo que circula este miércoles en la Gaceta Oficial.

 

El Decreto Presidencial N° 1.675 nombra a Osorio como el nuevo titular de Alimentación, manteniendo la responsabilidad de la Tercera Vicepresidencia Sectorial, que ahora pasa a ampliar su denominación a Vicepresidencia para la Seguridad, Soberanía Agroalimentaria y Abastecimiento Económico, según el decreto N° 1.674, publicado en la misma Gaceta.(Correo del Orinoco)

 

Defensoría del Pueblo no ha recibido denuncias sobre “secuestros” de niños (+Video)

El Defensor del Pueblo, Tarek William Saab, informó este miércoles que su despacho aún no ha recibido denuncias sobre la supuesta ola de secuestros de niños en Venezuela.

 

“En ningún estado del país hemos recibido denuncias sobre este tipo de circunstancias”, dijo Saab al ser entrevistado en la empresa privada Globovisión.

 

Indicó que se han realizado las investigaciones y llamadas correspondientes a defensorías delegadas (en los 24 estados) y en algunas sub-sedes en provincias o municipios “y en ninguna hemos recibido denuncias” sobre el rapto o secuestros de niños.(Correo del Orinoco)

 

Venezuela y Cuba ambientan expectativas en cumbre OEA

La incorporación de Cuba al organismo y las firmas de Maduro centran la atención

El regreso de Cuba a la Organización de Estados Americanos (OEA) y el restablecimiento de sus relaciones con Estados Unidos junto al anuncio del presidente Nicolás Maduro de aprovechar la reunión internacional para solicitar de su homólogo estadounidense, Barack Obama, la derogación de las sanciones contra Venezuela, ambientan el escenario de la VII Cumbre de la OEA.

 

El internacionalista y profesor de la Universidad Central de Venezuela, Carlos Romero, considera que la cita, del 10 al 11 de abril en Panamá, reviste una gran importancia para el continente americano.

 

La reunión es positiva por el retorno de Cuba a la organización tras más de 50 años fuera del foro, además de normalizar sus relaciones con Estados Unidos, destacó el profesor de la UCV.

 

El Presidente Maduro ha dicho que entregará las firmas del pueblo venezolano que reflejan la solidaridad con su gobierno y debido a ello solicitará a su par de Estados Unidos que revoque las sanciones dictadas.

El Universal