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Periodismo

Los contratiempos periodísticos del Mundial #Rusia2018

 

La Pizarra del DT

Un Mundial de Fútbol es la mayor cita deportiva de la actualidad. Conjunto a las Olimpiadas, son los eventos que más nacionalidades suelen concentrar en un mismo país. Además de aficionados, periodistas de todo el mundo viajan para cubrir una ciudad específica, una selección o diferentes recintos. Todo depende del medio y el enfoque que tengan, para saber dónde se situarán.

Pero el proceso para llegar a un Mundial, es bastante complicado. Conversando con Pedro Vita, periodista argentino que reside en Panamá, contaba que estuvo vendiendo publicidad desde enero de 2017 para poder viajar a Rusia. Le vendió su producto hasta a 4 empresas diferentes, para que el monto ingresado por cada una (en sumatoria) le alcanzara para poder llegar al Mundial.

En ese caso, hablamos de que, depende del medio o lo “influencer” que sea el periodista cueste más o menos estar en una cita mundialista. A ver, si se trabaja para grandes cadenas televisivas o diarios, el salto al Mundial únicamente radica en la selección interna que haga el medio para los periodistas que irán al Mundial. En el caso de otros medios de comunicación de menor tamaño, la situación cambia. Enviar a un corresponsal a Rusia, representa un gasto que no todas las compañías están dispuestas a pagar.

Conjunto a la búsqueda de patrocinadores, medios interesados en los servicios que cada periodista puede ofrecer o alguna alianza para lograr estar en el Mundial; se debe optar para el proceso de acreditación. En esta edición finalizó en diciembre de 2017, siendo un espacio de tiempo bastante significativo como para tener ya una base de patrocinio armada, un medio con el cual asistir y todo lo más estructurado posible con 6 meses de antelación. Mientras los equipos aún luchaban por clasificarse, los periodistas luchaban por estar en el Mundial.

A priori, resulta fácil de realizar el proceso de solicitud. Lo difícil resulta, en contraparte, ser seleccionado cuando el medio de comunicación al que se representa no cuenta con una influencia o tamaño demasiado grande. Eso sí, muchísimos periodistas se acreditan. Algunos que no consiguieron la acreditación optaron por ingresar a Rusia con una visa de trabajo. Que no da acceso a los estadios, pero si a los entrenamientos y ruedas de prensa, situación que obviamente ayuda a la hora de generar información.

Bueno. Si se logra la acreditación, el visado de trabajo, el patrocinante (o costearlo por propios medios), se va al Mundial. Ahora comienza lo bueno. Más allá de la organización común de un viaje: pasajes, estadía, presupuesto para comidas; se debe ir llevando de la mano con entrenamientos y movimientos de la selección a cubrir o establecer un calendario previo de la ciudad en la que se estará.

Por ejemplo, del día 7 de junio al 15 de junio las selecciones brindaron entrenamientos a puerta abierta para aficionados y periodistas. Esto debe saberse con anterioridad para motivos de trabajo. Ciertamente, el calendario inicial elaborado, suele cambiar.

Contratiempos

Como todo evento, existen contratiempos. La gran mayoría de ellos pueden ser solventados. La Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) mencionó  que se realizaría un conversatorio con el entrenador de la selección chilena, Reinaldo Rueda. La Pizarra del DT y Runrunes asistieron para entrevistarle de manera exclusiva.

El problema radicó en que previo a la entrevista nunca se habló de exclusividad en la entrevista. El enfoque parecía ser más genérico, por lo que no se llevó trípode para la entrevista, por cuestión de comodidad. La situación cambió y se podría tener un mano a mano, pero sin saber cómo sostener la cámara de video, resultaba complicado generar un contenido óptimo.

La manera de resolver fue montando dos mesas pequeñas, una sobre la otra, con previa autorización, para que hicieran las veces de trípode y así poder hacer una entrevista de nivel.

Pero esto, quizás, resulte un contratiempo menor. El pasado domingo la cuenta de Twitter de La Pizarra del DT, aliado de Runrunes, se bloqueó por un ingreso desde una ciudad no común. La única manera de desbloquearla era con un mensaje de texto que llegaría a la línea del periodista que estaba cubriendo en Moscú. Es decir, no llegaría.

El caso es que se llamó a la telefonía del cual pertenece el teléfono, pero por ser domingo, estaban cerradas todas las tiendas. Se evaluó pedir otro SIM con el mismo número el lunes, pero un día menos de trabajo, con tanto que reportar sería un grave error.

El reportero tenía que presentarse en el Alemania – México. Del punto en el que estaba, a buscar la SIM en su lugar de hospedaje era una hora y luego 1 hora más de vuelta al estadio. Es decir, dos horas. Mismo tiempo que quedaba para el inicio del partido. Pero la decisión fue que todo el equipo de trabajo estaba en sus labores y era indispensable la recuperación de la cuenta.

Al llegar, se hizo el pago del roaming del teléfono para que pudiese llegar el mensaje de Twitter y así reactivar la cuenta. Contratiempos no menores que invitan a tener capacidad de resolución en momentos donde el tiempo apremia.

 

Estas son solo pequeñas vivencias. Muy pequeños problemas que se pueden vivir en Mundiales y que deben ser resueltos con la mayor velocidad posible. Cada minuto cuenta en la cobertura, para lograr generar la mejor información.

 

Runrunes se alza con el premio La Buena Prensa por cobertura de hecho imprevisto

RUNRUN.ES GANÓ EN LA CATEGORÍA «Mejor cobertura hecho imprevisto” de los premios españoles de alcance global “La Buena Prensa” por el trabajo realizado sobre las protestas de 2017.

La noticia la dio a conocer Miguel Ángel Jimeno, profesor en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra y organizador de los premios. Este galardón con el propósito de reconocer los mejores trabajos periodísticos en español del año en medios impresos y digitales.

Esta séptima edición resalta el seguimiento que le hizo el equipo de periodistas y reporteros de runrun.es durante los cuatro meses de protestas que vivió el país el año pasado. Toda la base de datos recolectada, multimedia y reportajes realizados están en el especial “Protestas 2017”

runrun.es es el único medio latinoamericano galardonado dentro las siete categorías regulares y dos menciones especiales que conforman los premios.

Runrun.es destaca como uno de los Innovadores en el Periodismo Latinoamericano en ebook del Centro Knight

Un nuevo libro del Centro Knight para el Periodismo en las Américas compila historias de innovación en el periodismo latinoamericano, y cuenta como diferentes medios destacan en el continente por sus modelos innovadores, entre ellos el portal de noticias Runrun.es.

La nueva edición presenta a periodistas y profesionales de medios en la región que están innovando en diseño, formato narrativo, métodos de distribución, modelo de negocios, colaboración transnacional, programas de residencia, nichos de mercado, entre otros temas.

El libro, que se puede descargar gratuitamente en español, inglés y portugués en la biblioteca digital del Centro Knight, es una extensión del proyecto realizado el año pasado enfocado en innovaciones específicas como verificación de datos, realidad virtual, proyectos con video 360, realización de podcast, periodismo de datos, entre otros.

Esta vez, el Centro Knight se centró en las personas que llevan a cabo este tipo de proyectos innovadores. Algunos son periodistas veteranos, otros tienen 10 años en la profesión, también hay muchos que recién están comenzando y están además los que no se consideran «periodistas» en absoluto.

Muchos han invertido en puestos especiales, equipos o laboratorios en sus salas de redacción para fomentar e impulsar la innovación, el trabajo novedoso y la reflexión. Sus equipos de noticias están conformados por profesionales de diferentes especialidades – periodismo, diseño, leyes, artes gráficas, análisis de datos y más. Están repensando lo que es el periodismo, cómo son contadas las historias y los tipos de información que al público le interesa y necesita.

Los trece casos que recopila el libro pertenecen a países como México, Brasil, Guatemala, Chile, Colombia, Uruguay, El Salvador, Paraguy, Guatemala, y Venezuela:

  • Reporteros brasileños crean el sitio de noticias rentable, JOTA, especializado en asuntos judiciales
  • Nómada innova en periodismo en Guatemala con una estética atrevida, una cobertura progresista y un modelo de negocio creativo
  • Cómo innovadores argentinos crearon Chequeado y lo convirtieron en uno de los líderes mundiales en verificación de datos
  • Desde El Salvador, lecciones de innovación de El Faro empiezan con foco en la calidad periodística
  • Nacido en Twitter, Runrun.es se vuelve uno de los más importantes e innovadores sitios web de noticias en Venezuela
  • Agencia Pública disemina su periodismo investigativo por el mundo con soluciones creativas de financiamiento y distribución
  • Artistas gráficos de América Latina usan periodismo en cómic para contar los problemas de sus sociedades
  • Video columna satírica trae nueva vida y audiencia a la sección de opinión de un periódico tradicional colombiano
  • Seis maneras en que la diaria de Uruguay está innovando en la gestión de periódicos y la conexión con la comunidad
  • Animal Político cimbra a la clase política mexicana con innovaciones en contenido, presentación y trabajo colaborativo
  • El ECOLab de El Colombiano rediseñó un periódico tradicional desde dentro hacia afuera
  • Memetic Media innova en diseño y distribución y apuesta por el periodismo digital para el público joven en Paraguay
  • Red Chilena Mi Voz propone “ágora del siglo 21” con periodismo ciudadano y cobertura regional

Cada artículo está acompañado de lecciones claves extraídas de las historias de los innovadores. Durante el 11º Coloquio Iberoamericano de Periodismo Digital del Simposio Internacional de Periodismo Online (ISOJ), Teresa Mioli, coordinadora de contenido del Centro Knight y editora de la serie y el ebook, resaltó cinco lecciones importantes compartidas por muchos de los casos presentados:

  1. Conecta con tu comunidad
  2. Experimenta con nuevos formatos
  3. Diversifica tus fuentes de ingreso
  4. Invierte en innovación
  5. Colabora con otros medios

Los periodistas que representaron seis casos de estudio cubiertos en la serie también estuvieron presentes y compartieron sus percepciones sobre nuevos formatos narrativos, maneras de expandir el alcance del contenido, modelos de ingresos más promisorios para la sostenibilidad financiera, entre otros.

El libro también incluye cuatro guías de periodistas prominentes de América Latina. Natalia Viana, directora de Agência Pública, de Brasil, ofrece consejos a periodistas que quieran llevar a cabo campañas de crowdfunding exitosas. Martín Rodríguez Pellecer, director y CEO de Nómada, de Guatemala, guía a los periodistas sobre cómo financiar un medio digital independiente. Mariana Santos, CEO de Chicas Poderosas, explica cómo los periodistas digitales pueden usar el design thinking. En tanto Priscila Hernández Flores, reportera mexicana y periodista residente en Connectas, y Carlos Eduardo Huertas, director de Connectas, ofrecen pautas para desarrollar un proyecto transnacional en América Latina.

Mioli e Ismael Nafría, periodista residente del Centro Knight durante el año académico 2016-2017 y autor de “La reinvención de The New York Times», son los coeditores de la serie y del libro digital.

Puedes descargar gratuitamente el libro digital en español (PDF) a través de este link.

 

Como cada 3 de mayo desde 1993, se celebra hoy el Día Mundial de la Libertad de Prensa. El libre ejercicio del periodismo está seriamente comprometido en muchos países, y la situación está lejos de mejorar en los últimos años.

«Cada vez más jefes de Estado electos democráticamente ven a la prensa como un adversario», advirtió Reporteros Sin Fronteras (RSF) en su Ranking Mundial de la Libertad de Prensa 2018, presentado el mes pasado.

En su informe anual, la organización con sede en París apuntó especialmente contra los países «autoritarios como Turquía o Egipto, que han caído en la ‘mediafobia’, al punto de acusar de ‘terrorismo’ a numerosos periodistas y de encarcelar de forma arbitraria a los que no les son leales».

Si bien en el continente americano RSF da cuenta de una «ligera mejora», hay numerosos países en los que persisten los problemas. La impunidad, la violencia contra los periodistas y las políticas autoritarias frente a la prensa son algunos ejemplos.

Venezuela es uno de estos casos. El país caribeño que se posiciona en el número 143 del ranking tuvo la mayor caída en libertad de expresión de todo el continente, habiendo perdido seis lugares a comparación de 2017, año en que «el gobierno del presidente Nicolás Maduro siguió distinguiéndose por sus excesos autoritarios», señaló RSF. Venezuela entra en la categoría de «situación difícil» identificada con el color rojo, pero no está muy lejos de caer en la negra «muy seria situación».

El informe explica que la censura directa del Estado hacia los medios de comunicación aumentó durante el pasado año, principalmente a mano de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) que privó de frecuencia a numerosas radios y televisiones críticas. «Por otra parte, la escasez de papel golpeó a la prensa escrita de oposición. Al impedir la labor de los periodistas, el gobierno trata de que no se conozca la magnitud de la grave crisis política y económica que sacude al país desde inicios de 2016», acotó.

Los periodistas independientes y opuestos al gobierno son constantemente el blanco de las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia a ordenes del Estado, quienes han agredido y detenido arbitrariamente a docenas de periodistas durante las manifestaciones. De esto no se salvan los corresponsales extranjeros, quienes además han sido expulsados del país.

Por su parte, México, donde 11 periodistas perdieron la vida el año pasado, se convirtió en el segundo país más mortífero para la prensa en 2017, destacó RSF. «Si los periodistas cubren temas relacionados con la corrupción de las autoridades, sobre todo a nivel local, o que tienen que ver con el crimen organizado padecen intimidaciones, agresiones o pueden incluso ser asesinados a sangre fría», indicó el director para América Latina de RSF, Emmanuel Colombié.

Cuba, donde el «régimen castrista monopoliza casi por completo la información», sigue siendo el país peor calificado del continente (172º); mientras que Costa Rica, que cuenta con un «sólido marco legal en materia de libertad de información» es el mejor valorado (10º).

A nivel mundial, Noruega y Corea del Norte conservan el primer y último puesto del ranking de RSF. Siguen al país nórdico al tope del ranking Suecia, los Países Bajos, Finlandia y Suiza.

Aunque el continente europeo siga siendo la zona geográfica donde la libertad de prensa se encuentra menos amenazada, también se han multiplicado los casos de «violencia verbal» de líderes políticos contra la prensa, denunció RSF. De los cinco países que experimentaron los mayores descensos en la clasificación, cuatro son europeos: Malta (65º, -18), República Checa (34º, -11), Serbia (76º, -10) y Eslovaquia (27º, -10).

*Con información de Infobae

Venezuela entre los países que más atentan contra la libertad de prensa

 

Reporteros Sin Fronteras (RSF) informó este miércoles que Venezuela, Cuba y México son los países que más atentan contra la libertad de de prensa en Latinoamérica, región en la que consideran que el ejercicio periodístico es “extremadamente preocupante”.

La organización publicó los resultados del América Latina del Ránking Mundial de la Libertad de Prensa 2018 que evalúa la situación en 180 países del mundo.

Emmanuel Colombie, director de la RSF en América Latina, comunicó que hubo una mejoría en cuanto a la libertad de prensa en el continente, pero todavía la situación es preocupante.

Venezuela descendió seis puestos y cayó hasta la posición 143 y según explicó RSF, esta caída se produjo porque la prensa local e internacional “son blancos recurrentes de las autoridades policiales y de los servicios de inteligencia bolivarianos, cuyo objetivo es minimizar la narrativa sobre la magnitud de la grave crisis política y económica que sacude el país”.

México, que fue catalogado como “el país de América Latina donde es más peligroso el ejercicio del periodismo”, se ubicó en el puesto 147 del ranking. Al menos 11 periodistas fueron asesinados en México durante 2017 por lo que es considerado, detrás de Siria, como uno de los países más mortíferos para ejercer el periodismo.

Costa Rica fue el país latinoamericano que ocupó la mejor posición del ránking mundial, mientras que en el otro extremo se ubicó Cuba en el puesto 172  pues la información sigue «siendo propiedad exclusiva del Estado» a pesar del surgimiento de nuevos medios de información.

A un año de la golpiza contra periodista la denuncia contra sus agresores está paralizada

Hace un año fue atacada por un comando de la GNB, hoy ninguno ha sido acusado de nada

El 31 de marzo se cumplió un año de la agresión que sufrió la periodista Elyangélica González por parte de un grupo de militares cuando cubría una protesta estudiantil en las inmediaciones del Tribunal Supremo de Justicia. La paliza quedó registrada en video y se hizo viral, sirvió para exponer las condiciones en las que se está ejerciendo el periodismo en Venezuela, sin embargo la denuncia formulada contra sus agresores “duerme el sueño de los justos, está paralizada”, inclusive quienes la golpearon fueron premiados por el gobierno.

Elyangélica González, para el momento de la agresión era corresponsal en Venezuela de las cadenas Univisión y Caracol, recordó a través de su cuenta en Twitter (@ElyangelicaNews) el primer aniversario del hecho que marcó su vida y la de su familia. “Hace 1 año y a mi me parece que fue ayer. Me duele más mi país, me indigna más la censura y me compromete más ser venezolana. Lo dije en aquel momento: para callarme tendrán que cortarme las cuerdas vocales y aún así, tendré el papel para escribir #VamosPorMas”

En una extensa entrevista publicada por Univisión Noticias, en la que labora como reportera, luego de que emigrara a los Estados Unidos, debido al riesgo que representaba continuar en el país luego de las agresiones sufridas y las amenazas recibidas, recuerda que esa golpiza cambió su vida y la de su familia.

«¡Quítale el teléfono, rómpelo y cállale la boca!», fue la instrucción que recibió una agente de la Guardia Nacional Bolivariana para impedir Elyangélica González terminara un reporte telefónico para Caracol Radio el 31 de marzo de 2017. Después vendrían las patadas, los golpes, la arrancada de cabellos, los gritos, amenazas y su cuerpo arrastrado mientras ella se resistía.

Un año después evalúa que perdió mucho: su país, su casa, su tranquilidad. Su familia se vio afectada, su esposo perdió su carrera como juez penal en represalia del gobierno por el escándalo de la agresión. Sus hijos perdieron sus raíces y amigos.

Lo que no ha perdido Elyangélica González es su oficio que, desde Miami, ejerce a diario. Y tiene como objetivo darle más voz a lo que ocurre en Venezuela.

¿Alguna esperanza de justicia en tu caso?

El abogado que me ayudó a hacer la denuncia ante la fiscalía, es hoy en día un perseguido judicial del gobierno de Nicolás Maduro, lo último que supe del fiscal es que se fue del país ante cuando Tarek Williams Saab fue designado Fiscal General de la República por la Asamblea Nacional Constituyente.

Hubo organizaciones, embajadas y voceros de instituciones importantes que se pronunciaron después de tu agresión…

Si, las primeras en pronunciarse fueron la Cancillería de Colombia, la Sociedad Interamericana de Prensa, La OEA, y organizaciones de periodistas regionales. En Venezuela, la Asamblea Nacional, el Instituto Prensa y Sociedad, ONG’s. Por supuesto Univision, Caracol Radio y recibí (y aún recibo) la solidaridad de cientos de miles de personas a través de mis redes.

Desde ese 31 de marzo, entendí perfectamente que no se trata de mí, se trata de una agresión a la libertad de expresión, a todos y cada uno de mis colegas que diario salen a buscar la noticia, venciendo la censura oficial y sus propios miedos.

Siento que mi voz ahora es mucho más fuerte

¿Puedes volver a Venezuela y ejercer periodismo?

Aunque legalmente es posible, humanamente es un riesgo muy grande. Desde el momento en que puse la denuncia, comencé a recibir amenazas telefónicas, primero desde un «número oculto», y luego desde un número aparentemente estadounidense. Me decían que me iban a «joder», que iban a secuestrar a mi esposo y a mis hijos, que iban a enviarme a mis hijos «picados, en cajas».

Un terrorismo que me generó ataques de pánico. Comencé a somatizar la situación con una especie de tic nervioso en el ojo, me mareaba, lloraba todo el tiempo, con motivos o no. Fue terrible cubrir las protestas los primeros dos meses, sentía que me perseguían, que me harían daño. Nunca compartí con mi esposo ni mi familia detalles de estas amenazas ni lo que me pasaba. No quería asustar a nadie. Recuerdo que le pedí orientación a una persona de contrainteligencia para saber la procedencia de estas llamadas y nunca obtuve respuesta.

Pero un día pasó algo más grave con esas amenazas. ¿Quieres contarlo?

Un día, recibo una llamada de la recepción del colegio de mis hijas, entonces de 9 y 3 años. Me dicen que dos hombres las estaban buscando por autorización mía, les dije inmediatamente que no y salí corriendo al colegio. Al entrar recibí una llamada internacional y me dicen: ‘Esta vez estuvimos cerca, la próxima nos las llevamos’. Ese día supe que no tenía nada más que hacer en el país.

Dices que esto cambió tu vida y la de tu familia. ¿En qué sentido?

Definitivamente me cambió la vida. Un nuevo comienzo, un nuevo país, otro idioma. Regresar a cosas que a mis casi 40 años creía superadas, como el pago de una renta, teniendo casa propia en Venezuela, o de un vehículo, cuando mi esposo y yo estábamos estables en Caracas. Para todos ha sido un cambio drástico, radical.

¿Esto al mismo tiempo sirvió para darle voz al tema de Venezuela desde otra perspectiva? ¿Se puede decir que eso es algo positivo?

Frente a lo negativo que pueda significar que te arranquen de raíz de tu país, puedo decirte que todo ha sido ganancia. Siento que mi voz ahora es mucho más fuerte y al mismo tiempo, la voz de millones que no tienen voz propia, porque viven oprimidos, con miedo y a veces incluso en la ignorancia premeditada de quienes cierran todas las posibilidades de que la gente se informe en Venezuela. Agradezco mucho esta oportunidad de seguir ejerciendo y de darle fuerza a los temas de Venezuela y Estados Unidos.

¿Cómo ves el tema de la censura en Venezuela a un año de eso?

Creo que ha empeorado. La censura es política de Estado. Se ha hecho una acción estructurada, diseñada para que no se filtre en los medios oficiales nada que pueda dañar al gobierno y para que todo lo que sale por medios independientes sea señalado, descalificado so pena de sanciones duras contra quienes se atrevan a estar por encima de eso.

A Dios gracias son muchos los colegas que no se rinden y burlan a diario la censura férrea, a través de los medios digitales, los distintos medios internacionales que tienen a sus corresponsales y aquellos que se reinventaron para sacar al exterior todo lo que pasa internamente. La sociedad es nuestra principal cómplice. Es mucho lo que nos llega por otras vías, de buenas fuentes que están dentro de las propias instituciones, pero que no están de acuerdo con callar. Eso me da mucha esperanza sobre quiénes serán al final los vencedores contra la censura.

¿Qué te preguntan los periodistas de otros países?

Están interesados en saber si ha prosperado mi denuncia, si al menos se han hecho investigaciones. Se impresionan de cómo después de denuncias como la mía contra funcionarios policiales o militares, en lugar de sanciones hay premios para los victimarios.

El coronel de la Guardia Nacional Bolivariana Bladimir Lugo fue quien dio la orden para que agredieran a Elyangélica González. Tres meses después manoteó y sacó de un espacio de la Asamblea Nacional al presidente del Parlamento, Julio Borges. Luego de ambas acciones fue condecorado por el presidente Maduro.

¿Crees que los medios en inglés dan suficiente cobertura a Venezuela?

Creo que los medios internacionales hacen una cobertura coyuntural de lo que pasa en Venezuela, pero no hacen un seguimiento de la profunda crisis. A pesar de que algunos tienen corresponsales allá no está en el radar de los medios en inglés, por lo general. Eso es muy triste, pero cuando hacen alguna historia sobre lo que pasa en Venezuela es muy importante.

Es la primera vez que cuentas tu historia desde que llegaste a Estados Unidos…

Sí… Yo quisiera decir dos cosas: mi madre es ciudadana americana, tiene 25 años en este país y toda mi familia está fuera de Venezuela, pero para mí, irme de mi país jamás fue una opción. También quiero decir que hasta hoy no sé quién grabó el video en el TSJ, pero le agradezco mucho. Fue la forma de hacer visible un problema de todos los días en mi país. Lamentablemente a mi me tocó protagonizar.

Ucab asegura que concentración de Periodismo está abierta

 

La Escuela de Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bellos (UCAB) aclaró que no había cerrado la mención de Periodismo de esta escuela para el periodo de marzo-julio de 2018.

A través de un comunicado difundido este viernes 16 de marzo, la escuela explicó que al no alcanzar el número de alumnos requeridos para poder abrir una de las dos semestres de la mención, decidieron abrir el segundo y dejar el que no se pudo comenzar en este periodo, para septiembre 2018-enero 2019.

La aclaratoria surge después de que este jueves 15 de marzo se publicara que toda la mención sería cerrada por falta de estudiantes.

A continuación el comunicado completo: 

Ante algunas versiones que han circulado en las últimas horas en redes sociales, la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello (sede Caracas) se dirige a la comunidad universitaria y a la opinión pública con el fin de informar lo siguiente:

 

1.- Es absolutamente falso que la Escuela de Comunicación Social de la UCAB haya decidido cerrar la concentración Periodismo. Durante el período académico marzo-julio de 2018, se abrirá el “Semestre B” correspondiente a esta mención, mientras que para el período académico septiembre 2018-enero 2019 se ofrecerá el “Semestre A”, debido a que para éste no se alcanzó el número mínimo de 35 alumnos inscritos, establecido por el Reglamento sobre el régimen de estudios de la Escuela de Comunicación Social de la UCAB.

Como la concentración Periodismo en la UCAB consta de dos semestres (A y B), durante el período marzo-julio de 2018 los estudiantes interesados en ingresar al “Semestre A” podrán inscribirse y cursar las materias correspondientes al “Semestre B” (el cual cuenta con una cohorte de más de 50 inscritos); luego de lo cual, en el mes de septiembre podrán inscribir el “Semestre A” para completar su formación en esta área de especialización.

 

2.- La Universidad Católica Andrés Bello garantiza que todo aquel estudiante que manifieste inclinación por el periodismo, tiene y tendrá el cauce y la oportunidad para hacerlo dentro de la institución. Fiel a su misión de promover la excelencia académica y contribuir con el desarrollo nacional, reconoce la importancia del periodismo, no solo por ser la mención más antigua y emblemática  de la Escuela de Comunicación Social desde su fundación en 1961, sino por el significado que tiene para el país la formación de profesionales competentes, críticos y capaces de defender la libertad de expresión y los valores democráticos.

 

3.- La Escuela de Comunicación Social de la UCAB (sede Caracas) ratifica el compromiso indeclinable con la formación de sus más de 2.000 estudiantes.

 

En Caracas, a los 16 días del mes de marzo de 2018.

Crónicas insumisas: Ver la muerte a los ojos y resistir

Crónicas Insumisas - IPYS - Inti Rodriguez

Este relato forma parte de la exposición que inaugura el domingo 25 de febrero en la galería El Anexo, en la Alta Florida. Organizada por el Instituto Prensa y Sociedad (Ipys Venezuela), presenta un compendio de textos, fotografías y testimonios que retratan 11 intentos por asfixiar el periodismo en Venezuela

 

El 12 de febrero de 2014, el periodista Inti Rodríguez, integrante de Provea, cubrió la protesta donde murieron Bassil Da Costa y Juancho Montoya. Tras una larga y atípica jornada laboral, se dispuso a regresar a su casa. Nunca lo logró. Fue secuestrado por paramilitares, que lo tuvieron dos horas cautivo en el 23 de Enero, en Caracas.

Johanna Osorio Herrera

@johaosorioh

 

—Vas a correr, pero si volteas te matamos.

Inti Rodríguez no volteó, aunque tenía la certeza de que de todas formas moriría.

Uno, dos, tres pasos torpes. Las piernas no le responden. No puede correr. Cuatro pasos y aún no siente el disparo en su espalda. Cinco, seis, siete…

—¿Realmente no me van a matar?— resuena en su cabeza.

Sus piernas reciben una inyección de adrenalina —y esperanza—. Finalmente, corre. Corre sin ver a atrás. Y atrás de él quedan los 30 encapuchados que lo habían mantenido secuestrado durante dos horas, y queda también la resignación que sintió. Queda la posibilidad de regresar a su casa con su esposa. Quedan sus días en el 23 de Enero, la popular comunidad caraqueña donde vivía entonces. Queda la vida que le pertenecía antes de ese 12 de febrero de 2014.

 

Era miércoles. La oposición había convocado una marcha contra Nicolás Maduro, en conmemoración del Día de la Juventud. En los días previos, apresaron a estudiantes universitarios en Táchira y Mérida, y este hecho le dio más fuerza al llamado. La masa humana partió ese 12 de febrero desde Plaza Venezuela y llegó, en compañía de Leopoldo López, el líder de Voluntad Popular, hasta su meta: el Ministerio Público.

Si la actividad hubiese terminado, como estaba pautado, quizás Inti hubiese dormido una vez más en el apartamento que ocupó durante siete años.

No fue así.

La protesta no terminó. Inti tampoco regresó a casa.

Tras llegar a la sede de la Fiscalía, un grupo de manifestantes se quedó en la zona. Se dirigieron a la esquina de Monroy y subieron a la de Tracabordo. Tumbaron una moto del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional y los funcionarios comenzaron a disparar. La gente corrió, unos hacia la avenida Universidad y otros hacia una calle lateral; pero el segundo grupo de manifestantes regresó pocos segundos después y quedó en la línea de fuego. Un joven de 24 años, que asistía por primera vez a una marcha, cayó de frente contra la acera a las 3:13 de la tarde, producto de un disparo del Sebin. Ingresó muerto al Hospital Vargas, a las 3:25. Su nombre era Bassil Da Costa.

Minutos antes, a apenas unos metros de Bassil, había sido asesinado Juancho Montoya, coordinador del Secretariado Revolucionario de Venezuela, que unifica colectivos populares de la Gran Caracas y Vargas. Fue trasladado, muerto, a la clínica La Arboleda. Más tarde, un motorizado desconocido tiroteó en Chacao a otro manifestante, que horas antes había cargado el cuerpo inerte de Da Costa: Robert Redman.

Ese día, el Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea) estaba monitoreando la manifestación, que también se produjo en otros estados del país. Recibían denuncias y las registraban. Cuando la situación empeoró en Caracas, Inti Rodríguez —quien era coordinador de medios de la organización— y Rafael Uzcátegui, para entonces coordinador de Investigación, Monitoreo y Difusión (cargo que ahora ocupa Inti), salieron a constatar los hechos.

Provea es una organización no gubernamental independiente dedicada a analizar, promover y defender los derechos humanos en Venezuela. Por ello, Inti y Rafael recorrieron los sitios donde se desató la violencia aquella tarde de febrero. Fueron al Hospital Vargas y La Arboleda. Recabaron información y regresaron a la sede de la ONG, en el centro de Caracas. Su atípica jornada de trabajo terminó pasadas las 9 de la noche.

Inti buscó un taxi que lo llevara hasta el 23 de Enero, donde vivía con quien era su esposa. Pero no consiguió ni un chofer dispuesto. Decidió entonces irse en metro hasta la estación Agua Salud, donde podía tomar un autobús.

Solo Caño Amarillo separa las estaciones de Capitolio y Agua Salud. El trayecto fue corto, y eran las 9:30 de la noche cuando Inti estaba bajando del vagón. Subió, cruzó el torniquete y se dirigió a la salida.

 

Durante su época universitaria, Inti fue dirigente estudiantil. Años más tarde, las rencillas entre partidos, que él había olvidado, seguían muy vivas para otros. Por esa razón, era prudente con las zonas del 23 de Enero que transitaba. No podía pasar cerca de las instalaciones del colectivo La Piedrita, por ejemplo. En 2014, se contabilizaban al menos 14 grupos paramilitares en todo el 23 de Enero.

Inti realmente se cuidaba.

Pero ese miércoles su “zona de exclusión” —como llama a los espacios geográficos donde todavía hoy no puede transitar— se había ampliado sin que él lo supiera.

Inti iba subiendo las escaleras de la estación hacia la superficie, cuando vio bajando por las escaleras mecánicas a tres personas que no lo consideraban grato. Se miraron. Ellos terminaron de bajar y subieron tras de él.

—Inti, tú mataste a Juancho— dijo uno de ellos.

Su espalda pegó contra la pared, ya fuera de la estación. Nervios, pistolas, confusión. A solo unos metros, quienes esperaban el autobús observaban indiferentes.

Uno de los delincuentes sacó un celular e hizo una llamada:

—Tenemos a un “conejo” de Bandera Roja.

Colgó.

Se refería a Inti y al partido al que perteneció durante su etapa universitaria.

Diez minutos pasaron entre la llamada y el arribo de 15 motorizados, con parrillero. Todos con pasamontañas y armas largas. Quienes antes lo veían indiferentes, corrieron despavoridos. El autobús que recién llegaba arrancó sin esperar a los pasajeros que quedaban por subir al vehículo.

Un cachazo, sangre.

—Vamos a llevarlo para el miadero —dijo el cabecilla.

Lo subió a su moto, entre él y el parrillero. Ya Inti no les pertenecía a aquellos tres individuos que lo retuvieron inicialmente. Ahora era rehén de los paramilitares del sector.

 

El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) y el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS-Venezuela) han definido a los organismos paramilitares como “grupos de civiles armados pro-gobierno que actúan con el aval, o la tolerancia, de los representantes de los poderes públicos y en coordinación con la fuerza pública del Estado”. Aunque estas agrupaciones paramilitares también son identificadas como colectivos armados, OVCS e IPYS plantean que no existe relación alguna entre paramilitares y las agrupaciones sociales, culturales, políticas, populares y comunitarias identificadas como colectivos.

Cuenta Inti que ese día, en el 23 de Enero y otras zonas caraqueñas, los paramilitares desplegaron un operativo para ubicar a personas con prendas alusivas a la oposición y la protesta de esa tarde. Él no había manifestado, ni llevaba nada que lo identificara como detractor de Maduro. Pero era periodista y trabajaba en Provea desde hacía unos meses. Eso bastó.

El “miadero” era el nombre que recibía un terreno baldío en la Zona F del 23 de Enero. Inti permaneció dos horas ahí. Lo golpearon cuantas veces quisieron. Lo interrogaron sobre la muerte de Juancho Montoya. Le repitieron de memoria, una y otra vez, la dirección de la casa de su esposa y su familia. Y él recordó, una y otra vez, cada instante de su vida. Lo que hizo y lo que no alcanzó a hacer. No saldría con vida de ahí… Pensó en su mamá, que vive en el interior del país. En cómo la destrozaría la noticia. Moriría en manos de secuestradores que no anhelaban el pago de un rescate, sino venganza.

 

Mientras esto ocurría, uno de los paramilitares delataba por el chat de Whatsapp de Inti que algo irregular —y muy malo— pasaba.

Eran ya las 11:00 de la noche. Por el grupo de whatsapp de Provea, un Inti con muy mala ortografía escribía que estaba herido en el Periférico de Catia, y que tenían que ir a buscarlo. Por el chat de su esposa —a quien Inti avisó a las 9:00 de la noche que ya iba camino a casa— un “funcionario” le avisaba que su marido estaba detenido en el Sebin. Tanto su esposa, como sus compañeros de Provea, supieron que no era él. Ella llamó al hermano de su cónyuge, quien prefirió ocultar la situación a la madre.

En el “miadero” el tiempo transcurría lento. Golpes y más golpes, amenazas, preguntas… Aunque no veía sus rostros, identificar al cabecilla no era difícil: era el único con un léxico distinto. Los demás hablaban como hampones comunes.

Inti le mostró su carnet. El líder era diferente a los demás. Más cauto. Parecía medir el costo de sus acciones.

—Te voy a revisar el teléfono, y si consigo una sola foto de la marcha de hoy, estás muerto.

Inti no había tomado fotos ese 12 de febrero. Pero, un día antes, un amplio grupo de periodistas había marchado desde Plaza Venezuela hasta el Centro Nacional de Comercio Exterior, en Los Chaguaramos, para exigir al gobierno la liquidación de los dólares necesarios para comprar bobinas de papel periódico. Inti sí tenía fotos de esa manifestación.

—Aquí hay fotos de la marcha, jefe.

—No, esa no es la de hoy. Es la de los periodistas. Nosotros fuimos a esa —reconoció el cabecilla.

El líder paramilitar se alejó del grupo e hizo una llamada. Regresó 10 minutos después.

 

11:00 de la noche.

—El ministro nos manda a decir que no nos volvamos locos.

—Entonces, ¿qué hacemos con este peluche?

—Suéltalo.

 

Pasos temblorosos, resignación… Después de unos segundos —o minutos, pues ya no tenía noción del tiempo— Inti aún no sentía la bala fría entrando por su espalda. Sintió esperanza. Sus piernas reaccionaron y corrió. Corrió y dejó todo atrás.

A 200 metros del terreno baldío donde permaneció secuestrado por dos horas había una casa, y una pareja conversaba afuera. Él les pidió agua y un teléfono. Solo le brindaron de beber.

Todavía sin asimilar por completo su libertad, se tomó el agua y siguió caminando. Fue de nuevo a la estación del metro de Agua Salud. Pero al llegar, el recuerdo del secuestro que había iniciado ahí le provocó fuertes temblores.

Se tomó su tiempo. La adrenalina comenzó a disminuir y su sistema nervioso volvía a la normalidad. Regresó al centro de Caracas, y pidió un teléfono prestado en un bar de la parroquia Candelaria. Llamó a Marino Alvarado, para entonces coordinador general de Provea, quien notificó a su familia de su liberación y lo buscó. Resguardado, a las 11:45 de la noche, Inti llamó a su esposa.

Aquel hombre, que minutos antes lamentaba el luto de su familia por su muerte, seguía vivo.

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Cuando Inti salió aquel miércoles por la mañana de su casa, no imaginó nunca que la marcha de estudiantes terminaría con un saldo de tres asesinatos, ni que sería secuestrado por paramilitares, ni que se resignaría a morir. Tampoco imaginó que sería la última vez que dormiría en su cama o desayunaría en su mesa. Jamás pudo regresar al 23 de Enero.

Su secuestro fue denunciado ante la Fiscalía el 13 de febrero, aunque, al liberarlo, sus captores lo amenazaron de muerte si hacía público el suceso. Inmediatamente, organizaciones internacionales defensoras de los Derechos Humanos activaron un plan de protección para el activista en riesgo. De un momento a otro, se había convertido en una de las tantas víctimas que él mismo atendía en Provea.

Después del secuestro, su rutina no cambió demasiado. Siguió viviendo en Caracas, las “zonas de exclusión” aumentaron, y siguió siendo precavido. Ahora, todas las tardes un policía acude a él para que firme una carpeta donde consta que lo cuidan, aunque esto no evitó que le robaran su teléfono durante su cobertura a las jornadas de protestas de 2017.

También siguió trabajando en Provea.

—Lo peor de estos señores es que buscan intimidarte, hacerte sentir miedo, desesperanza. Han convertido el poder en algo perverso. ¿Y tenemos miedo? Sí, pero seguimos adelante a pesar de él, y esa es su mayor derrota. No luchar es dejarles el país, y no podemos. Tenemos el deber de reconstruir a Venezuela y su tejido social. Fomentar la resiliencia, y resistir. Ayudar a otros es resistir. Trabajar en lo que amamos es resistir. Hacer mejor el futuro para quienes seguimos y también para quienes se fueron es resistir. Resistamos.