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Detenidos en Lara 2 policías por trato cruel a ciudadano
Los funcionarios son Billis Walmart Sira Alejos y José Angel Giménez. En un video divulgado por el fiscal Saab vía Twitter se ve a uno de los policías golpeando varias veces con un casco a un hombre que está tirado en el suelo

 

El fiscal general, Tarek William Saab, informó que fueron detenidos dos policías del estado Lara por «trato cruel y agavillamiento contra un ciudadano».

«(La) Fiscalía 21 Lara del Ministerio Público logró la aprehensión de los policías estatales de Lara Billis Walmart Sira Alejos y José Angel Giménez por haber cometido los delitos de trato cruel y agavillamiento contra un ciudadano en el centro de Barquisimeto», escribió Saab en su cuenta de Twitter.

El tuit estuvo acompañado de un video en el que se ve a uno de los policías golpeando varias veces con un casco a un hombre que está tirado en el suelo.

Saab agregó que, desde que comenzó su gestión en agosto de 2017, el Ministerio Público (MP) «ha mantenido y mantendrá una firme defensa de los derechos humanos» del pueblo, «en estricto apego a la Constitución y la ley».

El pasado 16 de agosto, la Fiscalía y el Ministerio de Interior, Justicia y Paz evaluaron planes para fortalecer el debido proceso en la actuación policial, además de la investigación penal.

«Avanzamos en el fortalecimiento de la investigación penal y del debido proceso en la actuación policial, como garantía de la defensa de la persona, del respeto a los derechos humanos y fortalecer la orientación para la buena conducta ciudadana y la convivencia solidaria», explicó entonces el ministro de Interior, Remigio Ceballos.

Masacre en los Valles del Tuy

20 muertos y al menos 30 personas detenidas, entre ellas dos funcionarios policiales, fue el resultado de un despliegue policial en los Valles del Tuy, estado Miranda.

La operación, que se extendió por cuatro días, desde el jueves 8 de septiembre hasta el domingo 11, estuvo dirigida por uniformados de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) de Caracas.

La incursión no solo sorprendió a las bandas armadas que operan en esta subregión mirandina, sino también a los cuerpos de seguridad locales. La idea era evitar que se fugara información, debido a la presunta vinculación de policías con líderes hamponiles. Por ello los oficiales que comandaron los procedimientos eran foráneos.

Con información de EFE

Crímenes sin castigo | Venezuela 2021: una revisión en seguridad (II/II)
En esta entrega, se hará una prospectiva sobre las principales tendencias en seguridad ciudadana para el año que apenas comienza

 

@javiermayorca

En el año que está comenzando, Venezuela se asomará a la realidad de la pospandemia. Esta “nueva normalidad” estará plena de retos en materia de seguridad ciudadana. Algunos ya comenzaron a manifestarse durante los últimos meses de 2021, tal y como fue descrito en la entrega anterior.

En esta oportunidad, se hará mención a los que posiblemente serán los principales factores en juego en este tema durante los próximos doce meses. Nuevamente, se aclara que no se trata de una descripción exhaustiva, sino meramente enunciativa.

Repuntará la criminalidad violenta

En 2021 los delitos violentos como los homicidios, las lesiones personales, los secuestros y los robos de vehículos registraron una baja numérica de más de 30 % con respecto a 2020. Tal y como lo advirtió el director del Observatorio Venezolano de la Violencia, Roberto Briceño, este es el resultado de factores que en mucho exceden a cualquier política en materia de seguridad ciudadana, por cierto, inexistente en el país.

Las cuarentenas, la diáspora y el declive económico han impactado sobre la frecuencia de los delitos violentos.

Pero en 2022 podría revertirse esta situación. La oficina de Naciones Unidas que coordina la ayuda humanitaria (OCHA) prevé un leve repunte en el producto interno bruto del país (1 %). En este mismo sentido, la criminalidad también crecerá, en especial en los lugares donde perciba que hay mayor movimiento económico, pues eso implica que tendrá más oportunidades. Esto es conocido como el efecto “panal de miel”. Implica que en algunos lugares la acción del hampa se sentirá con mayor intensidad que en otros.

Algo de esto ya comenzó a verse en los robos de vehículos. Aunque los totales de 2021 para nada se asemejan a los que veíamos una década atrás −con cifras que rebasaban las veinte mil unidades−, en los últimos tres meses del año hubo crecimientos consecutivos en las cifras de denuncias recibidas y procesadas. Este es un indicador de lo que puede venir.

La percepción sobre el incremento de las oportunidades para el delito también propiciará una mayor incidencia en cuanto a los homicidios, en especial en el eje Distrito Capital y en Miranda. Muchos de estos casos estarán ligados a intentos de robos de vehículos o de robos a viviendas.

Dólares y algo más

En los últimos cuatro años, los delincuentes han despreciado la moneda nacional. En el estado Bolívar, dejaban regados los billetes en las carreteras hacia Brasil. Esta situación está cambiando.

Con la reconversión monetaria iniciada en octubre y la estabilización de la inflación, los delincuentes ya no excluirán la posibilidad de apoderarse de algún botín en bolívares. Lo que implica un llamado de atención a los bancos y transportes de valores.

En diciembre de 2021, cuatro hombres armados asaltaron una agencia de Banesco en El Vigía (Mérida), y se apoderaron de unos treinta mil bolívares que estaban en las taquillas. Fue una acción rápida, que hace recordar lo visto en la primera década de este siglo.

Por supuesto, los dólares y los euros continuarán en la mira del hampa. Entonces, esencialmente estamos ante una diversificación de los objetivos de la delincuencia.

Privatización de facto del servicio policial

En la primera semana de diciembre, un hombre pasado de kilos permanecía sentado en la puerta de un restaurant chino de Los Palos Grandes. No era un “guachimán” cualquiera. En la cintura, llevaba enfundada una Beretta PX4. De allí hacia arriba, vestía el uniforme de “camuflado urbano”, propio de la Policía Nacional Bolivariana. Hacia abajo, pantalones de jean y botas de uso industrial.

Esta es la imagen de un policía que intenta mejorar sus ingresos a como dé lugar, prestando servicios de vigilancia en el ámbito privado. Algunos lo hacen cuando están francos de servicio. Otros, piden eternos reposos médicos o simplemente no se presentan en sus unidades, y sacan provecho de su condición de funcionarios. Pero este es, probablemente, un individuo que no estará muy dispuesto a atender el llamado de la ciudadanía común ante una emergencia.

El servicio de policía, y por extensión, de seguridad pública, atraviesa en Venezuela un franco proceso de privatización. Desde luego, esto no será admitido por los voceros oficiales. Pero la gente de a pie sabe que, en la situación actual, es muy poco lo que un uniformado estará dispuesto a hacer, a menos que cuente con un estímulo pecuniario. No solo sucede en los cuerpos preventivos. En el caso de la policía judicial, son frecuentes los relatos de víctimas que incluso deben llevar hasta el papel para que sus denuncias queden impresas, llevar a los agentes a los sitios de suceso e incluso alimentarlos.

De otro lado, con la agudización de la crisis económica, los uniformados han encontrado a serios competidores en el campo de la vigilancia. Se trata de los miembros de colectivos armados, que se mueven en un área gris donde cuentan con mucho más campo de acción, incluso, para reprimir “en caliente” a quienes sean detectados atentando contra los intereses de sus patronos.

Esto se pudo evidenciar en los alrededores de una estación de servicio de El Llanito, donde integrantes de estas estructuras armadas dieron una “pela” a un ratero, y lo obligaron a caminar desnudo por la avenida principal. Tal parece que este tipo de acciones expeditivas gustan en ciertos sectores de la sociedad, descreídos de los cuerpos de aplicación de la ley. Ahora, vemos a integrantes de colectivos prestando servicio de vigilancia en ventas formales de alimentos y abastos.

Las bandas criminales, paradójicamente, también intentan ofrecer sus servicios. A veces, acuden a métodos compulsivos, como en el Zulia, donde atacan con granadas a talleres mecánicos y clínicas para exigir un pago. Estos métodos se han extendido a más estados. En la última semana de diciembre, fue reportado un ataque armado a la fachada de un local en Cagua, con propósitos extorsivos.

Continuará la pérdida del control territorial

En los últimos meses, se ha verificado un retroceso en la presencia del Estado. Esto venía sucediendo en las periferias, y ahora también ocurre en las grandes ciudades. Las bandas, grupos guerrilleros y otros actores no estatales han ganado terreno, y se han erigido, incluso, en factores reguladores de la acción humanitaria de las organizaciones no gubernamentales. Son el poder real, en sus áreas de influencia. Y con ellos hay que entenderse. Al respecto, Briceño León advertía recientemente que, en ciertas localidades, la baja en la cifra de homicidios responde a la imposición de una pax mafiosa. En este mismo sentido se ha pronunciado el director del Risk Awareness Council Alberto Ray.

La única forma que tiene el actual régimen para retomar el control de ciertos sectores es a sangre y fuego. No hay rescate de la institucionalidad, tal y como lo pedía la Conferencia Episcopal en el caso de La Vega y la Cota 905. Es una violencia mayor que la ejercida por las bandas. Son golpes de propaganda, que no aportan soluciones sustentables. En el caso del anterior feudo de Carlos Revette, alias Coki, luego de un lapso de calma han vuelto los homicidios y ajustes de cuenta.

Diversificación de las estafas

Junto a un repunte del delito violento, las otras formas más sutiles de actividad ilegal que ganaron espacio durante la cuarentena continuarán en boga. En la anterior entrega se advertía que las estafas mantuvieron en 2021 el ritmo que tuvieron el año anterior. Este espacio no será cedido fácilmente por el hampa informática, puesto que la “nueva normalidad” implica un uso intensivo de las herramientas que corren por internet. Al respecto, se debe tomar en consideración que hay empresas −y emprendimientos− que no abandonarán el espacio virtual si el mundo (y con él Venezuela) logra superar definitivamente la pandemia de la covid-19. De hecho, ya permiten fórmulas mixtas, en las que el trabajador puede llevar a cabo su jornada desde el hogar, y otros días puede presentarse en la oficina. En el caso venezolano, el rezago en la vacunación permite prever que los lapsos de cuarentena se prolongarán mucho más que lo visto en otras partes de la región latinoamericana. Según la OPS, Cuba y Venezuela (en ese orden) ocupan los últimos puestos en cuando a la inmunización de la población. De allí que la “nueva normalidad” tardará un poco más en llegar a estos países.

Breves

El miércoles 29 de diciembre, una portavoz del Servicio Federal de Cooperación Técnica y Militar de la Federación Rusa anunció que en 2022 finalmente serán construidas en Venezuela las fábricas de fusiles Kalashnikov AK-103, y la de sus respectivas municiones. Según Valeria Reshétnikova, los especialistas de este proyecto “han comenzado a preparar el equipo de procesamiento y las líneas de ensamblaje”. Este ha sido un viejo anhelo del oficialismo venezolano.

Ya en 2007, el The New York Times informaba sobre el desarrollo de este proyecto. Pero, como otros tantos, no se concretó como consecuencia de la corrupción.

El 2019, la compañía nombrada para la ejecución del plan, Rostec, inició una investigación en vista de lo que fue descrito por su director general Serguéi Chemezov como “una serie de robos”. Pero no se trataba de asaltos callejeros. El fiscal general ruso, Dimitri Demeshin explicó en aquella oportunidad que las plantas eran construidas en virtud de acuerdos de comercio internacional. Para ese momento, ya se había verificado un desfalco de dieciséis millones de dólares. Y como principal responsable fue señalado el exsenador de la federación, Sergei Popelniújov. El hombre argumentó que el plan no fue cumplido como consecuencia de la alta inflación en Venezuela. Otras tres personas también resultaron condenadas por este caso. Rostec fue la misma compañía que suministró los simuladores de vuelo de helicópteros Mi, en la base aérea Luis del Valle García, ubicada en Guárico.

*Poco a poco, la presencia efectiva de militares y asesores rusos se ha incrementado en el país. Todo esto sucede dentro de la mayor opacidad. Generalmente, la opinión pública se entera por informaciones que llegan desde el exterior, como lo anteriormente referido en torno a la fábrica de fusiles. A veces, en cambio, esto sucede debido a algún desliz. Por ejemplo, el 27 de diciembre el general de división Johan Hernández Lárez, comandante de la ZODI Miranda, soltó una auténtica primicia, cuando reveló a través de su cuenta Twitter que enviados de la empresa Vegacy Strategic Services brindaban cursos de instrucción a las unidades de reacción rápida (llamadas URRA) de la Guardia Nacional en los Valles del Tuy.

Vega es una renombrada corporación del mundo de los llamados “contratistas militares privados”. En otras palabras, mercenarios.

También es conocida como Wagner. Sus actividades han sido el centro de investigaciones internacionales. Entre las últimas figura el entrenamiento a las fuerzas militares pro Bashar al Assad en Siria. Previamente, de acuerdo con publicaciones israelíes (Guzansky, Rakov y Lindenstrauss, 2020) Wagner se vio involucrada en “operaciones negras” llevadas a cabo en Ucrania en 2014, supuestamente, con el respaldo de Moscú. El 29 de diciembre, dos días después de la publicación inicial, Hernández Lárez había borrado su mensaje.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Anulan sobreseimiento a 50 policías acusados por violación de DDHH durante protestas de 2017 y 2018
La medida se conoce pocos días que el fiscal de la CPI, Karim Khan, anunciara una investigación sobre el país por las denuncias de violación de DDHH durante las manifestaciones ocurridas en 2017 y malos tratos a opositores en algunas cárceles

Foto: Reuters

La ONG Una Ventana a la Libertad denunció este lunes, 8 de noviembre, que un tribunal anuló un sobreseimiento solicitado por la Fiscalía para un grupo de 50 funcionarios policiales acusados por violación de DDHH s durante las protestas de 2017 y 2018.

A través de una nota de prensa, la ONG señaló que la medida afecta «a alrededor de 50 funcionarios policiales» del estado Barinas, quienes «aparecen incursos en actuaciones violatorias de los derechos humanos durante las protestas convocadas por factores opositores al oficialismo, durante los años 2017 y 2018».

De acuerdo con el juez Humberto José Zambrano, entre los acusados por estos hechos está «el comisionado Luis Ramón Valor, el supervisor Lundomar Angarita, el oficial jefe Carlos Alfonso Rivas y el oficial agregado Yurumay del Carmen Crespo».

Ante esto, la ONG agregó que el juez dijo que las averiguaciones contra los funcionarios policiales continuarán.

Investigación de la CPI

Esta medida se conoce pocos días después que el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, visitara Venezuela y anunciara una investigación sobre el país por las denuncias de violación de DDHH durante las manifestaciones ocurridas en 2017 y malos tratos a opositores en algunas cárceles.

De acuerdo con Khan, si bien en el examen preliminar «no se ha identificado a ningún sospechoso ni a ningún objetivo», la «investigación tiene por objeto determinar la verdad y si existen o no motivos para formular cargos contra alguna persona».

«La investigación, que ya se ha abierto, no es un camino de dirección única: es solo el punto de partida de un proceso», reza parte del comunicado de la CPI sobre el inicio de la investigación.

Advertencia del Foro Penal

Gonzalo Himiob, vicepresidente del Foro Penal Venezolano, advirtió en días pasados que el Estatuto de Roma, en su artículo 53, numeral cuatro, prevé que el Fiscal ante la CPI pueda reconsiderar su decisión de iniciar la investigación «si nuevos hechos o informaciones le demuestran que su intervención ya no es necesaria».

«Evidentemente, los perpetradores buscarán demostrar la existencia (real o no) de cambios para evadir la justicia internacional. En todo caso, no cualquier cambio circunstancial, político o social es determinante. La voluntad y la posibilidad de investigar los crímenes competencia de la CPI deben ser genuinas y exhaustivas y abarcar a todos los posibles responsables de los hechos a todo nivel», expresó Himiob.

 

Sin embargo, aclaró que cualquier eventual “capitulación” de la justicia penal internacional a favor de una propuesta de justicia local debería contar con la aprobación y el “visto bueno” de las víctimas.

20 claves del informe de Provea sobre letalidad policial en Venezuela

El Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (Provea), en un trabajo conjunto con el Centro de Investigación de los Padres Jesuitas (Centro Gumilla), publicó un un informe en el que alerta que durante los primeros seis meses de 2020 los cuerpos de seguridad del Estado asesinaron a 1.611 personas, con un promedio de 9 muertes diarias.

A continuación, presentamos 20 claves sobre el informe de Provea:

Las miles de víctimas que deja la violencia institucional en Venezuela son consecuencia de una política de Estado, que combina el aliento brindado por las altas autoridades para la comisión de los abusos, y la impunidad estructural dado el copamiento del sistema de administración de justicia.

Los funcionarios actúan con plena libertad dada la certeza de que su conducta no será investigada ni sancionada, y debido a que cuentan con el respaldo de gobernadores, ministros y otras altas figuras de la gestión pública.

Cuando las víctimas no tienen “padrino político”, se asume como cierta la versión policial de que se produjo un enfrentamiento y, en consecuencia, el Ministerio Público no actúa. Son miles las familias que desean contar con el derecho a una investigación para esclarecer los hechos y sancionar a los posibles responsables de ejecuciones extrajudiciales. 

En la mayoría de los asesinatos perpetrados por la fuerza pública se presume la realización de ejecuciones extrajudiciales. (Por ejecución se entiende todas aquellas actuaciones en donde el agente de seguridad en funciones o no, dispara con el objetivo de causar la muerte de la víctima).

Falsos enfrentamientos, lo que se viene conociendo en América Latina como falsos positivos, en los que las autoridades presentan los hechos como si efectivamente las victimas emplearon armas contra policías y militares. En la realidad, las personas son detenidas y posteriormente asesinadas.

La Policía Nacional Bolivariana (PNB), principalmente a través de su cuerpo élite las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), es el cuerpo policial más letal.

En los primeros seis meses del año, la PNB fue responsable de 417 asesinatos, lo cual representa el 25,8% del total.

Muy de cerca el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) con 400 casos, lo que equivale al 24,83% del total.

En los dos últimos años en el debate público se ha opacado la responsabilidad del Cicpc en las cientos de presuntas ejecuciones ocurridas en el país. El señalamiento se ha centrado en el FAES puesto que actuando en menos estados del país es el cuerpo de seguridad que más atenta contra el derecho a la vida.

Las policías estadales fueron responsables de 399 presuntas ejecuciones, equivalente a 24,77%. Llama la atención la letalidad de la policía del estado Zulia responsable de 122 asesinatos, Aragua 65 y la del estado Carabobo con 54.

La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) es responsable de 222 casos en su gran mayoría responsabilidad de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).

Llama la atención el significativo incremento en el número de casos responsabilidad de la FANB. Provea pudo identificar en 2019 la participación de la FANB en 55 presuntas ejecuciones. Al primer semestre de 2020 el número se elevó en 403%. Este resultado corresponde al cada vez más creciente proceso de militarización de las labores de seguridad ciudadana.

Las policías municipales fueron responsables de 57 presuntas ejecuciones. Estas policías, que están definidas como policías principalmente de carácter preventivo, participan con mayor frecuencia en operativos donde el resultado es dar muerte a presuntos delincuentes.

Los estados en los que la población sufrió con mayor rigor la violencia institucional de policías y militares fueron por orden de letalidad Zulia, Bolívar, Aragua, Lara, Carabobo y Miranda.

Mayo fue el mes en que policías y militares actuaron con mayor letalidad: 379 personas fueron asesinadas en un contexto de cuarentena por coronavirus, en el que la circulación de personas en la vía pública ha sido mucho menor, pero los operativos violentos contra la población no se han detenido. Solo entre los meses de marzo a junio, en plena cuarentena, los policías y militares asesinaron a 1.091 personas.

En un estudio elaborado en el año 2006 por la Comisión Nacional para la Reforma Policial, se señaló que un indicador de la letalidad policial es la desproporción entre bajas policiales-militares y de civiles. Es decir, que se reporten fallecidos y lesionados del lado de los ciudadanos pero no se reporten muertes en las filas de los órganos de la fuerza pública durante los llamados “enfrentamientos”.

Fortalecer la visión militarista y las prácticas de “mano dura” debilitan el concepto de seguridad ciudadana y obstruyen los necesarios consensos democráticos para avanzar en la adopción de políticas públicas, que ayuden a superar los altos índices de violencia y criminalidad en el país. 

Según ha dicho la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, “Los gobiernos autoritarios y las dictaduras militares que actuaron en el Hemisferio en las últimas décadas desconociendo las obligaciones internacionales de los Estados en materia de garantía de los derechos humanos, dejaron como legado una situación de permanente reproducción de la violencia”. 

Urge detener la masacre por goteo que se realiza a diario en Venezuela, e investigar y sancionar a todos los responsables meteriales e intelectuales de abusos contra los derechos humanos en el contexto de operativos policiales y/o militares

Al conformarse en el país una estructura institucional favorable a la impunidad, adquiere cada vez mayor importancia la activación de mecanismos de investigación independientes que contribuyan a que los responsables de las violaciones de derechos humanos rindan cuentas ante la justicia. 

Para leer el informe de Provea haz clic aquí

Provea: 1.611 personas fueron asesinadas por policías y militares de enero a junio de 2020
El estudio reveló que la FAES-PNB es el organismo policial más letal

 

El Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (Provea), en un trabajo conjunto con el Centro de Investigación de los Padres Jesuitas (Centro Gumilla), alertó que durante los primeros seis meses de 2020, los cuerpos de seguridad del Estado asesinaron a 1.611 personas, con un promedio de nueve muertes diarias.

Según la investigación de Provea y el Centro Gumilla, quienes desde 2019 iniciaron un procedimiento de contraloría social respecto al uso excesivo de la fuerza por parte de los cuerpos policiales y militares, la mayoría de las víctimas son jóvenes de bajos estratos en edades comprendidas entre los 18 y los 30 años de edad.

De acuerdo a la ONG, las víctimas de este tipo de violencia «son consecuencia de una política de Estado que combina el aliento brindado por las altas autoridades para la comisión de los abusos, y la impunidad estructural dado el copamiento del sistema de administración de justicia, por parte del proyecto político oficialista».

En ese sentido, enfatizó que los efectivos actúan con libertad porque saben que su conducta no será investigada ni será objeto de sanciones disciplinarias, aunado al respaldo que éstos tienen por parte de los gobernadores, alcaldes, ministros y otros funcionarios públicos.

Alertó Provea que existen casos donde las autoridades actúan con discriminación y celeridad, como fue el caso de los periodistas en el estado Zulia que fueron asesinados a manos de los funcionarios de la Fuerza de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), ya que sugiere que como eran adscritos al partido de gobierno, se trabajó con rapidez.

Sin embargo, aquellos sin «padrino político» viven una situación distinta porque se toma como cierta la versión que ofrecen los cuerpos de seguridad, que por lo general refieren que hubo un enfrentamiento, y por ello el Ministerio Público no investiga. Además, advierte que «en la mayoría de los asesinatos perpetrados por la fuerza pública se presume la realización de ejecuciones extrajudiciales».

El estudio reveló que la FAES-PNB es el organismo policial más letal, ya que de las 1.611 personas asesinadas de enero a junio de 2020, el 25,8% son atribuidos a ese cuerpo de seguridad. En otras palabras, son responsables de la muerte de 417 personas.

Mientras, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) tiene en su haber unos 400 asesinatos, lo que equivale al 24,8%, mientras que las policías estadales se les atribuye el deceso de 399 personas, siendo la del estado Zulia considerada la más letal al ser responsable de 122 muertes; seguida por PoliAragua con 65 y PoliCarabobo con 54.

La Fuerza Armada Nacional (FAN) es responsable de 222 casos en su gran mayoría responsabilidad de la Guardia Nacional (GN), y de acuerdo a Provea y el Centro Gumilla, de las 55 presuntas ejecuciones que se perpetraron en 2019 y que se le atribuye su presunta participación, en el primer semestre de 2020 se incrementó en 403%.

Las policías municipales por su parte, fueron responsables de 57 presuntas ejecuciones. Estas policías, que están definidas como policías principalmente de carácter preventivo, participan con mayor frecuencia en operativos donde el resultado es dar muerte a presuntos delincuentes.

*Vea el informe completo AQUÍ

#MonitordeVíctimas | Muere en enfrentamiento con policías hombre implicado en homicidio de un Cicpc
El crimen del detective del Cicpc ocurrió el 25 de marzo en Petare

 

@carlos_dhoy | Fotografía: Carlos Ramírez

 

Un sujeto presuntamente implicado en el asesinato de Xavier Antonio Pino Ruiz, detective jefe del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC), resultó muerto al supuestamente enfrentarse a comisiones policiales que hacían pesquisas para esclarecer el crimen.

El fallecido, quien no ha sido identificado por las autoridades, murió al hacer frente a funcionarios adscritos a la División de Investigaciones de Homicidios del mencionado cuerpo policial.

El tiroteo ocurrió el pasado lunes 30 de marzo en el barrio Carpintero, sector Las Casitas, en Petare, estado Miranda.

El hombre muerto es presuntamente uno de los dos motorizados involucrados en el homicidio de Pino Ruiz, quien estaba adscrito a la División de Terrorismo del Cicpc.

El crimen del detective ocurrió el pasado 25 de marzo, en el barrio Las Praderas, calle Ribas, cuando llegaba a su casa y fue abordado por dos hombres que se trasladaban en una moto Empire-Horse color azul, quienes sin mediar palabras le dispararon en cuatro oportunidades.

 

Cuatro muertos en ataque contra policías en París

UN EMPLEADO ADMINISTRATIVO armado con un puñal atacó a varios agentes en el cuartel general de la policía de París ocasionándoles la muerte a cuatro oficiales antes de ser abatido a balazos, informaron funcionarios el jueves.

El funcionario sindical Loic Travers indicó a los reporteros que el ataque aparentemente comenzó en una oficina y continuó en otra parte del enorme inmueble situado enfrente de la catedral de Notre Dame. De momento se desconoce el número de personas heridas.

Travers señaló que se desconocen los motivos de la agresión, pero que el empleado de 20 años presuntamente responsable del ataque laboraba en la unidad de inteligencia y hasta donde se sabe no había estado involucrado en problemas, hasta el jueves.

El funcionario dijo no recordar que se haya registrado anteriormente un ataque de esta magnitud contra policías.

Emery Siamandi, un empleado en el cuartel general de la policía, narró que se encontraba en el cubo de la escalera que lleva a la oficina del jefe al momento de escuchar disparos.

“Me dije, esto no es normal”, afirmó. “Momentos después, vio a tres mujeres policías llorando. Yo no podía ayudarlas de ninguna manera, y sus colegas también lloraban, por lo que imaginé que debía ser algo grave”.

“Es el peor escenario posible, un ataque interno con los colegas reunidos trabajando”, añadió Philippe Capon, del sindicato de policías UNSA.

Capon pidió no llegar a conclusiones sobre los motivos del ataque dado que “nada se puede descartar, ni siquiera un asunto personal”.

El incidente se registró un después de que miles de policías se manifestaron en París en protesta por los bajos salarios, largas jornadas laborales y aumento de los suicidios en sus filas.

El primer ministro, el ministro del Interior y el fiscal de París llegaron al cuartel de la policía pero el gobierno no ha emitido un comunicado más de tres horas después del ataque. El presidente Emmanuel Macron se presentó en el lugar para dar muestras de solidaridad a los agentes y empleados del recinto, informó su oficina.

La policía limitó el acceso al vecindario, un concurrido destino turístico de la capital francesa, mientras que la estación del metro Cite fue cerrada y un puente entre Notre Dame y el edificio del cuartel fue bloqueado.

Técnicas infalibles para zafarte de la autoridad, por Reuben Morales

SI EXISTIESE UN RÉCORD GUINNESS sobre el número de veces que alguien ha logrado zafarse de la autoridad, sin darle un céntimo (o muy poco dinero), ése soy yo. ¿El secreto? No lo sé. Debe ser un don. Pero como el egoísmo no es mi cualidad favorita, paso a sistematizar las técnicas infalibles para salir ileso cuando un efectivo dice “Ciudadano, sus papeles”. Yo mismo las he puesto en práctica y les garantizo: su próximo encuentro con la autoridad podría terminar con frases absurdas como “Estamos para servirle”, “No toco ese cochino dinero” y “El cliente siempre tiene la razón”.

 
PRIMER TIP: SÚBALE LA AUTOESTIMA A LA AUTORIDAD

Los efectivos son formados en instituciones donde los maltratan, les obligan a cortarse el cabello, les dan uniformes feos y deben calarse aburridos discursos oficiales. Ese entorno los hace carentes de amor y, en consecuencia, buscan sustituirlo con otro estímulo: el dinero. Pero como usted carece de éste, opte entonces por subirles la autoestima. Guárdese su rabia, sonría y diga: “Buenas tardes, señor oficial. Lo felicito por velar por nuestra seguridad. Se siente más calidad de vida en la calle. Ya le muestro mis papeles”. ¡Advertencia! El oficial podría terminar abrazándolo.

 
SEGUNDO TIP: TENGA UNA SILLA DE BEBÉ EN EL CARRO

Esto es lo más parecido al avión invisible de la Mujer Maravilla. Algo tan poderoso como el guante de Thanos. Si usted viene tomado, despeinado, fumado o a alta velocidad, no se preocupe. Una silla de bebé siempre justifica la peor de sus fachadas. Solo baje los vidrios y cuando el efectivo lo vea a usted y luego a la silla, todo le hará sentido. Sus ojos rojos pasarán a ser producto de un grande, largo y encendido… “trasnocho con el bebé”.

 
TERCER TIP: DIGA QUE USTED HACE UN OFICIO RARO

Cuando un oficial me pregunta “¿A qué se dedica usted?”, siempre le contesto “Soy humorista y profesor de comedia”. Inmediatamente se quedan pasmados, sin palabras. Aunque todos por dentro creo expresan lo que alguna vez me dijo un efectivo cuando me detuvo: “¡Pero no me vayas a joder en televisión! Dale, sigue”. Y si usted no ejerce un oficio raro, aquí le dejo otros, como taxidermista, reparador de microscopios o sexador de pollos.

 
CUARTO TIP: OFREZCA MUCHO MÁS DINERO DEL QUE ESPERAN

Esto me sucedió una vez cuando iba en mi carro, apurado por llegar a un examen en la universidad, y cambié de canal dentro de un túnel. Al salir, me detuvo un policía en su moto. Cuando le explico el motivo de mi apuro, me dice: “Bueno, te voy a dejar ir para que llegues a tu examen, pero tú sabes… déjame algo”. En medio de mi inocencia, le dije: “¿Te sirven diez mil?”. El hombre de golpe saltó: “¡Tanto!… No, vale, con cinco está bien”. Yo le di cinco. Él me dio una gran lección. 

 
QUINTO TIP: DIGA LA VERDAD Y NADA MÁS QUE LA VERDAD

Me encontraba yo en un banco donde una de sus empleadas era idéntica a Betty La Fea. Entonces saqué mi teléfono disimuladamente para tomarle una foto y subirla a mis redes. Cuando voy saliendo de la entidad, dos policías me esperaban en la puerta, me detuvieron y preguntaron por qué tomaba fotos. Mi cerebro buscó inventar una respuesta, pero ante la inutilidad generada por los nervios, terminé acudiendo a la verdad: “Oficial, le voy a ser totalmente sincero. Yo soy comediante y aquí hay una empleada igualita a Betty La Fea…”. Al terminar el cuento, los policías quedaron en un incómodo silencio y solo me dijeron: “Bueno, váyase”. Ahora cuando le echo la anécdota a alguien, siempre me termina diciendo: “Seguro se quedaron en el banco para ver quién era la empleada”.

Ahí les dejo esos regalos de vida. Aplíquelos para cuando vuelvan a detenerlo. Saldrá eximido. Aunque ahora espero contar con esa misma suerte yo también. Temo que un efectivo lea este artículo y termine ocurriendo el peor de los escenarios: que se acabe mi récord Guinness.

 
@ReubenMoralesYa