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Observatorio de Conflictividad Social registró al menos 600 protestas durante enero
La mayoría de las protestas que registró preliminarmente el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social durante enero fueron por exigencias de mejores salarios

 

El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) reportó, de forma preliminar, al menos 600 protestas en el país durante el mes de enero, relacionadas a la exigencia de derechos económicos, sociales, culturales y ambientales.

Isabel Guerrero, investigadora del Observatorio de Conflictividad Social, declaró a El Pitazo que el motor de las protestas que se han desarrollado han sido laborales.

En su informe de 2022, según el OVCS, las protestas laborales encabezaron las exigencias. Se registraron unas 1.642 veces por salarios en seis meses del año.

Y  en enero de 2023, 347 protestas de las contabilizadas fueron por mejores salarios. 

“Una de las particularidades de estas manifestaciones es que la gente organiza movilizaciones por sus reivindicaciones laborales que se hacen hasta las sedes de los organismos que deben responder a su reclamo”, comentó Guerrero a El Pitazo.

Protestas laborales amenazan con reventar la burbuja

En el inicio de 2023, maestros, personal sanitario, profesionales, técnicos, obreros, trabajadores de las empresas básicas del Estado como Sidor (Siderúrgica del Orinoco) y la CVG (Corporación Venezolana de Guayana), universitarios, empleados públicos, jubilados y pensionados no escatimaron esfuerzos para salir a la calle a clamar por sus reivindicaciones.   

“El año 2022 fue un año de luchas, quizás no con la misma intensidad con la que hemos iniciado el 2023, un año parecido al 2018, donde tuvimos que apelar a un paro indefinido porque los salarios no alcanzaban”, declaró para un reportaje de Runrunes el pasado 19 de enero Ana Rosario Contreras, presidenta de la junta directiva del Colegio de Enfermeras del Distrito Capital.

Contreras considera que el Estado es el principal responsable de fomentar un salario digno para los trabajadores.

Cuando Maduro dice que no hay dinero para aumentar a los empleados es una falta de respeto, porque los trabajadores no podemos seguir asumiendo las consecuencias de una crisis que no generamos”, dijo.

Según Contreras, los profesionales de la salud escasamente devengan 15 o 16 dólares mensuales.

Gobierno negado al aumento de salario

En un video que publicó vía Twitter, el economista venezolano José Guerra sentenció: «Maduro se niega a aumentar los salarios y las pensiones de los venezolanos teniendo los recursos para hacerlo».

De acuerdo con Guerra, en la reunión que se llevó a cabo en la isla de Margarita y donde se contó con asistencia técnica de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), desde el gobierno negaron un aumento salarial.

«En la reunión de Margarita, auspiciada por la OIT, su representante, exsindicalista y ahora ministro del Trabajo, Francisco Torrealba, negó el aumento salarial», fustigó.

Ante eso, envió un mensaje a los trabajadores de la administración pública: «Maduro no quiere aumentar los salarios teniendo los recursos, porque sí tiene».

Según Guerra, se estima que este año Venezuela reciba 28,700 millones de dólares más lo que está percibiendo actualmente por las exportaciones que está haciendo  Chevron.

Organizaciones sindicales exigen “compromiso serio” de actores reunidos en foro social de Margarita

Lo que realmente muestran los videos virales del presidente Maduro
Los recientes videos compartidos desde la cuenta de Twitter del presidente venezolano indican que el Gobierno busca extender la hegemonía comunicacional a las plataformas digitales. A saber de expertos en marketing político, la intención es posicionar tres mensajes clave: “Yo conduzco este país, la situación está normal, y estoy tranquilo”. Sin embargo, varios obstáculos dificultan la conquista de las redes sociales: el contraste de los mensajes con una realidad caótica, la carencia de una narrativa coherente en los videos y, de paso, pifias inexplicables propias de un camarógrafo amateur

 

@GitiW

NICOLÁS MADURO TOMA EL VOLANTE y sale a recorrer las calles de Caracas en compañía de su círculo más íntimo. A bordo, alguien enciende la cámara del celular y registra un minuto del recorrido. No se trata de un selfie -versión más común de este tipo de videos-, sino de un plano subjetivo que lleva a la audiencia a subirse en el carro y ser parte del “escenario del poder”. 

A diferencia de la versión divertida del carpool karaoke, los pasajeros del presidente no cantan. Es más, rara vez hablan o miran a la cámara.  Las calles caraqueñas las transita casi siempre de noche y por supuesto, están vacías y sin tráfico.

Maduro maneja y también juega pelota en sus videos. El presidente narra la realidad y los demás asienten con sonrisas forzadas. El mandatario se esfuerza por demostrar normalidad y tranquilidad, algo difícil de creer dado el contexto de protestas a nivel nacional que ya suma más de 30 muertos y casi 2000 detenidos.

Con Maduro al volante el mensaje está claro: “Este país va hacia donde yo lo conduzco”, dice Oswaldo Ramírez, director de ORC Consultores. El analista político agrega que se trata de una imagen usada por muchos mandatarios que buscan dar impresión de fuerza y es un símbolo que dice que él está en control. “Otro símbolo que destaca en los videos es que Maduro recorre las calles como una persona normal. Claro, no sabemos si las vías están cerradas o si hay escoltas alrededor. Un tercer símbolo es la espontaneidad. Supongo que quien toma el video es el edecán. Por el tipo de tomas se nota que no es un profesional, no hay control del encuadre, del audio, de la luz y probablemente por eso hay tantos errores”.

Vea también: [Video] Habitantes de San Félix le lanzaron objetos a Maduro y lo insultaron tras cierre de un acto
El primer video de la nueva y “espontánea” ofensiva comunicacional surgió como respuesta a la viralización de otro video: el del abucheo que sufrió el presidente en el desfile cívico militar en San Félix, estado Bolívar, el 11 de abril de 2017. En vano cortaron la cadena porque en pocos minutos se viralizaron varios videos que revelaron el audio ambiente real, silenciado en la cadena con una voz en off. Se oyen gritos e insultos al tiempo que objetos de toda clase son lanzados a la carroza presidencial.

En ese evento no solo falló el anillo de seguridad sino falló además la hegemonía comunicacional. “Es esta era no basta con tener el control de los medios tradicionales. La batalla se trasladó a las redes sociales y ahí el Gobierno llega tarde y en desventaja, pues aún con el peor internet del continente, los venezolanos se enteraron de lo ocurrido en San Félix en cuestión de minutos”, argumenta Ramírez.

¿Puede Maduro ganar la guerra comunicacional a punta de videos?

“El formato es bueno, el problema es el emisor del mensaje. Creo que Maduro no está consciente de lo mal que está. Su nivel de disociación con la realidad es enorme. En política es común que cuando el candidato está peor, más se empecina en negarlo. Yo le concedo cierta gracia a los videos, creo que es un formato interesante, novedoso, pensado para las redes sociales y para llevar un mensaje en pocos minutos. La estrategia parece pensada para Facebook y Twitter”, explica Carmen Beatriz Fernández, directora de Data Strategia y especialista en campañas electorales. 

De acuerdo con Fernández, el target de los videos es la base dura del chavismo. “Van dirigidos a su gente. Ese ha sido el target de la comunicación de Maduro desde siempre. Él le habla a su 20%, al país chavista. Esa ha sido su audiencia desde 2013. Él no se comunica con más nadie desde hace mucho tiempo”.

Por su parte, Elías García Navas, director de Monitor Americas y experto en marketing político, dice que “hay que reconocer que la maquinaria de propaganda chavista siempre funcionó muy bien y la presunción era que la misma estrategia iba a funcionar con Maduro. Ese fue el primer error. El uso del video es acertado, el problema es que están mal diseñados, dirigidos a una audiencia errada y con un contenido equivocado. La constante en ellos es la negación: bailar o jugar pelota en medio de la tragedia solo puede provocar rechazo”.

García Navas estima que la estrategia busca lograr dos objetivos: rescatar la militancia chavista que por desencanto o porque no les gusta Maduro, ha dejado de apoyarlos; y el segundo es sobrevivir y fortalecer la apariencia democrática. “No lo han conseguido y con las acciones represivas del último mes, las cuales han dejado muertes y detenciones arbitrarias, se alejan cada vez más de ese objetivo”, agrega.

Javier Pereira, periodista especializado en marketing político, opina que al tomar en cuenta la dimensión de la crisis, “usar videos como herramienta comunicacional es como tomar una aspirina para curar un cáncer. Este tipo de videos se hacen para construir los atributos de un líder, para acercar el personaje a una audiencia. Con ellos se busca humanizarlo, hacerlo ver auténtico y restaurar la confianza. Creo que es una estrategia equivocada por la gravedad de la crisis porque el déficit de imagen de Maduro es muy grande: carece de solvencia, es decir, la gente no confía en la capacidad de Maduro para resolver la crisis. Tampoco confían en su intención de resolver la crisis”.

Pereira coincide en que las redes sociales son el único terreno que el Gobierno no ha logrado controlar. “En lugar de usar videos que banalizan la crisis, Maduro debería sacar a relucir su lado más estadista, no su lado humano como pelotero. Una de las cualidades más cuestionadas del presidente es su capacidad para asumir responsabilidades. Ese atributo sí lo tenía Chávez”, sostiene el periodista.

Video 1: “La fe de vida”

Fue compartido por el presidente la noche del 11 de abril de 2017.

 

 

Para Fernández, la metáfora de “Maduro conductor” es interesante. El mensaje clave es: “Yo conduzco este país, estoy en control de la situación, estoy al mando y tranquilo”, sostiene. “Creo que este primer video se les debe haber ocurrido como una especie de fe de vida después de los hechos de San Félix. De todos los videos, este se presenta como una respuesta más clara a otro video previo donde se ve el abucheo que recibió el mandatario. La respuesta era necesaria porque se especuló mucho sobre que lo habían herido en la cara. Maduro narra la historia e intenta lucir en control y relajado. Por el contrario, Cilia aparece muy tensa, es claro que ella pasó un mal rato en San Félix. Ella no habla y no sonríe”, dice Fernández.

Al llegar a Miraflores un asistente abre la puerta con una mezcla de temor y parsimonia, hay una alfombra roja y luego una toma de una habitación vacía. “El contexto es monárquico y creo que evidencia una onda desconexión con lo que acaba de suceder”, agrega la experta.

García Navas coincide con la necesidad de analizar este video luego del evento de San Félix. “Vemos que el presidente maneja y llega a Palacio luego de una lluvia de huevos y tomates. Él necesita recuperar la majestad del cargo que le fue arrebatada. Maduro perdió la majestad en San Félix, quedó en ridículo. La estrategia detrás de este video es el control de daños y posicionar un mensaje clave: “Yo sigo siendo el presidente a pesar de lo que todos vieron”.

Video 2: El graffiti en Montalbán

Fue compartido por Maduro el 21 de abril de 2017.

 

 

Otra vez al volante, Maduro dice que viene de una reunión con vecinos en Montalbán, urbanización al oeste de Caracas, pasadas las 10 de la noche. Lo acompañan Elías Jaua, ministro de educación, la primera dama, Cilia Flores, el vicepresidente Tareck El Aissami y la persona que graba el video.

“No sé si hay un metamensaje sobre quién es el segundo al mando, pero sin duda no pasa desapercibido que sea Jaua y no el vicepresidente quien vaya de copiloto”, acota Ramírez.

García Navas señala que es un error que el presidente diga que viene de una reunión con vecinos pero no los muestra. “No se ve gente por ningún lado. Se graba de noche, otro error porque no luce natural. Es un video que intenta mostrar lo más posible un grado de normalidad. Aparece junto a su equipo más cercano para dar el mensaje: “No estoy solo”. Sin embargo, es innegable que Tareck y Cilia, ambos sentados atrás, lucen incómodos, de hecho, ninguno de los presentes refleja comodidad”.

A mitad de video, a través de la ventana del copiloto se puede leer el graffiti: “Maduro asesino de estudiantes”.

“¿En qué ayuda a Maduro ese mensaje? Creo que fue una pifia. Ahora bien, suponemos que esa calle no se eligió al azar sino que estaba seleccionada para que el video se pudiera grabar con tranquilidad, cuesta creer que no leyeron ese graffiti. Como estratega político le doy mucho valor a las palabras y definitivamente un gobierno democrático no usaría ese mensaje pero en cambio una dictadura sí lo dejaría como un elemento de intimidación, un mensaje para generar temor”, argumenta el director de Monitor Americas.

Fernández agrega que el hecho de que apareciera ese graffiti en un video presidencial “será objeto de estudio en comunicación política por años. Se trata de una torpeza demasiado grande. La primera impresión es que el video se tomó de manera espontánea y no repararon en ese detalle. Eso ocurre cuando se improvisa pero también cuando se está bajo mucho estrés y se incurre en errores que en otro caso no se cometerían. Creo que Maduro y su entorno están cometiendo ahora los peores errores desde 2013”.

Video 3: Jugando pelota desconectado de la realidad

Los dos videos fueron compartidos el sábado 22 de abril de 2017.

 

 

“Cuando hurgas un poco en los videos te das cuenta de que hay un enorme nivel de desconexión con la realidad del país. Eso es especialmente evidente en estos dos videos donde aparece jugando pelota con Winston Vallenilla y Diosdado Cabello. En medio de una catástrofe social como la actual estos videos son una cachetada. El mensaje en este caso es: Estoy tranquilo”, explica Fernández.

¿Dónde está la disonancia? La experta argumenta que los mensajes transmitidos a través de los medios de comunicación tienen credibilidad siempre y cuando las personas no tengan vivencias directas que les permitan contrastarlos con la realidad.

García Navas destaca que “luego de más de 20 muertes producto de la represión en las protestas, estos dos videos muestran una enorme insensibilidad. Se ven sobreactuados”. Además, el experto cataloga como un error de marketing político asociar la figura presidencial con personajes cuya popularidad es aún más baja que la suya, refiriéndose a Diosdado Cabello.

“En el imaginario venezolano, Winston está asociado con un alto grado de compromiso con el chavismo. Es una figura que genera mucha atención y cada vez que sale la gente habla de él. Es un activo atractivo dentro del equipo de voceros de la dictadura. ¿Por qué luce fuera de lugar? Porque el contexto pedía otra cosa. Su presencia luce frívola e irrelevante. Además, su expresión es dura, forzada, casi fingida”, apunta el director de Monitor América.

El mensaje de fondo, de acuerdo con García Navas, es: “Estamos cerrando filas frente a un enemigo mayor”. Argumenta que la estrategia de Chávez en los últimos años se basó en mostrarse dentro de una plaza sitiada, es decir, en constante necesidad de defenderse hasta el último hombre. “Esa es una narrativa épica y creo que ese mensaje también está presente en estos videos”.

No obstante, Pereira afirma que “si desde la oficina de Villegas piensan que con estos videos se mejora la imagen de Maduro están completamente equivocados, de hecho, creo que banalizan la crisis. Que en medio de una explosión social el presidente salga a lanzar pelotas, tratando de restarle importancia a la situación es absurdo. Creo que lo hacen para decirle a la gente que no le hacen ni coquito, ríndanse, mientras tú protestas yo estoy tranquilo y me doy el lujo de jugar pelota con Diosdado y Winston. La intención es desmoralizar y desmovilizar”.

El periodista agrega que los videos son tan impostados que son inverosímiles. “No solo no tienen el efecto esperado sino que generan rechazo. Estos videos alimentan el hartazgo de la gente y en consecuencia pueden ser contraproducentes. Proyectar normalidad en este contexto es ridículo porque la gente tiene una experiencia distinta en la calle. Cuando la gente ve estos videos se rompe la relación de confianza y la respuesta es sentir que este tipo miente”.

Video 4: Un documental para llenar un vaso que ya está repleto

Fue estrenado el domingo 23 de abril de 2017.

Ignacio Ramonet regresa a la palestra venezolana con la dirección del “Lealtad Indestructible”, un documental de 57 minutos sobre la vida y obra de Maduro.

“Es imposible que este documental ayude a Maduro a superar su crisis comunicacional. Si se tratara de un candidato desconocido, que en términos de marketing político se conoce como un vaso vacío, es decir, que aún hay oportunidad de añadirle contenido, la estrategia tendría efectividad, pero cuando el vaso está lleno es muy complicado agregarle contenido nuevo”, explica Fernández. 

La experta agrega que la opinión sobre Maduro ya está formada. “La población que lo rechaza lo hace a niveles extremos, como nunca antes se habían registrado en la política venezolana, raya en el odio. Ni en los peores días de Carlos Andrés Pérez se notó un nivel de rechazo tan profundo. Eso no se cambia por más que nos cuenten una historia conmovedora de su infancia”.

García Navas estima que el documental no fue hecho para Venezuela sino para explicarle a los aliados internacionales quién es Maduro y de dónde viene. “Muy poca gente en Venezuela va a ver 57 minutos sobre la vida de Maduro. El formato no es viable para las redes y eso también me hace pensar que no fue hecho para un público interno. El error es que las audiencias internacionales también están saturadas y la presencia de Maduro resulta incómoda, sobre todo después del pronunciamiento de la Fiscal hablando de la ruptura del hilo constitucional”.

El director de Monitor Americas destaca, además, otra falla: “El protagonista del documental es una mera referencia, Maduro no aparece, solo escuchamos hablar de él con cariño y afecto como si él ya no existiera”. Agrega que la segunda mitad se dedica a vender lo que ha hecho el presidente, “que en realidad es una obra difusa lo que cual es nefasto en términos de marketing político porque Maduro es una marca sin atributos definidos. La estrategia ha sido venderlo como una víctima que no puede hacer nada, pero la victimización es tal que llegaron a convertirlo en una suerte de Chavo del 8: un muchacho humilde, bonachón, inocentón, ignorante pero con buen corazón, torpe y cómico. Esa imagen no es la que la gente asocia con un líder”.

El director de ORC Consultores destaca otro aspecto clave del documental: “Ahora resulta que Maduro también era una promesa del béisbol, coincidencialmente, igual que Chávez. No es gratuito que sea la voz de Chávez la que cierre un documental en el cual, el propio protagonista, es el gran ausente”.

@Carlosbecerra00: “He visto tantas cosas, que ya no creo en nada”

@AdrianitaN

Profesión: Fotógrafo
Ejercicio: Independiente
Edad: 37 años
Siete años tomando fotos. Alumno del taller de fotografía Roberto Mata. Fotógrafo de calle desde el 12 de febrero de 2014

La foto la tomó el 4 de abril de 2014. El fotoperiodista Carlos Becerra fue a tantas marchas, concentraciones y protestas por esas semanas que no logra recordarlo con exactitud. Ese día, un piquete de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) estaba sobre el puente que divide Chacaíto y El Rosal. Becerra se encontraba abajo, tratando de captar su foto soñada. “Me sorprendió que los policías devolvían las piedras, no sé si se les acabaron los perdigones. Yo quería tomar esta foto de los policías con este grafitti que decía “libertad”. Los policías me vieron porque estaba cerca. Empezaron a putearme (insultarlo). Me alejaba diez pasos y seguía tomando fotos. Me lanzaban piedras muy cerca. Me aleje un poco más y me quede esperando esa fotografía”.

Cuando cayó en cuenta de que los PNB estaban “afinando la puntería” decidió que era el momento de irse. Una “chispita” le hizo cambiar de opinión. “Para mi es sumamente simbólica esa fotografía, es de un momento bien oportuno. Todos los elementos de la fotografía: la explosión, los afiches que están detrás con cara de sorprendidos, el graffiti, representaban el sentimiento de un grupo de personas que estaban manifestando en ese momento. Era como una explosión repentina de libertad. Ese es el significado que tiene para mí”, señala.

Hasta febrero de 2014, dedicarse a la fotografía a tiempo completo no era más que un sueño para Becerra. “Me pareció que lo único que podía hacer para contribuir era fotografiar y mostrar lo que estaba pasando. Lo hice por las redes sociales. Utilicé una herramienta que me parece importante: el CNN iReport. Ellos fueron bastante receptivos con mis fotografías. Mis fotografías y videos se vieron mucho por CNN y la gente empezó a notar mi presencia en las calles”, relata.

Becerra no se alegra de haber adquirido notoriedad a partir de uno de los conflictos más significativos del 2014. “Esto es desafortunado y triste, que este problema me haya dado tantos beneficios apuntando hacia lo que quería hacer. Fue una suerte para mi, pero un desagradable momento para Venezuela”, destaca. Sin embargo, celebra que su trabajo haya servido para dejar en evidencia las fallas que tenían los dos sectores en conflicto. “Me encantaba que mis imágenes salieran en CNN cuando había personas del Gobierno que decían que aquí no pasaba nada. Eso me parecía fantástico. Sentía que aportaba algo. Pero las guarimbas me parecen lo más tonto que podemos hacer, me parece absurdo. Esas posiciones radicales las considero extremas. No comparto la postura del Gobierno desde hace mucho tiempo, pero creo que hay que mejorar”, confiesa.

El 15 de abril de 2014 a Becerra “casi lo joden”. “Nos fuimos de la Plaza Altamira, hacia Chacao detrás de unos chamos. En esa época no estaban enmascarados todo el tiempo. Llegaron unos encapuchados y se los llevaron frente al Ministerio de Hábitat y allí se formó el rollo. Ese día casi me atrapa la GN. Me salvó que diez metros atrás estaba gente de La Patilla grabando y me dejaron ir. Eran un montón de guardias y yo un solo fotógrafo”, relata.

En ese punto se cuestionó: “¿qué hago aquí?”. La respuesta fue un tuit de su profesor de fotografía, Roberto Mata, que rezaba: “esta escuela tiene 20 años formando fotógrafos. Ahora es que se necesitan en las calles”. “Eso fue como una reivindicación de lo que estaba haciendo. Bueno, me voy a quedar -pensó-”. Y desde entonces, la calle se convirtió en su elemento.

¿Miedo? No, objetividad y preparación. “Yo trato de no emitir tantas opiniones sobre lo que miro. He visto tantas cosas, que ya no creo en nada. Hay muchos fotógrafos que salen por la fama, porque quieren tener notoriedad. A los fotógrafos que lo hacen por una motivación honesta y están preparados, les va mejor”.