A Luisa Mendoza (nombre ficticio para proteger su identidad), unos hombres armados la interceptaron a comienzos de junio, cuando llegaba a su residencia en la urbanización Valle Arriba de la población de Guatire, estado Miranda.
La mujer iba en su camioneta Chevrolet Captiva, de color blanco. Uno de los delincuentes la obligó a montarse en la parte posterior del vehículo y tomó el control del volante. Le dijeron que es comerciante de la zona, que por su bien se quedara tranquila porque se trataba de un secuestro. Se la llevaron a Caracas y les exigieron a sus familiares que pagaran en dólares por su liberación. Sus parientes denunciaron el caso al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas y se ubicó el sitio en donde permanecía secuestrada. Se produjo un enfrentamiento en el que resultaron muertos tres de los plagiarios. Otros miembros de la banda de secuestradores se fugaron.
Las investigaciones determinaron que Mendoza fue plagiada por un grupo que forma parte de una banda criminal de la Cota 905 y que ha extendido sus tentáculos hacia el eje Guarenas-Guatire y Barlovento. El caso, según los cuerpos de seguridad, forma parte del 60% de los plagios que se reportan en esas ciudades dormitorio. “Ellos (bandas de la Cota 905 y de El Cementerio) establecen conexiones con bandas de Guatire y de Barlovento para refugiarse en esos lugares y evadirse de los Operativos de Liberación del Pueblo, así como también pescar nuevas víctimas que en su mayoría son comerciantes, propietarios de areneras y ganaderos”, informó una fuente del Cicpc.
Los miembros de las organizaciones delictivas de Barlovento y de Guatire, de acuerdo con la fuente consultada, estudian a las víctimas, elaboran una ficha técnica del secuestrado: manejan información sobre las empresas que dirige, los integrantes de su núcleo familiar y las horas que entra y sale del negocio y de su vivienda. Esta información la transmiten a las organizaciones de Caracas y actúan de forma conjunta. En la mayoría de los casos, se los llevan a Caracas y algunas veces las tienen en refugios que improvisan en las zonas boscosas de los municipios Andrés Bello y Páez (Barlovento).
Entre las bandas aliadas se reparten el dinero del pago de los plagios. “Crean una especie de sociedad. De ahí que en la zona de Barlovento, parte de las megabandas están constituidas por delincuentes que provienen de Caracas y de los Valles del Tuy”, explicó.
Delito y mujeres en ascenso. La incursión de organizaciones delictivas foráneas ha disparado las cifras de secuestros en el eje Guarenas-Guatire y Barlovento. “Hasta el año pasado eran denunciados un máximo de dos plagios mensuales. Ahora manejamos hasta cuatro al mes. De enero a julio se han contabilizado 26 denuncias de plagios en esas regiones. 60% de los secuestros son cometidos en las jurisdicciones de Andrés Bello y Páez”.
En la mayoría de los plagios cometidos en Guatire participan mujeres que son usadas como señuelo. Los delincuentes suelen interceptar a comerciantes y empresarios cuando entran o salen de su residencia, destacó Modesto Trocell, director de Polizamora.
Mientras, en Barlovento los plagios son reportados en las carreteras, en especial en la vía que conecta al Guapo con Río Chico, en el trayecto entre El Cacao y San José, así como en la entrada de Paparo. “De forma paradójica los secuestros son cometidos a pocos metros de los puntos de control de la Guardia Nacional Bolivariana”, dijo la fuente del Cicpc al explicar que como modus operandi los delincuentes colocan barricadas y se esconden en la zona boscosa. Una vez que los conductores se bajan los interceptan y se los llevan. A los dueños de las areneras y comerciantes les hacen seguimiento. Si no los plagian, los extorsionan. De acuerdo con el funcionario de la policía científica, los obligan a cancelar una cuota de hasta 600.000 bolívares mensuales.
Huyen de los extorsionadores. Muchos comerciantes han optado por marcharse de la zona, dado que no pueden costear las vacunas y se declaran en quiebra.
Ese es el caso de Juan Briceño (nombre ficticio para proteger su identidad). Briceño era propietario de una ferretería en Río Chico y mensualmente debía pagarle 500.000 bolívares a una banda que opera en El Cementerio y que actúa de forma conjunta con la organización delictiva de San José, oriunda de Barlovento. “Son más de 50 hombres que portan fusiles de asalto. Para que me dejaran trabajar tranquilo y no se metieran con mi familia, debía pagarles puntualmente los cinco primeros días de cada mes. Si me atrasaba unos días con la cancelación de la cuota, enviaban a un emisario para amenazarme. Era terrible, pues debía lidiar con las bajas ventas y, de paso, pagar las vacunas. No pude más, vendí el negocio y me mudé a otra zona más segura para comenzar una nueva vida, sin lujos, pero lejos de la presión de los delincuentes”, relató la víctima.
El jueves 17 de marzo tres casos de plagios fueron denunciados en la División Contra Extorsión y Secuestro del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas. Una de las víctimas, que fue secuestrada ese día a las 7:30 am en Los Samanes cuando iba a hacer mercado, estuvo dos días en cautiverio en el sector El Pajui de la carretera vieja Caracas La Guaira. Las autoridades realizan las investigaciones para dar con los plagiarios. Uno de los delincuentes es conocido como «Eber» y tiene antecedentes desde 2008 por secuestro
Una mujer de 48 años de edad, que estuvo dos días en cautiverio, fue liberada por sus captores el sábado en la noche en la avenida San Martín por presión policial. La víctima fue interceptada el jueves 17 de marzo a las 7:30 am en Los Samanes cuando se disponía a hacer mercado. Posteriormente, los plagiarios se comunicaron con sus familiares para pedir el rescate en dólares y, tras pesquisas de funcionarios de Polibaruta y de la División Contra Extorsión y Secuestro del Cicpc, las autoridades dieron con el centro de operaciones del grupo delictivo.
La víctima estuvo en cautiverio en el sector El Pajui de la carretera vieja Caracas La Guaira. Las comisiones a cargo del caso buscan a los implicados en el plagio. Uno de ellos fue identificado como Alberto Galvis, conocido como «Eber» y tiene antecedentes desde 2008 por secuestro, informaron fuentes policiales.
Ese jueves a las 7:20 pm un comerciante fue secuestrado en La Candelaria, frente al negocio Abastos Sorrente, ubicado en la esquina Paradero. Los plagiarios establecieron contacto con sus familiares y también solicitaron pago en dólares. Horas después, entre las novedades de secuestros que maneja la policía judicial, fue agregada la novedad de una liberación de un comerciante que fue dejado en la Avenida Fuerzas Armadas, a la altura de El Helicoide. Sus parientes pagaron su rescate en dólares.
82 denuncias en dos meses y medio
Hasta el 18 de marzo fueron denunciados 82 secuestros en la División Contra Extorsión y Secuestro del Cicpc, de acuerdo con datos extraoficiales. Miranda, con 37 casos, es la entidad con más casos seguida de Distrito Capital con 35 denuncias de plagios. La versión extraoficial indica que hasta esa fecha 10 personas que fueron secuestradas murieron en cautiverio. Siete de las víctimas murieron en Miranda, dos en Distrito Capital y una en el estado Zulia.
El informe interno de la policía judicial indica que en los 82 secuestros que se reportaron hasta el 18 de marzo 111 personas fueron víctimas del delito. Para esa fecha cinco personas permanecían en cautiverio.
En menos de 72 horas, entre el 28 y el 30 de diciembre, seis plagios fueron reportados en Caracas a la División Contra Extorsión y Secuestros del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminaísticas. Un General de Brigada de la Guardia Nacional Bolivariana y un asesor jurídico del Viceministerio de Infraestructura son parte de las víctimas de este delito
2015 cierra con seis secuestros denunciados en Caracas y con 11 víctimas en los distintos hechos. Los casos fueron reportados a la División Contra Extorsión y Secuestro del Cicpc entre el 28 y el 30 de diciembre, en ese lapso que no alcanza las 72 horas, el asesor jurídico del Viceministerio de Infraestructura, Elías José Sánchez, y el General de Brigada de la Guardia Nacional Bolivariana, Henry Landaeta, se encuentran enre las personas afectadas de este delito.
El asesor jurídico del Viceministerio de Infraestructura fue liberado el martes en la mañana a la altura de los túneles de la Planicie, luego de haber sido interceptado por los secuestradores el lunes a las 9:00 pm en la urbanización El Marqués. Fuentes policiales informaron que Sánchez fue torturado por sus captores, que solicitaron dólares para concretar su liberación.
Entre los casos de plagios que la policía judicial ha atendido en el cierre de 2015 también destaca el registrado el 29 de diciembre a las 10:15 pm en la segunda avenida del Mirador, en La Campiña, cuando dos plagiarios a bordo de una camioneta Grand Cherokee, color blanca, descendieron del vehículo con armas largas para interceptar a un hombre y dos adolescentes. Según reseña policial, los secuestradores primero liberaron al adulto para posteriormente pedir 20.000 dólares por los jóvenes y prendas de valor.
Ese mismo 29 de diciembre la esposa y dos hijos de un comerciante fueron secuestrados en un lugar que el denunciante desconoce, pues los delincuentes lo contactaron a través del teléfono celular de su pareja para exigir el rescate de sus familiares que hasta la fecha continúan en cautiverio, precisó una fuente policial.
En las novedades de secuestros del Cicpc está reseñado el plagio de una ama de casa y dos estudiantes que fueron interceptados en la avenida Santa Martín el 30 de diciembre a las 4:00 pm a la altura del liceo Emilio Arvelo. Fuentes policiales informaron que los secuestradores liberaron a la mujer y a uno de los jóvenes después de recibir 2.700 dólares y dos anillos de oro. Sin embargo, el otro adolescente sigue en poder de los delincuentes, pues esperan más dinero en efectivo y electrodomésticos.
El 30 de diciembre en la noche el General de Brigada Henry Landaeta, que es el segundo Comandante de Apoyo Aéreo de la Guardia Nacional Bolivariana, fue liberado debido a la presión policial en la urbanización El Márquez de Guatire. El funcionario había sido intercpetado en Altamira horas antes de su liberación. Ese día también fue secuestrado un estudiante en El Junquito que ya fue liberado, detalló una fuente de la policía judicial.
Bandas de la Cota 905, El Cementerio, El Valle y La Vega estarían relacionadas con 25% de los secuestros denunciados este año en Caracas. El plagio de Bárbara Espinoza, hijastra del director de Interpol Venezuela, dejó al descubierto el modus operandi de grupos que utilizan las denominadas zonas de paz de la capital del país para «enfriar» a los secuestrados y negociar los pagos de rescates. Los comerciantes figuran entre las víctimas más atractivas para los captores. Expertos aseguran que en las últimas tres semanas se disparó este delito por la cercanía de diciembre y el cobro de utilidades
EN UNA VIVIENDA UBICADA en el barrio Los Sin Techo de El Cementerio estuvieron cautivos por más de 12 horas los tres jóvenes. Sus rostros fueron cubiertos con sábanas. Recibieron golpes y fueron maltratados psicológicamente por los 18 “cuidadores” que los vigilaron. Este es el resumen del mediodía de secuestro que vivió Bárbara Espinoza, hijastra del director de Interpol Venezuela, comisario general Ramón Silva Torcat, una amiga de 18 años y un adolescente de 16 años de edad.
El secuestro de la hijastra del comisario Silva Torcat puso en evidencia un modus operandi que comienza a ganar terreno entre algunas bandas dedicadas a este delito. Se trata de grupos organizados que operan en las denominadas zonas de paz y utilizan estos sectores para mantener cautivas o liberar a sus víctimas.
Desde agosto funcionarios de la División Contra Extorsión y Secuestro del Cicpc investigan a bandas de plagiarios que operan en El Cementerio, la Cota 905 y zonas aledañas, como El Paraíso, La Vega y El Valle. La pesquisa comenzó luego de que se percataron de que en el reporte de plagios denunciados durante los primeros meses del segundo semestre de 2015 se repite el patrón de liberación de víctimas en zonas de paz de Caracas.
Hasta el 8 de noviembre de este año, 14 de los 57 secuestros que fueron denunciados al Cicpc en la capital, tuvieron relación con grupos criminales que operan en la Cota 905, El Cementerio, La Vega y El Paraíso. Esto quiere decir que bandas de estas zonas estarían asociadas a 25% de los plagios ocurridos este año en la ciudad. La cantidad de hombres (más de 20) que participaron en el plagio de Bárbara Espinoza, Astrid Torres y el menor de 16 años, se corresponde con el amplio número de integrantes que, se sabe, tienen estas organizaciones dedicadas también al tráfico de drogas.
Dos víctimas de secuestros en Caracas en 2015 contaron sus historias a Runrunes
Aunque los perfiles de las víctimas son distintos, el modus operandi de los delincuentes es similar. Los secuestradores, jóvenes y con armas de fuego, interceptan a sus víctimas y las someten. Igual que en los casos del video, la hijastra del director de Interpol fue secuestrada en el municipio Baruta.
A las 3:30 am, los secuestradores de Bárbara Espinoza establecieron el primer contacto con los familiares de los tres jóvenes para solicitar entre 70.000 y 50.000 dólares por el rescate, minutos después la División Contra Extorsión y Secuestro de la policía judicial activó un operativo para dar con los plagiarios y rescatar a los jóvenes. Patrullas policiales de diferentes cuerpos de seguridad bloquearon las entradas y salidas de la capital. El rastreo telefónico fue clave para determinar que las tres personas estaban cautivas en el barrio Los Sin Techo, de El Cementerio que forma parte de las zonas de paz en Caracas. Ya no había duda.
“Aquí en El Cementerio no hay nada oculto. Los vecinos estamos presos en nuestras casas porque el poder lo tienen los delincuentes. Antes cuando mataban o resultaba herido un policía, uno al menos tenía tranquilidad porque sabía que los cuerpos de seguridad iban a penetrar en la zona, pero desde que esto es territorio de paz, los delincuentes ya no les permiten el ingreso a los funcionarios. En las últimas semanas hemos sabido de varios secuestros en el barrio Primero de Mayo, pero como no se denuncian o las víctimas no son personas conocidas, los medios de comunicación no los reseñan”, manifestó un vecino de la zona, que al igual que otros habitantes del sector, tiene conocimiento de los movimientos que los delincuentes hacen, pues escuchan sus actividades a través de la frecuencia 21 de un radio portátil.
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Pasadas las 3:00 pm de ese 8 de noviembre la hijastra del director de Interpol Venezuela, fue liberada en Los Sin Techo, el mismo barrio donde permaneció 12 horas en cautiverio, juntos a sus amigos. De acuerdo con un reporte policial, la liberación se dio luego que sus parientes cancelaron el rescate con 270.000 bolívares, 5.000 dólares, 1.000 euros, 4 televisores pantalla plana, 2 equipos Blu-Ray y productos de belleza Avon. Sin embargo, un allegado de una de las víctimas aseguró que nunca se concretó el pago y que los tres estudiantes fueron liberados por presión policial.
Hasta el 16 de noviembre en todo el país fueron denunciados 243 secuestros. Distrito Capital, con 64 plagios, es la segunda entidad con más secuestros, superada por Miranda con 87 reportes de este delito. Desde agosto hasta la fecha se han reportado 12 casos de liberaciones o víctimas que han permanecido en cautiverio en las zonas de paz del municipio Libertador.
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En el caso de la hijastra del director de Interpol, “fueron interceptados por 5 delincuentes cuando salían de un local nocturno en Las Mercedes, pero luego en la vivienda donde se desarrolló el cautiverio 18 jóvenes, que no superan los 26 años de edad y que son miembros de la banda liderada por un delincuente conocido como “Buñuelo”, se turnaban el cuido de las secuestrados. Mientras presionaban a sus parientes para concretar el pago del rescate, les ofrecieron galletas y agua”, reveló un funcionario que participó en las investigaciones.
El 8 de noviembre otro secuestro que no fue denunciado a la policía científica y que pasó desapercibido en la opinión pública, también se registró en El Cementerio. Ese domingo dos comerciantes peruanos, que trabajan en el mercado popular de la zona, estuvieron cautivos por más de cinco horas en el barrio Primero de Mayo, que limita con el barrio Los Sin Techo. Fuentes de ese sector popular informaron que las dos víctimas fueron liberadas luego que sus familiares cancelaron el rescate que los delincuentes solicitaron.
“Neveras” para negociar los rescates
El ex director del Cicpc, comisario general Miguel Dao, explicó que las bandas dedicadas al secuestro exprés en Caracas han improvisado “neveras” desde principios de 2015, para “enfriar” a sus víctimas, mientras negocian el pago del rescate con sus familiares.
“Cuando hay un retardo en la negociación las víctimas pueden estar cautivas hasta el día siguiente en maleteros, estacionamientos, viviendas ubicadas en sectores populares o espacios de algunos locales de la ciudad, en los que pueden estar en el mismo lugar con dos personas más que fueron secuestradas en otro hecho. Estos espacios, en la jerga criminal, son denominados neveras”, explicó el comisario general.
Fuentes policiales revelaron que una de las “neveras” que han utilizado algunos secuestradores este 2015, mientras intentan concretar la negociación del pago del rescate de sus cautivos, han sido algunos hoteles “de paso”.
Pasticho de cifras y “estadísticas negras”
Especialistas en materia de secuestros como Dao y el criminólogo Fermín Mármol García consideran que los secuestros se han disparado en el país este 2015. Ambos advierten que las denuncias reportadas al Cicpc no son reflejo de la realidad, pues las personas que sienten temor de denunciar no lo hacen, por lo que se alimentan las “cifras negras” de este delito.
“Año tras año la percepción es de aumento con el secuestro exprés o secuestro breve. En este 2015 la percepción supera el 60%. Pero cada vez es más común ver cómo disminuye la denuncia ciudadana de secuestros. Mientras que en 2013 fueron denunciados ante el Cicpc 359 plagios, en 2014 solo se reportaron 263 casos”, dijo Mármol García.
“Hace tres semanas repuntó el secuestro por la cercanía con el mes de diciembre y con el cobro de las utilidades. Los secuestradores se están llevando a quien sea. No están respetando”, precisó Dao.
A toda hora y en cualquier momento
Mármol García advirtió que algunas bandas de secuestradores en la actualidad prefieren cometer los plagios en el día: “Las bandas criminales conocidas como “los mañaneros operan entre las 4:00 y 6:00 am para secuestrar a los madrugadores que salen a trabajar, pasear sus mascotas o trotar”.
El comisario Miguel Dao destacó que desde hace tres semanas los grupos criminales dedicados al secuestro han retomado sus actividades los fines de semana: “Hace dos o tres semanas los plagiarios actuaban generalmente entre lunes y jueves. Actualmente lo hacen a cualquier hora y cualquier día”.
“Todo lo malo del secuestro aumentó. Los delincuentes están consumiendo más droga. Año tras año han aumentado las muertes en cautiverio, las bandas criminales han ejecutado a sus secuestrados cuando en el pasado el secuestrador era intocable. También han aumentado las lesiones leves”, explicó Mármol García.
¿Cómo evitar ser parte de la estadística?
♦Limite sus riesgos. “Los ciudadanos deben entender que no le pueden dar la oportunidad a los delincuentes. No es el momento para pararse en un mirador o salir de una discoteca a las 4:00 am. Es preferible salir cuando amanezca y evaluar el entorno”, recomienda el comisario general Miguel Dao.
♦No transite por caminos verdes. Prefiera las vías principales.
♦ Si maneja, esté pendiente de los vehículos que tiene a su alrededor.
♦No siga rutinas, ni de pistas de sus actividades. Modifique las rutas que utiliza para llegar y salir a su lugar de residencia.
♦ No contribuya con las cifras negras. Denuncie. “El que lo familiares de una víctima paguen por su rescate significa que estarán financiando los siguientes secuestros de su entorno”, advierte el comisario general Miguel Dao.
♦ Dialogue con sus familiares y allegados sobre los posibles escenarios si son víctimas de un secuestro.
