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Guyana insistió en que detenidos por gobierno venezolano no cometían pesca ilegal
Los pescadores fueron detenidos el pasado 21 de enero por fuerzas navales venezolanas

El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional de Guyana, Hugh Todd, aseguró este sábado a los familiares de los 12 pescadores guyaneses detenidos por Venezuela, acusados por el gobierno venezolano de faenar en sus aguas jurisdiccionales, que estos “no estaban involucrados en pesca ilegal”.

Todd se reunió con los familiares de los pesqueros en la zona de Región II (Pomeroon-Supenaam), un día antes de que, como se espera, los pescadores regresen a sus hogares tras ser dejados en libertad el pasado martes.

“Lo que queremos que ustedes entiendan es que sus familiares no estaban haciendo nada ilegal. Ellos estaban trabajando duro para apoyar a sus familias. No se sientan mal”, afirmó Todd.

Los pescadores fueron detenidos el 21 de enero pasado por las fuerzas navales venezolanas en aguas que Guyana considera parte de su territorio.

Los pescadores en el momento de ser detenidos faenaban junto al río Waini en dos grupos de seis en las embarcaciones Lady Nayera y Sea Wolf, cuando fueron capturados por tropas navales venezolanas.

Este acto de Venezuela fue condenado por las autoridades de Guyana, que defienden que ambas embarcaciones operaban dentro de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Guyana cuando fueron interceptados por el buque de la Armada venezolana Comandante Hugo Chávez GC 24.

Según información del Ministerio de Relaciones Exteriores de Guyana, el capitán Richard Ramnarine, del Lady Nayera, y Toney Garraway, del Sea Wolf, tras ser interceptados fueron obligados a poner rumbo al puerto de Güiria, en Venezuela.

El ministro aseguró que los guyaneses viven en un país soberano con límites territoriales y que son reconocidos internacionalmente.

Ante ello, afirmó que pescar en aguas de Guyana “es un acto legal” y reconocido internacionalmente.

El funcionario dijo además que la Comunidad del Caribe (Caricom) y países como Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido han expresado su apoyo a Venezuela y han pedido la liberación de los pescadores.

Este nuevo incidente se incluye en la disputa sobre un territorio de unos 160.000 kilómetros cuadrados al oeste del río Esequibo que será analizada por la Corte Internacional de Justicia, que se ha declarado competente para resolver el caso, aunque Venezuela rechaza la decisión y defiende que la controversia se resuelva de manera bilateral.

 

Pescadores en Sucre reclamaron combustible y fueron reprimidos
El desabastecimiento de gasolina en la entidad origina la falta de alimentos, gas, agua y otros rubros

 

Más de mil pescadores protestaron en el estado Sucre por la escasez de combustible. Los manifestantes que denunciaron que esta crisis les impide trabajar, fueron reprimidos por cuerpos de seguridad del Estado.

La manifestación registrada se produjo de Punta de Araya y El Rincón, municipio Cruz Salmeron. De acuerdo con reportes en Twitter, los funcionarios del régimen los dispersaron con gases lacrimógenos y golpes.

Los pescadores caminaron 8 kilómetros para llegar a la manifestación. Afirmaron que seguirán en la calle y que saldrán a protestar las veces que sea necesario.

El partido Vente Venezuela denunció que la Guardia Nacional reprimió fuertemente a los habitantes de Araya.

Este hecho se produce en el contexto de la pandemia del coronavirus, en la que es necesario permanecer en casa y mantener un distancia de al menos un metro y medio.

 

Pescadores asumen búsqueda de náufragos en Güiria a falta de embarcaciones militares

A BORDO DE 12 PEÑEROS, PESCADORES de la población de Güiria, en el municipio Valdez del estado Sucre, realizan labores de rescate de unas 38 personas que naufragaron desde la noche del 23 de abril, luego de que un bote de diez metros zozobrara cuando navegaba desde Paria hacia Trinidad.

La Guardia Nacional y la Guardia Costera no participan de forma activa en la búsqueda de sobrevivientes porque no tienen embarcaciones ni equipos disponibles, según indicó un funcionario castrense desde el Comando de la GNB en Güiria, quien solicitó no ser identificado. Solo una lancha oficial, propiedad del Instituto Nacional de Espacios Acuáticos (INEA) está activa en el traslado a Güiria de los sobrevivientes que logren hallar los pescadores.

El jueves 25 de abril en la mañana, a través de una entrevista radial transmitida desde Cumaná, el comandante de la Zona Operativa de Defensa Integral de Sucre (Zodi-Sucre) Julio Barrios Torres, afirmó que las labores de búsqueda fueron ordenadas desde el Gobierno nacional y regional, en conjunto con la Alcaldía de Valdez, la GN y la Guardia Costera.

Aseguró que iniciaron búsqueda aérea, con un avión de salvamento que sobrevoló la zona. Dijo que había disponibilidad de lanchas interceptoras, propiedad de la Guardia Costera.

Sin embargo, las informaciones provenientes desde Güiria distan de las ofrecidas por el vocero castrense. “Aquí no hay nada”, aseveró la dirigente comunitaria Carla Richetti. Explicó que en el puerto de Las Salinas no hay embarcaciones oficiales y los pescadores realizan la búsqueda de acuerdo a sus conocimientos en altamar.

“Aquí no hemos visto sobrevolando aviones en búsqueda de sobrevivientes y ya los habitantes del pueblo están molestos y en reclamo. La alcaldía de Valdez ni siquiera apoya con alimentación a los pescadores que están con sus embarcaciones buscando, son los asiáticos quienes dan alimentos que sacan desde sus comercios”, aseguró Richetti.

Un testimonio similar ofreció el dirigente y abogado de Güiria Germán Figuera. “No hay embarcaciones oficiales de Guardia Costera ni de la Guardia Nacional (GN), tampoco habilitaron helicópteros para agilizar la búsqueda de sobrevivientes”. No obstante, informó  que la noche de este 25 de abril, un camión cisterna custodiado por la GN distribuía gasolina a los peñeros.

Hasta este viernes 26 de abril, los pescadores habían logrado el rescate de nueve sobrevivientes y un fallecido que se ahogó durante el naufragio.  Cuatro de esos rescates los realizaron en conjunto con la Armada de Trinidad y Tobago, según afirmaron familiares y habitantes desde Güiria.

 

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¿Pescado por medicinas? El trueque es la moneda de cambio en una Venezuela en crisis

Bajo el sol del mediodía, decenas de delgados pescadores esperan descalzos a las orillas de una laguna en Río Chico, en la costa venezolana, para ser los primeros en cambiar su pesca del día por otros alimentos, en un trueque informal que crece en la aquejada nación petrolera.

El trueque se ha convertido en una de las vías que tienen los venezolanos para recibir pagos por la falta de billetes y escasez de productos, además algunos prefieren recibir comida, ya que el dinero no les alcanza para adquirirla y los precios varían dependiendo si el pago es en efectivo o con tarjeta de crédito o debito.

“Aquí no hay dinero en efectivo, solo trueque”, dijo Mileidy Lovera, de 30 años, caminando por la orilla de la laguna con una hielera llena de pescado que su esposo había atrapado temprano, esperando cambiarla por comida para alimentar a sus cuatro hijos o medicamentos para su hijo epiléptico.

En un país con una hiperinflación, donde los billetes son tan difíciles de encontrar como alimentos y medicinas, los venezolanos recurren cada vez más al trueque para realizar transacciones básicas.

“Es un sistema de pago bastante primitivo pero también es primitiva la falta de efectivo en el país “, dijo el economista Luis Vicente León de la consultora Datanálisis.

Según la encuesta Datanálisis de mayo pasado, 3,2 por ciento de la población reporta usar el trueque, cuando en el 2016 ese intercambio ni siquiera se mencionaba como forma de pago.

A diferencia de otros países en la región, el trueque en Venezuela no tiene ubicación ni reglas precisas y está mayormente dominado por el intercambio de comida en una nación en la que la pobreza alcanza a 87 por ciento y donde la población perdió un promedio de 11,4 kilos el año pasado, según un estudio realizado por tres grandes universidades del país.

El presidente Nicolás Maduro culpa de los crecientes precios y la escasez de alimentos y medicinas a la “guerra económica” liderada por la oposición y el gobierno de Estados Unidos.

Los economistas dicen que el banco central no imprime billetes lo suficientemente rápido para mantenerse al ritmo de la inflación que según la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, alcanzó casi el 25.000 por ciento anualizada a mayo.

“Prefiero que me paguen con comida”, dijo Julio Blanco, un mototaxista de 34 años mientras espera a los clientes en Catia, al oeste de Caracas. “Acepto transferencias, porque efectivo no se consigue. Hago servicios por comida para poder sobrevivir”.

En La Vega, otra barriada popular del oeste de Caracas, en un local azul claro con puertas de vidrio y un letrero que dice “Barbería Jayko”, trabaja Alfredo Silva, afeitando hombres por unos 30 centavos de dólar al cambio del mercado paralelo.

Silva, de 40 años, acepta transferencias, comida y de fallarle esas opciones, usa otra que revela las complejidades de una simple compra en esta nación petrolera.

El barbero va con su cliente a una carnicería cercana y el carnicero le despacha a Silva el equivalente del costo del corte de cabello en productos, que pueden ir desde carne hasta huevos y embutidos.

En Río Chico, Marvin Guaramato, de 32 años llega a la laguna con el asiento trasero de su auto lleno de productos para intercambiar. En su mano sostiene dos harinas utilizadas para hacer la típica arepa venezolana.

Los pescadores luchan por cambiar sus peces. Al final del día algunos deberán volver a casa con sus pescados y sin productos.

“Hay días que paso hasta 5 horas y no vendo nada, entonces regreso a la casa con el pescado”, dijo Reinaldo Armas, uno de los pescadores que apilaba paquetes de pasta, arroz y harina encima de su cava.

“El menú es pescado al mediodía, pescado en la mañana y pescado en la tarde”, dijo Armas al asegurar que tiene más de un año sin comer pollo por el alto costo de las proteínas.

Masacraron a pescadores en el Lago de Maracaibo

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Encontraron el cadáver de cuatro y aún rastrean tres. El viernes en la madrugada hubo una matanza de pescadores en el Lago de Maracaibo, estado Zulia. Los gritos y el sonido de los disparos despertaron las alarmas porque Enmanuel José Puche Olivares, de 15 años; su tío Hernando José Olivares Loaiza, de 24; Leonardo Yamarte, de 44; Juan Gabriel Molero Bracho, de 40; Víctor Sánchez, Reinaldo Domador y un joven sin identificar, habían salido a pescar.

Denuncian que ya tienen como a sospechosos a las bandas que operan en el municipio Santa Rita de la Costa Oriental del Lago y los responsabilizan de tirotear a los pescadores.

Las víctimas vivían en el sector Puntica de Piedra en Maracaibo y los vecinos de la zona y familiares reclaman que los cuerpos de seguridad no atendieron el llamado de auxilio.

El hecho ocurrió a kilómetros de la Vereda del Lago de Maracaibo, donde se presume que los emboscaron.

Quienes presenciaron el hecho dicen que vieron cuatro canoas negras y amarillas que se acercaron, con motores 75 y tenían un tiburón en la proa. Los hombres estaban armados, les dispararon y luego los obligaron a saltar al agua. Se llevaron las redes, las lanchas y los motores de las víctimas.

Más información en El Pitazo.

Familiares buscan a 5 pescadores desaparecidos hace 9 meses

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Los familiares de cinco pescadores desaparecidos desde hace 9 meses se trasladaron desde el estado Sucre hasta Caracas buscando ayuda por parte de las autoridades para resolver el caso.

Relataron que se desconoce el paradero de los hombres desde que el 8 de junio de 2016 fueron a pescar desde El Rincón, en la Península de Araya, estado Sucre. Salieron a las 5:00 am, como lo hacían diariamente.

Los nombres de los desaparecidos son: Beltrán José Vicent, de 35 años de edad; César Enrique Vicent, de 37 años de edad; Abraham Niconti Vicent, de 20 años de edad; Franli Gil Vicent, de 24 años de edad y Reinaldo Jesús Núñez Gutiérrez, de 26 años de edad.

Los familiares relataron que el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) del estado Sucre capturó a cinco hombres de la zona a los que se les incautó el motor del bote de los pescadores desaparecidos. Presuntamente los sujetos son piratas que roban motores de embarcaciones locales.

Desde que se trasladaron a Caracas, los familiares de los desaparecidos acudieron a la Fiscalía y también al Cicpc, donde fueron recibidos por el secretario general del organismo.

Visitaron las embajadas de Granada y Trinidad y Tobago para pedir informes sobre si a las islas han llegado los pescadores o la embarcación, que tampoco ha sido encontrada.

Fotos | Piratas del mar aterrorizan a pescadores de Sucre

 

Los piratas habían matado al hermano del «Flaco» Marval y a dos primos, y se corría la voz de que tenían en la mira al resto de la familia.

Fue así que el delgado muchacho de 17 años y otros hombres de la familia salieron corriendo a tomar las armas que habían preparado soldando tuberías de la cocina, se fumaron una droga con un olor punzante para cobrar valor y salieron a patrullar las arenosas calles del pueblo. El «Flaco» estaba envalentonado.

«Solo tenemos que acabar con esta banda y podemos volver a la vida normal, a pescar», comentó.

Los piratas han aterrorizado el estado costero de Sucre, que alguna vez tuvo una pujante industria pesquera y la cuarta flota atunera más grande del mundo.

Ese negocio se ha venido abajo, igual que casi todas las industrias en Venezuela. Bandas de pescadores sin trabajo roban a los que todavía se aventuran en el mar abierto. Se llevan sus pescados y sus motores, los atan, los tiran por la borda y a veces les disparan. Este año ha habido asaltos casi a diario y han muerto decenas de pescadores.

«Como pescar ya no es rentable, usan las lanchas para las industrias que quedan: contrabando de gasolina, tráfico de drogas, y piratería», expresó José Antonio García, líder de la central de trabajadores más grande del estado.

La otrora poderosa industria petrolera de Venezuela se ha desmoronado durante el gobierno del presidente Nicolás Maduro. En las zonas rurales occidentales, el ganado muere por falta de alimentos. Los estados orientales, ricos en minerales, ya no producen metales. En la región agrícola, los campesinos hacen cola para comprar los productos que cultivaban antes de quedarse sin fertilizantes. En el cinturón petrolero, las plataformas y las refinerías están paralizadas y este mes se han notado grandes aumentos en las colas para comprar gasolina, en el país con las mayores reservas petrolíferas del mundo.

«Nunca ha habido un país que sufre semejante contracción económica sin pasar por una guerra», expresó el economista venezolano Alejandro Grisanti, ex analista de Barclays Capital.

Aquí, en la costa, se pesca una tercera parte de las 120.000 toneladas de atún que Venezuela produjo en el 2004. En junio Sucre fue el epicentro de una ola de saqueos de supermercados que recorrió el país. Las familias de Punta de Araya sobrevivieron al verano comiendo «caldo de perro», una sopa a base de agua de mar y los peces descartados.

«Esas sardinas pequeñas salvaron nuestras vidas», declaró el trabajador de una biblioteca Efrén Pares.

Desesperados, los venezolanos se roban lo que queda de tiempos mejores: se llevan las redes de las lanchas de pesca, los generadores de electricidad y los motores fuera de borda. El cálido mar Caribe se está convirtiendo en un sitio donde la gente vela exclusivamente por sus propios intereses y todo vale.

Siete miembros de la familia Marval se disponían a volver a su casa una noche de septiembre cuando escucharon disparos.

«No se puede escapar cuando estas detenido en el medio del mar… Empecé a rezar», relata Edecio Marval, de 42 años.

Los bandidos se robaron los peces capturados, y luego mataron a tiros al hijo mayor de Edecio, quien se había pasado la noche contando chistas, y a otros familiares.

Cuando se aprestaban a matar a un sobrino adolescente de Edecio, uno de los piratas le gritó a los demás que no lo hiciesen: «No, es mi amigo», les dijo. Habían pescado juntos el año previo.

El grupo se marchó y los sobrevivientes empezaron a encender luces en medio de la noche. Lloraron mientras los cadáveres de sus seres queridos se enfriaban a su lado.

De vuelta en Punta de Araya, le dijeron a la policía que habían reconocido al líder de la banda: «El Beta», un asesino de 19 años al mando de 40 individuos, que vivía a menos de un kilómetro (media milla).

«El Beta» empezó a llamar al «Flaco» Marval, amenazándolo con acabar con toda su familia.

En un mensaje amenazador, insultó al Marval que había asesinado y dijo que el próximo era el «Flaco».

Los Marval se prepararon para dar batalla. Junto con sus vecinos, dejaron de ir al hospital estatal cercano porque se encuentra en una zona controlada por «El Beta». Sus hijos dejaron de ir a la escuela y comenzaron a patrullar el pueblo de noche.

«Uno no está a salvo si sale de su casa», dijo Tibisay Marval, cuyo hijo fue asesinado.

Uno de los estados más pobres de Venezuela, Sucre ha sido un bastión del movimiento socialista lanzado por el finado presidente Hugo Chávez. Ese apoyo se ha ido desvaneciendo desde que el gobierno nacionalizó la empresa pesquera más grande de la zona, Pescalba, en el 2010, con resultados mayormente desastrosos. Un día reciente, más de la mitad de la flota de la compañía permanecía en los muelles, con agujeros en las cubiertas y los costados producto de la oxidación.

El puerto principal está silencioso, como si los trabajadores se hubiesen declarado en huelga. Algunas empresas privadas emigraron a otros países porque el gobierno les exige que vendan la mitad de lo que capturan en bolívares que no valen casi nada.

«Los pescadores entendemos lo que es trabajar, pero no podemos hacerlo si no tenemos el equipo necesario», se quejó Fernando Patiño, de 57 años.

En octubre unos piratas dejaron a Patiño y a su hermano atados con un cordel en su pequeña embarcación, a kilómetros de la costa. Patiño logró soltarse y después tuvieron que remar por horas para volver a la costa, usando como remos pedazos de madera que sacaron de un costado de la embarcación.

La noche que se prepararon para hacer frente al «Beta», el «Flaco» divisó un soldado empuñando un fusil Kalashnikov debajo de un farol callejero. Pronto, las calles estaban llenas de personas ansiosas por saber si la guardia costera había capturado a los piratas.

«¡Vamos a ver si muere alguien!», gritó un lugareño.

Los residentes vieron que las autoridades subían tres hombres a un camión. Pero empezaron a quejarse de que habían detenido a la gente equivocada. Dijeron que eran pescadores honrados y los soldados los soltaron.

Varias mujeres rodearon a un teniente. ¿Por qué no recuperaron sus motores? ¿Cuándo iban a plantársele al «Beta»?

El teniente pidió paciencia. Más tarde admitió que él también quería ver muerto al «Beta».

Cinco oficiales fueron acusados de llegar a un pueblo cercano y matar a nueve miembros de una familia de pescadores que se cree pertenecían a una banda. Las fuerzas de seguridad del estado mataron asimismo a tres sospechosos de piratería en el mar este año y detuvieron a uno de los hombres del «Beta» en conexión con los asesinatos de los Marval. Pero las autoridades son renuentes a hacer arrestos masivos porque las cárceles están llenas, al punto de que los reos se turnan para dormir en camas de noche.

«Oyes hablar de piratería marítima y piensas en tipos que roban barcos de carga en África. Pero aquí tenemos pescadores pobres que roban a otros pescadores pobres», afirmó el abogado de Sucre Luis Morales. «El delito común está conquistando el mar. Mañana serán las fincas o las montañas».

Poco después de la partida de los soldados de Punta de Araya, las mujeres de la familia Marval empezaron a recibir advertencias de amigos del barrio del «Beta» de que 15 miembros de su banda se preparaban para atacar.

Las mujeres debatieron si llamar a la guardia costera y ser tildadas de soplonas. Justo cuando decidieron avisar, se cortó la luz y también el servicio de teléfonos celulares. Asustadas, las mujeres fueron a alertar al «Flaco» y a los demás.

Los primos salieron corriendo hacia el pequeño depósito de pistolas y rifles caseros que tenían escondido en una casucha de hormigón, con una sábana por puerta.

Riéndose mientras tosían, fumaron marihuana con cocaína en una pipa de vidrio larga que habían inventado usando una tubo de luz fluorescente. Se mentalizaron para la batalla escuchando el mensaje amenazador del «Beta».

«¿Recuerdan cuando dormíamos en la playa con plata (dinero) en el bolsillo?», preguntó uno de los primos. «Esto no se acabará hasta que alguien mate a ese tipo», respondió otro.

De repente, los perros comenzaron a ladrar. Los muchachos salieron a la calle a ver si venían los piratas. Siguieron patrullando por horas, fumando de vez en cuando de la pipa de vidrio.

Con el correr de las horas, los perros dejaron de ladrar y volvió la luz. «El Beta» no se hizo ver.

Las mujeres de la familia Marval permanecieron despiertas hasta el amanecer, jugando al dominó cerca de un altar en homenaje a los tres parientes muertos. Una tía del «Flaco», Petra Marval, dijo que temen por lo que les pueda pasar a los primos, pero que no ven otra salida.

«El ‘Flaco’ puede morir en la calle», expresó. «Pero también puede morir en el mar».

Señalan a la Guardia Costera de extorsionar a pescadores en Nueva Esparta

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La diputada por el estado Nueva Esparta, Yanet Fermín, miembro de la Comisión Especial de Pesca de la Asamblea Nacional, sostuvo un encuentro con representes del sector, quienes denunciaron a funcionarios de la Armada de hostigar a los pescadores. Informó que esta grave denuncia será presentada en la Comisión Permanente de Política Interior.
“Debemos sesionar en los estados costeros, ante las graves denuncias hechas por los gremios de pescadores. Hay una gran red de corrupción, soborno, extorsión y contrabando de combustible. La Armada hostiga a los trabajadores del mar y les roba su producción, en vez de perseguir a los piratas del mar. Estas denuncias deben ser investigadas inmediatamente  por la Comisión Permanente de Política Interior.  No podemos seguir permitiendo que nuestros pescadores sean víctimas de homicidios, atracos y hostigamientos por los llamados “Piratas del Mar” y donde se demostró que están involucrados efectivos militares, tal como ocurrió en el estado Sucre, donde el Grupo Antiextorsión y Secuestros de la Guardia Nacional, detuvo a tres integrantes de ese componente militar, denunciados por el robo y la privación ilegítima de libertad de un comerciante pesquero”.
Fermín recordó el caso más reciente  en el que efectivos de la Guardia Costera fueron identificados como presuntos homicidas de un pescador para robarle el motor de su embarcación.  “Estamos en presencia de una red de corrupción y si no salimos a denunciar, seriamos cómplices de lo que está pasando. Sabemos a lo que se exponen nuestros pecadores en alta mar, no es solo con las bandas del narcotráfico, o los piratas del mar, también de nuestros efectivos militares, quienes tienen el deber de cuidarlos.  No podemos cruzarnos de brazos. Debemos dar respuestas inmediatas. Estamos acá para plantear soluciones a las problemáticas que se están presentando y que afectan a nuestros pescadores, como la inseguridad y el acoso de las autoridades. Nuestros pescadores afirmaron que son víctimas recurrentes de la delincuencia, tanto dentro como fuera del mar. A estas acciones delictivas se suma el constante seguimiento por parte de la Guardia Costera, que se mantiene supervisando la comercialización de la pesca, obstaculizando las labores del sector pesquero para buscar beneficios personales”.
En cuanto a la distribución de combustible, la dirigente de Voluntad Popular explicó que la Guardia Costera es el principal obstáculo para el abastecimiento. “Los pescadores artesanales han tenido que diseñar sus propios mecanismos de abastecimiento del combustible, esto debido a las restrictivas condiciones a pesar  de contar con todos los permisos necesarios, documentación al día y de estar censados. En ocasiones son los caveros quienes les distribuyen combustible a los pescadores para que puedan cumplir con su faena, por el interés de surtirse con el producto que extraen de las aguas, lo que trae como consecuencia que el consumidor final pague un precio más alto. La Guardia Costera es el principal obstáculo que tienen. Si al efectivo militar de guardia en ocasiones no le parece  que es suficiente que el pescador tenga al día toda la documentación personal, de la embarcación y de todos los tripulantes, y que aparezca en la lista física y digital, además de esto, tiene que entregar copias de todos los documentos, lo que significa un gasto mayor en fotocopias, que al del combustible que va comprar. Todo ese papeleo y restricciones para la carga de combustible puede ser obviada por el funcionario de guardia, si se bajan de la mula, pagando una tarifa por faena y de paso entregarle parte de la pesca”.
En cuanto a las denuncias de los pescadores de altura, el cobro por combustible es en dólares. “La tarifa acordada con los propietarios de las embarcaciones es de 4.000 dólares por viaje. Ahora bien, saquen ustedes la cuenta, son aproximadamente 15 embarcaciones de pesca de altura, por 4.000 dólares mensuales y lo multiplicamos por 12 meses, esto es solo en Nueva Esparta. Además no incluye robo de motores, extorsión, contrabando de combustible, entre otras denuncias. Es decir, que podríamos estar en presencia de una gran red de corrupción, que ha desarrollado una gran industria proveniente del soborno, robo, contrabando y extorsión,  que arroja grandes dividendos, donde estarían involucrados civiles y militares, quienes manejarían grandes ingresos anuales.  Los pescadores y sus familiares pueden contar con esta Asamblea. Estamos comprometidos para dar respuestas y soluciones a la problemática de nuestros pescadores. Esperamos que los funcionarios encargados de impartir justicia, también lo hagan, aún cuando se trate de jerarcas de la revolución incursos en delitos”.
Inaugurada oficina parlamentaria en Nueva Esparta
La diputada Yanet Fermín, en compañía de vecinos, dirigentes sociales y activistas de Voluntad Popular inauguró una oficina parlamentaria en Porlamar  para la atención los ciudadanos y recibir las denuncias. “Espero se transforme en un lugar de encuentro y abierto a las comunidades, trabajadores, pescadores, emprendedores, comerciantes, profesionales y técnicos. En especial porque se complementa con mi decisión de realizar una gestión en terreno, lo que ya estamos cumpliendo; pero sin duda el tener este espacio físico nos permitirá mantener la cercanía y recibir las inquietudes de toda la gente de Nueva Esparta”.
La oficina está ubicada en el centro comercial AB, nivel PL, oficina 2,  en la avenida Bolívar, y atenderá a la comunidad de Nueva Esparta de lunes a viernes  de 9am a 1pm. “Es un sitio permanente para recibir las inquietudes, peticiones y solicitudes del pueblo de Margarita y Coche, que puedan ser canalizadas por la Asamblea Nacional”,  puntualizó  la legisladora.