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Política

Víctor Maldonado C. May 20, 2023 | Actualizado hace 3 semanas
El poder insensato
Que los venezolanos hayan corrido a abrazar con febril idolatría a un oscuro comandante militar hasta convertirlo en el Atila de la república es solamente un ejemplo de la insensatez

 

@vjmc 

En el libro de Jeremías, capítulo 6, el profeta dice: “Así habla el Señor: Deténganse sobre los caminos y miren, pregunten a los senderos antiguos donde está el buen camino, y vayan por él: así encontrarán tranquilidad para sus almas. Pero ellos dijeron: ¡No iremos!”. Nada más irracional que saber cuál es la ruta y elegir la contraria. Sin embargo, no debe resultarnos extraño porque muchas veces hemos resuelto transgredir el buen juicio para ir tras el abrazo del fatal error.

La sinrazón es conspicua al ejercicio del poder, y en general a las relaciones políticas.

Barbara Tuchman, en su portentosa obra La marcha de la locura, atinó al señalar que la insensatez tiene por lo menos cuatro características. La primera es que resulta claramente contraproducente a los intereses de quienes la practican. Terminan siempre arruinados o devastados. La segunda, tiene que haber alternativas de acción claramente discernibles. No es una fatalidad o una catástrofe que obliga a sufrir las consecuencias calamitosas de un patrón de malas decisiones. Es un acto libre, pero errático, que sume a los países en la degradación y la barbarie. La tercera es que no es el producto de una personalidad sino la de un grupo, tal vez una sociedad entera, que se tira al abismo sin que no haya nadie que la detenga. La cuarta es la testarudez con la que se asume una y otra vez la misma ruta perniciosa, porque podría ser que las causas de la debacle sean repetidas, o hayan sido experimentadas por otros antes, y sin embargo los necios la asumen como propia, la encaran como si fuera inédita, e irresponsablemente la cargan de buenos, pero insostenibles augurios.

Y en este cuarteto de características se encierra la tragedia. Los contemporáneos de las épocas de insensatez comparten la necedad, la exacerban, la transforman en un deber, la asumen como un imperativo ético, y por esa vía se disponen a ser víctimas fatales de una temporada de estupidez y desmesura. Lo peor es cuando varias corrientes de la misma insensatez se cruzan para condenar a un país al derrumbe. Los pueblos se equivocan constantemente. Las sociedades viven de error en error, perdiendo oportunidades y confiriéndoles mandatos a los menos aptos. Los ciudadanos confunden la encomienda y las competencias para encargar un mandato. Y por supuesto, niegan rotundamente oportunidades a los más aptos por las circunstancias más estrafalarias.

Que los venezolanos hayan corrido a abrazar con febril idolatría a un oscuro comandante militar hasta convertirlo en el Atila de la república es solamente un ejemplo. Los mexicanos no lo están haciendo mejor que nosotros. Y los nicaragüenses tampoco se dieron el lujo del discernimiento. Porque la gente cree en lo que quiere creer, no importa si luce estrambótico o insostenible. Nadie, al parecer, hace cálculos racionales, y deja que sus emociones más básicas decidan su futuro.

Delcy Rodríguez, en un ataque súbito de sinceridad, reconoció hace muy poco que su participación en la revolución era sobre todas las cosas un acto de venganza. Pero no fue la única, porque el resentimiento era generalizado. Cada uno tenía una factura que pasarle al gobierno, y al final se la imputaron a sí mismos. ¿Tiene algo de razonabilidad el intentar la venganza desde el gobierno?

¿Tiene algún sentido condenar al país a décadas de penurias porque había hartazgo con la clase política dominante?

Pero sigamos la línea argumental de Barbara Tuchman. Para ella la testarudez es una fuente incesante de autoengaño. “Consiste en evaluar una situación de acuerdo con ideas fijas preconcebidas, mientras se pasan por alto o se rechazan todas señales contrarias. Consiste en actuar conforme a nuestros deseos, sin que nos desvíen los hechos”. Ella describe lo que es una epidemia de estupidez, que en cada flanco de la misma sociedad devastada tiene sus énfasis.

El régimen pretende salir de su propio barranco aplicando las mismas medidas que lo lanzaron al despeñadero. Una economía excluyente, arbitraria, sin reglas claras, habilitada únicamente para el saqueo, despreciadora del mercado y la propiedad, violenta y brutal en sus métodos, esporádica en el uso de eufemismos, agotada en su credibilidad y patrocinadora de un sistema de mafias que se ha estratificado y expandido a todas las actividades de la vida nacional.

Por otra parte, la oposición oficial insiste en diversas gradaciones de lo mismo, negociar serialmente, y pedir condiciones electorales justas, también serialmente. Además, usando la misma inhabilidad, los mismos incapaces y para colmo, el mismo “mediador”, el expresidente español Zapatero, que poco a poco ha abandonado cualquier máscara de pudor y ahora opera con descaro un desbalance que ratifica la ruta errónea que varias veces han recorrido. Pero no solamente eso. Creo que ya llega la hora de decir que todo esto lo han hecho con paroxismo sectario, sacando del juego a todos aquellos que les resulten incómodos para la componenda, como son los casos de María Corina Machado, Antonio Ledezma y la coalición Soy Venezuela. Les estorba porque les complica la vida el contraste.

Ideas fijas y la constitución de una coalición de la sinrazón donde hay que incluir, además de los políticos, empresas corruptas, intelectuales, periodistas, influenciadores, dirigentes gremiales y los llamados “bonholders”, que parecen coaligarse para conducir, con disciplina y desparpajo, a todo el país al desfiladero, pretendiendo eso sí, preservarse ellos. En eso consiste la marcha de la locura.  Y si, hay que decirlo una y otra vez, porque entre todos han creado una costra de intereses malsanos, aprovechándose del impacto e influencia que todavía tienen en algunos sectores de la sociedad venezolana. Pero aquí no termina esta trama de insanias, porque todo esto se aliña con una buena dosis de falacias, malentendidos y las peores atribuciones posibles al diletantismo opinático que opera como una maquinaria aceitada, para repetir lo mismo, y ser consecuentes con una versión oficial de la realidad que nos condena a una larga época de servidumbre. Es muy osado seguir manteniendo como centro de nuestra atención a los que nos han defraudado una y otra vez. Peor aun es darles el beneficio de la duda y mantenerlos al frente del país.

Pero recordemos otra cosa sobre la testarudez. También es negarse recalcitrantemente a aprender de la experiencia. ¿Hasta cuándo estirarán la misma cuerda que ha demostrado su inutilidad, una y otra vez? La terquedad es la consecuencia de la falta de imaginación y muy poca formación política. Esa aridez de alternativas solo es posible cuando no hay reflexión suficiente, cuando el carácter no se ha formado apropiadamente, o cuando intereses subalternos operan con la fuerza de la extorsión. Algunos no saben hacer nada diferente a lo que han hecho en los últimos veinte años. Unos expertos en tiranías, y otros expertos en hacerle el juego a la tiranía. Una especie de coreografía perfecta donde nadie pierde su papel ni arriesga su protagonismo.

Otra forma de verlo es a través del quiebre de la economía fundada en el capitalismo de Eestado y la planificación central. Al parecer la realidad y sus terribles vivencias no son lo más importante. Se impone una terquedad asombrosa que se traduce en mantener la causa raíz del error, sin importar los costos. Que haya un diálogo fluido en el idioma intervencionista, que ambos bandos debatan sobre la mejor forma de perfeccionar el Estado patrimonialista, que coincidan en la preponderancia del gobierno en detrimento de las libertades, y que conjuntamente desafíen la cordura al practicar un discurso populista centrado en empresas del Estado, organismos reguladores, agencias normativas, y controles para toda iniciativa, resulta una evidencia esclarecedora de la comunión en el error. Ni que decir de ese despropósito de pedir indexación de salarios en época de hiperinflación.

El contraste no solo es necesario sino enriquecedor. La cordura reclama intentar otras vías y otras posibles soluciones. Mercado libre, empresas liberadas del intervencionismo, propiedad protegida del saqueo, y condiciones estables para el fomento del ánimo emprendedor deberían ser componentes esenciales de un proyecto alternativo. Así como la no reelección presidencial y un sistema de doble vuelta resultan útiles para cercenar la ambición desmedida y la lógica perversa de la complicidad entre compinches, como si el país se tratara de la cueva de los cuarenta ladrones. Es buena la diferencia entre un discurso demagógico y permisivo, que juega al circo y se arriesga al espectáculo, y otro que plantee con seriedad y parsimonia una agenda para la recuperación del país donde todos tendremos que seguir agregando esfuerzos para restaurar la libertad y las instituciones republicanas. No es transmisión de mando sino transición y nuevo mandato lo que se impondrá.

Levántate, no temas

Levántate, no temas

La prepotencia y la inhabilidad para ceder al buen juicio es también causante de muy malos resultados políticos. La forma como se trata a los presos políticos. La imposibilidad de encontrarle un quicio a la represión, las jugarretas con los procesos simulados y la sospecha generalizada propia de los “policial-socialismos” son rutas temerarias que tarde o temprano conducen al desastre. No se puede arremeter contra los cuadros medios de las FF. AA. y pretender que ello contribuya a la lealtad legítima de una institución que es valiosa para la república. El asolarlos de esa forma solo puede propiciar un realineamiento porque la fuerza usada brutalmente no provoca cohesión. Así como tampoco tiene sentido el corretear a dirigentes políticos, llevarlos al exilio, mantenerlos amedrentados, forzar a un mínimo funcionamiento de la Asamblea Nacional y mantener al TSJ legítimo en el exilio por razones de extrema necesidad. ¿Alguien puede pretender que eso sea sostenible?

Por último, hay mucha enajenación en el nihilismo que hace de la duda y la descalificación un refugio para la inacción. La inconformidad malcriada, la incapacidad para apreciar los pequeños avances, el desprecio por el coraje que no es temerario pero que si es sistemático, el desdén por el que decide resistir, quedarse y luchar, la distancia jactanciosa con los que, desde cualquier lugar del mundo, cooperan genuinamente para que la tiranía se derrumbe más temprano que tarde, y la campaña de desaliento constante, como si fuera una alternativa la derrota definitiva, son todas ellas parte del mismo síndrome de la insensatez y el absurdo.

El bamboleo dubitativo que implica reconocer que una de las opciones tiene el valor y la razón de su parte, para inmediatamente advertir que igual no la apoyan, tiene que calificarse de disparate, otro de los atributos de las épocas en las que una sociedad completa ha perdido la razón. Pero igual se podría decir de los que fungen como viudas de unas elecciones que no pasaron de ser una farsa electoral y que laceran la prudencia con la que la sociedad venezolana se abstuvo de participar. Unos hieren con la inconsistencia entre lo que piensan y lo que hacen. Y los otros malogran la ciudadanía con la perversidad con la que sostienen el error y lo encumbran como razón para el castigo social. Los primeros deben definirse cuanto antes. Los segundos deberían retractarse de inmediato. Pero de ser así, no estaríamos en la marca de la locura del socialismo del siglo XXI. A los pocos que caen en cuenta de que el despeñadero está cerca bien les vale lo que reza el salmo 74: “Ya no vemos señales ni quedan profetas: No hay nadie entre nosotros que sepa hasta cuándo. ¿Por qué retiras tu mano Señor, y la mantienes oculta en el pecho? Levántate Señor y defiende tu causa, recuerda que el insensato te ultraja sin cesar».

Esta nota fue actualizada el 20 de mayo de 2023.

“Siempre en la búsqueda del bienestar de los zulianos”: Rosales tras nuevo encuentro con Maduro
Maduro visitó el Zulia donde realizó una asamblea con los trabajadores del Complejo Petroquímico Ana María Campos

 

Este miércoles, 16 de noviembre, el gobernador del estado Zulia, Manuel Rosales, informó que se reunió con Nicolás Maduro. 

A través de su cuenta en Twitter, Rosales informó que el encuentro se produjo durante la visita de Maduro al Zulia. 

«Abordamos asuntos relacionados con la solución de los problemas en nuestra región. Siempre en la búsqueda del bienestar y la prosperidad de todos los zulianos», dijo Rosales.

Por su parte, el gobernante Maduro, publicó en su cuenta en Twitter una foto del encuentro. «Estuve reunido con el gobernador del estado Zulia, Manuel Rosales, para coordinar acciones conjuntas de trabajo, en pro del bienestar colectivo del pueblo zuliano. El camino es y será siempre el entendimiento, el diálogo y la unión por la construcción de un país próspero», afirmó.

Esta no es la primera reunión que se da entre el gobernador del Zulia y Maduro. En noviembre de 2021, ambos se reunieron en Caracas, para buscar soluciones a los problemas del pueblo zuliano. 

Jorge Rodríguez descarta diálogo con Guaidó tras vincular a VP con narcotraficante

Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional administrada por el chavismo, aseguró que no se reunirán para negociar con el gobierno interino liderado por Juan Guaidó luego de mostrar supuestas pruebas de que el partido Voluntad Popular mantiene estrechas relaciones con el narcotraficante venezolano Biaggio Garofalo Forte, quien fue capturado en Colombia en días recientes ante una búsqueda de 193 países a causa de una alerta roja de Interpol emitida a solicitud de España.

«Nosotros no nos vamos a reunir con Juan Guaidó, nosotros no nos reunimos con narcotraficantes, a los narcotraficantes los metemos presos», dijo Rodríguez, durante una rueda de prensa ofrecida desde la sede del Parlamento, al ser consultado sobre la posibilidad de que se reanuden las conversaciones en México, suspendidas en octubre pasado.

En este sentido, aseguró que el Gobierno encabezado por Nicolás Maduro no avalará la imposición de «un expediente de narco-política en Venezuela». «Nosotros vamos a un diálogo inclusivo, amplio, con todos los sectores de la vida política de Venezuela. Ahora, con narcotraficantes no», reiteró el chavista.

Además, aclaró que el memorándum de entendimiento firmado por el Gobierno venezolano y el sector opositor que participó en las negociaciones en México «se convirtió en un acuerdo vinculante para la Asamblea Nacional y para la república», y que eso no cambia tras el «reformateo del diálogo», anunciado el pasado 7 de marzo por el presidente Maduro.

El Gobierno venezolano y la oposición acordaron una mesa de negociación en México en agosto de 2021, pero fue suspendida en octubre por la parte oficialista, en señal de protesta por la extradición a Estados Unidos del empresario colombiano Álex Saab, supuesto testaferro de Maduro.

El retorno a esta negociación quedó en entredicho el pasado 15 de marzo cuando Rodríguez anunció que el Gobierno de Venezuela convocará a una «ronda intensiva de consultas y reuniones con todos los actores de la oposición venezolana» para conocer «las expectativas verdaderas de la población» en torno al diálogo.

Rodríguez mostró supuestas pruebas

En la rueda de prensa, Jorge Rodríguez mostró supuestas pruebas que vincularían al partido político Voluntad Popular con un presunto narcotraficante que fue detenido en Colombia, identificado como Biagio Benito Garofalo Forte.

«Es claro, notorio, es público, comunicacional y con pruebas, las relaciones entre esta trágica aventura llamada Juan Guaidó y el narcotráfico colombiano y personeros del narcotráfico venezolano», dijo Rodríguez.

Garofalo Forte, quien fue detenido el pasado 13 de marzo por oficiales de Migración Colombia en Cartagena, era buscado «por las autoridades españolas a través de circular roja de Interpol», según nota de prensa emitida por el organismo colombiano.

«Yo no sé si el Gobierno de Estados Unidos sabe esto, pero yo sí sé que Iván Duque sabe de esto, que Iván Duque utilizó a un grupo narcoparamilitar llamado Los Rastrojos para el traslado de Juan Guaidó a la tontería del 23 de febrero de 2019 (…). También sé que este señor Garofalo es el financista principal de Voluntad Popular», manifestó el dirigente del chavismo.

Como parte de las pruebas, Rodríguez mostró una supuesta carta de Voluntad Popular, firmada por Guaidó y fechada el 16 de enero de 2016, en la que se lee que el partido nombró «como coordinador municipal al activista Biagio Benito Garofalo Forte» en Anaco, un municipio de Anzoátegui, donde «el narcotraficante ítalo-venezolano ejercía sus influencias para el narcotráfico y vivía».

En este sentido, enseñó también unos tuits del exdiputado Marco Aurelio Quiñones Gómez publicados el pasado 15 de marzo en los que mencionaba que Garofalo «participó en actividades políticas y actos democráticos como voluntario hasta el 2019».

En el tuit, Quiñones agregó que no conocía «los hechos de presuntos vínculos con narcotráfico que actualmente le señalan».

Al respecto, Rodríguez, con sarcasmo, dijo: «¿No sabías nada? ¿No sabías que había una solicitud de extradición en más de 150 países? ¿No sabías que España lo estaba buscando por narcotráfico?».

Voluntad Popular rechaza vínculos con Garofalo

Por su parte, el partido político de oposición liderado por Leopoldo López rechazó la supuesta vinculación con Garofalo Forte que denunció Rodríguez.

«Desde Voluntad Popular, rechazamos las historias absurdas de Jorge Rodríguez, historias que nadie cree, porque además de absurdas, son repetidas. Solo buscan desprestigiar, amedrentar y perseguir a nuestra dirigencia», escribió el partido en su cuenta de Twitter.

Asimismo, dijo que, una vez más, el Gobierno de Nicolás Maduro decide ir en «contra» de esta organización y del exdiputado Marco Aurelio Quiñones al denunciar una supuesta vinculación con Garofalo.

«Voluntad Popular habla de frente, con transparencia, no como el régimen que se ocupa de defender abiertamente a criminales mientras los venezolanos no tienen ni para llevarse un pedazo de pan a la boca, empeora la crisis hospitalaria y los servicios continúan fallando», añadió VP.

La organización opositora afirmó que Biagio Garofalo no es coordinador nombrado por el antichavista ni tiene una carta de designación de Guaidó porque «nadie la ha tenido en Anaco».

«La supuesta carta, además de estar mal escrita, es una farsa. Por estatutos, la dirección nacional no puede nombrar dirigentes municipales, esa es una función de las direcciones regionales», subrayó.

Con información de EFE

“Se consuma la ruina de la actividad formativa y de investigación”: la alerta de las Academias Nacionales
Las Academias Nacionales señalan que la provisión presupuestaria ha sido un incontestable modo de afectar severamente el funcionamiento de las instituciones académicas y científicas

 

Este miércoles, 2 de febrero, las Academias Nacionales de Venezuela alertaron que las improcedentes políticas públicas en ciencia, tecnología y educación superior, que han sido implementadas en el país en los últimos años, han consumado la ruina de la actividad formativa y de investigación en el país.

«Se está consumando la ruina de la actividad formativa y de investigación, sobre la base de negar los recursos que por derecho les corresponden a las universidades autónomas, los institutos de formación científica y las Academias nacionales como espacios históricos donde fluye el pensamiento creativo, crítico y aleccionador, donde converge el debate de las ideas y se produce la síntesis de aquellas que convocan a la unión y bienestar de los venezolanos», afirma el comunicado de las instituciones. 

Las Academias Nacionales señalan que la provisión presupuestaria ha sido un incontestable modo de afectar severamente el funcionamiento de las instituciones académicas y científicas, «por más de 10 años a las universidades autónomas se les ha aprobado presupuestos reconducidos e insuficientes».

«Desde hace años a los institutos de investigación adscritos al Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología no se le asignan los fondos para funcionamiento e investigación. Durante los últimos 2 años a las Academias Nacionales solo se les ha financiado el pago del personal administrativo. Más recientemente, el Ejecutivo trasladó las nóminas a la plataforma Patria, quitándole a estas instituciones la autonomía administrativa en la dirección de su personal», se lee en el texto.

Salarios paupérrimos 

Las asignaciones de los salarios a través del Carnet de la Patria le han traído severas consecuencias a los trabajadores de universidades e institutos, pues, al no recibir partidas para funcionamiento, las universidades y los centros de investigación han cerrado la mayor parte de sus laboratorios y muchos de los programas de formación de estudiantes, tanto de pregrado como de postgrado.

Otra variable económica que ha actuado de forma impactante contra las instituciones académicas es el «paupérrimo salario» que devengan profesores, empleados y obreros. 

«Este salario, la carencia de protección social y la falta de recursos económicos para desempeñar sus tareas han sido las razones principales de la renuncia a sus cargos y el abandono del país de un porcentaje significativamente alto de profesores e investigadores, así como también del resto de trabajadores. A esto se suma el bajo monto de las becas para estudiantes, quienes han tenido que emigrar en busca de lugares apropiados para su formación», aseguran. 

El comunicado de las Academias Nacionales expresa que las sociedades educadas y con elevados conocimientos científicos y humanísticos son el soporte fundamental del avance de las naciones y de la humanidad, por tal motivo, hace un llamado a las autoridades nacionales para que revisen y reconduzcan las políticas que tanto daño han causado a todas las instituciones del conocimiento.

Julio Castillo Sagarzazu Dic 21, 2021 | Actualizado hace 2 días
Navidad y política

Imagen: fotograma de la película Noche de paz ( Christian Carion, 2005). Interv. por Runrunes.

En Venezuela, esta Navidad nos toma (como ha venido ocurriendo los últimos años) en medio de las más variadas expectativas

 

@juliocasagar

Hace poco el papa Francisco se lamentaba de que en una directiva de la Unión Europea se hacía la “recomendación” de no señalar como Navidad, sino como días de receso, las fiestas que se aproximan. Como es natural, este señalamiento lo hacían en la creencia de que hoy lo “políticamente correcto” es respetar todas las creencias y que las administraciones no deben asumir como oficial lo que no es necesariamente compartido por todos los administrados.

Hasta aquí todo normal. Se trata de la concepción correcta de que Estado y religión, o iglesias, deben estar separados; y de que el laicismo es señal de avance cultural frente a los estados clericales y que hacen de la ley religiosa la ley del Estado; asunto este que, por cierto, hace siglos no ocurre con la religión cristiana, sino con otras confesiones. Ciertamente, esto nunca le hizo bien ni al Estado, ni a la iglesia. El propio Jesús, en su enseñanza profética, dijo con mucho tino “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, cuando un publicano, mandado por alguien o ingenuamente, “buscándole la caída” le pregunto si era lícito pagar los impuestos al régimen.

Todas estas iniciativas que, lo repetimos, van en la línea correcta de la separación de la Iglesia y el Estado, no han podido, sin embargo, evitar la apabullante realidad de que ha sido el nacimiento de Jesús el acontecimiento que partió en dos la historia de la humanidad. De hecho, la fulana directiva de la que hablamos debe estar fechada en el año 2021 después del nacimiento de Cristo.

Estas fechas tiene la inmensa capacidad de convocar emociones y sentimientos que suelen sernos extraños el resto del año.

Todos los que hemos visto la película Noche de paz en la que los soldados enemigos salen de sus trincheras en la Navidad del 2014, en plena Primera Guerra Mundial, para confraternizar y cantar juntos los mismos villancicos en diferentes idiomas, tenemos la constancia de ese sentimiento del que hablamos.

Video: NOCHE DE PAZ / JOYEUX NOËL (Christian Carion, 2005) | Canal en Youtube de Enrique Wid

En Venezuela, esta Navidad nos toma (como ha venido ocurriendo los últimos años) en medio de las más variadas expectativas. Este 2021, estamos conociendo quizás los últimos meses de la hiperinflación y prácticamente el final de desabastecimiento.

Casi todos especialistas coinciden en que igualmente el submarino de la economía sacará la nariz y se producirá un discreto crecimiento del PIB.

Todo esto ocurre, sin embargo, en el marco del aumento más atroz de la pobreza que haya conocido la vida republicana en el país. Esta paradoja de crecimiento y de burbujas ostentosas conviviendo con la precariedad de las amplias mayorías, ocurre en un régimen que se llama así mismo “socialista”.

Maduro terminará el año, de acuerdo con las encuestas más conocidas, con su average de aceptación más bajo. Los bodegones, los casinos, los Porshes y Ferraris en la calle, no lo benefician. No levanta.

Los resultados del 21N tampoco le son auspiciosos. La boutade de Barinas también le puede salir mal si los llaneros de ese estado se comportan como el 21 y como lo hicieron los de Apure, Guárico y Cojedes.

Barinas y el Alma llanera

Barinas y el Alma llanera

La oposición, de su lado, no tiene menores desafíos. Descifrar la unidad criptica; resolver el tema de la continuidad de Guaidó; relegitimar su dirección política y relanzar el proceso para lograr unas elecciones presidenciales libres, son temas ineludibles de su agenda.

Por lo pronto, nos queda hacer votos para que este cumpleaños del Niño Jesús nos tome con salud y con el ánimo recargado para enfrentar los desafíos del año que viene.

Que igualmente nos recuerde a los millones de compatriotas que sufren nuestra calamidad humanitaria. Los más excluidos, los menos visibles como nuestros colegas profesores universitarios que hacen cabriolas, no ya para comprar las hallacas, sino, como recientemente lo comentaba uno de ellos en un chat, que se debatía entre comer esa semana o reparar sus zapatos agujereados.

Tampoco debemos olvidar a los casi 300 compatriotas civiles y militares que no estarán con los suyos esta Navidad porque están enterrados en vida en una cárcel del régimen. La tradicional consigna de NAVIDAD SIN PRESOS POLÍTICOS que más de uno de los jerarcas del régimen ha debido pintar en alguna calle en sus años mozos, debería ser el pedimento de todos los hombres y mujeres de buena fe que queremos recuperar la democracia y reconstruir la fraternidad que animó a aquellos soldados a salir de sus trincheras para confraternizar con el enemigo de enfrente.

¡Feliz Navidad a todos!

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Yeannaly Fermín Nov 27, 2021 | Actualizado hace 2 años
La gente dejó a la política en visto
Oswaldo Ramírez señala que el desinterés o la apatía para participar en las elecciones estuvo estrechamente relacionado con un proceso de despolitización del ciudadano
La desconexión con una oferta política no creíble y que ha fracasado rotundamente en el tiempo, ha hecho que los venezolanos se desliguen del tema político y se centren en resolver problemas de carácter económico 

 

@YeannalyFermin

 

“Yo no voté porque el resultado siempre es el mismo. El gobierno arrasa, y con cada elección pone el mapa rojo rojito, pero el día después de las votaciones, los problemas de todos los venezolanos siguen siendo los mismos. No hay agua, no hay luz, no hay transporte público, el sueldo no alcanza y ni hablar de la inseguridad”, argumenta Jordan Cáceres, un joven de 21 años que trabaja por su cuenta vendiendo artículos electrónicos a través de las redes sociales.

Sus prioridades no tienen nada que ver con lo que pueda pasar con las elecciones regionales ni con ningún otro evento que involucre la política.

Cáceres afirma que si no trabaja no come. Aunque reconoce que la situación económica del país es bastante grave para muchos, enfatiza que los políticos del chavismo ni los de oposición van a solventar los problemas económicos que vive Venezuela.

Son muchos los que piensan como Jordan. La apatía y el desgano político se vieron reflejados en la cifra de participación ciudadana (42.27%) que se registró en los comicios regionales de este 2021, siendo esta la más baja en unas elecciones a gobernaciones y alcaldías desde el año 2004. 

La Encuesta Nacional Sobre Juventud (Enjuve), presentada por la Universidad Católica Andrés Bello el pasado mes de octubre, señaló que los jóvenes han perdido el interés de involucrarse en grupos políticos. «Solo al 30,3% de los jóvenes le interesa participar en grupos políticos. Es el grupo en el que menos quieren participar», asegura el estudio. 

“La gente está cansada”

 A juicio del economista y presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, en Venezuela actualmente existe una apatía y un desgano con todo lo que tiene que ver con el tema político. 

León afirma que esta conducta se debe principalmente a que la gente está convencida que los conflictos del país no se van a resolver por la vía electoral. 

Ese desgano por la política es marcado no solamente en esta elección, esto es solo es un resultado adicional, el desgano lo vemos en el interés del ciudadano por el discurso de los líderes políticos, se ve cuando las encuestas reflejan que el principal problema de los venezolanos es económico. La gente abandonó la espera de hitos políticos y están tratando de sobrevivir, no están esperando cambios”, aseguró Luis Vicente León.  

El politólogo Pablo Andrés Quintero afirma que la cifra de abstención de las elecciones regionales del pasado domingo 21 de noviembre, dejaron un claro mensaje tanto al chavismo como a la oposición: “Hay un descontento, hay un cansancio emocional, físico y psicológico de la situación política que vive el país”.

El politólogo explica que esta desmotivación está precedida por el desastre de los servicios públicos, las promesas incumplidas, la guerra por el poder, la falta de instituciones, la desconfianza en los líderes de ambos bandos, y la atención a la gente más vulnerable por la crisis económica. 

Quintero aclara que este desinterés y apatía es un proceso psicológico y una condición temporal. “No es definitivo porque las emociones son cambiantes, pero el ciudadano siente esas sensaciones porque no puede escalar, le cuesta desarrollarse de forma individual y plena, el poco acceso a los recursos y a los bienes y servicios hacen sentir que su vida está estancada, y eso es lo que genera el desinterés en la política, que aunque los políticos prometen cambios la gente no los percibe”, dijo. 

Los jóvenes son los menos interesados

La Enjuve en su más reciente estudió reflejó que en 2013, 54% de los jóvenes entre 15 y 29 años consideraba importante votar en las elecciones municipales. Ocho años después, solo 26,4% de los jóvenes opositores indicó que participaría en las regionales, mientras que 48,9% indicó que no votaría. «Es claro que los políticos venezolanos no le están hablando a la generación joven», dice Quintero.

“Youtube y TikTok le están hablando más a los jóvenes que los mismos políticos y sobre esto hay mucho que reflexionar, no hay una comunicación cara a cara y cercana con  la juventud que  está dentro de ese sector que está cansada que quisiera participar más en política pero que no se atreven porque no se sienten identificado con las propuestas de los políticos”, explicó Quintero.

Por su parte, el politólogo Guillermo Tell Aveledo durante su presentación en el foro online “Entre el activismo y la cohabitación, el tablero político se está moviendo”, presentado por Runrun.es el pasado jueves, 25 de noviembre, explicó que esa resistencia de los jóvenes a los temas políticos es una tendencia preocupante y hay que trabajar casi que de manera evangélica predicar que la democracia es posible.

“Se percibe que hay una desconexión real en los jóvenes urbanos que no quieren votar, eso es alarmante para el ciclo que viene, porque si no se cuenta con los electores jóvenes no se puede hacer el trabajo y la democracia se ve en riesgo”, dijo Tell Aveledo.

Despolitización del ciudadano 

Para el director de ORC Consultores, Oswaldo Ramírez, ese desinterés o apatía de los jóvenes para participar en asuntos políticos y electorales están estrechamente relacionados con un proceso de despolitización del ciudadano.

“Hay una transformación importante en la cultura política del venezolano. A quien antes le encantaba un tema electoral, lentamente ha ido abandonando esa opción. Algunos porque pueden sentirse deprimidos y olvidados porque no hay oferta electoral firme para ellos, para otros porque votar no es una condición suficiente que les permita cambiar el poder, mientras que otro grupo un poco más pequeño ya no se siente complacido con los incentivos clientelares que ofrecía el gobierno”, explicó Ramírez.

Luis Vicente León y el director de ORC Consultores coinciden en que la desconexión con una oferta política no creíble y que ha fracasado rotundamente en el tiempo, ha hecho que los venezolanos se desliguen de la política y se centren en resolver problemas de carácter económico. 

Para Pablo Quintero, el tema económico es determinante porque golpea la percepción de la política y genera emociones negativas. “ El daño al aparato productivo económico hace que la gente se canse porque vive en una constante trabajo de supervivencia sobre todo en el interior del país porque Caracas y Miranda no son la realidad de todo el país”, dijo.

Fragmentación de la oposición

Los resultados electorales del 21 de noviembre demostraron que la división de los partidos de oposición y el no contar con una clara representación, fue uno de los principales motivos para que el chavismo lograra pintar nuevamente el mapa de color rojo. 

A juicio del politólogo Pablo Andrés Quintero, la fragmentación de la oposición fue una de las grandes causas de la abstención, además de la falta de coordinación. 

“La fragmentación y la falta de honestidad ante la gente, sobre todo cuando le dices que el voto no sirve y que no se puede votar en dictadura, y después esos mismos candidatos son los que salen a votar” cuestionó.

El presidente de Datanálisis indicó que la esperanza de cambio político en Venezuela cayó de 50% en 2019 a 25% en el 2021. “Tres cuartas partes de la población no tiene la esperanza de que la oposición pueda provocar un cambio político, y al no tener esa esperanza se desinteresa y se desmoviliza, lo que afecta considerablemente la disposición a votar y esto, incluso, se ve más marcado en los jóvenes”, afirmó.

Luis Vicente León explicó que la tendencia es a que la esperanza de cambio se incremente y no que se reduzca en el corto plazo. Para revertir esa situación, el también economista asegura que tiene que presentarse una renovación muy fuerte de la oposición y sobre esto coincide con Quintero, quien también afirma que en esa rehabilitación profunda que debe hacerse, es necesario que se hagan cambios puntuales en la dirección política.

Se necesita coherencia, honestidad, empatía, humanidad, ciudadanía y civilidad para que la gente vuelva a tener una esperanza de cambio y que la oposición se convierta en una alternativa, pero no solo para la foto, con propuestas reales que le den esperanza a la gente. Que no se le engañe. Hay que reconectar con las emociones de la gente, con el discurso, rescatar el valor del lenguaje político, pero sobre todo hay que respetar y no subestimar a la ciudadanía”, agregó el politólogo Pablo Quintero. 

Esquema autoritario afecta la conducta política

La falta de escrúpulos por parte del gobierno de Nicolás Maduro es un hecho que no se puede dejar a un lado cuando se analiza la desmotivación y el desinterés político de los venezolanos. 

Sobre esto, Guillermo Aveledo Tell señaló que en Venezuela hay un esquema autoritario que afecta la conducta política y que no puede desvincularse ni mucho menos hacer cuentas sin ese hecho. 

Paola Bautista de Alemán, quien también participó en la tertulia, señaló que en Venezuela hay un asunto duro de reconocer y es que la autocracia que está consolidada ha afectado la cultura democrática del país. 

“Hay una juventud que nació en un proceso de profunda erosión democrática que se han hecho hombres y mujeres en la consolidación de ese sistema, por lo que la percepción y valoración que tienen de la democracia son las historias que escuchan de sus mayores”, afirmó. 

Bautista de Alemán aseguró que ya existe una generación de venezolanos para los cuales la democracia es un recuerdo y no una realidad.

“Esas pieles son pieles curtidas, es otra realidad, y por supuesto el miedo muchas veces anima a la introspección a la huida, no nos extraña que hayan personas jóvenes que le quieren huir a la política no solo porque no le ven resultado sino porque el costo de hacer política en este país personal y humanamente es muy grande y muy fuerte”, aseguró de Alemán. 

“Mi llamado es a respetar el resultado y al diálogo político” y otras perlas de Maduro tras conocer resultados del #21Nov
Con el 90,21 % de los votos escrutados, el CNE anunció que el PSUV ganó en 20 de los 23 estados del país, además de Caracas

 

Este lunes, 22 de noviembre, Nicolás Maduro pidió respeto a los resultados de las elecciones regionales y locales del país, tras celebrar que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) arrasara al ganar 20 de las 23 gobernaciones de la nación, además de Caracas, con el 90,21 % de los votos escrutados.

«Mi llamado a todos y todas, ganadores y no ganadores, es a respetar los resultados, es al diálogo político, es a la reunificación nacional», dijo Maduro desde el palacio presidencial de Miraflores junto al comando de campaña del PSUV.

Con el 90,21 % de los votos escrutados, el CNE anunció que el PSUV ganó en 20 de los 23 estados del país, además de Caracas -que tiene un estatus especial-, en las elecciones regionales celebradas este domingo.

A falta de menos del 10 % del escrutinio, la diferencia es todavía muy estrecha en Táchira y Barinas. De confirmarse estos resultados, el chavismo mejora los obtenidos en 2017, cuando venció en 18 estados y Caracas.

Aquí otras perlas de Nicolás Maduro luego de conocerse los resultados del CNE: 

«Le tiendo mi mano a los gobernadores electos de la oposición para reunirnos. Vamos a trabajar juntos»

«Yo tengo confianza que esos gobernadores de la oposición son gente con experiencia política (…) y sabrán atender mi invitación que hago de buena fe (…) estoy seguro que vamos a repotenciar el Consejo Federal de Gobierno»

«Vamos a convocar el Consejo Federal de Gobierno para que asistan los 23 gobernadores. Vamos a convocar a los 335 alcaldes para ver los planes y proyectos para unirnos para trabajar por Venezuela». 

«De las cuatro gobernaciones que había ganado la oposición en 2017, hemos recuperado tres y eso es un gran avance»

«Mi llamado es a respetar los resultados, mi llamado es a la reunificación familiar»

Antonio José Monagas Oct 23, 2021 | Actualizado hace 2 días
Los juegos de la dictadura
Los juegos de la dictadura son en extremo arriesgados, toda vez que son puestos en práctica a medida que el régimen comienza a advertir signos de ingobernabilidad

 

@ajmonagas

Indiscutiblemente, la realidad supera la teoría. Particularmente, si la realidad en cuestión se desarrolla a la sombra de un sistema político despótico. De un régimen que solo atiende y entiende lo que sus ideólogos consideran conveniente. O propio de sus intereses. No hay duda que los problemas que de estas situaciones se depara, tienen dos explicaciones.

La que se fundamenta en el poder, “consistente en los medios para obtener determinada ventaja futura” según Hobbes (Leviatán). Y la que se cimienta en la política. Desde donde se posibilita articular desaciertos al voleo. Sobre todo, con la intención de problematizar cualquier solución que presuma dar con algún posible acuerdo entre encontradas equivocaciones.

En el terreno de lo fáctico son calificados como problemas por la cúpula política que detenta el poder. Con ello busca erigirse un estado de crisis. Además, señalados como razones de alguna oscura estrategia política que resulta de precisa conveniencia al desorden político engendrado.

Es acá donde finalmente se confabulan causas con situaciones para luego convertirse en elementos de un juego político en particular. El mismo, dependiendo de la coyuntura en la que mejor calcen sus causales, es visto como plataforma de operaciones capaz de alterar, desvirtuar o modificar realidades en aras de causar la problemática necesaria que concuerde con las intenciones políticas que se tienen, previamente calculadas.

El régimen causa problemas que puedan desplazar o disfrazar otros. De este modo, su aplicación permite adecuar tiempos y espacios en función de los planes que requiere la conjugación entre el poder y la política para así alcanzar los objetivos tramados.

¿Qué es un juego en la dictadura?

Aquellos que requieren de quienes actúan como “avizores” de los juegos y que obran para su propio interés. Razón que se presta a que la persona se sirva de la “represión” o de otro ardid como soporte de su práctica. O sea, la combinación idónea para provocar un juego caracterizado por actitudes egocéntricas, intolerantes, seguras, arrogantes y dictatoriales.

Estos juegos de la dictadura, sin el componente que por otro lado define el egoísmo, poco o nada funcionarían. Así, cualquier necesidad de manipular, culpar, acusar e imponer, concuerda con los momentos que siguen los juegos de la dictadura.

El caso es que no hay realidad despótica en que la gestión política no acuda a regirse por axiomas que determinan ciertos procesos de gobierno asociados a juegos específicos, como criterios básicos para sustentar los discursos que, a su vez, soportan tramadas perversiones. Y desde luego, oscuras intenciones gubernamentales.

Lo que bien o mal representa un juego político, o de poder, es la oportunidad que se construye un gobernante con el fin de imponer su ideario.

El problema está en que no siempre lo que construye es expresión de lo que supone una continuidad político-histórica. Y es cuando la ambición de poder supera cualquier postulado trazado sobre líneas políticas apegadas a edificantes objetivos.

Es ciertamente el conflicto que se establece entre “verdad y poder”. Relación esta que según Michel Foucault, filósofo francés, evidencia las fracturas que generalmente esconde una gestión rociada de populismo, demagogia y revanchismo.

¿Cómo la dictadura estructura un juego?

Los juegos en todo régimen político autoritario hegemónico o totalitario fundamentalista, resultan en una relación entre un propósito calculado y los recursos necesarios para alcanzarlo. Habida cuenta que se realiza a manera de control político, social o económico. Pero al fin de cuentas es un control basado en el abusivo poder que se detenta y en el ejercicio de la política de solapada violencia.

Los juegos de la dictadura son en extremo arriesgados, toda vez que son puestos en práctica a medida que el régimen político comienza a advertir signos de ingobernabilidad bajo una gestión pública que muestra inconsistencias. Es entonces cuando se recurre a tales juegos de poder que, en dictadura, son demostraciones del escaso talante y talento de los gobernantes. Tanto como para ajustar condiciones políticas a rigurosos requisitos de poder.

El ejercicio del poder en dictadura impone una “verdad supuesta y mampuesta”. Una verdad construida a la sombra de una ideología diseñada para conciliarse con eventos desligados de libertades, garantías políticas y derechos humanos. Por eso, el poder en dictadura necesita de la fuerza necesaria que pueda contener cualquier resistencia que se oponga a las imposiciones dictatoriales.

La imposición de poder en un régimen dictatorial, obedece a la necesidad de hacer valer  “verdades” que busca reivindicar. Ello, a través de prácticas de represión, mandatos de opresión investidos del resentimiento desde donde vierte la inmoralidad propia de su disposición. Es así como refuta las ideas ajenas alegando que son falsas o que desvirtúan sus verdades.

En la lógica de la gestión gubernamental, existen cautelas en las actitudes de funcionarios de alto rango, resultantes del temor propio que induce cualquier intento de defenestración organizado por conspiraciones políticas. El efecto de las mismas gravita sobre sus actuaciones y modos de ejercer la política. Estos gobernantes se valen de estrategias que tiendan a asegurar la pertenencia y permanencia en el poder.

¿Qué implicaciones tiene un juego tramado en dictadura?

De ahí surgen los contubernios, maniobras, argucias y malicias, todas plagadas de desconfianza y nerviosismo, que inspiran la formulación de dramas, engañifas, calumnias o juegos preparados con la intención de confundir al adversario o antagonista político para entonces separarlo del camino. Es acá donde la dictadura se vale de la perversidad que le imprimen a estos juegos creados a objeto de anular al opositor. De minimizarlo al extremo como contendiente.

En dictadura, dichos juegos, muchas veces, alcanzan niveles inconcebibles de violencia. Juegos que no estiman su poder de disuasión, exclusión o anulación. Es ahí cuando se habla de juegos basados en: la escasez provocada, la intimidación forjada, la falsedad teñida de veracidad, la indiferencia fraguada, la necesidad clamada. Juegos de resignación, exclusión y humillación.

Y pensar que estos son algunas clases de juegos de poder pues son incontables los que acostumbra accionar una dictadura. O sea, una autocracia cuyos opresores, pretendiendo actuar desde la usurpación, vulneran tantas leyes como valores, principios, libertades y derechos puedan. Es así como las realidades subyugan cualquier teoría. Así, los regímenes despóticos buscan hacer de las suyas con el auxilio de lo que la teoría política denomina los juegos de la dictadura.

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