Partido de los Trabajadores archivos - Runrun

Partido de los Trabajadores

Ene 21, 2023 | Actualizado hace 1 año
Lula destituyó al comandante del Ejército en Brasil
A dos semanas de los disturbios provocados por los seguidores de Bolsonaro

 

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, destituyó este sábado al comandante del Ejército, el general Júlio César de Arruda, dos semanas después de la intentona golpista perpetrada por bolsonaristas radicales en Brasilia, según medios locales.

El cambio en el mando del Ejército se produce en medio del clima de desconfianza entre el mandatario progresista y algunos sectores de las Fuerzas Armadas desde el asalto a las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema el pasado 8 de enero.

El cese llega además un día después de la reunión que mantuvo Lula con Arruda y los comandantes de la Marina y la Aeronáutica para discutir inversiones y planes para modernizar las tres fuerzas, según dijo el ministro de Defensa, José Múcio.

Según el diario Folha de Sao Paulo, la decisión fue comunicada este mismo sábado a Arruda, que deja el cargo antes de completar su primer mes en el mismo.

Según el periódico, Lula tomó esa determinación porque Arruda “no demostró disposición” en tomar medidas “inmediatas” para aplacar sus dudas sobre la actuación de algunos sectores militares en la intentona golpista de hace dos semanas.

El líder del Partido de los Trabajadores (PT), que asumió el poder el pasado 1 de enero, ha manifestado en diversas ocasiones sus dudas sobre el papel de las Fuerzas Armadas en relación a la invasión y los graves daños causados en las sedes de los tres poderes.

La semana pasada, en un desayuno con periodistas, aseguró que hubo “muchos militares y policías” que fueron “conniventes” con el intento de golpe y que está “convencido” de que alguien de dentro del palacio presidencial de Planalto “facilitó” la entrada de los radicales.

El miércoles, en una entrevista a GloboNews, dejó entrever nuevamente esa desconfianza al criticar las agencias de inteligencia “del Ejército, de la Policía y de la Marina” por no avisarle que bolsonaristas radicales se estaban organizando para el asalto de Brasilia.

Arruda asumió como comandante del Ejército el pasado 30 de diciembre, cuando aún estaba en el poder el ahora expresidente Jair Bolsonaro, y continuó en el cargo con el Gobierno de Lula.

3x3 I  Quien resulte presidente en Brasil deberá ser pragmático  
Analistas consideran que el vencedor de la segunda vuelta el venidero 30 de octubre en el vecino país tendrá que luchar contra la polarización y hacer alianzas a lo interno para garantizar la gobernabilidad
Coinciden en que al madurismo le conviene que gane Lula, pero aclaran que este no será ni sombra de quien gobernó a Brasil entre 2003 y 2010 porque está obligado a despojarse de radicalismos 

 

@franzambranor

 

La jornada electoral del pasado 2 de octubre en Brasil no transcurrió como la pronosticaban las encuestas. El candidato por el Partido de los Trabajadores a la presidencia de la República, Luis Inácio Lula Da Silva, no consiguió la victoria en primera vuelta y se deberá medir en una segunda el 30 de este mes al actual mandatario y abanderado de la derecha, Jair Bolsonaro.

El izquierdista Lula obtuvo el 48% de los votos y se quedó a escasos tres puntos de ganar en primera vuelta, mientras que Bolsonaro sumó 43%, echando por tierra las predicciones de las encuestadoras que lo daban con un techo de 34%.

Ahora Lula y Bolsonaro buscarán captar a los votantes de Simone Tebet del Movimiento Democrático Brasileño, quién sacó un 4% y llegó de tercera en los comicios y de Ciro Gomes del Partido Democrático Laborista (3%), además de los abstencionistas e indecisos que representaron en esta ocasión poco más de 5 millones de personas. 

Gomes brindó un tibio apoyo a Lula luego de la elección. “En estas circunstancias, votar por él es la última salida”, declaró a los medios el ex candidato sin mencionar el nombre de Lula.

Por su parte, Tebet, una declarada opositora a Bolsonaro, aún no ha dicho a quien respaldará.

Aunque de nuevo las encuestas y los analistas dan ventaja a Lula en la recta final de las elecciones, Bolsonaro consiguió un claro respaldo en el Congreso con 96 escaños. De ganar, el expresidente de izquierda tendrá un parlamento en contra.

La derecha, no necesariamente bolsonarista, también se impuso en las elecciones de gobernadores. De 27 estados que tiene Brasil, solo tres quedaron en manos de Lula, el resto respaldo la opción derechista y aún quedan 11 por definirse. 

En Runrunes conversamos con los internacionalistas Elsa Cardozo, Félix Arellano y Mirna Yonis quienes analizaron los pasados comicios y el eventual futuro político de Brasil: 

 

¿Qué sucedió con las encuestadoras en Brasil que estuvieron lejos de la realidad?

 

Elsa Cardozo: «Pese al resultado más apretado de lo vaticinado, lo de Lula sigue siendo importante porque es primera vez en la historia de Brasil que un candidato opositor pasa a la segunda vuelta con más apoyo que el presidente en ejercicio. Es difícil vaticinar lo que pasará en segunda vuelta, lo cierto es que Bolsonaro genera más rechazo entre los electores, es complicado que alguien que no haya votado lo haga por Bolsonaro el 30 de octubre»,

 

Félix Arellano:» Las encuestas no son la panacea, no son la verdad absoluta, son una tendencia, habría que ver cuál fue el detalle técnico que falló en Brasil, pero eso también ha pasado en Colombia, Chile y Perú. Creo que la conclusión de esto es que el bolsonarismo sigue teniendo vida y para la segunda vuelta quien está en el poder es Jair Bolsonaro, es decir, tiene más posibilidades de prometer cosas y de manipular que el que está en la oposición».

 

Mirna Yonis: «Hay varias consideraciones sobre el trabajo de las encuestadoras, a veces estas no prestan atención a elementos históricos, geográficos y poblacionales; no hacen seguimiento de otras variables que conceden otras aproximaciones. Los resultados que se tienen hoy en día pueden incidir en lo que pasará el 30 de octubre. No creo que en segunda vuelta haya una diferencia muy grande entre uno y otro. En Brasil hay una marcada polarización y no solamente es en la política, también es a nivel socioeconómico, social e industrial».

 

Informe Otálvora I Brasil vota entre castrochavismo y Bolsonaro, por Edgar C. Otálvora

 

¿Cómo queda la gobernabilidad para quien resulte presidente si la polarización también está presente a nivel de Congreso, Senado y gobernaciones?

 

Elsa Cardozo: «Cualquiera de los dos deberá enfrentar un escenario complicado debido a la situación económica que vive Brasil, además, el ambiente polarizado con descalificaciones de lado y lado tiende a dificultar la gobernabilidad. A Lula le perjudica el hecho de ser minoría en las dos cámaras del Congreso y la presencia de factores de extrema derecha y centroderecha en este».

 

Félix Arellano: «En este sentido, son fundamentales la alianzas y éstas parecieran más sencillas para Lula porque tanto Simone Tebet como Ciro Gomes son opositores a Bolsonaro. El  talante de Bolsonaro es mucho más agresivo y le va a tocar negociar, porque pareciera que es de este tipo de individuos que cree que negociar es capitular. Hay que tomar en cuenta que los que quedaron en tercer y cuarto lugar son candidatos de centro opuestos al actual gobierno y Lula tuvo la habilidad de nombrar como segundo en su fórmula a un conservador (Geraldo Alckmin) y eso le abrió camino entre los moderados».

 

Mirna Yonis: «La situación no será fácil y la polarización es una característica de los países latinoamericanos y en alguna medida los caribeños porque hay necesidades no satisfechas y expectativas que han sido distorsionadas. Ganando uno u otro puede generarse conflicto, especialmente en las regiones. Brasil es un estado federal con entidades autónomas y si el país está dividido, al presidente no le será fácil gobernar».

 

¿Qué repercusión puede tener una victoria de uno u otro en la región y específicamente qué efecto puede tener en Venezuela? 

 

Elsa Cardozo: «La relación de Bolsonaro con Venezuela estuvo marcada por el rechazo al gobierno de Maduro y el respaldo a la administración interina de Juan Guaidó. Con Bolsonaro quedaría esperar una posición similar u otra más pragmática en la que se adecue a los tiempos».

«Bolsonaro tuvo durante su mandato una política exterior basada en sus propias relaciones, en una primera fase con el gobierno estadounidense de Donald Trump y luego en una especie de aislamiento de la región. Hay tensiones con Argentina que han significado la imposibilidad de avances con Mercosur. De ganar Bolsonaro, hay que ver si el pragmatismo sirve en un panorama donde Brasil está aislado y cuánto interés tiene de participar en los cambios que se están produciendo en la región. Es notable que ni Bolsonaro ni Lula han sido muy explícitos en cuanto a política exterior. A Lula le va a tocar ser muy pragmático y evitar las confrontaciones para buscar alianzas en la región, lo que para el gobierno de Maduro podría traducirse en un debilitamiento de la causa chavista».

 

Félix Arellano: «Hay que diferenciar entre el presidente de Brasil que le conviene a Maduro y a Venezuela. El que le conviene a quienes están en Miraflores obviamente es Lula, pero no es el Lula del gobierno anterior. Lula creo que se va a mantener lejos de radicalismos porque eso le podría generar una crisis institucional. Lula sabe que no tiene mayoría en el Congreso y en las gobernaciones. Es posible que trate de hacer alianzas en el parlamento para dividirlo y hay mucho precedente de salto de talanquera en Brasil. A la oposición venezolana en principio le convenía Bolsonaro, pero este ha tenido posiciones heterogéneas durante su administración como su apoyo a Rusia en la guerra».    

 

Mirna Yonis:  «De ganar Lula, muchos han advertido que esto podría significar un resurgimiento de los movimientos de izquierda y progresismo en América Latina, algunos lo llaman la ola rosada, porque son rojos, pero ya no tan radicales y allí hay que incluir a Gustavo Petro en Colombia. Lula no creo que esté en la capacidad de sostener un radicalismo absoluto como en la era de Hugo Chávez y especialmente por la polarización que hay en Brasil. El cambio geopolítico se está dando a nivel global y los nuevos gobiernos en la región configuran tendencias alternativas. Por su parte, creo que Bolsonaro a partir de esta experiencia tendrá que buscar más alianzas y alejarse del radicalismo en función de sostener la gobernabilidad».

Tres cosas sobre los dos candidatos a las elecciones de Brasil este #28Oct

 

BRASIL VOTA EL DOMINGO A SU PRÓXIMO PRESIDENTE, y la elección no podría estar más ajustada.

El congresista de ultraderecha Jair Bolsonaro, que lidera las encuestas, ha descrito un Brasil en guerra: con los delincuentes, con los políticos corruptos, con las ideas izquierdistas y, de alguna forma, con él mismo. La campaña del ex capitán del ejército promete un “gobierno decente, diferente a todo lo que nos llevó a una crisis ética, moral y fiscal”.

El éxito de la campaña de Bolsonaro, que se aprovechó de una oleada de descontento con la política tradicional, tomó a muchos por sorpresa. Se centró en combatir la delincuencia y en cortejar a la comunidad empresarial con la promesa de poner en marcha políticas económicas de corte liberal.

Por su parte, su rival, Fernando Haddad, es considerado por muchos el reemplazo de su mentor y fundador del Partido de los Trabajadores, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. El otrora popular Lula fue vetado en la boleta tras una condena por corrupción, por la que está encarcelado. Haddad es el sucesor elegido por él, y el exalcalde y ex ministro de Educación se ha esforzado para mostrarse como independiente.

Recabó el respaldo de los más fieles al partido, pero un enorme caso de corrupción ha mermado sus filas y Haddad tuvo problemas para convencer a muchos fuera de la órbita de la formación.

A continuación, tres cosas a saber sobre los candidatos y sus propuestas:

___

JAIR BOLSONARO

DELINCUENCIA: El centro de la campaña de Bolsonaro fue su promesa de reducir la elevada tasa de criminalidad de Brasil. La mayor nación de Latinoamérica es la primera del mundo en número total de homicidios. El año pasado, un récord de 63.880 personas murieron asesinadas. Muchos brasileños conviven a diario con el miedo a sufrir atracos.

Bolsonaro presentó esta lucha como una moral, entre las fuerzas del bien y el mal. Se comprometió a dar vía libre a la policía en el uso de la fuerza y a aliviar las restricciones de armas para que la población pueda defenderse. Además, sugiere rebajar la edad mínima a la que los acusados pueden ser juzgados como adultos a 16 años.

ECONOMÍA: Según él mismo reconoce, no sabe mucho de economía, pero con su elección de un economista que estudió en la Universidad de Chicago como asesor se ganó a gran parte de la comunidad empresarial. Se comprometió a reducir el tamaño del gobierno, incluyendo recortar el número de ministerios, y a realizar una reforma de las pensiones que podría recortar al menos algunos beneficios. Además, busca privatizar muchas empresas estatales. Pero dado que se acaba de convertir a la teoría del liberalismo económico, algunos observadores se preguntan por cuánto tiempo y cómo de cerca estará de estos principios.

AUTORITARISMO: Bolsonaro ha elogiado la dictadura que gobernó el país entre 1964 y 1985, calificando ese tiempo como una época más sencilla y segura. Muchos, especialmente los disidentes que combatieron contra ese régimen, se molestaron con esa descripción, señalando que el gobierno militar torturó a miles de personas y mató a cientos. Junto a su promesa de dar “carta blanca” a la policía para balear a sospechosos y sus palabras despectivas hacia muchos grupos minoritarios, algunos temen que con Bolsonaro en el poder puedan perderse derechos civiles y se debiliten las instituciones democráticas. Bolsonaro rechazó estos temores.

___

FERNANDO HADDAD

ECONOMÍA: Haddad ha hecho del sufrimiento de los brasileños durante una prolongada recesión el núcleo de su campaña, culpando en gran medida a las reformas del presidente Michel Temer, aunque la economía empezó a hundirse cuando el Partido de los Trabajadores estaba aún en el poder. Gran parte de su programa busca revertir lo logrado por Temer, incluyendo la retirada del techo de gasto gubernamental y de una ley que flexibilizó las leyes laborales y redujo beneficios. Además propone congelar un plan de privatizaciones y se comprometió a crear empleo, incrementar la inversión pública, abaratar el acceso al crédito y reformar el sistema fiscal para que sea más progresista.

PROGRAMAS SOCIALES: El candidato prometió hacer de la inclusión social y económica el centro de su agenda, reduciendo las desigualdades que llevaron a amplios sectores de la sociedad a los márgenes. El candidato del Partido de los Trabajadores dijo que reformará el sistema educativo, ampliará el de salud e incrementará de forma significativa las asignaciones de un programa de bienestar. Su foco estuvo especialmente sobre los más pobres y apuntó que implantaría un plan nacional de seguridad alimentaria ante las evidencias de que la recesión mermó los avances en ese sector.

DEMOCRACIA: Haddad acusó al gobierno de Temer de pisotear los derechos de trabajadores, mujeres, negros, indígenas y otros grupos marginados y dijo que la presidencia de Bolsonaro solo empeoraría esta situación. Alerta sobre un Brasil gobernado por el odio y la intolerancia y se presentó a sí mismo como el único candidato que puede salvar la democracia.

Aunque algunos de los rivales de Haddad en la primera ronda de las presidenciales se han unido en torno a esta idea, muchos han decidido mantenerse al margen. Por el momento no ha conseguido convertir esto en un grito de guerra generalizado.

Brasil va a elecciones en en medio de turbulencia política

 

Los brasileños van a las urnas el domingo en unas elecciones marcadas por intenso descontento hacia la clase gobernante, tras años de turbulencia política y económica incluyendo lo que parece ser el escándalo de corrupción más grande en la historia latinoamericana.

Hay muchos que opinan que la rabia hacia las élites impulsaría a un candidato desconocido, o dejaría atrás la hegemonía del centroizquierdista Partido de los Trabajadores y del centroderechista Partido de la Democracia Social.

Pero como muchas cosas en esta campaña, no ha sucedido lo que se esperaba. El candidato que más se ha beneficiado del descontento social es un legislador que tiene 27 años en el Congreso, Jair Bolsonaro, conocido por posturas inusuales que agradan a unos y repugnan a otros, como su nostalgia por la era de la dictadura, sus insultos a las mujeres y a los gays y sus llamados a reprimir la delincuencia dándole rienda suelta a las fuerzas de seguridad.

En segundo lugar está el Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores que ha ganado las últimas cuatro elecciones presidenciales.

Bolsonaro acumuló 36% en la encuesta de Datafolha más reciente una ventaja de 14 puntos sobre Haddad. El sondeo abarcó 19.552 personas entre viernes y sábado y tiene un margen de error de 2 puntos porcentuales. Si ningún candidato obtiene la mayoría de los votos, habrá que ir a una segunda vuelta el 28 de octubre.

“En general, estas son las elecciones más extrañas que he visto en mi vida”, dijo Monica de Bolle, directora del departamento de estudios latinoamericanos de la Universidad Johns Hopkins. «Se está convirtiendo en una competencia entre los dos candidatos menos calificados”.

La campaña por la presidencia de Brasil — la economía más grande de Latinoamérica, un importante socio comercial de varios países y un peso en el mundo diplomático — ha sido tensa e impredecible. El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva iba adelante en las encuestas al principio, pero su candidatura fue descartada al ser encarcelado en medio de acusaciones de corrupción. Bolsonaro fue apuñalado e hizo campaña desde su cama de hospital por varias semanas. Y durante toda la campaña, los brasileños se quejaron de que la confianza que tenían en sus líderes se está evaporando.

Las elecciones en un momento eran vistas como una esperanza para poner fin a un episodio turbulento en que muchos políticos y empresarios fueron encarcelados por acusaciones de corrupción, una presidente fue destituida en medio de un proceso cuestionado y la economía sufría de una prolongada recesión.

Pero en lugar de ello, las dos principales candidaturas reflejan la agria polarización del país tras la destitución de Dilma Rousseff y las explosivas revelaciones a raíz del descomunal escándalo de corrupción.

Bolsonaro, cuyos partidarios suelen ser de la clase media, habla de un país al borde del colapso donde narcotraficantes y políticos roban impunemente y reina la amoralidad. Se ha manifestado a favor de flexibilizar las leyes de tenencia de armas para que la gente pueda protegerse, darle rienda suelta a la policía y restablecer “valores tradicionales”, una frase que ha causado desasosiego debido a sus halagos hacia la época de la dictadura y sus insultos contra las mujeres, los negros y los gays.

“Hay un fuerte deseo de cambio”, dice Andre Portela, profesor de economía de la Fundación Getulio Vargas, un importante centro de estudios e investigación. «Bolsonaro se ha aprovechado de eso y se ha presentado como agente del cambio, pero no queda claro si realmente lo será”.

Tribunal decide que Lula no puede ser candidato presidencial

El Tribunal Superior Electoral de Brasil votó el viernes en contra de que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva se postule a los comicios presidenciales de octubre a pesar de que encabeza las encuestas, fallo que agrega incertidumbre a una contienda en la que ya no hay un claro favorito.

En una sesión que se extendió hasta la madrugada del sábado, los jueces sufragaron 6-1 en contra del alguna vez enormemente popular presidente, que está encarcelado por una condena de corrupción que considera una farsa.

El izquierdista Partido de los Trabajadores de Lula emitió un comunicado en el que afirma que apelará, pero parece haber pocas probabilidades de que tenga éxito. Aparentemente eso dejaría el destino del partido en manos de su actual candidato a vicepresidente Fernando Haddad, un exalcalde de Sao Paulo que hasta ahora ha registrado un solo dígito en las encuestas y tendría que apoyarse en el carisma de Lula para poder ganar.

El juez del Supremo Tribunal Federal Luis Roberto Barroso emitió el primer voto contra Lula, diciendo que el fallo fue “muy simple” porque la ley prohíbe la participación de candidatos cuya declaración de culpabilidad ha sido refrendada por una corte de apelaciones.

“Aquí no hay margen para que el tribunal electoral haga ninguna otra evaluación salvo la que muestra que hay una declaración de culpabilidad, y esa condena afecta los requisitos del candidato para poder participar”, señaló Barroso.

El juez Edson Fachin no estuvo de acuerdo, y mencionó una exhortación reciente de una comisión de derechos humanos de las Naciones Unidas para que se permitiera que Lula se postulara mientras sigue apelando su declaración de culpabilidad.

Incluso mientras los jueces debatían, el Partido de los Trabajadores difundió anuncios en las redes sociales protagonizados por Lula, apegándose a una estrategia de mantener al expresidente a la vista del público lo más posible.

Lula, exlíder sindical de 72 años, fue el mandatario de Brasil durante un período de auge de 2003 a 2010, promoviendo políticas sociales que sacaron a millones de personas de la pobreza. El expresidente estadounidense Barack Obama lo llamó alguna vez “el político más popular de la Tierra”.

Pero Lula y su partido han perdido mucho de ese atractivo en los últimos años debido a un desplome económico durante el gobierno de Dilma Rousseff, la sucesora que él eligió, y una amplia pesquisa anticorrupción en la que se han visto involucrados muchos altos empresarios y políticos, incluido el mismo Lula.

El expresidente cumple una sentencia de 12 años por corrupción y lavado de dinero tras ser declarado culpable de favorecer a la compañía constructora Grupo OAS a cambio de que le prometiera darle un apartamento en la playa.

Barroso dijo que el Partido de los Trabajadores debería reemplazar a Lula en un plazo de 10 días, y que él no debería aparecer como candidato presidencial en el tiempo gratuito que se les concede a los partidos políticos en la televisión y radiodifusoras nacionales a partir del sábado.

En un comunicado el viernes por la noche, el Partido de los Trabajadores dijo que apelará el fallo del Tribunal Electoral, de la misma forma en que Lula lucha para revocar su condena por corrupción.

Con Lula fuera de la contienda, se espera que Haddad ocupe su lugar en la postulación del Partido de los Trabajadores. Las encuestas muestran un apoyo tibio a la postulación de Haddad, pero el partido espera que la popularidad de Lula pueda impulsar las aspiraciones del exalcalde.

Haddad visitará el sábado Garanhuns, una ciudad en el empobrecido noreste de Brasil donde Lula nació.

Informe Otálvora: Condenado por corrupción Lula exige ser candidato

  Lula da Silva de visita en La Habana el 25FEB14 junto a Raúl Castro. Foto: Instituto Lula

 

Varios gobiernos del continente, con una activa participación del Secretario General de la OEA Luis Almagro, estarían planeando denunciar formalmente a Nicolás Maduro ante la Corte Penal Internacional. Los presidentes electos de Colombia y Paraguay, Iván Duque y Mario Abdo Benítez quienes asumirán sus cargos durante el mes de agosto, se han manifestado dispuestos a presentar individual o colectivamente una acusación de Estado contra Maduro. La misma posición mantiene el presidente del Perú Martín Vizcarra. El canciller peruano Néstor Popolizio, en declaraciones del 31JUL18 al diario limeño El Comercio, adelantó que “hasta ahora tenemos cuatro [adhesiones] y vamos a darle la forma final a la solicitud en las próximas semanas”. Los gobiernos de Argentina y Chile evalúan sumarse a la demanda, según fuentes diplomáticas suramericanas.  En todo caso bastaría que sólo uno de estos mandatarios presente en nombre de su país la denuncia respectiva para que la Fiscalía de la Corte inicie el proceso de investigación preliminar.

*****

La Corte Penal Internacional, según el Estatuto de Roma que lo creó y lo norma, tiene competencia en crímenes de genocidio, lesa humanidad, de guerra y de agresión. Sólo puede iniciar procesos mediante tres vías: a solicitud del Consejo de Seguridad de la ONU, a solicitud de uno de los Estados miembros signatarios del Estatuto de Roma y por iniciativa del Fiscal. De concretarse el pedido de investigación contra Maduro se estaría iniciando un largo proceso en la enmarañada práctica judicial del tribunal internacional, sobre el cual no existen muchos antecedentes.

*****

Con veinte votos del total de treinta y cuatro miembros, el Consejo Permanente de la OEA aprobó el 02AGO18 una nueva resolución sobre la crisis en Nicaragua. La decisión de la OEA, a la cual se opuso el gobierno de Daniel Ortega, implica la creación de un grupo de trabajo de países miembros de la organización para monitorear la situación en Nicaragua cuyo “mandato será contribuir a la búsqueda de soluciones pacíficas y sostenibles a la situación que se registra” en ese país. La cancillería nicaragüense sólo logró el apoyo de tres gobiernos (Bolivia, San Vicente y las Granadinas y Venezuela) para votar en contra de la resolución evidenciándose nuevamente  la pérdida de apoyos regionales por parte de los gobiernos castrochavistas. Gobiernos “amigos” del régimen nicaragüense como El Salvador o República Dominicana optaron por abstenerse en la votación. El canciller nicaragüense, Denis Moncada, adelantó que su gobierno no permitirá la visita del Grupo de Trabajo creado por la OEA.

*****

Por cierto, luego de la votación de la resolución  el asiento de la representación de EEUU fue ocupado por el embajador Todd Robinson quien en sustitución del representante permanente Carlos Trujillo leyó un pronunciamiento sobre la situación en Nicaragua. Robinson fue expulsado por el régimen chavista el 22MAY18 luego de ejercer por sólo cinco meses como Encargado d Negocios e.p. de la Embajada de EEUU en Caracas. Tras su intempestiva salida de Venezuela, Robinson ahora fue designado Consejero para América Central del Departamento de Estado.

*****

Las elecciones generales en Brasil están fijadas para el 07OCT18 y ya las principales candidaturas presidenciales están definidas. La fecha tope para la inscripción de las candidaturas es el 15AGO18 y desde ya se perfila una férrea campaña electoral. El parlamentario Jair Messias Bolsonaro está levantando olas con su candidatura basada en un discurso tremendista, antisistema y militarista. La socialdemocracia (el PSDB de Fernando Henrique Cardoso) presentará la candidatura del hasta hace poco gobernador de São Paulo Geraldo Alckmin. El MDB (el partido del actual presidente Michel Temer conocido antes por las siglas PMDB) presentará la candidatura  del exministro de  Finanzas Henrique Meirelles. La izquierda estará inscribiendo una amplia gama de candidatos entre ellos el exministro Ciro Gomes quien ha procurado sin éxito un pacto con el PT en caso de que no prospere la candidatura de Lula da Silva. Desde la celda especialmente acondicionada donde recibe la visita de luminarias de la farándula, abogados y a la dirigencia de su partido, Lula ordenó que el PT rechazará cualquier pacto con Gomes y bloquear las posibles alianzas de su exministro con otras organizaciones de izquierda. El expresidente permanece en la cárcel desde el 07ABR18 cumpliendo sentencia adelantada de doce años tras ser encontrado culpable por delitos de corrupción al haber recibido un apartamento playero de manos de una empresa constructora.

Todavía la gran incógnita política en Brasil es justamente la posible participación de Lula como candidato presidencial en un sistemático esfuerzo, con amplio apoyo de la alianza castrochavista continental, para evadir la cárcel y retomar el poder basándose en unas encuestas que reiteradamente le han asignado una mayoría en la intensión de votos.

*****

La estrategia de Lula consiste en crear presión política desde las calles de Brasil y desde escenarios diplomáticos internacionales para lograr dos objetivos: la suspensión del cumplimiento de la sentencia de cárcel y la inscripción como candidato presidencial. El aparato propagandístico castrista está internacionalmente activado procurando apoyos a favor de Lula y ha logrado pronunciamientos de renombrados parlamentarios estadounidenses amigos del régimen cubano o de expresidentes izquierdistas como la chilena Michelle Bachelet y el español José Rodriguez Zapatero.

En su intento de paralizar el cumplimiento de la sentencia, ya confirmada en segunda instancia, los abogados de Lula alegan que el encarcelamiento sólo debe hacerse efectivo cuando se agoten todas las instancias de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia y finalmente ante el Supremo Tribunal Federal STF, lo que obviamente se produciría luego de las elecciones de octubre. Probablemente el 09AGO18 el STF de Brasil decidirá sobre un recurso presentado por Lula para que le sean suspendidos los efectos de la condena (encarcelamiento e inelegibilidad) y poder competir por la Presidencia desde la calle. Fuentes vinculadas con el mundo judicial en Brasilia consideran poco probable que el STF suspenda la aplicación de la sentencia.

*****

El segundo escenario sobre el cual se maneja Lula es concurrir como candidato presidencial desde la cárcel. Para ello el PT se propone inscribir su candidatura el 15AGO18 y están convocando a la que espera sea una masiva movilización de sus militantes hacia Brasilia.

El presidente del Tribunal Superior Electoral TSE de Brasil, Luis Fux, negó el 31JUL18 la solicitud presentada por un abogado a título privado quien solicitaba que la máxima instancia judicial electoral brasileña inhabilite a Lula para inscribir su candidatura presidencial. Pero según el criterio de Fux la solicitud no es  procedente por criterios estrictamente formales: una solicitud impugnando el registro de una candidatura sólo puede ser presentada luego de haber sido inscrita la postulación. Lo que inicialmente pudo parecer un salvavidas a la candidatura de expresidente en realidad adelantó lo que podría ser el fin del plan electoral de Lula. En la misma sentencia que rechazó la solicitud de inhabilitación anticipada, el presidente del TSE utilizó la expresión “inelegibilidade chapada” para referirse a la evidente situación judicial de Lula. Una vez inscrita la candidatura de Lula, el TSE deberá anularla en razón de la llamada ley de “ficha limpia” que impide la postulación de quien ya fuera condenado en segunda instancia aun cuando cuente con recursos de apelación en instancias superiores.

*****

Uno de los principales abogados de Lula, Luiz Fernando Casagrande Pereira, coincidió con Fux en cuanto a que Lula es actualmente “inelegible”, pero alega que esa situación es “provisional” mientras no exista una sentencia definitiva del Supremo Tribunal Federal. Teóricamente, según algunos extremos legales brasileños, pese a estar condenado por corrupción Lula podría participar en las elecciones y, en caso de resultar ganador, las autoridades electorales se verían obligadas a no entregarle la respectiva credencial si para la fecha el Supremo Tribunal Federal mantiene la sentencia de culpabilidad. Este es un escenario hipotético que podría generar una  crisis política de dimensiones impredecibles pero que es acariciado por algunos cercanos seguidores de Lula.

En todo caso, el plan del PT es intentar mantener el nombre de Lula como candidato presidencial hasta el 27SEP18, fecha límite para que el partido cambie de abanderado. Fingir que Lula será candidato es una maniobra que hasta ahora ha resultado exitosa para sostener las expectativas del electorado vinculado con el PT, pero a medida que se definen los candidatos rivales y arranca la campaña electoral el peso de Lula tiende a disminuir. Lanzar una candidatura simbólica como la de Guilherme Boulos (que cuenta con buena opinión en el régimen cubano) o la comunista Manuela d’Ávila;  impulsar la candidatura de una de las figuras relevantes del partido como el exalcalde paulistano  Fernando Haddad o, la menos probable opción de abstenerse y calificar como fraudulento el proceso son escenarios que han sido analizados en el PT. Cualquier cosa puede aún ocurrir en las salas de tribunales y en los mentideros políticos de Brasilia, pero ya pareciera un hecho que Lula no será candidato y la gran pregunta es hacia dónde se dirigirá su nada despreciable activo electoral.

 

Edgar C. Otálvora

@ecotalvora

Diario Las Américas

Brasil: El Partido de los Trabajadores insiste en Lula y lo proclama candidato a pesar de su prisión

 

El Partido de los Trabajadores de Brasil nombró el sábado al encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva como su candidato para las elecciones de octubre.

Al iniciar la convención nacional del partido en Sao Paulo, los delegados confirmaron entusiastamente a Lula, que se desempeñó dos períodos en la presidencia entre el 2003 y el 2010.

Lula ha estado en prisión desde marzo en cumplimiento de una sentencia por corrupción, pero niega haber actuado ilegalmente y se dice víctima de una persecución política.

El popular político encabeza las encuestas de intención de voto por amplio margen, pero miembros de la comisión electoral dicen que es muy probable que se impugne su candidatura, y en ese caso no está claro quién lo reemplazaría.

No se espera que el partido nombre a su compañero de fórmula hasta el lunes.

En un mensaje grabado a la convención, Lula dijo que “los que me sentenciaron son los que están prisioneros de una mentira”.

“Brasil necesita restaurar su democracia, hallarse a sí mismo y ser feliz de nuevo”, dijo. “Pueden encerrarme, pueden silenciarme, pero mantendré mi fe en el pueblo brasileño”.

Después de que se aprobó su nominación, se leyó otro mensaje de él.

“Ellos ya derrocaron a una presidenta que fue elegida y ahora quieren vetar el derecho del pueblo a elegir al próximo presidente. Quieren inventar una democracia sin el pueblo”, dijo.

Otros candidatos criticaron al expresidente y su partido.

“Me duele, pero no espero nada de ellos ahora”, dijo Ciro Gomes, aspirante presidencial por el Partido Democrático del Trabajo, de centro-izquierda.

El conservador Geraldo Alckmin, nombrado el sábado como candidato del Partido Socialdemócrata, culpó a Lula y al Partido de los Trabajadores por el alto desempleo del país, de 13 millones de personas.

“Fueron las mentiras y el radicalismo los que crearon la cadena de acontecimientos que son el legado trágico del Partido de los Trabajadores”, dijo.

La presidenta de ese partido, Gleisi Hoffman, habló con los participantes en la convención tras conocerse que dos partidos izquierdistas menores respaldan a Lula.

“Trataron de excluir a Lula de la discusión política”, dijo. “No hay discusión política en Brasil sin Lula y el Partido de los Trabajadores”.

La centrista Marina Silva fue nominada por su partido Rede como candidata presidencial el sábado.

Lula da Silva se entregó a la justicia brasileña para cumplir 12 años de cárcel por corrupción

 

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, tras dos días de resistencia en el sindicato del que surgió a la política, se entregó este sábado para comenzar a cumplir los doce años de cárcel que le impuso la Justicia por corrupción.

«Cometí un crimen», que fue «llevar los pobres a la universidad, permitir que compren coches, que tengan comida» y «si es así, seré un criminal el resto de mi vida», dijo Lula en un discurso cargado de emoción que fue una despedida de los miles de simpatizantes que, desde el jueves, rodearon el sindicato en que se había atrincherado.

Con ese discurso, puso fin a la resistencia que inició el pasado jueves, cuando después de que la Justicia dictó un auto de prisión en su contra, se enclaustró junto a dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT) y de movimientos sociales en el Sindicato de los Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo.

El juez Sergio Moro, que le halló culpable de corrupción en un caso asociado al escándalo en Petrobras, le había dado plazo hasta las 20.00 GMT del viernes para entregarse, pero Lula lo ignoró.

La última excusa para postergar su encarcelamiento fue una misa que sería celebrada hoy en el sindicato, en memoria de su fallecida esposa, que habría cumplido 68 años.

Lula rompió su encierro y su silencio con la misa, y pareció surgir el líder sindical de puño alzado y verbo encendido de años atrás, que atacó a la «elite», a la prensa y a «jueces al servicio los poderosos», a los que acusó de llevarlo tras las rejas para evitar que vuelva a gobernar.

«No les perdono que hayan sembrado la idea de que soy corrupto. Ninguno de ellos duerme con la conciencia tranquila de la verdad y la honestidad que yo tengo», declaró.

Pero tampoco se dio por vencido. «Saldré de esta más fuerte, más verdadero y más inocente, porque voy a probar que ellos cometieron el crimen de perseguir a un hombre sin culpas», dijo.

La entrega de Lula, sin embargo, demoró varias horas después de su discurso e incluso casi fue impedida por decenas de militantes que bloquearon los portones y no dejaron salir su automóvil.