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El Nobel de Química premia a tres domadores de la evolución

 

Tres investigadores que “aprovecharon el poder de la evolución” para producir enzimas y anticuerpos que han derivado en nuevos fármacos y biocombustibles fueron reconocidos el miércoles con el Premio Nobel de Química.

La estadounidense Frances Arnold, del California Institute of Technology, recibirá la mitad del galardón de nueve millones de coronas suecas (1,01 millones de dólares), mientras que George Smith, de la Universidad de Missouri, y Gregory Winter, del MRC Laboratory de Cambridge, se repartirán la otra mitad del premio.

Arnold realizó la primera evolución dirigida en enzimas, entre cuyas aplicaciones se incluyen “la fabricación de sustancias químicas más inocuas para el medio ambiente, como productos farmacéuticos y combustibles renovables”, explicó la Real Academia de las Ciencias de Suecia en su fallo.

Smith produjo un método para desarrollar nuevas proteínas y Winter empleó el sistema para desarrollar anticuerpos, las proteínas que combaten enfermedades en la sangre.

El primer medicamento basado en las investigaciones de Winter fue aprobado para su uso en 2002 y se emplea para tratar la artritis reumatoide, la psoriasis y las enfermedades inflamatorias del intestino, agregó la Academia, la entidad encargada de conceder los galardones.

En declaraciones a The Associated Press, Smith reconoció la contribución de sus predecesores a sus investigaciones.

«Muy pocos avances en la investigación son novedosos. Casi todos se basan en trabajos anteriores. Es casualidad. Eso ocurrió con mi trabajo”, señaló. «La mía fue una idea en una línea de investigación que se construyó de una forma muy natural sobre líneas de investigación previas”.

Smith dijo que se enteró del premio de madrugada tras recibir una llamada telefónica desde Estocolmo. «¡Es una broma estándar que alguien con acento sueco te llame y diga que has ganado! Pero había mucha carga estática en la línea, sabía que no era uno de mis amigos”, señaló.

El viernes se conocerá el ganador del Premio Nobel de la Paz y el de Economía, que técnicamente no es un Nobel ya que no forma parte de las categorías establecidas en el testamento del industrial Alfred Nobel, se anunciará el 8 de octubre. Este año no se otorgará el Premio Nobel de Literatura.

Arnold se convirtió así en la quinta mujer en ganar el Nobel de Química, un día después de que el premio de Física fuera atribuido a la canadiense Donna Strickland, la tercera mujer en esa disciplina.

Doce mujeres se han alzado con el Nobel de Medicina. En total, suman 19 de los más de 600 laureados en las tres categorías científicas (Marie Curie recibió el de Física y el de Química).

  • Nobel de física:

1903 – Marie Curie

1963 – Maria Goeppert-Mayer

2018 – Donna Strickland

  • Nobel de química:

1911 – Marie Curie

1935 – Irene Joliot-Curie

1964 – Dorothy Crowfoot Hodgkin

2009 – Ada Yonath

2018 – Frances Arnold

1947 – Gerty Cori

  • Nobel de Medicina o Fisiología:

1977 – Rosalyn Yalow

1983 – Barbara McClintock

1986 – Rita Levi-Montalcini

1988 – Gertrude Elion

1995 – Christiane Nuesslein-Volhard

2004 – Linda Buck

2008 – Francoise Barre-Sinoussi

2009 – Elizabeth Blackburn

2009 – Carol Greider

2014 – May-Britt Moser

2015 – Youyou Tu

 

*Con información de AP y AFP

Associated Press Dic 10, 2016 | Actualizado hace 7 años
Santos recibe el Nobel de la Paz

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El presidente colombiano Juan Manuel Santos recibe el Premio Nobel de la Paz por su trabajo para poner fin a medio siglo de guerra en Colombia, el sábado 10 de diciembre de 2016, en el Ayuntamiento de Oslo, Noruega. (Haakon Mosvold Larsen/NTB scanpix via AP)

ESTOCOLMO, Suecia (AP) — El presidente colombiano Juan Manuel Santos recibió el sábado el Premio Nobel de la Paz, diciendo que esto le da un impulso al «sueño imposible» de poner fin a medio siglo de guerra en Colombia.

En un discurso preparado, el mandatario dijo que el galardón es «un regalo del cielo» y lo dedicó a todos los colombianos, en particular a las víctimas de la guerra, en particular a los 220.000 muertos y casi 8 millones de desplazados en el conflicto más antiguo en América.

«Muchas gracias por este voto de confianza y de fe en mi país», dijo al recibir su premio.

«Con este acuerdo, podemos decir que el continente americano —desde Alaska hasta la Patagonia— es una tierra de paz», dijo el mandatario desde el Ayuntamiento de Oslo, Noruega.

Santos alcanzó un histórico acuerdo de paz con los rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a comienzos de año. Un acuerdo inicial fue rechazado por un estrecho margen por los electores colombianos en un referendo realizado unos días antes de que el comité del Nobel se anunciara en octubre.

La semana pasada, un acuerdo de paz que incluía modificaciones, fue aprobado por el Congreso de Colombia.

Muchos pensaron que Santos ya no ganaría el premio este año, pero el Comité del Nobel «vio las cosas de forma diferente», dijo la vicepresidenta del organismo Berit Reiss-Andersen durante su discurso para presentar al ganador.

«Nuestro punto de vista era que no había tiempo que perder. El proceso de paz estaba en riesgo de colapsarse y necesitaba todo el apoyo internacional que pudiera recibir».

Varias víctimas del conflicto asistieron a la ceremonia de entrega, incluyendo Ingrid Betancourt, quien pasó seis años secuestrada por las FARC, y Leyner Palacios, quien perdió 32 familiares, incluso sus tres hermanos y sus padres, por una bomba de la guerrilla.

«Las FARC han pedido perdón por este hecho atroz, y Leyner, que ahora es un líder comunitario, los ha perdonado», dijo Santos. Palacios se puso de pie para recibir un aplauso de los presentes en la ceremonia.

Los líderes de la guerrilla, quienes no pudieron viajar porque enfrentan órdenes internacionales de arresto en Estados Unidos, no estuvieron presentes en Oslo. Enrique Santiago, un abogado español que fue encabezó las negociaciones para las FARC, representó al grupo en la ceremonia.

Los colombianos han reaccionado con poca emoción al galardón entregado a Santos debido a las profundas divisiones por el controvertido acuerdo de paz. Hubo una enorme abstención en el referendo de octubre. Para muchos en Colombia, el exagerado enfoque de Santos en poner fin a un conflicto que llevaba años perdiendo presencia, ha desvaído la atención a preocupaciones económicas apremiantes.

Santos también aprovechó su discurso para reiterar su llamado a «replantear» la guerra contra las drogas «en la que Colombia ha sido el país que más muertos y sacrificios ha puesto».

Agregó que la guerra contra las drogas que lleva décadas promoviendo Estados Unidos ha producido enorme violencia y daño ambiental en naciones productoras de cocaína y necesita ser suplantada por un enfoque global donde se flexibilicen las leyes que prohíben el consumo de narcóticos ilegales.

«No tiene sentido encarcelar a un campesino que siembra marihuana, cuando —por ejemplo— hoy es legal producirla y consumirla en ocho estados de los Estados Unidos», señaló.

¡Quiero ser premio nobel!, por Carlos Dorado

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Yo nunca me sentí un escritor, y jamás se me pasó por la cabeza el hecho de que algún día pudiese ganar el Premio Nobel de Literatura, y menos aún el de La Paz.

Pero viendo a Bob Dylan, que siempre lo reconocí como un excelente cantautor americano, y creador de canciones inolvidables (pero muy lejos de llegar a la categoría de escritor); yo también, tendría derecho a albergar unos gramos de esperanza de recibirlo algún día, aunque tenga que aprender a tocar guitarra como requisito adicional.

Si no logro el de Literatura, quizás pueda aspirar al de La Paz, ya que si lo logró un hombre que dividió en tres a Colombia: unos que quieren la paz, otros que quieren la justicia, y la mayoría que no les importa ninguna de las dos; pues a mí que nunca me gustó la guerra, y siempre busco la conciliación, también tengo derecho a soñar.

Yo siempre creí que el Nobel de La Paz se lo daban a alguien que logra unión sobre una causa noble, y no al que desune, a los que consolidan y no a los que des-consolidan. Llevar a un pueblo ensangrentado que quiere la paz, a uno dolido que quiere justicia, y a otros donde la sangre y la justicia no le dicen nada, no creo sean méritos suficientes para merecer tan importante distinción.

Muchos son los que aplaudieron, y se deshicieron en elogios con el jurado que eligió al Nobel de Literatura, argumentando que finalmente rompieron con los muros que separan la alta cultura de la literatura clásica con la cultura popular, mediante la creación de canciones, y la palabra cantada. ¡El problema radica en que el Premio Nobel no fue creado para que termine siendo un Grammy de la Literatura!

Es como si terminase otorgándosele el mismo a: Zadie Smith, Mary Gaitskill, Jennifer Egan, Anne Carson, Warsan Shire; o a tantos otros que se lo merecen, por el hecho de que alguna vez actuaron en un festival de música en sus pueblos natales.

Yo me imagino que Bod Dylan, que ha probado de todo en esta vida, todavía le quedan suficientes dosis de vergüenza, como para esconderse, y no comentar, ni festejar el hecho de que le hayan otorgado el Nobel, ya que seguramente en el fondo de su corazón estará pensando lo que solía decirme mi madre: “Es mejor preguntarse por qué no le han dado una medalla, que el por qué se la han dado”. Se le caerá la cara de vergüenza con Walt Whitman y Emily Dickinson (creadores de muchos de los versos de sus canciones), al no haber recibido nunca el Nobel por escribirlos, y a él sí, por cantarlos.

El Presidente Santos, que seguramente en sensibilidad debe estar muy lejos de Bob Dylan, demostrándolo al consultar al pueblo su proceso de paz, seguramente convencido de que iba a ganarlo; ni se le ocurre pensar por qué se lo han dado; simplemente lo festeja, ya que viene a ser la capa que cubre los muros de un fracaso.

Pero el verdadero perdedor es el prestigio del Nobel, donde quizás comienzan a vérsele las costuras; y esa rigidez objetiva con la que evaluaban a cada uno de los candidatos, comienza a dar qué pensar cuando empresarios relacionados con el jurado terminan siendo beneficiarios de obras de infraestructura en Colombia.

A lo mejor no falta mucho, para que algún día se lo otorguen a uno que tenga muchos seguidores en Twitter, aunque su currículum literario se resuma a unos pocos caracteres, o a uno de ISIS por el hecho de que se arrepintió y depuso las armas.

¿Acaso yo, no tengo derecho a soñar con un Nobel? ¡Quiero ser Premio Nobel!

 

cdoradof@hotmail.com

 

Oliver Hart y Bengt Holmström, Premio Nobel de Economía 2016

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Foto: Reuters

El Banco de Suecia ha concedido el premio Nobel de Economía 2016 a Oliver Hart y Bengt Holmström, por su aportación a la Teoría de los Contratos, que analiza cómo se elabora la contratación y sus diversos efectos, sobre todo en el mundo de la empresa. Por ejemplo, estudia si los profesores o funcionarios de prisiones deben tener retribuciones fijas o variables. O si un hospital debería tener una gestión pública o privada. También desarrolla hipótesis sobre cómo fijar la retribución de los directivos de una empresa, sobre todo sus sueldos variables o bonus, de forma que se beneficie a los accionistas y se consiga a largo plazo un mayor valor.

Holmström, de 67 años, nació en Helsinki (Finlandia) y es profesor de la Universidad de Harvard. Hart, de 68 años, es originario de Londres (Reino Unido) y trabaja como profesor de la Massachusetts Institute of Technology. Los dos economistas han desarrollado su carrera académica en Estados Unidos, y la Academia sueca ha señalado que la decisión de galardonarlos responde a «su contribución a la teoría de los contratos». En especial, ha subrayado la importancia de las herramientas teóricas creadas por ambos a la hora de comprender las repercusiones de los acuerdos laborales, las retribuciones de las compañías e instituciones y los riesgos potenciales en el diseño de los contratos.

Durante la presentación de los premios, han contactado en directo con ambos economistas, que han respondido algunas preguntas de la sala. Bengt Holmström ha agradecido el premio y ha asegurado estar » sorprendido y muy feliz». Hart, por su parte, ha explicado que lo primero que ha hecho al enterarse es abrazar a su mujer. «Me desperté a eso de 4:40 y me preguntaba si se estaba haciendo demasiado tarde para que éste fuera el año… Pero luego, afortunadamente, sonó el teléfono», ha señalado.

Los estudios de los dos académicos examinan qué se puede hacer para mejorar la eficiencia de los contratos. “Se trata de pensar en todas las partes involucradas para que un contrato sea una situación en la que ganan todos”, comentó Holström en la teleconferencia realizada a continuación del anuncio.

Sigue leyendo esta nota de Antonio Maqueda en El País

El Nobel de la Paz colombiana, por Asdrúbal Aguiar

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El tema de la paz de Colombia sigue sobre el tapete de la atención internacional. Todavía más cuanto que, la decisión del Comité del Premio Nobel de otorgarlo con motivo de aquella al presidente Juan Manuel Santos, revela una apuesta a la incertidumbre. No se premia la obra acabada o una trayectoria personal sin fisuras en los ámbitos de la misma paz: “Hay un riesgo real de que el proceso de paz se paralice y de que estalle de nuevo la guerra civil (sic), lo que hace todavía más importante que todas las partes mantengan el respeto al alto de fuego”, reza la motiva.

Reforzar este proceso en cabeza de quien lo ha liderado hasta ahora y a pesar de que la mayoría colombiana expresara sus reservas éticas sobre los acuerdos a los que llegara el mismo Santos con las FARC, es, pues, el desiderátum. De modo que, otorgado el Nobel de la Paz con fino sentido político, como lo creo y lo sugiere el columnista de La Nación de Buenos Aires, Daniel Lozano, su propósito claro es darle un respiro al gobernante neogranadino – derrotado democráticamente – para que en su descalabro no arrastre al propio proceso, sean cuales fueren sus deficiencias. La paz de todo el país, víctima durante medio siglo de la guerrilla narco-terrorista, se le sobrepone.

Ingrid Betancur, secuestrada por las FARC, después de saludar al premiado, cree que debió compartirse el Nobel con la guerrilla, autora de crímenes de guerra y lesa humanidad; lo que habría sido, más que un despropósito, un verdadero atentado a los mínimos de la moral democrática por parte del Comité noruego. Su desafío a las resultas del proceso democrático referendario ocurrido ha sido bastante.

Asociada hoy al eje cubano-venezolano del Socialismo del siglo XXI, las FARC, antes que comprender el mensaje reprobatorio de los acuerdos sometidos a referéndum y el reclamo legítimo por sus enmiendas, prefiere, antes bien, sacar cuentas sobre lo que aprecia de victoria pírrica del voto NO: Habrían logrado dividir y polarizar a la nación, como lo hacen los gobernantes marxistas áulicos de tal corriente jurásica, en Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia y Nicaragua. La lucha de calle y por el poder – bajo esa perspectiva y como lo creen los jefes de las FARC – tiene, a la sazón, un camino a la mano y prometedor.

Lo esencial, la búsqueda de paz, no siempre perfecta, es, entonces, que ella no se pierda o detenga en el marco de las miserias políticas, y como parece, esa y no otra es la razón del Premio Nobel dado a Santos. En la práctica se trata es un premio por adelantado, que ha de pagarse con creces y justificarse.

No es el premio, por ende, una reprobación – lo supongo de buena fe – a la lucha que en contra de los acuerdos despliegan los ex presidentes Álvaro Uribe Vélez y Andrés Pastrana Arango, pues todos a uno sostienen el compromiso con la paz: La paz sí, pero no así, es el mensaje que comparten con su pueblo. Si fuese lo contrario estaríamos ante el absurdo de que la paz y la democracia se excluyen, y a aquella se la entendería como silencio de la guerra, y nada más.

“La paz sí, pero no así”, es, por consiguiente, el hilo que anuda al Premio Nobel de la Paz para que no sea desvirtuado en las cenagosas y putrefactas aguas del revanchismo; sea el de la izquierda irredenta, frustrada por el desenlace democrático adverso a sus querencias y la cota más alta de justicia que le imponen los colombianos, sea por la desengañada comunidad internacional presente en los actos de propaganda oficial en Cartagena, queriendo condicionar el voto libre de los colombianos por los acuerdos.

Luego de ocurridas violaciones sistemáticas de derechos humanos, a la memoria de éstas y su fijación, como verdad, ha de seguir la justicia, como acto reparador sustantivo. En la tríada democracia, Estado de Derecho y derechos humanos, son inadmisibles los tribunales especiales o de excepción, los construidos ad hoc por las partes beligerantes sin mirar a los ojos de las víctimas. La justicia, obviamente, no es un acto de venganza, ni responde a la ley del talión, como en su fuero interno – por motivos explicables – lo desearía cada víctima de un atentado a su dignidad. Eso habrán de entenderlo los negociadores y los colombianos.

Dejo de lado otras consideraciones sobre los acuerdos y el Premio Nobel de la Paz. Llaman la atención, no obstante, los dobles raseros que buscan establecer con éstos las izquierdas, para sí, postergando los estándares impuestos en el siglo XX a los criminales de la derecha, los del fascismo, el nazismo, y las dictaduras militares del Cono sur latinoamericano, en el siglo XX; y la exigencia novedosa de que sean santificados en la “meca de la paz” caribeña: La Habana, algo tan exquisito como tomar baños termales en las pailas del infierno.

correoaustral@gmail.com

 

Juan Manuel Santos ganó el premio Nobel de la Paz 2016

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El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha ganado el premio Nobel de la Paz 2016 por sus «decididos esfuerzos» por llevar la paz a su país tras 52 años de conflicto armado, anunció hoy en Oslo el Comité Nobel de Noruega.

Después de cuatro años de negociaciones, Santos logró un histórico acuerdo con la principal guerrilla del país, las Fuerzas Armadas Revolucionaria de Colombia (FARC), que sin embargo fue rechazado el domingo pasado en un plebiscito por los colombianos.

El premio, según el fallo, es un claro apoyo a la decisión de Santos de invitar a todas las partes a participar en un amplio diálogo nacional para que el proceso de paz no muera, después de que el pasado domingo ganara el «no» a los acuerdos de paz firmados con las FARC en un referéndum.

«El hecho de que la mayoría de los votantes dijera no al acuerdo de paz no significa necesariamente que el proceso de paz esté muerto. El referéndum no fue un voto por o contra la paz», insistió el Comité Nobel en su fallo.

«Ese resultado ha generado una gran incertidumbre sobre el futuro de Colombia. Hay un riesgo real de que el proceso de paz se paralice y de que estalle de nuevo la guerra civil, lo que hace todavía más importante que todas la partes, encabezadas por el presidente de Santos y el líder de la guerrilla de las FARC, Rodrigo Londoño, mantengan el respeto al alto el fuego», recalcó el Comité.

También se mostró convencido de que Santos, pese al no’ mayoritario en la consulta, «ha acercado de forma significativa hacia una solución pacífica el sangriento conflicto» en su país y ha sentado las bases para el desarme verificable de las FARC y un «proceso histórico de reconciliación nacional».

«Sus esfuerzos para promover la paz cumplen por tanto los criterios y el espíritu de la voluntad de Alfred Nobel», aseguró el Comité.

Según el jurado, el premio es también «un tributo al pueblo de Colombia que, a pesar de las grandes dificultades y los abusos, no ha perdido la esperanza en una paz justa, a todas las partes que han contribuido al proceso de paz» y a todas las víctimas de una guerra que se ha cobrado la vida de al menos 220.000 colombianos y ha obligado a abandonar sus casas a más de seis millones de personas.

Los esfuerzos de Santos, según el Comité, llevaron al acuerdo de paz y, aún sabiendo que era controvertido, el presidente colombiano decidió someterlo al voto de sus compatriotas.

Santos resultó ganador entre un total de 376 nominaciones que incluyeron a 228 individuos y 148 organizaciones.

Con información de EFE y BBC Mundo

Tres británicos logran el Nobel de Física por sus investigaciones sobre la materia

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Foto: Reuters

Los británicos David Thouless, F. Duncan Haldane y J. Michael Kosterlitz, que trabajan en Estados Unidos, fueron galardonados este martes con el Premio Nobel de Física por sus investigaciones sobre la materia.

“Sus descubrimientos permitieron avances en la comprensión teórica de los misterios de la materia y crearon nuevas perspectivas para el desarrollo de materiales innovadores”, escribió la Fundación Nobel.

Thouless, de 82 años, nacido en Escocia, es profesor emérito en la universidad de Washington en Seattle (noroeste de Estados Unidos). Obtiene la mitad del premio, es decir cuatro millones de coronas (417.000 euros).

La otra mitad es repartida entre Haldane, de 65 años, nacido en Londres, que enseña en la universidad de Princeton (Nueva Jersey), y Kosterlitz, nacido igualmente en Escocia en 1942, de la universidad Brown en Providence (Rhode Island).

“Los premiados de este año han abierto la vía a un mundo desconocido donde la materia puede pasar por extraños estados. Han empleado métodos matemáticos para estudiar fases o estados inhabituales de la materia, como los superconductores, los superfluidos y las cintas magnéticas finas”, añadió la Fundación.

Las aplicaciones pueden servir para la ciencia de los materiales y la electrónica.

En 2015, el jurado premió al japonés Takaaki Kajita y al canadiense Arthur McDonald (Canadá), que establecieron que los neutrinos –partículas elementales– tenían masa.

Oscar Arias: “En Venezuela el Gobierno le está haciendo daño a su gente”

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@AlejandroRHer

 

El premio Nobel de la Paz y ex presidente de Costa Rica, Oscar Arias, volvió a mostrar su apoyo a la causa de los presos políticos venezolanos. Pronunció un discurso en la Asamblea Nacional en el que alertó sobre los riesgos que corre Venezuela si insiste en el actual modelo económico y en lo que definió como una “utopía fenecida”. Y en entrevista con Runrunes dijo: “Uno tiene la sensación de que en Venezuela la ideología que impera es la de mantenerse en el Gobierno a cualquier precio”.

También hizo un llamado a los diputados electos el pasado 6 de diciembre para que se mantengan atentos a las prioridades de sus representados. “No le paguen al pueblo con sordera”, indicó. Y para constatar la situación del país recorrió las colas que hacen los venezolanos para comprar comida.
–En su discurso dijo que Venezuela necesita estadistas que se sienten en la mesa y no caudillos que la pateen. ¿En cuál de esas posturas ve al Gobierno?
Como decía Montaigne: si el príncipe no le hace daño a su pueblo, le hace mucho bien. Esto lo decía porque siempre el Gobernante puede hacerle daño a su pueblo, y en el caso de Venezuela el Gobierno le está haciendo daño a su gente por razones obvias. Con un modelo equivocado y una economía dependiente del petróleo ustedes hoy no tienen las reservas para importar los alimentos y medicinas que necesita el país, alimentos que, muchos de ellos, se producían antes aquí mismo. Por eso deben recurrir al financiamiento internacional. Ignorar esto es ignorar la realidad

El Gobierno se niega a acudir a las instancias de financiamiento internacional. ¿Pareciera que por un tema ideológico están sacrificando el bienestar del país?
Uno tiene la sensación de que en Venezuela la ideología que impera es la de mantenerse en el Gobierno a cualquier precio, incluso así eso signifique el empobrecimiento del pueblo venezolano. Es una realidad que ahí está y que no se puede negar.

¿Por dónde debe empezar la reconciliación de un país tan dividido y polarizado?
Yo diría que aceptando buena parte de las recomendaciones de diálogo que ha hecho la oposición. No se puede ser demasiado ideológico en estas circunstancias, hay que ser pragmático y hacer un proceso de negociación, y eso también significa ceder y enviar al cajón de la basura muchos de estos dogmas que han fracasado en todos lados. Por ejemplo, no hay un país que haya sido exitoso destruyendo la producción privada. En Venezuela lo hicieron y ahora el PIB está cayendo cada vez más aceleradamente.


–Pero aquí el Gobierno no rectifica ni en lo económico, ni en lo político. ¿A dónde nos puede llevar esa intransigencia?
Definitivamente a un mayor empobrecimiento. La definición de locura de Albert Einstein era pretender hacer lo mismo, pero obtener resultados diferentes y eso es lo que está haciendo el Gobierno de Venezuela. Quieren seguir haciendo lo mismo y esperar un milagro que cambie y revierta la realidad. 

Subrayó que la imagen represiva del Gobierno de Venezuela no cambiará hasta que no liberen a Leopoldo López. ¿Cuál es su apreciación de nuestro país en cuanto a derechos humanos?

–Así es, tener presos políticos es inaceptable para un régimen democrático y hay que aceptar que éste es un régimen autoritario, que si quiere volver a la comunidad democrática internacional debe rectificar en materia de derechos humanos también.

Durante su discurso en el parlamento también advirtió: “Lo que queda del sueño chavista demanda un baño de realidad, la valentía de admitir errores y la voluntad de negociar un nuevo rumbo para el país”.