Políticas públicas archivos - Runrun

Políticas públicas

Doce países renuevan compromisos para atender crisis migratoria de Venezuela
El Proceso de Quito, en el que actualmente participan catorce países, se creó en 2018 por iniciativa de Ecuador como un espacio de trabajo técnico regional, con el apoyo de Acnur y la OIM

Una docena de países de Latinoamérica ratificaron este viernes en Lima su compromiso de atender la crisis migratoria de venezolanos, con políticas públicas para su integración social y económica en cada uno de sus respectivos territorios.

Estos compromisos para apoyar a los 4,6 millones de migrantes y refugiados venezolanos fueron renovados en la octava Declaración Conjunta del Proceso de Quito, suscrita en presencia de delegados de Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

El documento recoge el trabajo de los Estados líderes en materia de inserción socioeconómica, educación, protección de niños, niñas y adolescentes, centros de orientación y recepción temporal, refugio y asilo, regularización migratoria, salud, género y reunificación familiar, trata de personas y VIH/SIDA.

También contiene el compromiso de avanzar conjuntamente en materia técnica en cada uno de ellos, lo que lo convierte en un documento integral de respuesta a la crisis, según Acnur.

«El Proceso de Quito es testimonio de la voluntad para seguir fortaleciendo a nuestra región, abrazando la diversidad con empatía y con la generosidad que la ha caracterizado siempre,» destacó Eduardo Stein, representante especial conjunto de Acnur y la OIM para los refugiados y migrantes de Venezuela.

Stein añadió que «propiciar la inclusión positiva en las estrategias de planificación es clave para la necesaria y urgente cohesión de América Latina y el Caribe».

Brasil en presidencia rotatoria

En la reunión celebrada en la capital peruana, Brasil asumió la nueva presidencia pro tempore del Proceso, que iniciará el próximo 22 de junio, día en que finalizará el periodo en el que la ostentó Perú.

Brasil hizo referencia a su compromiso de seguir impulsando todos los temas que se vienen discutiendo en los grupos de trabajo con un enfoque regional orientado a la cooperación internacional.

«Como uno de los principales receptores de población refugiada y migrante proveniente de Venezuela, Brasil asume su liderazgo en un momento crucial para el Proceso de Quito y la región», anotó Stein.

Con el liderazgo de Perú, el Proceso de Quito avanzó en este periodo en la integración de Reino Unido, Italia y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como nuevos miembros del Grupo de Amigos, conformado desde antes por España, Países Bajos, Suiza, Alemania, Francia, la Unión Europea (UE), Canadá y Estados Unidos.

Asimismo, el Proceso progresó bajo la batuta de Perú en la organización de encuentros de alto nivel a nivel regional, entre ellos la segunda Reunión regional de Ministros de Trabajo con miras a discutir una hoja de ruta en la temática de la integración socioeconómica.

En ese aspecto destaca la participación de Canadá como organizador de la próxima Conferencia de Donantes.

Casi 3 años de proceso

El Proceso de Quito, en el que actualmente participan catorce países, se creó en 2018 por iniciativa de Ecuador como un espacio de trabajo técnico regional, con el apoyo de Acnur y la OIM, para desarrollar respuestas coordinadas a los retos generados en la región por la crisis migratoria desde Venezuela.

Entre los países miembros están Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guyana, México, Paraguay, Panamá, República Dominicana, Perú y Uruguay.

En la séptima reunión fue establecido un Grupo de Amigos conformado por ocho países de la Comunidad Internacional que participan en las reuniones plenarias y en los espacios técnicos.

Murió el comisario Elisio Guzmán, ex director de Polimiranda

Elisio Guzmán fue un policía ejemplar                                                                                               Cortesía

Elisio Guzmán, ex Comisionado de Seguridad Ciudadana del estado Miranda, ex director de Polimiranda y ex director del Cuerpo Técnico de Policía Judicial (CTPJ), falleció cristianamente en horas de la tarde de este martes producto de una larga enfermedad.

Guzmán se formó policialmente como experto en el área antiexplosivos y de inteligencia.

Guzmán estuvo al frente del Instituto Autónomo de Policia del estado Miranda durante la gestión de Enrique Capriles Radonski.

Guzmán a finales de junio del año pasado fue nombrado Comisionado de Seguridad Ciudadana del estado Miranda, luego de que la policía regional fuese intervenida por el Ministerio de Interior, Justicia y Paz.

El pasado mes de diciembre fue operado de una enfermedad de larga data que lo aquejaba y se encontraba en recuperación.

El comisario será velado este miércoles a partir de la 1:00 pm en la funeraria Vallés.

Misión hambruna: el fracaso es un éxito, llego el final, ¿qué hacemos ahora? por Alexander Guerrero E

Bolívares11

 

Un fracaso para unos, también éxito sin celebrar para quienes gobiernan, y con infundadas esperanzas en que conseguirán un mínimo de soportable, suficiente para que el cuerpo aguante. También podemos construir un juego que sume cero, al menos teóricamente, quien “gana” pierde y quien “pierde” gana, claro, un juego absurdo y perverso, que muestra un patrón recurrente en el diseño y desempeño de políticas públicas – controles y represión-  por un gobierno que, por ello, arrastra el enorme peso de la tragedia socio-económica venezolana como un estandarte en una guerra. Decimos tragedia, porque el mínimo común denominador es una política diseñada para un empobrecimiento general del venezolano, en este caso, eso lo confirma la data. Por cierto, las diferencias “técnicas” entre hambruna y hambre son nimiedades de ociosos, es lo mismo económicamente hablando.

Entre la política y la economía

El patrón recurrente mencionado es la asignación de políticas públicas dirigidas a descapitalizar a la empresa privada liquidando propietarios de clases medias, a desincentivar en términos salariales a la clase media profesional, la que, a través del impacto hiperinflacionario, que trae severos efectos redistributivo negativos sobre sus ingresos, conduce simultáneamente al hombre de a pie a un tipo de servilismo del Estado. Ello quiere decir que el día día no ocurre como consecuencias no intencionadas ni por políticas públicas mal asignadas o equivocaciones producidas en el extremo del ensayo y el error. Se trata más bien de mantener el poder, y si no es por la paz, será por violencia de calle, el miedo, o violentando las reglas del limitado Estado de Derecho, donde el juego político y económico suma cero, un juego donde el perdedor es secuestrado, aunque, ello no impide que él se crea también ganador, apunta a que sus penurias sean premiadas, pese a que sus incentivos pudiesen estar ideológicamente motivados.

Por ello, y en contrario, lo que consideramos fracaso con esos parámetros con la narrativa expuesta en el párrafo anterior, pueden asumirse como triunfo para quienes, en su empeño por sostener el poder, acuden al absurdo, cuando lo observamos del lado del mundo movido por racionalidad, tanto en los mercados de bienes y servicios como en el mercado político. Por ejemplo, al empobrecer al ciudadano se le desempodera del rendimiento y valorización de sus activos, se le arruina y se les ultiman sus incentivos por la libertad y la defensa de sus derechos, propiedad y vida; se le convierte -y sobran los ejemplos- en servil de una causa, de un Estado, de un Gobierno, domesticado, empobrecido e inútil para el progreso.

El empobrecimiento, un estadio para el servilismo ante el Estado

Servil de los intereses de grupos políticos -civiles y militares- y mercaderes para quienes el control del poder es un juego de excelso rent-seeker, grupos que capturan renta -dineros públicos- por privilegios y corrupción facilitada por el uso del poder y de una causa que en la realidad es el inverso de su propuesta de redención social, pero en un universo confundido y luchando a veces sin guías espirituales, ideológicos, todos creen que luchan, pero pasan los años, ya  es hora de aprender y bajar el nivel de la improvisación natural del trópico. El hombre que en esas condiciones invierte, tendrá que conformarse con una especie de capitalismo “crony”, es decir, un mercantilismo soez como el que proponen de nuevo Maduro y Padrino, este último un aprendiz de brujo, pero con bayonetas en sus manos, un mundo de altos riesgos y por ello elevadas tasas de retorno.

¿Cuál fracaso?

Entonces, hablamos de “fracaso” porque el gobierno en autos que sus políticas están dirigidas a empobrecer al ciudadano, no tiene escrúpulos en notar que sus objetivos sean criminales porque les es más fácil doblegar política y socialmente a un pobre y convertirlo en servil del Estado e intereses de quienes gobiernan, que a un ciudadano empoderado con su propiedad, su voluntad política que emerge del derecho de propiedad anterior, en el caso de las clases medias profesionales, comerciantes, agricultores, industriales, emprendedores en  general.

Ellos son los sectores de mayor avance social y personal, y pueden decidir cambiar de lugar y país para buscar otros horizontes que les permita llevar a cabo sus sueños, el emigrante de ayer, el que llegó a Venezuela, un paraíso para trabajar y obtener cosas, familia e hijos prósperos, y hoy a quien emigra a otro país, buscando lo que perdió en Venezuela. El país en el primer caso, gana, en el segundo pierde.  Habrá que rehacer el país para que vengan propios y extraños, y Venezuela vuelva a ser un país donde el trabajo rinde y enriquece.

Empobrecimiento

Pero las mayorías del país empobrecido, no pueden movilizarse, tendrían que mojarse la espalda o lanzarse al mar como los cubanos, pero algunos se pliegan del poder, otros mantienen su lucha, mientras esa mayoría ha sido empobrecida para el servilismo. La resistencia política por sus derechos es limitada, reprimida a sangre y a fuego, los cuerpos represivos han sido armados y entrenados para la represión de corte fascista y comunista por cubanos y nazis, y se ejecuta sin límites. Nos encontramos en ese portal, veamos algunos números fáciles de conseguir y comprender.

El per cápita del venezolano en el 2008 alcanza los 14.000 dólares, algo inflado, por cierto, pero era el comienzo, hoy se encuentra por debajo de 4000 USD estimado a una paridad alrededor de 890 bs/$. Hace cuatro años el 50% de la población se servía de un salario mínimo para sobrevivir, con el cual apenas adquiría una canasta básica, hoy el 71% está en el salario mínimo, y para comprar la misma canasta básica, requiere 11 salarios mínimos, utilizando las canastas básicas y alimentaria la inflación está en el orden de 890 % y 1250%.

El salario mínimo se distribuye por igual entre marginales, obreros, profesionales, artesanos, trabajadores de los servicios, entre ellos el salario no distingue esfuerzos destrezas y productividad, el socialismo los igualo, las universidades dejaron de ser la escalera social. Hoy somos más iguales, recordando que la igualdad que muchos pregonan solo es posible, económica y matemáticamente hablando con los ingresos y salarios reducidos, cosas de la estadística que no se comprende con facilidad. En ese orden, la canasta básica y alimentaria requieren 11 y 7 salarios mínimos, hace tres años era un salario mínimo, la inflación alcanza un numero en 1250% midiendo salario contra dólar. Así, ese empobrecimiento ha sido inédito en el continente, ningún país sufrió ese descalabro social que hoy muestra el venezolano medio en tan poco tiempo, el ingreso fiscal petrolero que fue abundante entre 2005 y 2012 fue pulverizado entre malas inversiones, derroche, burocracia, corrupción, los males del socialismo.,

¡Disciplina militar, otro oxímoron!

Maduro y Padrino, la nueva bicefalia del poder político de la revolución dicen que ellos profundizarán la presencia del Estado, la intervención, -Padrino declara que va a intervenir más empresas- para poder ganar la “guerra económica” contra el enemigo, empresarios, utilizando el mismo instrumental que ha utilizado Maduro desde 2013 y el cual postró la actividad económica hasta alcanzar niveles de colapso, emergencia y degradación, con más inflación y una severa contracción de la actividad económica. Además de la colosal migración de profesionales y clase media en una oleada que alcanzaría los últimos dos cientos cincuenta mil ciudadanos residentes en Venezuela de un gobierno cumpliendo una meta subyacente cuyo cumplimiento data desde los discursos xenófobos de Chávez.

Desde luego que es un fracaso o quizás una acción criminal contra Venezuela, pero es obvio que los niveles de resistencia social y política disminuyen tal cual como se ha visto en estos últimos tres años, pese a la corriente de hambruna que ya ha llegado, donde la violencia del Gobierno bicéfalo, represión y penalización de lo económico, si bien podrían ejecutarlo del poder, por ahora se han permitido sobrevivir pese al colapso por ellos causado y hasta podría extender su poder revolucionario agravando, aún más, las condiciones de precariedad del venezolano, independiente que sentamos que su fin ha llegado.

De ser así, hemos presenciado a una claque de desalmados vengarse un país empobrecerlo y largarse con los puentes montados para un retorno por sus invitados al bananal petrolero de ayer, Zapatero, Leone, Samper, y los Castro, ahora con el apoyo del Vaticano y Obama que ya languidece. Veamos en esencia la efectividad del rechazo al gobierno se desvanece en la bruma de la conciliación y el dialogo y de algunos sectores de la oposición que lucen empatados con lo que llaman transición que es más de lo mismo con otras caras.

¿Así lo ven ellos; como lo vemos nosotros?

El ciudadano normal y el científico social que estudia la recurrencia de políticas que no traen soluciones, sino que empeoran el presente e hipotecan el futuro no les queda otra que estudiar las dos dimensiones en las cuales se aprecia las políticas y el comportamiento del gobierno, lo que para nosotros es un fracaso, para ellos es un triunfo. Por nuestro lado fracaso son cuadros de políticas públicas que, aunque presentadas como salvadoras, se sabe anticipado que su impacto será negativo y empobrecedor. ¿Entonces porque el gobierno insiste en lo mismo si la situación empeora?

Hay algo de perverso e intencionado en esas dos dimensiones de las políticas públicas ejecutadas por el gobierno, pero que sabemos traen el mismo signo. ¿Porque el venezolano de bien piensa que el gobierno fracasa?  Porque obra de buena fe y bajo un argumento y comportamiento racional piensa que la apuesta del gobierno no puede ser a empobrecer al ciudadano. Cuando vamos con esta hipótesis, en charlas, presentaciones, sobre nuestras perspectivas de nuestra tragedia, no es fácil convencer al auditorio que el gobierno lo que hace es parte de una agenda destinada para convertir al individjuo en servil del Estado. En la medida que eso ocurre, el domesticamiento colectivo pareciera tomar cuerpo, la evidencia empírica internacional apunta esta ultimo reflexión

Socialismo trajo esto, era un dato, pero, el socialismo tropical duro de roer en Venezuela

El supuesto de esta historia pivotea sobre una verdad difícil de digerir un ser normal, cuyos horizontes e incentivos son la de mejorar su calidad de vida, como parte sustancial de su propia existencia.  Otros bajo el argumento, recurrentemente ingenuo, tanto en las filas del gobierno como quienes enfrentan al gobierno por costumbre o por reacción racional por el sentimiento que le embarga de fracaso tras fracaso. La manera como el gobierno conduce sus responsabilidades obtenidas por el voto, dejando por la misma razón que han fracasado hasta ahora, un fracaso colectivo en tres movimientos, primero Chávez, luego Maduro y Padrino, quien llego al poder con Maduro.

La economía venezolana ha colapsado, con deudas que no puede pagar sin que la hambruna pase a niveles de tragedia, es decir, se agotaron las reservas, y el que las producía por reglas de la política oficial desde hace más de 15 años, exhausto yace colapsado, la industria petrolera nacional, es decir, se acabaron los huevos después que la gallina estaba en tránsito. Así PDVSA quebrada y esa es el concepto técnico, la economía privada reducida a abastos bodegas y quincallas y tres empresas de regular tamaño.

¿Qué nos deja? Un 65% de la gente en las calles está viviendo de tigritos, con una clase media profesional desempleada y migrando al exterior, con las horas laborales gastándose en las colas para rellenar una arepa, cuya masa convertida en mazamorra no alcanza sino para una bala fría, con el parque automotriz envejecido en más de 12 años, sin respuestas, con una población tratando de alcanzar nueve alimentos y una caja de medicinas, todo el mundo tratando de vivir con la inflación, se acabó la norma, el venezolano apela a la violencia para no dejarse arrebatar y con ello la vida, el bocado que le llevo horas encontrar sus insumos, todo en medio de una violencia comparable a la que se da en Siria, Nigeria, Irak, abstrayendo las trifulcas ideológicos religiosas, las víctimas mortales de ese colapso supera los 200 ciudadanos asesinados por semana.

¿Hambre o hambruna o cinismo pre chavista?

Con emergencia declarada en alimentación y salud, el mundo puso los ojos -por fin- con una muerte que era anunciada pero que muchos nunca creyeron, ni aprendieron la historia para ver de que es capaz el comunismo, el nazismo y el fascismo, después de todo parientes de regímenes que eliminan la libertad de sus códigos de comportamiento, destrozan la propiedad privada y dejan al individuo sin sus incentivos para el progreso. Es esto el fin de un modelo traído para destruir lo que teníamos y montarnos una forma de vivir en la violencia bajo la fuerza de las armas de la República en manos de grupos armados, militares y no militares entre los cuales no es fácil trazar una línea que nos diga este es el límite entre el crimen y el derecho, nada de eso, la población siente miedo y terror por ambos sectores armados. Avanzar desde acá sería en círculos dentro del mismo proceso de empobrecimiento evidente en los niveles extremos de pobreza, la cual, ya rompió sus indicadores de tal.

El gobierno, irresponsablemente, pero diría con mayor fuerza, criminalmente, apela a los militares para ordenar el caos que su viaje el colapso ha causado. Así como les dijimos a Maduro y su gobierno que su esquema de controles y estatización puesto a andar en Marzo del 2013 no haría sino empeorar la vida del venezolano,  decide militarizar para ordenar su caos, y son precisamente los militares quienes desde el gobierno,  y quienes son corresponsables del colapso porque ellos controlan más de  la mitad de la administración pública central como ministros, directores de ministerios, empresas públicas, etc. además de cuidadores de las espaldas de los jerarcas del sistema. La militarización de las bolsas de comidas y la caja de aspirina y el purgante solo traerá más calamidad de la actual, por una razón sencilla, el Estado además de ser fallido, requiere de un bailout, mínimo de unos 65 mil millones de dólares hoy sin ese rescate Venezuela es una nación centroafricana más, y solo nos resta el FMI, pocos quieren ir allí, hay que evangelizarlos, es el last resort, el bombero.

 

 

@AlexGuerreroE
Economist, PhD (London)
http://www.alexanderguerrero.com

 

INFOGRAFÍA Así repercute la realidad venezolana en la conectividad y los usos de Internet

td2015-tapa

Hace tres años que la penetración de Internet en Venezuela no presenta mayor aumento, a pesar del crecimiento de 10% que hubo en Latinoamérica a lo largo de 2015. La falta de políticas públicas referidas a este respecto es la principal causa del estancamiento, según explicó Carlos Jimenez, director de Tendencias Digitales, en el evento de la consultora realizado este 23 de septiembre en el Hotel Eurobuilding de Caracas. Los usos que los venezolanos dan a los medios sociales y a la web en general también se han visto afectados por elementos de la realidad nacional, como la escasez y la censura.

td2015-info

 

Leer noticias es una de las cinco actividades más recurrentes de los venezolanos en Internet. Aunque en el resto de la región el porcentaje de usuarios que acuden a las redes para informarse es 74%, ocupando el tercer lugar de popularidad, en Venezuela esta cifra es incluso más alta. No es casualidad que Venezuela sea líder regional del uso de Twitter (70% de penetración), una plataforma de microblogueo que, según Jimenez, los usuarios utilizan para mantenerse informados y consumir opinión.

Título de caja

CPn6GJRWIAAo3_S

La compra y el cierre de medios impresos y televisivos han generado una primavera de medios digitales que escapan de la censura, al igual que sus lectores. Sumado a esto, el inestable acontecer nacional hace que el consumo de información sea aún más recurrente que en otros países vecinos.

El aumento del tráfico hacia portales de comercio electrónico está directamente relacionado con el bachaqueo, aseguró el director de la encuestadora. En otros países, el comercio electrónico sirve para conseguir productos poco comunes, que a través de un buscador son más sencillos de ubicar; pero en Venezuela, dada la dificultad para encontrar pañales, productos de la cesta básica o electrodomésticos, los portales de compra-venta ahora se utilizan para el «bachaqueo digital».

Captura de pantalla 2015-09-24 a la(s) 16.51.01

Luis Carlos Díaz, periodista experto en activismo digital e infociudadanía, puntualizó la necesidad que hay en Venezuela de tener una Internet «más rápida, libre y para todos». El bloqueo de portales web y la captura de ciberactivistas, algunos de los cuales continúan presos, son elementos del panorama digital venezolano que mencionó Díaz y que se derivan de la censura ejercida por entes del Estado.

 

 

 

Laureano Márquez P. Sep 10, 2015 | Actualizado hace 9 años
¡Me lanzo! por Laureano Márquez

Sillapresidencial

 

No me queda otra opción, visto lo que acaba de acontecer en Guatemala, donde un colega del humor está a punto de ser presidente de la República.  Debo decir, como dice todo político que se respete: «La verdad, no quería hacerlo; no estaba entre mis proyectos vitales la ambición de poder; de hecho, no tengo otra ambición que la felicidad de la patria, pero si ella exige de mí este sacrificio, no me queda otra que asumir el reto» (aplausos prolongados). 

Yo no solo he estudiado Teología, como Jimmy Morales (el de Guatemala), en mi caso en ITER (Facultad de Teología de la UCAB), sino que además soy licenciado en Ciencias Políticas de la noble y digna UCV, con posgrado en el Instituto Venezolano de Planificación, del que salí con una especialización en Planificación y Gestión Gubernamental. Así es que si alguien reúne en Venezuela las condiciones de cómico y estadista —y me van a disculpar mis amigos y contendores Luis Chataing y Benjamín Rausseo—  ese soy yo.

Hay una circunstancia personal que nunca he revelado y que coloca sobre mis hombros gran parte de la responsabilidad por la tragedia que el país vive y hace que pese sobre mi conciencia una carga de culpa que me siento obligado a resarcir con este lanzamiento. El hecho es el siguiente: quienes me conocen bien saben que nunca fue mi intención ser cómico, que la vida me trajo por estos derroteros y que siempre quise ser una persona circunspecta. En el año 1986, cuando me gradué, traté de buscar trabajo seriamente; fui incluso a la DIM (Dirección de Inteligencia Militar) —¿díganme si puede haber algo más serio que la inteligencia militar?—, donde un oficial vio mi currículo y me preguntó si yo alguna vez había sido militante de izquierda. Confesé que en bachillerato había sido presidente de un centro de estudiantes que resultó de una coalición entre el PRV de Douglas Bravo, del que yo era simpatizante, AD y Copei (mis excompañeros de la época pueden dar fe de ello, porque la noticia fue tan rara que hasta salió en El Siglo de Maracay). El oficial guardó mis papeles y, gracias a Dios, nunca me llamó. Desesperado, fui al Metro —no a intentar suicidarme, sino a buscar trabajo— pues había visto un aviso en el que solicitaban candidatos para el cargo de chofer de metrobús. Presenté mis papeles y me llamaron para la fase de entrenamiento. En el ínterin, mi profesor Andrés Stambouli me gestionó una beca para cursar estudios de planificación, lo que además de permitirme formarme en mi área, me salvaba la vida por un año entero. Fui a la C.A. Metro de Caracas a notificar —responsablemente— que no acudiría al entrenamiento. Vi una larga lista de nombres en la que tacharon mi apellido y llamaron al que estaba antes por la M. Sé que ese día, sin saberlo, cambié el destino de Venezuela. Pido perdón al país y lanzo mi candidatura para resarcir mi error.

La lista de ideas y proyectos que pienso impulsar es larga:

– Quiero institucionalizar el cambio de nombre del país. En cada mandato cada gobernante adjetivará a Venezuela con su proyecto particular. El mío será «República Bachaquera de Venezuela». El bachaqueo será oficial, de modo que las ganancias vayan a las arcas del Estado. Habrá mercados con regulación, colas y escasez y otros donde se consiga de todo al precio que es; como en Cuba, pues.

– Todos los negocios ilegales, como el contrabando de combustible, pasarán a manos del Gobierno, dejando al sector privado solo el terreno de la legalidad. Si la venta de gasolina en Colombia es tan buen negocio, ¿por qué no expropiarlo? Los oficiales no recibirán sobornos, sino una comisión por gandola vendida del otro lado.

– En materia económica propiciaré el capitalismo más salvaje del que se haya tenido noticia, con sueldos de hambre, sin derecho a sindicatos ni huelgas. Es decir, lo mismo que hace el gobierno actual, pero en manos del sector privado y con la diferencia de que habrá que trabajar y los trabajadores recibirán comisiones de productividad con el lema «a cada cual según sus capacidades».

– En el terreno de la seguridad, pondré al frente de Cavim al mismo que maneja la industria cementera, para que nadie pueda conseguir nunca más ni una sola bala o que sean tan costosas que un malandro se la piense bien antes de asesinar a alguien.

– Mi gran revolución será cultural. Los policías serán maestros que  podrán detener a cualquier ciudadano para interrogarlo sobre historia de Venezuela o cultura general, y podrán poner multas por ignorancia. Quiero una nación de gente inteligente cuya conciencia y cuyo voto no valgan un kilo de harina.

En fin, las ideas son muchas y no caben todas aquí: las viviendas de interés social habrá que pagarlas; el deporte será obligatorio y el servicio militar, voluntario; los militares serán civiles uniformados con el único armamento de su ejemplo de virtud; los médicos prescribirán libros junto con las medicinas; mis cadenas serán monólogos de humor; los ministros tendrán que ser suma cum laude por ley (el presidente no), así como administradores de probada eficiencia; los corruptos serán recluidos en conventos con los votos (de pobreza y castidad).

Sobre estas premisas genéricamente enunciadas se conducirá mi gestión. El eslogan de mi campaña será «El joropo llegó y no hay alpargatas». Solo hay un pequeñito detalle que no les había comentado sobre mi candidatura presidencial: no nací en Venezuela.  Vine al país a los siete años. Solo espero de las instituciones electorales que, sobre este punto, tampoco conmigo haya inconveniente.

@laureanomar

Ene 16, 2015 | Actualizado hace 9 años
Jurunguemos el legado por Félix Alberto Quintero V

NicolásMaduroyHugoChávez

 

En estos días de preocupaciones múltiples (léase desabastecimiento, inseguridad, inflación, desempleo y las demás carencias generalizadas que agobian a los venezolanos) pareciera notarse un patrón en ciertas informaciones diseminadas por los medios de comunicación, algunos asociados al oficialismo y otros a la oposición. Han publicado artículos de opinión, entrevistas a transeúntes, mensajes de Twitter y conversaciones en radio que revelan una muy particular preocupación en un grupo de venezolanos. Es, precisamente, a este grupo de venezolanos a quien me dirijo en esta oportunidad.

Me refiero al miedo que le genera a algunos venezolanos que el gobierno nacional tome medidas que pudiesen alterar, revertir o distorsionar el legado del difunto ex-presidente Chávez. Es importante destacar, sin embargo, que incluso afectos al oficialismo parecieran demostrar cierta disposición a que se adopten políticas públicas que produzcan cambio (¿cuál cambio? no está claro pero, la verdad, tampoco es objeto de la presente crónica). La disposición a la que hago referencia, no obstante, está sujeta a que dichas medidas no “traicionen el legado” del ex-presidente Chávez.

Pero, ¿en qué consiste el legado? ¿Cuáles son sus características? Empecemos haciendo el ejercicio de comparar el desempeño del gobierno nacional durante el pasado año 2014, en áreas específicas y con relación a otros países, haciendo uso de fuentes diversas (gobiernos extranjeros, ONGs y organismos internacionales públicos):

 

Estado de Derecho

 

La ONG de nombre World Justice Project (Proyecto Justicia Global) publicó un informe comparativo llamado “Rule of Law Index” (Índice de Estado de Derecho) respecto al año 2014 en el que estudia el estado de derecho, por país, mediante el uso de ciertos indicadores, tales como (i) límites al poder gubernamental; (ii) ejercicio de derechos fundamentales; (iii) orden y seguridad; y (iv) justicia civil, penal e informal. El informe abarcó un total de 99 países de todo el mundo, incluyendo Afganistán (actualmente en guerra) y Zimbabue (gobernado por un dictador desde la década de los ’80). Los venezolanos ocupamos la casilla número 99 y no precisamente por orden alfabético.

 

Tráfico de Personas

 

El informe “Trafficking in Persons Report 2014” (Reporte de Tráfico de Personas) publicado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América incluye cuatro categorías, siendo la cuarta la que refleja los países con el peor desempeño. Estos países, según el informe, no cumplen con ciertos estándares mínimos y (peor aún) no muestran si quiera disposición de cumplir con dichos estándares. Venezuela y Cuba son los únicos países latinoamericanos que aparecen en esa categoría, junto con Corea del Norte, Irán y algunos otros países asiáticos y africanos que se caracterizan por tener serios déficits de rendición de cuentas gubernamentales.

 

Transparencia Gubernamental

 

La ONG alemana Transparencia Internacional también publicó para el 2014 un ambicioso informe titulado “Corruptions Perceptions Index” (Índice de Percepción de Corrupción), cuyo objeto es revelar los índices de percepción de la población sobre la corrupción en el sector público para un total de 175 países. En este caso nos encontramos en la casilla 161 de un total de 174, lo que supone, de acuerdo al informe, que la percepción de los venezolanos respecto a su gobierno es comparable con la de los yemeníes con su gobierno.

 

Facilidad para crear y desarrollar negocios

 

El Grupo del Banco Mundial publica el informe “Doing Business” (Haciendo Negocios), el cual pretende explicar los niveles de dificultad (o facilidad) para emprender y desarrollar una iniciativa asociadas a negocios en un país determinado. Este informe, que se caracteriza por ser aún más amplio (incorpora a 189 países), señala en su edición 2014 que Venezuela ocupa la casilla 181. Nótese que Haití, a pesar del terrible terremoto del 2009, se encuentra en la posición 177.

Algunos lectores escépticos podrían cuestionar el contenido de los informes, tildándolos de parcializados o incompletos. Incluso el semanario británico The Economist (El Economista) en un artículo llamado “Ranking the rankings” (Indexando los índices) publicado en noviembre del 2014 señala que algunos académicos han alertado que, en algunas oportunidades, existe el riesgo de que algunos índices simplifiquen la información en demasía y la interpreten más allá de lo que la data realmente permite.

A usted, estimado lector escéptico, quisiera proponerle como alternativa, un simple ejercicio que también le permitirá identificar las características del legado. Consiste en una pequeña encuesta en la que confío tendrá la certeza de que la metodología es impecable, por cuanto la propuesta es que usted mismo recoja su propia data y después analice los resultados en la comodidad de su hogar. Sí quisiera, sin embargo, sugerir algunas preguntas para la encuesta, a saber:

 

1.- Vaya al quiosco y pregunte cuánto cuesta una caja de chicles.

2.- Vaya al abasto y pregunte si hay leche.

3.- Vaya a la farmacia o al ambulatorio más cercano y pregunte si hay antibióticos o insumos para primeros auxilios.

4.- Vaya al hospital y pregunte sobre las condiciones de los quirófanos.

5.- Vaya a la iglesia de su parroquia y pregúntele al sacerdote cuántas misas ha tenido que celebrar en el último mes a causa de muertes por delincuencia.

6.- Vaya a la escuela y pregúntele a los profesores si cuentan con las instalaciones adecuadas.

7.- Vaya a la universidad y pregúntele a los muchachos cómo va la búsqueda de trabajo.

8.- Vaya a la casa del vecino y pregúntele cómo va su negocio.

9.- Vaya a la jefatura de policía y pregunte a los funcionarios si están en capacidad de dar seguimiento a las denuncias que les llegan.

10.- Vaya a los cuarteles y pregúntele a los militares venezolanos si siguen órdenes de superiores venezolanos o cubanos.

 

Finalmente, descanse y vaya a tomarse un trago en una discoteca (sólo si se atreve a salir de su casa después de que oscurezca, claro está).

Le deseo, estimado lector, la mejor de la suerte en su encuesta y por favor recuerde, mientras la vaya realizando, que Venezuela contó con la mayor bonanza petrolera de su historia durante los últimos años. Y, si por casualidad los resultados no son tan positivos como todos quisiéramos que fueran, lo invito a preguntarse ¿será que llegó el momento de que jurunguemos el legado?

 

 

felixquinterov@outlook.com