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Política

Ecuador declara la emergencia migratoria por la llegada de 4.200 venezolanos al día

 

Ecuador ha declarado este miércoles el estado de emergencia en tres de las provincias en las que se ha detectado mayor presencia de venezolanos tras un aumento inusual del flujo migratorio. En los últimos días, la llegada a Ecuador de ciudadanos de Venezuela ha alcanzado la cifra de 4.200 al día, por lo que el Gobierno ha decretado la emergencia con fines humanitarios. “El objetivo es establecer un plan de contingencia y las acciones y mecanismos necesarios para la atención humanitaria”, según el comunicado emitido por la Cancillería ecuatoriana.

La medida se aplicará en las provincias de Carchi, fronteriza con Colombia, en El Oro, que linda con Perú, y en Pichincha, donde está la capital y en la que se han establecido una parte de los venezolanos que se quedan en Ecuador. Según las últimas cifras oficiales de Migración, en el primer semestre del año, llegaron 454.000 ciudadanos desde Venezuela, de los que 72.000 permanecieron en territorio ecuatoriano. La mayor parte, en cambio, prosigue su viaje saliendo por la frontera sur hacia Perú y Chile. Ese flujo se ha intensificado en los últimos días, por lo que Ecuador ha activado esta medida con la que las instituciones pueden movilizar recursos públicos con mayor rapidez.

“Como parte de las acciones a ejecutarse, el Ministerio del Interior incrementó su personal para el control migratorio, al tiempo que brindará seguridad. Mientras que el Ministerio de Salud, fortalecerá la atención con un mayor número de médicos. El Ministerio de Inclusión Económica y Social pondrá a disposición un equipo de trabajadores sociales y psicólogos, especialmente para los grupos vulnerables (niños, niñas, adolescentes y mujeres)”, precisa el comunicado en el que se declara la emergencia en las tres provincias, tras una reunión de la Cancillería con autoridades de los gobiernos provinciales, municipales y representantes de Naciones Unidas.

Desde que comenzó la crisis humanitaria en Venezuela, Ecuador ha sido uno de los países que ha sentido el flujo migratorio de personas que huyen de su país. La mayoría de ellos está de paso, tras un viaje de varios días o semanas que se complica al ingresar desde Colombia a territorio ecuatoriano. La moneda local, el dólar estadounidense, hace muy caros los billetes de autobús con los que proseguir el viaje hacia Perú, así como la comida o el hospedaje temporal.

Por eso, el plan también contempla intensificar la cooperación internacional. “A través de las organizaciones del sistema de Naciones Unidas, como OIM, ONU-PMA, ACNUR, HIAS se dotará de carpas e insumos como raciones alimenticias, kits de higiene personal para niños y mujeres, agua, se dotará de información a los ciudadanos, etc”, añade el comunicado. Los municipios, por su parte, se encargarán de prestar infraestructura básica, agua potable y sanidad.

Crímenes sin Castigo: Fénix en cenizas

 

¿Qué pasó realmente el sábado en el centro de Caracas? ¿Cuáles serán las consecuencias de estas acciones? Venezuela pareciera entrar en una nueva escalada de violencia política

 

Javier Ignacio Mayorca

@javiermayorca

¿Qué pasó la tarde del sábado 4 de agosto en los alrededores de la avenida Bolívar? Cuando han transcurrido cinco días de ese incidente es posible colocar algunos hechos sobre la mesa, y con base en ellos trazar tres teorías o posibles explicaciones. Algunas de ellas, como se verá, no son del todo excluyentes, y la asignación de un mayor valor que las demás depende de factores como la intuición, la afinidad política o el simple deseo de que Venezuela tenga un futuro en un sentido específico.

Las informaciones sobre los hechos fueron logradas mediante entrevistas con fuentes vivas y el análisis de diversas fuentes documentales. El problema con las fuentes de primer tipo es que temen salir a la luz debido a la posibilidad de represalias. Igualmente, siempre es posible que una fuente viva cometa errores de percepción, en especial en una situación tan comprometida como la que se vio esa jornada.

 

La puesta en escena

 

El acto con motivo del 81 aniversario de la Guardia Nacional nunca se había realizado en la avenida Bolívar. Lo tradicional y castrense era usar Los Próceres. Fue precisamente allí donde se llevaron a cabo los ensayos correspondientes, en los días previos de la misma semana, con tropas enviadas desde Miranda, Vargas y el propio Distrito Capital. Este cambio hizo que el comandante de la agrupación, general de brigada Edwaurd Castellano Jáuregui (jefe de la Zona 11 de Zulia), describiese el acto como una “inédita parada militar”.

No obstante, durante toda la semana se hicieron preparativos en las aceras de la avenida Bolívar. La colocación de las estructuras sobre las que serían puestos luego los toldos y tarimas comenzó el martes, según testimonios de vecinos. Pero los obreros no decían para qué era tanta parafernalia.

Según Castellano, en el acto estuvieron 18 mil efectivos del componente militar. Pero un conteo de los que estaban firmes en la parada reveló que en realidad eran 2.500. La notificación sobre el lugar donde se llevaría a cabo el acto fue difundida en las unidades castrenses con 48 horas de anticipación.

Algunos guardias comenzaron a llegar al lugar de la celebración a las 9 am, según testimonios. Pero el grueso llegó en autobuses a la 1 pm. Estos colectivos se estacionaron en el sótano del edificio de los tribunales. La comitiva presidencial arribó un poco antes de las 5 pm.

Debido a las características del lugar, los francotiradores de la Casa Militar se apostaron en la parte superior de la fachada este del edificio de los tribunales, otro arriba de la tarima presidencial, e igualmente en tres edificios de los alrededores. Maduro utilizó tres camionetas, que durante el acto permanecieron estacionadas atrás de la tarima, en la avenida Este 6.

En las horas previas al acto, se encomendó a la Policía Nacional la remoción de los vagos que tradicionalmente merodean por la zona. A esta labor la denominan “profilaxia”.

Previo a la celebración, la Casa Militar advirtió a los vecinos del sector que la movilidad estaría restringida, especialmente en los flancos ubicados atrás de la tarima presidencial, y que no podrían permanecer sobre los techos de algunas edificaciones.

La prensa oficial estaba en la isla central de la avenida, justo donde finalizaba la agrupación de parada. Desde allí tenía vista directa a lo que sucedía en la tarima donde se encontraba Maduro, configurada en forma de túnel, cerrado por ambos costados, así como en las partes superior y trasera.

 

Los drones

 

A partir del minuto 13 del acto, la televisora oficial comenzó a emitir tomas aéreas hechas mediante aeronaves no tripuladas, conocidas como drones. Esto coincidió con el traslado en vehículos blindados del comandante de la agrupación de parada.

La dirección de la transmisión alternaba las tomas del dron con la hechas por una cámara estática ubicada en un plano superior, y otras en tierra.

El dron de uso oficial también era negro. Su cámara asemejaba un domo en la parte inferior, tal y como se pudo apreciar durante un par de segundos antes de que saliera a sobrevolar la parada.¡

Aunque es posible que este aparato estuviese dando vueltas alrededor de los participantes, su utilización con fines de transmisión cesó prácticamente a partir del minuto 40.

Los testigos coinciden en señalar que el dron que estalló (marca DJI serie 600, según el ministro de Relaciones Interiores) estuvo dando vueltas alrededor de la parada, e incluso en la parte trasera de la tarima, por un lapso que va entre cinco y ocho minutos. Uno precisó que el dispositivo había despegado desde la parte interior del túnel que pasa debajo de la sede tribunalicia, y que comunica a las avenidas Bolívar y San Martín. Para ese momento, no se permitía la circulación de vehículos por ese corredor. Otro testigo observó que el inicio del vuelo coincidió con el anuncio de Maduro en el sentido de que su alocución estaba por finalizar.

 

Las explosiones

 

La primera explosión ocurrió aproximadamente a las 5:50 pm, de acuerdo con testigos. La aeronave de control remoto estaba en la pista sur de la avenida, a la altura de Parque Carabobo, y fue acercándose en leve descenso, hasta que detonó a 80 metros de la tarima, sobre la tercera asta bandera que estaba en la pista norte, en línea diagonal con respecto al busto de Ernesto Ché Guevara.

“Fue como un destello de luz. Se vio plateado, y de hecho casi no lo pude ver”, explicó una vecina del sector.

Con el estruendo, los residentes se asomaron y pudieron apreciar cómo caían alrededor de la tarima algunos restos del dron.

“Era como papelillo, quedó totalmente destruido”, afirmó el habitante de un edificio ubicado al norte de la avenida Bolívar.

De inmediato, comenzó a salir una humareda desde la acera de la pista sur, donde estaban toldos para oficiales y constituyentistas invitados. El origen del humo no fue precisado por los testigos. Pero sí indicaron que la explosión del dron más el humo bastaron para que se iniciara la estampida.

Antes de las explosiones comenzó a llover. Uno de los camarógrafos de una cadena internacional, Carlos Saavedra, dio por terminada la pauta y caminó a su residencia con la finalidad de cambiarse de ropa. Cuando circulaba a pie entre las esquinas Cristo y Viento, en la avenida Este 12, se percató de que dos sujetos hacían los preparativos para volar otro dron. En ese momento, se escuchó el estruendo ocasionado por el primer aparato. El camarógrafo creyó que estaban culminando la celebración con fuegos artificiales.

Los sujetos que estaban entre Cristo y Viento eran jóvenes. Saavedra pensó que podría tratarse de funcionarios del Gobierno, y optó por grabar el vuelo de ese dron. Cuando el aparato cobró altura entre los edificios, los individuos abordaron una camioneta Chevrolet Orlando negra, donde estaban otras dos personas. El dron, casi de inmediato, comenzó a bajar, pegado a la fachada norte del edificio Don Eduardo. Cuando estaba a la altura del piso 4, perdió por completo la estabilidad y se desplomó sobre el techo del apartamento del piso 1. Aunque parecía desactivado, aún permanecía con las luces rojas y verdes encendidas. Una vecina que lo vio recordó que era “como un arbolito de navidad, pero redondo”.

Poco después de estrellarse, el segundo dron detonó. La explosión abrió un boquete a la pared del apartamento 22 del referido edificio. Saavedra había cesado la grabación, puesto que había perdido de vista a la aeronave, y se retiraba del lugar. Todavía hoy se pregunta cuál hubiese sido el desenlace si en vez de caer en ese techo el aparato se hubiese estrellado en la calle y él se hubiese acercado a hacerle algunas tomas.

 

Las detenciones y el comunicado

 

Los primeros detenidos iban precisamente en la camioneta Orlando. Los agentes de Contrainteligencia Militar, alertados por la detonación que hubo en la avenida Bolívar, recorrían los alrededores y llegaron atraídos por la nueva explosión. Allí vieron a Saavedra aún aturdido. Vieron que tenía el brazalete que le dan a los reporteros gráficos y periodistas cuando van a un acto oficial. Se lo llevaron puesto que era un potencial testigo. Sin embargo, las primeras minutas dieron al camarógrafo por detenido.

A tres cuadras de allí, en la avenida Lecuna, los tripulantes de la camioneta negra fueron aprehendidos. Inmovilizaron sus muñecas con flejes plásticos. Posteriormente, a la 1:30 am del domingo, otras tres personas fueron apresadas en Barinas, cuando iban en carretera hacia Colombia. En total serían siete, aunque a este grupo posteriormente se uniría el diputado Juan Requesens.

Una hora después del incidente en la avenida Bolívar, varios periodistas radicados en Estados Unidos dieron a conocer el contenido de un comunicado donde se anunciaba sobre el inicio de una operación contra el gobierno de Maduro, llamada Fénix. Allí dice que la llevarían a cabo un grupo de militares, tanto activos como retirados. El texto, sin embargo, no hace ninguna referencia explícita al mecanismo mediante el cual se quería ejecutar esta acción.

 

Tres teorías

 

Como se afirmó al principio, una ponderación de todos estos hechos permite trazar tres teorías o posibles explicaciones de lo ocurrido el sábado, durante el acto de aniversario de la Guardia Nacional.

 

1. Una jugada de propaganda. El sistema de intolerancia que se ha instaurado en el país abre la posibilidad de que la violencia sea incorporada por los distintos actores como una forma de comunicación en la acción política. La violencia tiende a escalar, en la medida en que se cierran las compuertas del diálogo democrático. Y tarde o temprano entran en escena los explosivos. La historia está llena de episodios en los que una de las facciones en pugna ha acudido a ellos para hacerle llegar mensajes a la contraparte y al colectivo. También para imponer su voluntad. La voladura del hotel Rey David en 1946 y el asesinato del almirante Luis Carrero Blanco en 1971 son apenas algunos ejemplos. En ambos casos, el objetivo primordial era generar un impacto propagandístico. En el caso del 4 de agosto, hay elementos para pensar que este pudo ser el propósito principal de la acción. La colocación de explosivos en un dron para utilizarlo luego como granada teledirigida es un plan audaz y nunca antes visto en el país. Mucho menos durante un acto militar, donde se supone que prevalece la seguridad. Con lo ocurrido, el grupo que llevó a cabo la operación tuvo por lo menos un notorio debut, que hizo correr en desbandada a las tropas de la Guardia Nacional.

2. Un atentado que fracasó. La ejecución de una acción concertada, en la que participaban de forma casi simultánea por lo menos dos grupos, con utilización de un explosivo rompedor, versátil y de alta potencia como el C4, trasladado en drones hasta los lugares donde se suponía que iban a ser detonados, comporta un alto grado de sofisticación. También un importante costo. Un dron del tipo usado el sábado 4 de agosto cuesta en Amazon entre 4.100 y 4.900 dólares, más unos 550 dólares por el control remoto. De manera que entre los dos aparatos con sus respectivos mandos pudieron gastar unos once mil dólares, sin contar con las erogaciones por el explosivo y la logística que implica el traslado de los equipos y la alimentación de las personas involucradas en el plan. Es, simplemente, demasiado dinero para enviar solo un mensaje. Entonces, habría que entrar en el análisis de un intento de magnicidio. Algo en lo que Venezuela no tiene tradición, a pesar de lo que han jurado Chávez y su heredero. En realidad, el último intento de magnicidio en el país fue en junio de 1960. El objetivo era el entonces mandatario Rómulo Betancourt. Y casi lo logran. Lo demás han sido comadreos que no han llegado al grado de la ejecución. Si la idea era eliminar físicamente a Maduro, cabría preguntarse por qué los perpetradores no acercaron el primer dron hasta una distancia donde la onda explosiva tuviese tal efecto. O dicho de otra forma: ¿por qué el primer estallido fue tan lejos de la tarima donde se encontraba el Presidente? Esto, desde luego, tendrán que explicarlo los ejecutores, si algún día logran aportar su testimonio. Lo ocurrido con el segundo dron, además, sugiere cierta impericia y ausencia de coordinación entre los dos equipos.

3. Un autoatentado. Este era quizá el peor momento en la gestión presidencial. Maduro recién salía del congreso del partido de Gobierno (uno que hasta hace poco intentó reemplazar), y las fisuras en el oficialismo fueron evidentes. Hasta el 4 de agosto la caída podía continuar sin contención alguna. La parálisis nacional es cada vez más profunda, y cada iniciativa gubernamental pareciera ocasionar más rechazo que la anterior. La última, el censo a los vehículos y el registro para obtener el Carnet de la Patria, tenía en pie de lucha a los conductores de transporte público. La hiperinflación asoma para récord de un millón por ciento, y el nuevo cono monetario parece que morirá antes de nacer. Una explosión en cadena nacional, a una altura y distancia prudentes con respecto al mandatario, dejaría algunos lesionados leves, pero especialmente colocaría a Maduro en el rol de víctima. Algunos como Izarra, que desde afuera exigían el reemplazo inmediato del Presidente, ahora quieren congraciarse con él. Al momento de redactar estas líneas, el diputado opositor Juan Requesens ya estaba preso sin fórmula de antejuicio y se anunciaba que pedirían la extradición del también diputado Julio Borges, que no viene al país desde el fracaso de las negociaciones en República Dominicana. De manera que no solo se aprovecha el incidente para cerrar filas, sino también para reorganizar el ataque a lo que resta de oposición política.

 

Estas tres opciones no son excluyentes unas de otras. Pudo tratarse de un atentado fallido, que luego está siendo capitalizado por las fuerzas del Gobierno. Este parece ser el escenario más plausible. Pudo ser también un gesto propagandístico, al cual han contrarrestado con propaganda y acciones de mayor magnitud.

Si lo del sábado fue ejecutado por una estructura ajena al Gobierno, entonces ya Venezuela entró en una nueva fase de escalada en la violencia. Imposible pensar que tanta tecnología y recursos sean entregados en una sola apuesta.

Los Runrunes de Bocaranda de hoy 09.08.2018: ALTO: ¿Democracia, pues?
ALTO
¿FARSA O FALSA?: 
Me refiero a la democracia de la que Maduro pontificó, haciéndola suya, en la cadena tras el frustrado magnicidio donde “vio la muerte cerca”.  Habló de elecciones en procesos limpios, respeto a los ganadores, aceptación de derrotas sin chistar y muchos otros galimatías que todos sabemos son falsos. Engañaron a todos negando el referendo revocatorio en 2016. No respetó el resultado de la contundente victoria opositora en la Asamblea Nacional de 2015. Trampearon resultados de Amazonas y aún no ha dicho la última palabra el rojo CNE; la declararon en desacato, nombraron un Tribunal de Justicia a su medida cuando les dio la gana; han escogido a sus rivales; han acabado con los principales líderes opositores que jugando democráticamente salieron victoriosos en diferentes elecciones; usan al CNE, TSJ, Contraloría, Procuraduría y otros entes oficiales para cercenar, disminuir, apresar, amenazar e irrespetar a los demócratas. Aquí señalamos hace dos meses que acabarían con PJ, comenzando por Julio Borges, tal como lo hicieron con VP y dirigentes de otros partidos. Usan el SEBIN y el DGCIM cuando les da la gana. Los temores de las elecciones de diciembre los mueven a las últimas escaramuzas con la careta quitada. Usan los encapuchados para comprometer, sin pruebas, a diputados y dirigentes que andan, temerosos de las garras rojas, únicamente por el camino constitucional. Se ufanan de haber lanzado a la diáspora a un alto número de diputados de la legítima AN. ¿La que debe aprobar el programa económico rojo para ser aceptado en organismos globales? ¿Democracia, pues?
La comunicación con seres subterráneos en Caracas, por Isaac Nahón Serfaty

 

Me cuenta mi madre que su abuela (es decir, mi bisabuela) destilaba aguardiente en el sótano de su vieja casa. Los vapores que salían del alambique tenían un efecto embriagador y producían ilusiones ópticas. La bisabuela relataba que a veces, en plena faena de producción de licor, veía a los que llamaba en su arcaico español (la jaquetía que hablaban los sefardíes en Marruecos) a “los de embaixo”, a los seres de los mundos subterráneos que emergían entre los alcoholes que flotaban en el ambiente. Hoy voy a hablarles de otros seres de “embaixo”, de los seres subterráneos que fuimos los ciudadanos de Caracas cuando se fundó el Metro en la década de los 80 del siglo XX.

En medio de la ola derrotista que vivimos los venezolanos, es bueno recordar que somos capaces de ser mejores personas si nos ofrecen los estímulos, el ambiente y los incentivos adecuados. Hoy parece una realidad lejana, pero alguna vez el Metro de Caracas fue un laboratorio social que logró éxitos en educación ciudadana. Tuve el privilegio de tener como profesor en la UCAB a uno los padres de esa criatura, Carlos Santiago González, lamentablemente desaparecido de forma prematura. El profesor González fue el encargado de manejar el sistema de anuncios en las estaciones del Metro de Caracas. Él diseñó cuidadosamente los mensajes que se difundían por los altoparlantes del subterráneo. Cada mensaje tenía una intención particular: informar sobre cambios en rutas u horarios, educar a los usuarios para promover comportamientos adecuados, orientar al público, evitar accidentes, señalar a alguien que estaba cometiendo una infracción o asumía algún riesgo (“no pase la raya amarilla”).  

Nos contaba el profesor González que el desarrollo de estos mensajes fue un proceso que se nutrió de la investigación del perfil del usuario y de la observación de su comportamiento. Nada fue dejado a la improvisación. La relación entre lo verbal y lo no verbal en la comunicación le interesaba mucho, como lo testimonia una entrevista que le hicieron en la revista Video-Fórum en 1980 sobre el sonido en el cine y la televisión en Venezuela.

El trabajo que nuestro profesor hizo en el Metro de Caracas era el reflejo de una cultura corporativa que tuvo una gran influencia en los caraqueños. Desde su inauguración en 1983, el subterráneo fue un ejemplo de diseño arquitectónico, planificación urbana, ingeniería, gestión eficiente y comunicación institucional.  Era un lugar común decir que los caraqueños, normalmente indisciplinados, ruidosos, rudos, nos transformábamos en “suizos” cuando descendíamos a las profundidades del Metro.

Desde una perspectiva comunicacional, se puede decir que esta transformación no solamente era el resultado de unos mensajes bien escritos y bien difundidos, sino de un contexto que transformaba la experiencia del usuario del Metro. Aunque un arquitecto podría explicarlo mucho mejor, creo que el Metro significó sobre todo la irrupción de una nueva estética que impactó el comportamiento ciudadano. No cabe duda que el Metro cambió nuestra manera de percibir y apreciar la ciudad. De alguna forma, otras obras que se construyeron en los 70 y 80 tuvieron un impacto similar. Pienso en la nueva sede del Museo de Bellas Artes, el Complejo Cultural Teresa Carreño y el Museo de Arte Contemporáneo Sofía Imber, entre otras.

Las noticias que llegan del Metro no son muy alentadoras. Los problemas de funcionamiento indican que el sistema de transporte está sufriendo los avatares de la falta de mantenimiento e inversión, y del deterioro de aquella cultura organizacional que ayudó a promover una mejor ciudadanía “subterránea”. Pero la historia reciente nos indica que no estamos condenados a la mediocridad del chavismo. Podemos ser mejores seres de “embaixo” si nos lo proponemos.

@narrativaoral

*Profesor en la Universidad de Ottawa (Canadá) 

Gobierno borra evidencias del dron que cayó en el edificio Don Eduardo

 

El miércoles 8 de agosto, apenas 4 días después de registrados los eventos calificados por el gobierno nacional como un “magnicidio en grado de frustración”, iniciaron las labores de restauración de la fachada del edificio Don Eduardo, ubicado en la parroquia Santa Rosalía, donde impactó uno de los “drones asesinos” que habría sido utilizado para atentar contra Nicolás Maduro.

Según fotografías divulgadas por César Saavedra y la periodista Antonieta La Rocca, las reparaciones también incluyen el apartamento que sufrió daños por la explosión del aparato volador. La reportera se preguntó “¿cómo puede intervenirse la escena si las investigaciones continúan?”.

El abogado penalista y criminólogo Luis Izquiel explicó a TalCual que “una de las funciones de los cuerpos policiales es la de resguardar el sitio del suceso para evitar que algún elemento sea alterado o desaparecido. Va en contra de la ley modificarlo. Esto fue mismo que hicieron en el caso de Oscar Pérez”, en referencia al chalet donde fue asesinado el policía sublevado y que pasados algunos días del hecho fue derrumbado.

El artículo 35, numeral 8, de la Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional establece como “funciones comunes” a todos los cuerpos policiales la labor de: “Resguardar el lugar donde haya ocurrido un hecho punible, e impedir que las evidencias, rastros o trazas vinculados al mismo, se alteren o desaparezcan, a los fines de facilitar las investigaciones correspondientes”.

La norma jurídica no establece cuántos días la escena del crimen debe ser preservada. “Variará en cada caso, pero igual creo que es muy pronto tres días. Principalmente si tomamos en cuenta la relevancia del asunto”, añade Izquiel.

Rafaela Requesens: Aún no tenemos información sobre mi hermano

 

Rafaela Requesens, presidente de la Federación de Centros Universitarios (FCU-UCV) y hermana del diputado a la Asamblea Nacional (AN) Juan Requesens, aseguró este miércoles que no han sabido nada del dirigente opositor desde que se lo llevaron detenido este martes.

«Cuando nos despedimos estaba bien; no hubo ningún trato de violencia física hacia nuestra persona», aseguró Requesens en una rueda de prensa realizada en las instalaciones de la Universidad Central de Venezuela, en Caracas.

«Fuimos secuestrados injustamente. Vamos a dar la cara y la seguiremos dando. Este régimen le paga más quienes quitan las vidas que a los médicos y enfermeros. Hay que seguir haciendo presión porque es un deber», dijo.

La dirigente estudiantil, quien fue liberada en horas de la noche de este martes, hizo un llamado a los jóvenes que se encuentran en el país «a seguir luchando» y «a dar la vida» como lo han dado «nuestros compañeros».

Aseguró que no le temen al gobierno de Nicolás Maduro. “Le mando un mensaje claro a Maduro, vamos a dar la vida si es necesario. Si meten preso a uno, nos meten preso a todos”, expresó.

Agregó que el gobierno le teme a los jóvenes. “Quieren buscar culpables donde no los hay. Es un tema del régimen, que le tiene miedo a los jóvenes», comentó.

 

 

 

*Con información de El Nacional y El Universal.

Alfonso Marquina: Todo funcionario que viole la inmunidad parlamentaria tiene responsabilidad penal

 

Con presencia de diputados de Acción Democrática y Voluntad Popular, la Asamblea Nacional ofreció una rueda de prensa en la casa de Primero Justicia en la que rechazaron la detención del diputado Juan Requesens y destacaron su ilegalidad.

“Todo funcionario que viole la inmunidad parlamentaria tiene responsabilidad penal”, indicó el vicepresidente del parlamento Alfonso Marquina. El diputado explicó que Requesens, como diputado principal electo en diciembre de 2015, goza de inmunidad parlamentaria y que es la propia Asamblea Nacional quien puede allanarla.

“Ni aún siendo legítima, que no lo es, la anc no tendría la facultad de violar la inmunidad parlamentaria”, sentenció.

Aseguró que se está en presencia de una «desaparición forzosa». “Hoy por primera vez detienen a un diputado principal. Ya no tienen excusas. Esto es un zarpazo a la democracia venezolana. Estamos hablando de desaparición forzosa de un ciudadano. Con el agravante de que ese ciudadano es un diputado electo”.

Explicó que la sesión para discutir sobre la detención de Requesens se realizará el jueves 9 de agosto, pues ya había diputados que cuando ocurrió la situación, pasadas las 8:00 p.m, ya estaban en sus estados de origen.

“Todos los demócratas tenemos que unirnos para luchar contra tus excesos, Nicolás (..) Nuestra voz, Maduro, no la vas a callar así la metas presa (…) La voz de Juan se va escuchar en la voz de cada uno de nosotros”.

Expuso que ya se colocar las denuncias pertinentes y las formalizaran ante toda la comunidad internacional.

El doctor Juan Guillermo Requesens, padre del diputado Requesens, acompañó a los diputados e hizo un llamado al gobierno para saber el estado de su hijo. “Como padre y ciudadano le exijo al gobiernos dónde está mi hijo y en qué condiciones está.»

Explicó que si hija, Rafaela, salió del Sebin a las 11:00 p.m y que hasta el momento no había podido hablar con ella.» (Juan) debería estar allí pero no tenemos respuesta. Vamos a discutir ahorita cómo se va a manejar la parte legal (abogados)…»

Describió al gobierno como psicópata. «Ellos atribuyen a otros sus condiciones, es decir, son psicópatas, son infames, esto es oscuridad…», indicó.

Línea de tiempo | Al menos 7 veces ha fallado el anillo de seguridad de Nicolás Maduro

DESDE SU LLEGADA AL PODER EL 19 DE ABRIL DE 2013, el presidente Nicolás Maduro ha visto burlado el anillo encargado de proteger su integridad física al menos 7 veces. El mayor error registrado ocurrió el pasado 4 de agosto, cuando durante el discurso en el acto del 81 aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana, en la Avenida Bolívar de Caracas, un drone cargado de explosivo estalló a pocos metros de la tarima donde se encontraba el mandatario y funcionarios de alto rango.

La Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) expresa que la Guardia de Honor Presidencial es la encargada dar “la seguridad, custodia, protección y demás garantías necesarias para su libre desenvolvimiento” al Presidente de la República y su familiares inmediatos. Reconocer a los miembros de la Guardia de Honor es sencillo:, llevan traje verde oliva con detalles rojos y una boina del mismo color. Siempre a las espaldas del mandatario.

Durante los años del gobierno de Maduro, la Guardia de Honor ha crecido en 48%, tanto en estructura como en publicación de nombramientos y delegación de funciones, en comparación a los últimos años del mandato de su antecesor Hugo Chávez. Así lo confirmó la revisión de más de 2.763 gacetas oficiales, como parte del proyecto colaborativo de apertura de datos Vendata liderado por el Instituto Prensa y Sociedad y Transparencia Venezuela.

A pesar del crecimiento de la Casa Militar, y de todas las veces que Maduro ha recalcado que cuenta con “un equipo de seguridad de alto nivel”, desde su toma de posesión ha sido interrumpido por fanáticos, ha recibido mangazos, le han lanzado objetos no identificados a tarima y ha sido caceroleado por poblaciones enfurecidas. En Runrun.es hicimos un recuento de estos momentos y lo traemos en esta línea de tiempo.

 

@kathypennacchio