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Rodrigo Cabezas

Lanzan movimiento político “Zulia Humana” para exigir elecciones libres
Juan Guaidó apoyó la iniciativa

Rodrigo Cabezas, exministro chavista, anunció que su movimiento político “Zulia Humana” se suma a la propuesta presentada por el presidente dela Asamblea Nacional electa en 2015, Juan Guaidó, para exigir elecciones parlamentarias y presidenciales libres.

“La lucha, desde el punto de vista humano, si se quiere, más importante que tenemos que librar es la libertad de Venezuela, en ese sentido Zulia Humana está incorporada a la Plataforma Unitaria, al Frente Amplio Venezuela Libre y está recientemente incorporada a Salvemos Venezuela que tiene la tarea de organizar, movilizar y exigir, en democracia, unas elecciones libres presidenciales“, afirmó Cabezas.

Cabezas afirmó que Zulia Humana se fundamenta bajo dos grandes consignas: la defensa del Zulia en todos sus aspectos y luchar por la libertad de Venezuela.

“Zulia Humana sin lugar a dudas es una fuerza de la oposición democrática de Venezuela. Estamos luchando bajo dos consigna que nos van a orientar en estos años: defender al Zulia y libertad para Venezuela”, sostuvo.

Guaidó agradeció su incorporación a la lucha por el objetivo en común que tienen los venezolanos: recuperar el país para luchar por el rescate de la democracia.

“Mi apoyo al movimiento Zulia Humana, una iniciativa conformada por dirigentes políticos y sociales zulianos que se han unido para luchar junto a la alternativa democrática por el cambio que hoy requiere, exige Venezuela”, expresó.

Rodrigo Cabezas Morales Ago 16, 2021 | Actualizado hace 4 semanas
No nos dejen sin opciones
Llamado a las fuerzas políticas que luchan por la democracia y la libertad en Venezuela

 

Todos nos habíamos acostumbrado al sistema totalitario. Lo habíamos aceptado como un hecho inalterable, y por tanto contribuíamos a perpetuarlo. Václav Hável, dramaturgo, escritor y político.

Es hora de superar nuestras diferencias y asumir que todos padecemos el mismo problema, dificultad común que nos hunde en el deterioro sostenido de nuestra calidad de vida: somos exiliados sobre nuestra propia tierra y, más allá de nuestras fronteras, están nuestros hijos, hermanos, padres, madres y seres queridos que trabajan incansablemente para sostener a sus familias, rotas por la distancia.

Escoger hoy el mejor instrumento para restaurar el hilo invisible que nos une a todos como venezolanos es el obstáculo más desafiante que enfrentamos. Hemos sido persuadidos –por las más diversas circunstancias– de que cada uno de nosotros ha perdido su poder como ciudadano, y esa convicción ha sido reforzada por la realidad brutal que golpea nuestra cotidianidad y es luchar aisladamente por nuestra supervivencia moral y económica.

El pueblo venezolano necesita volver a empinarse desde sus riquezas naturales y sus valores humanos.

Para que ello sea posible, primero, todos debemos servirle a Venezuela recuperando nuestro poder personal, nuestro poder ciudadano: el ejercicio del voto. Tenemos en común que hemos sido arbitrariamente despojados de la capacidad de engrandecer a Venezuela con nuestros mejores talentos.

Si queremos revalorizar el ejercicio auténtico de la ciudadanía, si queremos que la cárcel deje de ser la venganza de los poderosos en contra de quienes piensan diferente, si anhelamos reunir a tantas familias separadas por una migración forzosa e inhumana, si creemos que el profesionalismo, la ciencia y la tecnología deben volver a ser herramientas insustituibles de las políticas públicas, si creemos que la descentralización y el federalismo son muchas voces de una misma nación, si estamos en contra del expolio en el Arco Minero y el destierro de los pueblos indígenas, entonces debemos anular la amenaza que los árboles nos nublen la visión del bosque.

Todos las acciones individuales de cada uno de los dirigentes políticos de las fuerzas democráticas venezolanas habrán sido inútiles si no se transforman en una lucha constante en cada espacio posible, y este 21 de noviembre existe una ventana para brindarle al pueblo de Venezuela la capacidad de restaurar su ciudadanía a través del voto. 

Los líderes, agrupados en partidos políticos democráticos de la oposición, tienen la responsabilidad histórica con Venezuela de no dejar al pueblo sin opciones que le permitan expresar de manera contundente que tenemos un problema común, que debemos resolver civilizada y unitariamente como pueblo a través del voto.

Y pedirle al pueblo que se una en torno a una opción distinta al empobrecimiento y la represión solo es posible predicando con el ejemplo. Salvar cualquier diferencia derivada de una aspiración legítima, que permita alcanzar candidaturas representativas de una alternativa clara frente al deterioro nacional, es la tarea más elemental y urgente que debe albergar cualquier ciudadano que se precie de ser dirigente.

Nos despedimos con Nelson Mandela recordando que este «es el momento de construir nuestra nación utilizando hasta el último ladrillo disponible».

Votemos todos para decir en una sola voz –salida de las entrañas del alma nacional– para expresar que estamos dispuestos a unirnos en la tarea de salvar a Venezuela.

Caracas, 16-8-21.

Voy a votar

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Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Rodrigo Cabezas: Debemos apoyar las iniciativas de la Asamblea Nacional
EL EXMINISTRO DE FINANZAS chavista, Rodrigo Cabezas aseguró que los ciudadanos deben apoyar las iniciativas de la Asamblea Nacional, especialmente la de un posible acuerdo electoral en Barbados. 
 
Desde la plaza Alfredo Sadel, donde se llevó a cabo una sesión del Parlamento, Cabezas – invitado especial para la sesión- señaló que sueña con un nuevo gobierno que no persiga a las personas por pensar diferente. 
 
Aseguró que en un momento apoyaron «los ideales de libertad y justicia» pero que eso se convirtió en un fraude. 
 
El ex funcionario chavista mostró su apoyo al presidente de la Asamblea Nacional y al presidente encargado, Juan Guaidó, así como al resto de los parlamentario y le pidió lo mismo a los ciudadanos. 
 
“Estamos acá como venezolanos, respaldando esta esperanza que no debe fallar”, agregó Cabezas. 
 
Sobre la crisis explicó que las economías “no tocan fondo” y puede empeorar. Además que “el régimen de Maduro no tiene posibilidad de resolver la crisis”, por eso ratificó que lo vital ahora es lograr un acuerdo político que lleve a unas elecciones. 
Rodrigo Cabezas: “Las sanciones refuerzan la crisis, pero no son las responsables del colapso económico”

¿SON LAS SANCIONES LAS RESPONSABLES de la crisis? No, el colapso económico es previo a las medidas aplicadas por el gobierno de Donald Trump, pero las impuestas a partir de agosto de 2017, y particularmente contra Pdvsa y el Banco Central de Venezuela (BCV) en 2019, refuerzan la crisis. Esto no tiene discusión, afirmaron los economistas Rodrigo Cabezas, ministro de Finanzas de 2007 a 2008, y Manuel Sutherland, director del Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO).

Para un país que en seis años perdió poco más de la mitad de su economía, “un simple soplo” puede terminar de derribarlo. Entre el tercer trimestre del 2013 –año cuando Nicolás Maduro asumió el poder– y septiembre de 2018, la economía se contrajo 52,3%, según el Banco Central de Venezuela (BCV).

“Afirmar que las sanciones son las culpables de la crisis es hacer política partidista, no ciencia económica. El gobierno no elaboró un plan de recuperación frente a la recesión que inició en 2014, y ahora vivimos la recesión más prolongada, profunda, generalizada y devastadora de nuestra historia”, expresó Cabezas en el foro ¿Son las sanciones las responsables de la crisis económica y social?, organizado por la ONG Provea en el Centro Letonia, en La Castellana, Caracas.

Dijo que Venezuela también padece la inflación más alta de su historia, fenómeno económico que ha destruido el salario real y la inversión privada.

Sigue leyendo esta nota de Carlos Seijas Meneses en TalCual

Exministros chavistas piden renuncia de todos los poderes y convocar elecciones generales

LOS EXMINISTROS ANA ELISA OSORIO, Gustavo Márquez, Héctor Navarro, Rodrigo Cabezas, Jorge Giordani y Oly Millán emitieron un comunicado conjunto en el que exhortan una vez más las facciones políticas a buscar una solución entre los mismos venezolanos, a través de acuerdos conjuntos.

Indicaron que el tema económico y social que hay en Venezuela, tiene el ingrediente de la crisis de legitimidad del Poder Ejecutivo y Judicial con la Asamblea Nacional. Este hecho ha elevado el problema al incluir elementos como la violencia y una eventual intervención extranjera.

Ante esta opción, se mostraron en contra de que se lleve a cabo este tipo de acción en Venezuela y reiteraron que es el pueblo el que toma la decisión de envergadura a través del mecanismo de referéndum.

En ese sentido, explicaron que esos acuerdos conjuntos deben forjarse de forma “responsable” y que entre ellos esté contemplada la renuncia de todos los poderes para así llamar a un proceso nuevo de elecciones generales, “para adelantar un plan que atienda la emergencia humanitaria y le abra el camino a una nueva Venezuela. Se trata, en definitiva, de poner las decisiones en manos del soberano, como reza nuestra Constitución”.

Temen que esta escalada de la crisis pueda derivar en una guerra civil “con participación internacional”. Por eso, consideraron necesario restablecer la Constitución y reconocer el poder del pueblo para relegitimar los poderes a través de una elección.

 

Aquí el comunicado completo:

 

ES URGENTE EL DIÁLOGO, LA CONCERTACIÓN Y EL ACUERDO DEMOCRÁTICO PARA EVITAR LA VIOLENCIA Y LA MUERTE EN VENEZUELA

PRONUNCIAMIENTO DE MINISTROS DE HUGO CHÁVEZ

A la grave crisis económica y social que lacera la vida de millones de venezolanos, particularmente a los trabajadores y a los hogares venezolanos, se suma la crisis política de legitimidad que confronta al Poder Ejecutivo y Judicial con la Asamblea Nacional.

Crisis esta que ha escalado a niveles tales que nos pone al borde de la violencia, el odio, la muerte y la intervención militar extranjera como salida a la confrontación política. Lo que está en juego es la existencia de la república.

La solución a esta devastadora crisis económica, social y política debe ser resuelta por los venezolanos, por lo que es inaceptable que élites económicas, políticas, militares o extranjeras, pretendan usurpar la soberanía popular (art. 5) que, como dice nuestra constitución vigente, reside intransferiblemente en el pueblo que es quien podrá, mediante referéndum consultivo (Art. 71) de carácter vinculante, tomar decisiones cuando se trate de materia de especial interés nacional, como es obviamente la que nos preocupa en este momento, dada la escalada de la crisis política expresada, entre otros aspectos, en la confrontación de dos poderes  que amenaza peligrosamente con destruir el estado–nación.

Es por ello que con mucha firmeza y convicción, exhortamos a los actores en pugna, a construir una ruta caracterizada por un acuerdo de patria, un acuerdo con  visión de futuro, un acuerdo responsable, que prevea la renuncia de absolutamente todos los poderes, en forma ordenada y frente al pueblo, con el fin de llamar, en tiempo perentorio, a un nuevo proceso general de elecciones que relegitime todos los poderes, para adelantar un plan que atienda la emergencia humanitaria y le abra el camino a una nueva Venezuela. Se trata, en definitiva, de poner las decisiones en manos del soberano, como reza nuestra Constitución.

De lo contrario, la deriva de la crisis nos conducirá inexorablemente a una guerra civil con participación internacional, la instalación directamente del fascismo, con todo lo que ello implica para las generaciones presentes y futuras de venezolanos, o la instalación, a partir de componendas, de un gobierno que no represente los intereses de los venezolanos.

Hay que restablecer nuestra democrática Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y reconocer al pueblo en su legítimo derecho como soberano que es, de tomar la decisión de expresarse en la contienda electoral sobre si quiere que se relegitimen o no, todos los poderes públicos de la nación.

Es un derecho político que no se puede cercenar a los venezolanos, y es el único camino para garantizar la paz y trabajar para superar la grave depresión económica y la hiperinflación que sufrimos todos.

Quien realmente ame a la patria venezolana no puede apostar a la guerra civil y el sufrimiento que ello significaría: QUE EL PUEBLO DECIDA EN SUFRAGIO.

Caracas, 27 de enero de 2019

 

Ana Elisa Osorio

Gustavo Márquez

Héctor Navarro

Jorge Giordani

Oly Millán C

Rodrigo Cabezas

Los Runrunes de Bocaranda de hoy 19.07.2018: MEDIO: Falsa premisa
MEDIO
¿BULLSHIT?: 

Más allá de cualquier vulgaridad idiomática inglesa el término se aplica a algo “sin sentido”, “que no es cierto”, “algo para tratar de persuadir a alguien sabiendo que es una falsa premisa”. En estos 20 años ha sido la herramienta mas usada por Chávez, Maduro y sus sicofantes en lo que sin duda será recordado como “el Gran Saqueo del Siglo XXI”. Hace solo horas Maduro prometía entregar a los pensionados 8 millones de bolívares pues la mensualidad llega con retroactivo como lo explica la página oficial del IVSS: “Un millón pertenece a junio, dos millones a julio, 3 millones por adelanto de agosto mas el “bono de guerra económica”. Pues la farsa roja es que solo les entregaron 2 millones en efectivo y el resto queda en sus cuentas. Similar acción a la de Iris Varela señalándole a JVRangel que “bajo su gestión las carceles de Venezuela son las mejores del mundo” o el diputado Pedro Carreño (el mismo que hace años denunciaba espionaje de DirecTV a los susciptores) asegurando que “la aviación venezolana bombardería Colombia en solo minutos para partirla en dos en una supuesta guerra con el vecino”.¿Otro plan “made in Cuba”?…

EXMINISTRO DE FINANZAS: 

2007Rodrigo Cabezas, PSUV:“No ha existido por parte del Gobierno una conducción profesional de la política económica del país, lo que ha provocado una recesión e hiperinflación galopante gravísima. Esto tiene como consecuencias, la pérdida de la inversión, tiene un impacto directo sobre el consumo y el sueldo de la gente, hay desnutrición, la recaudación del Seniat está desplomada por la depreciación y el gasto público le quita dinamización al crecimiento económico…

Venezuela tiene el récord Guinness en emitir dinero inorgánico y enfatizó la responsabilidad del presidente en su obligación de rectificar la economía y no dejar que el país sea sacado del Fondo Monetario Internacional”. Clarito.

Sin paz, no hay nación: Rodrigo Cabezas Morales

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Aproximarse, desde la experiencia histórica, a la violencia que genera muerte y sufrimiento pudiera perder cualidad sustantiva cuando fechas y abrumadores números  nos aleja de las consecuencias humanas de aquella. Se ha estimado que al término de la guerra civil española, año 1939, 200 mil de sus habitantes fueron asesinados y 40 mil desaparecidos; en El Salvador, la guerra interna entre 1979 y 1992, dejó un saldo de 75 mil muertos y 8 mil desaparecidos; en Guatemala, el conflicto armado entre 1980 y 1996 se tradujo en 24 mil 900 muertos y cientos de desaparecidos y, en la vecina Colombia culminó este año la guerra iniciada en 1958 con números conmovedores, 250 mil muertes, 6 millones de desplazados, violaciones, torturas.
Las guerras civiles latinoamericanas culminaron con acuerdos de paz e intentos de reconciliación, búsqueda de la verdad y compromisos por más democracia y justicia social.  Las firmas se estamparon después del derramamiento de sangre, de cientos de miles de cadáveres, violación de derechos humanos, sufrimiento de inocentes frente al tronar de los fusiles, el odio y la venganza; economías destruidas, condenando a sus pobladores a la pobreza, naciones lastimadas. Incluso con dos premios nobeles de la paz, uno justo, otro indigno.
Esas confrontaciones armadas destruyen el sentido de nación, aquel que por fuerza de procesos históricos construye una comunidad humana con espacios y características  culturales, tradición y lenguaje, e históricas comunes que les identifica y da sentido ético-político. La existencia de una nación lleva implícito el compromiso humano superior de convivir civilizadamente y ser regidos por las instituciones, normas y valores que se den sus habitantes.
La nación venezolana está en riesgo. Las trompetas y tambores de la confrontación violenta suenan cerca, la crisis política y económica amenaza con desbordar la polarización política normal para convertirla en un enfrentamiento a muerte entre sus hijos e hijas, unos para preservar el poder, otros para tomarlo. Ya el saldo ha comenzado a contabilizarse en muertes, heridos, quemados, incendios de instituciones, atrocidades, amenazas, persecuciones y discriminaciones. La división abre brechas en nuestra obligada coexistencia fraterna. Es el comienzo de lo que debemos parar ahora, no esperar acuerdos de paz luego de la desolación de la guerra y, mucho menos, la intervención o injerencia de poderes o intereses extranjeros.
Eleanor Roosevelt, participante en la declaración universal de los derechos humanos, 1948, reclamo que “No basta con hablar de paz. Uno debe creer en ella y trabajar para conseguirla”. Es el momento para darle una oportunidad a la paz en nuestra nación. El Presidente de la República Nicolás Maduro la hace suya y la convoca, el liderazgo opositor democrático la adhiere en su discurso, el alma profunda venezolana conformada antropológicamente en el capitalismo rentístico rechaza la violencia, por formación religiosa y tradición somos solidarios y generosos.                            Al pueblo, uno, identificado con el ideal socialista y chavista del que formo parte y, el otro, democrático y opositor al actual gobierno, le esta negado abrir las compuertas de la guerra civil, somos una nación y como tal debemos preservarnos y mostrarnos al mundo que nos observa.
El liderazgo de la sociedad debe imponer el dialogo, la negociación y el acuerdo sumario; estamos obligados a derrotar cualquier socialización del odio, el rencor, la intolerancia y la amenaza que lacere la convivencia democrática, civilizada y pacífica de la nación. Hay que evitar el riesgo que el actual conflicto se escape de las manos del liderazgo político de una y otra opción y tengamos en los próximos días una gravísima escalada de más violencia y muerte. Las ocurridas ya son una tragedia como sociedad y ausencias irreparables para sus familiares, no más.
No soy iluso al escribir esto, lo hago de buena fe, pensando en el porvenir de nuestros jóvenes, en un destino superior para todos; “Hay que ganar la paz” era el título de un documento redactado por Albert Einstein en 1945,  en ese texto el científico apelo al espíritu de solidaridad y confianza, de generosidad y fraternidad entre los hombres para que prevaleciera en la mente de quienes toman las decisiones que determinan el destino de la civilización planetaria, lo hacía intentando evitar el ataque nuclear contra Hiroshima y Nagasaki.
Es apremiante ganar la paz de la nación, apelamos a los valores que referenciaba Einstein para que respetándose los poderes legítimos emanados de la voluntad sagrada del pueblo, esto es, El Presidente de la República y la Asamblea Nacional, dialoguen, negocien y acuerden sin injerencia externa una salida civilizada, democrática, responsable e histórica al actual conflicto. Nadie podrá sustituir o aplastar al otro y, de cara a los desafíos del crecimiento económico y social, la superación del modelo rentístico petrolero, el cierre de la brecha científica tecnológica y la educación de excelencia, la derrota de la pobreza y la desigualdad, nos necesitamos todos y todas.
Respetando la Constitución, cuidando la vida de todos, rechazando y condenando la violencia, comprendiéndonos y tolerándonos en la multiplicidad de ideas y voces, promoviendo la justicia y la no impunidad, siendo adversarios en proyectos políticos de sociedad y no enemigos ansiosos de poder, es la manera de ser consecuente con la paz en esta hora.
La muerte que trae la guerra hiere profundo las comunidades humanas, con la PAZ es posible construir una gran nación, la nuestra, Venezuela.

 

Las Medidas de Capriles, y algo más por Francisco J. Quevedo

HCR6

 

Entre críticas puntuales y aisladas, Henrique Capriles es el primer actor nacional que presenta propuestas integrales que si bien son perfectibles, abarcan un amplio espectro de atención a la profunda crisis que sufrimos, la más grave de la historia reciente, según citan analistas nacionales e internacionales.

Las propuestas de Capriles se resumen en seis líneas:

 

1.     Recuperación del ingreso de los trabajadores, un ajuste del salario lineal de 50% como punto inicial ante la emergencia.

2.     Creación de un fondo de útiles escolares para la educación por US$ 250 millones, beneficiando a 9 millones de estudiantes.

3.     Detener la impresión de los billetes de baja denominación.

4.     Devolución inmediata de todas las empresas expropiadas para iniciar de nuevo su producción, ya que están paralizadas.

5.     Reactivarlas, motivando a los trabajadores de esas 293 empresas expropiadas y 14 conglomerados de producción para reactivar la producción nacional.

6.     Revisión inmediata de todos los convenios y descuentos petroleros, para frenar el regalo de nuestro patrimonio.

 

Las medidas apuntan más al público que al Estado, a recuperar el abatido presupuesto familiar más que a regularizar el frenesí revolucionario. Por consiguiente, no mencionan algunas que podríamos sumar para completar diez, todo lo cual evidentemente dependería, primero, de que alguien sepa de lo que está hablando y no esté cegado por la ideología, la demagogia y el oportunismo, segundo, de que se cuente con una mayoría parlamentaria dispuesta a reversar la debacle y/o, tercero, de que se logre un gran acuerdo nacional para salir de la crisis. Sumémosle lo siguiente:

 

7.     Sincerar el adefesio cambiario, ajustando las paridades oficiales y liberando la oferta con un cambio más razonable en Simadi. Sujeto a estudio, propondríamos eliminar el 6,30 y 12,80 por tasas más realistas, quizás entre 35 – 50 y 100 – 140, dejando deslizar el tercer nivel con la libre oferta y demanda del mercado.

8.     Nivelar el Presupuesto Fiscal, primeramente sincerando ingresos con el precio del petróleo y los egresos con las necesidades reales de gasto e inversión. Esa discrecionalidad política que brinda el calcularlo con un petróleo a US$ 60, aunque esta vez casi la pegan, debe erradicarse porque el presupuesto debe ser económico, no electorero.

9.     Nombrar nuevos poderes independientes y moralmente solventes, incluyendo el Contralor, el Fiscal, Defensor del Pueblo, TSJ CNE que permitan primeramente una lucha férrea contra la corrupción y el mesianismo hegemónico. Esto debe extenderse al Banco Central de Venezuela y al INE, de modo que los venezolanos volvamos a conocer la gravedad de la crisis. Más vale estar en el suelo que estar colgando sin saber cuán profunda es la caída. Igual sucede con el Alto Mando Militar. No podemos seguir con poderes subordinados a un hombre o una corriente política sino a la Constitución.

10.  Crear un Consejo Nacional para la Seguridad Ciudadana que libere a los cuerpos de seguridad, fiscalías y tribunales de las corruptelas que reciclan a los criminales a la calle, cesando esta infame alianza con el crimen que nos tiene presos en casa, si no muertos. 

 

Lo primero que hay que corregir, como ya asoma Rodrigo Cabezas, es el esquema cambiario venezolano, una mamarrachada revolucionaria que está entre las tres primeras causas de la crisis. ¿Un pan que cueste Bs. 115, cuánto vale en dólares, US$ 18, ó serán 18 ctvos.? Al cambio que usa el Presidente Maduro para calcular “el salario mínimo más alto de América Latina”, a 6,30, ese pan es inaccesible, y al paralelo, es un regalo. La verdad verdadera es que no vale ni lo uno, ni lo otro. Los venezolanos sufrimos por culpa de una mentira palpable, una realidad ficticia que aún siéndolo, la pagamos, y la pagamos cara, aunque no sea cierta.

El presupuesto fiscal es tanto una caja negra como una caja chica. En general, las cuentas del Estado y las estadísticas son una mentira o una verdad que no se dice. Y pensar que a CAP lo atacaron por el Sierra Nevada y lo defenestraron por la partida secreta, mientras que esta revolución ha construido casas en varadero y plantas eléctricas en Bolivia, y ha repartido auxilios y descuentos a trocha y mocha sin que haya presos ni destituidos. Esto debe sincerarse y someterse a mayor vigilancia, en vez de conchupancia. El problema es que Venezuela perdió la independencia de los poderes. Sin ella, no hay control que valga.

Por último, el país no puede prosperar para enriquecer a las bandas criminales que actúan con una impunidad grosera. El empresariado no puede vivir acorralado ni en el exilio. La inseguridad personal es la principal causa de la fuga de talentos que drena nuestra economía de su herramienta más útil.

Como dijo Henrique Capriles, aquí están las propuestas. Las toman o las dejan…

                      

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