represión en Venezuela archivos - Runrun

represión en Venezuela

AI pide ante la ONU que haya “escrutinio y rendición de cuentas” por aumento de represión en Venezuela

Este martes, 19 de marzo, en el diálogo interactivo sobre el informe del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en el 55° periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, Amnistía Internacional (AI) pidió que haya “escrutinio y rendición de cuentas” por aumento de represión en Venezuela.

«El aumento de la represión y el aislamiento deben enfrentar escrutinio y rendición de cuentas a nivel internacional», se lee en un mensaje posteado en la cuenta en X, antes twitter, de AI. 

AI denunció que desde la última sesión de este Consejo, la política de represión del gobierno se ha intensificado «a medida que los ataques contra el espacio cívico alcanzan niveles críticos».

«El actual periodo electoral se ha reducido en más detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, graves violaciones de las garantías del debido proceso y estigmatización de defensores de derechos humanos», expresó Amnistía Internacional.  

Amnistía Internacional pidió la liberación inmediata e incondicional de todas las personas detenidas arbitrariamente por motivos políticos y el cese definitivo de los ataques a la sociedad civil.

AI también hizo referencia a la disposición del gobierno de «despojar a todas las ONG que operan en Venezuela del derecho a la libertad de asociación en un descarado esfuerzo por silenciar su defensa de los derechos humanos».

«En lugar de buscar el aislamiento, Venezuela debe cooperar con los mecanismos de escrutinio y justicia internacional, ante la impunidad generalizada de crímenes internacionales y graves violaciones de derechos humanos en Venezuela, el mandato, las investigaciones y los informes de la Misión siguen siendo indispensables para promover la justicia, la verdad y la reparación de las víctimas», recomendó la organización.   

 

 

 

 

Alonso Moleiro Feb 16, 2024 | Actualizado hace 2 meses
Maduro y el camino de Nicaragua
Para emprender el camino a Nicaragua, Maduro y los chavistas tienen todavía muchas zonas donde morder.

Por: amoleiro

 

El gobierno de Nicolás Maduro ha decidido emprender el camino de Nicaragua: el camino irreversible de una hegemonía extra-constitucional, en el cual las exigencias revolucionarias priven con suficiencia sobre la observancia legal en un marco democrático escrito sobre el papel. Independientemente de lo que deseen los foros internacionales y las mayorías nacionales.

La judicialización de Rocío San Miguel, y la expulsión de la Misión de Naciones Unidas que hacía seguimiento al desempeño de la nación en materia de derechos humanos, consolidan una tendencia que lleva tiempo aumentando de volumen.

Mediante un comunicado que compartió en X el canciller Yván Gil, informó de la decisión de suspender las actividades de la oficina técnica de asesoría de Oacnudh y otorgó un plazo de 72 horas al personal para abandonar el país. La decisión, añade el texto, indica que se suspenden las actividades de la oficina «hasta tanto rectifiquen públicamente ante la comunidad internacional su actitud colonialista, abusiva y violadora de la Carta de las Naciones Unidas».

En esa misma tónica, el oficialismo ha desempolvado un proyecto de ley que fiscaliza la actuación y el financiamiento de las organizaciones no gubernamentales (ONG). Valentina Ballesta, directiva de Amnistía Internacional (AI) para las Américas, sostuvo que la ley, aprobada ya en primera discusión, “posee grandes similitudes con la aprobada en Nicaragua”, donde el régimen de Daniel Ortega ha eliminado a más de 3.000 organizaciones de la sociedad civil.

Adicionalmente, ahí están, semana a semana, los estridentes discursos legislativos amenazantes de Jorge Rodríguez en estos meses. Particularmente, luego de firmar los acuerdos de Barbados y lograr el regreso a casa del empresario Alex Saab.

El camino a Nicaragua que ha emprendido Miraflores parte de una circunstancia de orientación opuesta, más bien poco comentada: a diferencia de lo que ha ocurrido en otros contextos, en la conducción de la revolución bolivariana, hasta el momento, al menos en los últimos años, han estado al volante los moderados. 

Al administrar la crisis nacional, Nicolás Maduro y Jorge Rodríguez parecen haber impuesto el criterio de negociar, dividir al adversario, abrir frentes de operación, especular con promesas y replegarse estratégicamente. En ocasiones, incluso, si con eso recuperan autoridad frente al país, de adelantar importantes concesiones temporales.

En la dinámica de Miraflores ha privado la flexibilidad como principio, como ocurrió en tiempos de Chávez en otros momentos complejos, en relación con tesis más intransigentes y absolutistas, que llegaron a discutirse como posibilidad en el alto mando revolucionario.

Esto quiere decir que, si bien ya se ha escamoteado gravemente la alternancia en el poder y la libertad de expresión e información, para emprender el camino a Nicaragua, Maduro y los chavistas tienen todavía muchas zonas donde morder.

Este camino, al camino a la realidad política que ha creado Daniel Ortega en Nicaragua, podría consolidarse definitivamente en las elecciones presidenciales de este año, si el chavismo retiene el poder sin complicaciones y se sale con la suya.  La próxima cita presidencial puede convertirse en una bisagra, una especie de parteaguas, como ya ha ocurrido antes.

En 2021, Ortega fue reelegido con 75 % de los votos y con siete aspirantes a candidatos presidenciales de la oposición en prisión acusados de «traición a la patria». A pesar de que EE. UU. desconoció los resultados, el líder sandinista se mantiene en el poder y el espacio cívico de la sociedad nicaragüense cada vez más reducido.

Está claro que Daniel Ortega lleva un tiempo de ventaja sobre el chavismo en esta estrategia de consolidar un modelo hegemónico y unidimensional, haciendo, al mismo tiempo, concesiones al libre mercado.

El modelo político de Nicaragua que ha escogido Miraflores será fuente adicional de tensiones y expandirá la dimensión sancionada de la nación, pero también puede terminar atemperado, atenuado a posteriori, procurando crear una especie de remesa diplomática con algunos factores de la izquierda occidental y simpatizantes conexos a partir de ciertas concesiones parciales a la oposición que quede en el país. Es decir, no necesariamente el rumbo trazado implica en este caso llegar a la meta.

Puede que, completamente seguro de su poder y estabilidad, Maduro decida seguir apretando, para imponerse atemorizando a sus adversarios, como de hecho viene ocurriendo, sin que ello signifique, necesariamente, desplumar por completo a la sociedad venezolana con la misma serena rotundidad con la cual lo hizo Daniel Ortega en Nicaragua.

Como ha ocurrido en muchas otras ocasiones en el pasado, el gobierno de Maduro también pudiera regresar a la decisión de emprender la reversa. La sociedad democrática nacional sigue siendo muy grande, y va a seguir resistiendo. Es imposible adelantar pronósticos y no esperar algún tipo de cisne negro inesperado en una crisis de estado tan prolongada como la actual.

Pero estos son los hechos: una vez que Alex Saab ha regresado a casa, en el alto gobierno la gente ha sacado sus cuentas. La presión exterior comienza a perder eficacia.

Independientemente de lo que digan las encuestas, del descontento popular, del grave rezago social y económico, en Miraflores parece haber claridad en torno a la existencia de un músculo político y militar lo suficientemente consistente como para diseñar un plan que les permita imponer las cosas en sus términos, como ya ocurrió en 2018, como ocurrió en la convocatoria a la fallida Asamblea Nacional Constituyente de 2017 y como acaba de ocurrir con el referéndum del Esequibo.

OVCS: Trabajadores siguen liderando las protestas en exigencia de salarios dolarizados y suficientes
La exigencia de mejores salarios, la falla de los servicios públicos y el irrespeto a los derechos políticos son las principales razones por las que se protesta en Venezuela

Foto: @el_pais

El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) registró 762 protestas durante el mes de febrero pasado es decir, unas 25 protestas diarias. Lo que representa un aumento del 25% en comparación con el mes de febrero del año pasado. 

Desde el año 2014, las protestas en Venezuela han sido una respuesta a la profunda crisis económica, social y política del país. 

Las personas han decidido salir a las calles, para expresar su descontento ante la inflación, la inseguridad, los bajos salarios, la escasez de alimentos y medicinas, entre otros aspectos. 

Todo esto ha generado frustración y descontento en la población, incluyendo las profundas tensiones políticas y sociales que existen en el país.

Estas manifestaciones han sido protagonizadas por una amplia variedad de grupos, desde estudiantes hasta líderes políticos de oposición. 

Los hechos mencionados se exponen detalladamente en el informe “Conflictividad Social”, en el que se enumeran las situaciones que han causado cada manifestación, las cuales se han podido clasificar de la siguiente manera:

Los trabajadores lideran las protestas, exigiendo salarios dolarizados y suficientes. Asimismo, no han parado las protestas por servicios básicos.

Las concentraciones se mantienen como la principal forma de protesta, seguida de marchas y cierres de calles. 

Los jubilados y pensionados no se quedan atrás, exigiendo pensiones dignas y respeto a los derechos laborales, junto con los trabajadores y empleados públicos en algunas jornadas.

Igualmente, los conductores de transporte público, a nivel nacional, protestaron para exigir tarifas de pasaje ajustadas con el precio dolarizado de combustibles y demás productos y servicios.

En el estado Bolívar destacaron las protestas de vecinos y comerciantes, debido a los cobros excesivos y amedrentamientos por parte de la empresa privada de recolección de basura Fospuca.

Los estudiantes y opositores al gobierno exigieron al Consejo Nacional Electoral (CNE) la habilitación de puntos de registro electoral en cada municipio y universidad del país.

Padres y representantes han manifestado en rechazo a la amenaza de los entes gubernamentales de sustituir a maestros en las escuelas por militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), integrantes del Programa Chamba Juvenil, y de las Unidades de Batalla Bolívar y Chávez (UBCH).

Defensores de derechos humanos y representantes de la sociedad civil denunciaron amenazas y amedrentamiento contra los participantes de las manifestaciones pacíficas. Documentándose 13 protestas reprimidas en 9 estados.

Protestas por regiones

Por otra parte, en el informe se expone la cantidad de protestas documentadas según la región o zona del país. Las cifras se detallan a continuación.

Se registraron 676 protestas en febrero de 2023 por Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales, es decir, un 89% de la cifra total. Adicionalmente, el 11% restante corresponde a 86 protestas por Derechos civiles y Políticos.

Geográficamente hablando, el estado Anzoátegui lideró el índice de protestas con 76 de ellas, seguido de 66 en Portuguesa, 59 en Bolívar, 55 en Lara y 54 en Mérida. Siendo estas las 5 entidades con más registros. 

De las 1.262 manifestaciones documentadas durante el mes de enero, 401 fueron combinadas, es decir, los ciudadanos exigían más de un derecho.

De las 762 protestas documentadas en febrero, en 577 se exigieron derechos laborales, lo que equivale a un promedio de 19 diarias (76% del total). Lo que representa un aumento de 146% en comparación con febrero de 2022, cuando fueron 235.

De las 577 exigencias laborales documentadas durante el mes de febrero, en al menos 478 participaron docentes de todos los niveles educativos, acompañados de personal administrativo y obreros, lo que equivale al 86%. En comparación con el año anterior, aumentaron un 939%.

En febrero se registraron 29 protestas para rechazar y denunciar las fallas en el sistema de abastecimiento de agua potable. Además de 13 protestas en reclamo a las faltas de energía eléctrica y 6 protestas por gas doméstico.

Siguiendo con los servicios básicos, se documentaron 12 protestas exigiendo la recolección eficiente de residuos sólidos, 9 protestas exigiendo a las autoridades la reparación de vialidad y 7 protestas para pedir la limpieza de canales de aguas servidas. Todo esto con la finalidad de mitigar problemas de salud y medioambientales.

Durante febrero, habitantes de 12 estados del país protestaron para denunciar la falta de combustible. Miranda, con 4 protestas, seguido de Anzoátegui con 3, fueron los estados que lideraron el índice de las 20 protestas por falta de combustible.

Los derechos Civiles y Políticos más exigidos en febrero fueron: derecho a la participación política (51), derecho a la justicia (40), y derecho a la manifestación pacífica (12).

Rodríguez asegura que los estudiantes pueden expresarse libremente pese a múltiples víctimas de represión
Durante las protestas del 2014, que protagonizaron principalmente los estudiantes, murieron al menos 43 personas en enfrentamientos con los cuerpos de seguridad del Estado. También quedaron cientos de heridos

El presidente de la Asamblea Nacional chavista, Jorge Rodríguez, aseguró este viernes, 10 de febrero, que en Venezuela, los estudiantes pueden «expresarse libremente».

Durante un acto que encabezó en el estado Vargas, Rodríguez se refirió a la Ley de Participación Estudiantil, la cual ha causado polémica esta última semana en el país.

Según el chavista, esta ley representa un cambio de paradigma con respecto a gobiernos anteriores, que veían a los estudiantes como «enemigos». En cambio, aseguró, en el régimen chavista hay oportunidad para expresarse libremente.

«Antes, los estudiantes eran vistos, por los gobiernos del pasado, como enemigos. Hoy son vistos como una voz que puede expresarse libremente en Venezuela», dijo Rodríguez.

Rodríguez aseguró que los gobiernos que preceden al chavismo reprendían a los estudiantes con despliegues de los cuerpos de seguridad del Estado. Afirmó que estos utilizaban peinillas, bombas lacrimógenas y hasta balas para dispersar las protestas estudiantiles.

Sin embargo, hay que recordar que en Venezuela, durante el gobierno de Nicolás Maduro, se han llevado a cabo diversas manifestaciones donde varios estudiantes fueron asesinados.

Durante las protestas del 2014, que protagonizaron principalmente los estudiantes, murieron al menos 43 personas en enfrentamientos con los cuerpos de seguridad del Estado. También quedaron cientos de heridos.

Asimismo, en las manifestaciones del año 2017, donde hubo una gran participación estudiantil, murieron entre 127 y 157 personas, según diversas fuentes, con un saldo de miles de heridos.

En aquellas protestas, la represión contra los manifestantes incluyó disparos de bombas lacrimógenas y perdigones a quemarropa, golpes que causaron contusiones y hasta armas de fuego cargadas con balas.

Algunas de las víctimas que dejó la represión, cuyos casos tuvieron un gran peso mediático, fueron las de Juan Pablo Pernalete (2017), Bassil Da Costa (2014), Neomar Lander (2017), Paola Ramírez (2017), entre muchos otros.

*Con información de TalCual

HRW: Gobierno de Maduro aumenta la represión con la excusa del coronavirus
A muchos de los detenidos se les imputan delitos previstos en la ‘ley contra el odio’ de 2017, que es «absurda y excesivamente amplia», y son procesados por un poder judicial «sin la más mínima independencia»

La organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) denunció este viernes que las fuerzas de seguridad y las autoridades venezolanas han usado las medidas para contrarrestar la propagación de la covid-19 como una «excusa para reprimir voces disidentes e intensificar su control férreo sobre la población».

Desde que se declaró el estado de excepción para contener el contagio, a mediados de marzo pasado, las autoridades venezolanas detuvieron de manera «arbitraria» y procesaron «penalmente» a periodistas, trabajadores de la sanidad, abogados de derechos humanos y opositores políticos que critican al gobierno del presidente Nicolás Maduro, según un informe de HRW.

A muchos de los detenidos se les imputan delitos previstos en la ‘ley contra el odio’ de 2017, que es «absurda y excesivamente amplia», y son procesados por un poder judicial «sin la más mínima independencia».

A los abogados de los acusados se les concede un acceso «muy limitado» a los expedientes judiciales y a los fiscales, debido al «cierre de tribunales». Algunos detenidos sufrieron «abusos físicos» que podrían constituir «torturas».

«El estado de excepción ha hecho que las fuerzas de seguridad y los grupos armados partidarios del gobierno, que ya cuentan con un récord deplorable de torturas y ejecuciones extrajudiciales, sientan que tienen la facultad de reprimir con mayor ferocidad a los venezolanos», alertó José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW.

El 13 de marzo, recuerda la organización de derechos humanos, Maduro decretó un estado de «excepción y alarma» en todo el país y dispuso medidas para limitar la propagación de la Covid-19, incluidas restricciones de la circulación, la suspensión de algunas actividades y el uso obligatorio de mascarillas.

Maduro prorrogó el estado de excepción cinco veces, superando «el límite constitucional de 60 días». La Asamblea Nacional, de mayoría opositora, no aprobó las medidas, aunque la ley lo exige, según HRW.

«Hostigamiento y persecución»

En la práctica, quienes se encargan de que la población cumpla las normas de cuarentena son las Fuerzas Armadas; los cuerpos de seguridad, incluida la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y sus Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), que han estado implicadas en «ejecuciones extrajudiciales»; y grupos armados partidarios del gobierno conocidos como «colectivos»

A partir de un análisis de casos reportados por ONG y y medios de comunicación venezolanos, Human Rights Watch identificó a 162 personas habrían sido víctimas de «hostigamiento, detención o persecución penal» entre marzo y junio pasados. La ONG venezolana Foro Penal informó de que hubo 257 detenciones «arbitrarias» en ese tiempo.

En algunos de los casos, los detenidos sufrieron «abusos, incluyendo agresiones verbales y físicas, golpizas y haber sido esposados por períodos prolongados».

La Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), explica HRW, informó en julio que hubo una «aplicación discrecional» del estado de emergencia por parte de militares, fuerzas del orden y autoridades locales. Y documentó, asimismo, que los «colectivos» intimidaron y atacaron a opositores políticos, manifestantes y periodistas antes y durante la pandemia

En definitiva, las detenciones, los procesos penales arbitrarios y los abusos contra detenidos desde la declaración del estado de excepción siguen «el mismo patrón que los abusos sistemáticos» perpetrados por agentes de las fuerzas de seguridad que Human Rights Watch documentó en las «brutales arremetidas» contra opositores desde 2014.

Víctima de la represión de Maduro: Me golpeaban en la planta de los pies para no dejar marcas

Por Lisseth Boon para La Razón, España

@boonbar

Jickson R., epiléptico y con capacidades especiales, es uno de los 120 adolescentes que fueron arrestados y maltratados por la Guardia Nacional venezolana durante las protestas de enero

«SÍ, MAMÁ, ME GOLPEARON BASTANTE». A Romelis Guilarte le bastó escuchar esa frase a su hijo Jickson para confirmar sus peores temores desde que se lo llevaron detenido la noche anterior. Habían pasado casi 20 horas buscándolo a pie en la oscuridad por seis destacamentos de la Guardia Nacional en Ciudad Guayana, en el Estado Bolívar hasta que lo encontró en el Comando 625, ubicado en la siderúrgica estatal Sidor.

Era la 1:30 de la tarde del jueves 24 de enero cuando el custodio de turno le permitió verlo sólo unos pocos segundos, después de tanto insistir.

Estaba esposado «porque se puso agresivo» y no le dejaron recibir los medicamentos para tratar los ataques de epilepsia que el adolescente padecía por un traumatismo craneoencefálico desde que tenía 5 años de edad. Jickson Rodríguez, de 14 años y con condición especial, es el menor de cuatro hermanos que la noche del 23 de enero, día de movilización nacional contra Nicolás Maduro, estaba junto con su madre, familia y un grupo de vecinos participando en una protesta en Villa Bahía, una populosa barriada de Ciudad Guayana que sabe de carencias, hambre y desempleo.

Tocaban cacerolas y quemaban basura y escombros hasta que llegó una «lluvia de guardias» en una camioneta Toyota blanca y un auto negro lanzando bombas lacrimógenas y perdigones, por lo que todo el mundo se echó a correr, incluido Jickson. Tumbaron puertas de casas, sacaron a jóvenes a la fuerza, apuntaron a la cabeza a señoras frente al negocio de Romelia –una pequeña barbería con tres sillas– entre varios militares empujaban, golpeaban, pateaban a un joven de 16 años.

Romelia comenzó a gritar. Desesperada, se fue a buscar a su hijo. Pero solo encontró la franela rota de Jickson tirada en el suelo. Un vecino le confirmó que varios guardias lo habían atrapado, golpeado, batuqueado contra el suelo obviando la advertencia de que se trataba de un niño especial. A las 8:40 de la tarde, se lo llevaron detenido junto con otros cinco jóvenes de la vecindad.

Jickson es uno de los 120 adolescentes que fueron detenidos arbitrariamente durante las manifestaciones que tuvieron lugar del 21 al 31 de enero en todo el país, según el Foro Penal, organización que se ha dedicado a registrar y denunciar a las víctimas de abusos de derechos humanos en Venezuela. Sólo en Ciudad Guayana, 50 personas fueron apresadas por la Guardia Nacional al mismo tiempo que Maduro era desconocido por la comunidad internacional como presidente legítimo.

Tras la redada, al hijo menor de Romelis no le perdonaron que fuera el único de los adolescentes detenidos que no lloraba. Por eso las «femeninas» (como se identifican a las militares mujeres en Venezuela), lo golpeaban o le obligaban a abrir los párpados para echarle gas lacrimógeno. Si tropezaba con alguna al moverse por la molestia en los ojos, volvían a golpearlo. No hubo orden de detención como obliga el Código Procesal Penal venezolano ni otros formalismos durante el bárbaro procedimiento.

Foto: William Urdaneta

A los cinco jóvenes le pretendían imputar su participación en supuestos de saqueos en Villa Bahía a las 3 de la mañana. Jickson durmió las cinco noches que estuvo detenido en el Comando en el suelo, sin colchonetas, sábanas o almohadas. «A unos chamos sifrinos (con dinero) si le trajeron colchones, ropa y comida porque sus papás le pagaron a los guardias». Mientras, a Jickson le robaron algunas viandas que su mamá le llevó los días que permaneció en el centro de reclusión.

El 24 de enero, justo al día siguiente de conocer el lugar de detención, Romelis fue a poner la denuncia de maltratos contra Jickson ante el Ministerio Público e incluso declaró a los medios todo su estupor por el abuso a su hijo, lo que en Venezuela se ha convertido en una práctica de alto riesgo. Al día siguiente, la cincuentena de detenidos fueron trasladados a los tribunales en una jornada que se extendió hasta la noche. En el Comando, cada vez que Jickson iba al baño a hacer pipí, le daban planazos por la planta de los pies «para que no me quedarán marcas en el cuerpo. Cuando queríamos hacer pupú, nos dejaban esperando hasta sudar frío y apenas nos sentábamos en la poceta (váter), nos gritaban “párense, párense”». Cachetadas, planazos, vejación fue lo que recibió Jickson de los guardias nacionales: «Una de las femeninas me agarró y me dijo que repitiera: Padre nuestro que estás en el cielo, sube los ojos que vas para el suelo». Seguidamente, lo golpeaba en la nuca hasta desplomarlo.

La noche del domingo 27, Romelis recibió una llamada: Jickson había sido trasladado de emergencia al hospital Uyapar pues habia convulsionado dos veces. Antes habían sacado de su celda al esposo de su hermana, también encarcelado, para que tratase de estabilizarlo. El lunes 28, cinco días después de la protesta en Villa Bahía, excarcelaron a Jickson pero sin quedar libre del todo: le dictaron un régimen de presentación cada 30 días. Aparte, el tribunal le exigió la presentación de tres fiadores, cada uno de los cuales tiene que devengar tres salarios mínimos (18 mil bolívares, unos 6 dólares al cambio oficial).

Romelis tiene que trasladarse hasta los tribunales para cerrar el procedimiento, pero no le alcanza el dinero para pagar el pasaje en una ciudad donde no funciona el transporte público. Lo que produce su pequeña barbería a la semana apenas le permite comprar un kilo de harina de maíz. «No tengo miedo de denunciarlo hasta que paguen por lo que le hicieron».

Foro Penal: Nocturnidad y ataque a zonas populares caracterizan la nueva oleada de represión en Venezuela.

Del 21 al 24 de enero de 2019 han detenido a 369 personas y 22 hasta ahora, han sido asesinadas durante manifestaciones antigubernamentales en Venezuela, informó el director presidente de Foro Penal (FP), Alfredo Romero, tras señalar que el miércoles pasado fue uno de los días con mayores detenciones en los últimos 20 años.

“En cuanto a detenciones, el 23 de enero pasa a ser un día histórico con 328 personas detenidas en todo el país hasta ahora verificadas con nombre y apellido, de las cuales Foro Penal representará a la mayoría. Zulia es el estado con mayor número de detenciones, con 85, luego Aragua con 63 personas detenidas y Monagas con 45 personas detenidas. Desde el 21 de enero, si sumamos las detenciones verificadas, estamos hablando de 369 arrestos por protestas. Hoy todavía estamos verificando arrestos, ayer, 24 de enero siguieron dándose estos hechos y seguro el número sobrepasará las 400 personas. Por ejemplo, ayer hubo una cantidad importante de detenidos en El Junquito”, alertó.

Alfredo Romero resaltó que la mayoría de estos casos de detenciones se han dado en zonas populares, en la noche y la madrugada y sin orden o justificación alguna. “Personas han sido retiradas de sus casas, de manera arbitraria. Zonas importantes como Petare, donde la FAES (Fuerzas de Acciones Especiales de la Policía Nacional) ha ingresado de forma violenta en casa de personas para detenerlas; José Félix Ribas, Catia, El Valle, El Junquito, Cotiza, el barrio El Limón, San Martín, por mencionar algunos de Caracas. Los cuerpos de seguridad además han abusado del uso de la fuerza con los detenidos al someterlos a descargas eléctricas y golpizas que incluso han sido denunciadas ante tribunales. Aquí hacemos un llamado a los funcionarios de la Guardia Nacional y de la Policía, que sepan que se está haciendo vigilante en cuanto a las violaciones de los derechos humanos”, señaló.

Detalló que solo el 21 de enero se registraron 8 arrestos en Distrito Capital. Mientras, el 22 de enero se registraron 6 en Bolívar, 8 en Distrito Capital, 5 en Monagas, 13 en Nueva Esparta y 1 en Vargas para un total de 33 detenidos. «A los pocos que han presentado del 21 y 22 de enero se les imputan delitos como terrorismo, instigación al odio, alteración del orden público y desacato a la autoridad, los últimos dos se han vuelto los más comunes. Han retirado los cargos de terrorismo, por ejemplo, y en el caso de los de Caracas a algunos se les dio medida cautelar previa fianza. Todavía faltan por presentar en tribunales a más de 300 detenidos», expresó Romero durante una rueda de prensa de este viernes.

Asimismo, el abogado defensor de derechos humanos aclaró que en este registro preliminar no se encuentran personas detenidas por saqueo, pues consideran esta acción como un acto vandálico.

En cuanto a los asesinados en protestas, Romero dijo que hay diferencias en cifras, sin embargo, verificadas por el Foro Penal hay 22 personas asesinadas desde el 21 de enero. “3 en portuguesa, 2 en Táchira, 2 en Barinas, 2 en Amazonas, 7 en Bolívar, incluyendo 2 menores de edad, 5 en Caracas, y 1 en Mérida”, precisó.

Sobre Bolívar en particular dijo que hay asesinados en medio de saqueos, “5 de las 7 fueron asesinadas en un saqueo”, acotó.

Por su parte, Gonzalo Himiob Santomé, director vicepresidente de Foro Penal explicó que en este momento “es difícil establecer el patrón de actuación de los tribunales ya que solo han presentado a menos del 10% de los detenidos. No obstante, aseguró que en el caso de las actuaciones de los cuerpos de seguridad del estado “hay detenciones que son selectivas y el motivo es porque las protestas en esta oportunidad son en zonas populares y humildes de Venezuela”.

Himiob Santomé alertó que la represión no es solo de los cuerpos de seguridad, también han intervenido cuerpos de violencia informales como colectivos armados que incluso, se han atrevido en algunas zonas como ocurrió en estos días en el 23 de enero a dictar toque de queda. “Esto es completamente irregular y es una gravísima violación a los derechos humanos”, dijo.

Al día de hoy Foro Penal contabiliza 273 presos políticos, a los que deben sumarse los detenidos de enero de 2018.

Almagro recibe queja de 11 torturados en Venezuela por gente con acento cubano

EL SECRETARIO GENERAL DE LA OEA, Luis Almagro, recibió hoy un informe en el que se documentan 106 casos de torturas dentro de Venezuela durante este año, de los que 11 fueron supuestamente perpetrados por gente «con acento cubano».

Las denuncias se incluyen dentro de un informe titulado «La implementación de un sistema torturador», presentado hoy en la sede de la OEA en Washington por la abogada Tamara Sujú, directora ejecutiva del Instituto CASLA, una plataforma para los estudios de América Latina en la República Checa.

Sujú lleva documentando torturas en Venezuela desde 2004 y afirmó que este año, por primera vez, ha recibido 11 denuncias de venezolanos que dicen haber sido torturados por gente «con acento cubano», pero que se identificaron con «sobrenombres» y «números», por lo que no pueden probar su origen.

«En nuestro informe se habla de un sistema torturador porque no existe un organismo en Venezuela que no sepa de las torturas que se están haciendo», subrayó Sujú en una rueda de prensa.

Almagro, que acudió a la presentación del informe, aseguró que esta es la primera vez que la Secretaría General de la OEA recibe datos sobre supuestas torturas de personas «con acento cubano» y, por lo tanto, esa información aún debe de ser analizada para entender mejor sus repercusiones.

No obstante, el jefe de la OEA subrayó que en Venezuela hay cubanos dedicados a la inteligencia dentro del Ejército venezolano y dentro de la sociedad civil con el fin de detectar disidencias.

Almagro estimó que hay unos 46.000 cubanos en Venezuela, un número que también recogió en noviembre de 2017 el diario comunista cubano Juventud Rebelde.

Según ese medio, los cubanos estaban en Venezuela para ayudar en 20 programas sociales, entre ellos «Barrio Adentro», que busca fortalecer el sistema de salud pública.

«Recibimos la información -dijo Almagro- de que solo en la nomina venezolana hay 46.000 cubanos en Venezuela, si tenemos en cuenta que el Ejército colonial español eran 22.000, eso es más del doble. Es decir, esto es una fuerza de ocupación, una agresión directa de un país a otro, reprimiendo los derechos de la gente».

Almagro, además, consideró que los 46.000 cubanos «probablemente estén mejor entrenados y con mejor equipamiento» que la Guardia Nacional Bolivariana de Venezuela.

Desde 2014, el Instituto CASLA ha detectado 536 presuntos casos de tortura en Venezuela que están siendo examinados por la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI).

La Fiscalía de la CPI ha recibido numerosas denuncias sobre crímenes de lesa humanidad en Venezuela, incluida la presentada por seis países (Argentina, Colombia, Canadá, Chile, Paraguay y Perú).

El pasado febrero, por iniciativa propia, la Fiscalía de la CPI comenzó un examen preliminar a Venezuela el pasado febrero, paso previo a la eventual apertura de una investigación formal.