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#EnPocasPalabras | Errores y horrores de Putin
A Putin, que parecía encaminado a jugar un papel medio respetable en la política mundial, le salió todo lo malo y la crueldad de su pasado como director de la KGB

 

Da vergüenza que a esta altura del siglo 21 haya invasiones y guerras y que el ser humano siga autodestruyéndose en búsqueda de ventajas para unos sobre todos los demás. Esta queja por supuesto está directamente relacionada con la invasión y guerra no justificada en contra de Ucrania.

A Vladimir Putin, que parecía encaminado a jugar un papel medio respetable dentro de la política y la economía mundial, le salió todo lo malo y la crueldad de su pasado como director de la agencia de espionaje soviética Komitet Gosudarstvennoy Bezopasnosti (KGB) o Comité de Seguridad Estatal, creada por Yosef Dzhugashvili, mejor conocido come Joseph Stalin, para imponer su dictadura.

El horror principal es la indiscriminada matanza de civiles, entre los cuales figuran mujeres, niños, ancianos y enfermos con la intención de doblegar la voluntad del pueblo ucraniano para un total que se calcula sea superior a las 100.000 personas, excluyendo a militares del ejército ucraniano.

La invasión incluye la destrucción casi total de la ciudad y puerto de Mariúpol y de unas docenas más de ciudades y pueblos cuyos centros habitados fueron arrasados al suelo. Los bombardeos y misiles teledirigidos destruyeron hasta hospitales e iglesias donde se refugiaban ancianos, enfermos y niños. Todos esos edificios bien señalados como refugios con cruces rojas y gigantescos avisos en ruso identificables desde el aire.

No es por nada que el presidente de Estados Unidos Joe Biden considera que Putin deberá ser acusado ante la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra como fueron juzgados los alemanes por las atrocidades cometidas durante la Segunda Guerra Mundial en los Juicios de Núremberg.

Errores estratégicos

A Putin, que se jacta de ser un estudiante de historia y evoca le épica derrota de la Alemania nazi por parte de la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial, se le olvidaron las lecciones de los alemanes en cuanto a la logística de la maquinaria de ocupación se refiere.

Al enfrentar una guerra no convencional puesta en práctica por los ucranianos, Putin está cometiendo el grave error de no saber organizar un sistema adecuado para el suministro de alimentos, gasolina y armas a sus ejércitos, tan necesario para permitirle cubrir las grandes distancias terrestres de Ucrania.

El despliegue de numerosos convoyes de tanques y carros blindados para la invasión poco ha podido en contra de los drones y lanza proyectiles portátiles ucranianos que los esperan para emboscarlos en zonas estratégicas que ellos bien conocen. Cosa que han convertido las rutas desde Rusia hacia varias partes de Ucrania en cementerios de tanques rusos.

Fuentes militares ucranianas indican que el ejército ruso tampoco usa formas de comunicación militar eficientes, sino teléfonos celulares fáciles de interceptarse; estos revelan al mismo tiempo la ubicación de sus usuarios y han contribuido a la muerte de por lo menos siete generales rusos. Ellos nos recuerdan que debido a las varias invasiones rusas muchos ucranianos hablan ruso perfectamente. 

Reportes recibidos de las zonas de conflicto indican que tropas rusas desabastecidas se han visto obligadas a saquear supermercados y centros de acopio para poder alimentarse.

Repudio ucraniano y mundial

La periodista Maria Varenikova, de The New York Times, reportando desde Lviv, importante ciudad de Ucrania del oeste, dice que la crueldad del ejército ruso ha causado entre la población local una amargura profunda que está uniendo a los ucranianos como nunca antes en un creciente odio hacia Putin y los rusos, sentimiento que difícilmente será olvidado en menos de 20 años.

El repudio de la invasión no es solamente mundial. También está latente dentro del pueblo ruso que no está de acuerdo con las decisiones de Putin. Según un asistente del líder de la disidencia rusa Alexei Navalny, buena parte del pueblo ruso está preocupada por el empeoramiento de la situación económica.

Antes de la invasión Rusia vendía y distribuía a un conjunto de países europeos −entre los cuales figuran Alemania, Checoslovaquia, Grecia, Italia, Francia y España− gas y petróleo al son de 120 millardos de dólares al mes, equivalentes a las dos terceras partes de todos los ingresos del país.

La arremetida de Putin es castigada con serias sanciones que incluyen la prohibición a los países de la OTAN de comprar gas y petróleo a Rusia. La medida busca evitar la dependencia a Rusia y los negocios con Putin, considerado un vecino impredecible y de gran peligro.

La grave e inevitable crisis económica que está afectando a Moscú se debe también al alto desgaste militar que no se puede calcular hasta que cese la invasión y la guerra. Así como cuando quedará substancialmente reducido su otrora gran mercado de petróleo y gas de Europa.

Contra el petróleo y gas ruso

El canciller alemán Olaf Scholz asegura que su país será autónomo del petróleo ruso para fines del 2022 y dejará de depender del gas de Rusia antes de junio 2024, contando especialmente con el aporte de 15 millardos de metros cúbicos de gas líquido (LNG) americano prometidos por Biden.

Francia y España ya están negociando la sustitución de petróleo y gas ruso con Nigeria y otros países africanos y del Medio Oriente. Mientras que Italia, Grecia y Albania han anunciado la reactivación del gasoducto de las empresas Edison de Italia y DEPA de Grecia conocido como Gasoducto Transadriático que sale de Israel y pasa por Chipre, Creta y la isla Lefkada de Grecia y termina en el puerto de Taranto en el sur de Italia.

Checoeslovaquia y Hungría entraron en conversaciones con Azerbaiyán para abastecerse de su gas y petróleo. 

Reestructuración geopolítica

Dentro del panorama geopolítico, varios países de la OTAN, encabezados por Alemania y Polonia, han anunciado una gran restructuración y ampliación de sus capacidades bélicas para protegerse de otros posibles sueños de conquista de parte de Rusia.

Un portavoz del Kremlin asegura que Moscú no haría uso de armas nucleares “… a menos que corra peligro la mera existencia de Rusia.” Pero el único culpable de esta situación es Putin y su futuro político está en veremos.

No se sabe cómo terminará la guerra. Putin todavía podría prevalecer y dividir el país apoderándose de los ricos recursos energéticos y de minería del este de Ucrania y consolidar su control de la zona de Donbass que ya cuenta con una importante presencia rusa.

Por otro lado, los ucranianos podrían mantener control de un gran porcentaje del país, incluyendo la capital Kiev; en cuyo caso Putin dejaría definitivamente de ser aclamado como el líder astuto y audaz en camino a la restauración de la grandeza de Rusia. ¿O más bien de la URSS?

Abril 5 2022

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Jose A. Guerra Mar 27, 2022 | Actualizado hace 1 mes
Ya Putin perdió la guerra

En la gráfica, la artista ucraniana Dariya Marchenko hace un retrato de Putin con 5000 casquillos de bala recogidos en la frontera este de Ucrania en julio pasado. La obra se llama El rostro de la guerra.

En la vertiente política de la guerra, la derrota de Putin es visible. Occidente está más unido que nunca

 

@JoseAGuerra

La invasión de Putin a Ucrania ha resultado un verdadero fiasco para Rusia. Lo que se pensó como una guerra relámpago para tomar Ucrania en varios días, se ha prolongado más de la cuenta para el Ejército ruso que ahora acusa el desgaste en las zonas de combate, con pérdidas humanas y de equipos fundamentales y además con el total repudio del pueblo ucraniano.

El famoso antiguo Ejército Rojo ha encontrado una resistencia inesperada en Ucrania que pone de relieve sus debilidades; y lo que le queda es aplicar lo que hizo en Grozny (Chechenia) y Alepo (Siria), ciudades que literalmente despobló y redujo a escombros con los bombardeos.

En la vertiente política de la guerra, la derrota de Putin es visible. Occidente está más unido que nunca. Estados Unidos recuperó el liderazgo mundial, Alemania se va a rearmar, posiblemente Corea del Sur desarrolle sus propias armas atómicas para defenderse de Corea del Norte y las pacíficas Finlandia y Suecia ahora quieren ingresar a la OTAN.

Desde el punto de vista económico, las sanciones y la congelación de los fondos rusos en el exterior están causando estragos. Se calcula conservadoramente una caída del PIB para 2022 de más de 10 %. Empresas extranjeras fundamentales han salido de Rusia y el desempleo aumenta a la par de la caída del rublo, que hoy es una moneda inservible. El petróleo ruso se vende con grandes descuentos, lo que merma la caja del Kremlin en una economía más dependiente del petróleo y el gas de lo que pensamos.

En lo referente a la geopolítica, Putin está aislado. Lo acompañan en su soledad Eritrea, Corea del Norte, Siria, Cuba, Venezuela y Nicaragua.

China ha guardado una sigilosa y aparente neutralidad, sin que se haya comprometido a ayudar a Moscú con armas y recursos. El mundo está contra Putin.

Ahora, si en el desespero Putin ordena atacar a Polonia o usa armas atómicas, las consecuencias para la humanidad serían devastadoras. Y de Rusia probablemente quede poco ante la capacidad atómica de los Estados Unidos, Francia e Inglaterra, desde las bases de la OTAN en Europa y los propios Estados Unidos. Un evento de ese tipo sería una tragedia para el planeta con consecuencias impredecibles.

The human bean

The human bean

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Runrunes de Bocaranda: MEDIO – LA GUERRA Y LOS CRÍMENES RUSOS
El desparpajo del jefe ruso ha sido grosero e inhumano. Bombardea hospitales, refugios, escuelas, edificios y casas 

 

LA GUERRA Y LOS CRÍMENES RUSOS

Ante el descaro de Vladimir Putin con la sangrienta invasión de Ucrania no les ha quedado otra alternativa a decenas de países sino condenar tal acción unilateral, sangrienta y manipulada por los medios de comunicación sometidos al Kremlin.

El desparpajo del jefe ruso ha sido grosero e inhumano. Bombardear hospitales, refugios, escuelas, edificios y casas le ha importado poco a quien tiene la obsesión de reinstaurar en el territorio europeo lo que alguna vez fue parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS por sus siglas). Los riesgos para el mundo entero son enormes de sentirse Putin triunfador en esta locura, de la que dice tener razones suficientes para ejecutarla. Escuchando, viendo y leyendo los cientos de informaciones que por distintas vías salen a diario en los medios globales, quedan claros sus propósitos. Putin ha sabido escalar su posición guerrerista e imperialista en las últimas dos décadas, mientras el mundo, la ONU, la OTAN y la Unión Europea no se percataban de los falsos montajes desde Moscú para querer anexarse no solo el territorio de Ucrania sino de otros países que antes fueron parte de la llamada “Cortina de Hierro”.

¿RAZONES CRIMINALES?

En la web hay demasiadas fuentes de información con analistas, escritores, historiadores y periodistas que, a diario, cada minuto, publican sus informaciones sobre esta peligrosa invasión que nos tiene al borde de una Tercera Guerra Mundial. Y que contempla el añadido de que sea la primera guerra nuclear con consecuencias que −al día de hoy− son imprevisibles.

Una nota de The New York Times hizo referencia sobre la guerra de Siria, apoyada por Rusia principalmente, cuyo legado se cierne sobre Ucrania y le ofrece potenciales lecciones a Putin de cómo actuar con impunidad. En otro documento leo que Putin viene pensando su estrategia desde la guerra de los Balcanes.

En varias ocasiones se ha referido al hecho de que el 24 de marzo de 1999, la OTAN lanzó una campaña de bombardeos aéreos contra Yugoslavia, compuesta entonces por Serbia y Montenegro, para poner fin a la represión de los kosovares albaneses, una acción sin precedentes contra un estado soberano en sus 50 años de existencia.

Y para Putin, el que no se hubiera sancionado a la OTAN ni a los gobiernos del mundo que apoyaron ese ataque para lograr sacar al llamado “carnicero de los Balcanes”, el dictador Slobodan Milosevic, le dio ánimo para él hacer lo mismo. Recordemos que Milosevic “condujo con mano de hierro el destino de Serbia. Dispuesto a exterminar por cuestiones raciales a los pueblos de los demás países balcánicos, se convirtió en un émulo de Hitler, un despiadado asesino de métodos brutales. Murió mientras lo juzgaban en La Haya por sus crímenes”.

A principios de los 90, el populista ‘Slobo’ inició la sangrienta desintegración de Yugoslavia. Nacionalista radical —inventó el lema «allá donde hay un solo serbio está Serbia»-, exacerbó el oculto nacionalismo de su pueblo emprendiendo la espeluznante guerra en Bosnia, tres años de limpieza étnica con 250.000 civiles muertos, miles de desaparecidos y al menos 12.000 violaciones consumadas ante la permisiva actitud de Europa.

Para contactarnos con la realidad actual en Ucrania y su parecido a Kosovo, la actual presidenta Vjosa Osmani estuvo el pasado 1/3/22 en Ankara, donde conversó con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y luego declaró a la prensa que “los objetivos de Rusia son claros; no se dirigen solo a Ucrania», sino también a desestabilizar los Balcanes occidentales, por lo que pidió el apoyo de Turquía para el reconocimiento internacional de Kosovo y su ingreso en la OTAN.

En una rueda de prensa conjunta con el presidente turco, la mandataria kosovar dijo que «ha llegado el momento de que Kosovo entre en la OTAN. El papel de Turquía en este asunto es muy importante». Añadió que los objetivos de Rusia incluyen «crear inestabilidad en los Balcanes occidentales”. Mientras tanto, la Rusia de Putin apoya directamente a Serbia, país del que se separó Kosovo unilateralmente en 2008.

PELIGROS

Ya varios países europeos, y de todo el globo, han alertado sobre el desenlace del conflicto si lo gana Rusia. Temen que, sintiéndose Vladimir Putin el nuevo zar ruso, siga avanzando con sus invasiones y guerras tanto en Europa como en Asia, en los territorios que él piense deben ser parte o que fueron de Rusia alguna vez en el tiempo.

Exacerbarle su ego, aplaudir sus desplantes, permitirle impunemente sus avances geográficos, como pasó el año 2014 cuando Crimea se convirtió en el foco de una de las peores crisis entre Rusia y Occidente desde la Guerra Fría. Es un enclave estratégico en el mar Negro con menos de 2 millones de habitantes y está casi completamente rodeado por el mar. Aunque la disputa por este territorio no es nueva, la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 encendió una mecha que, más que apagarse, se ha extendido a toda Ucrania.

Pero tampoco con esa anexión la respuesta de la OTAN, Europa y los Estados Unidos fue categórica. Putin se sintió fuerte y se confió en que si se anexaba Ucrania no recibiría ningún tipo de sanciones. Rusia considera que el sur es vital en la invasión de Ucrania. Ha sitiado varias ciudades en esa franja y ha capturado la planta de energía nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa. La operación en el sur se lanzó desde Crimea, que fue anexada por Rusia en 2014 y alberga una importante presencia militar rusa.

Laureano Márquez P. Mar 22, 2022 | Actualizado hace 1 mes
The human bean
Sería muy triste que toda esta aventura que somos termine por la ambición de un solo ser humano que tiene la posibilidad de aniquilar el universo

 

@laureanomar

Cada vez entiendo menos a este extraño animal que somos. Para que estas líneas lleguen a usted, querido lector, han tenido que producirse una larga sucesión de acontecimientos a lo largo de millones de años: al comienzo de todo, antes de la existencia del tiempo y el espacio, una explosión de algo tan extremadamente pequeño, que era del tamaño de un átomo, donde juntos estábamos, sin saberlo, los elefantes, los árboles, las piedras, los dinosaurios, los peces y todos los seres humanos que han sido y serán.

Todos aquellos que hemos admirado, pero también Putin y algunos otros de cuyo nombre no quiero acordarme. La Mona Lisa, la torre Eiffel, la iglesia de Santa Sofía, los misiles que hoy cayeron sobre Ucrania y nosotros, fuimos uno en el remoto principio. Somos pues, hermanos de la espuma, de las garzas, de las rosas y del Sol… ¡y del Sol! Es tan mágicamente increíble todo, que negar la existencia de Dios resulta, si se mira bien, inconcebible.

Luego del Big Bang, se produjo una expansión del universo que formó galaxias y sistemas solares (como decir que al átomo inicial le agarró la inflación de Venezuela y creció sin límites). Entre todos los sistemas solares, uno, el nuestro, cuyo tercer planeta comenzó a reunir las condiciones para la vida: el agua que dejó el paso de los cometas; la temperatura adecuada para la producción de oxígeno, hasta constituir una atmósfera; el surgimiento de la vida, su diversificación y evolución; hasta llegar a este animal que escribe y al otro que lee, porque aprendió a pensar, a comunicarse, a tener valores éticos, a entender y practicar el amor y la belleza. Como para andar perdiendo el tiempo luego de comprender todo esto, diría Séneca.

En fin, es largo el camino que nos lleva a Putin, el animal que más se asemeja a usted y a mí, querido lector, por más que nos parezca mucho más noble nuestro gato o nuestro perro. Un animal racional que tiene en sus manos la capacidad de poner fin a toda esta historia que hemos relatado, porque no existiendo humanos no hay universo, ya que este −como todo lo pensado− es una creación del entendimiento humano en el propio conocimiento de su ser.

Hasta donde alcanzamos a ver, no hay vida inteligente a nuestro alrededor más que la nuestra. Es decir, que con nuestro final morirían también todos los sistemas de pensamiento, las ideologías, la ilusión y la esperanza. Solo persistiría un caos amorfo.

Según todas las teorías, nuestra historia terminará en algún momento, cuando el Sol se extinga y con él nosotros, trastocados en polvo cósmico. Es el final garantizado que tiene esta historia y sucederá dentro de millones de años. Claro, quién sabe qué habrá descubierto el ser humano para entonces, quizá una forma de transformarse en luz que recorra los confines del universo. Es decir, en lo mismo que somos ahora, pero quizá de otra manera que en este tiempo de nuestra evolución no alcanzamos a imaginar.

Vuelvo a ese extraño animal que somos: un animal que ama hasta sacrificar su propia existencia por amor y que odia hasta el punto de hacer sufrir a sus semejantes torturas horrorosas, impensables en las más feroces bestias salvajes. Es increíble que un ser, capaz de pensar, mate.

Sería muy triste que toda esta aventura que somos termine por la ambición de un solo ser humano que tiene en sus manos la posibilidad de aniquilar el universo. Este podría ser el auténtico final de la historia.

Qué vergüenza si luego llegan seres de otros mundos y encuentran y descifran el desastre de una especie que, con todas sus maravillosas capacidades, optó por su propia extinción. Quizá no entiendan cuando vean las ruinas de nuestros museos, si queda algún testimonio de nuestro arte y de nuestro amor, cómo fuimos tan imbéciles, cómo llegamos a tanto. Seguramente no entenderán, cuando analicen los restos de nuestros cuerpos, cómo el cerebro humano, capaz de tantas cosas a lo largo de su evolución, acabó su historia convertido en estúpida masa gris del tamaño de un frijol.

Termópilas

Termópilas

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Froilán Barrios Nieves Mar 16, 2022 | Actualizado hace 1 mes
Putin, un paria planetario
Las marchas en rechazo a la guerra de agresión contra Ucrania se multiplican en las capitales del mundo

 

@froilanbarriosf

Al cumplirse tres semanas de guerra salvaje del régimen ruso crece la ira del criminal Putin ante la incontenible conexión emocional de solidaridad global con el pueblo ucraniano y su presidente Volodímir Zelenski. Las marchas en rechazo a la guerra de agresión contra Ucrania se multiplican en las capitales del mundo con centenares de miles de asistentes.

Putin, quien creía asaltar en 2 días a Kiev, pasearse como un césar romano en la céntrica plaza de la Independencia y nombrar un gobierno prorruso, siente en carne propia el desprecio de multitudes. En Rusia han arrestado a más de 18000 manifestantes contra la guerra; en el canal de TV oficial una periodista filtró un cartel el 14/3/2022 denunciando lo prohibido: decir la verdad sobre el conflicto. “No a la guerra, paren la guerra, no crean en la propaganda, aquí les están mintiendo».

Este rechazo nacional y mundial ha desquiciado al tirano al extremo de imponer una ley en la Duma que condena con penas carcelarias de 15 años y multas de 12.000 dólares a los periodistas que difundan la verdad sobre el frente de guerra en Ucrania. A los ciudadanos que protestan los acusan de traidores a la patria, en este caso a los planes macabros de Putin y sus oligarcas.

Las noticias del holocausto al que ha sometido a Ucrania no son halagadoras. A pesar de haber difundido una vasta campaña de calumnias, acusando al gobierno de Zelenski de “nazis y de agresores al pueblo ruso”, los partes de sus generales, algunos de ellos caídos en combate, anuncian desmoralización de la tropa y desgano en la ofensiva. Lo que explica cómo un ejército de 200 000 soldados requiere contratar a mercenarios sirios para derrotar a un enemigo de menor envergadura.

En una huida hacia adelante, Putin intensifica los bombardeos, el secuestro de alcaldes y personal médico. Un ataque inmisericorde a la población civil con la intención de desmoralizar al pueblo ucraniano.

Por el contrario, este ha respondido con un talante patriótico. Decenas de miles de ciudadanos de 50 nacionalidades han ingresado a territorio ucraniano a incorporarse a los campos de batalla, despertando el sentimiento de nación en la población martirizada. Mientras, en la Unión Europea y EE. UU. han recibido a más de 3 millones de refugiados siendo más de la mitad niños y adultos mayores.

Putin, más solo que Stalin

En la otra baranda, en la acera del dictador, cunde la rabia, el aislamiento y el desconcierto ante las certeras sanciones de EEUU y la UE. Hoy Putin luce más solitario que Stalin antes de su muerte. Ya han abandonado el país más de 200.000 rusos por Finlandia y 20.000 por Georgia, temerosos de que retorne la tenebrosa época de la URSS y el sistema descrito por George Orwell en su famosa novela 1984. Como dato particular, ni siquiera en Moscú ha habido manifestación alguna de apoyo a la invasión, tan solo en la Republicana Centroafricana unos pocos acudieron a solidarizarse con Putin.

En la ofensiva criminal contra Ucrania resalta el pánico del exagente de la KGB al mundo occidental. Y a sus valores: las libertades económicas y sociales y el referente de la democracia que, con todos sus defectos, ha demostrado que la humanidad puede convivir en paz a pesar de las diferencias.

Para Putin, Lukashenko y unos cuantos líderes autoritarios en Oriente y Occidente, estos son conceptos degradantes de las sociedades. Las cuales “requieren mandatarios de mano dura”. Para estos tiranos, las democracias son decadentes, dominadas por la sensiblería de la libertad de expresión, no son viriles y no son capaces de hacer la guerra.

La inmolación de Ucrania

Pretender continuar con el argumento de que la invasión a Ucrania por Rusia ha sido culpa de la OTAN y la UE, con sus pretensiones de extenderse hacia el Este, es una excusa vana y perversa. La última vez que una fuerza extranjera pisó el territorio ruso fue en 1945, al final de la segunda guerra mundial.

Hoy Ucrania se ha inmolado en nombre de la humanidad y no ha sido en vano su sacrificio. Ha convertido a su agresor, el criminal Putin, en un paria planetario, odiado por todo el mundo. No en balde ha sido despreciado en todos los escenarios económicos, sociales, culturales, deportivos, etc.

El heroísmo del pueblo ucraniano deberá ser compensado con el enjuiciamiento del dictador y sus oligarcas en la Corte Penal Internacional como criminales de guerra, tal como fueron tratados los nazis en los juicios de Núremberg. Así también con la reconstrucción del país como tarea de la comunidad internacional, luego de consumada la derrota del invasor.

La osadía de Putin no tiene parangón. No tuvo consideración alguna con los habitantes de este mundo, sobrevivientes de la peor pandemia en los últimos 100 años, quienes tratando de recuperarse en 2022 son sorprendidos ahora por un conflicto de impacto global, producto de una mente torcida solo comparable con la de quienes asolaron al planeta durante el siglo XX.

*Movimiento Laborista.

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Eddie A. Ramírez S. Mar 15, 2022 | Actualizado hace 1 mes
Mercenarios
 Mercenarios no son solo quienes utilizan armas. También quienes portan toga y birrete, magistrados del TSJ, rectores del CNE y uniformados verde oliva

 

Siempre hay alguien dispuesto a venderse al mejor postor. El concepto antiguo era considerar mercenario a alguien que no pertenecía a ninguno de los bandos en pugna, por lo que estaba dispuesto a morir por dinero y no por una causa. Desde tiempos remotos la historia narra infinidad de casos. Griegos, persas, romanos y otros los utilizaron en sus guerras. A veces el rey o el señor feudal, es decir quien contrataba, no tenía dinero, por lo que “pagaba” con el derecho al pillaje de las propiedades de los vencidos.  “Soldados de fortuna”, los llaman algunos.

Ahora, Putin anuncia descaradamente que está contratando mercenarios, incluso sin importar si tienen antecedentes penales. El tirano no quiere correr el riesgo de que caigan soldados rusos, ante la valiente resistencia de los ucranianos que se niegan a ser sometidos.

Hoy en día se considera despreciable al mercenario y a quien lo contrata. Sin embargo, no siempre fue así. Algunos lograron honores y unos cuantos son todavía considerados héroes. En mi etapa preadolescente recuerdo una canción en francés ensalzando a Bertrand Du Guesclin. Ya en bachillerato, estudiando historia de España, aprendí que el héroe de la Guerra de los Cien Años, entre Francia e Inglaterra, fue también un mercenario que intervino en favor de Enrique de Trastamara, conocido como “el fratricida”, en la disputa por la corona de Castilla. Dicha intervención fue bochornosa, ya que facilitó que el Trastamara matara a su medio hermano Pedro I, llamado “el cruel” o “el justiciero”. Du Guesclin tiene estatuas en Francia.

Con el tiempo se ha ampliado la acepción del término mercenario. Ya no son solo los “perros de la guerra”, como los llamó Forsyth en su conocida novela ubicada en África.  Mercenario es cualquiera que defiende un gobierno o una empresa, sin sentir simpatía o antipatía con determinada causa o ideología, ni importarle si es o no responsable socialmente. Solo lo hace para lucrarse. Hacen suya la frase de Du Guesclin de “Ni quito, ni pongo rey, pero ayudo a mi señor”, por cierto, choteada por Sancho Panza. Es decir, ayudo a quien me paga.

En tiempos de dictadura abunda este tipo de mercenario. En Venezuela tenemos el caso evidente de los grupos llamados colectivos, organizados, armados y financiados por el régimen. Este los utiliza, no solo para causar terror entre quienes protestan pacíficamente, sino para evitar en lo posible que funcionarios de la policía y de la Guardia Nacional sean señalados por asesinatos y por causar lesiones. La presencia de los colectivos proporciona al régimen la excusa para decir que fueron enfrentamientos entre civiles no identificados, intentando así eludir acusaciones de violaciones a los derechos humanos.

Mercenarios no son solo quienes utilizan armas. También quienes portan toga y birrete, magistrados del TSJ, rectores del CNE y uniformados verde oliva, que se prestan a ejecutar medidas que violan la Constitución y las leyes. ¿Habrá alguno que lo haga por razones de afinidad ideológica con el régimen? Quizá haya alguna excepción, como los hermanos Rodríguez que lo hacen por resentimiento atávico.

A nadie debe extrañar que Maduro apoye a Putin. Ambos son tiranos que contratan mercenarios, armados o no.

Solo las dictaduras de Bielorrusia, Siria, Corea del Norte y Eritrea no condenaron en la ONU la invasión rusa a Ucrania. Maduro no pudo sumarse a este perverso grupo porque está moroso con la cuota, pero él y su ministro de Relaciones Exteriores lo han manifestado en declaraciones vergonzosas.

Por otra parte, no podemos obviar mencionar que alguien, en su empeño en poner término a la dictadura de Maduro, actuó equivocadamente al contratar una empresa que alquila mercenarios. La llamada operación Gedeón estuvo integrada por jóvenes venezolanos valientes, románticos sin sentido de la realidad, pero con la mancha de incluir a tres mercenarios.

Como (había) en botica

En relación a la cuestionada delegación del gobierno estadounidense que se entrevistó con Maduro y con el presidente Guaidó, es preferible esperar información. La percepción inicial es que solo benefició a los dos presos liberados. Los visitantes no pueden ignorar que Pdvsa está imposibilitada de suministrar crudo y productos para sustituir a Rusia. ¿Podría ser que el poderoso lobby de Chevron esté intentando que el régimen ceda en algo para que, en reciprocidad, Estados Unidos le permita cierto margen de libertad comercial a esta empresa?

Chevron ha estado cerca del régimen. Incluso, en la empresa mixta que tiene con Pdvsa, aceptó despedir a profesionales por haber firmado la solicitud de revocatorio contra Chávez o por ser despedidos de Pdvsa durante el paro cívico, lo cual reclamamos en su oportunidad. Maduro quizá pudo tener algún beneficio mediático, pero quedó mal ante la Corte Penal Internacional, al ser evidente que nuestro sistema judicial depende de Miraflores.

√ Lamentamos el fallecimiento de nuestro compañero de Gente del Petróleo y de Unapetrol, Atilio Diaz Reyes.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

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Con la masacre de Ucrania también está en peligro la humanidad
Además de la tragedia que sufre hoy Ucrania es el destino de la humanidad el que está en juego

 

@froilanbarriosf

Las escenas que vemos de la guerra desatada por el criminal Putin contra su vecino Ucrania, son escalofriantes, devastadoras. Te encoge el alma la muerte desatada de civiles, incluyendo infantes, por la crueldad de un antiguo agente de la KGB cuyo nefasto sueño es restaurar el imperio soviético. Los bombardeos a Jarkov, Mariupol, Kiev entre otras ciudades por la fuerza aérea rusa nos trasladan a la Guernica bombardeada por la Luftwaffe nazi.

Con la invasión quisiera retornar a los tiempos del Pacto de Varsovia, cuando el Kremlin atropellaba a placer cualquier alzamiento popular contra la dictadura del PCUS en Europa del Este. La sublevación en junio de 1953 en la Alemania Oriental, conocida como Aufstand, fue reprimida violentamente por el Grupo de Fuerzas Soviéticas en Alemania; luego la revolución de los consejos obreros en Hungría en octubre de 1956, que amenazó con expulsar el dominio soviético, fue repelida salvajemente por el ejército extranjero. Luego en Checoeslovaquia en agosto de 1968 para poner fin a la Primavera de Praga, todas iniciadas en nombre de la libertad, la democracia y de independizarse del yugo de la URSS.

El resurgimiento de esta especie de dinosaurio, mixtura de la crueldad de Joséf Stalin y el delirio de Adolfo Hitler, ha impactado a la UE y a la OTAN, quienes ante la valentía demostrada por el pueblo ucraniano y su presidente Volodímir Zelenski, han modificado su actitud aprehensiva y han reaccionado aprobando medidas más radicales ante un dictador enfermo dispuesto a utilizar su armamento nuclear contra Occidente. 

La comunidad internacional se percata de que está frente a un orate dispuesto a retroceder a la humanidad a la Edad de Piedra si no aceptan sus caprichos y delirios de grandeza. Y ya no dudan en enviar armamento militar y financiero a Ucrania para enfrentar la cruenta invasión. 

Tanto es así que Berlín no desearía ver de nuevo a soldados rusos clavar su bandera en la Puerta de Brandeburgo y en el edificio del Bundestag, como sucediera en mayo de 1945; los países del extinto Pacto de Varsovia verse ultrajados como otrora. Y, en el caso de Polonia, a punto de ser invadida en 1981 por la URSS, quien retrocediera por la fuerza del Movimiento Solidaridad de Lech Walesa, quien inició el dominó que echó abajo a la siniestra Cortina de Hierro.

Estoy convencido de que a Putin se le ha enredado el papagayo con la invasión. Ha generado la unidad nacional de los ucranianos en la incondicional defensa de su patria, y en el plano internacional es repudiado en todo el planeta. Incluso hasta la China intenta solapar la vergüenza en los organismos de la ONU salvando el voto ante la condena mundial a la agresión.

Este no es el caso del usurpador Maduro y su camarilla, quienes muestran su talante dictatorial apoyando la invasión, señalados incluso por exaliados como perrito faldero y títere de Putin, como en efecto lo es.

Quienes soñaban con una recuperación económica para 2022 se quedarán esperando ante la brutalidad de una dictadura que prefiere una vez más atarse al eje del mal que remediar la tragedia que sufren los venezolanos.

La protesta mundial debe expandirse a los cinco continentes, como lo hemos visto en Moscú, San Petersburgo y otras ciudades de Rusia cuyo régimen ha apresado a más de 7000 personas que rechazan la invasión. En Berlín, donde se han reunido más de 100.000 personas el pasado fin de semana, en Nueva York, Tokio, Madrid con el mismo objetivo.

Además de la tragedia que sufre hoy Ucrania es el destino de la humanidad el que está en juego. La comunidad internacional ya sabe que tenemos un loco suelto en el escenario mundial, amenazando la paz mundial. ¿Quién le pone el cascabel al gato? Es hoy el reto. 

Entre tanto el pueblo ucraniano está señalando el camino, como su dice su presidente: “¡Slava Ukrayni, Heroyam Slava” o “Gloria a Ucrania, gloria a sus héroes”. Aun cuando pretenda aplastar a Ucrania, ya Putín perdió esa guerra. Su «Blitzgrieg» guerra relámpago nazi no le ha funcionado, será una derrota histórica.

*Movimiento Laborista.

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Orlando Viera-Blanco Mar 01, 2022 | Actualizado hace 1 mes
Putin calculó mal
Putin calculó mal. Un terrible error histórico que cataliza la reunificación de Occidente y pone la lupa en los modelos tiránicos. Venezuela incluida.

 

@ovierablanco

De la Unión Soviética a la OTAN

El 28/12/1922, en la Conferencia de las Delegaciones Plenipotenciarias de la República Federal Socialista de Rusia [RFSR], Transcaucasia, Ucrania y Bielorrusia aprobaron el Tratado de la Unión y la declaración de la creación de la Unión Soviética. Lenin −en el marco de una Europa devastada por la I GM− crea Bielorrusia o Rusia Blanca y Ucrania, integrando “forasteros” a territorio soviético. 

Stalin, con su limpieza étnica, indujo la migración selectiva que trajo el levantamiento de rusos-musulmanes en Chechenia. Este estratégicamente cede Crimea a Ucrania, asegurando desde los puertos de Odesa (Ucrania) y Sebastopol (Crimea) su paso del mar Negro al mar Mármara (Turquía), por el estrecho de Bósforo y Dardanelos; de ahí al mar Egeo y al Mediterráneo y luego por Gibraltar o Suez a océanos abiertos.

Recordemos que el Tratado de Montego Bay (Derechos del Mar / Jamaica 1982) inspirado en la doctrina de Mare Liberum (Mar libre) de Hugo Grocio, internacionaliza los estrechos por lo que los países no necesitan autorización para navegar… La OTAN nace con el Tratado de Washington (1949). Hoy la integran 30 naciones y 16 países asociados. Vino a contrarrestar las arremetidas de Stalin después de la II Guerra Mundial. Nacía la Guerra Fría.

Cuando asume Gorbachov (1985) las políticas de glásnost (liberación) y perestroika (apertura/reconstrucción), potenciaron la secesión. La liberalización política permitió el multipartidismoy el nacionalismo. Se fractura el Partido Comunista y su poder de centralización. La economía se privatizó y fue controlada por las repúblicas federadas. Mijaíl Gorbachov (premio nobel de la paz 1990) propuso la creación de un nuevo Tratado de la Unión que dejaría al gobierno central los asuntos de defensa y política exterior. Pero fue rechazado por Boris Yeltsin.

El 25/12/1991, los líderes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia disuelven la URSS… Alemania Oriental fue absorbida por la R. F. Alemana a raíz de la caída del muro de Berlín. Se independiza el Telón de Acero. Más repúblicas independientes se adhieren a la OTAN. Ucrania no.

A raíz de la invasión de Ucrania (2022), las repúblicas de Estonia, Letonia, Lituania y Eslovaquia (miembros de la OTAN post guerra fría) invocaron la aplicación del Art. 4 del Tratado de Washington. Esto es, “elevar consultas y tomar medidas por ver amenazadas su integridad territorial, seguridad e independencia”.

De Moscú a Donbast, Kiev y Beijín

Thomas Friedman, del New York Times, comenta: “Ese equilibrio (OTAN) o desequilibrio, en opinión de Putin, era el equivalente humillante de las imposiciones del Tratado de Versalles sobre Alemania después de la I Guerra Mundial. Moscú tuvo que tragarse la expansión de la OTAN de países de Europa del Este que habían sido Unión Soviética, como Polonia”. Pero no traga que lo haga Ucrania. Putin siente cerca el cinturón militar de la OTAN. Por eso ocupó Crimea, garantizando que su flota en Sebastopol logre salida a los estrechos del Bósforo y Dardanelos. Y cae Dombás…

Dombás es una abreviatura del nombre ucraniano “Donetskyi baséin”, ‘cuenca del Donets, río que atraviesa las provincias separatistas al Este de Ucrania, Lugansk y Donetsk. Putin reconoce (ilegalmente) su independencia y con esta excusa entra a territorio ucraniano. Putin presiona que el presidente Zelenski no entre a la OTAN, pero permanecer en Ucrania exige elevados costos políticos, militares y económicos. Putin no puede reescribir unilateralmente las reglas del sistema internacional vigente desde la IIGM, devorando todo a su lado.

Parafraseando el libro de Robert Kagan, La selva crece de nuevo, el regreso de un estilo brutal de geopolítica como la invasión a Ucrania es temerario.

El mundo de 1945 o 1989 no es el de 2022. Nos dice Friedman: “Puede que estemos de vuelta en la jungla, pero hoy la jungla está conectada (…) Internet, redes viales, ferroviarias, aéreas; mercados financieros; cadenas de suministro (…) Mientras la guerra se desarrolla en Ucrania sus riesgos se sienten en todo el mundo, incluso en China, que tiene buenos motivos para preocuparse por su amigo en el Kremlin”.

Putin calculó mal

Adolf Hitler dijo: “El comienzo de cada guerra es como abrir la puerta a un cuarto oscuro. Uno nunca sabe lo que está escondido en la oscuridad”. Pero “¿Sabe (Putin) lo que no se oculta aun en la oscuridad?”. Destaca el columnista del New York Times: “Rusia pretende apoderarse de un país libre con 44MM de personas, poco menos de un tercio de Rusia. La mayoría de los ucranianos han estado luchando por ser parte del occidente democrático y de libre mercado por 30 años. Gracias a la rápida globalización, la U.E. ya es el mayor socio comercial de Ucrania, no Rusia”

Esta guerra también será una prueba de fuego para China. Putin ha arrojado el guante a Beijing: ¿Vas por ellos o dejas que vengan por mí? Nader Mousavizadeh, consultor global, comenta: “Los intereses de China y Rusia hoy en día no son idénticos (…) China quiere competir con EE. UU. en la economía, innovación y tecnología global y cree que puede ganar; mientras Putin está listo para incendiar el estadio…”.

El dilema para China está entre elegir un orden económico estable y plural logrado desde una visión de apertura con US o aliarse con el autoritarismo incendiario de Putin.  Y “Xi Jinping no es tonto. La economía de China depende más de Ucrania que de Rusia”. 

China supera a Rusia como el mayor socio comercial individual de Ucrania y supera a EE. UU. como el mayor socio comercial de la UE en 2020. Beijing no puede darse el lujo de involucrarse en un conflicto con una Rusia cada vez más agresiva y un Putin inestable. La estabilidad de China, del Partido Comunista, descansa en la capacidad de Xi Jinping de sostener y crecer su masiva clase media. Y eso depende de una economía mundial estable, en paz y crecimiento.

En conclusión, Putin calculó mal. Un terrible error histórico que cataliza la reunificación de occidente y pone la lupa en los modelos tiránicos. Venezuela incluida.

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