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Política

¿Qué ha pasado en Venezuela ocho años después de la muerte de Chávez?

El 5 de marzo de 2013 falleció Hugo Chávez, luego de 14 años sentado en la silla del Palacio de Miraflores. Para ese momento no se hablaban de migraciones masivas, sanciones ni existían los niveles de crisis. 

Ocho años después, la historia es otra con Nicolás Maduro como heredero de la llamada revolución bolivariana. 

¿Qué ha cambiado en ocho años? Aquí los aspectos más destacables: 

Migración

Venezuela dejó de ser un país receptor de inmigrantes: casi 5,5 millones de venezolanos, lo que representa cerca del 20 % de la población del país, han emigrado principalmente a través de las fronteras terrestres, convertidas en el último quinquenio en lugares de abundante movimiento.

Inseguridad

En 2013, Venezuela registró casi 25.000 homicidios. Según las mismas estimaciones del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), en 2020 las muertes violentas fueron 11.891, mientras que el Gobierno habla de un número menor a los 8.000 asesinatos. Aunque Chávez implementó una decena de planes para disminuir los homicidios, fue durante la Administración de Maduro cuando estos números cayeron.

Pobreza

En los primeros 13 años de la revolución, Venezuela pasó de tener a la mitad de su población en la pobreza a menos de un tercio, un indicador que fue reconocido por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Hoy, según estimaciones no oficiales, el 96 % de los venezolanos es pobre y el 80 % vive en la miseria, sin capacidad de cubrir necesidades básicas como la alimentación.

Legitimidad

Aunque Chávez fue señalado de autoritario, la legitimidad incuestionable de su Ejecutivo le permitió hacer negocios con todo el mundo y liderar escenarios políticos y económicos. 

Maduro, en cambio, es señalado de “violador de derechos humanos” por la oposición y por diversas organizaciones nacionales e internacionales. Con un presidente reelegido en unas votaciones cuestionadas, la política exterior es defensiva y el margen de maniobra financiero del país se ha diezmado.

Control de cambio

El Estado fundado por Chávez controlaba cada dólar o moneda extranjera, pues así lo dispuso el presidente hasta su muerte.

Ahora, los venezolanos manejan más dólares que bolívares en medio de una dolarización de facto que se impuso a la fuerza debido a la escasez del papel moneda nacional y a la constante devaluación de estos billetes. En la Venezuela de Maduro, los dólares circulan rampantes por doquier.

Sanciones

La animadversión de Chávez con el “imperio” norteamericano lo llevó a calificar al presidente George W. Bush de “diablo” y expulsar al embajador estadounidense en 2010.

Esta enemistad no escaló más hasta que Maduro se hizo con el poder y, desde entonces, Estados Unidos ha emitido más de 400 sanciones económicas, una política a la que se han sumado otros países americanos y europeos, lo que se ha traducido en un bloqueo comercial.

Oposición

Las fuerzas políticas que se oponen a la revolución estaban, al menos en apariencia, más unidas que nunca cuando Chávez falleció. Ese hecho, en las primeras de cambio, las reanimó en sus propósitos de poner fin al poder chavista.

Luego de derrotas electorales, reveses políticos y apuestas fallidas, la oposición venezolana está desmembrada, sin fuerza y sin propuesta, justo cuando la popularidad del Gobierno está en el suelo.

Ayuda

La Venezuela de Chávez ayudó con millones de dólares en el desarrollo de países desfavorecidos gracias a la inagotable chequera de la industria petrolera.

La Venezuela de Maduro requiere ayuda humanitaria urgente pues millones de ciudadanos tienen necesidades básicas insatisfechas. El país pasó de hacer donaciones millonarias a recibir la asistencia de Naciones Unidas para intentar saciar el hambre de una sociedad que vive su más acuciante crisis.

¿Qué dice la gente? 

Usuarios de la red social Twitter expresaron su opinión sobre el aniversario del fallecimiento de Hugo Chávez. 

Mientras sus seguidores publicaron mensajes recordando el legado del expresidente, también se publicaron tuits recordando la noticia de su muerte y de los cambios que causó en Venezuela.

 

Con información de EFE

Trinidad y Tobago pidió a Biden levantar las sanciones contra administración de Maduro
A juicio del primer ministro Keith Rowley, las sanciones están causando sufrimiento a los venezolanos así como a otros países de la región, como el caso de Trinidad y Tobago

El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, solicitó al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que levante las sanciones contra Nicolás Maduro y las empresas estatales venezolanas.

“Nos gustaría ver una revisión temprana desapasionada de la ‘política de tierra arrasada’ de Estados Unidos aquí (en Venezuela), ya que, como la evaluación de las Naciones Unidas confirma lo que siempre supimos, las ineficaces políticas duras de sanciones unilaterales están contribuyendo inmensamente al sufrimiento humano indiscriminado adicional generalizado en esta nación caribeña que necesita ayuda”, dijo en un evento virtual realizado este viernes.

A su juicio, las sanciones están causando sufrimiento a los venezolanos como a otros países de la región, como el caso de Trinidad y Tobago. 

Rowley, quien también es el presidente de la Comunidad del Caribe (Caricom), pidió a Biden a asumir el papel de «liderazgo» con el fin de ayudar a los venezolanos a salir de la crisis. 

El primer ministro señaló que la Caricom quiere tener una relación colaborativa y de asociación «estrecha»  y continua en temas regionales e internacionales «y un compromiso renovado  para perseguir ardientemente el desarrollo sostenible de todos nuestros ciudadanos».

Hace días, el gobierno de Trinidad y Tobago autorizó el aterrizaje del avión de la aerolínea estatal Conviasa, dispuesto por la administración de Nicolás Maduro para repatriar a 95 migrantes connacionales que se encontraban en territorio trinitense. En un principio, las autoridades de la isla caribeña habían negado el permiso a Conviasa por tratarse de una aerolínea sancionada por el gobierno de Estados Unidos.

Trinidad y Tobago ha sido una de las naciones que se han visto afectadas por la migración venezolana. Sin embargo, es uno de los países con políticas duras contra aquellos de nuestros nacionales que llegan de forma irregular a esa nación.

Con información de TalCual

Ángel Medina: La ruta debe ser reconstruir el valor del voto
Medina aseguró que es necesario reconectar la política con los ciudadanos

El diputado de la Asamblea Nacional, Ángel Medina (PJ-Bolívar) aseguró que el reto de la dirigencia política y la ruta es la de reconstruir el valor del voto y que los venezolanos sientan que su voz cuenta. 

En sesión virtual del Parlamento de este sábado, 5 de diciembre, el parlamentario aseguró que hay una buena parte del país que se ha alejado de las instituciones políticas del país, porque sienten que no resuelven nada, «o los políticos nos hemos alejado de la gente, como lo quieran ver», agregó.

«Tenemos que construir una salida, una solución que se hace reconectando nuestra labor política con cada uno de esos ciudadanos que se sienten excluidos, que sienten que no pertenecen», exclamó desde el Centro Letonia en Caracas.

Medina expresó que es el momento de que la dirigencia haga el esfuerzo, en primer lugar de reencontrar la política con los ciudadanos. «Eso es solo posible en la medida que rescatemos el valor del voto como instrumento real de cambio en Venezuela», dijo.

También indicó que no se puede plantear un proceso electoral, donde el que gana tiene «la factura para aniquilar al que pierde». 

«Los venezolanos tienen que ver que en la elección, con su voto, no solamente que se respete su decisión, sino que se produzca un proceso que dirima el conflicto y permita construir soluciones. Darle valor al voto nuevamente es una lucha que tenemos que encauzar en los próximos meses», añadió el diputado.

Profundización de la crisis

El diputado Ángel Medina aseveró que el proceso electoral del 6D solo profundizará la crisis del país. «Va a empeorar absolutamente todo», añadió.

Recordó que la comunidad internacional no reconocerá lo que sucederá el domingo, 6 de diciembre, como una elección legítima y libre. «Evidentemente va a ser una mayor crisis lo que va a pasar en las próximas horas, porque además no existen condiciones que hemos propuesto en esta Asamblea Nacional, que trabajó para lograr esas condiciones».

Medina explicó que en las elecciones legislativas se verán dos cosas, una los venezolanos que participarán porque «no les queda de otra, porque saben donde están, porque trabajan en un organismo público».

«Hay otros venezolanos que mañana van a ir a votar porque sienten que no pueden perder el pedacito de derecho que tienen. Esa es una parte de los venezolanos», aseguró.

Ángel Medina consideró que otra parte de los venezolanos no votará porque «el evento no les dice nada. No les han dado ninguna sola argumentación de que las cosas van a ir mejor el día de mañana, no resuelve nada, no les devuelve la luz, el agua, la seguridad, la gasolina».

La verdadera AD

En el mismo debate, el diputado Eliezer Sirit (AD-Falcón) calificó los comicios de «vergonzoso, inmoral, bochornoso y fraudulento». Además recordó que la tarjeta de Acción Democrática que aparece en el tarjetón fue intervenida por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

“Esa que aparece en el tarjetón fraudulento es producto de un acto confiscatorio ordenado desde Miraflores para entregárselas a quienes decidieron vender sus convicciones entregar sus ideales a cambio de dádivas o de otro tipo de ofertas que ponen en tela de juicio la actitud de cada uno de ellos”, señaló.

Igualmente el diputado Luis Florido (UNT-Lara) exhortó a los venezolanos a no «convalidar» unas elecciones «que no son» y que las calles deben estar vacías. 

Florido aseguró que los venezolanos no son abstencionistas, pero que no se puede «convalidar una elección que no es», donde se han «confiscado» partidos políticos de oposición.

Mientras que la diputada Delsa Solórzano (Encuentro Ciudadano-Miranda) dijo que después del 6 de diciembre los venezolanos seguirán pasando necesidades. 

“Lo único que va a cambiar esta situación, es sacando del poder quienes hoy son responsables de los crímenes de lesa humanidad, esa es la realidad y esa es la lucha que está dando la Asamblea Nacional presidida por Juan Guaidó”, aseguró.

La paradoja del “sándwich social”

@ajmonagas

Desde que el hombre comprendió la necesidad de proveerse una alimentación que advirtiera la relación entre los recursos culinarios que dispone, el entorno del cual los obtiene y los aspectos socioculturales que le confieren sentido a dicha relación, surgió la gastronomía. Es así que se estima como el arte de la preparación de una buena comida.

Hablar de gastronomía no es solo referir la relación entre el ser humano y su alimentación. Es también reseñar las tendencias que cada sociedad establece a objeto de exaltar sus tradiciones y de disfrutarlas. Siempre, exhortando su historia. Aunque las mismas se hayan visto vapuleadas por las realidades políticas, económicas y sociales.

En su devenir, el desarrollo de la sociedad luce de por medio. Además no es exagerado afirmar que cada proceso de desarrollo presenta su cuota de obstinación. Por haber vivido algo así como el naufragio de su propia identidad.

Así como la política o la economía han sido objeto de consecutivos reacomodos conceptuales y prácticos, el resto de las realidades también. Por ejemplo, la gastronomía ha adquirido distintas manifestaciones. Así es propio hablar de cómo la química u otras ciencias han incidido en su avance.

Si bien se habla de gastronomía molecular, es posible hablar de gastronomía política.

No solo para explicar cómo los gobiernos son capaces de incidir en la alimentación de una población. Tanto como para motivar buenos hábitos alimenticios, como para manipular el respaldo al proyecto político en boga. O para idiotizar el discurrir de la sociedad. Solo así, podría explicarse la paradoja del “sándwich social”.

Todos saben que un sándwich es una reunión de pan, queso y jamón. O sea el sándwich habitual cuya demanda invade hogares y cafés de medio mundo. Ese sándwich bien porta el calificativo de “social” dado que su consumo le merece tan fiel adjetivo.

Justamente, la presente disertación busca comparar su esencia y consistencia con lo que las características del “sándwich usual” permite interpretar. De ahí que se acude a prescribir la paradoja del “sándwich social” para desnudar el concepto de “mediocracia” desde sus acepciones más significativas.

La primera, tiene el sentido que proviene de la mediocridad (primera mitad del pan del sándwich). De la mediocridad entendida como recurso engañador sirviéndose de argumentos falaces para alcanzar sus propósitos.

La segunda acepción surge de la injerencia y manipulación de los medios de comunicación y las redes sociales. Así buscan enmarañar la información y sesgarla según los intereses que convienen a juicio de los poderosos (segunda mitad del pan del sándwich).

Mientras que el papel del queso y del jamón, lo asume la población maltratada. Siempre, a consecuencia de la locuacidad proferida desde la perversidad de la “mediocracia”. Indistintamente del juego político en que incursiona.

Cualquiera de las acepciones de “mediocracia”, deja ver la fragilidad democrática que se padece. Ya sea de este lado del globo o en cualquier otro lado. Mas, toda vez que, como recurrentes crisis, son el resultado de la acumulación de problemas políticos. Casi siempre causados por la desnaturalización de mecanismos políticos relacionados con la excesiva concentración de poder. Así como por la desconfianza entre poderes públicos y la reducción de capacidades del sistema político.

Desde cualquier banda o borde que corresponda en alguna de las mitades del “sándwich social”, siempre será la ciudadanía la aporreada.

No solo por estar en la mitad. Sino también, por ser el objeto de ataques de la “mediocracia”. Además que sobre la sociedad recaen los efectos que los discursos, informaciones, decisiones elaboradas o políticas mal formuladas por los apremios de la “mediocracia” generan.

Y es la razón por la que se habla de “paradoja”. Toda vez que por ella se entiende “una idea de aparente contradicción lógica”. Y aunque encarna algún sentido y cierta coherencia, implica una forma de verdad que tiene lugar en una parte de la realidad.

Lo que refiere el titular de esta disertación, quizás pudiera sonar extraño. Pero en lógica política, las circunstancias adquieren el sentido que resulta propio de cuando las realidades demuestran que en “política”, todo vale. Por eso las paradojas son habituales. Particularmente, cuando las realidades se implican entre sí.

De manera que la existencia de una, bien evidencia e involucra la coexistencia del resto. Es una situación propia del zarandeo que produce el discurrir de la política. Especialmente, cuando se tienen realidades que pueden contener diferentes acepciones. Como la “mediocracia”. Y es porque sus interpretaciones se prestan para jugar a las oportunidades aprovechándose de coyunturas y argucias posibles.

Es así como la política se convierte en un acto de equilibrio entre conjeturas, inferencias o conceptos análogos o solapados. Y la razón para hablar del efecto producido al superponerse o sobreponerse significados o acepciones distintas de una misma palabra. Típico caso de “polisemia”, según la gramática castellana. Y en el ámbito de la política, adquiere sentido la paradoja del “sándwich social”.

La música y la política

La música y la política

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Julio Castillo Sagarzazu Oct 13, 2020 | Actualizado hace 4 semanas
La música y la política

@juliocasagar

Hemos emborronado cuartillas anteriormente hablando de la física y la política y cómo la teoría de la impenetrabilidad de los sólidos es absolutamente aplicable al comportamiento social y político; y estableciendo, por ende, la necesidad de que para que no estén los malos, los buenos deberían participar ya que los espacios vacíos no se toleran ni en el naturaleza ni en la vida social.

La física y la política

La física y la política

Allí tratamos de explicar a tanto manager de tribuna la necesidad de bajar al terreno de juego a meterse en la candela si es que no les está gustando la manera como el manager de verdad verdad, está dirigiendo el partido.

Esta nota plantea la relación emocional que la música establece con el ser humano y cómo la política debería imitarla, ya que ambas tratan de emociones que se traducen en conductas. Veamos:

La música, como todas las artes, es un medio a través del cual un creador trata de provocar la emoción de un oyente. La particular sensibilidad del artista no está hecha para que el creador se solace con su creación. El caso de Pigmalión, un escultor enamorado de Galatea, la estatua que había esculpido, es tratado como un caso patológico. En realidad, la mayoría de los artistas pretenden comunicar con su obra. Que sea una idea, un sentimiento, una angustia, es secundario. Lo realmente importante es que el arte es una manera de expresar sentimientos que pretenden emocionar comunicándose con los sentimientos de los demás.

Un dirigente político es, mutatis mutandi, también un actor social que pretende que sus ideas y sus propuestas entusiasmen para provocar adhesión y concitar conductas transformadoras.

Las interrelaciones de la música y la política son numerosas. No nos interesa aquí hablar de la relación de músicos y políticos y cómo se han influido mutuamente. En realidad, como ya dijimos, lo que nos interesa es el método de usa la música para congregar y para convocar voluntades.

Vamos a usar de ejemplo una pieza que muchos conocedores estiman que es el non plus ultra de la composición musical que es la Novena sinfonía de Beethoven. Ubiquémonos en el contexto de 1824, fecha de su composición. No hay medios de comunicación audiovisuales, ni Tik Tok para llegar a capturar la emoción. Solo existen los auditorios de los teatros cerrados de la época. Un compositor debía tomar en cuenta que, para mantener la atención, debía jugar con el ritmo, la armonía, el tempo y con las alegorías temáticas, con muchísima maestría para que sus piezas no aburrieran y pudieran concitar el aplauso de los espectadores. Exactamente lo que debería hacer un dirigente político, con su discurso y sus propuestas, frente a su mercado político y electoral.

Una de las claves para lograr esa atención y la consiguiente emoción es la creación de la expectativa. En el caso de la política de la esperanza que debe despertar el mensaje.

Es necesario interpelar las emociones con una escala, un ritmo y un “tempo” para que “una grande finale” sea la culminación exitosa de todas las sensaciones y emociones.

En el caso de un compositor para logar arrancar una ovación de pie y en el caso de un dirigente político, para que ese pico de emoción coincida con el final de una campaña política o electoral. También un entrenador deportivo debe tener esto en cuenta en el entrenamiento de su pupilo. Si se trata de un boxeador, tiene que medir los tiempos y la intensidad para que esté en el tope de sus condiciones el día del combate. Que no se pase, ni se quede corto en entrenamiento, es vital para que tenga éxito en la pelea.

Regresemos a la Novena sinfonía y a su estructura:

Todo comienza con un “Allegro ma non troppo, un poco maestoso”. Es un allegro para captar la atención al inicio y enganchar al espectador, pero no demasiado para no anticipar las emociones que deben distribuirse a lo largo del concierto. Incluso comienza con ciertas notas que sugieren dramatismo y solemnidad, como para insinuar que lo que viene será importante.

Sigue un “Molto Vivace: presto” para ir subiendo en intensidad y que dura alrededor de 10 minutos.

La tercera parte es un “Adagio molto e cantábile” con un “Andate moderato”, en el que baja la intensidad del ritmo, hasta casi ser bucólico, pero introduce acordes que nos insinúan las voces de lo que será el final.

Y luego, por último, el “Presto, Allegro assai”, el verdadero “Grande finale” con el torrente del Himno de la alegría que es el paroxismo de la sinfonía.

Esta secuencia busca hilvanar las sensaciones y crear emociones “in crescendo”. Esas son las mismas sensaciones que deben provocarse en la política, sobre todo en las campañas.

Hoy, en Venezuela, las fuerzas democráticas representadas en la Asamblea Nacional han planteado al país la realización de una consulta popular, sobre la base de que sean los ciudadanos quienes decidan sobre los caminos que están abiertos para lograr el cambio político y la convocatoria a elecciones libres. Es también una iniciativa disruptiva frente al fraude electoral convocado ilegalmente y sin condiciones justas por el CNE de Maduro para el 6 de diciembre.

Esta convocatoria está hecha en medio de condiciones adversas; no solamente por la agudización de la crisis humanitaria, llevada al paroxismo por la pandemia, el desabastecimiento de combustibles y la eclosión de la inflación, que pone a los ciudadanos a ocuparse prioritariamente de esos temas; sino porque las condiciones de vitalidad política de la oposición al régimen no son las mejores.

De manera que lo que está planteado en este momento es que se puedan juntar las fuerzas para iniciar una campaña que motive a los ciudadanos. Y que pueda interpelar sus emociones para que el clima de rechazo al régimen, que existe en todas partes, se convierta en fuerza eficiente y efectiva para avanzar en el proceso de cambio del país.

Convendría imitar, en lo que se pueda, la estructura de una  sinfonía para lograr estas reacciones.

Primero con un comienzo solemne que dé a entender que la iniciativa es seria y un punto de encuentro unitario de las fuerzas. Para ello se debería rodear el anuncio de la formalidad que sea posible.

Luego, se debería proceder, con orden y concierto a promover, con la tranquilidad de un adagio, pero con el entusiasmo de tener una política en la calle, a comunicar la buena nueva entre la gente; y a ORGANIZAR (sí, con mayúsculas) las estructuras, los comités con hombres y mujeres de carne y hueso que tendrán a su cargo la movilización nacional contra el fraude y la realización de la consulta como alternativa.

Es este trabajo el que puede preparar el clima, el entorno ecológico de un “grande finale” que provoque la movilización social con entusiasmo y que permita pasar el suiche psicológico de la incertidumbre a la esperanza y a la necesidad de luchar por ella.

 

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Realidades salpicadas de “imposibles”

@ajmonagas

El concepto de “caos”, ya no tiene la connotación intrigante que el oscurantismo quiso adosarle. Desde que la termodinámica estableció su segunda ley, adquirió razón el concepto de “entropía”. Si bien fue inventado para ayudar a la Física a describir ciertas observaciones que involucran la existencia de energía asociada a cambios de la materia, igualmente alcanzó connotaciones filosóficas. Particularmente, cuando se buscó indagar el comportamiento del Universo como un todo.

Es ahí cuando el “caos”, en un sentido riguroso, induce reacciones que se suceden en el mundo natural tal cual se conoce. Esto es causa de creaciones materiales que incitan cambios irreversibles en el Universo. Solo atendidos por la energía que se desplaza, disipa o provoca. Y por el incremento de temperatura que ocasiona. Por eso se ha dicho, que el Universo proviene del “caos”. Y que, de este, se forma vida.

De manera que el “caos” puede entenderse como una forma de energía capaz de forjar un cierto orden desde el mismo desorden que induce. Pero valiéndose de un particular proceso de desarreglo que incita sobre el contorno donde se acumula la energía.

El caos en la política

En política, el “caos” tiene una acepción no lejos de la que ha servido a la termodinámica para demostrar sus hipótesis. El ejercicio de la política busca desordenar muchas veces los factores que mayor incidencia tienen en el poder. Así procura crear el orden necesario que a su juicio conviene. No obstante, cuesta comprender su realidad. Mucho más, aceptar sus razones a primera vista. Empero, ese orden así inculcado opera en la dirección de hallar oportunidades que, no pocas veces, configuran rutas de solución a difíciles conflictos. Pero solo si es aprovechada la creatividad que motivan los hechos.

Posiblemente, fue razón para que Albert Einstein refiriera tres reglas básicas para la vida, que se le atribuyen: “1. En el caos está la sencillez; 2. En el conflicto está la armonía; 3. En el medio de la dificultad está la oportunidad”

Sin embargo, pese a todo cuanto justifica al “caos” como motivación del orden, siempre incita dudas sobre los efectos que puede generar. En política, esas dubitaciones han acompañado el devenir del hombre en su cotidiano trajín. Ante esta consideración, vale preguntarse si dicha desconfianza es provocada por problemas de actitud política, de (in)cultura política o de resignación ante la incertidumbre.

Todo esto pudiera revisarse desde la política. Pero considerándola en su afán por jugar a las ventajas, sin distinción de las ocasiones que se den. De ahí que el ejercicio de la política debería siempre evitar los extremos en su recorrido por las circunstancias que moldean su praxis. Poco reconoce que los extremos rayan con equivocaciones en que, generalmente, incurre. Sin siquiera advertirlas. Justo ahí yerra la política en su intención de procurar cambios prometidos.

Si acaso el ejercicio de la política tuviera en cuenta que “cuanto más oscura está la noche, más pronto está el amanecer” (adagio popular inspirado en la Biblia (Romanos 13;12), es factible que sus presunciones o aspiraciones apuntarían hacia realidades constructivas.

Deepak Chopra, médico y escritor indio, advirtió este tipo de problemas que confronta el hombre en su interrelación con otros. Así escribió que  “todos los grandes cambios están precedidos por el caos”. Razón para asegurar que luego de la tormenta sale el sol.

De manera que de indagarse (debidamente) lo que sigue al “caos”, quizás el ejercicio de una equilibrada y reflexiva política aseguraría la solución a buena parte de los entuertos contemplados entre sus objetivos a resolver. Es un problema que bien le calza al concepto de “revolución”. Solo que el endiosamiento que propicia el poder (mal concebido), desvía su praxis del camino correcto.

Pero si la obstinación o testarudez de quienes ejercen la política sigue apegada a obtusos criterios que buscan privilegios personales por encima de lo que configura el bienestar de toda una sociedad, el desarreglo nunca cerrará su ciclo de perversidad, egoísmo y conflictividad. Aun cuando valiera la pena caminar hacia el caos estructural de lo que envuelve al Estado “impropio”, al Estado “forajido”, al Estado “invertido”. O al Estado “fallido”.

Y aunque del “caos” procede el mismo Universo, no significa esto que el orden alcanzado haya sido el estimado a la luz de la relación cuantitativa entre “disipación de la energía y el incremento de la temperatura”. Porque la Física que corresponde a este problema, no es la física “dinámica”. Es la física “política”, bajo cuya sombra persisten y se atascan realidades salpicadas de “imposibles”.

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Segundo debate presidencial entre Trump y Biden será virtual
El mandatario estadounidense se negó a participar en un debate virtual

 

El segundo debate electoral entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su rival demócrata, Joe Biden, programado para el día 15 de octubre en Miami, Florida, será virtual, para proteger la salud y seguridad de todas las personas involucradas.

El anuncio de la decisión de la Comisión para los Debates Presidenciales tiene lugar después de que tanto el presidente Trump como numerosos funcionarios de la Casa Blanca hayan dado positivo de covid-19.

“Los participantes en el debate y el moderador, Steve Sculli, productor ejecutivo y editor político de la Red C-SPAN, estarán ubicados en el Centro Adrienne Arsht para las Artes en el Condado Miami Dade, de Florida”, señaló la comisión.

El martes, un día después que Trump salió del hospital naval Walter Reed y retornó a la Casa Blanca, los portavoces de su campaña señalaron que el presidente seguía resuelto a confrontarse con Biden quien, un día antes, había dicho que haría lo que los expertos médicos recomendaran.

Trump se niega a participar 

Este jueves, Donald Trump, se negó participar en el segundo debate presidencial con su rival, el demócrata Joe Biden, después de que la Comisión de Debates Presidenciales anunciara que éste se desarrollaría de forma virtual.

«Escuché que la comisión cambió el estilo del debate hace un rato. Eso no es aceptable para nosotros. No voy a participar en un debate virtual», dijo el mandatario en una entrevista con Fox Business.

«No voy a perder mi tiempo en un debate virtual, de eso no se trata un debate. ¿Te sientas frente a una computadora y lo haces? ¿Debates? Ridículo. Y luego pueden silenciarte cuando quieran», añadió.

Trump manifestó su oposición al formato después de que la comisión decidiera que el debate se desarrollaría de forma virtual, con los dos candidatos participando desde lugares separados y remotos.

 

¿Con información de EFE y BBCMundo

Paola Bautista de Alemán: Unidad de propósito es clave para la transformación democrática
En la más reciente edición de la revista Democratización del instituto de estudios políticos Forma, la periodista y dirigente de Primero Justicia afirma que partidos, gremios, sindicatos, iglesias y organizaciones sociales pueden trabajar desde ya en la sanación de las heridas que afectan a la sociedad venezolana

 

Sin duda, Venezuela es otra. “Difícilmente volveremos a ser lo que éramos antes de este episodio autocrático”, afirma Paola Bautista de Alemán, presidenta del instituto de estudios políticos Forma. Partiendo de esta premisa, la política venezolana sostiene que “el proceso de democratización exigirá una profunda revisión de los males sufridos que abra camino a la justicia, el perdón y la reconciliación”.

“El cambio que demanda Venezuela exige disposición transformadora por parte de los actores políticos que lideren el proceso”, enfatiza Bautista de Alemán en su artículo Transformación para Venezuela: Estado gangsteril y democratización, publicado en la más reciente edición de la revista digital Democratización del instituto de estudios políticos Forma.

Al considerar las decisiones prácticas que pueden allanar el camino hacia la transformación democrática del país, la periodista y dirigente de Primero Justicia subraya la necesidad de “mantener la Constitución de 1999 en su versión original y rescatarla como depositaria de las reglas del juego político que deben respetar todos los actores. Esta decisión podrá ofrecer seguridad y estabilidad en momentos de tensión”.

En segundo lugar, la intelectual subraya que “es necesario construir y promover una unidad de propósitos que guíe la transformación democrática”, con la finalidad de avanzar hacia la “sanación de la sociedad política”, gravemente afectada por el régimen chavista. “Con la revolución, Venezuela descubrió el hambre, la emigración, la persecución política, la violencia estatal, la represión de la conciencia, la tortura y la muerte. Han sido veinte años en donde hemos descubierto dolores que pensábamos superados en nuestra historia. ¿Cómo y cuánto nos ha cambiado? Resulta difícil precisarlo”, admite.

Sin embargo, Bautista de Alemán señala que la sociedad venezolana puede avanzar de inmediato en ese proceso de sanación. “Para alcanzar este propósito no es necesario esperar a la liberación autocrática. El trabajo político, las redes de solidaridad, las estructuras de confianza y la formación cívica integral allanan el terreno para aliviar el dolor y sanar las heridas. De ahí la importancia de los partidos, gremios, sindicatos, iglesias y organizaciones que funcionan con independencia del Estado y mantienen condiciones predemocráticas a pesar de los ataques”.

La presidenta del instituto de estudios políticos Forma resalta que “conviene considerar los desafíos colectivos, tales como gestionar la incorporación al nuevo sistema democrático de actores políticos previamente relacionados con el régimen que expresen su voluntad de someterse lealmente a la Constitución, vencer los deseos hegemónicos de grupos políticos concretos y construir espacios de consenso que eviten situaciones que pongan en riesgo al nuevo orden”.

Por último, Bautista de Alemán plantea el esfuerzo que demandará la reconstrucción del Estado venezolano. “Dada la crisis humanitaria compleja que padecemos y la dinámica criminal que ha desarrollado el Estado venezolano, puedo advertir que se requerirá apoyo de la comunidad internacional para superar la condición de colapso que experimenta el país. Conviene preguntarnos si es necesario que el acompañamiento internacional se extienda también al rescate de la soberanía y del monopolio de la violencia”, concluye.