Planta de Valmore Rodríguez archivos - Runrun

Planta de Valmore Rodríguez

Termoeléctrica de Bachaquero no ha generado ni un megavatio pese a millonaria inversión

termoelectrica

 

Tres mil 35 millones de dólares se aprobaron para la termoeléctrica de Bachaquero y su transmisión asociada, en el municipio Valmore Rodríguez, de acuerdo con dos informes de proyectos de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec).

Pese a los onerosos recursos en divisas, la planta aún no genera el primer megavatio, aunque la promesa fue que estaría lista en 2011.

Tras una serie de modificaciones, el proyecto consiste en la instalación de seis unidades de generación (cuatro a gas y dos a vapor) con una capacidad de generación de 180 megavatios (MW) cada una, para un total de mil 80 MW.

Con un costo global de tres mil 35 millones de dólares, la generación de Bachaquero será una de las más caras de la historia, asegura José Aguilar, consultor internacional de energía.

El costo de instalación de cada megavatio en la planta de Valmore Rodríguez se ubica en dos millones 810 mil dólares, aunque internacionalmente los precios del procedimiento se ubican en un millón de dólares por megavatio para este tipo de tecnología.

«Cada megavatio en la planta de Bachaquero salió tres veces más caro de lo normal».

Los costos destinados para la termoeléctrica son elevados, aunque las empresas Siemens y Westinghouse se ofrecieron a elaborarlo por un precio de un millón de dólares, un tercio más económico, de acuerdo con notas de prensa de los fabricantes en su oportunidad.

 

Retraso 

De acuerdo con la página web de la Corporación Eléctrica Nacional, el proyecto se inició en el año 2007, debía estar lista en 2011 y no está concluida. Suma tres años de retraso.

Para el proyecto de Bachaquero se destinaron onerosos recursos, a pesar de que cuatro de las turbinas que se planeaban instalar no había que adquirirlas, sino que ya se encontraban en el país.

En la termoeléctrica estaba contemplado instalar las cuatro máquinas de generación que hallaron en 2010 en el galpón de la empresa Sidmara, en Ciudad Ojeda. Los equipos estaban abandonados en el lugar desde 2005, aunque los compraron con dinero del Estado.