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Reinsertarse a trabajar después de la jubilación no siempre es bien recompensado
La situación económica en Venezuela obliga a la tercera edad a salir  a trabajar, en edades y condiciones en las que deberían estar en casa resguardados y con cobertura del Estado o sus familiares
En algunos casos, se conjugan la necesidad con la oportunidad: a falta de talento especializado en ciertas áreas y oficios, los jubilados son llamados para suplir esas ausencias, pero los sueldos siguen siendo insuficientes para cubrir sus gastos
Un consultor laboral explicó que el Estado es quien se beneficia al llamar a jubilados a volver a trabajar en el sector público, pues solo tendrá que pagar el salario y dejará de otorgar la pensión

 

@Yeannalyfermin y @MrsYaky

 

Frustración y desolación es el sentir de millones de jubilados y pensionados venezolanos que trabajaron durante décadas con la convicción de contar con una pensión digna que les permitiera tener calidad de vida cuando llegaran los años dorados. 

Hombres y mujeres de más de 60 años ya no pueden darse el lujo de descansar en sus casas, ahora deben trabajar, reinventarse o dedicarse a otro oficio que les permita generar algún ingreso para poder alimentarse y comprar medicinas. 

El monto de la jubilación y de la pensión no satisface ni siquiera la mitad del costo de la canasta alimentaria, sin contar la pérdida del poder adquisitivo que genera la inflación, lo que hace que cada día los salarios y pensiones se diluyan. 

Saúl González*, psicólogo y profesor universitario con más de 30 años en ejercicio, comenta que aunque está jubilado desde el año 2015, sigue ejerciendo “por necesidad” en un ambulatorio de salud en el municipio Libertador.

González explica que solo va dos o tres veces por semana, porque el pasaje es muy costoso, y haciendo las sumas correspondientes, dejaría lo poco que gana en transporte. 

“El deber ser es que a esta altura uno esté tranquilo, pero la pensión son 130 bolívares y la jubilación del sector salud, aunque es mejor que la de otros sectores públicos, es de 650 bolívares con otros beneficios que se van sumando, pero de igual manera, no alcanza”, dijo el psicólogo. 

El exprofesor de la Ucab y consultor en RRHH, Eudes Cedeño, explicó que el tema del retorno al trabajo del jubilado en el sector público en Venezuela atiende a situaciones menos racionales y más partidistas y de afiliación política que a procesos exhaustivos donde hay eficiencia.

“Un jubilado representa un trabajador al cual ya no le van a pagar la pensión, es un esfuerzo que prácticamente va a ser gratuito, bajo el esquema venezolano actual de lo que está sucediendo”, dijo Cedeño. 

Sobre el llamado de los jubilados a incorporarse nuevamente a trabajar en Venezuela, Cedeño explica que es una opción que beneficia más al Estado. 

Al jubilado le hacen contratos nuevos, con honorarios, por lo que se suspende el beneficio de la pensión, mientras recibe otros beneficios. 

“En el caso del sector público, si fuera que realmente se quiere, o se tiene la intención de mejorar -la calidad de vida del jubilado- podrían llamarlos bajo unos conceptos de compensación que sean interesantes o atractivos y no es el caso, porque desgraciadamente, se están valiendo de una necesidad”, afirma.  

El consultor de recursos humanos explica que en Venezuela no se compensa realmente al jubilado al que llaman para volver a trabajar: “Hay personas que irán a trabajar porque le van a pagar algo más, pero ¿cuánto puede ser? El tema Venezuela, observado desde el punto de vista de la compensación, es criminal”.

Cedeño resalta que, a diferencia del sector público, el privado ofrece bonificaciones, pero estas también se excluyen del salario. Y aunque los pagos tienden a ser mayores, tanto en uno como en otro sector, la gente no puede vivir holgadamente con lo que gana.

80% de los adultos mayores en situación de pobreza

En el marco del Foro “¿Es necesaria hoy la acción humanitaria en Venezuela?”, organizado en agosto por varias organizaciones no gubernamentales, el director humanitario de Convite AC/, Javier Manrique, destacó las “amplias necesidades” de los adultos mayores venezolanos.

“La mayoría depende de una pensión que equivale a 70 centavos de dólar. El 70% de la población mayor está sin actividad económica, y sufriendo mayor riesgo de abuso y maltrato, así como padeciendo la falla de los servicios básicos”, enumeró.

La situación de los adultos mayores en el país sigue siendo compleja, como la emergencia humanitaria que aún persiste en Venezuela. “En un 70%, los adultos mayores no tienen medios para adquirir tratamientos para sus enfermedades”, acotó Manrique.

El más reciente informe de Convite determinó que 8 de cada 10 adultos mayores venezolanos está en condición de pobreza, pues, aunque 70% recibe pensión de vejez, la capacidad adquisitiva de dichas asignaciones es limitada.

Lo preocupante es que cada vez habrá más población mayor “dependiente, con discapacidad y con enfermedades” según destaca el experto. Y esto porque Venezuela entró en una “curva acelerada de envejecimiento” por el fenómeno migratorio.  “Los jóvenes se van y dejan acá a sus adultos mayores”, apuntó el vocero de Convite AC.

A esto se le suma que las personas mayores o con discapacidad no son consideradas como vulnerables por los organismos de cooperación internacional, de allí que queden relegadas en programas de asistencia humanitaria.

De igual forma, atajó Manrique, los adultos mayores venezolanos se enfrentan, como en otras partes del mundo, a la brecha digital, con el agravante en el país del poco o nulo acceso a las tecnologías y fallas en los servicios públicos, lo que dificulta su inserción al ámbito laboral

Cuando se conjugan la necesidad y la oportunidad

Un panorama general de privaciones y necesidades obliga a la tercera edad en Venezuela a salir  a trabajar, en edades y condiciones en las que deberían estar en casa resguardados y con cobertura del Estado o sus familiares. 

Un periodista caroreño comentaba en su perfil en Twitter el asombro que sintió al ver a un exprofesor de bachillerato trabajando como vigilante.

“Hoy vi a mi profesor de Química de cuarto y quinto año ya jubilado, con 25 años de servicio, trabajando de vigilante en un centro comercial. Nos saludamos con mucho cariño, y le dije: ‘Donde usted se pare, seguirá siendo nuestro profesor. Mi generación lo ve con mucho respeto y cariño’”, escribió en  la red social

En otros casos, se conjugan tanto la necesidad como la oportunidad. Jubilados del sector público o privado son llamados nuevamente a trabajar, por sus capacidades y conocimiento en oficios o materias determinadas y porque no hay quien cumpla con las labores que le son encomendadas. 

*Antonio Peraza vive en Caracas desde hace más 55 de años, pero nació hace 70 años en el estado Falcón. Esta fue la ciudad que lo vio crecer como comerciante, establecer familia y hacer una amplia carrera gerencial en una reconocida cadena de supermercados.

Ese trayecto terminó en 2017, cuando, en el marco de las protestas contra el gobierno, llegó a ser cercado por la violencia y tuvo que navegar entre dos aguas: “Si había manifestaciones en la zona en la que quedaba el mercado, venían y me advertían que lo cerrara, porque podían saquearlo. Un día se presentó un grupo, estaban armados.  Conversaron conmigo y me ‘sugirieron’ abrir el mercado, porque la gente necesitaba ‘abastecerse’ de productos”, narra.

Los años previos de escasez, colas de varios días frente a los supermercados, trifulcas por productos básicos y amenazas de “bachaqueros” tampoco fueron sencillos. Por esto, sus hijos le insistieron en que se retirara de esa actividad: “No fue fácil quedarse sin entrada fija en los años de más crisis en el país”, admitió.

Justo por presión económica, Antonio distribuye embutidos como actividad comercial principal, pero a principios de 2022, un antiguo compañero de trabajo le propuso asesorar un nuevo establecimiento que se instalaba en una zona pudiente de la capital.

 “Me dijeron que necesitaban el apoyo de alguien con experiencia en mercados, compras de mercancía al mayor, exhibición en anaqueles y gerencia. La persona que dirigía me confesó que aunque tenía conocimientos informáticos y en administración, carecía de este tipo de habilidades. Y cuando le pregunté por qué no buscó un asesor más joven, me comentó que preferían la experiencia de alguien que estuvo al frente de negocios que facturaban millones en los tiempos de bonanza”, reveló. 

Actualmente, permanece en la actividad, con una compensación monetaria inferior a la que percibió como gerente de supermercados, pero que le permite mantenerse a flote mensualmente. Y en una etapa en la que, reconoce,  preferiría descansar y poder vivir de su jubilación, debido a sus achaques de salud.

“Tengo problemas en la columna, fui operado a principios de año, y aunque mis hijos mayores me ayudan con mis gastos, aún tengo responsabilidad con los menores”, narra. 

De asunto vocacional a necesidad económica

César Villegas, profesor de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello y miembro de la Academia Venezolana de la Lengua, narra que desde que se jubiló en 2013 de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), decidió mantenerse activo en la educación privada.

“Y también me mantuve activo en la propia UPEL, al menos, hasta 2015. Originalmente, era para seguir con un margen de actividad y dedicarme, principalmente, a las cosas que me interesaban, como la investigación y clases de posgrado. Con el paso del tiempo y la debacle de los sueldos de los profesores universitarios en la administración pública, fui asumiendo más cursos dentro de la UCAB, porque evidentemente ya no podía trabajar solo por placer. A partir de entonces, surgió la posibilidad de ingresar a la universidad como personal a dedicación y, por motivos económicos, acepté en el año 2017. Porque me gusta, sí; pero principalmente, por motivos económicos”, abunda. 

El profesor, quien también es coordinador en la UCAB del Programa de Tutorías Académicas Integrales (TAL), destaca que en la educación superior era común ver a profesores que se jubilaban y permanecían activos. La diferencia con la situación actual es que ahora los profesores jubilados se ven obligados a trabajar, y no lo hacen simplemente por gusto. 

Villegas, de 56 años, agrega que muchos de los profesores que lo formaron en Venezuela, y que hoy superan los 70 años, aún están activos, pero en universidades chilenas: “Ya no porque quieran trabajar, sino porque no tienen otra opción, tienen que trabajar con el desconcierto de no saber hasta cuándo pueden hacerlo”.

El miembro de la Academia Venezolana de la Lengua se ve por mucho tiempo activo, mientras pueda cumplir sus actividades de manera “lúcida”. Y se ve  impartiendo conocimientos en Venezuela, pues aunque dio clases un año en Argentina, prefiere el sistema educativo local.  

“Me veo en Venezuela, en la UCAB,en universidades venezolanas y activo otros años. 

Y su intención  va más allá de la remuneración que percibe, pues destaca que en Venezuela estamos en un momento en el que, incluso en una universidad privada, el sueldo es bajo. 

“Con la última devaluación del bolívar, los sueldos se redujeron en un 40% (…) el sueldo permite vivir, no holgadamente, pero tampoco deprimidamente. Si tú lo comparas con un sueldo de un profesor en Colombia, puede ser $1.000 dólares y más. Y en países como Ecuador y Chile los sueldos son superiores”,dijo. 

Promesas incumplidas 

Adelis Leal es jubilado de Corpoelec desde el año 2019. Él forma parte del grupo  que iba a recibir por parte del gobierno un bono de compensación de 10 mil bolívares, que para el 1 de mayo -fecha en que fue anunciado- representaba aproximadamente unos 2 mil dólares al cambio de la tasa oficial. 

Desde entonces, han pasado cuatro meses y, de este pago, aún no se sabe nada. Leal asegura que a ninguno de sus compañeros jubilados los han llamado para informarles alguna novedad. 

Con la reciente devaluación del bolívar, ese monto del bono especial ya se devaluó a 1250 dólares. No guarda ninguna esperanza de que le depositen esa compensación. 

Desde que Adelis se jubiló de la Corporación Eléctrica, dedicó su tiempo a un emprendimiento de helados artesanales que le ha permitido generar ingresos y no depender de su pensión como jubilado. Asegura que le ha ido muy bien y su ganancia le da para satisfacer sus necesidades y las de su familia. 

La precaria situación de los pensionados, jubilados y sobrevivientes los ha llevado a organizarse y salir a las calles para protestar y reclamar que el salario mínimo y las pensiones se deben ajustar al costo de la canasta básica familiar -que actualmente sobrepasa los 370 dólares- como lo indica la Constitución en el artículo 91.

Según cifras del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) durante el primer semestre de 2022 se registraron 1.642 protestas relacionadas con exigencias laborales, mayoritariamente trabajadores de la administración pública. De la cifra, 460 manifestaciones fueron por parte de jubilados, pensionados y sobrevivientes.

Según el OVCS los jubilados y pensionados rechazan el precario ajuste salarial, la falta de un servicio médico digno y eficiente, y exigen el acceso a alimentos, medicinas y tratamientos que les permita mejorar su calidad de vida.

El Gobierno Nacional había establecido el monto de las pensiones a 130 bolívares (30 dólares al cambio), pero con el salto que dio el paralelo el pasado 24 de agosto a 8,70 bolívares, ahora un jubilado o pensionado recibe mensualmente $14,94.

Si este monto se divide entre los 30 días del mes, reciben menos de 50 centavos de dólar por día. Para el Banco Mundial, este disminuido ingreso diario se cataloga dentro de la categoría de “pobreza extrema”.

*Los nombres  fueron modificado a petición de los entrevistados

Más vale bolívares en la billetera que Petros por conocer

Ligia Hernández, una caraqueña de 65 años de edad, no apoya la revolución bolivariana. Jamás votó por Hugo Chávez ni mucho menos por el presidente Nicolás Maduro, tampoco se considera de oposición. A Hernández nunca le ha interesado recibir las ayudas sociales que ofrece el Gobierno y se niega a sacarse el Carnet de la Patria, aunque sí cobra su la pensión del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss) que por ley le corresponde.

“Trabajo desde los 16 años e hice todas mis cotizaciones. Por ley me toca mi pensión”, dice Hernández quien la ha recibido sin problema desde que cumplió 60 años. Sin embargo, este año, algo cambió. El pasado 29 de noviembre, el presidente de la república, Nicolás Maduro, anunció el pago de un mes más de aguinaldo, pero no en bolívares, como es acostumbrado, sino en petro a través de la plataforma Patria.org.ve.

El petro es una criptomoneda venezolana con respaldo de petróleo, oro, hierro y diamante. La moneda fue lanzada el 20 de febrero de 2018 y ha recibido diversas críticas. Según una investigación realizada por Reuters, publicada el 30 de agosto de 2018, no hay evidencia que el comercio con la moneda virtual sea próspero después de que se conversara con una docena de expertos, se realizara valoración de campos petroleros y la revisión de los registros de transacciones digitales para conocer más sobre la moneda virtual.

Según reseñó una nota de prensa de la Superintendencia Nacional de Criptoactivos (Sunacrip), Maduro expresó que el pago en Petro era “un regalo de la revolución” para los más de 4 millones de adultos mayores que reciben pensiones en el país y que podrán ahorrar en Petro, cambiarlo a bolívares u otras criptomonedas.

“Es un regalo especial que yo le doy a los pensionados, un mes más de aguinaldo y se lo voy a pagar en Petro a través del Sistema Patria. Medio Petro para los pensionados”, dijo.

Pensión a cambio de datos

“Monedero Patria: crédito por un monto de Bs.S 1.800,00 por concepto Pensiones Amor Mayor. (Tercer mes de aguinaldo 2018) el 07/12/2018” fue el mensaje de texto que Hernández recibió a su teléfono celular con el anuncio de un nuevo pago en Petro.  

Para poder transformar ese dinero en bolívares, Hernández tuvo que registrarse en el sistema www.patria.org.ve y dar sus datos personales como nombre completo, teléfono, correo electrónico, dirección y cuenta bancaria. Adicionalmente se le solicita confirmar los miembros de su núcleo familiar y responder encuestas sobre funcionamiento de servicios básicos en su zona.

 

Hasta los momentos, la plataforma Patria formaba parte sólo del Sistema de Protección del Carnet de la Patria. Todo aquel que deseara recibir beneficios a través del carnet debía inscribirse en esta página. El carnet se ha utilizado para regular el acceso a productos básicos alimenticios, como instrumento para llevar un control específico sobre las misiones entregadas por el Gobierno de Venezuela y forma de intimidación durante los procesos electorales. Según su página web oficial, a la fecha, más de dieciocho millones de personas en el país lo poseen.

Los creadores de esta plataforma, así como las aplicaciones móviles relacionadas y la billetera virtual, son la empresa JMT Solutions Technology propiedad de (JMT ST) propiedad de un trabajador de la Vicepresidencia Ejecutiva de la República: Rafael Eduardo Hernández Quintero, junto a Daniel Alejandro Sifuentes Contreras.

Bolívares a cambio de Petros

Aunque los medios oficialistas repitan sin cesar que la medida de Maduro de dar parte de las pensiones en Petro es acertada y satisfactoria porque “busca mejorar las condiciones de vida de los pensionados para combatir la guerra económica dirigida por sectores económicos enemigos de este proceso”, lo cierto es que puede convertirse en un proceso engorroso para las personas de la tercera edad y discriminatorio para los que no tengan una cuenta bancaria ni quieran registrarse en el sistema Patria, el cual ha sido usado como medida de discriminación.

Para convertir el dinero de Petro a bolívares no sólo se debe estar registrado en el sistema Patria, también se debe seguir una serie de pasos. El cambio se realiza en la opción «Retención Anticipada» luego el sistema le pedirá un código de confirmación que llegará vía SMS al celular que tenga registrado en la página.

Introducido el código, el usuario verá en pantalla la confirmación de que la redención anticipada se ejecutó correctamente y el cobro de una comisión que el sistema realiza. De ahí se podrá hacer la transferencia a los bancos que tenga registrado en la plataforma o a un familiar.

 

El procedimiento para cambiar el medio Petro de aguinaldos a otras monedas, además del bolívar, es incierto ya que la billetera móvil asociada al sistema Patria sólo sirve como un método de pago en la adquisición de bienes y servicios en tiendas afiliadas al sistema.

Hernández aún espera que pasen los diez días que le comentaron se tarda en hacerse efectivo el dinero en bolívares en su cuenta. Diez días en una economía que, según la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (AN), supera el 2% de inflación diaria. “En el banco me dijeron que estaban esperando que el seguro social enviara el dinero para transferir pero que aún nada”.

 

 

Entre largas colas bajo el sol, este lunes 3 de septiembre pensionados denuncian que la cantidad de dinero en efectivo que reciben del beneficio no les alcanza para nada.

Omaira Gil, beneficiaria del Banco Fondo Común (BFC), aseguró a TalCual estar en la cola por más de ocho horas. Al calificar de una “burla” solo recibir 25% de lo prometido por el gobierno de Nicolás Maduro, Gil expresó que la cantidad de dinero sólo alcanza para un kilogramo de carne, en caso de conseguirla al precio anunciado por el Ejecutivo.

Por su parte, Carmen Cabrera, quien recibe la pensión en el mismo banco, lamentó que los adultos mayores sean obligados a pasar largas jornadas en el banco de una plaza o sentados en las aceras, y reprochó que las entidades no habiliten a personal suficiente para atender la demanda.

María Marcano, quien cobra la pensión en una de las oficinas del Banco Bicentenario del estado Vargas, detalló que los adultos mayores reciben 100 bolívares soberanos. Asimismo, precisó que para volver a retirar efectivo deberán esperar hasta el día jueves.

Un abuelo en el Banco de Venezuela, quién prefirió no ser identificado para “evitar represalias” gubernamentales, deploró tener que esperar hasta el día jueves para volver a retirar dinero en efectivo. A su juicio, el papel moneda “se va de las manos”.

Se pudo conocer que no todos los bancos están dando la misma cantidad de dinero a los pensionados. Adultos mayores en el Banco Bicentenario y de Bancaribe reciben 100 bolívares soberanos, mientras que en el Banco Nacional de Crédito (BNC) y BFC sólo dan 90 bolívares soberanos. Se prevé que esta primera fase se realice hasta el venidero miércoles 5 de septiembre.

Jorge Rodríguez: Pensionados cobrarán en la cuenta donde habitualmente lo hacen

 

Los pensionados y jubilados recibirán el pago correspondiente a 1.800 bolívares soberanos a través de la cuenta donde habitualmente lo hacen, según informó este miércoles el vicepresidente de Comunicación, Cultura y Turismo, Jorge Rodríguez.

“Sobre el cobro de pensiones, este sábado todos los pensionados van a recibir su correspondiente pensión y la van a cobrar por su cuenta bancaria”, dijo Rodríguez.

El ministro anunció que este sábado 1 de septiembre se le depositará a los más de 3 millones 655 mil pensionados en sus cuentas de ahorro de la pensión, y que los mismos podrán sacar efectivo el día que quieran, realizar transferencias y pagar con su tarjeta de débito.
En una rueda de prensa transmitida por Venezolana de Televisión (VTV), desde el Palacio de Miraflores, Rodríguez enfatizó que los 715 mil 822 pensionados inscritos en el sistema Patria van a cobrar a través de la billetera móvil.

IVSS: pago de pensiones se realizará por los canales regulares

Por su parte, el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) ratificó este mismo miércoles lo notificado por Rodríguez: el pago de las pensiones se continuará efectuando a través de los canales regulares.

«Nada ni nadie les va a quitar el derecho a la pensión», expresó América Salazar, directora del despacho del IVSS, tras recibir a los adultos mayores que se reunieron en la sede de ese organismo ante el descontento por el anuncio hecho por el presidente de la República, Nicolás Maduro, quien expresó que el pago de pensiones se realizaría mediante la billetera móvil.
Salazar, les informó que sus pagos se realizarán por la vía regular y recibirán el pago en tres partes como lo había anunciado previamente el Gobierno: la primera el 1 de septiembre de 450 bolívares soberanos (Bs.S), luego el 7 de ese mismo mes 450 Bs.S, y por último el 14 se les cancelarán los 900 Bs.S restantes.
*Con información de El Universal
Así estuvo el primer día de cobro de pensiones por terminal de número de cédula

Foto: Stephanie Armas – La Patilla

 

A través de las redes sociales se conoció que una gran cantidad de adultos mayores tuvieron que hacer largas colas para poder cobrar la pensión. A pesar de que el gobierno nacional anunció un plan de pago por el terminal del número de cédula para humanizar el proceso, esto generó que muchos abuelos tuvieran que permanecer varias horas bajo el sol.

En Caracas, específicamente en Altamira se registró una protesta por parte de los abuelos quienes estaban molestos debido a que en algunas entidades bancarias no estaban cancelando la totalidad del monto a los pensionados.

La situación no fue distinta en otros estados del país. La organización Vente Venezuela en Cojedes informó que en la entidad los pensionados se desmayaron esperando para ser atendidos.

“Personas de la tercera edad protestan en Mérida para que se les cancele su Pensión Las colas en Banco de Tovar son kilométricas, en algunos Bancos los abuelos durmieron en las afueras para asegurar su dinero”, indicó Adan Contreras, periodista de la entidad.

 

 

*Con información de El Nacional y La Patilla

Maltratos a los adultos mayores durante el cobro de pensiones persisten sin respuesta del Estado

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El arrollamiento de un anciano que se dirigía a cobrar la pensión en horas de la madrugada estremeció a los zulianos. Este fallecimiento se suma a otros lamentables hechos ocurridos como producto de las adversas condiciones que deben enfrentar los adultos mayores para cobrar las pensiones del Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS).

El día anterior se registró una manifestación de pensionados en las inmediaciones de la sede del Banco Bicentenario ubicada en la calle 72 con avenida 3Y de Maracaibo, en la cual los adultos mayores cerraron la avenida en protesta por el incumplimiento por parte de la entidad bancaria de las medidas anunciadas el viernes 16 de febrero por Nicolás Maduro, que instaban a las instituciones bancarias públicas a extender el horario de trabajo para atender a un mayor número de personas.

Raúl Leal, pensionado de 66 años de edad, comentó que “El 60% de las personas que tú ves aquí de la tercera edad, están desde hace una semana haciendo guardia y esperando el día de pago para la pensión que es una sola vez al mes, la cual no alcanza ni para los medicamentos ni para la alimentación […] Ellos, miserablemente, nos humillan con esta actuación”.

Otro caso es el de Arturo Martínez, un pensionado de 68 años, quien murió de un infarto tras esperar siete horas  para cobrar la pensión del IVSS en el Banco Bicentenario del Centro Comercial Costa Verde. A través de otros medios de comunicación se ha conocido que muchos adultos mayores que presentan complicaciones de salud cuando están en la cola para la pension.

El artículo 80 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece que “El Estado garantizará a los ancianos y ancianas el pleno ejercicio de sus derechos y garantías. El Estado, con la participación solidaria de las familias y la sociedad, está obligado a respetar su dignidad humana, su autonomía y les garantizará atención integral y los beneficios de la seguridad social que eleven y aseguren su calidad de vida”. Pero la apatía del Estado ante las penurias de las personas de la tercera edad evidencia la falta de medidas efectivas para evitar la situación.

La Comisión para los Derechos Humanos del estado Zulia, exhorta al Estado venezolano a emprender soluciones que contribuyan a dignificar el cobro de las pensiones otorgadas por el IVSS a los adultos mayores y a ratificar la Convención Interamericana de los Derechos Humanos de las Personas Mayores.

El emprendimiento del año, por José Domingo Blanco

Pensiones

 

Por las colas que vi en las puertas de los bancos, y por las edades de quienes las hacían, me imagino que es el día en el que pagan la pensión. Una pensión que, si los viejitos corren con la suerte de que se las entreguen completica, y en billetes de la más alta denominación, se acabará en cuestión de horas con tan solo una entrada al mercado o la farmacia. Lo comenté hace poco, en un artículo anterior: los pensionados se debaten entre comer o sanarse; pero, cumplir con las dos necesidades, al mismo tiempo, es casi imposible.

También recordé el cuento de una amiga que, como sus padres no viven en el país, es la persona autorizada por el Seguro Social para cobrarles la pensión; con la poca suerte de que, para hacerlo, tiene que visitar dos bancos distintos. Con el agravante, además, de que uno de los bancos –que pertenece al Estado- le impone un límite de retiro diario por la falta de billetes, por exceso de los de baja denominación o por cualquier otra excusa que “por órdenes superiores” se les ocurra dar. El asunto es que, los días como el de hoy, cuando los viejitos cobran lo que por derecho le corresponde, ella, mi amiga, debe armarse de paciencia, pedir permiso en el trabajo y justificar que durante una semana estará ausente por dos o más horas porque tiene que ir a cobrar la pensión de su papá al banco “rojo rojito” del régimen donde, sentada, refunfuñando, observa con rabia el cartel donde aparece el Difunto ex presidente burlándose de cada uno de los que esperan su ración de billetes de Bs. 10.

No hay efectivo en el país. ¡Quién lo diría! Y por eso, los cajeros automáticos y las agencias bancarias están imponiendo un límite diario de retiro. A algunos bancos, tengo entendido, les están enviando la remesa completa para que los jubilados se lleven todo su dinerito de una sola vez. Porque, a pesar de que estas cuentas también pueden tener tarjetas de débito asociadas; lo cierto es que, muchos de estos adultos mayores, por la razón que sea, se niegan a utilizar los ATM y los puntos de venta para hacer sus transacciones.

Nuestra crisis, para que no dudemos de que es en absolutamente todos los órdenes, tenía que empeorarse con la falta de papel moneda. Como si las cosas no fueran ya en extremo difíciles, la falta de efectivo también hace su aporte. Y pongamos un ejemplo sencillo: los estacionamientos de Caracas. La mayoría, solo acepta efectivo. Por más que los usuarios supliquemos, roguemos e imploremos que pongan en las taquillas de cobro un punto de venta, no hay forma de sacar el carro del estacionamiento sin los dos mil bolívares, ¡en efectivo! reglamentarios. Pero, la misma queja la formulan quienes tienen que abordar una camionetica de transporte público suburbano. El pasaje les cuesta más de lo que ellos logran sacar del cajero, después de hacer una cola larguísima, en la que corren el riesgo de que, cuando les llegue el turno, aparezca en la pantalla la temida frase “Fuera de Servicio”.

Los venezolanos que insistimos en permanecer en el país, estamos sometidos, constantemente, a unas pruebas de resistencia que se asemejan más a las competencias de sobrevivencia de los reality show que a la vida normal que debería llevar un ciudadano común, en un país normal, donde todo funcione como debe ser. Cosas tan simples como pagar el pasaje de la camionetica o el ticket del estacionamiento, se vuelven una odisea si, por mala suerte, a la hora de pagar, abrimos la cartera y descubrimos que solo tenemos 10 billetes de cien.

Es verdad que incluso ahora, en el mundo entero, muchas operaciones se están haciendo en Bitcoin, una criptomoneda electrónica que jamás será impresa por la Casa de la Moneda y que está volviéndose tan apetecible como el dólar o el euro. Pero, el asunto es que, en nuestro país, con el incuestionable retraso y deterioro que sufrimos, para pagar dependemos de unos puntos de venta cada vez más obsoletos y dañados; o de las transferencias electrónicas que no siempre podemos hacer porque no hay internet; o de las aplicaciones de los bancos que descargamos en nuestros teléfonos celulares, que necesitan, a su vez, la tecnología que puedan ofrecer unas operadoras que hacen maromas para brindar un servicio medianamente decentes y que cobran unas tarifas con las que no pueden hacer inversiones porque el gobierno no les permite aumentar.

Como verán, es tan solo una de las aristas de este gran problema económico que nos asfixia. Quizá, ante la falta de efectivo en los bancos, no estemos afrontando el problema con creatividad. Mientras espero para pagar el ticket del estacionamiento, con los 20 billetes de 100 –sí de 100, ese al que Maduro le ha prorrogado la vigencia el mismo número de veces de su denominación- se me ocurrió un emprendimiento: ¿qué tal si los estacionamientos, camioneticas que cubren las rutas suburbanas, los bomberos de las estaciones de gasolina y hasta los empaquetadores de los automercados (cuyas propinas son en efectivo y nada despreciables) se transforman en las nuevas agencias de los principales bancos del país? ¡Tal vez a la gente de la Sudeban no se le ha ocurrido y mi idea termine recibiendo un premio como el emprendimiento del año!

@mingo_1

Instagram: mingoblancotv

Julio Borges: Pensionados tienen que sobrevivir con apenas 137 bolívares diarios

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Nota de prensa.- El Coordinador Nacional de Primero Justicia y diputado a la Asamblea Nacional, Julio Borges, presentó detalles de las propuestas de entregar Ticket Alimentación y Ticket Farmacia a los jubilados y pensionados.

“El Gobierno se llena la boca permanentemente mencionando los dos millones y medio de pensionados, pero la realidad es que sólo los utiliza como un “show politiquero” más y no le interesa realmente su bienestar.”

En rueda de Prensa, Borges, recordó que desde Primero Justicia han insistido en la reforma integral de la Seguridad Social que está pendiente desde hace décadas y fue un mandato de la Constituyente de 1999, para lograr que los jubilados reciban una pensión digna, y no de salario mínimo que los obliga a debatirse todos los días entre comprar sus alimentos o sus medicinas.

Destacó que la pensión actual de 4.251 bolívares mensuales apenas significan unos 137 bolívares diarios.

Asimismo aseveró que el Gobierno insiste en no publicar las cifras de la Canasta Alimentaria del Instituto Nacional de Estadísticas. Señaló que organizaciones como el CENDAS estiman que la Canasta Alimentaria se ubica en 14 mil bolívares mensuales para septiembre, más del triple que la pensión que reciben nuestros jubilados.

En el caso de la Canasta Básica la suma supera los 25 mil bolívares, seis veces la pensión actual. “Con esta realidad, ¿cómo Maduro puede ser tan caradura de vanagloriarse con lo que reciben nuestros pensionados si merecen mucho más?

El coordinador nacional de Primero Justicia se refirió al anunció de Nicolás Maduro de un aumento del  45% en los salarios de los miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, y exigió que ese aumento sea para todos los venezolanos por igual.

“Si la inflación que reporta el Banco Central para los alimentos fue de 91% anual hasta agosto pasado, un aumento del 45% sería lo mínimo que pudiera otorgarse a todos los venezolanos para compensar en algo la inflación y no quedarse con los aumentos chucutos de comienzos de año. Pero incluso con ese aumento que en justicia tendría que darse, la realidad de nuestros jubilados exige un tratamiento especial”.

El parlamentario insistió en la propuesta de la tolda amarilla para complementar en algo el ingreso mensual de nuestros pensionados, a través del otorgamiento de Tickets Alimentación y Tickets Farmacia a todos los jubilados y así mejorar sus ingresos para la compra de sus alimentos y sus medicinas.

En este sentido, Borges se preguntó: ¿A quién se le puede ocurrir que un pensionado puede cubrir sus gastos fundamentales con apenas 137 bolívares diarios?, pero el oficialismo como siempre se ha negado a tan siquiera discutir el tema”

Recordó que en el caso de los Ticket Alimentación la propuesta de Primero Justicia se introdujo en la Asamblea Nacional por iniciativa popular con el respaldo de miles de firmas y el oficialismo la mantiene “engavetada”.

Asimismo informó que próximamente entregarán también por iniciativa popular la propuesta de Tickets Farmacia para los pensionados “veremos como el oficialismo nuevamente ignorará las propuestas de los venezolanos que merecen vivir mejor y esperan que se aprueben iniciativas como esta en lugar de ver sólo politiquería en la Asamblea Nacional”.

Para Borges estas propuestas serían aprobadas de inmediato en una Asamblea Nacional verdaderamente democrática y si respondiera a los verdaderos anhelos de los venezolanos.

Aseguró que es clave lograr una mayoría contundente en las próximas elecciones parlamentarias que permitan lograr los cambios que merecemos todos los venezolanos.

“Una nueva Asamblea Nacional que ponga en cintura al Gobierno y no siga haciendo lo que le da la gana, que exija acabar con la regaladera de nuestras riquezas a otros países, o la compradera de juguetes militares que sólo sirven para los desfiles, y dedique esos recursos a lograr justicia social para nuestros jubilados y pensionados mejorando sus ingresos y sacarlos del dilema permanente entre alimentarse o cuidar su salud. Esa Venezuela de la Justicia es el cambio que todos juntos lograremos con una nueva Asamblea Nacional”