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Sector universitario consignó nuevo documento con exigencias a la OPSU tras protesta este #26Oct
Trabajadores públicos y jubilados exigen que el Estado cumpla con los derechos laborales del sector

 

La mañana de este miércoles, 26 de octubre, trabajadores, estudiantes y jubilados del sector universitario protestaron frente a la Oficina de Planificación Universitaria (OPSU) en Caracas, en rechazo por el pago fraccionado de los aguinaldos, la aplicación del instructivo Onapre y el incumplimiento de la contratación colectiva.

«Onapre, ladrona, nos robaste sin pistola» y «No quiero bono, no quiero Clap, quiero un salario para vivir con dignidad», fueron las consignas de decenas de trabajadores exigiendo sus derechos laborales.

Los trabajadores y jubilados entregaron un documento ante el ente para exigir reivindicaciones laborales y otros beneficios que, en años anteriores, eran entregados al sector. 

«Exigimos pago de la deuda de salario, pago de retenciones y aportes, pago completo en noviembre del bono decembrino, reunión con las organizaciones sindicales y gremiales legítimas e independientes», se lee en el documento

Los profesionales universitarios de la UCV estiman en más de 3.7 millones el diferencial que debe el Estado producto de la aplicación de la normativa Onapre. 

Reinsertarse a trabajar después de la jubilación no siempre es bien recompensado
La situación económica en Venezuela obliga a la tercera edad a salir  a trabajar, en edades y condiciones en las que deberían estar en casa resguardados y con cobertura del Estado o sus familiares
En algunos casos, se conjugan la necesidad con la oportunidad: a falta de talento especializado en ciertas áreas y oficios, los jubilados son llamados para suplir esas ausencias, pero los sueldos siguen siendo insuficientes para cubrir sus gastos
Un consultor laboral explicó que el Estado es quien se beneficia al llamar a jubilados a volver a trabajar en el sector público, pues solo tendrá que pagar el salario y dejará de otorgar la pensión

 

@Yeannalyfermin y @MrsYaky

 

Frustración y desolación es el sentir de millones de jubilados y pensionados venezolanos que trabajaron durante décadas con la convicción de contar con una pensión digna que les permitiera tener calidad de vida cuando llegaran los años dorados. 

Hombres y mujeres de más de 60 años ya no pueden darse el lujo de descansar en sus casas, ahora deben trabajar, reinventarse o dedicarse a otro oficio que les permita generar algún ingreso para poder alimentarse y comprar medicinas. 

El monto de la jubilación y de la pensión no satisface ni siquiera la mitad del costo de la canasta alimentaria, sin contar la pérdida del poder adquisitivo que genera la inflación, lo que hace que cada día los salarios y pensiones se diluyan. 

Saúl González*, psicólogo y profesor universitario con más de 30 años en ejercicio, comenta que aunque está jubilado desde el año 2015, sigue ejerciendo “por necesidad” en un ambulatorio de salud en el municipio Libertador.

González explica que solo va dos o tres veces por semana, porque el pasaje es muy costoso, y haciendo las sumas correspondientes, dejaría lo poco que gana en transporte. 

“El deber ser es que a esta altura uno esté tranquilo, pero la pensión son 130 bolívares y la jubilación del sector salud, aunque es mejor que la de otros sectores públicos, es de 650 bolívares con otros beneficios que se van sumando, pero de igual manera, no alcanza”, dijo el psicólogo. 

El exprofesor de la Ucab y consultor en RRHH, Eudes Cedeño, explicó que el tema del retorno al trabajo del jubilado en el sector público en Venezuela atiende a situaciones menos racionales y más partidistas y de afiliación política que a procesos exhaustivos donde hay eficiencia.

“Un jubilado representa un trabajador al cual ya no le van a pagar la pensión, es un esfuerzo que prácticamente va a ser gratuito, bajo el esquema venezolano actual de lo que está sucediendo”, dijo Cedeño. 

Sobre el llamado de los jubilados a incorporarse nuevamente a trabajar en Venezuela, Cedeño explica que es una opción que beneficia más al Estado. 

Al jubilado le hacen contratos nuevos, con honorarios, por lo que se suspende el beneficio de la pensión, mientras recibe otros beneficios. 

“En el caso del sector público, si fuera que realmente se quiere, o se tiene la intención de mejorar -la calidad de vida del jubilado- podrían llamarlos bajo unos conceptos de compensación que sean interesantes o atractivos y no es el caso, porque desgraciadamente, se están valiendo de una necesidad”, afirma.  

El consultor de recursos humanos explica que en Venezuela no se compensa realmente al jubilado al que llaman para volver a trabajar: “Hay personas que irán a trabajar porque le van a pagar algo más, pero ¿cuánto puede ser? El tema Venezuela, observado desde el punto de vista de la compensación, es criminal”.

Cedeño resalta que, a diferencia del sector público, el privado ofrece bonificaciones, pero estas también se excluyen del salario. Y aunque los pagos tienden a ser mayores, tanto en uno como en otro sector, la gente no puede vivir holgadamente con lo que gana.

80% de los adultos mayores en situación de pobreza

En el marco del Foro “¿Es necesaria hoy la acción humanitaria en Venezuela?”, organizado en agosto por varias organizaciones no gubernamentales, el director humanitario de Convite AC/, Javier Manrique, destacó las “amplias necesidades” de los adultos mayores venezolanos.

“La mayoría depende de una pensión que equivale a 70 centavos de dólar. El 70% de la población mayor está sin actividad económica, y sufriendo mayor riesgo de abuso y maltrato, así como padeciendo la falla de los servicios básicos”, enumeró.

La situación de los adultos mayores en el país sigue siendo compleja, como la emergencia humanitaria que aún persiste en Venezuela. “En un 70%, los adultos mayores no tienen medios para adquirir tratamientos para sus enfermedades”, acotó Manrique.

El más reciente informe de Convite determinó que 8 de cada 10 adultos mayores venezolanos está en condición de pobreza, pues, aunque 70% recibe pensión de vejez, la capacidad adquisitiva de dichas asignaciones es limitada.

Lo preocupante es que cada vez habrá más población mayor “dependiente, con discapacidad y con enfermedades” según destaca el experto. Y esto porque Venezuela entró en una “curva acelerada de envejecimiento” por el fenómeno migratorio.  “Los jóvenes se van y dejan acá a sus adultos mayores”, apuntó el vocero de Convite AC.

A esto se le suma que las personas mayores o con discapacidad no son consideradas como vulnerables por los organismos de cooperación internacional, de allí que queden relegadas en programas de asistencia humanitaria.

De igual forma, atajó Manrique, los adultos mayores venezolanos se enfrentan, como en otras partes del mundo, a la brecha digital, con el agravante en el país del poco o nulo acceso a las tecnologías y fallas en los servicios públicos, lo que dificulta su inserción al ámbito laboral

Cuando se conjugan la necesidad y la oportunidad

Un panorama general de privaciones y necesidades obliga a la tercera edad en Venezuela a salir  a trabajar, en edades y condiciones en las que deberían estar en casa resguardados y con cobertura del Estado o sus familiares. 

Un periodista caroreño comentaba en su perfil en Twitter el asombro que sintió al ver a un exprofesor de bachillerato trabajando como vigilante.

“Hoy vi a mi profesor de Química de cuarto y quinto año ya jubilado, con 25 años de servicio, trabajando de vigilante en un centro comercial. Nos saludamos con mucho cariño, y le dije: ‘Donde usted se pare, seguirá siendo nuestro profesor. Mi generación lo ve con mucho respeto y cariño’”, escribió en  la red social

En otros casos, se conjugan tanto la necesidad como la oportunidad. Jubilados del sector público o privado son llamados nuevamente a trabajar, por sus capacidades y conocimiento en oficios o materias determinadas y porque no hay quien cumpla con las labores que le son encomendadas. 

*Antonio Peraza vive en Caracas desde hace más 55 de años, pero nació hace 70 años en el estado Falcón. Esta fue la ciudad que lo vio crecer como comerciante, establecer familia y hacer una amplia carrera gerencial en una reconocida cadena de supermercados.

Ese trayecto terminó en 2017, cuando, en el marco de las protestas contra el gobierno, llegó a ser cercado por la violencia y tuvo que navegar entre dos aguas: “Si había manifestaciones en la zona en la que quedaba el mercado, venían y me advertían que lo cerrara, porque podían saquearlo. Un día se presentó un grupo, estaban armados.  Conversaron conmigo y me ‘sugirieron’ abrir el mercado, porque la gente necesitaba ‘abastecerse’ de productos”, narra.

Los años previos de escasez, colas de varios días frente a los supermercados, trifulcas por productos básicos y amenazas de “bachaqueros” tampoco fueron sencillos. Por esto, sus hijos le insistieron en que se retirara de esa actividad: “No fue fácil quedarse sin entrada fija en los años de más crisis en el país”, admitió.

Justo por presión económica, Antonio distribuye embutidos como actividad comercial principal, pero a principios de 2022, un antiguo compañero de trabajo le propuso asesorar un nuevo establecimiento que se instalaba en una zona pudiente de la capital.

 “Me dijeron que necesitaban el apoyo de alguien con experiencia en mercados, compras de mercancía al mayor, exhibición en anaqueles y gerencia. La persona que dirigía me confesó que aunque tenía conocimientos informáticos y en administración, carecía de este tipo de habilidades. Y cuando le pregunté por qué no buscó un asesor más joven, me comentó que preferían la experiencia de alguien que estuvo al frente de negocios que facturaban millones en los tiempos de bonanza”, reveló. 

Actualmente, permanece en la actividad, con una compensación monetaria inferior a la que percibió como gerente de supermercados, pero que le permite mantenerse a flote mensualmente. Y en una etapa en la que, reconoce,  preferiría descansar y poder vivir de su jubilación, debido a sus achaques de salud.

“Tengo problemas en la columna, fui operado a principios de año, y aunque mis hijos mayores me ayudan con mis gastos, aún tengo responsabilidad con los menores”, narra. 

De asunto vocacional a necesidad económica

César Villegas, profesor de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello y miembro de la Academia Venezolana de la Lengua, narra que desde que se jubiló en 2013 de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), decidió mantenerse activo en la educación privada.

“Y también me mantuve activo en la propia UPEL, al menos, hasta 2015. Originalmente, era para seguir con un margen de actividad y dedicarme, principalmente, a las cosas que me interesaban, como la investigación y clases de posgrado. Con el paso del tiempo y la debacle de los sueldos de los profesores universitarios en la administración pública, fui asumiendo más cursos dentro de la UCAB, porque evidentemente ya no podía trabajar solo por placer. A partir de entonces, surgió la posibilidad de ingresar a la universidad como personal a dedicación y, por motivos económicos, acepté en el año 2017. Porque me gusta, sí; pero principalmente, por motivos económicos”, abunda. 

El profesor, quien también es coordinador en la UCAB del Programa de Tutorías Académicas Integrales (TAL), destaca que en la educación superior era común ver a profesores que se jubilaban y permanecían activos. La diferencia con la situación actual es que ahora los profesores jubilados se ven obligados a trabajar, y no lo hacen simplemente por gusto. 

Villegas, de 56 años, agrega que muchos de los profesores que lo formaron en Venezuela, y que hoy superan los 70 años, aún están activos, pero en universidades chilenas: “Ya no porque quieran trabajar, sino porque no tienen otra opción, tienen que trabajar con el desconcierto de no saber hasta cuándo pueden hacerlo”.

El miembro de la Academia Venezolana de la Lengua se ve por mucho tiempo activo, mientras pueda cumplir sus actividades de manera “lúcida”. Y se ve  impartiendo conocimientos en Venezuela, pues aunque dio clases un año en Argentina, prefiere el sistema educativo local.  

“Me veo en Venezuela, en la UCAB,en universidades venezolanas y activo otros años. 

Y su intención  va más allá de la remuneración que percibe, pues destaca que en Venezuela estamos en un momento en el que, incluso en una universidad privada, el sueldo es bajo. 

“Con la última devaluación del bolívar, los sueldos se redujeron en un 40% (…) el sueldo permite vivir, no holgadamente, pero tampoco deprimidamente. Si tú lo comparas con un sueldo de un profesor en Colombia, puede ser $1.000 dólares y más. Y en países como Ecuador y Chile los sueldos son superiores”,dijo. 

Promesas incumplidas 

Adelis Leal es jubilado de Corpoelec desde el año 2019. Él forma parte del grupo  que iba a recibir por parte del gobierno un bono de compensación de 10 mil bolívares, que para el 1 de mayo -fecha en que fue anunciado- representaba aproximadamente unos 2 mil dólares al cambio de la tasa oficial. 

Desde entonces, han pasado cuatro meses y, de este pago, aún no se sabe nada. Leal asegura que a ninguno de sus compañeros jubilados los han llamado para informarles alguna novedad. 

Con la reciente devaluación del bolívar, ese monto del bono especial ya se devaluó a 1250 dólares. No guarda ninguna esperanza de que le depositen esa compensación. 

Desde que Adelis se jubiló de la Corporación Eléctrica, dedicó su tiempo a un emprendimiento de helados artesanales que le ha permitido generar ingresos y no depender de su pensión como jubilado. Asegura que le ha ido muy bien y su ganancia le da para satisfacer sus necesidades y las de su familia. 

La precaria situación de los pensionados, jubilados y sobrevivientes los ha llevado a organizarse y salir a las calles para protestar y reclamar que el salario mínimo y las pensiones se deben ajustar al costo de la canasta básica familiar -que actualmente sobrepasa los 370 dólares- como lo indica la Constitución en el artículo 91.

Según cifras del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) durante el primer semestre de 2022 se registraron 1.642 protestas relacionadas con exigencias laborales, mayoritariamente trabajadores de la administración pública. De la cifra, 460 manifestaciones fueron por parte de jubilados, pensionados y sobrevivientes.

Según el OVCS los jubilados y pensionados rechazan el precario ajuste salarial, la falta de un servicio médico digno y eficiente, y exigen el acceso a alimentos, medicinas y tratamientos que les permita mejorar su calidad de vida.

El Gobierno Nacional había establecido el monto de las pensiones a 130 bolívares (30 dólares al cambio), pero con el salto que dio el paralelo el pasado 24 de agosto a 8,70 bolívares, ahora un jubilado o pensionado recibe mensualmente $14,94.

Si este monto se divide entre los 30 días del mes, reciben menos de 50 centavos de dólar por día. Para el Banco Mundial, este disminuido ingreso diario se cataloga dentro de la categoría de “pobreza extrema”.

*Los nombres  fueron modificado a petición de los entrevistados

Bono anunciado por Maduro discrimina a la mayoría de los jubilados y pensionados
El coordinador del Frente en Defensa de los Pensionados y Jubilados, Luis Cano, rechazó la improvisación del gobierno al anunciar la medida
La situación de los jubilados y pensionados es todavía más delicada si se toma en cuenta las necesidades en cuanto a la salud, alimentación, y cuidados que debe tener una persona que por lo general pertenece a la tercera edad

 

Olga González* trabajó 32 años y siete meses en el Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces). Durante su trayectoria por la empresa se desempeñó como recepcionista, asistente contable y finalmente formó parte de la administración. 

Al Inces tiene mucho que agradecerle: gracias a su trabajo pudo tener apartamento y carro. Sin embargo, cuando le llegó el momento de su jubilación, el 31 de enero de 2018, sintió una gran decepción porque el monto que recibió por toda una vida de trabajo no le alcanzaba ni para comprarse dos kilos de carne.

El pasado 1 de mayo, el Gobierno Nacional con motivo de la conmemoración del Día del Trabajador, anunció el pago para los jubilados de un bono único de 10 mil bolívares (unos 2.227 dólares según la tasa del Banco Central de Venezuela). Pero el beneficio no toma en cuenta a todos los pensionados; ni siquiera a todos los jubilados de la administración pública; solo incluye a 120 mil personas que se jubilaron entre enero de 2018 y mayo de 2022. 

Un día después del anuncio de Maduro, la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, explicó que el pago se hará de manera fraccionada (en tres partes) desde este 1 de mayo hasta la misma fecha del año 2023. 

Y hay otras complicaciones. Rodríguez detalló que el mecanismo para cobrar la bonificación será a través del Carnet de la Patria. Indicó que los trabajadores que se jubilaron durante ese período deben dirigirse a la oficina de recursos humanos de la institución donde se jubilaron para solicitar el bono

La funcionaria informó la creación del Banco Digital de los Trabajadores para bancarizar digitalmente a los obreros y depositarles los beneficios en petros; también la construcción de un fondo especial de financiamiento de trabajadores para los que quieran comenzar proyectos o financiar cooperativas o planes laborales por un monto inicial de 100 millones.

Olga González comentó que se sintió muy feliz cuando se enteró del anuncio del pago del bono porque “le entregué a la institución muchos años de mi vida”. Detalló que una amiga se dirigió a la institución en busca de información y le dijeron que ambas aparecían en la lista, pero que no tenían más información, salvo la que había dado el gobernante, por lo que deben esperar a conocer más detalles sobre la fecha del primer pago.

Luego de la reconversión monetaria ocurrida en 2018, las prestaciones sociales de los trabajadores de la administración pública prácticamente desaparecieron, así como los montos de las jubilaciones . “Cuando a mí me pagaron los 17 bolívares de mi jubilación, eso no era nada, capaz en 2014, 2015 sí hubiese podido hacer algo, pero ya para 2018 la inflación era muy alta, por eso este bono me parece justo”, afirmó la entrevistada. 

Raúl Martínez* fue empleado de Corpoelec durante 32 años. Comentó que su jubilación fue en el año 2019 y que el dinero que le dieron por todos los años de trabajo solo le alcanzó para comprar un bulto de azúcar que necesitaba para su emprendimiento, una pequeña empresa de helados artesanales. 

Martinez afirmó tener muchas dudas con respecto al bono “Maduro dice una cosa y la vicepresidenta dice otra”. También, aseguró que, hasta el día de hoy, no hay ninguna noticia sobre el pago del bono. “ Nosotros tenemos un grupo en WhatsApp de jubilados y nadie ha comentado sobre el pago del bono”.

El jubilado de Corpoelec afirmó que irá a la institución a buscar información sobre el pago del bono cuando se hayan establecido claramente los lineamientos, antes, no. Martínez se mostró incrédulo con el pago del beneficio y resaltó que es posible que cuando el gobierno finalmente pague, la inflación ya habrá devorado el dinero.

Un bono discriminatorio 

Sobre la entrega del bono anunciado por Nicolás Maduro, el coordinador del Frente en Defensa de los Pensionados y los Jubilados, Luis Cano, dejó claro que no hubo un bono para los pensionados y jubilados “lo que hubo fue una indemnización para un grupo de jubilados de la administración pública”. 

Cano explicó que el bono es “discriminatorio y una burla”, porque el beneficio solo va a ser recibido por 120 mil jubilados de cinco millones que hay en el país. 

“Nos parece que la bendita indemnización que el gobierno le está dando a un grupito muy minúsculo de los jubilados es una burla y una falta de respeto para con nosotros que somos personas ya mayores y no merecemos que el gobierno nos esté vejando de esta manera”, argumentó. 

El coordinador del Frente en Defensa de los Pensionados y Jubilados rechazó la improvisación del gobierno al anunciar la medida. 

“El gobierno ni siquiera se pone de acuerdo en el discurso, porque cuando Maduro dice que el bono de 10 mil bolívares lo va a pagar en tres partes, resulta que al día siguiente sale la vicepresidenta diciendo que será en el plazo de un año y a través del Carnet de la Patria y que puede ser en petros”, dijo. 

Cano recordó que hace cuatro años el gobierno dio el “Petroaguinaldo” -un beneficio para todos los pensionados y jubilados de medio Petro en el mes de diciembre- que hasta ahora muchas personas no han podido hacer la conversión del petro a bolívares.

Exigencias ya establecidas en la Constitución

Luis Cano expresó que tanto él, como el frente que representa y demás jubilados y pensionados de otros sindicatos, no exigen nada que no esté contemplado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. 

“Nosotros no le estamos exigiendo que nos regale nada, ni que no esté dando bonos ni cajitas del Clap simplemente que nos cumpla con el artículo 80 de la Constitución que establece el derecho a tener una vejez digna y a comer tres veces al día. No nos pueden seguir condenando a que nos muramos de hambre o desnutrición”, rechazó.

Otra exigencia que hace el Frente es que cumpla con lo establecido en el artículo 83, en donde se debe garantizar el derecho a la salud pública. 

“En estos momentos, el servicio de salud pública en Venezuela está en el suelo. Los hospitales no funcionan y el seguro social que fue creado para brindarle seguridad social a los trabajadores y jubilados está prácticamente cerrado”, denunció Cano.

El Coordinador del Ufajup considera que el monto de las pensiones debe estar referenciado por el costo de la canasta básica. 

“Nosotros nos queremos morir de viejos como manda Dios, no de hambre ni por falta de medicinas, como nos está condenando en este momento el gobierno”, indicó Cano. 

No solo de pan se vive

Luis Cano hizo mención al aumento de salario que anunció en el mes de marzo Nicolás Maduro. Afirmó que los 28 dólares que ahora reciben se están esfumando porque los precios de los alimentos, principalmente las proteínas, son muy elevados. 

“Nosotros no solo tenemos carencias de comida, de medicinas, nosotros tenemos carencias emocionales porque nuestros hijos y nietos se fueron del país, por eso, muchos hermanos están condenados a la depresión y no cuentan con la ayuda del gobierno para comprar un antidepresivo”, afirmó el coordinador del Frente por los pensionados y jubilados.

El Observatorio de Conflictividad Laboral y Gestión Sindical en Venezuela registró para marzo de 2022 147 conflictos laborales, de los cuales, 89% fueron realizados por trabajadores del sector público.

Los principales reclamos de los trabajadores estuvieron relacionados con  problemas salariales (63%), malas condiciones de trabajo (8%), incumplimiento de convenciones colectivas (5%), y por violaciones a la libertad personal de los trabajadores (4%).

La situación de los jubilados y pensionados, que por lo general son adultos mayores, es bastante comprometida, si se toma en cuenta las necesidades en cuanto a la salud, alimentación, cuidados y recreación que debe tener una persona de la tercera edad.

El director de la Asociación Civil Convite, Luis Francisco Cabezas, explicó que si bien es cierto que a los pensionados y jubilados se les hizo un aumento de 2.50$ a 28$ mensuales, eso no significa que económicamente estén en mejor situación. 

“El tema es que estaban prácticamente recibiendo nada y pasaron a recibir poco menos de $1 diario. Eso se traduce en que siguen viviendo por debajo de la línea de pobreza, porque según el Banco Mundial, una persona debería recibir para no estar por debajo de la línea de pobreza 1.90$ diario, algo así como $50 mensuales y los pensionados solo reciben $28”, dijo. 

Cabezas sostiene que si a ese monto se le suman los bonos que el gobierno transfiere por la Plataforma Patria -bonos que no le llegan a toda la población de los adultos mayores- el total no llega ni a 32 dólares. 

El director de Convite coincide con el coordinador del Ufajup en que los adultos mayores no solo necesitan llevar una buena alimentación, por lo general, la adultez mayor viene acompañada de enfermedades crónicas que necesitan tratamiento farmacológico de por vida. 

El boletín 54 de la Asociación Civil Convite registró un incremento en los precios de los medicamentos más comunes para tratar la hipertensión arterial con relación a diciembre de 2021.

Convite también registró 40,7% de escasez general de los principios activos que componen la canasta básica de medicamentos esenciales para las seis morbilidades que forman parte del proyecto de Índice de Escasez de Medicamentos.

Según las mediciones de la ONG, las medicinas para convulsiones (52,4%), infecciones respiratorias agudas (47,1%) y depresión (46,1%) son las que se han mantenido con los más elevados índices de escasez de medicamentos.

A juicio del director de Convite, el anuncio del pago del bono para los jubilados a partir del año 2018 deja abierta la especulación por la poca información que existe y también a que después se reduzca el universo de beneficiarios, argumentando la falta de cualquier requisito que limite de manera importante ese beneficio. 

“Es discriminatorio, sin duda, porque no hay claridad en los criterios y no establece un beneficio que sea para quienes más afectados están. ¿Por qué 2018 cuando tenemos más de cuatro años en hiperinflación, por qué no antes que son los más afectados y son los más longevos?, cuestionó Luis Francisco Cabezas. 

Olvidados en el extranjero

La situación de los jubilados y pensionados venezolanos que se encuentran en el extranjero es aún más complicada. Luis Cano señaló que hay aproximadamente 16 mil compañeros a los que, desde el año 2016, el gobierno no les paga su pensión.

El coordinador del Ufajup reiteró que no van a dejar la calle hasta que sean escuchados y se les garanticen sus derechos. 

“Quiero dejar un mensaje de esperanza a esos 5 millones de venezolanos que nos quedamos aquí. Nosotros vamos a seguir en la calle porque pensamos y tenemos la firme convicción de que los mejores años de Venezuela están por venir, y si se nos va la vida en esta lucha, vamos a morir felices para que los que vienen atrás no pasen por lo que nosotros estamos pasando”, finalizó Cano.

*Los nombres reales de los entrevistados fueron cambiados para proteger la identidad

Pensionados anuncian nuevas jornadas de protesta el #26Abr y el #1deMay
La principal exigencia es el aumento de pensiones a niveles de la Canasta Básica Familiar

Pensionados venezolanos anunciaron nuevas jornadas de protesta para los días 26 de abril y 1 de mayo, luego de que Nicolás Maduro aseguró estar preparado «para recuperar la capacidad adquisitiva» de ese sector.

En un comunicado, la Coordinadora de Pensionados y Jubilados de Venezuela (Copenjuve), manifestaron que se preparan «para seguir luchando por pensiones de vida y en contra del exterminio» aseguran estar sometidos con pensiones insuficientes.

Asimismo, agregaron: «El señor Maduro vuelve a mencionamos en una alocución. Ya es su costumbre hacerlo desde que nos unificamos para exigir pensiones de vida y el resto de los beneficios de la seguridad social que nos ha arrebatado».

Recordaron que Maduro dijo que elevaría el salario y pensión mínima a medio petro, pero luego se anunció en Gaceta Oficial que el monto sería 130 bolívares, «que siguen siendo insuficientes».

«Ahora dice estarse ‘preparando para el 1 de mayo a fin de recuperar la capacidad adquisitiva de los jubilados y pensionados, que han sufrido tanto’. ¡Vaya cinismo!», sentenciaron los pensionados.

 

De acuerdo con Copenjuve, Maduro fue quien «destruyó las pensiones las prestaciones sociales, el salario, la seguridad social», entre otros beneficios.

En ese sentido, le advirtieron a Maduro que debe prepararse para cumplir con las exigencias contenidas en el documento sin respuesta que entregamos el pasado 9 de marzo a la presidencia del Seguro Social.

«Es por ello que seguiremos protestando este 26 de abril ante todas las oficinas regionales del Ministerio del Trabajo y estaremos acompañando a los trabajadores activos en la marcha unitaria del 1 de mayo», agregan.

La principal exigencia es el aumento de pensiones a niveles de la Canasta Básica Familiar. «Es lo establecido como referencia en el artículo 91 de la Constitución Nacional», agregaron.

Maduro dice que anunciará su “plan de recuperación” el 1 de mayo

El pasado miércoles, 13 de abril, Maduro afirmó que el 1 de mayo presentará un plan para “recuperar la capacidad adquisitiva” de los adultos mayores.

Durante una alocución televisada, Maduro expresó: «Tenemos que avanzar en la recuperación de la seguridad social. Estoy preparando para el 1 de mayo un plan especial para recuperar la capacidad adquisitiva de los jubilados, jubiladas, pensionados y pensionadas, que tanta roncha han pasado en estos años de guerra económica”.

 

Asimismo, prometió “seguir recuperando de manera sustentable el salario, las tablas salariales y los contratos colectivos”.

*Con información de Monitoreamos

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Trabajadores, jubilados y pensionados rechazan aumento de Maduro y exigen salario de $900 mensuales
«Maduro nos mata de Hambre» y «no más pensiones de muerte» fueron las consignas de los manifestantes en rechazo al aumento de salario anunciado por el gobernante en días recientes

 

Este miércoles, 9 de marzo, jubilados y pensionados protestaron en distintas ciudades del país para exigir el pago de 900 dólares mensuales, ajustado, según reclaman, al costo de la canasta básica de alimentos.

El presidente de la Federación Nacional de Jubilados y Pensionados (Fenajupv), Emilio Lozada entregó un documento a la presidenta del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), Magaly Gutiérrez, en el que denunció que, desde 2013, las pensiones han estado perdiendo progresivamente su poder adquisitivo, y ese «daño económico» impide comprar alimentos y medicinas.

“El salario mínimo y las pensiones se deben ajustar como lo ordena la Constitución, al costo de la canasta básica familiar, cuyo monto es de 900 dólares», expresó Emilio Lozada.

Sobre el reciente aumento de salario, anunciado por el presidente Nicolás Maduro, el dirigente indicó que es insuficiente para poder comprar los productos de la canasta alimentaria.

Decenas de trabajadores se apostaron frente a la Plaza de la Moneda en Caracas, en rechazo al reciente aumento de salario. Aseguran que Maduro «los está matando de hambre» y que esperan acciones contundentes. 

 

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*Con información de EFE

Jubilados y pensionados convocan a concentración frente al IVSS para este 9 de marzo
Condenan el reciente aumento salarial inconsulto hecho por el gobierno 

Este próximo 9 de marzo, pensionados y jubilados se congregarán a las puertas de las oficinas del Seguro Social en todas las entidades de la nación, como medida de protesta ante el nuevo aumento del salario mínimo, el cual consideran como inconstitucional.

Apenas esta semana Maduro anunció un aumento del salario mínimo para empleados del gobierno, pensionados y jubilados a medio Petro, lo que equivale a 126 bolívares. 

Edgar Silva, representante de la Coordinadora de Pensionado y Jubilados venezolanos, explicó que para que dicho ajuste sea constitucional, debe cumplir con el artículo 91 de la Constitución, que ordena al gobierno homologar el mínimo y las pensiones de acuerdo al costo de la canasta básica familiar, cuyo monto en marzo se ubica en 896 dólares.

“No más hambre y miseria”: Trabajadores, jubilados y pensionados protestan por salarios justos
En varios estados del país, pensionados, jubilado y miembros de sindicatos también tomaron las calles para exigir un aumento salarial y mejores condiciones laborales

 

Representantes del gremio de la docencia, junto a jubilados y pensionados, marcharon este martes en Caracas y varios estados del país para exigir salarios dignos y mejores condiciones laborales.

Médicos, profesores universitarios y miembros de sindicatos se apostaron en Parque Carabobo y caminaron hacia la sede de la Defensoría del Pueblo, en la Plaza Morelos, para manifestar sus exigencias.

El representante de los jubilados, Luis Cano, insistió en que los ingresos que perciben son insuficientes para cubrir los gastos básicos de alimentación y salud.

«No le estamos pidiendo al gobierno que nos regale nada, simplemente que cumpla con el artículo 180 de nuestra Constitución», dijo Cano durante la movilización.

Según reportes en Twitter, los trabajadores del Metro de Caracas también se unieron a la protesta y exigieron un pago de 300 dólares para poder cubrir sus necesidades básicas.

Por su parte, la presidenta del Colegio de Bioanalistas de Venezuela expresó: «Aquí hay un grupo de personas que son adultos mayores y que también necesitan su atención de salud. Para tener salud y alimentarnos necesitamos un salario digno».

La profesora Elsa Castillo le envió un mensaje al gobernante chavista: «Maduro, tienes a todos los funcionarios públicos pasando hambre». 

En el estado Carabobo, los gremios y sindicatos también protestaron para exigir mejoras salariales. 

En el estado Zulia, exigieron un aumento salarial digno por la familia y por la vida. 

Fondos de pensiones, cajas de ahorros y mercado de valores
¿Por qué en Venezuela los fondos de pensiones no invierten para garantizar pensiones que permitan vivir dignamente? ¿Qué lo impide? Conversa con Urbi Garay

 

@victoralvarezr

Noruega es un país petrolero con 5 millones de habitantes donde la tasa de natalidad es de apenas 1,95. Demográficamente esto quiere decir que el número de hijos apenas sustituye a los padres. Su población se estanca y tiende a envejecer. Como el pago de las pensiones no podía ser cubierto con las contribuciones a la seguridad social, la necesidad de garantizar una vejez digna pasó a ser una prioridad de la sociedad noruega. En 1990 se creó el Fondo Noruego del Petróleo con el objetivo de hacer inversiones cuyos rendimientos aumentaran el nivel de reservas del sistema de pensiones. En 1995 se hizo la primera transferencia por un monto equivalente a $ 285 millones que fueron invertidos en el exterior en bonos, valores, acciones, etc. Gracias a los sucesivos depósitos y rendimientos de las inversiones, actualmente los activos del Fondo superan los 900.000 millones de dólares, equivalente a $ 200.000 por habitante. Pero esos fondos no se reparten, sino que se invierten. Solamente un porcentaje de los rendimientos puede ser utilizado como complemento del presupuesto nacional, el cual se financia fundamentalmente con los impuestos que pagan los contribuyentes.

En Venezuela, cuando una persona se jubilaba y recibía su liquidación, podía montar un negocio o comprarse una vivienda. Hoy apenas puede comprar un mercado.

Vemos con dolor la situación de los jubilados que reciben pensiones de hambre. En otros países los fondos de pensiones tienen una importante participación accionaria en empresas rentables, inversiones inmobiliarias y bonos para hacer rendir sus fondos y asegurar una jubilación digna.

¿Por qué en Venezuela no es así? ¿Por qué los fondos de pensiones no realizan inversiones para hacer rendir las contribuciones a la seguridad social y garantizar pensiones que permitan vivir dignamente? ¿Qué lo impide?

¿Cómo evitar que se repitan los errores del pasado? ¿Es posible invertir un porcentaje de la renta petrolera para proteger a la economía y la sociedad venezolana de los altibajos de los precios de los crudos? ¿En qué se puede invertir? ¿Qué mecanismos e instituciones habría que crear? 

Sin renta petrolera y ante una banca privada que no tiene capacidad para financiar la reactivación económica, en los fondos de pensiones, cajas de ahorro y mercado de valores subyace un enorme potencial de financiamiento para encarar los retos de la Venezuela posrentista. ¿Qué hacer para lograrlo?

Para hablar sobre las alternativas de financiamiento e inversión en la Venezuela posrentista, en esta nueva entrega de Diez conversaciones estelares con diez de los mejores economistas de Venezuela hemos invitado a Urbi Garay (@urbigaray), economista egresado de la Universidad Católica Andrés Bello, con maestría en Economía Internacional en la Universidad de Yale y doctorado en Finanzas en la Universidad de Massachussets, profesor titular de finanzas del IESA e Individuo de Número de la Academia Nacional de Ciencias Económicas. Vea la entrevista completa aquí:

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