Reino Unido archivos - Runrun

Reino Unido

Reino Unido ratificó apoyo a la Asamblea Nacional de 2015
Tras el fin del interinato presidido por Juan Guaidó, el Gobierno británico ratificó su compromiso con la democracia en el país

 

Este jueves, 12 de enero, el Gobierno de Reino Unido emitió un comunicado en el que ratifica su compromiso con la democracia en Venezuela y reitera su apoyo a la Asamblea Nacional electa en 2015.

La resolución contó con el respaldo de 72 miembros y sólo 29 votos en contra; ocho personas se abstuvieron.

Tras la decisión anunciada, los activos en oro venezolano, que custodia el Gobierno británico, seguirán siendo considerados bajo la tutela del Parlamento opositor.

“Respetamos el resultado de esta votación. Seguimos considerando a la Asamblea Nacional elegida en 2015 como la última Asamblea Nacional electa democráticamente en Venezuela y tomamos nota de la votación que extiende su mandato por un año más”, se lee en el escrito.

Reino Unido no acepta la legitimidad de Maduro 

Por consiguiente, Reino Unido señaló que no “acepta la legitimidad de la administración establecida por Nicolás Maduro”.

El comunicado añade que continuarán trabajando junto a los socios internacionales para conseguir que éste sea un proceso democrático, libre y justo, tal y como ocurre en estos países.

“La restauración de las instituciones y prácticas democráticas en Venezuela es esencial y ayudará a poner fin a las múltiples crisis que afligen al pueblo venezolano”, concluyó el escrito.

Cancillería de Maduro: “Es una flagrante injerencia”

El Gobierno de Venezuela rechazó este viernes el reconocimiento que mantiene Reino Unido sobre la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) elegida en 2015, cuyo período venció en enero de 2021, por considerar que es una «flagrante interferencia» en los asuntos internos del país caribeño.

«Esa declaración representa una flagrante interferencia en asuntos que son de exclusiva competencia del Estado de Venezuela, con el propósito de afectar los verdaderos espacios de diálogos dispuestos por el presidente Nicolás Maduro», señaló la Cancillería en un comunicado.

Asimismo, dijo que esto perjudica los logros concretos que se han acordado para la «protección» de los venezolanos y la «restitución del patrimonio nacional», en el diálogo entre el Ejecutivo y la oposición venezolana en México.

«El Gobierno de Venezuela insta al Gobierno británico a buscar un rol constructivo y establecer con Venezuela vías de entendimiento que permitan superar los tropiezos en la relación bilateral, como la apropiación indebida del oro perteneciente al pueblo venezolano», añadió.

*Con información de EFE

“The fellowship of the King” y una cola que se ve desde el espacio
A las 7 a.m. en un parque de Londres, un grupo de desconocidos coincidimos en una cola para rendir el último tributo a la reina Isabel II de Inglaterra. Al cabo de 14 horas de caminata nos habíamos convertido en la “comunidad del Rey” 

@GITIW

A las 5 a.m. cuando sonó el despertador, lo apagué y dudé. Mi decisión de la noche anterior de ir a rendir tributo a la reina Isabel II de Inglaterra en su funeral de Estado en el Palacio de Westminster me pareció una locura. A esa hora, aún en la cama y con la luz apagada, revisé la página web oficial que informaba en tiempo real la duración estimada de la cola, así como el punto en el que debía unirme. Tenía que llegar hasta Southwark Park y luego hacer una cola de al menos 9 horas. 

¿Por qué, Giti?, me cuestioné. La respuesta que ponderaba la magnitud histórica del evento me pareció difícil de defender, pero eso que lo lleva a uno a hacer cosas inexplicables me hizo pararme de la cama, vestirme, preparar un par de sánduches y salir al frío de la mañana londinense. 

Fui sola y nunca había estado en esa parte de la ciudad. Iba a ser una aventura o una tortura, o quizás ambas. Al llegar a la estación del metro, una hilera de voluntarios con chaquetas anaranjadas y amarillas guiaba a los caminantes hasta el punto de acceso al parque. La gente, casi todos en pareja o en grupos pequeños, caminaba en silencio. Hacía frío y unos voluntarios repartían mantas de color azul pastel a aquellos que querían una. No la agarré y me arrepentí después.

desde el espacio

A las 7:30 a.m. estaba oficialmente en la cola. A esa hora había apenas unas 200 personas, pero con el pasar de los minutos se fue uniendo un mar de gente que me hizo recordar nuestras marchas en su momento de esplendor.

Tuvimos que esperar hasta las 9:30 de la mañana para comenzar a caminar. La razón era sencilla, no había espacio para avanzar. Los últimos en unirse a la cola la noche anterior no habían llegando a Westminster todavía. Cuando por fin pudimos dar el primer paso hubo una ronda de aplausos y vítores, aunque algunos ya tenían las manos ateridas por el frío y las piernas cansadas.

La cola avanzaba lentamente y en forma de zig-zag. Era tanta la gente que no se podía organizar la cola en línea recta, sino pasando por entre decenas de callecitas residenciales. Desde las casas nos miraban con una mezcla de asombro, admiración y compasión. Una señora, aún en bata de recién levantada, abrió la puerta de su casa y le ofreció el baño a quienes lo necesitaran. No vi a nadie entrar. 

desde el espacio

Una serie de carritos vendiendo te y café congregaron a los caminantes. El deshielo estaba comenzando. Por fin, tras salir de una larga calle curva, pudimos ver a lo lejos el Puente de Londres. Muchos tomaron fotos pues venían de otras ciudades y nunca habían visto la emblemática construcción, cuyo nombre fue usado como código para los preparativos del funeral en caso de que la Reina muriera en Londres. Como murió en Escocia, en su casa de Balmoral, se usó otro nombre código: Operación Unicornio.

desde el espacio

Quienes iban en pareja hablaban entre ellos pero volteaban de vez en cuando como buscando ampliar el círculo. La gente aprovechaba para entrar a los comercios a los lados del camino para comprar algo de comer y tomar. La pareja que tenía detrás entró a un supermercado y salieron con un paquete de chocolates que repartieron a los vecinos de cola. Me comí mi pedacito sin saber que la copiosa ingesta de dulces apenas estaba comenzando. 

El ambiente era festivo, de aventura y camaradería. En ese punto no había escuchado aún la primera alusión a la Reina. La cola, la experiencia de hacer la cola era lo que dominaba la conversación: que si cuánto iba a durar la cola, cuándo nos iban a dar los brazaletes de colores que permitirían el acceso a Westminster, que dónde estaban los baños más cercanos. 

Cientos de voluntarios de organizaciones como los Scouts y los Samaritanos respondían a todas esas preguntas. Siempre amables y pacientes. Cada quien comió lo que trajo, la mayoría sandwiches de queso y tomate. Ninguno de mermelada, excepto yo.  

La pareja que tenía adelante sacó una bolsa de culebritas de goma y las repartió. Más dulces. Luego fui por un chocolate caliente y regresé con galletas para todos. Tanto ellos como la pareja que venía detrás de mí eran ingleses, y resultó que los dos hombres habían vivido en el mismo pueblo de Wokingham, al sureste de Londres. Ya éramos un grupo. 

Por el acento, a ellos les fue fácil identificar que los miles de policías que custodiaban la ruta provenían de varias zonas del país. “¿Y quién está cuidando esas ciudades si todos están en Londres?”, comentó uno de ellos al grupo. 

Las donas de Beckham 

El sol salió justo cuando alcanzamos el Puente de Londres, punto en el que nos dieron las banditas amarillas que nos identificaban como caminantes y nos daría acceso a Westminster.

Era mediodía, llevábamos 5 horas caminando y aún faltaban 9 más. 

La cola se movía lentamente pero a ratos avanzaba un buen tramo de un solo golpe. Presumíamos que las pausas tenía relación con el cambio de guardia alrededor del féretro, que sucedía cada 20 minutos. 

Cerca del Teatro Nacional comenzó a sonar una música que a todos nos pareció como salida de una película. De un lado del río se veía la Catedral de San Paul y del otro el London Eye. Mi vecina de adelante iba leyendo la BBC y contó que la noche anterior David Beckham había hecho 12 horas de cola y que había llorado al ver el féretro. También comentó que el exfutbolista le había comprado donas a sus compañeros de cola. “Yo no traje donas pero tengo uvas, ¿quieren?”, dijo la señora y todos nos reímos. 

“There are boyfriends, girlfriends and queuefriends”, nos dijo uno de los voluntarios que nos encontramos en el camino. Era verdad, tras casi ocho horas de caminata, de compartir dulces, de aguantar el frío y el dolor en los pies, éramos oficialmente amigos de la cola. 

Una cola que se ve desde el espacio

Ya estábamos frente al Palacio de Westminster pero aún en el lado opuesto del río. Eran casi las siete de la noche. La cola pasó frente al mural que conmemora a las víctimas del covid. Es un tramo largo justo al bajar el puente de Westminster. El muro está decorado con más de 150.000 corazones rojos y rosados. En los corazones están escritos a mano los nombres, fechas de nacimiento y muerte de tantos seres queridos arrancado de los brazos de sus familias antes de tiempo. 

Se me aguaron los ojos. Me acerqué y leí algunos de los mensajes. Uno en particular me llamó la atención: tenía la foto de un médico con su bata blanca. Pensé en los médicos y enfermeros venezolanos que murieron de Covid-19, muchas de cuyas reseñas escribí para Runrunes durante buena parte de la pandemia. Frente a ese mural de corazones rotos me sentí triste y lloré. Quise escribir un mensaje para honrar a nuestro personal de salud pero no cargaba un marcador y además la cola ahora sí avanzaba rápido. 

Una de las amigas de la cola -en ese momento nadie sabía el nombre de los demás-, comentó que habían cerrado el acceso a la cola pues ésta había alcanzado su capacidad máxima. Los que llegaban eran enviados de vuelta a sus casas. ¡La cola se ve desde el espacio!”, dijo ella y todos miramos para arriba y saludamos, por si acaso. 

The Fellowship of the King 

Eran casi las 8 de la noche cuando por fin cruzamos el puente de Lambeth, uno de los tantos que cruzan el río Tamesis. El amigo de la cola que iba detrás de mí comenzó a cantar una canción y a bailar tipo cabaret, con ademanes de quitarse y ponerse un sombrero imaginario. Estaba remedando un musical llamado “The Lambeth Walk el cual hace referencia a ese puente. Me contó que era parte de un show de televisión llamado “Me and my Girl” que ya no transmitían. 

Señales en la vía advertían que no se podía acceder al palacio con comidas ni bebidas. Justo antes de pasar el primer punto de seguridad, todos comenzaron a comerse el resto de los dulces que tenían. Me sorprendió la cantidad de chucherías que los ingleses son capaces de cargar encima. Más cómico aún fue ver a una voluntaria de los Scouts sosteniendo un pote enorme lleno de golosinas para repartirlas entre aquellos que no tenían sus propios dulces. Nadie se quedó sin comer. 

Cuando entramos a los jardines del Palacio de Westmisnter comenzó a circular el rumor de que el Rey haría una vigilia esa noche junto al féretro de su madre. La gente se emocionó y comenzó a ver hacia arriba, hacia la bandera que ondeaba a media asta. De pronto se vio cómo la bajaron y luego izaron el estandarte que anuncia que el Rey está en el Palacio. Irrumpió un aplauso espontáneo para celebrar la visita del Rey, y el hecho de que estábamos tan cerca que quizás podríamos verlo. 

No llegamos a tiempo pues su vigilia duró 15 minutos y aún estábamos afuera, en el último tramo de zig-zag antes de entrar al Palacio de Westminster. Muchos vieron en sus teléfonos la transmisión en vivo de lo que sucedía a unos pocos metros de nosotros. 

Ante la inminencia del momento que todos habíamos ido a presenciar, le pregunté a mis amigos de la cola por qué habían decidido hacer 14 horas de caminata para vivir ese momento. La amiga que nos iba leyendo las noticias de la BBC contó que ella, cuando era una adolescente, vio a la Reina cuando inauguró una obra en su pueblo natal en Plymouth. Contó que estuvo tan cerca de ella que sus miradas se encontraron. Recordaba que la Reina vestía un traje azul y un sombrero. También su infaltable cartera. Era la única del grupo que la había visto en persona. 

Cuando llegó mi turno de explicar por qué había decidido estar allí, para mi sorpresa no dije nada acerca de la trascendencia del evento histórico. En cambio, dije que como inmigrante uno comparte pocas o quizás ninguna experiencia colectiva con en el nuevo país. Yo fui a mil marchas e hice mil colas en Venezuela, y recuerdo a los amigos que hice en esas experiencias. Puedo hablar de dónde estaba el 11 de abril. Puedo hablar de lo duro de abrazar a tus padres y hermanos cuando te despides en Maiquetía y no sabes cuándo los volverás a ver. Esas experiencias las comparto con millones de venezolanos y me unen a ellos. No puedo hablar del apagón de 2019 porque ya no estaba allá. Esa experiencia colectiva no me pertenece.

Esa mañana a las 5 a.m., sin saberlo y poder explicármelo, yo había decidido ser parte de esa experiencia colectiva en mi nuevo país. Había decidido estar allí y ser parte de algo que estaban viviendo millones de británicos. Por eso fui. 

Antes de entrar al gran salón donde estaba el féretro recibimos la orden de apagar y guardar el celular. La gente que hasta hace un instante reía y comía dulces estaba ahora en perfecto silencio. Una escalinata llevaba a lo alto del salón lo que nos permitió contemplar toda la escena desde arriba, en una gran panorámica. Perdí a los amigos de la cola, cada quien vivió ese momento en privado. Caminar junto al féretro fue una experiencia solemne como quizás no vuelva a vivir jamás. La bandera vistiendo el féretro, la corona sobre un cojín morado, los velones amarillos ardiendo a los cuatro costados, los guardias reales altos como titanes. No hubo un solo ruido pero tampoco era un silencio incómodo. Había paz. Por un segundo sentí pánico de que sonara mi celular aunque sabía que estaba apagado. 

En menos de tres minutos estaba del otro lado. Ya el ambiente no era de fiesta aunque tampoco vi a nadie llorar. Había tranquilidad y satisfacción por haber cumplido la meta pese al frío, el cansancio y la larga espera. Los amigos de la cola nos reunimos para despedirnos y tomarnos una selfie cuando una oficial de policía se acercó y se ofreció a tomar la foto. Al ver la imagen, el amigo de la cola que había hecho el Lambeth Walk nos bautizó como “the fellowship of the king”, la comunidad del Rey. Quería ser parte de algo y lo fui.

Las mejores imágenes de la Reina Isabel II con personajes históricos
En vida, Isabel II visitó más de 80 países y se fotografió con diversos personajes del siglo pasado, así como del siglo XXI.

Elizabeth Alexandra Mary, conocida como la Reina Isabel II de Reino Unido, falleció este jueves, 8 de septiembre, a sus 96 años y tras siete décadas de reinado.

El anuncio de su muerte lo hizo el Palacio de Buckingham en un breve comunicado que se publicó a través de las redes sociales.

«La Reina murió en paz en Balmoral esta tarde. El Rey y la Reina Consorte permanecerán en Balmoral esta noche y regresarán a Londres mañana», se lee en el texto de la Familia Real.

Nació en Londres el 21 de abril de 1926. Era la hija mayor de los duques de York, a la postre los reyes Jorge VI e Isabel.

Isabel II comenzó a ejercer sus funciones durante la Segunda Guerra Mundial y cuando su padre falleció, en el año 1952, se convirtió en Reina de Inglaterra cuando tenía apenas 26 años.

Mientras que el 9 de abril de 2021, la reina Isabel II sufrió la muerte de su esposo, el duque de Edimburgo, cuando este estaba por cumplir los 100 años de edad en junio de ese año.

La monarca fue, además, testigo de varios acontecimientos importantes en el mundo como la Guerra Fría, la carrera espacial, la caída del Muro de Berlín y la muerte de su nuera Lady Di.

Isabel II fue una de las monarcas más importantes de Europa. En vida, visitó más de 80 países y se fotografió con diversos personajes del siglo pasado, así como del siglo XXI.

Entre los personajes más destacados que conoció la Reina Isabel II se encuentran Nelson Mandela, el papa Juan Pablo II, los integrantes de la legendaria banda británica The Beatles, el trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, entre otros. 

A continuación, un recuento gráfico de los encuentros con personalidades destacadas con las que se reunió la Reina Isabell II.

Claves | Isabel II: la reina que dejó huella
A los 96 años este jueves falleció la monarca inglesa 
Fue testigo de grandes cambios en el mundo 

@franzambranor

Este jueves, 8 de septiembre, el mundo fue testigo del fallecimiento de una de las Reinas con mayor influencia: Isabel II.

Temprano, sus doctores habían anunciado el desmejoramiento de la salud de la monarca, al tiempo que se mostraban “preocupados” por su estado.

A lo largo del día, sus familiares se trasladaron a su residencia en Balmoral para acompañarla en las últimas horas. 

La Reina fue testigo de varios acontecimientos importantes en el mundo como la Guerra Fría, la carrera espacial, la caída del Muro de Berlín y la muerte de su nuera, Lady Di. 

Aquí presentamos unas claves del reinado de Isabel II:

Elizabeth Alexandra Mary nació en Londres el 21 de abril de 1926, es la hija mayor de los duques de York, a la postre los reyes Jorge VI e Isabel.

Comenzó a ejercer sus funciones durante la Segunda Guerra Mundial y cuando su padre falleció en 1952 se convirtió en Reina de Inglaterra con apenas 26 años. Su coronación fue la primera televisada en la historia.

Cinco años antes de su coronación se casó con el príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca con quien tuvo cuatro hijos: Carlos, príncipe de Gales (quien asumirá el trono); Ana, princesa real; Andrés, duque de York y Eduardo, conde de Wessex. Fue el matrimonio más duradero en la historia real, la pareja estuvo unida por 74 años.

Es una de las monarcas que ha reinado más tiempo en la historia y desde 2007 es la Reina más longeva en Inglaterra al superar a su tatarabuela, la Reina Victoria.  

Dos meses antes de cumplir 100 años y doce días antes de que ella llegara a los 95 años, falleció su esposo, el príncipe Felipe de Edimburgo.

Durante su reinado, Isabel vio pasar por Inglaterra a 12 primeros ministros. Winston Churchill la recibió como monarca y recientemente Lizz Truss estrechó su mano. 

La Reina visitó más de 80 países en visitas de Estado, incluyendo naciones de América Latina. Aunque no llegó a venir a Venezuela, recibió a dos presidentes: Carlos Andrés Pérez, en 1976, y Hugo Chávez en 2001. Esta visita fue polémica, puesto que Chávez quiso romper el protocolo y extendió los brazos ante la Reina,  con intención de abrazarla. Isabel II se limitó a marcar distancia y a hacer un gesto con la cabeza.

En 1997, luego de la trágica muerte de la Princesa Diana de Gales en un accidente de tránsito en París y respondiendo a presiones del pueblo y del entonces primer ministro Tony Blair, se dirigió a la nación en vivo para expresar el dolor que sentía la familia y agradecer las muestras de solidaridad. 

El 4 de noviembre de 2016, la empresa de streaming por TV, Netflix, estrenó la serie The Crown (La Corona), un drama histórico basado en el ascenso y la vida de Isabel II. 

Carlos es el nuevo rey del Reino Unido tras siete décadas esperando su turno
Carlos III se convirtió en heredero al trono con solo 3 años de edad, cuando su madre asumió la corona el 6 de febrero de 1952

Foto: EFE

La tarde de este jueves, 8 de septiembre, falleció la reina Isabel II en Balmoral (Escocia), y Carlos de Gales será el nuevo Rey de Reino Unido tras siete décadas esperando su turno.

Así lo señaló la primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, en una declaración al país ante la residencia oficial de Downing Street.

«Hoy la Corona pasa, como lo ha hecho durante más de mil años, a nuestro nuevo monarca, nuestro nuevo jefe de Estado, Su Majestad el rey Carlos III», manifestó en su declaración.

Además, dijo que el Reino Unido está «devastado» y en estado de «conmoción» por la muerte de la reina a los 96 años en Balmoral (Escocia), dijo, y calificó a la soberana de fuente de «estabilidad» y «fortaleza» para el país.

«A principios de esta semana, a los 96 años, se mantuvo decidida a cumplir con sus deberes cuando me nombró como su decimoquinta» jefa de Gobierno del país, agregó.

Carlos III lloró la muerte de «una soberana querida y una madre muy amada», en su primera reacción tras el fallecimiento de la monarca.

«Sé que su muerte será muy sentida en el país, los territorios y la Commonwealth, y por infinidad de gente en todo el mundo», señaló el nuevo monarca en un comunicado.

 

Carlos III se convirtió en heredero al trono de Reino Unido con solo 3 años de edad, cuando su madre asumió la corona el 6 de febrero de 1952.

Además, casado en segundas nupcias con Camilla, duquesa de Cornualles, Çarlos llega a reinar cuando ya es abuelo.

Carlos y su esposa, la reina consorte, que se habían desplazado como otros miembros de la familia real al castillo de Balmoral al empeorar el estado de salud de la reina, regresarán a Londres este viernes, 9 de septiembre.

Será el heredero de más edad

El primogénito de Isabel II batió esta marca el 19 de septiembre de 2013, cuando superó a su antepasado Guillermo IV, que accedió al trono en junio de 1830, a los 64 años, tras morir su hermano Jorge IV.

Guillermo IV murió sin herederos en 1837 y le sucedió su sobrina Victoria, que se convirtió a su vez en la monarca británica con más años de reinado, con 63, seguida de cerca por Isabel II.

Aunque Carlos ha sido el heredero varón más viejo, no ha logrado batir a la mujer que más años de espera acumuló, Sofía de Hannover (1630-1714), que falleció a los 83 años sin haberse puesto la corona.

Además de haber sido el heredero más longevo, también es el que más tiempo ha ocupado el cargo, superando a Eduardo VII, que llegó al trono con 59 años tras la muerte en 1901 de su madre, Victoria.

Desde su más tierna infancia, el príncipe Carlos, que cuenta con un amplio séquito de ayudantes, ha sido preparado para ser rey, lo que ha hecho aún más agonizante la espera.

Al convertirse en abuelo del príncipe Jorge, hijo de Guillermo y Catalina, el 22 de julio de 2013, bromeó con que el nacimiento había sido el acontecimiento más destacado de sus entonces 64 años de existencia.

Impaciencia no disimulada

Anteriormente, Carlos ha indicado que lamentaba la larga espera y, en un vídeo oficial grabado durante una visita a Escocia en 2012, sugirió que la perspectiva de su reinado se estaba reduciendo.

«¿Impaciente? ¿Yo? Qué sugerencia. ¡Pues claro que lo soy! Se me acabará el tiempo pronto. Me habré extinguido, si me descuido», declaró entonces.

Su biógrafa, Penny Junor, ha señalado que, como contrapartida, convertirse en rey impedirá a Carlos ocuparse de lo que hasta ahora ha llenado su vida, su lucrativa finca del ducado de Cornualles, con la que comercializa productos alimenticios de calidad, y sus diversas organizaciones de beneficencia.

Junto a la determinación de su madre, que a los 21 años prometió servir al Reino Unido y a la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth, excolonias) toda su vida, «corta o larga», Carlos ha tenido que hacer frente a la mayor popularidad de sus hijos.

Una encuesta hecha en julio de 2013, tras el nacimiento del príncipe Jorge -tercero en la línea de sucesión-, indicó que los miembros de la realeza más populares después de la reina eran los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, y el príncipe Enrique.

Además de sus problemas personales, como el amargo divorcio de la princesa Diana, ha contribuido a su impopularidad su imagen pública, pues a menudo es percibido como estirado y pomposo.

Se le achaca no querer aceptar las limitaciones actuales del monarca, que es una figura puramente ceremonial, y se ha sabido que ha escrito al Gobierno para intentar influir en asuntos nacionales.

En esta nueva etapa, cuando ocupará el papel para el que nació y fue educado, Carlos podrá por fin demostrar si, después de haberse adaptado al rol de eterno heredero, puede también conquistar el de rey.

*Con información de EFE

Fallo sobre el oro venezolano en Inglaterra se emitiría en octubre
Según el bando de Maduro, la Justicia británica debe respetar la independencia del poder judicial venezolano

El fallo sobre el oro venezolano depositado en el Banco de Inglaterra se conocería en octubre, después que la jueza Sara Cockerill del Tribunal Superior de Londres anunció que dicha decisión se emitirá después del verano.

Al conocerse esta decisión, se sabrá si es la junta del Banco Central de Venezuela (BCV) designada por Nicolás Maduro o la nombrada por Juan Guaidó la que tiene autoridad sobre las reservas de oro venezolano.

Tras culminar este lunes, 18 de julio, un juicio de cuatro días, Cockerill, indicó que, debido a otros compromisos, es improbable que haya un fallo antes de octubre. 

Según reseña una nota de EFE, la magistrada debe determinar si considera aplicables en Inglaterra las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que anularon los nombramientos de Guaidó a su junta «ad hoc» del BCV.

Si concluye que son válidas, sería el BCV de Maduro el que tendría autoridad sobre las 31 toneladas del metal precioso, valoradas en 1.600 millones de euros.

Por otro lado, en cambio, si se juzga que no rigen en jurisdicción inglesa, accedería el bando de Guaidó.

TSJ bajo lupa

El letrado de la junta presidida por Calixto Ortega, Richard Lissack, defendió la independencia del TSJ.

Por su parte, Andrew Fulton, del lado de Guaidó, instó a ignorar sus dictámenes con el argumento de que es una institución ligada al régimen de Maduro.

Lissack recordó a la magistrada que este caso es de «una enorme gravedad» y tendrá «reverberaciones», pues sienta precedente en el derecho británico.

En ese sentido, le pidió que ejerza «cautela» al pronunciarse y no se base en las «generalizaciones» y «habladurías» presuntamente esgrimidas por Fulton sobre la situación política en Venezuela.

 

Además, subrayó que este litigio no es «un juicio sobre el Gobierno de Maduro» sino sobre qué junta puede dar instrucciones al Banco de Inglaterra, y señaló que la de Guaidó no tiene poder real y «no responde ante nadie».

Concederle el acceso al oro les dará campo libre «para hacer lo que quieran» con impunidad, mantuvo.

Alegatos de Maduro y Guaidó

Mediante una declaración del 12 de julio, la presidencia interina reconoció la posibilidad de celebrar un juicio como este en Reino Unido.

«Reconocemos y respetamos el Estado de Derecho que se está haciendo valer una vez más en el Reino Unido», comentaron.

Por su parte, los abogados del bando de Maduro argumentaron que la Justicia británica debe respetar la independencia del poder judicial venezolano y no cuestionar sus decisiones.

Delcy Rodríguez asegura que Reino Unido pretende robarse el oro de los venezolanos
Rodríguez recordó que los lingotes fueron entregados como un «depósito» al Banco de Inglaterra

La vicepresidenta chavista, Delcy Rodríguez, aseguró este viernes, 8 de julio, que Reino Unido «pretende robarse el oro de los venezolanos».

Rodríguez hizo esta afirmación a propósito del litigio que se emprendió por el control de las reservas del país depositadas en Reino Unido, valoradas en unos 1.630 millones de dólares.

Durante un evento con movimientos sociales, Rodríguez dijo: «Deben pensar todos los países que lo que le han hecho a Venezuela se lo pueden hacer a ellos también».

«Tomar conciencia, no llevar su oro al Banco de Inglaterra, no ponerlo en custodia, porque, al final, van a terminar siendo víctimas de una piratería histórica de ese país que pretende robarse el oro de los venezolanos y las venezolanas», agregó.

Cabe recordar que el 20 de diciembre de 2021, el Tribunal Supremo británico aceptó, en parte, el recurso interpuesto por Juan Guaidó sobre si él o Nicolás Maduro, deben controlar el oro depositado en el Banco de Inglaterra.

La máxima instancia judicial británica remitió el caso a la División Comercial del Tribunal Superior para que determine a quién se autoriza la gestión del oro.

Al respecto, Rodríguez dijo que en los próximos días se dirimirá el «destino» del metal precioso. Según dijo, la disputa la da el Banco Central de Venezuela y solicitó el apoyo y «la pelea, en todas las instancias», de los ciudadanos.

«Venezuela está peleando el oro de los venezolanos. ¿Ustedes van a permitir que el Gobierno de Reino Unido, sumido en una profunda crisis, se robe el oro de todos los venezolanos? Por eso el BCV está allá, dando la pelea. Pero, nosotros tenemos que dar acá la pelea, en la calle», insistió.

 

Rodríguez recordó que los lingotes fueron entregados como un «depósito» al Banco de Inglaterra, y que el BCV consignó que solo Venezuela puede disponer de ellos.

«Es un país imperial, un país imperial que se ha robado un oro que depósito el BCV como un cliente», aseveró.

*Con información de EFE

Cancillería de Maduro rechaza decisión de tribunal de Reino Unido sobre el oro
De acuerdo con el comunicado del ministerio, este dictamen «violenta las normas del derecho internacional público, del orden constitucional venezolano y de la legislación británica, al tiempo que representa graves riesgos para las inversiones que la comunidad internacional ha confiado en el sistema financiero» de ese país

 

El Ministerio de Relaciones Exteriores de la administración de Nicolás Maduro rechazó este lunes el pronunciamiento judicial del Reino Unido mediante el cual aceptó en parte el recurso elevado por el líder opositor Juan Guaidó que lo avala como Presidente y le da poder para controlar los lingotes de oro depositados en el Banco de Inglaterra, valorados en unos 1.600 millones de euros.

Mediante un comunicado difundido por la Cancillería, el despacho aseguró que la decisión «impide el derecho del Estado venezolano a disponer, a través del Banco Central de Venezuela (BCV), de parte de sus reservas internacionales depositadas en el Banco de Inglaterra».

El máximo órgano judicial británico remitió el caso a la para que determine en última instancia a quién se autoriza la entrega del oro.

En el dictamen, la corte señaló que una declaración previa del Gobierno británico «fue un reconocimiento claro e inequívoco al señor Guaidó como presidente de Venezuela», por lo que esta parte del recurso sí fue aceptado por este tribunal.

 

 

Para el ministerio, este dictamen «violenta las normas del derecho internacional público, del orden constitucional venezolano y de la legislación británica, al tiempo que representa graves riesgos para las inversiones que la comunidad internacional ha confiado en el sistema financiero del Reino Unido».

Además, desde Caracas acusan a la Corte Suprema de Justicia del Reino Unido de estar subordinada «al mandato del Ejecutivo británico», quien, según Venezuela, recurre a un «montaje político fraudulento, en complicidad con factores extremistas de la política venezolana, encabezados por el impostor Juan Guaidó».

La cancillería tildó de «sorprendente e irracional» esta decisión y aseguró que con ella «ha puesto trabas» a la ejecución de los recursos para «cubrir contingencias» en el marco de la pandemia.

«Venezuela aspira que el propio sistema judicial del Reino Unido repare esta atónica decisión», se desprende del comunicado en el que insisten en que el Estado » seguirá ejerciendo todos los recursos» en la defensa del patrimonio que forma parte de sus reservas internacionales.

Guaidó celebró esta decisión mediante un comunicado en el que aseguró que asumirían «con dedicación» la siguiente fase del juicio «para probar la ilegalidad de las decisiones tomadas por el (Tribunal Supremo de Justicia) TSJ de Maduro en contra de la junta ad-Hoc del BCV (nombrada por él) y lograr su desconocimiento por parte de las cortes del Reino Unido».